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No puedo creer que sea mi semen el que está entrando en ti ahora mismo ….
Los vi desde mi ventana en el piso de arriba supe que era el auto de tío Jairo.     De seguro viene con la tía Fiordaliso.     Ellos siempre me ponen nervioso.     La tía es tan hermosa que siempre me siento un poco cohibido y nervioso ante ella, dado mi carácter un poco tímido.    Tía Fiordaliso tiene un rostro de supermodelo, más encima es significativamente curvilínea, no como esa gente lisa y fría que desfila en las pasarelas.     Cada vez que estaba cerca de ella, me costaba mantener mi mirada lejos de su floreciente belleza.     Yo lo sabía y me incomodaba de que ella pudiera darse cuenta.

Apenas descendió del auto mis ojos comenzaron a recorrer toda su fisionomía, desde los deditos de sus pies finamente pintados y alhajados, hasta su elegante y sofisticada cabellera de un intenso color cobrizo.     Llevaba un calzado estilo sandalias con correas envolviendo sus bien moldeadas pantorrillas.     La suave brisa del viento hacía que su delgado vestido se adhiriera a sus tonificados muslos mientras caminaba sensualmente.     Sostenía una fina cartera de Isabel Bernard en una mano y en la otra una sombrilla para protegerse de los rayos del sol.     Yo la esperaba en el porche para saludarla y darle la bienvenida, pero ella se arrojó hacia mí dándome un estrecho y suave abrazo.

—¡Hola, Mateo! …

—¡Hola, tía Fior! … ¡Qué alegría verte! …

—¡Oh, sí! … ¡Qué contenta de encontrarte, Mateo! …

—Vamos … Entremos que el sol está demasiado fuerte …

—¡Eh, sí! …

¡Oh! Que cosa mas maravillosa y suave abrazar a tía Fiordaliso, sus protuberantes senos mullidos y algodonosos, hasta me pareció sentir el ápice de cada pezón sobre mi camisa.     Casi morí cuando su mano casualmente rozó mi polla mientras pasaba junto a mi y entraba a casa.

Me fui detrás de ella, era imposible evitar de mirar sus exquisiteces por detrás.     Su estrecha cintura que le daba a su trasero esa forma de reloj de arena era increíble.     No había chico que no admirara su derriere, cuando ella pasaba por la calle.     Ahora detrás de ella yo hacía exactamente eso, mirar su ligero vestido pegado a sus hermosas y finas nalgas.    Mirando como cada una de ellas se movía en forma ordenada, mientras una subía, la otra bajaba y luego viceversa.     Así en un movimiento perpetuo que era delirante.    Tuve que tapar mi boca para no exclamar ¡Que bien de Dios, Jesús mío!

Me parecía increíble que alguien pudiera ser tan atractiva.     Ella es el tipo de mujer que ves en las películas o revistas de celebridades.     ¿Cómo era posible tener aquí en casa una belleza sin igual?    ¿Cómo un ser de divina hermosura puede estar en mi casa y con mi familia?    ¿Cómo mi tío, que es una figura promedio, logró conquistar a esta diosa de mujer?

Bueno, el tío Jairo no estaba del todo mal.     Era el hermano menor de mi madre.     Lo conozco de toda una vida y él siempre ha sido muy buen tío, jugaba conmigo cuando pequeño y me cuidaba.     Luego tuvo un golpe de suerte y gano muchísimo dinero al Loto.     Se rodeó de hermosas mujeres, pero tía Fiordaliso era excepcionalmente hermosa, la más bella de todas.

Nos sentamos a cenar y yo me senté lejos de ella para evitar de estar permanentemente dándole indiscretas miradas a su protuberante escote y al surco que mostraban sus enormes tetas.     Su figura era tan llamativa que era imposible no mirarla.

Para servirnos el postre pasamos al patio, bajo el parrón y tía vino a sentarse junto a mí.     Me distraje mirando su escote y comenzamos a hablar:

—Entonces … ¿Cómo vas en el colegio? …

—¡Uhm! … Bastante bien … Debo hacer todo lo posible para incrementar mi puntaje para la PSU …

—¿Y cual es tu fuerte? …

—Historia … En biología me complico un poco …

—¡Oh, que interesante! …

—Sí, ahora mismo estoy estudiando antiguas civilizaciones, cómo la griega …

—¡Oh, los griegos! … La cuna de la democracia …

—Así es … En las diferentes ciudades estados …

—¿Cómo Atenas? …

—No solo … Está Halicarnaso, Olimpia, Tebas y muchas otras … Es muy interesante como han influenciado el desarrollo de muchas democracias modernas.     También está la influencia cultural, la filosofía, la política en general y los tantos artistas de esa época …

—Sin duda muy interesante, Mateo … Pero yo necesito hablar algo contigo …

—¿Uhm? … ¿De que se trata? …

Repentinamente ella alzó su cabeza mirando alrededor de nosotros, como para comprobar que no hubiese nadie cerca que pudiese escucharnos.     Había una decena de personas alrededor, pero ninguna parecía fijarse en nosotros.     Entonces Fiordaliso se inclinó hacia mí y en una voz susurrada, me dijo:

—Se trata de algo muy personal … Secreto … ¿Podemos juntarnos arriba? …

Sin esperar mi respuesta se levantó y se encaminó hacia la casa, la vi que subía las escaleras con su bebida en una mano.     Me quedé sorprendido y confundido, ¿Por qué secreto?  ¿Por qué arriba, en el piso de arriba?   ¿Por qué solos ella y yo?      Estaba realmente perplejo, tomé otra bebida y me encaminé al piso superior.     Mientras subía las escaleras, trataba de dilucidar lo que ella quería conversar conmigo en secreto; quizás necesitaba algún consejo masculino para elegir un regalo para tío Jairo, o planear una fiesta a sorpresa para él, pero en realidad no tenía la menor idea de que pudiera tratarse todo el asunto.

Una vez que llegué al piso superior, inmediatamente noté que la puerta de mi habitación estaba ligeramente abierta, entré y tía estaba de pie mirando los pergaminos y diplomas míos sobre la pared, mamá los había hecho encuadrar todos y los tenía allí para exhibición y su propio orgullo.

—¡Uhm! … Tienes una inteligencia privilegiada, ¿eh? …

Dijo mi tía observando uno a uno los cuadros de mis logros estudiantiles.

—¡Ehm, sí! … Algo así …

—Bien … Eso es muy bueno … Es justo lo que necesito …

¿Tía necesitaba a alguien inteligente?  ¿Necesitaba algún consejo sobre alguna materia del colegio?   En ves de aclarar un poco la incógnita, esto solo me confundió aún más.

Tía Theresa se sentó en mi cama, su vestido se subió sugestivamente sobre sus muslos envueltos en finas y sedosas medias negras.     Mis ojos escrutaron el dobladillo de su vestido, pero no había nada de revelador.     Mire su hermoso rostro con esas pecas en sus mejillas, las mismas pecas que se formaban en su pecho sobre sus exuberantes tetas.     Recogió sus manos en su regazo y pareció meditar sus palabras en forma tímida, cómo si tuviese dificultad a expresarse.

—Escucha Mateo … Quiero pedirte un favor …

—¿Sí? …

—¡Oh, Dios! … No sé por donde empezar … La verdad es que yo … Bueno … Busco … Busco un … Un donante …

—¿Un donante? … Tía, soy solo un estudiante … Tengo poco y nada para donar … Soy pobre …

—No … No es dinero lo que necesito … Es algo del cuerpo … Ya sabes … Algo más personal …

—¿Cuerpo? … ¿Acaso necesitas sangre? … ¿Un riñón? … Estas … ¿Estas enferma, tía? …

—No … Tampoco es eso … Para eso iría a un hospital … O le preguntaría a mi hermana …

Me sentí un poco desorientado al no entender de que cosa estaba hablando.     Parecía muy nerviosa y reticente a hablar con mayor claridad.      Volvió a mirar en torno, luego miró hacia la puerta que permanecía cerrada.     Finalmente lanzó un profundo suspiro y a muy baja voz, me dijo:

—Necesito un donante de esperma … Intento quedar embarazada …

Me quedé en blanco.     Dudé si había escuchado bien lo que ella me había dicho.     Noté que ella seguía moviendo su boca como si hablara, pero yo no procesaba nada, no escuchaba lo que ella me estaba hablando muy nerviosa.     Me quedó mirando expectante, mi boca estaba reseca y no lograba pronunciar palabra alguna.     Mi tía movió sus cejas como esperando una respuesta de mí, logre solo balbucear:

—¿Qué? …

Tía Fior pareció entender que me encontraba en estado de shock y que no había captado lo que ella me estaba diciendo, así que volvió sobre el asunto:

—¡Ehm! … Lo siento … Creo que no hay una manera delicada para decir esto, ¿verdad? … He pensado muchas veces en como decírtelo, pero no se me ocurrió nada más al respecto … ¿Quieres tomar asiento? …

Dio unas palmaditas sobre la cama en señal de que me sentara a su lado.     Tragué saliva, tenía el estómago apretado cuando me senté junto a ella.

—He intentado de todo para quedar embarazada …

La escuché atentamente, pero se quedó callada con la mirada perdida en el espacio.     Me di cuenta de que trataba de ordenar sus ideas y hablar las cosas con coherencia.     Tosió y se aclaró la garganta.     Se secó unas incipientes lágrimas que amenazaban de arruinar su maquillaje, no pude evitar de preguntarle:

—¿Estas llorando? …

—No … Bueno … Sí … Es que yo … ¡Ehm! …

—¿Estás bien, tía? …

—¡Maldición, sí! … ¡Solo que … ehm …!

Respiró hondo para recuperar su compostura y prosiguió:

—Ha sido difícil … Muy difícil … Hemos tenido terribles discusiones … Hemos intentado de todo y hemos fracasado en todo … Esto ha sido muy malo para nuestra relación, ¿sabes? …

—¿Y de cuanto tiempo que lo están intentando? …

—Tres años … Uhm … Sí, poco más de tres años … Ha sido duro … Básicamente ya he intentado todo lo que es humana y normalmente posible … He leído un montón de libros … He visto varios médicos … He probado todos los consejos … Hice un calendario para identificar con precisión los días en que estoy ovulando … Jairo y yo hemos tenido relaciones en todos esos días … Incluso me hice revisar completamente en la clínica y no encontraron ningún inconveniente en mí … Entonces es él … ¡Aahhh! … Ahí comenzaron nuestros problemas … La mera suposición o sugerencia de que él es quien tiene un problema, lo hizo enfurecer … Y no lo aceptó …

Recién empecé a comprender el drama de mi tía Fiordaliso.     Suposiciones y sugerencias como esas, serían un duro golpe para la autoestima de cualquier hombre y mi tío Jairo no lo tomó para nada de bien.     Con voz más quieta ella continuó:

—Estoy segura de que es él … el problema está en él … Sin embargo, cuando le pedí que se hiciera un control, se negó a hacérselo … Dice que él no tiene ningún problema para dejar embarazada a cualquier mujer … Su ego masculino, ¿sabes? … Dijo que deberíamos seguir intentándolo … Pero ha pasado mucho tiempo y no lo hemos conseguido … Necesito probar algo más … No dispongo de mucho tiempo para seguir intentándolo con tu tío … Entonces pensé en echarle una mano a Madre Naturaleza …

—Pero para eso vas a necesitar un laboratorio … ¿Porqué es que necesitas de mí? …

—¡Ehm … sí! … Inseminación artificial, así se llama … Toman la esperma de un donante y lo insertan en el útero de la mujer, muy profundo … Así los nadadores pueden alcanzar rápidamente el ovulo … Otras veces extraen el ovulo y lo fecundan en un laboratorio antes de volver a ponerlo dentro de la mujer …

—Fecundación in vitro …

—Exactamente … ¿Cómo sabes como se llama? …

—No me pierdo ningún capítulo de “The Good doctor” …

Tía Fior sonrió, lucía abatida:

—El problema es que tú tío nunca hará nada de eso … No me deja usar su esperma … Pienso que tiene miedo de que descubran algo en él …

—¿Y porqué no intentas las Fertilización in vitro? …

—Porque cada sesión es muy cara … No tengo el dinero y tu tío nunca pagaría para eso … La única vez que lo mencione se sintió realmente ofendido … Él piensa que todo lo que se necesita es que me bombeé por un par de minutos y listo … Es un tonto … Ni siquiera puede hacer que su mujer de verdad se corra …

Creo que ella ni siquiera se dio cuenta de lo que dijo, lo último, lo dijo entre dientes.      Al parecer ella estaba muy molesta.

—Incluso si obtuviera el dinero de alguna parte, Jairo no colaborará … En principio pensé en llevar yo misma un poco de semen a la clínica, pero no tenía los medios para hacer que eso funcionara … Entonces se me ocurrió una solución alternativa … Ahí es donde entras tú … Bueno … Espero …

—¿Sí? … ¿Y cómo? …

—Escucha … Lo tengo todo pensado … Solo necesito el donante de esperma … Luego, el “trabajo real” lo hare yo misma … ¡Debería ser fácil! …

—¿Co-cómo? …

—Vendrías a mi casa … Pasarías un rato en el baño y … Bueno … Sacas tus cosas … Yo tendré listo un recipiente para ello … Pones tus cosas en una taza o vaso, luego me lo das … Yo tendré lista una jeringa y me inyectaré tus cosas directamente … ¿Ves? … ¡Es fácil! … ¡Solo te necesito como donante! …

Me quedé un rato pensando, pero no en el sistema ideado por mi tía.     Pensaba que lo que me estaba proponiendo era algo descabellado y complicado.

—Tía … ¿Por qué simplemente no te divorcias y busca un hombre que te embarace y te haga feliz como mujer? …

—Sí, también he pensado en eso … Solo que tengo mi edad, no tengo dinero ni tampoco educación superior … ¿Dónde iría? … ¿Qué haría? … Creo que no tengo tiempo como para comenzar una nueva vida con alguien más y ver si funciona o no funciona … Lo consideraría solo en caso de que mi plan no funcione …

—¿Y no has pensado en adoptar un bebé? …

—Tú tío Jairo dijo que no quería un “guacho” en casa …

Era muy difícil para mí entender el deseo de mi tía por convertirse en madre.     Sin embargo, entendí que ella actuaba así por la desesperación.

—¿Y por qué yo, tía? … ¿Por qué no pensaste a alguien más? …

—Cómo te dije anteriormente, no poseo de mucho dinero para hacerlo legalmente en laboratorio … Además, debe ser alguien en quien pueda confiar … Alguien conocido y que sabrá mantener el secreto … Tú tienes todas las características adecuadas, Mateo … Te necesito … Necesito de tú ayuda para cumplir con el deseo más importante de toda mi vida …

Me sentí halagado de que ella me hubiese tomado en consideración, ella siguió diciendo:

—Tú y yo no tenemos ningún parentesco sanguíneo … Pero por parte de tu madre, estás emparentado con mi marido … No eres muy diferente de él … Tienes su mismo tipo de sangre …

Me sorprendió lo informada que estaba y la interrumpí:

—¿Cómo sabes eso? …

—Está en vuestras licencias de conducir … Fácil, ¿no? …

—¡Oh! … Es verdad …

—Tampoco tienes alergias ni enfermedades hereditarias …

—Espera … ¿Y como supiste eso? …

—Bueno … Tú madre es una fuente de información confiable … Me hizo un resumen de todo tú historial médico …

Sonrió con una mirada un poco desfachatada.

—¡Oh! … Ya veo …

Sentí el calor en mis mejillas y lo que siguió fue aún peor, me preguntó:

—¿Has tenido una vida sexual promiscua? … ¿Alguna enfermedad de transmisión sexual? … ¿Quieres que te hagan un examen en clínica? …

Creí tener mi cara roja como un tomate, ella se quedó mirándome expectante esperando respuestas a todas sus interrogantes:

—Bueno … Ehm … Yo …

Mi tía se inclinó hacia adelante para poner atención a lo que yo estaba tratando de expresar.

—He tenido relaciones solo con una persona … Pocas veces … Ella …

—Erica, ¿verdad? … Tu novia, ¿eh? … ¿Cuánto tiempo? …

—Unos tres años … Estábamos en el mismo colegio … El último año sus padres la cambiaron de colegio … Entonces terminamos …

—Eres perfecto … Tienes el mismo grupo sanguíneo de Jairo … Ambos de cabello oscuro … Lóbulos similares … Barbilla cuadrada … Mismo color de ojos … Todas cosas en que se fija la gente para comprobar la ascendencia … Cuando quede embarazada le diré que es suyo … Seguimos teniendo relaciones sexuales cada vez que estoy ovulando … Las matemáticas son perfectas … Se necesitaría un examen de ADN para …

—¿Y si se hace uno de esos? …

—¿Tú tío? … No lo hará … Estará tan lleno de su egocentrismo que no dudará ni un momento de que el bebé no es suyo … Incluso si llegara a enterarse, por su orgullo lo negará …

En ese momento se detuvo y sonrió para sí misma un poco burlonamente, diciendo:

—A decir verdad, ya ni siquiera me importa … Lo único que quiero es esto … Quiero un bebé … Y mi esposo no puede dármelo … Tampoco yo estoy tan joven …

—¡Vamos, tía! … Apenas tienes treinta, ¿no? …

—Treinta y cinco …

—Pero luces muy joven y sexy …

Se dibujó una deliciosa sonrisa en su rostro, los hoyuelos de sus mejillas también sonrieron seductoramente.     Ella se echó el pelo hacia atrás en forma muy sensual, se enderezó sentada a orillas del lecho haciendo que sus pechos se lucieran bellos y firmes hacia adelante.     Esto me puso muy nervioso y cachondo, así que añadí:

—Quiero decir, no pareces de esa edad … Te ves muy buena … Ehm … Quiero decir … Joven y atractiva … ¡Oh, Dios! … Creo que estoy diciendo muchas necedades …

—No, Mateo … Está bien … Y gracias por tu apreciación … Toda mujer se siente halagada cuando un hombre la encuentra atractiva … Pero aún así, siento que el tiempo se me va … No me quedan muchos años para realizar mi sueño de tener un bebé … Me temo que, si no actúo pronto, eso nunca sucederá … Y yo no puedo aceptar eso … Pero a Jairo parece no importarle … Me lo dijo en mi cara, “Mujer, lo intentaremos … Sí sucede, sucede … Y si no, bien también” … ¿Te imaginas? … A él le da lo mismo … Y para mí es lo más importante … Debe suceder … A cualquier costo …

Ahora me di cuenta lo decidida que estaba de quedar embarazada.     Pude ver cómo contenía las lagrimas con los recuerdos de esas interminables discusiones con mi tío Jairo.     Me quedé allí sentado a observar su hermoso rostro con sus pecas características en sus pómulos.     Luego se volvió hacia mi y pronuncio sus más sentidas palabras:

—Mateo, por favor …

No dijo nada más, se hizo un denso silencio en mi habitación.     Ella se aclaró la garganta un par de veces y trató de evitar que las porfiadas lágrimas arruinaran el rímel de sus ojos claros y brillantes.     Me levanté y comencé a caminar reflexionando, tía Fior permaneció callada sentada al borde de la cama y no dejaba de observarme.

—Mateo … No se qué más decir ni hacer … Estoy desesperada … No tengo los medios para hacerlo profesionalmente … Confío en que si lo hago artesanalmente yo misma … Funcionará … Pero necesito de tu ayuda … Ayúdame, por favor …

Mi cerebro estaba maquinando todo a tiempo extraordinario.   ¿Podría ser eso posible?   No pensaba en negarme a ayudar a tía Fiordaliso, pero … ¿Podría yo hacer eso?

Además, no contaríamos con el apoyo de ningún familiar.     Sí se hubiera tratado de donar sangre o médula espinal para combatir una leucemia o algo así, estoy seguro de que todos apoyarían la iniciativa y se unirían en torno a mi tía, ¿Pero esto?   ¿Algo que nunca nadie debería jamás llegar a conocer?   ¿Un secreto?   ¿Un engaño?   Ella estaba dispuesta a arriesgarlo todo.     Ya lo había pensado todo quien sabe cuántas veces.     Miré su figura y su rostro de desesperación y ansiedad.     Me recordé de las clases de historia donde antiguas civilizaciones tenían como prioridad de que las mujeres se embarazaran y tuvieran muchos hijos.     Los imperios debían crecer con hombres y mujeres jóvenes.     Si una mujer no venía embarazada por el marido, era su obligación yacer con uno o más hombres para que la embarazaran.     Era su obligación de hembra y ciudadana.     Mi respuesta ya se había formado en lo recóndito de mi cerebro, debía solo pronunciarla y no se cómo surgió en forma espontánea:

—Está bien … Lo haré …

Sus ojitos cobraron vida y se iluminaron.     La sonrisa volvió a sus labios y dijo:

—¿Sí? … ¿Lo harás? …

—Sí … Yo te ayudaré …

Las lágrimas de alegría afloraron y ella rápidamente las secó y contuvo.

—Gracias, Mateo … Espero que esto funcione … En algún modo te compensaré …

Se levantó y me abrazó en forma efusiva.     Su cuerpo suave y tonificado se apegó al mío.     Volví a sentir todas sus sinuosidades y curvas que volvieron a hacerme sentir un calorcillo y pulsaciones en mis pantalones.     Ahora ella hablo precipitadamente:

—Entonces yo arreglaré todo y te avisaré en el momento adecuado … Confío en que no será por mucho tiempo … Te llamaré y hablaremos de los preparativos … Y Gracias, otra vez …

Luego rápidamente ella salió de mi cuarto y desapareció hacia la sala de estar dando saltitos de alegría, me quedé un rato sin moverme y pensé ¿En que lío me he metido?

Paso un par de semanas.     No escuché nada de tía Fiordaliso, después de pensar a diario sobre el asunto, me relajé y comencé a olvidarlo un poco.     Después, repentinamente un día sin previo aviso, entró una llamada de un numero desconocido a mi celular, me sorprendí al escuchar la voz de mi tía:

—¿Estás listo? … ¿Puedes este fin de semana? …

Me preguntó en forma directa y sin preámbulos.

—Ehm … Bueno … Yo …

—Sabes quien soy, ¿eh? … Recuerdas de lo que hablamos, ¿verdad? …

—S-sí … Por supuesto … Dije que te ayudaría … Pero co-como … Tú, ¿cómo estás? …

—Escucha … Este sábado … Ven con el Metrotrén, yo te recogeré en la estación de Nos … Te pagaré un taxi para que vuelvas a casa … No quiero moverme después de, ya sabes, de eso … Solo prepárate, ¿vale? … Llega como a mediodía …

—Ugh … Está bien …

La tía Fior vivía a poco más de una hora desde mi casa.     Una casona padronal de campo, muy grande y bien cuidada, pero no era un sector desolado, solo que la casa más cercana estaba a varios cientos de metros de la propiedad de tío Jairo.     Había estado allí muchas otras veces en reuniones familiares y era agradable disfrutar en el jardín con el aroma de campo y enorme espacio a disposición en esta zona semi rural.

El sábado en cuestión tomé el Metrotrén en su horario puntual y traté de disfrutar del paisaje campestre y un poco de lectura revisando los mensajes de texto en mi celular.     Aproveché de enviar a tía Fiordaliso el horario de llegada a Nos y recibí un escueto “OK” cómo respuesta.     Apenas salí de la estación vislumbré el carro de mí tía que venía a recogerme.     Subí a él y ella nos condujo a casa.     No conversamos de nada en el trayecto, imagino que tanto ella como yo estábamos nerviosos.     Ella estacionó el vehículo en el garaje y entramos directamente en casa.     Sentía maripositas en mi estómago y el tiempo parecía transcurrir muy rápido.     Sin siquiera darme cuenta entré a casa y comencé a quitarme mi cortavientos.     Nervioso como nunca, le pregunté:

—Y el tío Jairo … ¿Dónde está? …

—Se fue a Valparaíso a pescar con sus amigos … Volverá mañana temprano … Gracias de nuevo por tu ayuda, Mateo … Sabes donde está el baño, ¿verdad? …

Un poco bobamente ambos sonreímos cuando ella me mostró el camino al baño, porque yo ya lo sabía perfectamente, pensé que era por el nerviosismo que estábamos sintiendo mutuamente.     Dentro del baño había varios objetos encima de la mesa junto al lavabo.

—¡Oh, Mateo! … Este es el recipiente … Bueno … Para tus cosas … Ponle la tapa una vez que hayas terminado … Ehm … También compré estas por si las necesitabas …

Me dijo tía Fior mostrándome dos revistas pornográficas suecas mientras me guiñaba un ojo.     Luego se giró y salió del cuarto cerrando la puerta tras ella.     Todo se sintió extrañamente tranquilo.     Allí estaba yo en el baño de mi bella tía a punto de masturbarme y dispararle mi semen en una taza con tapa de rosquilla roja.     Me reí para mis adentros pensando en lo absurdo e irreal de todo esto.

Me bajé los pantalones y me tome un tiempo para sentirme cómodo en el baño.     Comencé a hojear las revistas, no había nada nuevo en ellas.     Chicas mostrando sus jóvenes coños y culos a un fotógrafo de dudosa profesionalidad.     Paginas con tetas de todos los tamaños con escritas laterales en varios idiomas que yo no conocía.

Tomé el pote con tapa y la desenrosqué un poco, dejándolo listo para despegarla rápidamente al momento preciso.     Hojeé las revistas intentando de que mi polla reaccionara.     Había algunas fotos muy sugestivas, pero me centré en una modelo que asemejaba bastante a mí tía Fiordaliso.     Seguí mirando las fotografías mientras acariciaba mi pija hacia arriba y hacia abajo, intentando imaginar fantasías con esas mujeres, pero mi pene tomó consistencia solo al momento de centrarme en la figura de mi tía.     La vi sonriéndome mientras arreglaba sus cabellos cobrizos que destellaban llamas al suave movimiento del viento.     Su vestido adherido a sus curvilíneas formas, dibujando su liso vientre y la convergencia de sus muslos firmes, exquisitos y tiernos.     La imagine en frente de mí, acercándose como en cámara lenta, apuntando a mi polla con sus manitas suaves, cogiéndola entre sus deditos largos y pintureados, moviendo mi prepucio como un fuelle aterciopelado en forma vertical.     Su ojitos centrados fijamente en mi meato esperando ansiosa la salida de mi semen sobre su carita angelical.     Creí escuchar su suave voz: “Ahora, Mateo … Ayúdame … Dame tus cosas … Te necesito, Mateo … Hazlo por mí … Por favor”      Sentí el estremecimiento característico en mi bajo vientre, rápidamente quité la tapa del envase, la sostuve contra mi polla y disparé un sinnúmero de nacarados filamentos de denso semen en su interior, me aseguré de que cada chorro cayera dentro y luego atornillé la tapa roja cerrando el receptáculo.     Me levanté los pantalones, me fui al lavabo y lavé mis manos, luego salí y llamé a mi tía:

—Tía … Ya terminé …

—¡Oh! … Vengo …

La escuche decir desde arriba, luego llegó a toda prisa a mi lado.

—Entonces te llamaré un taxi para que te lleve a la estación … No te preocupes de pagarlo, porqué ya lo he cancelado con mi tarjeta de crédito … Y ten, un poco de dinero para el tren …

Todo fue muy rápido y sin preámbulos de ningún tipo, todavía un poco nervioso, le dije:

—Gracias, tía … ¿Estarás bien ahora mismo? …

—Sí … El resto lo haré yo sola … Y gracias de nuevo, Mateo …

Me dio un rápido abrazo y volvió a subir las escaleras un poco apresuradamente.     Cuando salí, un Uber llegó en un par de minutos y me llevó a la estación para tomar el tren de regreso a casa.     El viaje transcurrió sin contratiempos, pero no cesaba de pensar en lo que acababa de suceder.     Nunca había hecho una visita a casa de tía Fiordaliso tan breve.     Creo que no se prolongó por mas de diez o quince minutos.     Entré, hice lo que se esperaba de mí y luego fuera otra vez.     No hubo charlas triviales ni nada.

Comencé a pensar en: ¿Que estará haciendo la tía en estos momentos?   ¿Habrá ya hecho lo que se proponía hacer?   ¿Cuánto tiempo le habrá tomado hacerlo?    Mi mente me trajo las imágenes de ella en toda su beldad, era tan hermosa, tan pura, tan sexy.     La imagine acostada sobre su cama totalmente desnuda, tocando su coño, abriendo su labia vaginal e inyectando mi tibia esperma dentro de su panocha fértil.     ¿Quedará ella embarazada de ese modo?     Mi pene volvió a ponerse duro y sentí ese calorcillo en mis bolas.     No pude dejar de pensar en ello hasta que llegué a casa.     Esa noche tampoco tuve sueños tranquilos imaginando los bellos muslos de tía Fiordaliso abiertos al máximo mientras llenaba su coño con mi semen.     Me parecía que todo esto sucedía en alguna dimensión paralela y extraña.

Pasaron varias semanas.     Continué con mis estudios.     Estábamos debatiendo sobre la filosofía de Platón y la creación de la Republica y yo debía escribir un articulo al respecto.     Afortunadamente era bastante diestro en la redacción de discursos y trabajos escritos, por lo que no me llevó demasiado tiempo.     Cuando estaba casi terminando mi trabajo redaccional, sonó mi celular, una llamada de un numero familiar estaba en entrada.     Se me secó la garganta y un ligero temblorcillo recorrió mi cuerpo, apreté mi estómago y respondí:

—¿Hola? …

—Sí … Hola …

Reconocí inmediatamente la voz de mi tía Fiordaliso, se quedó unos segundos sin hablar, pero podía escuchar claramente su profunda respiración.

—Mateo … Al parecer no ha funcionado … ¿Podemos volver a intentarlo este fin de semana? …

—Ehm … Sí … Claro …

—Excelente … ¡Ah! … He estado leyendo algunas cosas al respecto, ya sabes, cosas que podrían ayudar … Entonces quería pedirte otro favor …

—Sí … ¿Cuál? …

—Uhm … Quiero que no tengas relaciones sexuales con nadie … Tampoco que te toques … Deberías guardarlo todo … Guárdalo todo para mí … ¿OK? … Y gracias …

La comunicación se cortó abruptamente y me quedé sin palabras.     Me parecía todo tan raro, pero pensé que ella tenía razón.     Era una buena idea si yo tuviera un periodo de abstinencia.     Pensándolo bien, había estado tan ocupado y absorto en mis estudios que en realidad ya habían pasado dos semanas desde la última vez que había eyaculado, así que sin querer estaba cumpliendo con los requerimientos de mi tía.

Llegó el fin de semana y partí para encontrarme con mi tía.     Pensé en tratarlo como una visita al doctor o al mecánico.     Sin nada de sexual en ello.     Solo estaba ayudando a una querida amiga a cumplir uno de sus más añorados sueños.     Ella se merecía de poder cumplir ese sueño y yo estaba dispuesto a ayudarla.     Podría haber elegido a algún otro, pero me había elegido a mí, no había más hombres en familia con la edad adecuada.

Me recogió en la estación con su coche, estaba vestida con una estrecha remera y unos ajustados jeans elastizados que se adherían a sus piernas como una segunda piel.     Sus anchas caderas se veían de ensueño.     Me precedió cuando entramos a su casa y yo no era capaz de quitar mis ojos de su atractivo e increíble trasero.

—Mateo … Bienvenido de nuevo … Y gracias por hacer esto por mí …

Dijo con una amplia sonrisa tratando de calmar la tensión del momento.

—Sí, Ok … ¿Está el tío Jairo? …

—¡Oh, no! … Se fue de caza con sus amigos … no llegará hasta esta noche …

—Genial … Entonces estamos solos tú y yo … Que bien …

—Sí … Es mejor así … Te tengo todo preparado en el baño … Te estaré esperando …

Diciendo eso, tía Fiordaliso desapareció hacia el piso superior.     Como necesitaba satisfacer una urgencia fisiológica, fui al baño e hice mis necesidades, luego como tenía sed me dirigí a la cocina en busca de algo de beber, enseguida volvería al baño a cumplir mi tarea para tía Fior.     Justo cuando iba en camino al baño, escuché a mí tía descendiendo por las escaleras:

—Tía … Lo siento, pero todavía no lo he …

Me quedé con mi mandíbula inferior colgando casi hasta el suelo.     Descendiendo las escaleras había una mujer pelirroja con el cabello suelto sobre los hombros y vestía una fina bata de color negro como de hilo tejido a malla.     Parecía una especie de traje oriental y bastante revelador.     Me quedé allí pasmado ante la belleza que se presentaba ante mis ojos.

—¡Guau, tía! …

—Oh, lo siento … volveré arriba … Uhm … Solo me preparaba …

Dijo apresuradamente cerrando la prenda sobre sus pechos vibrantes y movedizos, grandes y excitantes.

—Está bien … Yo voy al baño ahora …

Entré al baño, cerré la puerta y me bajé los pantalones.     Esta vez no necesitaba ninguna revista después de haber visto las estimulantes visiones del vestido de mi tía y su hermoso cuerpo.     Rápidamente cogí el receptáculo de donación y lo coloqué de frente a mí.     Luego cerré los ojos y pensé a esa hermosa mujer que había visto descender por las escaleras con esa seductora bata negra que no cubría nada de su hermosura.     Mi mente se fue por un espacio de placer, una dimensión de lujuria y mi orgasmo llegó potente y copioso en gruesas hebras de candente semen fresco.

Me tomó menos de dos minutos en correrme, enseguida levanté mis pantalones y cerré la tapa a rosquilla del recipiente de plástico.     Estaba casi sin aliento y mi corazón latía desbocado.     La visión de mi tía casi sin nada encima todavía estaba totalmente vivida en mi mente.     Sus pechos redondos como globos lucían pesantes y duros, con sus pezones punzando la tela a malla queriendo escaparse por esos amplios agujeros.

Me lavé las manos, agarré el envase con mi esperma y salí del baño.     Tía Fiordaliso estaba esperándome al pie de las escaleras.

—¡Oh, vaya! … ¡Eso sí que fue rápido! …

Dijo ella sonriendo feliz.

—Sí, bueno … Ya sabes … Todo para una bella dama como tú …

Ella me quitó la taza y la levantó para mirarla a contraluz, cuando vio la enorme cantidad de semen sus ojos se volvieron de ensueño.     Mirando su cautivadora bata mostrando sus hermosas formas femeninas.     No sabía que decir, pero lo mismo dije:

—Veo que te estás preparando …

—¡Oh, sí! … También en mi dormitorio tengo listas algunas cosas …

—¿Qué cosas? …

—Uhm … Bueno … Algunos juguetes y demás …

—¿Juguetes? …

Tía lucía nerviosa, pero recuperó su compostura y comenzó a hablar sobre los preparativos que había hecho.

—Sí … Verás, leí algunos artículos en la red donde se dice que estar cachonda también ayuda a la fecundación … Los fluidos de la mujer ayudan a los espermatozoos a nadar con mayor énfasis hacia el ovulo … Por eso pensé que antes de usar tú esperma … Ehm … Me excitaré usando algunos de mis juguetes … Ya sabes … Vibradores y consoladores …

Algo se me atravesó en la garganta y traté vanamente de aclararla.     Mi tía me sonrió viéndome un poco complicado con su explicita explicación.     La vi que se sonrojó levemente.     Pero en realidad no había necesidad de ser tímidos.     Ambos éramos bastante adultos y ya sabíamos de fluidos corporales, de videos porno, de juguetes sexuales y todas esas cosas.     Tía Fior pareció relajarse y continuó:

—Comenzaré con mi vibrador estimulador de punto G … Luego usaré mi consolador grande … Se llama doctor John Holmes … Imagino que será el nombre del sexólogo quien lo invento … Después cuándo esté lista para correrme, me inyectaré tú semen … Espero que eso funcionará …

No quise revelarle a mi tía que John Holmes era un porno actor de los años ’70, pero mi polla comenzó a engrosarse escuchando sus planes de autofecundación.     Ella prosiguió:

—Después volveré a jugar con mi consolador para correrme una vez más … Al parecer las posibilidades de quedar preñada aumentan si la mujer está muy caliente … No sé si eso será realmente verdad … Pero estoy dispuesta a intentarlo todo …

—Uhm … Bien … Si eso es verdad, entonces debería funcionar …

—Bueno … Sí no lo es, de todas maneras, será algo agradable de experimentar y disfrutar …

—Apuesto a que sí …

Fuimos a la cocina y ella versó limonada fresca en dos vasos y me tendió uno a mí.

—Eso debería ser también cierto para los hombres, ¿verdad? … Cuando estás más cachondo, es muy probable que eyacularás más, ¿no? …

Eso me hizo pensar en lo cachondo que me sentí a verla con ese cautivante bata negra.     Poco a poco me sentí cómodo teniendo esta conversación con tía Fiordaliso.

—Ehm … Efectivamente … Supongo que sí …

—¿Y que te pone más cachondo? … Puedo conseguirte alguna revistas nuevas, ¿sabes? … ¿Hay algo en particular que te sirva para encenderte? …

—Bueno … El verte vestida así ayuda mucho …

Dije un poco en broma.     Oculté mi rostro detrás del vaso bebiendo un largo trago cuando expresé mí comentario.

—¿Cómo? … ¿Así cómo estoy ahora? …

Dijo sonriendo y mirándose así misma mientras tocaba el dobladillo de su bata que cubría muy poco de su desnudez.     Noté que ella lucía divertida y no se había ofendido.     Seguía acariciando la delgada tela a malla casi trasparente.     Tragué saliva cuando ella dibujó sus tetas con las yemas de sus dedos.     Claramente me estaba provocando.

—Eh … Sí … Luces estupenda …

—Realmente uso esta prenda solo para ir a la cama … No puedo creer que un hombre se pueda excitar viéndome con esta pequeña prenda vieja …

—Oh … Vamos, tía … Te ves tremendamente sexy …

Ella se rio, posó su vaso sobre la encimera y luego se paseó ante mí moviendo seductivamente sus caderas.

—¿Qué te parece eso? … Tendrás una imagen para llevar contigo al baño …

—Ya lo hice …

—¿Cómo? …

—Este … Bueno … Ehm … Yo …

—¿Qué? …

—Bueno … Es que te ves tan sensual y cachonda con esa bata … Qué … Ehm … Estaba pensando en eso … Ehm … Cuando llené la taza …

—¿Pensaste en mi mientras te masturbabas? …

—Sí, tía …

—¿Es por eso por lo que terminaste tan pronto? …

—Sí, tía …

—¿Es por eso por lo que eyaculaste tanto? …

—Sí, tía … Bueno, quiero decir … Solo mírate … Eres tan sexy que podrías hacer que me corra muchas veces más …

—¿En serio? … ¿Dices la verdad? …

Me preguntó acercándose a mí con sus ojitos iluminando toda la cocina.

—Sí, tía …

—¡Santo Dios! … Entonces vamos …

Dijo entusiásticamente tomándome de la mano y arrastrándome escaleras arriba.

—He estado tres años intentando … Sí puedes darme más de tus cosas, tienes que dármelas ahora ya …

Ella soltó mi brazo solo cuando estuvimos al interno de su dormitorio.      Había una cama King-Size, miré que había un plato con dulcecillos y bombones.     La habitación estaba adornada con flores y velas perfumadas.     Las persianas estaban bajadas.     Estaba claro que ella se había preparado para tener un buen momento.

El pequeño vaso de plástico con mi semen fue colocado sobre una mesa junto al televisor de pantalla plana frente a la cama.     En la misma mesa había una canasta que contenía una selección de juguetes sexuales, desde donde sobresalía un grueso consolador.     Tía Fior tomó la cesta y el recipiente con mi esperma y se subió a la cabecera de la enorme cama, sentándose sobre las almohadas.

—Entonces te gusta fantasear conmigo, ¿no? … Bueno … Cómo estás siendo un amable caballero donándome tus cosas … ¿Qué te parece si te hago ver un poco de esto? …

Apoyada casi en el respaldar de la cama, con sus piernas ligeramente dobladas, tía Fior se abrió parcialmente la bata y dejó al descubierto una de sus enormes y gordinflonas tetas.     Con su delicada mano jugo con su pecho masajeándolo y aplastándolo, tiró de su diminuto pezón y levantó su teta en el aire para que yo pudiese apreciarla en todo su esplendor, ¡Guau!  ¡Qué cosa más hermosa!

Su otra mano empujó suavemente el bordillo de la bata y descubrió su segunda maravilla de esponjosa carne, manchada de innumerables pecas color cobre.     Tía Fior me estaba haciendo ver sus enormes pechos y parte de su tersa piel desnuda.     Mi erección fue enorme y furiosa.     Tragué saliva varias veces incrédulo y complacido ante el espectáculo insuperable que tía Fiordaliso estaba montando para mí.     Era cómo sí uno de mis sueños se hiciera realidad.     Ella siguió descubriendo cada vez más de su desnudez.     Soltó el cinturón y abrió completamente su bata.     Miré su entrepierna y en la posición en que estaba sentada no vi nada, solo su vientre y la juntura de sus piernas, tampoco vi vellos púbicos por lo que deduje que tía Fior afeitaba su coño.

Ella comenzó a tocar sus muslos y poco a poco comenzó a abrir sus piernas.     Mi polla dura como una roca, iba a explotar de un momento a otro.     Su mano se metió entre sus piernas y cubrió su conchita pelada, luego separó sus muslos mientras su manito acariciaba la rajita de su chocho que todavía no lograba vislumbrar.     Con sus muslos bien separados y sentada en sus tobillos, tía Fior echó su cabeza hacia atrás entrecerrando sus ojitos y con un largo gemidos abrió los hinchados labios de su pequeño coñito.     Un resplandor rosado y brillante emergió de ese orificio sedoso y mojado, el coño de tía Fiordaliso.

Mi tía acarició su coño con los ojos cerrados gimiendo suavemente como una gatita cachonda.     Luego estiró su brazo y sacó de la cesta un objeto cilíndrico rosado y negro con unas líneas metálicas brillantes, hizo clic y un zumbido lleno el silencio del dormitorio, supe que era uno de los vibradores al cual había hecho alusión con anterioridad.     Sentí que mi corazón escapaba de mi pecho mientras ella movía esa cosa que ronroneaba suavemente al contacto con los húmedos labios de su conchita entre sus carnosos muslos.     Un gemido lujurioso emitió mi tía mordiendo su labio inferior.

—¡Uhhhmmm! …

Mi polla vibraba furiosa y lo único que yo deseaba era tocarme y volver a correrme.     Tragué saliva sin poder apartar los ojos de mi tía que se masturbaba delante de mí.     Una sensación se apoderó de mí, me llegaban los sonidos de placer de mi tía, la visión de su manito moviendo esa cosa vibradora al largo de su coñito diminuto.     Mi visión apartó todo lo que había a mi alrededor y solo veía la conchita de mi tía.     Estaba empezando a perder contacto con la realidad.     Mi entero universo estaba concentrado en esa cosita resbaladiza, caliente y encharcada en medio a las piernas de mi tía.

Sus cabellos rojizos cubrían parcialmente su rostro bermellón.     Su boca estaba entreabierta gimiendo cada vez con mayor fuerza.      Su cuerpo hermoso y esbelto comenzó a contorsionarse, su ingle se movía hacia adelante y hacia atrás cada vez con mayor velocidad sobre este cilindro rumoroso.     Era como ver la escena de un video porno en vivo y en directo.

No podía contenerme, en forma desesperada me bajé los pantalones y dejé salir mi polla dura como el granito.     Comencé a jalar de mi polla enérgicamente contemplando el cuerpo caliente de mi tía que se aproximaba a su orgasmo.     Ella abrió sus ojos y vio que me masturbaba con fiereza.     Entre gemidos apunto al recipiente sobre su mesita de noche y me dijo:

—¡Destápalo! … ¡Córrete en la taza! …

Sin soltar mi pene ni un segundo, estiré mi brazo y agarré el recipiente de plástico con parte de mi primera eyaculación, lo destapé y apunté la punta de mi verga dentro del receptáculo.     Tía Fior continuaba rozando su chocho con su vibrador, lo metía dentro de su canal vaginal y tiritaba de placer, luego lo sacaba y lo frotaba velozmente contra su clítoris.     Se veía tan hermosa y sus sonidos eran hechizadores y llegaban directamente al centro de placer en mi cerebro, llevando mi cachondez a límites superlativos.

Respiré agitadamente y comencé a sentir una especie de mareo.     Mis piernas estaban tiesas y mi glúteos duros como piedras.     Descendió una bruma y no veía claramente, cerré mis ojos y apareció ante mi nublada vista la visión rosácea del coño de mi tía, caliente y jugoso.     Abrí los ojos y vi a mi tía revolcándose sobre la cama con su cuerpo temblando mientras follaba violentamente su coño con el vibrador.     Ahí a un metro de mí, la mujer más hermosa del mundo se corría chillando y gritando su potente orgasmo.     Se me escapó un gutural gruñido y comencé a vaciar mis pelotas dentro del vaso plástico en gruesos chorros de cálido semen.

Parecía un orgasmo infinito, no cesaba de salir esperma espesa de mi polla.     Mi vientre estaba duro y hundido, contrayéndose en el esfuerzo de expulsar más lechita nacarada para mí tía.     Ordeñé cada gota que salía de mi pija pulsante, asegurándome de verterla en el vaso de recolección.     Cuando salí del trance de mí clímax, pude escuchar a tía Fior susurrando:

—Ssiii, bebé … Córrete para mí … Que buen sobrino que tengo …

Tía se arrodilló y se acercó a mí tomando el vaso lleno a más de la mitad.     Lo tomó suavemente y lo miró a contraluz.

—Oh, querido … Esto es mucho … Ojala tu tío Jairo pudiese eyacular así …

La miré atentamente, mi cabeza se había recuperado del esfuerzo hecho.     Me pareció estar observándola desde un punto muy lejos de ella, me parecía tan irreal todo, como si estuviese sucediendo en alguna lugar muy apartado.     Estaba con mi polla todavía palpitante y con jugos goteando de mi cabezota hinchada.     Y ella estaba allí, desnuda, recibiendo mi semen en un recipiente y lista a inyectarlo en su coño, mientras su marido estaba fuera de casa.

Lo que paso luego pareció aún más surrealista.     Tía Fiordaliso sacó de la canasta una pequeña jeringa de unos cuarenta o cincuenta ml., la apuntó al vaso y comenzó a aspirar mi esperma desde la copa plástica hasta llenarlo, enseguida se recostó sobre su cama, abrió bien sus piernas e insertó la jeringa profundamente en su estrecho coño, presionando la jeringa para descargar todo su contenido dentro de su vagina caliente.

Observé su coño estrecho, desnudo e hinchado, mojado con jugos femeninos.     El tubo de la jeringa entró sin problemas en ella, parecía una cosa muy extraña, pero al mismo tiempo sexy y ambulatoria.     El pistón de la jeringa fue presionado hasta el final, quedando vacío, todo mi semen estaba dentro del cálido coño de tía Fiordaliso.     Tragué saliva, se me hizo un nudo en la garganta.     Mi tía se estaba impregnando con mi semen.     Un poco sorprendido dije:

—No puedo creer que sea mi semen el que está entrando en ti ahora mismo …

Tía Fior me miro contenta.     Tenía los ojos lucientes y respiraba todavía con un poco de afano, pero parecía totalmente coherente.

—Sí … Se siente de maravillas … Calientito, pegajoso y resbaladizo … Se siente muy bien dentro de mí … Gracias, Mateo …

Retiró la jeringa de su panocha después de haberla vaciado.     Luego desechó la jeringa en una bolsa de plástico.     Entonces comenzó a tocarse nuevamente asimisma.     Cogió el vibrador y también un falo plástico de notables dimensiones.     En ese momento pareció darse cuenta de mi presencia y antes de iniciar algo más, me miró y dijo:

—Ehm … Mateo, supongo que deberías irte ahora …

—Uh, sí … me vestiré y me iré …

No me sentí muy bien cuando ella dijo eso, pero no podía pretender nada más, es lo que habíamos acordado, una donación de esperma y nada más que eso.     Tomé mis pantalones y me vestí.     Mí polla todavía estaba un poco tiesa.     Me dirigí a la puerta pensando en terminar de arreglarme y lavarme en el baño, justo cuando estaba cerrando la puerta, ella me llamó:

—Oh, Mateo …

—¿Sí? …

—Perdona, pero lo olvidé completamente … Mi billetera está en el bolso colgado a la entrada … Saca algo de dinero para el taxi … No he llamado ninguno … Camina hasta la estación de servicio más adelante y allí siempre hay taxis esperando a los clientes del supermercado … Toma uno de esos y te vas a la estación …

—Está bien, tía … No te preocupes … Nos vemos …

Cerré la puerta y bajé las escaleras rápidamente para asearme.     En ese momento sentí que lo único que quería era irme de allí.     Necesitaba sentirme lejos de esa experiencia bizarra.     Cuando entré al baño me quité la camisa, me senté en el inodoro y me reposé unos minutos allí.     Sentí que un simple lavado no iba a ser suficiente, así que terminé de desvestirme y me metí bajo la ducha.     Era el único modo de despertarme y salir de ese trance en el que me encontraba sumergido.

Salí de la casa de la tía y me encaminé hacia la estación de servicio a poco menos de un kilometro de allí, eso me dio bastante tiempo para reflexionar en lo que estaba haciendo y por qué lo estaba haciendo.     Ciertamente me era difícil permanecer insensible a todo lo vivido.     Tía Fior quería un bebé a todo costo y yo simplemente le estaba ayudando con la materia prima.     Me había comprometido a hacerlo y en eso estaba ahora mismo, no había cabida para arrepentimientos, debía llevar a cabo la tarea hasta lograr el objetivo.     Eso me había pedido ella expresamente.

Sin embargo, no me sentía seguro sobre lo que estaba pasando allí.     Todo había sido increíble, excitante e irresistible.     ¿Ver a mi tía masturbarse mientras yo hacía lo mismo?, simplemente fabuloso.     Tal vez no era lo apropiado de hacer entre sobrino y tía, pero ya lo habíamos hecho.     Como suele decirse: “Es inútil llorar sobre la leche derramada”, o quizás debería decir “lechita”.

No había dilucidado nada sobre este dilema cuando llegué a la estación de servicio.     Tenía razón tía Fior, había un par de taxis esperando pasajeros.     Me subí a uno de ello y le pedí de llevarme a la estación del metrotrén.     En el viaje de regreso a casa, mi cabeza daba vueltas siempre sobre el mismo tema y sus implicaciones.     Lo mismo fue para el resto de la jornada, cuando me fui a la cama estaba lleno de preguntas y ninguna respuesta.

Mientras me giraba sobre mi cama tratando de dormir.     Una vez más las imágenes de mi hermosa tía invadieron mi mente, la vi revolcándose sobre la cama mientras se corría, su cuerpo totalmente desnudo temblando, sus tetas bamboleándose a cada espasmódico corcoveo, sus gritos y gemidos, su risa delirante a ojos cerrados.     No era nada de extraño de que me haya corrido dos veces casi consecutivas.

Sin siquiera concentrarme mucho, semiconscientemente, comencé a masturbarme bajo las sábanas pensando a ella por supuesto.     Me sentí un poco culpable al hacerlo.     Se suponía que debía conservarme para ella exclusivamente.     Pero no pude contenerme, los recuerdos de su cachonda imagen me hicieron correrme por tercera vez en el día, derramé mi carga de fresco semen dentro una de mis medias de futbol.     Solo después de aquello, logré finalmente conciliar el sueño.     Claro qué hasta el último segundo me quedé a pensar cual sería el próximo movimiento de tía Fiordaliso, porque hasta ahora no ha logrado preñarse con su jeringa y mi semen.

(Continuará …)

Algunas de mis aventuras con mi cuñada y su tía. De hecho, esto no me ocurrió a mí, sino a un amigo cercano..
Hago la aclaración, por si las dudas. Enseguida, en la voz del protagonista se desarrolla la historia.

A ambas las conocí cuando inicié de novio con mi actual esposa. Primero vi a la tía, un par de años mayor que yo y me atrajo tremendamente su belleza: un cuerpo deseable para las manos de cualquier hombre, tanto sus chiches como sus nalgas; una cara que incitaba a besarla y a acariciarla; gestos de seductora y sonrisa incitante. Ella se prestaba de tapadera para las reuniones nocturnas que tuve con mi novia, quien en su casa decía que dormiría en casa de su tía. A la hermana, cinco años menor que mi esposa, desde sus 16 años se mostró coqueta conmigo, principalmente con los besos de saludo o despedida, a veces con abrazos presionando sus pequeñas tetas contra mi pecho, o fricciones de culo en mi regazo al pasar por algún lugar estrecho donde estaba yo, en lugar de hacerlo por otro que requería pocos pasos más. “Permiso”, decía antes de pasar y sonreía al pasar y sentir cómo me crecía el pene con el tallón de sus nalgas, con un “Gracias” concluía su tránsito.

Los años pasaron, mi cuñada se casó y se puso muy buena de las nalgas. Ya no me las repegaba, pero sonreía con la misa gracia cuando me descubría mirándoselas mientras crecía la protuberancia en mi pantalón. También, cuando se retiraba se cotoneaba dejándome con la boca abierta, a punto de caérseme la baba, y con una montaña en el pantalón que terminaba en un húmedo punto del presemen que destilaban mis ganas por ella. La tía también nos frecuentaba, pero era más discreta, salvo cuando traía escote en el pecho y se agachaba con cualquier pretexto para mostrarme el canalito mientras me miraba con una sonrisa que le daba un aire de pregunta “¿Quieres…?”  Yo quedaba con la vista fija en sus tetotas, conteniendo mis ganas de meter mi mano entre sus ropas.

Mi cuñada vivía en Toluca, una ciudad próxima a la CDMX y también allá vivían las tías de mi mujer. En la semana navideña nos hospedaron en un pequeño hotel que tenían las tías, donde ellas, además de administrarlo, también vivían allí. Una tarde mi esposa se fue con su hermana de compras y regresarían muy noche. Yo me quedé acostado viendo la televisión y fue la tía a mi cuarto, a llevarme un café. Se quedó viendo el programa que yo veía y se sentó en la cama. Se acomodó  un poco  y al subir bien las piernas    la falda dejó al descubierto sus torneadas piernas, pero no se las cubrió. Me comencé a excitar y se notó claramente mi protuberancia.

–¡Ay, qué pena, ya vine a inquietarte! –exclamó volteando a ver descaradamente mi erección y se cubrió las piernas.

–Así estabas muy bien –acepté, acercándome a ella para subirle otra vez la falda–. Es más, así estás mejor –dije levantando más la falda hasta llegas al triángulo que mostraba la tanga y de la que sobresalían los vellos del pubis.

–¡No la subas tanto! Me da vergüenza que veas que no me he cortado el pelo de allí –reclamó, pero si    intentar cubrirse.

–Al contrario, se ven muy bonitos –le dije metiendo mi mano en el pelambre  y acerqué mi boca a la suya para besarla.

Al principio se quedó quieta, pero correspondió al beso en cuanto mis dedos recorrieron su clítoris. Su mano fue a mi regazo para acariciar mi pene sobre el pantalón. Nuestras lenguas siguieron enroscándose y me bajó el cierre para meter su mano en la bragueta, liberando mi miembro, el cual jaló, sacando el presemen. Yo ya tenía dos dedos dentro de su vagina y se montó en mí. Hizo a un lado la tanga y se metió mi verga para cabalgar con frenesí.

–¡Qué rica la tienes! ¡Está deliciosa! –gritaba ella y yo le saqué las chiches por encima del escote de la blusa–. ¡Hacía tanto que no me cogían así! –gritaba entre los espasmos orgásmicos –¡Vente en mí, lléname de tu semen! –exigía, y, sin poder contenerme, me vacié dentro de ella…–. ¡Qué calor tan delicioso! –exclamó antes de caer llorando sobre mi pecho.

Acaricié sus pezones, sobresalientes de sus grandes aureolas y se fue calmando. Se levantó, acomodándose la ropa y observó mi pene flácido, lleno de nuestras excreciones. Volvió a subirse a la cama para limpiarlo cin su boca.

–Esto no se va a quedar así. Tenemos que hacerlo bien –aseguró jalándome los huevos, Se volvió a levantar y se fue.

Me quedé dormido con la verga al aire, hasta que tocaron a mi puerta. “Adelante”, dije después que rápidamente me acomodé el pantalón. Era la otra tía, quien me avisaba que la cena estaba lista. Olfateó un poco y fue directamente a la ventana para abrirla. Era evidente que el cuarto olía a sexo.

–Ni el café pudiste tomar –indicó al tomar la taza. Me miró con una sonrisa y vaticinó –la próxima vez yo te traeré el café…

No tardaron mucho en llegar mi esposa y su hermana, justo cuando comenzamos a cenar. Al terminar los alimentos, mi esposa me pidió que llevara su hermana a su casa porque ella estaba cansada y no quería manejar.

En el trayecto, mi cuñada me preguntó si había extrañado a mi mujer “con tantas horas sin ella”, precisó.

–Sí, pero en la noche me repongo de su ausencia –señalé, dándole a entender con un gesto que me la cogería.

–¿Tan fogoso eres? –preguntó sonriendo–. ¿Podrías mostrármelo? –añadió a bocajarro sin dejar de sonreír y me acarició la cara.

Me metí al primer motel que vi. “Ya lo verás” le dije. Dentro del cuarto, mientras la encueraba dándole besos y caricias, ella hacía lo mismo.

–¡No hay condones! –exclamé después de buscarlos.

–No hay problema, menos si es niño, mi marido quiere uno –me dijo cínicamente, jalándome la verga para colocársela a la entrada de su raja. Se colgó de mi cuello y la sostuve de las nalgas, mirando en el espejo su trasero entre mis manos.

Nos besamos y ella se movió como una puta experta, teniendo entre gritos un orgasmo tras otro. Agotada, se soltó de mí para caer de espaldas en la cama. Quedé de pie, con mis manos en sus nalgas y mi verga tiesa dentro de ella. La acomodé boca abajo, le abrí las piernas y me puse a lamer  sus nalgas, el ano, el periné y me extasié tomando su abundante fujo.

Ya que se repuso se volteó y miró mi pene rígido. Abrió las piernas para recibirlo. Le di varios recorridos  y tuvo otros dos orgasmos.

–¿De verdad no temes que te embarace? –pregunté antes de venirme.

–Creo que no sería correcto, pero vente –confesó apretándome contra ella, aceptando su destino.

Al sentir que me vendría, le saqué la verga y el chorro de semen cayó en su vientre. Lo tomó en sus dedos y lo puso en su boca para saborearlo. “Gracias”, dijo sonriendo y se puso de pie para vestirse.

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Estaba yo estudiando en la facultad, cuando ingresé era algo mayor comparándome con los compañeros que me tocaron en suerte (tenía 29 años). La mayoría de ellos difícilmente superara los 21 años.

La carrera era una de ingeniería, y la casi totalidad de mis compañeros no tenían una base sólida para encarar este tipo de carreras por no tener una base técnica, por lo tanto, yo me sentía como el tuerto en el país de los ciegos, no es que sea el único con base técnica para encarar esta carrera, sino que era el más abierto y el que trataba de solucionar todas las dudas que ellos no querían o no se atrevían a consultar con el profesor por diferentes motivos que sólo ellos sabrían.

Entre ellos había una chica que provenía del interior del país, había venido para estudiar a la capital y trabajaba en una empresa comercial para costearse los estudios, tenía 19 años y se llama Sonia.

En todo el año no reparé mucho en ella, lo único que me interesaba era que ella pudiera ocupar un asiento lo más adelante posible porque tenía un problemita en la vista, aparte de ello, lo que más podía destacar es que era muy introvertida.

Llegaron los exámenes a fin del ciclo lectivo, y ya casi todos estábamos preparados para pelear la batalla intelectual que esto representa, pero, un buen día se me acerca Sonia y me dice que está totalmente colgada con matemáticas.

– ¡Pero Sonia! ¿Ahora me lo dices? Faltando muy poco para el día del examen.

Debo destacar que era jueves y el examen estaba programado para el próximo lunes, a mí no me vendría mal un repaso de todo lo visto hasta ese momento, quedamos en que nos encontraríamos en un bar cerca de su casa para que yo le explicara lo mínimo indispensable como para que tenga sus armas para ese examen.

Llegó el sábado y nos encontramos en el bar que ella me había señalado como posible lugar de estudios, no quiero recordar cómo era ese bar, cuando llegamos habría ya en el lugar unas veinte personas, pero lo destacable de todo es que Sonia era la única mujer en el lugar, yo no me sentía cómodo en ese ambiente, no me permitía concentrarme con facilidad.

Sonia no era una chica de las que se puede llamar atractiva, es de estatura baja, su cara no era del tipo de esas de las que uno se enamora a primera vista, pero su cuerpo, en el cual yo no había reparado hasta ese día, era bastante deseable,me atrevería a calcular que sus medidas eran 95-65-95, estaba enfundada en un vestido liviano de color blanco, sin mangas pero con hombros, y amplio a los costados, por lo que pude apreciar unos brazos bastante velludos y por debajo de ellos se dejaba ver un corpiño de color rojo, creo que eso es lo que más me llamó la atención puesto que es mi color favorito para la ropa interior femenina, aunque también yo mismo tengo algunos slips de ese color para mi uso personal.

La cosa es que yo no me sentía bien en ese local y se lo comenté, a lo que ella respondió que no había otro lugar para poder estudiar, ella compartía el departamento con dos amigas y no quería que fuéramos para allá.

– Bueno – le dije – en este barrio tiene que haber un hotel de pasajeros, de esos en los que se puede alquilar una pieza por todo un día.

– Sí, por acá hay algunos de esos, pero desconozco las calidades.

– Busquemos uno donde podamos alquilar una habitación por toda la tarde y estudiaremos tranquilos, si no te parece mal.

La miro a los ojos y noto que baja la cabeza mirando al piso y con un acentuado color rojo en sus cachetes, quizás por vergüenza, por el calor reinante o por ambas. Estábamos al fin de la primavera, a escasos 20 días del inicio del verano.

– Perdón – dije con un tono entre apesadumbrado y excitado – te avergoncé.

– No, está bien – respondió – lo que pasa es que no estoy acostumbrada a este tipo de propuestas y mucho menos a la idea de pasar todo un día encerrada con un muchacho entre cuatro paredes.

– Estudiando – repliqué

– Estudiando o lo que sea, el tema es que no estoy acostumbrada.

– Bueno, entonces si eso te pone mal tampoco es una solución viable, puesto que te va a costar mucho trabajo concentrarte en el estudio.

Se quedó pensativa un rato y terminó aceptando mi propuesta, no sin antes acotarme que iríamos a estudiar y nada más, a lo que respondí que por mi cabeza no había pasado otra idea, y era cierto, hasta ese momento mi único objetivo era hacer lo imposible para que Sonia no reprobara el examen. Le pregunté si conocía algún lugar acogedor donde poder estar cómodos, que por lo menos no nos caminaran las cucarachas por encima mientras estudiábamos, a lo que respondió afirmativamente, que ella había estado viviendo allí unos meses cuando llegó a la capital, pero que no quedaba cerca, salimos del bar y tomamos un taxi hasta el hotel.

Luego de las registraciones de rigor nos dieron una habitación doble con una cama matrimonial que tenía, además, un placard y una mesa con dos sillas, esto último era lo que necesitábamos. Debo decir que el lugar era muy limpio y que daba gusto estar en esa habitación que poco o nada tenía que envidiarle a un hotel de tres estrellas, aunque el precio que debería pagar era irrisorio.

Entramos en la habitación y nos acomodamos, yo, como buen curioso, lo primero que revisé fue el baño y me agradó por parecerme cómodo.

Miro hacia el lugar donde estaba Sonia y la veo de nuevo con la cabeza baja y colorada de vergüenza, me paro delante de ella, le acerco una mano a su mentón y, tratando de levantarle la cara para mirarla a los ojos le pregunto con tono de broma, tratando de cortar el hielo.

– Quizás tu incomodidad se deba a que todavía eres virgen.

– No, virgen no soy, pero…

– Pero ¿qué? Ahora no te quedes cortada, termina la frase. – Se quedó pensativa de nuevo y como tomando coraje me dijo

– Pero es como si lo fuera

– ¿Quieres hablar al respecto? Yo no te quiero obligar a nada, pero si necesitas desahogarte contando algo que te tenga mal, acá estoy yo, para escucharte.

Cuando dije esto me invadió un sentimiento de ternura tremendo, como creo que nunca había sentido por nadie que no fuera mi hermana o mis padres, pensé que si largaba su rollo nos íbamos a sentir más cercanos y que podría ser el comienzo de una hermosa amistad. Inmediatamente ella respondió

– No se si debo comentártelo a vos, si bien nos conocemos hace varios meses, también es cierto que nunca hubo, entre nosotros, un acercamiento tal que me influya a contarte una parte tan importante de mi vida.

– Está bien – repuse – comprendo y respeto tus sentimientos.

– ¡Que dulce eres! Gracias por tu comprensión.

De nuevo se quedó como cortada y terminó diciendo que me iba a contar su historia.

– Resulta ser que del lugar de donde provengo las chicas difícilmente lleguen vírgenes a los 15 años, en ese lugar la mujer no tiene derechos, no es que sea algo explícito, pero hasta las mujeres agachan la cabeza delante de un hombre, es parte de la cultura, yo no fui la excepción, pero mi historia, y creo que la de muchas chicas, no es del todo agradable. Volvía de la escuela una tarde de verano, con mi pollera tableada color verde y una camisa blanca con corbata verde, mis tetas eran chiquitas y ni cola tenía, cuando al llegar a una esquina se para un muchacho delante de mí, era muy alto y tenía un cuerpo muy grande y forzudo, calculo que tendría alrededor de 18 años, quizás más, me miró de tal manera que me asusté, tuve ganas de salir corriendo pero la piernas me temblaban de miedo, quise gritar y sentí mi garganta cerrada por el mismo motivo, en ese momento, me puso una de sus manotas sobre mi boca y con la otra en la cintura me levantó y me llevó dentro de un terreno vacío.

Mientras Sonia contaba esto yo me imaginaba el final y agradecí no ser ella para no tener que pasar por una situación similar, y poniéndome en su lugar imaginé su sufrimiento, tanto el del momento, como el de ahora que lo estaba contando, la interrumpí diciéndole que si le hacía mal recordar que no siguiera, me contestó que le hace mal recordar pero que le hace muy bien comentármelo a mí, porque estaba entrando en confianza.

Me acerqué un paso más, de manera que estuve muy cerca de ella, acerqué mis brazos a sus hombros, la acerqué hacia mí, la abracé y le di las gracias en su oído, a lo que ella respondió dándome un beso muy tierno en mi mejilla. Yo alejé mi cabeza ligeramente y la miré a los ojos, noté el brillo típico de las lagrimas cuando se asoman a la luz, estaba notablemente emocionada.

Terminó contando que la tiró al suelo, entremedio de algo de basura que estaba desparramada por el terreno, le arrancó su bombacha y la ensartó (nunca mejor utilizado este término para describir una violación) sin más preámbulos. Contó también que, luego de moverse cinco o seis veces (que le parecieron miles) dio por terminada su labor enchastrando el interior de su vagina y se retiró con una sonrisa de oreja a oreja.

Ese fue su debut en las lides del sexo, su primera vez no creo que sea la envidia de ninguna mujer, sino todo lo contrario, tenía frente a mí a la protagonista del relato y no lo podía creer, yo no sé (porque no soy psicólogo) si su gran introversión se debe a una cuestión de cultura o si es una postura que adoptó desde esa experiencia, el hecho es que su forma de vestir nunca fue muy atrevida, sino todo lo contrario, lo más atrevido que le vi lucir en todo el año lectivo, es el vestido que llevaba puesto ese día y no era para arrancar suspiros, precisamente.

Al escuchar el fin de su relato, me invadió un sentimiento de ternura con Sonia como única destinataria, en ese momento fui yo el que la besó en la mejilla, a lo que ella respondió poniéndome una de sus manitas sobre una de mis mejillas, luego hizo algo parecido con la otra mano, al tener mi cara entre sus manos, acercó su cara y besó mis labios con una suavidad y cariño como nunca recuerdo que me haya ocurrido.

Quise cambiar de tema diciendo que estábamos allí para estudiar matemáticas, a lo que ella respondió sin soltar mi cara de entre sus manos

– Ahora no estoy tan segura de querer aprobar este examen, si no lo apruebo ahora, lo podré aprobar en marzo del año que viene, es más, no sé si estoy tan segura de presentarme el lunes.

Esta respuesta me dejó helado, y hasta me hizo sentir un hormigueo en mi pene, no sabía que hacer, si seguir besando sus labios buscando alguna reacción muy erótica en sus ánimos o enojarme por estar en esa situación a la que no había ido preparado, en último de los casos podríamos estar ahí hasta la mañana del día siguiente sin que nadie nos dijera nada al respecto.

Retomando el tema del examen, yo le contesté que era mejor terminar aprobando ahora, dentro de lo posible, para así poder disfrutar plenamente de las vacaciones sin la preocupación de tener que prepararse para, a fines de febrero o principios de marzo, rendir un examen de matemáticas. Sinceramente, esto último que dije no me lo creería nadie, ni yo mismo, pero lo dije como para poder darle un giro alternativo a la situación que ya se estaba poniendo demasiado romántica y posiblemente termine en una encamada de la que, por lo menos, Sonia no se iba a olvidar por mucho tiempo y no es que yo sea el supermacho ni que sea el superdotado, sino que trato de ponerme en el lugar de Sonia e imaginarme lo que ella pudiera pensar o sentir y eso me asustaba, hasta este momento yo no me había enganchado con ninguna chica con las que he salido, pero tampoco rompí ningún corazón y engancharme con Sonia podía significar que ella se haga ilusiones de algo a lo que yo no quería enfrentar a pesar de que todos mis amigos de la misma edad ya estaban casados.

El asunto es que Sonia respondió a mis palabras y me contestó:

– Justamente eso es lo que estaba especulando, yo no tengo problemas en ninguna otra asignatura, la única que me quedaría pendiente sería esta y tendría todo el verano para prepararla.

– Ah, entonces ya nos podemos ir – repliqué con un gesto irónico y pícaro al mismo tiempo, como para poder darme cuenta de lo que podría llegar a estar pensando Sonia, en realidad lo que quería hacer era confirmar mis sospechas.

– No te hagas el malo conmigo, yo sé que no sos así, vos sos muy dulce y sé que no te querés ir. – Eso era justamente lo que yo me estaba temiendo y no quería escuchar, me hubiera sentido mucho mejor si me contestaba que bueno, que nos vayamos, pero ella, a pesar de que no le interesaba presentarse a rendir este examen, todavía se quería quedar.

– Escúchame Sonia, y préstame atención.

– Soy todo oídos.

– Hay algo que quiero dejar claro entre nosotros. – Y cuando dije esto ella no quiso escuchar nada más, ya sabría que iba a terminar diciendo y no lo quería escuchar, interrumpió mis palabras con un beso, un beso de verdad, largo, húmedo y apasionado.

Yo la tomé de la cintura y arrimándola más hacia mí, la estrujé en un fuerte abrazo mientras le acariciaba la espalda por sobre su vestido. De repente, mientras la acariciaba sin dejar de besarnos, algo arañó mi mano, me di cuenta de que había pasado mi mano sobre la cremallera de su vestido y ahí mismo pensé en bajársela, dudé, estuve acariciándola por unos minutos más mientras en mi cabeza me debatía entre la posibilidad de bajarla y no bajarla, pero me decidí y comencé a descender mi mano por su espalda con el cierre de su vestido entre mis dedos, cuando hube llegado a la mitad de su espalda, percibo que ella comienza a besarme con más audacia, con más sensualidad, como diciendo, en un lenguaje sin palabras, “Por fin te decidiste”. Al notar este cambio yo continué bajando el cierre hasta el final de su recorrido.

Pasé mi mano por dentro del vestido y comencé a acariciar, suavemente ese hermoso cuerpo que ya me estaba pareciendo el de Miss Mundo con la calentura que estaba sintiendo en mis genitales, la respuesta de Sonia no se hizo esperar, ella había pasado sus manos alrededor de mi cuello y al sentir las mías tocando la piel de su cintura, llegando al comienzo de sus glúteos, comenzó a apretarme contra ella, como queriendo que su cara y la mía sean una sola, nuestros dientes chocaron, imagino que nuestros rasgos faciales ya habrían desaparecido por la presión de nuestros rostros, ya me estaba doliendo ese gesto de cariño (¿o de amor?).

Como para tratar de zafar de esa presión puse mis manos en los hombros de su vestido y comencé a desplazarlos hacia adelante, en un claro ademán de intentar sacárselo, eso hizo que aminorara su presión puesto que, como aprobando mis intenciones, desplazó su cuerpo ligeramente hacia atrás para dejarme hacer, al pasar la parte superior de su vestido por encima de su corpiño pude escuchar un suspiro pronunciado que se escapaba de ella sin dejar de besarme. Alejé sensiblemente mi cara de la suya porque quería hablar y ella lo entendió, mientras, muy a su pesar, dejó de besarme por un momento.

– Déjame ver tu cuerpo – le dije mientras acariciaba sus brazos hasta llegar a sus muñecas y sacar sus manos de mi cuello y nuca para alejarla un poco de mí y poder contemplar su cuerpo casi desnudo.

– Me da vergüenza – exclamó

– No tengas vergüenza, mirá, yo me voy a sacar la camisa como para que no te sientas en inferioridad de condiciones.

¿Inferioridad de condiciones? Ella no sabía lo que podía llegar a conseguir de mí a esta altura de las circunstancias, ya me tenía en su poder y ella no lo sabía o al menos no sabría el poder que podía ejercer sobre mí en ese mismo instante.

Comencé a desabrocharme la camisa pero, contrariamente a mi costumbre, lo hice muy lentamente como para que se vaya haciendo a la idea de a poco, de que iba a verme con el torso desnudo, estaba muy lejos de mi inspirar una reacción erótica con mis movimientos y mucho menos intentar parecerme a un striper.

Pero Sonia me miraba expectante, como si quisiera ver enseguida qué es lo que había bajo mi camisa, mientras tanto, yo podía apreciar su cuerpo, ya que estaba algo alejado de mí, a pesar de estar a menos de un metro de distancia, pero podía observar que toda su ropa interior era de color rojo, con encaje, y que los vellos que había podido ver en sus brazos se repartían, casi, por todo su cuerpo, lo que me puso más excitado aún fue pensar que en su entrepierna podía llegar a tener una mata de pelos muy espesa, y eso contradiciéndome yo mismo, puesto que toda mi vida me gustaron los pubis con muy poco o sin nada de vello, pero este cuerpo era distinto, acá no quedaría bien ver una vulva afeitada y todo el resto del cuerpo con vello por donde mires, era un vello liviano apenas algo más oscuro que una pelusa, lo que más me ratoneaba era ver que desde su ombligo salía una línea de pelusita, ligeramente más espesa que el resto, que presumo terminaría en su zona pubiana.

Pero volviendo a mí, Sonia obtuvo lo que esperaba, a pesar de mi parsimonia simulada, pudo ver mi torso desnudo, acto seguido extendió una mano y la acercó a mis pectorales que si bien no son nada del otro mundo, son el producto de haber practicado natación durante 15 años de mi vida, estaba como en otro planeta, creo que yo, en ese momento, no existía para ella, sino que tenía frente a si un cuerpo masculino a punto de explorarlo y nada más, esto no me molestó, puesto que sus exploraciones me gustaban.

Le puse las manos en la cintura como para acariciarla, pero apretándosela la acerqué hacia mí, ella no salía de su asombro por lo que se estaba dejando hacer, pasé mis manos hacia atrás, en su espalda y busqué el broche de su corpiño, cuando lo encontré, con una rápida exploración digital pude detectar de que tipo era y se los desabroché sacándoselo para adelante.

– Espera… despacio. – me dijo

Yo no podía creer lo que escuchaba, todavía estaba sintiendo vergüenza, ya me puse a pensar que no llegaríamos muy lejos en ese día. Le dije que me sacaría también los pantalones así quedábamos ambos en igualdad de condiciones (con respecto a la vestimenta, porque en lo que respecta a los cuerpos, Sonia lleva las de ganar) y mientras tanto, haríamos cosas que nada tuvieran que ver con nuestra desnudez y así ella podía ir acostumbrándose. Aceptó con un tono rojizo en su cara, yo creo que nunca se le fue, pero su condición vergonzosa aún no la había perdido.

En ese momento quise aprovechar para poder observarla bien, Sonia tiene un lindo cuerpo, su piel es de color cobriza sus pezones son oscuros de un marrón muy intenso y su cintura se diferencia perfectamente de su busto y de sus caderas, su vientre existe, pero es apenas perceptible, es lo que se puede decir un bomboncito, aunque con vellos, en este punto yo quería que llegase el momento de sacarle su bombachita que por su color y por su tela se veía bastante sexy, aún no la había visto de atrás, en ese instante, como leyendo mi pensamiento, me dijo que tenía ganas de orinar, le pregunté si podía acompañarla y por respuesta tuve una cara colorada y un “No, todavía no”, ese “todavía” me terminó de destrozar los sesos. Cuando hubo dicho esto último, se dio vuelta para dirigirse hacia el baño, ocasión en la que pude contemplar su cola, la bombacha que tenía puesta no era de esas diminutas pero era un triángulo que no llegaba a tapar, en su totalidad, las nalgas de Sonia, realmente me gustó lo que vi, en las nalgas también tenía vellos apenas perceptibles pero mucho algo más notorios que el común de las mujeres que yo había conocido hasta ese momento.

Mientras Sonia estaba en el baño, me puse a reflexionar acerca de cómo habíamos llegado a esta situación, y no pude más que reconocerme a mí mismo que Sonia me excitaba por lo distinta, su cuerpo tiene ese toque de distinción que tanto me atraía, su excesiva cantidad de vello en todo su cuerpo generaba en mi una sensación distinta pero un deseo irrefrenable de experimentar un cuerpo totalmente distinto a lo que había conocido hasta ahora, si a eso le sumaba su inocencia llegaba a un resultado muy atractivo y que poco a poco iba dejando una marca en mis pensamientos.

Cuando Sonia salió del baño no pude dejar de contemplarla, yo sentía que estaba teniendo una erección de las buenas y no pude, aunque tampoco quise, disimularla. Ella lo notó y se avergonzó aún más todavía, aunque todavía tenía la cara colorada como un tomate, en sus ojos se notaba una mirada de curiosidad, yo ya no encontraba palabras para expresar nada, estábamos los dos solos en la habitación de un hotel, casi totalmente desnudos, sólo teníamos nuestra ropa interior que tapa nuestras zonas a la altura de la cadera, me limité a acercarme a ella para fundirnos en un abrazo, nada ocurrió, Sonia también me abrazó y sentía como trataba de alejar su zona pubiana de la mía, yo bajé mis manos, las puse sobre sus nalgas y la atraje hacia mí para que sintiera el efecto de mi excitación, como Sonia es un poco más baja que yo, mi pene erecto se le apoyaba en la zona entre el ombligo y su pubis. Ese abrazo se prolongó en un beso muy apasionado por parte de ambos, mientras nos besábamos, yo trataba de friccionar mi pene contra su cuerpo ya que sentía que necesitaba ese tipo de caricias y aún no me atrevía a pedírselo, para no echar por tierra todo lo que hasta el momento estábamos logrando, yo estaba en lo mejor de la fricción cuando siento que la respiración de Sonia suena algo más agitada y entrecortada, lo que me indicó que se estaría excitando también ella, ese indicio me incitó a dar un paso más y subí una mano hasta uno de sus senos, acariciando suavemente, durante el recorrido, su costado y algo de su abdomen, en el trayecto su respiración se sintió más profunda, hasta que llegué a apoyar una de mis manos en su seno derecho en ese momento su respiración se transformó en un largo gemido, solamente ahogado por mi boca debido al beso del que ambos estábamos disfrutando.

Comencé acariciando su seno lentamente, sin presionar demasiado, trataba de no tocar su pezón, lo esquivaba a propósito, pero los pocos roces que le hacía, los hacía parecer casuales, eso la excitaba mucho, mientras tanto, ella me acariciaba la espalda llegando hasta el borde de mi slip y volviendo a subir sus manos, intuí que no se atrevía a seguir bajando, yo ya tenía mi mano derecha sobre sus nalgas y las estaba acariciando, alejando un poco mi boca de la suya le dije que a mi también me gusta que me acaricien las nalgas, poco a poco se fue atreviendo más hasta que luego de un rato ya su terreno acariciado se extendió desde mi nuca hasta mis nalgas, en ese mismo instante, a modo de premio por su audacia, yo comencé a acariciarle el pezón derecho que estaba demasiado duro y puntiagudo debido a mis caricias casuales.

Yo no podía respirar, mi excitación era tal que me dificultaba la respiración, pero reparando en ese mismo detalle, en ella, comprobé que pasaba por un trance similar y me decidí a continuar avanzando, a sabiendas de que este momento iba a ser inolvidable para ambos, comencé bajando mi mano hasta llegar a su ombligo y me quedé un rato acariciándolo mientras con mi pulgar tocaba el borde de su bombacha y trataba de ingresarlo por dentro de ella, acaricié todos sus vellos, como si estuviera viendo lo que hacía mi mano, no dejaba de acariciar su ombligo con mis dedos anular y meñique, mientras con el pulgar ya estaba acariciando su vello púbico, lo encontré tal como lo había imaginado, abundante y espeso, ella no modificaba mucho sus caricias, eran como al principio, pero ahora ya se atrevía a presionar más mis nalgas.

Dejé de acariciarla como lo venía haciendo hasta ese momento para poner mis manos en sus caderas, justo en el elástico de su trusa e ir tomándolo con suavidad mientras lo deslizaba hacia abajo con mayor suavidad todavía, una vez que tuve la parte superior de su bombacha de manera que ya se encontraba debajo de la línea de sus glúteos por detrás y de su zona pubiana, por delante, siento que Sonia hace lo mismo con mi slip, la dejo hacer, no emito sonido alguno, ella deja de besarme para poder seguir bajándolo con comodidad, ahora es ella la que quiere mirar y poniéndose en cuclillas de manera que su cara se encuentra frente a mi pene, que aún está dentro de mi slip, pero con mi vello ya al aire, continúa con sus intenciones de despojarme de mi ropa interior, yo no sé si se imagina lo que va a pasar cuando siga bajando y deje mi pene entero al aire, pero ella sigue inspeccionando, de repente repara en una mancha húmeda, bastante grande, que se presenta ante sus ojos, y como tomando coraje me pregunta:

– ¿Ya acabaste?

– No – le respondo – ese es el líquido preseminal, pero no me falta mucho.

– ¿Me vas a dejar que yo te lave tu ropa interior?

– No importa, de acá hasta que nos vayamos ya se va a secar.

Le contesté como queriendo zafar de una situación que estaba llegando hasta donde yo no quería que llegase porque solamente una mujer enamorada te lavaría la ropa interior.

– Por favor, me encantaría hacerlo, yo no voy a permitir que mi hombre ande por la calle con un calzoncillo manchado, aunque no se le vea.

En ese momento pensé: “cagamos… dijo la expresión que yo no quería escuchar, mi hombre”, pero ahora sé el motivo por el cual no quería escucharla, porque lejos de molestarme su comentario, me agradó y vaya si me agradó, yo no lo quería reconocer, pero no se puede evitar lo inevitable, yo también me estaba enamorando, y no sabiendo que responderle le dije:

– Bueno, si es tu deseo, lo haremos juntos, pero después.

– Sí. Sí, después.

Su mirada, que yo veía desde arriba, ya no era la de la nena tímida que había entrado avergonzada a esa habitación, ahora su mirada tenía un brillo especial, era la mirada de una niña animada, como la de aquella que está esperando el regalo prometido. Continuó bajando mi slip y sucedió lo que tenía que suceder, al liberar mi pene, este salió disparado hacia delante, apuntando directo a su cara como un resorte, Sonia se sorprendió y tiró su cara para atrás, quizás pensando que este le iba a pegar en la cara lo que me causó gracia y riendo le dije:

– No es tan largo como para que llegue a pegarte en la cara.

– Pero es duro – contestó

Terminó de bajarme los slips los que, al llegar a mis tobillos, le ayudé a sacar, la tomé suavemente de los hombros y le hice una ligera presión hacia arriba, indicándole que quería que se pusiera de pié de nuevo, así lo hizo, comprendiendo perfectamente mi deseo, yo quería continuar sacándole su ropa interior, ahora era yo el que se agachaba, no sin antes premiarla con un hermoso beso, tan dulce como apasionado. Al tener su pubis frente a mis ojos no pude evitar mi deseo de besárselo y así lo hice, le di un par de besitos cariñosos en esa zona y terminé quitándole la bombacha, la que quedó en el piso junto a mi slip. Poniendo mis manos en sus rodillas, como abrazando una con cada mano, comencé un lento ascenso hacia su entrepierna a lo largo de sus muslos, al llegar mis manos a su destino, pude comprobar que ella tenía también su vagina muy mojada, ya que la humedad se notaba en sus muslos unos cinco o seis centímetros antes de llegar, pasé mis manos por detrás de ella, llegando a tocar de nuevo sus glúteos que ahora estaban desnudos y subiendo mis manos dejé un brazo abrazando su cintura y con el otro abrazaba su espalda a la altura de sus pechos, esta posición me ayudó a que, con un leve empujoncito haga arquear su cuerpo hacia atrás a lo que ella respondió con un abrazo a mi cuello pero más por temor a caerse que por cualquier otro sentimiento. En esa posición la besé con frenesí y ya casi con lujuria, mientras retiraba mi mano de su cintura para pasar a su entrepierna, en esta posición no tenía más remedio que tener las piernas abiertas, fui directamente a la entrada de su vagina, yo quería acariciarle esos labios y sí, estaba realmente mojada, a tal punto que yo pensé que ella ya había tenido un orgasmo, presumo que mientras le acariciaba un pezón. Pero ahora era distinto, yo ya había ingresado un dedo entre sus labios y estaba buscando su clítoris, quería provocarle un orgasmo sin penetrarla, mi pene estaba tocando el costado de uno de sus glúteos, como tomando coraje bajó una mano acariciándose su costado hasta llegar a él y comenzó a acariciar mi pene, con mucho temor, no sé a qué, pero esto hizo que sus caricias sean tan suaves que me volvieron loco por demás, en ese mismo instante yo encontré su botoncito del placer, no necesité acariciarlo por mucho tiempo que ya me hizo sentir que ella estaba llegando al orgasmo, fue en ese momento que pude comprobar que antes no había tenido un orgasmo, puesto que ahora separó su boca de la mía para poder gemir con mucha pasión, casi al borde de la locura y llegando a dejar escapar algunos gritos, mientras que su vagina se mojaba como nunca había visto mojarse vagina alguna, la cantidad de líquido segregado se puede comparar perfectamente a un orgasmo masculino por su cantidad y consistencia, mientras tanto, sus caricias en mi pene fueron aumentando en velocidad y presión ejercida llegando a un punto tal que ya tenía mi orgasmo en la punta de mi pene lo que me costó mucho retener, decidí no continuar con las caricias por un momento y en medio de un abrazo que, retribuyó con más fuerza aún, y un beso ya demasiado amoroso, la fui invitando a ir a la cama, con ligeros empujoncitos que entendió a la perfección.

Una vez acostados, ella comenzó a acariciar mi pene de nuevo y decidí dejarla hacer lo que quisiera conmigo, quería ver hasta donde podía llegar sólo con su instinto de mujer, pero no pude disfrutar mucho tiempo más de sus caricias, no pasó mucho tiempo que mi pene se endureció más todavía y comenzaba a latir, cada vez con mayor velocidad hasta que iba a explotar eyaculando, suspiré, gemí, y le dije, ya me vengo amor, estoy terminando y acto seguido comencé a eyacular con tanta violencia y cantidad como nunca antes lo había logrado mujer alguna, Sonia, lejos de asustarse, parece que eso la excitó aún más y no paraba de acariciar en un acto de masturbación perfecto, lo que si pude notar fue que la presión de sus manos era muchísimo más liviana, llegando a ser una caricia, como agradecida del regalo que le había dado o como si se sintiera muy feliz de haberme hecho gozar de semejante manera.

Levanté mi mirada buscando la suya, cuando la encontré la miré con mi mejor mirada de agradecimiento y le dije:

– ¿Te sientes bien?

– Sí, yo no creí nunca que una situación así me podría llegar a gustar, la primera vez que sentí el líquido masculino en mi cuerpo me dio mucho asco, pero ahora me doy cuenta de que una se puede sentir muy bien con este acto, hasta satisfecha, porque le provoca mucho gozo a la persona que quiere.

– Sí mi amor, esto es muy placentero para mí, pero hay sentimientos superiores todavía que podemos disfrutar juntos, pero ahora me toca a mí hacerte feliz.

– ¡Yo soy feliz si tu eres feliz!

Eso fue lo ultimo que le escuché decir, porque ya estaba besando su ombligo y bajando por el caminito natural que lo une con su pubis. Su jadeo no sólo no cesaba, sino que se hacía cada vez más notorio para transformarse, cuando llegué a besar su zona pubiana, en auténticos gemidos, no quería imaginarme lo que haría o diría cuando se encontrara su clítoris con mi lengua; pero el momento llegó y al fin se encontraron, mi lengua y su clítoris en una lucha sin cuartel, mi lengua lo presionaba, lo rodeaba, ahora que lo tenía más cerca pude apreciar su real tamaño, tendría alrededor de dos centímetros de largo y como un centímetro de diámetro, sin exagerar, esas eran sus dimensiones y entonces me decidí, tome ese apéndice entre mis labios y comencé a succionarlo tranquilamente, mientras que de su boca se escapaba un leve quejido:

– Ay… ay… ay…

– ¿Te estoy haciendo daño? – le pregunté.

– No. No me duele, pero es una sensación extraña.

– ¿Pero te molesta o te agrada?

– No se, no lo puedo definir, pero sigue, sigue, a ver qué pasa.

Ni lerdo ni perezoso continué con lo que estaba haciendo para terminar dando pequeños mordiscos en su clítoris, en ese momento tuvo el orgasmo más intenso que había tenido en toda la tarde y al estar tan cerca de la entrada de su vagina pude corroborar que su orgasmo concluía en una eyaculación, en cantidad y color similar al semen pero de una consistencia algo más liviana, más líquida. Decidí parar, no quería agotarla físicamente tan pronto, apenas hacía una hora u hora y media que habíamos ingresado a esa habitación y todavía teníamos toda la tarde por delante. Me recosté a su lado y ella me abrazó, nos quedamos así un largo rato, sin decirnos nada, yo sólo escuchaba su respiración entrecortada y ella no hacía más que abrazarme y besar mi cara, por todos sus rincones, hasta los ojos me besó; cuando Sonia se decidió a continuar bajando con sus besos me di cuenta de que ya estaba más repuesta, besó mi cuello, mi pecho, se detuvo un poco en mis tetillas, cada una a su turno para luego seguir bajando, yo estaba extasiado, no quería que pare porque quería ver hasta dónde podía llegar sin decirle nada, hasta donde se permitía llegar, siguió bajando, se detuvo en mi ombligo pero me hacía muchas cosquillas, hasta el punto de que era una molestia, a pesar de que no le dije nada ella lo percibió y no siguió haciéndolo, siguió bajando y, para mi sorpresa, llegó con su cara a mi pene, lo tomó con una mano y se lo pasó por los cachetes de su cara, luego de unos segundos lo arrimó a sus labios y le propinó unos besitos muy suaves en la punta, no se atrevía a más, por lo que decidí no decirle nada, me hubiera gustado que siguiera y que abrazara la cabeza ardiente de mi pene con sus labios, pero callé. Ella se incorporó volviéndose a recostar a mi lado y le pregunté:

– ¿Quieres sentirme dentro de ti?

– Sí, ahora siento que lo necesito, quiero sentir una penetración placentera por primera vez en mi vida.

Atrás quedaron los días de autorrepresión de Sonia y lo estaba haciendo conmigo, me puse encima de ella a lo que respondió abriendo las piernas para dejarme a mi acomodarme entre ellas, inmediatamente estuve sobre ella, sintiendo el calor de la entrada de su vagina en la punta de mi glande, a lo que mi pene respondió con un endurecimiento superior al que ya tenía, estaba tan cerca que podía sentir un pequeño y suave latir de sus labios, no me apuré, empujando suavemente penetré apenas un centímetro más sin dejar de mirar la expresión de su rostro, ella había cerrado los ojos y el resto de su cara tenía una expresión relajada, aflojando mi presión volví atrás el corto camino recorrido para volver a entrar, esta vez un poco más, había colocado la mitad de la cabeza de mi miembro en su interior, sus suspiros eran muy fuertes, estaba esperando la plena penetración, pero yo, sin intenciones de torturarla, me había propuesto que esta penetración la iba a disfrutar con todo su cuerpo y de nuevo retrocedí el camino andado, aguardé unos segundos para volver a entrar, esta vez, hice que toda la cabeza de mi pene estuviera en su interior, y comencé a mover mi cintura de manera tal de salir y entrar pero nunca llegué más allá de donde había llegado hasta ahora, yo me contuve, sentía que mi orgasmo estaba pronto a llegar pero quería que este acto fuese más placentero para Sonia que para mí, quería lograr que llegara a su orgasmo sin mayor penetración que la que estaba aplicando, no tardó mucho, en menos de un minuto Sonia se retorcía en un orgasmo terrible, tan así que yo temí por su agotamiento antes de que concluyera con mis intenciones, en medio de su fuerte orgasmo, era el punto que yo esperaba, hice que mi penetración fuese completa, llegando a sentir que tocaba la pared superior de su útero y de esta manera comenzar un coito completo, salía hasta dejar solamente un par de centímetros dentro de ella, entraba mi pene en su totalidad y así sucesivamente, de nuevo sentí los espasmos de mi orgasmo, contuve la eyaculación otra vez, trataba de contenerlo hasta el próximo de ella, no tardó mucho en tener otro orgasmo tan fuerte como el anterior a lo que aproveché para sacar mi pene de su interior justo en el momento que soltaba mi eyaculación, cayendo esta en todo su vientre y algunas gotas llegaron a chocar contra sus senos, su ombligo contenía un charquito blanco provocado por mí, me retiré de encima de ella y me recosté de nuevo a su lado, para mi sorpresa, ella se pasó un dedo por su ombligo y lo llevó a sus labios como quien prueba un dulce, creía que Sonia era incapaz de un acto así, pero creo que estaba presenciando el nacimiento de una nueva Sonia. Me miró con un gesto pícaro y se incorporó para poner su cuerpo sobre el mío, se apretó a mí y hasta hizo un movimiento de manera tal que nuestros cuerpos quedaron impregnados de mi semen. En ese mismo instante, ella me dijo:

– Uy… mira cómo nos ensuciamos.

– Sí, lo veo – contesté con un gesto más pícaro que el de ella – vamos a tener que bañarnos.

– Bueno, pero primero déjame descansar un poco, quedé agotada.

– Por supuesto, mientras tu descansas yo me ducho.

Dije esto sin sentirlo así, yo también me sentía agotado.

– No. ¿Eres loco? ¿Cómo te vas a duchar solo? Te resbalar y caer, no señor, nos bañamos juntos.

A lo que respondí con una corta carcajada y una mirada de complicidad. Descansamos un rato, abrazados, besándonos suavemente los labios, a veces no tan suavemente y nuestros besos eran muy apasionados. Estuvimos así hasta que Sonia fue la que rompió el silencio:

– Estoy muy agradecida mi amor. Quiero que sepas que soy toda tuya, que nunca te voy a decir que no a nada, quiero experimentar todo lo que se nos ocurra, pero lo quiero hacer contigo y con nadie más.

– No Sonia, tu no eres mía ni de nadie, nadie pertenece a nadie y yo también estoy muy agradecido contigo, me entregaste tu virginidad y eso no tiene precio.

– ¿Mi virginidad? Pero si…

Antes de que continuara hablando sellé sus labios con un beso, lo que ella entendió perfectamente, si bien yo no fui el que atravesó su himen, fui el primero que le proporcionó placer. Nos levantamos y nos dirigimos hacia el cuarto de baño, lo hicimos abrazados y besándonos, creo que debimos de haber tardado unos cinco minutos para caminar dos metros, mi pene ya estaba erecto de nuevo y Sonia lo miró con su mejor cara de pícara.

Una vez en el cuarto de baño, me dijo que tenía ganas de orinar y se dirigió hacia el inodoro con intenciones de sentarse en él, a lo que le dije:

– No, por favor, ahí no, hazlo acá, bajo la ducha y sobre mi pene.

A ella se le notó un brillo distinto en su ojos y un gesto de asombro, caminó dos cortos pasos hacia mí, me abrazó por la cintura y, levantando una pierna hacia mi comenzó a orinar relajada, yo me agaché un poco para que su hilito dorado pudiera mojar mi pene como yo quería, al sentir su calorcito abrazando todo el cuerpo de mi pene, este se me puso más duro todavía, cuando hubo acabado, le pedí que no bajara su pierna que descansaba sobre un costado de mi cadera, yo también tenía ganas de orinar y me dispuse a hacerlo apuntando a su clítoris, lo que le provocó una sensación de placer a juzgar por sus gestos y su mirada, no toda mi orina fue a dar contra su clítoris, yo me iba moviendo hasta llegar a la entrada de su vagina, y enviar el resto allí adentro.

– Si hace unas horas alguien me hubiera dicho que yo iba a mear a alguien o que alguien me iba a mear a mí, podría haber vomitado de asco, pero esto fue hermoso mi amor. Estoy muy feliz de haberlo hecho. Ahora se, más que antes, que todo lo que me pidas va a ser para provocarnos placer.

Al oír estas palabras lo único que se me ocurrió hacer fue darle un beso. Luego abrí la ducha y nos metimos debajo, ella me enjabonó a mi primero, cuando le tocó enjabonar a mi amigo lo hizo con tal suavidad y dulzura que este se endureció más todavía, cosa que me sorprendió sobremanera, luego yo hice lo mismo con ella, le enjaboné todo el cuerpo, me detuve en sus pechos, enjaboné su entrepierna quedándome algo más sobre su clítoris para luego enjabonar su espalda y su trasero, llegado a este punto, Sonia se puso de espaldas a mí y con un movimiento de cintura envió su cola exageradamente hacia atrás, me entretuve demasiado con su ano y el jabón, al punto de que un dedo entró sin querer y sin problemas dentro de su agujero, de su boca se escapó un gemido de placer, no lo había pensado pero en ese momento se me ocurrió que podíamos gozar ambos de ese lado, seguí enjabonando y probé introducir dos dedos dentro de su ano, sus gemidos fueron aún más intensos, comencé a entrar y sacar mis dedos sin problemas y de repente Sonia me dice entre suspiros:

– ¡Qué lindo mi amor! ¡Cómo me gusta! – Al escuchar esto dejé un rato su ano para enjabonarme yo mismo el pene, me agaché un poco para ponerme a su altura y apoyé a mi amigo en esa entrada tan estrecha pero relajada, intuí que si lo hacía bien y sin desesperarme no habría dolor, sólo placer y comencé a empujar suavemente dentro de su ano, este no ofreció mayor resistencia, pero no había puesto ni la cabeza dentro de el, sólo estaba en el trámite de provocar la dilatación, aflojaba la presión y volvía a empujar, quería que se dilatara solo, sin provocarlo con mis embates, retiré mi pene para pasar más jabón por ese agujero que se me hacía cada vez más dulce, al enjabonar presionaba más con el jabón de lo que había hecho con mi pene, pude hacer que se lubricara el interior con la misma espuma ayudado con mi dedo índice, cuando conseguí esto y Sonia no hacía más que gozar, me decidí a ir más adentro, apoyé mi pene en esa entrada divina y empujé suavemente hasta que luego de unos cuantos segundos entró toda la cabeza de mi amigo en ese túnel oscuro, no sin inconvenientes pero sin dolor, cosa que le pregunté:

– ¿Te duele?

– No, siento un escalofrío que me recorre todo el cuerpo, pero no me duele.

Entonces comencé un movimiento de salir y volver a entrar pero sin pasar el límite al que ya había llegado, ella se retorcía de gozo y en una de mis entradas fue Sonia la que empujó hacia atrás provocando que mi pene penetrara completamente en su canal anal.

El grito que escapó de su boca no fue de dolor, según dijo en ese mismo instante, cuando me dijo que estaba gozando mucho, mis movimientos comenzaron de nuevo, en este momento el recorrido era más extenso, mi amigo salía y volvía a entrar, pero esta vez en toda su plenitud, de repente Sonia se convulsiona en lo que a mí me pareció el mejor orgasmo que tenía ese día, y yo seguía con mi movimiento, sin exagerar, calculo que ese orgasmo (o esos orgasmos) debió durar como medio minuto, el mismo tiempo que me llevó a mí llegar al mío para eyacular dentro de su culito precioso, no me moví más y ella se incorporó, pero ninguno de los dos hizo movimiento alguno para intentar sacar mi pene de su ano. Girando su cabeza buscó, con su boca la mía y nos besamos así hasta que mi pene perdió totalmente su erección y salió solito del lugar que lo cobijaba; hecho que aprovechó Sonia para voltearse totalmente hacia mí y continuar besándonos.

Terminamos de bañarnos y nos fuimos a la cama, con todas las intenciones de acostarnos a descansar, de repente ella me dice:

– Tengo ganas de hacer popó. ¿Quieres venir?

A lo que respondí:

– No. Ahora no, en otra oportunidad.

Me recosté y me quedé dormido antes de que Sonia volviera del baño, no me había dado cuenta pero estaba destruido, mientras dormía, en sueños recordaba la sensación que me había provocado la defloración del ano de Sonia, sentía cómo me apretaba todo el pene, cómo (gracias al jabón) entraba y salía como si fuera una vagina muy estrecha y cómo Sonia llegó a un orgasmo terrible que no me explicaba cómo tuvo fuerzas para llegar hasta la cama.

No sé cuánto tiempo estuvimos dormidos pero ya eran las diez de la noche cuando Sonia se despertó antes que yo y se propuso despertarme de la forma más agradable posible, besándome en los labios y acariciando mi pene, cuando logró despertarme yo le sonreí y me dijo que tenía hambre, fue ahí cuando miré el reloj y me percaté de la hora, según mis cálculos debemos de haber dormido alrededor de cuatro horas.

– Bueno – contesté – tu has vivido en este barrio. ¿Hay algún buen restaurante por acá?

– Sí. Acá a la vuelta hay un restaurante chino.

– Entonces vamos a comer.

Nos levantamos y Sonia se puso su vestido encima de su cuerpo desnudo, como no era un vestido muy sexy no se notaba que no tenía ropa interior, yo la imité y me puse los pantalones sin mis calzoncillos, y mi camisa, salimos y llegamos al restaurante, nos sentamos y un chino de alrededor de los treinta años se apresuró a recibirnos y acompañarnos a una mesa apartada, creo que algo se nos notaba en las caras. Nos indicó que la comida era autoservicio y que él nos traería las bebidas que elijamos, nos recomendó una marca de vino que yo no conocía y que quise probar, Sonia aceptó cuando le pregunté y nos alcanzó una botella de vino rosado y algo dulce, cosa que pude comprobar cuando me sirvió un poco para degustarlo y cuando le di mi aprobación nos sirvió a ambos, antes de que se retirara le pedí que me recomendara algún plato, lo que me respondió con un nombre en chino que no entendí y se debió de notar en mi rostro, porque inmediatamente el chino me dijo que era lo que estaba en la tercera bandeja de la derecha, y que a la señorita le recomendaba la de al lado.

Me levanté con los dos platos y serví exclusivamente lo que nos recomendó el chino, no mucho (por si no nos gustaba cuando lo hubiéramos probado) fui con los dos platos hacia la mesa y nos dispusimos a probarlos no sin antes proponer un brindis

– Por la nueva Sonia – dije

A lo que Sonia respondió levantando su copa y sonrojándose de nuevo. Cuando observé lo que contenía mi plato, antes de probarlo, pude observar que era una especie de guisado con brotes de soja, algunas legumbres y carne que tenía sabor a fruto de mar, no era pescado, al menos alguno que yo conociera porque su color era amarronado similar al del pollo, pensé que sería algún marisco. Era un plato exquisito.

Nos servimos otro plato de eso mismo que nos habían recomendado y cada uno probó el del otro, el de Sonia también era riquísimo, luego nos servimos otro plato pero ya buscamos otras cosas, no comimos lo mismo, yo me serví un par de mejillones a la provenzal, un poco de calamares de similar preparación y lo acompañé con una ensalada de brote de soja, a lo que le agregué un poco de tomate y de lechuga; Sonia se sirvió una ensalada similar a la mía pero para acompañar a una porción de carne vacuna.

Realmente teníamos mucho apetito, porque ya íbamos por el tercer plato, en realidad sería el segundo porque del primero serví muy poco. Cuando pasé por al lado del mismo señor que nos atendió le pedí que nos acercara otra botella de vino, cosa que hizo al instante.

Llegamos al postre y nos sirvieron, a pedido nuestro, una crema helada de chocolate para mi y otra de frutillas para Sonia.

Nos quedamos haciendo sobremesa bastante tiempo, casi una hora más luego de haber terminado nuestros platos, esto lo hicimos, más por mí que por Sonia, porque ella me había excitado con su piecito sobre mi entrepierna y yo ya no me podía parar sin que se me notara la erección, que no bajaba, puesto que yo, ahora, estaba con un pié entre sus piernas y con el dedo gordo dentro de su vagina, acariciándola a modo de masturbación.

Volvimos al hotel, cuando el conserje nos dio nuestra llave le dije que quizás nos quedaríamos un día más, agradeció mi aviso y nos fuimos a la habitación. Nos desvestimos, nos besamos, Sonia me acarició el pene y se agachó con intenciones de llevárselo a la boca, esta vez lo tomó con una mano y acarició toda la cabeza con sus labios, me miró desde abajo y me dijo que quería hacerlo, que tenía muchas ganas de hacerlo pero que no sabía cómo y no quería que no me gustara ni hacerme daño, yo le dije que comenzara que le iba a ir indicando, aprendió rápido, aprendió incluso, a dejar descansar a mi amigo en su garganta sin que le dieran arcadas, tanto hizo que yo ya estaba al borde del orgasmo, le avisé lo que pasaba pidiéndole que se retire, a lo que respondió con una negativa porque quería saber qué se siente y siguió con su felación hasta que acabé eyaculando en el interior de su boca, fue una eyaculación terrible, estuve más de veinte segundos mandando mi semen al interior de esa boquita que tantas veces había besado ese día, no sé dónde iba a parar, porque por los costados de sus labios no se escapaba nada, cuando terminó se levantó y me besó apasionadamente, permitiéndome sentir el sabor de mi propio semen en su boca, diciendo:

– ¡Qué feliz que soy haciéndote gozar! ¡Gracias por darme la oportunidad de sentirme tan mujer por primera vez en mi vida! – A lo que respondí con otro beso apasionado, yo no sabía qué decir, me había quedado sin palabras. Nos acostamos y yo le pedí que nos durmiéramos, que no era bueno hacer el amor después de comer porque se corta la digestión, me miró con cara de nena caprichosa a la que la mandan a estudiar cuando quiere mirar televisión y asintió no de buena gana, ella se dio vuelta dándome la espalda, yo pensé que se habría enojado, que no había entendido mi razonamiento pero me equivoqué, Sonia pasó una mano por detrás de ella buscando mis testículos, los que acarició muy suavemente provocando una erección superior a la anterior, yo no lo podía creer, no podía creer que tuviera una erección así luego de todo lo que había pasado ese día, pero en ese momento se me cruzó por mi mente la imagen del chino que nos atendió en el restaurante, el vino, y el plato que nos había recomendado, estaba seguro de que se trataría de alguna combinación de comida y bebida con atributos afrodisíacos.

Cuando Sonia se percató de mi erección me dijo que no me preocupara, que ella iba a hacer todo para que yo no tuviera una indigestión y tomando mi pene con su mano derecha se lo fue arrimando a la entrada de su ano, se movió muy lentamente, trataba de no moverme a mí por nada del mundo, hizo un rápido movimiento de cintura hacia atrás que provocó que la cabeza de mi amigo entrara en su ano, pero a ambos nos dolió, estaba todo muy seco, se lo sacó, se puso la mano en la boca y procedió a mojar tanto su agujero como mi pene con reiteradas idas y venidas de su mano hacia su boca y vuelta a su ano o a mi pene.

Lo volvió a intentar y esta vez la penetración no tuvo ningún inconveniente, ella se movía con mi pene dentro de su rabito y yo acompañaba los movimientos, como a modo de broma me dijo con aire irónico:

– No, déjame a mí, no vaya a ser cosa que se te corte la digestión. – Yo me sentí mal por esa expresión pero ya sabía lo que era despertarse en medio de la noche con ganas de vomitar debido a hacer el amor después de cenar y no sabía cómo decírselo, estaba gozando tanto con la sodomización que ella misma había provocado que no encontraba palabras para decir nada que no fuera como “me gusta” o “cómo te quiero”.

Estuvimos así algo más de cinco minutos (creo que los siete del promedio del que hablan las estadísticas) cuando llegamos a un espectacular orgasmo los dos juntos, ya no me cabía ninguna duda, lo que el chino nos había recomendado tenía capacidades afrodisíacas, no podía ser que yo todavía estuviera eyaculando como si fuera el primer orgasmo del día.

Nos quedamos dormidos en esa misma posición, yo todavía con mi pene dentro del ano de Sonia y ella abrazándome tomada de una de mis nalgas como queriendo que yo no saliera de dentro de ella.

Nos despertamos pasado el mediodía del domingo y fuimos a almorzar al mismo restaurante, no estaba el chino que nos había atendido la noche anterior, pero pedimos el mismo vino y comimos lo mismo que nos había recomendado, volvimos al hotel y tuvimos un día de sexo y lujuria como si nada hubiera ocurrido anteriormente, ya pasaron quince años de esto, tanto Sonia como yo nos recibimos de ingenieros y estamos casados, tenemos nuestra propia empresa y, de tanto en tanto, volvemos al mismo hotel y comemos en el mismo restaurante. No tuvimos hijos, pero porque la vida no nos los dio, creo que por un poco de egoísmo tampoco consultamos a un profesional para saber el motivo y hacer algún tratamiento, de ser necesario. Estamos muy bien juntos, tanto como ese primer día, ella me tiene a mí y yo la tengo a ella.

Nos amamos.

Después de hacerlo en mi casa, nos quedamos calientes y lo hacemos en la azotea de su casa, casi nis cachan varias veces haciéndolo. .
Después del sábado, en el cual estuvimos teniendo sexo en mí casa, todos los días me la pasaba excitado, ya que en 2 semanas podríamos repetirlo, su hermano Sergio daría su fiesta, no les había preguntado a mis hermanos, ¿qué si podía ir?, pensé que no sería un problema, me dieron ganas de salir con mis perros, para bajarme la calentura, pero como la última vez,  tal vez pudo verme uno de los vecinos, además como Enrique regreso, opte por aguantarme y esperar hasta el día de la fiesta,

Aún que si tenía un poco de miedo, ya que años antes, su hermana me había encontrado encima de él, en la cama con la playera levantada, los 2 traíamos los pantalones, pero si hablo conmigo, de que eso no estaba bien, que no dejara que su hermano me tocara, ahora que era muy amiga de mi hermana, podría decirle y mi hermana decirle algo a mis padres.

Jueves antes de la fiesta, hable con mi mamá.

Oye má, ¿puedo ir con mis hermanos a la fiesta del sábado con Sergio?.

Pues no creo, es fiesta para más grandes y todavía eres pequeño.

No podía decir, que Enrique me había invitado, por que podría sospechar algo mi mamá.

Es que yo quiero ir.

Le grito a mi hermano.

Oye dice Chava, que quiere ir a la fiesta.

No puede ir, es para chavos y él es todavía un niño.

Pero mamá, yo quiero ir.

Preguntale a Sergio, si lo pueden llevar.

Además, en caso de que Sergio diga que si, ¿quíen lo va a cuidar?, no creo que María lo quiera cuidar y yo menos.

Pero mamá.

Depende de lo que diga Sergio, si a él no lo molesta que vayas, puedes ir, pero si el dice no, no vas y punto.

Me fuí todo enojado a mi cuarto, no pensé que no me dejarían ir, pero ya viendolo en perspectiva, solo tenía 10 años y medio, mi hermana ya tenía 14 años, mi hermano 15 años, algunas veces en fin de semana mi hermano llegaba con aliento alcoholíco, yo si era muy pequeño para el tipo de fiestas que ellos querían hacer, sin supervisión de un adulto, me frustre un poco, pero vería la forma de ir, para coger con Enrique, decidí ir a buscar a Enrique, para decirle, que convenciera a su hermano, de que podía ir a la fiesta, agarre y salí a buscarlo.

Ya era un poco tarde, ya estaba obscuro, por suerte estaba afuera, pero platicando en casa de otra vecina, enfrente de la casa de Claudia, esa familia constaba de los papás, 3 hermanas, un hermano pequeño y una prima, los papás casi no los veíamos, la  hermana mayor tendría como 18 años, la siguiente de edad era la prima, 17 años, luego Paty 16 años, luego la más pequeña de las hermanas 14 años y por último el niño 8 años, todas eran muy bonitas y coquetas, con cuerpos espectaculares, solo la más grande era muy llenita, pero tenía unas grandes tetas, caderas enormes, hasta el niño era muy bonito, casi todos los chavos de la callle en algún momento, intentaron andar con ellas, pero  a ninguno se le hizo andar de novio con ellas.

Camine rumbo a él, pero al acercarme, solo pase enfrente de ellos, a él no le parecio importarle que pasara, regrese a mi casa, entre y salí de inmediato, otra vez pase enfrente de ellos, pero Enrique seguía platicando con Paty, seguí caminando hasta la esquina de la calle, esperando que de regreso, Enrique hubiera entendido, que quería hablar con él, pero no fue así, ellos seguían platicando, llegue a mi casa y me metí, decidí esperar media hora para salir a buscarlo de nuevo, fuí con mi mamá.

Oye, ¿no necesitamos pan?.

Deja veo.

Fue a la cocina para ver la panera.

Tienes razón, ve a comprar bolillos y pan de dulce, por favor, no te tardes.

Saco dinero de su monedero y me lo dio.

Salí corriendo, rumbo a la panadería, esperaba ver a Enrique soló, pero para mi desgracia, seguía platicando con Paty, pase otra vez enfrente de ellos, pero ni me notaron, seguí caminando un poco molesto, pero andar con él era así, ya había entendido que cuando él tenía necesidad de coger con alguien, de inmediato me buscaba a mí, aún así me llegaba a molestar un poco, además para mi era muy importante, decirle, que mi hermano iba a preguntarle a su hermano, de que si me podía llevar a la fiesta, entonces, convenciera a su hermano, para que pudiera ir a la fiesta.

Llegue a la panadería, compre lo que me habían encargado, salí y al llegar a la esquina alguien me jalo, de inmediato gire para ver quien me jalaba, era Enrique, no dijo nada, solo me siguio jalando, me llevo al pequeño bosque que estaba atrás de la pirámide, ya que quedaba a un lado de la panadería, me llevo a un gran árbol, que estaba en medio del bosque, al ser de noche, la luces de los carros alumbraban, pero solo se veían nuestros zapatos, claro ya en la cancha de basket no había nadie jugando, aparte no se veía ninguna pareja alrededor, él no se espero, de inmediato empezó  a tocarme, me agarraba las nalgas, me besaba el cuello, yo solo agarraba la bolsa de pan.

¿Qué paso?, por que pasabas y pasabas, cuando estaba platícando con Paty.

Es que te quería decir, que mi hermano le va a preguntar a tu hermano, si me puede llevar a su fiesta, si él dice que no, no me van a dejar ir.

Él seguío con el faje, me apretaba a su cuerpo, sentía su verga en mi vientre, me excite, agarre la bolsa de pan con mi mano izquierda, lleve mi otra mano a su entrepierna, comencé apretarle la verga con intensidad, con una de sus manos alzo mi playera y comenzó a chuparme los pezones, gire a ver si nadie estaba cerca, no vi a nadie, todavía me daba miedo que nos cacharan en esa situación,  pero la calentura me gano, además era muy excitante que lo hicieramos en un lugar público y al aire libre.

Pero también, no podía perder mucho tiempo, ya que tenía que regresar a mi casa rápido, metí mi mano adentro de su pantalón, ya su verga estaba toda húmeda, comencé a masturbarlo, para que se calmara y entendiera que tenía que convencer a su hermano, ya con el liquido preseminal que botaba, fue más fácil masturbarlo, él seguía chupando mis tetas, metio sus manos adentro de mi pants y me apretaba las nalgas, su verga ya estaba muy hinchada y comenzó a palpitar, estaba cerca de venirse, yo acelere el movimiento, para que acabara.

Esperate tantito y girate.

No, tengo que irme a mi casa ya.

Mejor te cojo aquí.

Se quizo soltar, pero yo solo lo aprete más duro, dejo de moverse, lleve mi mano a su glande, seguí apretandolo, no duro mucho y se vino en mí mano abundantemente.

Ahhhh !!!!, no mames que rico.

Desabrochate el pantalón, para sacar la mano y que no te ensucie mucho.

Se hizó un poco para atrás, se desabotono el pantalón, con cuidado se bajo el calzón y pude sacar mi mano llena de semén, claro se ensucio, pero no tanto, sacudí la mano para que escurriera lo más que se pudiera, obvio no teníamos con que limpiarnos, me limpie un poco en el tronco del árbol, ya luego me agache y me limpie en el pasto.

¿Por qué no dejaste que te cogiera?.

En primera, por que estamos en medio de un pequeño bosque, a lo mejor nadie nos ve, pero a lo mejor alguien se da cuenta, en segunda, ya me tarde mucho con el pan, además si me quieres coger, convence a tu hermano, para que le diga a mi hermano, que me puede llevar a su fiesta.

Está bien, entendí.

No se te vaya a olvidar eh.

No, ya me quedo claro, pero antes de irte hazme una mamada.

Como eres necio, nos vemos el sábado y te la mamó todo lo que quieras, adios.

El se quedo un poco sorprendido, por lo que le dije, yo empecé a correr a mi casa, no me había tardado tanto, pero por de la adrenalina de la situación, pensé que era mucho tiempo, no corrí mucho y me pare, me fije si él venía detrás de mí, pero no lo ví, llegue a mi casa y me toco regaño.

¿Por qué, te tardaste tanto?

Mamá solo fueron como 10 minutos y fue por que no había bolillos, pero ya no iban a tardar en salir, por eso me tarde.

Está bien.

Le dí su cambio, me alegre de que no checara, si el pan estaba caliente todavía, al otro día ya en la noche.

Chava ven acá.

¿Qué pasó má?.

Ya le pregunto tu hermano a Sergio, dijo que no le molestaba que fueras.

Sii.

Entonces puedes ir a la fiesta de mañana.

Está bie má, gracias por dejarme ir.

Andale, ya vete.

Me fuía a mi cuarto, estaba mi hermano con cara de pocos amigos.

Te voy a llevar, pero no quiero que nos des problemas, además, no quiero que digas nada, de lo que veas en la fiesta, estamos.

Si, está bien.

Llegó el día esperado, no podía usar el short que le gustaba a Enrique, era algo formal, no tenía una panty que ponerme, ya que no encontre la panty de mi hermana por ningún lado y no pude robarle una a la vecina, así que decidí vestirme, como cualquier niño de esa época para una fiesta, pantalón de vestir, camisa y zapatos, no me sentía muy a gusto vestirme de esa forma, pero era lo usaba uno en fiestas formales, llegamos  como a las 8:00 a la casa de Enrique, ya había mucha gente, casi todos oscilaban entre los 20 años y los 15 años.

Saludamos a Sergio y nos comento que sus papas no estaban y se habían llevado a los más pequeños, que llegaban como a la 1:00 am. o sea que teníamos como 5 horas para la fiesta, mis hermanos me dejaron solo, y yo empecé a buscar a mí vecino de inmediato y empecé a imaginar como nos podiamos divertir nosostros dos, pero cual fue mi sorpresa que al verlo estaba con Paty.

Me puse casi enfrente de él, pero era como si no existiera, ella iba acompañada de su prima, que platicaba y bailaba con otro chavo de la fiesta, Enrique y Paty estaban platicando y bailando, me senté en una silla esperando que él me fuera a buscar, pero eso no paso, me paraba y pasaba cerca de ellos para ir por comida o una bebida, regresaba a mi silla, algunas veces paso a mi lado, él solo.

¿Por qué, tan enojado?.

Se reía, seguía su camino, estaba que me llevaba el tren, así me dieron las 9:30 pm., trate de buscar a mis hermanos, para decirles que ya me iba, pero no los ví, como conocía bien la casa, aparte nadie me ponía atención en lo que hacía, me salí por el patio de atrás para subirme a la azotea, para que se me bajara un poco el coraje.

La azotea ya estaba un poco diferente, de cuando me cogio la primera vez ahí, el papá de Enrique se había vuelto un poco neurotico, se enojaba con nosotros, si la pelota pegaba en sus vidrios, salia de inmediato a gritarnos, también se peleaba con el vecino de a lado, por que era mécanico y dejaba lleno de grasa la calle, ponía sus coches y luego tapaba su entrada.

Aparte el mecánico empezó a contruir unos cuartos arriba, entonces el papá de mi vecino había echado una barda alrededor de toda su casa como de 1.30 mts. para que los hijos del vecino, no se pasaran a su azotea, también había ramas de un árbol, del vecino de atrás, estas llegaban hasta el techo de los cuartos que construyo el mecánico y tapaba un poco la orilla de la casa de mi vecino, pero era peligroso, ya que estaba en la orilla de su casa.

Me recargue en la barda viendo para la calle, muy poca gente pasaba, todavía estaban jugando unos chavos futbol, pero no eran mis amigos, al lado de mi casa teníamos un poste de luz, iluminaba la azotea de mi vecino y la casa del mecanico y parte de la calle, pero la iluminación no era tan potente, ya que el foco estaba muy sucio.

Como a los 5 min. llegaron los papas de Paty, para recogerla a ella y a su prima,  me empecé a reír por dentro, ya que  mi vecino, se iba a que dar soló jajaja, vi como se iban los vecino a su casa, pero en eso siento que me llega por atrás y me gire para quedar de frente a él.

Por que te saliste.

Salí a tomar el aire.

No es cierto te dieron celos, por que estaba con Paty.

No es cierto, estas loco.

Bueno entonces podemos tener sexo aquí, ¿no?.

Si quieres, orale.

Sentí un nudo en la garganta por el coraje y por que dentro de mí sabía que la estaba regando otra vez,  pero caí en la trampa, me quizo dar un beso en la boca pero hice de lado mi cara, no me nacía besarme con él. 

Que paso, no que no estabas celoso, se saco la verga por el cierre, entonces dame una mamada.

Si, como te lo prometí el jueves, yo no rompo una promesa.

Enrique se puso viendo a la casa del mecánico, cuando subí había visto, en una esquina de la casa, varias cajas de cartón aplastadas de buen tamaño, no se de que eran, pero fuí a tomar 2, las puse a un lado de Enrique, como si fuera una cama,  me pegue a la pared, me senté sobre las cajas, él se me quedo viendo, como diciendome, ponte donde estoy, no me importo  y lo jale hacía mí de forma un poco brusca, él solo se reía, se acomodo de frente a mí y abrio un poco las piernas para que yo quedara en medio, y puso sus manos en el borde de la barda para disfrutar de la mamada.

Empecé a meterme su verga en la boca, agarre la base con una mano y me concentre en mamarle solo el glande, y con mi otra mano le agarre los huevos, primero suavemente pero como tenía mucho coraje se los empecé apretar más fuerte, él ya estaba gimiendo, pero no se si, por que le dolio o lo estaba disfrutando, me iba a reclamar pero en eso la cuñada del mécanico iba subiendo y como la escalera estaba pegada a esa pared, pues vio a mi vecino.

Que haces solo acá arriba y no estas en la fiesta.

Yo me quede frío, por que pensé que nos podía ver y pare la mamada.

Es que hace mucho calor en la fiesta, y salí a refrescarme un rato, y tu que haces por acá arriba.

Vengo a ver, si mi hermana todavía esta despierta para platicar un rato.

A orale, yo creo que si, por que se ve la luz de la cocina prendida.

Entonces me di cuenta que desde ahí no nos podría ver, por que ella estaba a la mitad de la escalera y la diferencia de altura era considerable, pero si ella llegaba a su azotea, se asomaba a la azotea de mi vecino, si me podría ver, yo esperaba que ya dejaran de platicar, pero mi vecino siguio platicando.

Punto y aparte, una vez a esa vecina, la agarraron cogiendo con su novio, en el coche de él. estando enfrente de su casa, claro nos dimos cuenta por que llego la patrulla, se hizó el relajo, pero no se los llevaron, otra anecdota de ella, un sábado en la mañana, estaba la vecina coqueteando con el tamalero y con mi vecino, ya era grande como 24 años, era soltera, no era bonita, pero tenía un  cuerpo espectacular, era alta como 1.70 mts., blanca, cabello pintado de rubio, unas tetas muy ricas, unas nalgas exquisitas, a lo mejor no era fea, pero usaba unos lentes muy gruesos, acá en México, les decimos de fondo de botella, era algo exhibicionista, de lunes a viernes trabajaba de secretaría, casi siempre andaba de traje sastre pegado, pero los fines de semana, casi siempre andaba con playeras sueltas, sin brassier, minifaldas o shorts muy pequeños, los que vivíamos enfrente de su casa o cerca, la espiabamos cuando salia de su casa, para ver que traía puesto y si podíamos ver sus tetas.

Ese sábado, me acerque para decirle a mi vecino que si ya estaba preparado para cogerme en la noche y así calentarlo más, al acercarme a ellos, vi que tanto el tamalero como mí vecino miraban a la altura de los pechos de la vecina, salude a todos y me puse de frente a ellos, subían la vista viendo a la vecina pero luego la bajaban, hasta que me dio curiosidad y me di la vuelta para quedar de frente a ella y entendi por que ni caso me hacía.

Ella traía un grueso gaban, que le tapaba por atrás de las rodillas, pero en la parte de adelante estaba abierta, ella ese día, traía una playera de tirantes desgastada, se podían ver sus pezones grandes, de un color rosado claro, ella se movía de un lado a otro cuando platícaba, por lo tanto sus tetas iban de un lado a otro, si era muy cachondo ver como se movía, en la parte de abajo traía un minishort, que parecía que ella lo había hecho de un pantalón de mezclilla, ya estaba mal cortado, en eso grito su mamá.

Maricela, ya metéte, no andes de loca.

Hay voy, no me estes molestando.

Ella se giro a nosotros y se despidio, al dar la vuelta, metío sus manos a las bolsas del gaban y lo alzó dejandonos ver sus preciosas nalgas, y nos guiño un ojo y se fue riendo.

El recuerdo de ese par de tetas me excitó y volvi a la mamada, ya que a mí vecino no se le había bajado la erección, cuando empecé de nuevo la mamada, mí vecino casí se doblo de gusto.

Te sientes mal?.

No es solo que me dio un pequeño dolor de panza, pero ahorita se me quita.

Ellos siguieron hablando, mientras yo me esmeraba en mamarle la verga, con cuidado me la metía toda a la boca, no quería que me dieran arcadas y que la vecina oyera ese ruido peculiar y preguntara que pasaba, me la sacaba de la boca, lo masturbaba un poco y me la volvía a meter, el no hacía ningún movimiento de cadera, para metermela toda, cuando estaba a punto de venirse en mi boca, bajo una de sus manos y me la puso en la cabeza, yo espantado me detuve y solo deje su verga en mi boca.

Bueno te cuidas, hasta luego.

Adiós.

La vecina siguio subiendo la escalera y se fue a tocarle a su hermana, mí vecino espero a que se metiera y se agacho, los dos estabamos jadeando, eso que habíamos hecho fue muy excitante, era otro nivel que habíamos subido, solo me tiro boca abajo y con deseperación me quería bajar pantalón, hasta me lastimo un poco, logre desabotonar mi pantalón y el lo bajo, se puso encima de mí, yo me abrí las nalgas con las manos, escupio en su mano  me lo embarro y me penetro de inmediato, empezó con los movimientos de forma desmedida, gracias a Dios, había puesto los cartones, si no, me abría raspado algo.

Era muy excitante, él se agarro de mis hombros, para darme una penetración más profunda, yo solo disfrutaba las sensaciones, oía la música de la fiesta, cuando llegaba a pasar algún coche, de repente paro el movimiento, pero me agarro de la panza, me levante para ponerme en 4 patas, como me la había sacado, puso sus manos en mis nalgas y las abría al máximo,  se puso a mamarme el culo, pero seguía muy intenso, apretaba mis caderas de forma muy ruda, no se, si por vengarse de que le estaba apretando los huevos, cuando le estaba dando la mamada, cuando estaba platicando con la vecina.

No duro mucho haciendo esto, con su mano empujo mi espalda, para que bajara solo mi tronco y mi ano quedara más expuesto, se levanto y me penetro rápido, parecía loco, solo se oía nuestro gemidos y como chocaba su pelvis con mis nalgas, ya no duro mucho, se vino dentro de mí, termino y se dejo caer en mí, nos quedamos en esa posición, solamente jadeando, ya más calmados, se escuchaba la platica de las vecinas, ya que la cocina estaba pegada a la casa de mi vecino, yo ya me había cansado de estarlo cargando en esa posición.

Oye de casualidad traeras papel para limpiarnos.

Salio de su letargo, metio las manos a sus bolsas del pantalon y saco muchas servilletas, me saco la verga, nos estabamos limpiando cuando escuchamos la puerta de atrás que se abría, él se subio el cierre y se paro, yo solo atine a brincarme la barda para caer en el techo del vecino, y me quede quieto, eran su hermana y mi hermana.

Oye no has visto a mi hermano.

No, tiene poco que subí, aunque creo que andaba en la calle jugando con otros vecinos.

Se asomaron por el lado de la calle y vieron que más adelante estaban jugando algunos niños todavía.

Ya vez, a de andar jugando allá adelante, no te preocupes, vamonos para la fiesta, ya cuando se vayan vamos por él y tu metete Enrique.

Esta bien, bueno gracias.

Gracias a dios, las vecinas no oyeron, que estaba en su azotea, me acabe de limpiar mas o menos, guarde las servilletas que me sobraron, me subí el pántalon y medio me acomode la demás ropa, oía lo que platícaban Enrique con nuestras hermanas, me pegue a la barda, me dio miedo que la hermana Enrique o mi hermana se asomaran y me encontrara ahí, que les iba a decir, poco a poco fui bajando las escaleras, a medio camino me hablo Enrique, pero muy bajo.

¿ A dondé vas?, subete.

Pero.

Que te subas.

Volví a subir la escalera, hasta poder pasarme a su casa  otra vez.

No mames, ¿estuvo rico sentir esa adrenalina no?.

¿Comó crees? casi nos cacha la vecina y luego nuestras hermanas.

Vente vamos a coger otra vez.

Pero es peligroso, vamos a otra parte, a tu cuarto.

Estas loco, ahí si nos cachan, mejor aquí, no vamos para atrás, ahí no nos vería la vecina y si sale alguien al patio rápido te vas a la escalera como ahorita.

Agarro los cartones y nos fuímos a la parte de atrás de la casa, la cocina del vecino estaba encendida, no se veía nadie, no creo que oyeran lo que decíamos por el ruido de la fiesta, puso los cartones debajo de las ramas del árbol, corrimos con suerte ya que las ramas eran gruesas y el follaje era tupido por ser casi fin de verano, nos tapaban pero si alguien salía de la casa de Enrique y ponían atención quiza nos podrían ver, la iluminación del poste no era tan potente en donde estabamos nosotros, pero lo malo era que estabamos en la orilla de sus casa, eso si era peligroso, 

Oye, pero si tu vecino se asoma nos puede ver.

No te preocupes, conozco bien al vecino y él no diría nada, ademas no creo que pueda ver, quienes somos.

Y los de la fiesta, si salen nos podrán ver.

No creo, esperame tantito.

Agarro, bajo las escaleras sin hacer ruido, se coloco en la puerta, dirigio la mirada a donde estaba yo, yo por miedo no me movía, estaba con la sensación de que la estaba regando otra vez, pero mi calentura era mayor, él empezó a subir las escaleras, se fue a donde estaba.

No se ve nada, solo si llegan a salir, no hay que movernos, por si las dudas.

Estas seguro, que no se ve nada.

Con un carajo,que  no se ve nada.

Esta bien.

Quitate la ropa.

Pero.

Que te la quites.

Me quite la camisa y el pantalón, los deje a un lado, solo me quede con los zapatos puestos, el clima era caluroso, no se sentía nada de frío, él se quito solo el pantalón, ya tenía la verga bien parada, yo estaba igual, aún que la mía seguía siendo muy pequeña.

Oye, tu ponte del lado de la orilla de tu casa, no me vaya a caer.

Ah, como jodes.

Yo me puse del lado del cuarto del mecánico, las ramas solo tapaban la mitad de ese cuarto, se acosto con la cabeza pegada a la orilla de su casa.

Me prometiste, que ibas a mamarmela hasta que me cansara ¿no?.

Si.

Pues orale, cumple con tu promesa.

Iba a ponerme encima de sus tobillos, para comenzar a comermela.

No seas pendejo, vamos hacer un 69.

Yo me quede quieto, no sabía que era eso, él se dio cuenta.

A ver, ponte encima de mí, pero que tu culo, quede encima de mi boca y que mi verga quede en tu boca.

Todavía un poco indeciso, me puse encima de él, me agarro las cadera y me bajo poco apoco, hasta que sentí su lengua en mi ano, senti un gran escalofrío, si había medio limpiado mi ano, pero todavía tenía semén adentro, eso lo excito creo, por que me mordía las nalgas, pasaba su lengua en mi nies, era muy rico, salí de trance y agarre su verga, no se por que, pero cada que cogíamos, me parecía que le crecía un poco más, de la última vez que lo habíamos hecho, baje su prepucío y quedo su glande afuera, me lo metí a la boca, solo me dedique a mamarle esa parte, era muy rico sentir como mi boca pasaba de su glande a su tronco, pero de forma intensa, me lo metía y me lo sacaba, mi mano apretaba su tronco

Al sentir él esto, me abrazo con una de sus manos la espalda baja, me bajo más, mi verga pegaba en su barbilla o en su pecho, sentí como se me estuviera masturbando, eso era muy rico, mi boca se llenaba de su presemen, me lo tragaba, para mi la posición no era tan cómoda, ya que no estaba recargando mi cuerpo en él, mis rodillas estaban muy abiertas y mi cuello me empezaba a doler un poco, pero si le decia algo, como siempre se iba a enojar, así que decidí hacerlo acabar, para que me pudiera parar.

Solte su tronco y agarre sus guevos con una mano, mientras que con la otra me apoyaba en el techo, logre meter toda su verga en mi boca, movía mi garganta como si quisiera pasar saliva, para que su verga sintiera como si se la apretara, el dejo de comerme el culo, pensé que acabaría pronto, pero no fue así.

No mames, que rico se siente cabrón, mhmmmm.

Intensifique la mamada, de repente me dio una nalgada.

Oye, que te pasa.

Me empujo para adelante, lo cual hice, con sus manos en mis caderas, me puso encima de su verga, me penetro de una estocada.

¿Por qué? 

En eso, oímos que salían al patio, yo me quede frio, ya no le reclame la nalgada, yo seguía hincado, solo mis ojos fueron a la dirección de donde venía las voces, era su hermano con otro chavo de la fiesta, lo reconoci por la voz, si me fije que no veían a donde estabamos, mi vecino al parecer no le importo, con sus manos levanto mis caderas y luego las bajo, lo mire y el solo me hizo una señal con la mano, que me callara y que siguiera cogiendo, yo todo temeroso empecé a bajar y a subir, puse mis manos al lado de sus tobillos para apoyarme y moverme mejor. 

El hermano de mi vecino prendio un encendedor, nos lllego un olor como a cigarillo, pero olía un poco diferente, él le dio una calada profunda y retuvo el humo, se lo paso a su amigo, así le dieron 3 caladas cada uno, mientras fumaban estaban platicando.

Oye, esta buena.

Si, es lo más nuevo.

¿Sale muy cara?.

No, solo un poco más de lo normal.

Nosotros seguíamos cogiendo, otra vez me calente, ya que nos podían ver cogiendo, como nos paso, cuando le mamaba la verga, mientras él platícaba con la vecina, por la posición él casi no se podía mover, yo todavía no sabía moverme bien, subía muy poco, más bien me hacía para adelante y para atrás, poco a poco fuí agarrando velocidad, me dieron ganas de hacer de la pipí, en eso oímos que decía la otra persona.

Oye, no hay alguien entre las ramas.

Gire para ver, hacía donde estaban mirando, miraban a donde estabamos nosotros, pero no fijaban la vista en algún lugar, los dos nos quedamos quietos.

Estas loco, ya te pego jajaja.

Si, tienes razón, vamos a meternos y al rato salimos a fumar ota vez.

Entraron a la casa, oímos que cerraban la puerta, Enrique me dio una nalgada otra vez, me sorprendio, grite un poco me quede quieto, pensando que me habían escuchado, pero no salio nadie de la casa, gire a verlo.

Ponte como si fueras a cagar.

Dude un poco, me pare.

Ponte a bajo de mi verga y baja como si hicieras una sentadilla, me acomode y fuí bajando, él cuando baje lo suficiente, me agarro de las caderas y se acomodo un poco, cuando sentí su verga en la entrada de mi ano, él la acomodo entro sin problemas, seguí bajando un poco, todavía no me la metía toda, otra vez me nalgueo.

Muevete.

Apoye mis manos en el suelo, para tener más confianza en el movimiento, parecía un luchador de sumo jajaja, por la posición en la que estaba, comencé a moverme, sentía más rico, pero me costo un poco, medir la distancia cuando subía, por lo tanto su verga salía de mí, él me paraba con una mano, se volvía acomodar, empecé a tomar ritmo, a veces se salía y yo seguía con el moimiento de bajar, cuando subía otra vez, él rápido acomodaba su verga otra vez, como siempre, yo ya me estaba cansando de las piernas, baje el ritmo, él se dio cuenta, 

Esperate ahí.

 Me quede quieto, él empezó a mover la cadera, me estaba penetrando, poco a poco empezó a tomar ritmo, note como su verga empezaba  a palpitar, de repente me agarro de la panza y me jalo, casí lo aplasto, pude poner mis manos en el techo, a cada lado de su cuerpo, quede como el exorcista cuando baja de la escalera jajaja, le metio más velocidad, hasta que se vino por segunda vez, me tenía agarrado de la panza, cerca de techo, yo si fuí consciente y me deje caer de lado, él no me solto, quedamos de cucharita, todos sudados, cansados, pero felices.

No mames, que rico.

Si.

Todavía su verga estaba dentro de mí, no se le bajaba, me empezó acariciar las tetas, me mordía la espalda, seguía con mucha intensidad, otra vez oímos que se abría su puerta de la cocina, él se detuvo, con cuidado de no hacer ruido, me solte de él, agarre mi pantalón y saque las pocas servilletas que me quedaron de la primera vez, me limpie el culo lo mejor que pude, el me jalo otra vez, pero me negue, por el sonido de las voces, notamos que eran 3 personas, lo más rápido que pude me vestí, me acerque al límite de donde llegaban las ramas del árbol, trate de oír, si la vecina seguía platicando con su hermana, efectivamente seguía ahí,saque la cabeza y no se veían  ninguno los tres chavos, Enrique me jalo de nuevo, pero con mucho cuidado, salí rumbo a la parte donde me podía brincar a la azotea del mécanico, lo logre,  gracias a dios no salio nadie que me viera, solo cruce la calle y toque, mi mamá me abrio.

Y tus hermanos.

Ya no tardan, es que me andaba del baño y me vine rápido.

Me metí al baño, para acabarme de limpiar bien.

Como a la media hora. llegaron mis hermanos, regañandome, por que, no les había avisado que regresaba a la casa, eran las 11:30 de la noche, estuvimos cogiendo como hora y media, bueno no todo el tiempo, ese día si acabe más cansado, pero muy satisfecho con lo que habíamos hecho.

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Lo que me paso ha cambiado mi vida completamente desde hace 15 días: Al lado de mi casa viven dos hermanas hace ya muchos años, Fabi de 23 años y Lore de 31. Si bien estas mujeres estan muy buenas yo nunca las miraba con ojos de hombre porque nos habiamos criado juntos y eran como si fueran mis primas o algo por el estilo. La madre de ambas vivió con ellas hasta hace 2 años atrás, cuando Lore (la mayor) se casó y junto con su marido ocuparon esa casa. Pero el matrimonio duró solo 3 meses y como la mamá de las chicas se había juntado con un tipo, Fabi se vino a vivir nuevamente con su hermana.

Un día, me disponía a arreglar el techo del quincho del fondo de mi casa, por lo que tuve que subirme al mismo para ver cual era el problema. Al hacerlo observaba todo el patio de la casa de las chicas ya que hace unos años hemos construído un muro que nos separa y obviamente obstaculiza la visión. Al mirar vi que Fabi, la menor de las hermanas, estaba tomando sol con una tanguita infartante, ella no podía verme ya que me tapaba un árbol, por lo que decidí observarla mas detalladamente. Esta situación, aunque tonta, no dejaba de excitarme, era algo raro poder mirarla con ese cuerpo impresionante toda transpirada sin que ella supiera de mi.

Lentamente comencé a recorrer su figura y me di cuenta de lo espléndida que estaba, era increíble como esa chica que jugaba conmigo de niños, ya era una mujer, Y QUE MUJER!!!. Empecé a tocarme mientras miraba esos pechos que parecían tener el tamaño ideal, bien redondeados y esa tanguita super pequeña que llegaba a perderse entre sus piernas, y su cuerpo mojado por la transpiración dejaba caer gotitas que le recorrían todo el cuerpo hasta perderse en su ombligo. De repente y sin querer produje un ruido que hizo que Fabi desviara la mirada hacia donde yo estaba. No sabia que hacer entonces fingí que trabajaba y ella me saludó con una sonrisa muy picarona en su rostro, como si se hubiera dado cuenta de todo. Mi inexperiencia me hizo pensar mil cosas y me preocupaba que ella pensara que ya haya subido al techo solo para espiarla, cosa que en un primer momento no era cierta.

Pero para mi asombro, me empecé a dar cuenta que Fabi se desprendía el corpiño de su malla, como para hacer topless, por lo que no dude en girar la cabeza para volver a verla. Ella sin siquiera inmutarse por mi presencia, recorrió sus pechos, que ya dejaba ver unos pezones pequeñitos y como para comérselos, se pasó bronceador apretando esas tetas con mucha fuerza como para que yo lo notara (estoy seguro de ello), se paró y casi como si se hubiera aburrido de mi, se puso boca abajo y tomó sol de espaldas. Aunque su culo era espectacular, todo mojadito y con la tanguita metida hasta el fondo, yo no podía dejar de pensar en que esta mujer estaba esperando que yo cruce el muro y le haga el amor allí mismo. Sin embargo yo era tan tonto que baje del techo, fui a casa y me masturbe como loco pensando en ella. Yo creía que esto era todo, que de aqui en mas, de vez en cuando yo subiría al techo, la vería, me masturbaría y quien sabe algún día vería sus pechos otra vez.

Sin embargo, esa misma noche, yo estaba solo en casa cuando Lore, la hermana mayor, vino a pedirme si podía cambiarle la rueda al auto porque estaba pinchada. Obviamente no dudé pero mi miedo de ver a Fabi después de lo que había pasado a la tarde era terrible, no sabía si me diría algo o si simplemente lo dejaríamos así, lo cual iba a hacer yo. Cambié la rueda, algo muy común para mi, porque me encanta la mecánica, (cosa que las chicas sabían) sin ver en ningún momento a Fabi, por lo que deduje había salido y cuando volvía a casa Lore me dijo que no me dejaría ir sin pagarme el favor. Sin dudas en mi mente la idea de cobrarme (como todos piensan) pasaba una y otra vez, pero lógicamente nunca diría una cosa así, por lo que le hice un chiste sobre que me lo cobraría pidiéndole algún día un poco de azúcar (ven lo ingenuo que era).

Lore se acercó a mi, apretó sus pechos contra mi cuerpo mirándome fijamente a los ojos y me dijo que tenía una cervecita bien fría en la heladera para por lo menos sacarme la sed por mi trabajo. Acepté, volvimos a entrar a la casa, trajo una cerveza helada, como si la tuviera preparada, y la tomamos en segundos. Allí trajo otra y otra y otra, y al darme cuenta ya estabamos hablando de nuestras experiencias sexuales, materia que tenía muy presente aparentemente porque tenía miles de historias. Yo relataba las noches y noches que cogía con mi novia solamente.

En un momento empezó a acariciarme la entrepierna como si nada, seguía hablando de otra cosa y me pasaba la mano una y otra vez. Yo estaba que explotaba, ella seguía relatándome como se la chupaba a su ex novio mientras me desabrochaba el pantalón, me bajaba el cierre y empezaba a masturbarme. No sabía que hacer, ella lo tomaba como si no estuviera haciendo eso, seguía con sus historias y me hacía una paja que me moría.

De pronto se paró y mientras me preguntaba si traía otra cerveza, se levantó la pollerita, bajó su bombachita, tenía un culo espectacular, era grande pero firme y su conchita estaba toda depilada, yo no decía una palabra, ella agarró mi pene, que estaba que reventaba de erecto, se sentó encima mío y lo metió en su conchita humeda pero muy calentita e increíblemente estrecha, era como si fuera la concha de una niñita, tal vez era porque mi pene estaba tan duro como nunca creí que pudiera estar.

Mirándome a los ojos me decía cogeme, cogeme!!! mientras saltaba encima mío, yo no podía mas, me dijo pedime lo que quieras, te voy a dar todo, yo estaba tan a gusto que no me animaba a echar a perder ese momento haciendo alguna petición estupida, por lo que no dije nada. Ella insistió, dale que querés??, y añadió mi culo, una chupada, mi hermana, EHH?, no podía creerlo, me estaba ofreciendo a su hermana, yo la mire sorprendido, mientras ella seguía saltando arriba mío, y me volvió a decir: si, mi hermana, la que espías desde tu casa, la queres acá?.

En ese momento paro de saltarme mientras sentí como acababa, me clavó las uñas en la espalda y me puso un pezón en la boca para que se lo chupe. Yo no acabé pensando en lo que me dijo, ella saco mi pene aún erecto de su vagina, se paró y tomó una mano detrás de una puerta, era Fabi, que estuvo todo el tiempo en su pieza con una camarita filmando todo. Lore le dió un beso en la boca a su hermana, metiéndole la lengua hsta el fondo y me dijo: ahora le toca a ella, yo seguía tirado en ese sofá con mi pija durísima. Fabi me dijo asi que te gusta espiar, vas a tener que cobrarme el favorcito del topless, se levantó la remerita que tenía puesto (lo único que tenía puesto), me tiró al piso y con sus rodillas sostenía mis brazos mientras me puso la concha en mi boca sosteniendo mis cabellos con sus manos y me decía chupame, chupame que no aguanto!!!,

comencé a meterle la lengua hasta el fondo, ya estaba todo mojadita por lo que deduje que se estuvo masturbando desde su pieza. De repente soltó mis cabellos y puso sus manos en sus pechos mientras yo se la chupaba, los apretaba mas fuerte que esa tarde cuando tomaba sol, metió un dedo en su boca y lo llevó hacia su culito, metiéndolo y sacándolo. De golpe sentí que me la chupaban, era Lore que ya estaba lista para seguir, y empezó a divertirse con mi pene, pasaba su lengua como si fuera un helado que se disfruta un día de mucho calor. Yo no aguantaba mas, y ya jugado con esta situación por fin di un paso adelante yo. Saque a Fabi de arriba mío, agarré la cabeza de Lore que aún la chupaba, y las puse a ambas de espaldas. Les dije que apoyaran sus manos en el sofá en posición perrito, ellas se miraron, sonrieron y lo hicieron inmediatemente, de repente tenía estos dos culitos espectaculares enfrente mío, pidiendo ser el primero sentir mi pija adentro, las dos me decían a mi, dale a mi, yo los observé un rato y apoyé mi pija un rato en cada cola como probando con cual me quedaría, cuando se la apoyé a Fabi era como si un deseo oculto de toda mi vida apareciera, en ese momento era mágico, quería metérsela mas que nada en el mundo, ella sintió mi pija y gimió de manera que parecía que le hubiera pasado lo mismo que a mi, agarré mi pene que ya estaba con algunas gotas porque había eyaculado un poco en la boca de Lore sin llegar al orgasmo, metí un dedo en su culo para ir agrandando el agujero y de golpe le metí la cabeza lentamente mientras con una mano le metía un dedo en el culo a Lore que tenía un agujero mucho mas grande que el de Fabi, por un momento mantuve la puntita adentro y cuando Fabi me dijo dale, dale de un golpe se la metí hasta el fondo, sentí como su culito apretaba mi pija y Fabi pegó un grito mezcla de placer con dolor que me excitó aún mas, empecé a metérsela hasta el fondo ella gritaba y clavaba sus uñas en el sofá, pero se notaba que lo disfrutaba, yo seguía con todo hasta sentir sus nalgas golpear con mi huevos, saqué mis dedos que ya eran dos del culo de Lore y me dedique exclusivamente a Fabi, apretaba sus tetas y ella gritaba hasta que no aguante mas y me vine como nunca en mi vida, sentí como mi leche le entraba en su culito cuando rapidamente ella me empujó para que esto no pase, sentí como si me estiraran el pene porque salió rapidamente de su culo pero como yo estaba en lo mejor no me dolió mucho sin embargo quería acabarle en ese culo pero ahí me di cuenta de lo que ella quería, en un segundo dejó de estar su culo en mi pija para sentir su boca chupando todo mi semen, se arrodilló chupo lo último de mi acabada con un placer con el que jamas nadie me la había chupado, y se metió los dedos en la concha mientras su suspiro dejó muestras de la acabada que había tenido ella también.

Dejé un rato mi pija acabada en su boca, ella cerro los ojos, Lore nos acariciaba a ambos y nos quedamos asi unos segundos que parecieron horas. Era el mejor sexo que jamas había tenido en mi vida y recién allí me di cuenta lo que era realmente el sexo, sin preguntas, excusas, ni amor, solo sexo… Al irme ese día las chicas me dijeron que esto lo habín planeado hacía mucho tiempo porque veían mi timidez y las excitaba el poder enseñarme cosas (y como lo hicieron). Esa orgía con las hermanas no la volví a repetir pero desde hace 15 días a la fecha, cuando tengo ganas de echarme un buen polvo, solo cruzo el muro y alguna de mis vecinas siempre esta dispuesta. Eso si, nunca menos de 2 horas porque siempre quieren sexo super completo: oral, vaginal, anal, etc. etc.

etc….Así que debo ir bastante pasado en copas y bien descansado. Bueno, esta es mi historia, un poco larga lo sé pero era necesario detallar algunas cosas. Si les gustó me gustaría contactarme con ustedes para escuchar comentarios, mi mail es [email protected]. Gracias.

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Por la mañana cuando nos despertemos lo primero que hice fue preguntar a Vicente cómo se encontraba, me contestó que ya no le quemaba la piel y se notaba porque ya no estaba colorada como por la noche tenía un tono rojizo pero nada fuera de lo normal. .

Por la mañana cuando nos despertemos lo primero que hice fue preguntar a Vicente cómo se encontraba, me contestó que ya no le quemaba la piel y se notaba porque ya no estaba colorada como por la noche tenía un tono rojizo pero nada fuera de lo normal.

Le dije que si se duchaba se colocara un poco más de aftersún y me dijo que se lo dejara preparado

Alex seguía dormido al igual que Pedro, yo me levanté para ir al baño y cuando volví a la cama Pedro no despertaba pero Alex ya estaba tumbado encima de Vicente pecho con pecho y le andaba preguntando si se encontraba bien, Vicente como siempre bien cariñoso con los peques le daba besitos en la cara y le decía que si se encontraba mucho mejor mientras lo tenía bien agarrado con un brazo por la espalda sobándola y otra en las nalgas de Alex amasándoselas y diciéndole que los tenía bien carnosos jajaj Alex al igual que Vicente durmió desnudo y como cualquier hombre amaneció bien duro cuando lo vi le dije que fuera al baño a orinar para que se le bajara el empalme pero Vicente dijo que él se lo bajaba y en un momento agarró al niño como si fuera un muñeco y hizo que se colocara sentado abierto de piernas en su pecho para después sin mucho esfuerzo meterse la polla de Alex en la boca por completo le estuvo chupando el pito al niño asta que este tuvo su orgasmo seco después se levantó y corriendo fue al baño a descargar la vejiga.

Cuando volvió se lanzó encima de Vicente otra vez y le dijo algo al oído, yo de primeras no me enteré pero en cuanto Vicente le contestó supe que le había pedido que se la metiera. Vicente le dijo que él la tenía muy grande para metérsela y que mejor despertara a Pedro, Alex le dijo que yo ya se la había metido y como la tenía igual a mí no le dolería tanto que quería que probara, pero Vicente le dijo que en otra ocasión sería.

Alex le insistió un poco pero Vicente sabía por experiencia propia  era mejor no hacerle nada, pero Alex siguió en la suya de querer hacer algo con Vicente, al final le tuve que decir a Alex  que no insistiera más que si Vicente no quería no podía obligarle, Alex con el morrito torcido terminó aceptando que Vicente no quisiera hacer nada y se limitó a seguir estando encima de el frotando su sexos y dándole besitos a mi sobrino durante un rato.

Al final Vicente de tanto roce se terminó empalmando y cuando Alex lo noto se colocó sentado en los muslos de Vicente y le agarró la polla para empezar a jugar con ella moviéndola para los lados sacudiéndola contra la barriga de Vicente también le amasaba los huevos y mientras lo hacía nos decía que le parecía más gorda y grande sin pelos y que la tenía igual a mí de verdad, después se acercó un poco dejando su pene pegado al de Vicente y comenzó a comparar tamaños largura grosor y asta los huevitos los quiso comparar.

Así estuvo un rato asta que se cansó de eso y si montó de nuevo en el pene de Vicente dejando la verga en la raja de sus nalgas y empezó a moverse como si estuviera cabalgando a Vicente, mi sobrino lo agarró de as caderas y le fue marcando el ritmo. Alex cada vez se movía con más maestría y de vez en cuando hecha a la mano a tras para poder tocarle los huevos a mi sobrino, Vicente le dijo que no los apretara que sino se correria muy rápido.

Alex dejó de tocarle los huevos y se dejó caer en el pecho de Vicente mientras seguía moviéndose de delante atrás buscando darle placer a Vicente.

De tanto mirarlos me tenían un poco excitados así que me gire a ver a Pedro que seguía dormido dándome la espalda y con él también estaba desnudo no me aguanté y empecé a pasarle los dedos por el trasero asta que logré meterle dos de golpe después se los saqué me escupí en ello y los volví a meter cuando lo vi más o menos lubricado me le acerqué con la poya dura como piedra y se la fue clavando poco a poco, pero Pedro despertó al sentirme dentro de él, giró la cabeza a mí y me pidió que lo besara así como estábamos de cucharita no podíamos hacer mucho así que le pedí que me cabalgara un ratito como me gusta que lo haga, se la saqué él se levantó de la cama dejándome que yo me colocara tumbado en la cama y después se sentó y el mismo agarrándome la polla se la fue clavando asta tenerla toda bien a dentro después lo agarre de la cintura y le pedí que se moviera, al principio lo hacía lento asta que se acostumbró y se pasó la molestias de no a verle lubricado nada y cuando dejó de sentir molestias el mismo fue agarrando ritmo.

No tarde mucho en correrme la verdad estaba tan excitado por ver a los otros dos jugueteando que en menos de 5 min ya me había corrido.

Cuando pedro noto que me había corrido se salió de mí y se fue corriendo al baño a hacer sus necesidades. Yo lo acompañé porque vi que en mi pene había restos de semen y de heces.

Cuando volvimos del baño Vicente le decía a Alex que se iba a correr ya, así que Alex se colocó de nuevo en los muslos de mi sobrino y empezó a mastrubarlo a toda velocidad asta que Vicente soltó toda su carga en su barriga pecho y parte en la cara, Alex le dijo que soltaba mucha leche y después chupo un poco de lo que le había quedado en la mano para después decir que sabía un poco amarga y que le gustaba más el sabor de la mía, yo le dije que eso sería o por la crema o por qué Vicente no había ido al baño a orinar aún.

Alex se levantó de las piernas de mi sobrino y dejó que Vicente fuera al baño a lavarse un poco, les dije que mejor nos levantamos ya y nos damos una ducha rápido

Al entrar en el baño Vicente ya se estaba duchando así que esperemos a que terminara para después entrar yo con el peque y cuando termine de ayudar a Alex a que se duchara bien lo mandé con Vicente y le dije que lo ayudara a secarlo y le dije a Pedro que entrara en la ducha, no tardemos nada en salir y estar vestidos bueno vestidos con el bañador y camisetas de tirantes bajamos a desayunar algo y la terminar nos fuimos a la piscina.

Eran las 10 de la mañana apenas habían personas, escogimos un sitio con sombrillas para evitar un poco el sol, pero aún así les dije a todos que se colocaran protección,

Después de ponerme un poco de protección, Alex me pidió que se la pusiera a él lo senté en mi regazo y después de quitarle la camiseta le tiré crema por varios sitios del cuerpo, después se lo esparcí por el cuerpecito asta que se fue absorbiendo por la piel.

Cuando lo dejé bien embadurnado le dije que esperara un momento antes de meterse a la piscina.

Estuvimos un rato sentados debajo de la sombrilla cuando empezaron a llegar el resto de chicos del grupito de amigos que hemos hecho en la urbanización, fueron llegando y colocando sus cosas al lado de nuestra sombrilla casi todos venían medio quemados del sol no solo mi sobrino jajajaj les dije que se colocara protección y le di mi bote se lo fueron pasando entre ellos asta que se agotó.

Después me fui a la piscina con Alex y nos estuvimos tirando un rato desde la parte más onda donde hay un trampolín de esos bajitos. Poco a poco los demás se fueron acercando y uniendo a nosotros dos, Vicente y Pedro se quedaron en las toallas con la vecina de Vicente y otras dos chicas, a la media hora se acercaron los dos a donde yo estaba y me dijeron de ir a casa de la vecina yo les dije que fueran ellos dos que me prefería quedar con Alex y el resto en la piscina y le dije que volvieran antes del medio día Max a las 12:30. Pedro me pidió que saliera del agua para decirme algo así que dejé a Alex con una de las niñas pues estábamos en lo más ondo y me aparte con Pedro y Vicente a un lado que no había nadie y me pidieron preservativos les dije que los tenía en la mochila que los agarraran ellos mismos también me dijeron que la otra chica quería ir con ellos pero que esperaba que yo fuera para no estar sola, les dije que le dijeran que en otra ocasión pero que no podíamos dejar solo a Alex ellos me dijeron que me llevara a Alex también intentando convencerme pero se lo estaba pasando bien en la piscina y yo tenía otra idea en mente. Entre los chicos hay un par de nenes que creo que son muy amiguitos con Izan y tal vez podría conocerlos mejor no se lo dije pero no quise acompañarlos, mi sobrino y Pedro fueron a buscar los condones a mi mochila y los sacaron con bastante disimulo jajaja después se fueron ellos y las dos niñas a casa de Rebeca (la vecina de Vicente).

Yo vi como la otra chica se entristeció un poco y la llamé para que se uniera a nosotros eso la hizo cambiar la cara y vino a donde estábamos le pregunté su nombre pues aún no sabía muy bien cómo se llamaban todos.

Me dijo que se llama Estefanía estefi para los amigos jajajaj, yo le dije que me llamaba Juan pero que m llaman Elmo.

Me preguntó porque ese apodo y le expliqué que por el monstruo de las galletas que de bebé me la pasaba con una galleta en la mano todo el día y mi hermano me empezó a llamar así y asta el día de hoy, Casi todos se pusieron a reír y más de uno me dijo que pensaban que me llamaba Elmot de verdad, jajajaja les dije que no y fue hay donde les dije que no sabía sus nombres.

Uno a uno se fue presentando, no voy a decir el nombre de todos porque eran unos cuantos y no viene al caso solo hablaré de uno de ellos que fue quien más me llamó la atención, pero más tarde lo aré.

Bueno después de escucharlos a todos estuve un rato hablando a solas con estefi

Es una niña bien mona muy educada tiene 16 añitos un cuerpo que no está nada nada mal me dijo que estaba por empezar el bachillerato y que vivía muy cerca de mi casa. Yo le expliqué un poco de mí y le respondí a todo lo que me preguntaba. Se le notaba un me estaba coqueteando y más de uno de los chicos nos hizo alguna broma del tipo si nos dejaban a solas etc jajajaj

A mi no me molestaba pero a la niña la hacía ponerse colorada y decirles que la dejaran tranquila, yo le decía que no se rallara que solo eran celos de que a ellos no les prestara la misma atención.

Mientras tanto Alex iba de unos brazos a otros pero siempre de las chicas solo lo vi abrazado de Izan y del chico que decía que me llamó la atención. Pero por norma más con las niñas y en especial una de ellas parecía que se llevaba muy bien porque solo lo escuchaba decir su nombre y más de una vez los vi dándose besos en la cara en tono broma pero Alex no perdía una jajajaj

Le dije a Estefi de meternos al agua me dijo que si, nos fuimos a donde estaba Alex con las niñas y con Izan y su amigo.

Agarre a Estefi por la cintura y la levanté para tirarme al agua con ella.

En cuanto me vio Alex hacer eso se soltó de su amigi y se vino nadando asta mí en cuanto salí del fondo del agua Alex se me colgó de la espalda y Estefi se me abrazó por delante y empezaron a luchar con migo intentando hacerme una ahogadilla entre los dos no lograban hundirme pero me dejaba ahogar para poder soltarme y me separaba de ellos buceando cuando salía a flote de nuevo me venían a buscar para ahogarme otra vez estábamos haciendo tanta bulla que nos llamó la atención el socorrista de la piscina jajajaja

Poco nos importó la bronca porque seguimos haciendo el tonto pero con menos bulla, al final entre luchas y ahogadillas tanto ellos dos como yo toque de todo tetas culos pitos hay las manos ya recorrían nuestro cuerpo en más de una ocasión me agarraron la polla y me la apretaban termine con una buena empalmada Alex están igual pero lo suyo era peor porque el pito se le salía del bañador por la cintura jajajaja

Estefi también sobo un poco a Alex porque cuando no estaba intentando ahogarme a mí se colgaba del cuello de Estefi, con ella también hizo buenas migas, al final les dije que me dejaran descansar un poco porque si no parábamos era capaz de follarme allí mismo a Estefi delante de todos me tenía bastante excitado casi me arrepentí de no haber marchado con los niños a casa de rebeca. Jajaj

Estefi m dijo de ir a la toalla pero le dije que no podía salir, ella se rio un poco y preguntó pícaramente porque, le dije que se acercara y me diera la mano y cuando me la dio la llevé a mi entrepierna para que notara porque, ella con toda la picardía del mundo me preguntó si era por ella y le dije que sí y la muy guarrona me robó un beso delante de todos.

Le tuve que decir que con eso no me ayudaba nada jajajaj ella que seguía con Alex colgada de la espalda le dijo a este si quería ir a la toalla pero el enano le dijo que no y se soltó para agarrarse de mí quedando pecho con pecho.

Estefi salió de la piscina y fue a la toalla moviéndose como actriz de película jajaja

Note que Alex también estaba con una ereccion y le dije que se relajara un poco antes de salir porque se le salía el punta por la cintura del bañador, pero como lo tenía colgado y no paraba de moverse como si me estuviera haciendo el amor muy sutilmente no se le bajó, a mi sí y le pregunté si me dejaba ir con Estefi a la toalla y se quedaba él con Izan y su amigo un ratito, me preguntó si quería hacer cositas con Estefi, le dije que si podía si.

Y que necesitaba un ratito a solas para hablar más íntimamente pero le dije que sí en un rato quería lo llevaba al baño y me dijo que me fuera con Estefi que se quedaba con Izan y su amigo.

Llame a Izan y cuando se acercó le pregunté si quería quedarse con Alex un rato mientras yo conocía mejor a Estefi, dijo que él se encargaba y me preguntó si podían ir al baño con Alex, les dije que siempre que Alex quiera si, pero que no lo fuercen a nada sino rompería más de un diente.

Izan me dijo que su amigo quería verle el pito a Alex porque se había enterado de lo grande que la tenía le dije que si Alex quería fueran pero solo ellos tres y que no lo forzaran a nada, Alex que estaba escuchando todo le dijo a Izan que si quería iban al baño pero que esperara a que se le bajara el pito, y después de descolgó de mí y se abrazó a Izan como el amigo de Izan estaba allí le guiñe un ojo y le dije que cuidado con hacer algo al nene que él no quisiera jajaj se asustó un poco pero como le sonreí él también entendió que le daba permiso.

M fui con Estefi a la toalla y como estaba tumbada hacia abajo y no me escuchó llegar me tumbe encima suyo volviéndola a mojar entera jajaja

Se asustó por no darse cuenta que era yo de primeras pero cuando le dije que era yo me dejó quedarme encima suyo y sin pensarlo mucho la bese en los labios, ella me correspondió sin problema ninguno.

Después se dio la vuelta y me coloque como cuando duermes con una almohada entre los brazos y piernas dejando que ella con una de sus manos me agarrara la polla por fuera del bañador. Seguimos besándonos un rato más asta que no me pude aguantar las ganas y le pregunté si era virgen, me dijo que no le pregunté si quería ir al baño con migo ella me dijo que estaba loco pero le dije que no éramos los únicos que se meten allí para enrollarse al final me costó un poco pero la convencí le dije que no se iba arrepentir, nos fuimos al baño de minusválidos y cerramos por dentro yo antes agarre preservativos estando en el baño estuvimos besándonos ahora ya sin tener que disimular las ganas que nos teníamos y como teníamos poca ropa tardemos nada en estar desnudos.

Uff solo pensar cómo está de buena Estefi se me pode dura jaja

Tiene la medida perfecta en todo no tiene un gramo de grasa se le marcan unas curvas que vuelven loco encima de todo es guarrona por naturaleza en cuanto me vio la polla no tuve que pedirle nada ella sabía muy bien que tenía que hacer llegando al punto que yo parecía su marioneta en ese momento jajaja

Lo primero que me hizo fue agacharse agárrame la polla y masturbarme y mamar como una verdadera profesional solo he recibido buenas mamadas de chicos ella es la primera que me la chupa como a mí me gusta. Y no tenía que pedirle que me hiciera lo que yo quería parece que estamos destinados y me conoce de siempre porque me chupo desde la polla al culo sin tener que pedírselo. Fue tan buena que no aguanté más de 5 minutos cuando me corri se lo tragó sin queja y despues la levanté y me dijo que normalmente no le duran tanto que parece que prometo ser un buen amante. Me beso en los labios y me pidió que le comiera el coño yo, la coloque encima del lavamanos le abrí la piernas y me agaché para comerle el coño,

Le lamí le mordí y juguetee con su coño a mi gusto consiguiendo que gimiera y me agarrara la cabeza apretando como si quisiera que se la metiera en el coño solo podía decirme que lo hacía demasiado bien que nunca se lo habían comido así. Eso a mí solo hacia que me esforzara más en mi labor de darle satisfacción a mi nueva amante, no dure mucho cuando comenzó a convulsionar por el placer y terminó por correrse en mi cara cuando se recuperó un poco de la corrida me pidió que se la metiera yo me coloque un preservativo y ella al ver lo que estaba haciendo me pidió que me la follara a pelo, pero le dije que sintiéndolo mucho a pelo no follo con nadie si no se su pasado que no se lo tome a mal pero ni quiero hijos ni enfermedades que si no quería lo dejábamos hay, pero ella estaba tan cachonda que me dijo que me la follara igual.

Como aún estaba sentada en el lavamanos hice que se colocara un poco al borde y se la clavé de una sin compasión ni miramientos, le saqué un gemido tan fuerte que seguro nos escucharon desde fuera jajajaj le di duro porque no quería demorar demasiado y me preocupaba un poco dejar solo a Alex,

Estefi en cada estocada soltaba un gemido algo fuerte y solo me decía que le diera más y más rápido que nunca se la habían follado así yo le dije que no se preocupara que eso solo era el principio de todo lo que le esperaba, que tenía más cosas por enseñarle y que no gritara tanto que nos terminarían pillando jajajaj

A la velocidad que le daba no podría aguantar mucho y se lo dije ella me pidió que por favor no parara que a ella aún le quedaba un poco y para no correrme bajé un poco la intensidad le pregunté si tenía una posición en la que durará poco y me dijo que cuando se la meten de perrito o de espaldas solía tardar poco así que se la saqué la coloque de cara a la pared y después de sepárale las piernas se la volví a clavar bien duro ella sacaba el trasero hacia atrás buscando que la penetrara bien profundo y no se por qué motivo me dio por darle nalgadas no excesivamente fuertes pero si lo suficiente como para dejarle la mano marcada en el trasero esto la hizo volver loca y fue ella la que me pedía que le diera más fuerte jajaja al final terminó corriéndose ella antes que yo y todos sus jugos escurrían por sus piernas tuvo un fuerte orgasmo y al notar como apretaba mi polla en su coño al correrse no me aguanté más y también me dejé llevar y terminé soltándole todo en el interior.

Cuando se la saqué ella se dio la vuelta me sacó el condon y empezó a lamerme la polla para dejarla bien limpia me dijo que le encantaba el sabor de mi semen aunque estaba mezclado con el sabor a látex del condon jajaj la muy perra es más viciosa de lo que yo me esperaba pero valió la pena haberme quedado en la piscina.

Después de eso nos colocamos el bañador nos lavemos un poco el sudor y cuando salimos del baño nos encontramos de frente a Izan Alex y el amigo de Izan esperando a que saliéramos.

Estefi se puso algo colorada y le dije que se fuera a la toalla y me esperara un momento que hablaría con los chicos para evitar que dijeran algo ella me dijo que le daba igual si decían algo que había merecido la pena jajajaj

Total Estefi se fue a la toalla y yo les dije a los chicos que quería hablar con ellos y nos metimos los cuatro al baño de minusválidos. Al entrar les dije que Alex era demasiado pequeño para que lo fueran a penetrar y que si querían eso mejor lo hicieran entre ellos. El amigo de Izan se asustó un poco al escucharme ser tan directo y me dijo que no era por eso que habían ido al baño, yo le dije que no hacía falta decir mentiras que Izan me conoce muy bien y sabe que hay confianza con migo.

Izan le dijo que se quedara tranquilo que yo había hecho cosas con él desde hacía un par de años y me dijo a mí que su amigo solo tenía curiosidad por verle el pito a Alex.

Le pregunté a Alex si quería hacer algo con ellos dos y este me dijo que solo se hubiera dejado chupar por ellos que su culo es solo nuestro de su primo y mío jajaja

Tanto Izan como el amigo de este se sorprendieron y preguntaron si ya nos lo habíamos follado.

Alex les dijo que sí pero que no se dejaba por nadie más. Izan le dijo que por su parte estuviera tranquilo porque a él solo le gusta recibir que es pasivo, y su amigo dijo que él lo máximo que había hecho era chupar un pito a un niño de su escuela pero que si Alex quería se la chupaba y si otro día yo quería a mi también.

Le pregunté a Alex si quería quedarse allí con ellos y probar o solo se las enseñaba y nos volvíamos a la piscina Alex que por la conversación estaba excitado y con el pijo tieso se bajó el bañador delante de Izan y su amigo y les dijo si me la vais a chupar no tardéis mucho y hacedlo entre los dos así terminamos antes y si os quedáis con ganas después os lo hacéis entre vosotros.

Alex está empezando a convertirse en un pequeño macho alfa como Pedro aunque con nosotros se deje penetrar jaja

I aunque lo hemos iniciado algo pronto sabe que no hay que hacer estas cosas con cualquiera, tanto Izan como su amigo se pusieron a mamar y mientras uno se dedicaba al tronco el otro le comía los huevetes, estuvieron así un rato cambiando de tanto en tanto asta que Alex les avisó que le llegaba el gustito, Izan fue el afortunado en recibir en su boca lo que se podría decir la primera corrida de Alex, no soltó semen en sí pero si sacó algo de corrida transparente.

Después de correrse y darnos cuenta de que le había salido un poco de líquido Alex muy eufórico dijo que ya era mallor jaja

Le expliqué que eso no era semen pero que era cuestión de días que empezara a eyacular de verdad, y que seguramente era porque llevaba todo el día frotándose con todos y se le habían llenado los huevetes de amor jaja nos reímos todos.

Después le dije a Alex que se pusiera el bañador lo agarre en brazos y les dije a los otros dos que se descargaran entre ellos y que los esperábamos en la piscina, el amigo de Izan me preguntó si en algún momento yo aria algo con ellos, le dije que ahora mismo estaba bien deslechado y que en otra ocasión podríamos hacer algo, salimos del baño Alex y yo , dejándolos dentro a estos.

Al llegar a la piscina Estefi estaba dentro del agua cuchicheando con las niñas, al vernos llegar nos echaron una risita nerviosa.

Alex al oído me dijo que si ahora era novio de Estefi, le dije que de momento no pero que a lo mejor más adelante si, todo dependía de Pedro y que por la tarde hablaríamos todos.

El resto de la mañana fue tranquila entre juegos y bromas, sobre las 12.30 aparecieron Vicente, Pedro y sus dos amigas, fueron muy puntuales me pareció extraño y me imaginé que tal vez ellos no habían tenido suerte. Al llegar dejaron sus cosas donde estaban las mías y se lanzaron a la piscina los 4, Vicente y Pedro se acercaron a mí y las otras dos a las niñas, ellas comenzaron a cuchichear con Estefi y las demás y yo les pregunté a mis niños si habían tenido suerte me dijeron casi al unísono que después me decían que las niñas les habían pedido no decir nada a nadie en la piscina.

Justo después aparecieron Izan y su amigo del baño y se nos unieron en la piscina,

Más tarde serían las 13.20 cuando me avisaron los niños del grupo que estaban en las toallas que sonaba mi teléfono salí a atender la llamada y era mi padre avisando para que fuéramos a comer ya, después de salir todos y ir rumbo a casa Vicente fue quien dijo que si se las habían follado pero que en la noche me contaba Alex le replico que él no estaría por la noche y que lo explicara ahora, Pedro le dijo que más tarde él se lo explicaba y que le pediría a los padres de Alex que lo dejaran con el asta que nos fuéramos a la playa total serían solo un par de días.

Con eso Alex se quedó tranquilo y no siguió preguntando.

Al llegar a casa tanto mis padres como los de Pedro estaban ya con la comida preparada, comimos todos juntos, y por la tarde mis padres y los de Pedro se fueron a comprar cosas para las vacaciones dejándonos solos en casa.

Yo les expliqué lo que había pasado con Estefi y después con Izan y su amigo, felicitaron a Alex por su corrida y a mí me reclamaron por no irme con ellos a casa de Rebeca. Les dije que todo había sido muy de repente y que mi última intención era hacer eso con Estefi pero que había surgido sin más.

Después Vicente dijo de llamar a las niñas y que vinieran a casa ya que teníamos un buen rato a solas. Les dije que mejor no, y que mejor recargábamos energía para la noche, pero no sirvió de mucho y tras insistir un poco cedí a que las llamaran.

No tardaron nada en llegar máximo 10 minutos, llegaron Estefi, Rebeca su amiga y una niña de la edad de Alex que resultó ser la prima de Estefi.

Cuando los niños vinieron que esta cría estaba con las niñas se desilusionaron un poco pero Estefi lo arregló diciendo que así Alex no estaba solo y podían jugar ellos mientras nosotros nos besuqueábamos jajaja

Estefi cada vez me gusta más es directa y sin pelos en la lengua, las niñas me pidieron que les enseñara la casa, después de mostrarles la casa salimos al patio, cuando vieron el jacuzzi se les iluminó la cara a tres mallares jaja y dijeron de meterse.

Yo le dije a Estefi que si me acompañaba un momento a la cocina, estando en la cocina le comenté si sería un problema que su prima estuviera allí para poder escaparnos un rato a solas, ella me dijo que mejor no hiciéramos eso pues no se fiaba mucho que pudiera decir algo que nos tendríamos que conformar con besarnos y poco más.

Le dije que por mi parte estaba bien, pero le avisé que Alex era un poco peligroso y que seguramente intentaría algo con su prima, Estefi se hecho a reír y me dijo que por ella no había ningún problema a ver si así nos podíamos escapar un rato y repetir lo de la mañana.

No me aguanté más las ganas de besarla y me lancé a comerle la boca la agarre y la subí a la encimera y estuvimos un rato besuqueándonos asta que apareció Pedro y nos pilló en pleno faje jaja nos dijo que dejáramos eso para más tarde y que saliéramos al patio con ellos, Estefi salió y Pedro aprovechó para decirme si me gustaba más ella que el, no estaba celoso se le notaba que quería asegurarse de que no lo hacía porque él se hubiese liado con la amiga de Rebeca, yo le dije que si me gustaba pero que de él estaba enamorado y que no se preocupara que no sería yo quien terminara nuestra relación.

El me dijo que estaba igual a mí que le gustaba Inés pero que por mí sentía más.

Pero que él había hablado con ella y le había contado que estaba con migo.

Que a ella no le importaba que estuviera conmigo y que si a mí no me importaba todos contentos.

Pedro me demostró su lealtad y me pidió que le contara a Estefi lo nuestro para que no se hiciera ilusiones, y que si ella lo veía bien podríamos compartir experiencias como lo hacíamos con el resto.

Pero no seríamos una pareja real sino teníamos eso bien claro.

Le dije que se lo contaría en cuanto pudiera y que quería que él estuviera conmigo cuando lo hiciera, él me dijo que sí y que nos fuéramos para el patio ya, no sin antes besarnos con más amor y cariño que nunca.

Al salir Vicente ya estaba en el agua con Rebeca encima de sus piernas besuqueándose y haciendo el tonto, Estefi estaba con Alex y su prima entretenida jugueteando con los peques y Inés estaba en el jacuzzi esperando a que Pedro se metiera con ella a mi me miró con una complicidad de saber que compartíamos amantes y me guiñó el ojo con una sonrisa en la cara yo le respondí igual y acercándome a ella le susurré al oído que más tarde quería hablar con ella yo también, que si quería estar con Pedro me lo tratara bien y le dije que si le apetecía un día podíamos estar los tres juntos, ella me sonrío con picardía y me respondió al oído que por ella estaría genial, y que no tardase en hablar con Estefi que a ella también le gustaba hacer cositas con chicas, me dejó algo sorprendido esto último pero también me alegro saber que sería más fácil todo si Estefi era como me decía Inés.

Después de eso me acerqué a donde estaba Estefi con los niños y les propuse de meternos al agua.

Alex no se lo pensó dos veces y se sacó la ropa quedando desnudo y se fue al agua a molestar a su primo y a Vicente me sorprendió que hiciera eso pero no le di importancia total es él quien está desnudo jajaja

Estefi le preguntó a su prima si quería meterse y está le dijo que no traía bañador Estefi me miró y yo le dije que podía bañarse con la ropa interior o desnuda como Alex, la niña algo tímida dijo que se metería con  las braguitas puestas que le daba vergüenza.

Estefi le dijo que no pasaba nada que no tuviera pena ninguna y se fueron las dos al jacuzzi yo metí y Alex no tardó ni 5 segundos en subirse a mis piernas quedando pecho con pecho ya traía una ereccion de campeonato jajaj y le dije que así no podía andar en el jacuzzi que iba a asustar a las niñas con ese pedazo de pito.

Justo cuando Estefi entraba con su prima también en brazos Alex se levantó de mis piernas y salió enseñando a todos como tenía el pito de duro.

Las niñas se sorprendieron al verle el pito a Alex, pero solo Inés dijo algo, y fue madre mía este niño va a tener contenta a la novia cuando sea grande, eso nos hizo gracia al resto y nos pusimos a reír, Alex se estaba colocando el bañador cuando Estefi dijo que no se lo pusiera que no pasaba nada que tener erecciones es normal. Entonces Alex confundido me preguntó si se lo ponía o no y Pedro le dijo que se bañara como más cómodo estuviera Alex le dijo que se sentía más cómodo desnudo y que no le daba vergüenza pues las niñas ya se la habían visto el día de antes.

Yo le pregunté a la prima de Estefi si le daba vergüenza que Alex estuviera desnudo y ella me dijo que está acostumbrada pues ella va a playas nudistas con sus papás y a visto muchos pitos ya.

Vicente le dijo que entonces porque le daba vergüenza desnudarse delante nuestro y dijo que es porque todos llevábamos el bañador y por norma solo va desnuda en la playa que allí no conoce a nadie.

Estefi le dijo que no tuviera vergüenza y se desnudara también si ella quería así que muy feliz la peque se levantó de las piernas de Estefi y se sacó las braguitas.

Alex se acercó y le dijo que se las diera que las pondría al sol para que se secaran la niña se las dio y Alex las puso en cima de una silla al sol, despues de colocarlas se acercó al agua de nuevo y se metió con nosotros en el jacuzzi volviendo a mi regazo.

Ya no traía la ereccion pero se le veía a media asta algo gordita aún.

Esta vez en vez de ponerse mirando hacia mí se quedó sentado en mi regazo mirando a los demás,

Vicente seguía en lo suyo besuqueando a Rebeca y manoseándose sin llegar a más. Pedro hacía igual con Inés pero este si le metía mano sin importar que estuviéramos los demás allí Inés estaba sentaba en la piernas de Pedro mirándose cara a cara y mientras se besaban Pedro le amasaba con una mano uno de los pecho y con la otra la tenía bien sujeta del trasero. Alex al ver eso no tardó en volver a excitarse y conseguir una notable ereccion así que con algo de disimulo le planté la mano encima del pito sin llegar a agarrarlo y le fui acariciando muy sutilmente.

Tanto Estefi como su prima no perdían detalle de las parejitas y se cuchicheaban cosas al oído.

Alex curioso les preguntó que se decían y Estefi le dijo que su prima le estaba preguntando, si eran novios, por qué se estaban besuqueando y tocándose. Entonces Alex en un intento de darse importancia y hacer notar que él sabía de esas cosas le explicó que no es necesario ser novios para darse besos con alguien que solo hace falta querer pasarlo bien y si las dos personas se gustan no es malo hacer esas cosas siempre que los dos quieran,

Estefi lo miró riendo y le dijo hay Alex que me parece que tú eres muy vivo ya y Amanda que así se llama la peque no es tan pícara como tú, después le preguntó a Alex si él ya se había besado con alguien, y este le dijo que sí que si quería le enseñaba lo bien que besa y se puso a reír yo al escucharlo decir eso le agarre fuerte de los huevetes y le dije al oído que no fuera tan espabilado, Alex se quejó por el dolor y me miró algo confundido, me preguntó si me había enfadado y le dije que no pero que no podía ser tan lanzado con las chicas que tenía que ser más sutil Estefi al estar a mi lado escucho lo que le decía y me dijo que no le regañara que era cosas de niños.

Pedro le dijo a Alex que se relajara y este entre dientes le dijo que eso era difícil viendo como ellos dos estaban besuqueando a las chicas jajaja yo les dije que mejor salieran y se fueran a mi cuarto esto entendieron la situación y salieron a secarse para después ir a mi cuarto los 4.

Amanda al ver salir a los chicos y ver que también estaban erectos se lo dijo a Estefi al oído, Estefi le dijo que era normal que estuvieran así porque a los chicos se les pone dura en cuanto están con una chica y se besan un poco.

Amanda le preguntó a Estefi si se iban a mi cuarto para hacer cosas de Mayores, Estefi le preguntó a qué se refería con cosas de mayores, y Amanda le dijo si iban a hacer el amor.

Estefi le dijo que eso era cosa de ellos y que no pasaba nada si hacían esas cosas que no se preocupara y que disfrutara de las burbujas del jacuzzi que no todos los días se pueden bañar en uno.

Como ya solo estábamos los 4 dentro y había espacio para que cada uno se sentara en uno de los asientos interiores Alex y Amanda se tumbaron en los que son como butacas y tiran burbujas por todo el cuerpo y Estefi y yo nos colocamos en los que son tipo silla Estefi poco a poco se fue acercando a mí y terminó sentada en mi regazo hay no quisimos contener más las ganas que nos teníamos y comencemos a besarnos primero sutilmente pero nos ganó la pasión y terminamos dando rienda suelta a nuestros instintos más básicos.

No llegamos a follar por estar Amanda allí si solo hubiera sido Alex la cosa habría sido diferente seguro jajaja

Tanto Alex como Amanda se reían por lo bajo y se susurraban entre ellos cosas tipo mejor que se vallan con los otros 4 total están haciendo lo mismo.

Alex al ver que no les prestábamos atención le dijo a Amanda de salir a tomar el solo y dejarnos un poco tranquilos, Amanda le dijo que quería ir al baño antes y que tenía un poco de hambre.

Al escucharla decir eso le dije a Alex que la acompañara al baño y que le diera galletas del armario de la cocina que él ya sabía donde estaba todo que fuera un buen anfitrión para Amanda.

En cuanto salieron del jacuzzi y se secaron, se fueron al baño de la planta baja los dos juntos, yo aproveché el momento para decirle a Estefi que se sacara la parte de abajo del bañador y no no dude en bajar mi bañador asta los tobillos ni me preocupe por usar preservativo si la clave del tirón y me dejé llevar por la pasión. Estefi se volvió loca y empezó a cabalgar como una experta no voy a decir que duramos mucho porque no sería cierto estábamos tan excitados por la situación que en menos se 5/6 minutos ya no es estábamos corriendo los dos jajajaj

Me rallé un poco por a verme corrido dentro de ella y Estefi lo noto, me dijo que me quedara tranquilo que ella tomaba la píldora todos los días y que estaba sana que se hacía pruebas cada año y hacía poco se había hecho la última y que solo había hecho sexo sin preservativo con migo y su último novio.

Me dejó tranquilo escucharla decir eso y como aún la tenía bien clavada le dije que volviera a follarme como antes que le iba a dar un segundo round pero me pidió que le diera de perrito así que se apoyó en el lateral del jacuzzi me coloque detrás de ella y empecé de nuevo a darle con todo no quise ser muy brusco y busqué poder disfrutar un poco más que la primera vez así que la fui dando subiendo y bajando el ritmo buscando que Estefi los disfrutara al máximo, mientras le daba lo suyo a Estefi me di cuenta que Alex y Amanda nos miraban desde dentro del salón y hablaban entre ellos y se reían.

En cuanto me vieron que los estaba mirando se agacharon detrás del sofá y ya no salieron más a mirar.

Se lo dije a Estefi, y esta me dijo que me quedara tranquilo que Amanda tenía cara de mosquita muerta, pero las mataba callando, y que su tía le había explicado a su madre, que había pillado a Amanda, jugueteando con uno de sus primitos, así que no era ni tan santa ni tan boba.

Mi hizo mucha gracia que me dijera eso y le dije que Alex no era ningún santo y que su prima corría peligro de ser empalada por Alex que mejor paráramos y nos fuéramos con ellos para evitar problemas, me dijo que ni loca paraba que le diera asta terminar que asta hoy nunca le habían metido una polla así de grande que su exnovio la tenía un poco más grande y gorda que Alex, en cuanto me dijo eso no sé qué me pasó pero le di otra vez como si fuera nuestro ultimo polvo.

Estefi cada vez gritaba más no se cortó un pelo en hacerme saber que lo estaba pasando muy bien y me alagaba y me decía que no quería que dejara de follarla nunca que asta ahora las veces que lo había hecho no se podían comparar con hacerlo con migo, con cada cosa que me decía me ponía más y me esforcé en que lo disfrutara al máximo, como la tenía a 4 le pregunté si se lo habían hecho por el trasero me dijo que sí pero que le había dolido mucho y que no quería que yo lo intentara, me dijo con lo gorda y larga que la tienes no voy a poder andar y me vas a romper entera mejor eso lo intentamos otro día.

Le dije que me dejara intentar algo y después de chuparme los dedos se los fui metiendo poco a poco primero le metí uno y aunque se quejó no me pidió que parara, estuve dándole dedos asta que logré terne metidos tres, ella ya no se quejaba y logré que se corriera antes que yo, como no había terminado aún le dije que me dejara probar y si le dolía no seguíamos intentando y me la follaba solo por el coño.

Me dio permiso y se la coloque en la entrada del culo cuando le intentaba meter la cabeza ella sentía dolor y se echaba para delante. Lo intenté varias veces antes de poder meter la cabeza y en cuanto lo logré me quede quieto y no la dejé moverse asta que dejó de quejarse, le dije que se relajara y disfrute que solo duele al principio, ella entre sollozos y alguna lágrima me dijo que no sabía lo que dolía eso le dije que si sabía y que me dejara a mí. Al final se relajó y conseguí meterle la mita de mi miembro, me pidió que no metiera más porque le dolía mucho así que le hice caso y empecé a darle con cuidado y cuando notaba que le dolía mucho paraba.

Estuve un rato dándole despacio y en cuanto noté que dejó de quejarse fui subiendo el ritmo cuando notaba que le volvía a doler frenaba, cada vez le metía un trocito más asta que logré tenerla bien ensartada y le dije que se la había clavado entera ella hecho la mano a tras y viro para mirar que de verdad se la había metido entera me dijo que le había dolido mucho al principio pero que ahora ya sentía placer así que le dije que solo me dejara hacer y que disfrutara del momento.

Como ya me había corrido una par de veces ese día y llevaba un rato dándole por el trasero yo ya estaba al punto de correrme y le dije que no duraría mucho más a me dejaba darle un poco más duro pero que si le dolía demasiado me dijera y aflojaba,

Me dio permiso para darle un poco más duro y en cuanto pasaron unos minutos era ella quien me pedía que le diera fuerte, había pasado de dolerle demasiado a gustarle demasiado, me desboqué un poco al final pero logré que se corriera de nuevo bastante más fuerte que las otras veces y no pudiendo aguantar mucho más termine por vaciarme yo también dentro de ella por tercera vez en el día.

Cuando se la empecé a sacar lo hice con cuidado de no hacerle daño y al sacarla del todo sonó como cuando descorchas una botella jaja,

Le miré el culo y lo tenía muy abierto y le chorreaba mi semen le dije que se repusiera un poco y me senté en el jacuzzi a reponerme yo también, ella se colocó en mi regazo y me abrazó empezando a besarme y a decirme que era demasiado bueno follando. Le dije que tenía algo de experiencia y me preguntó que era eso que le había dicho que si sabía lo que era sentir una polla bien clavada le expliqué que a mí me gustaban tanto las chicas como los chicos y que estaba saliendo con Pedro que éramos pareja y que nuestra familia lo sabía. Se sorprendió pero no se molestó y me preguntó si a Pedro le parecía bien que estuviera con ella, le dije que él estaba arriba con Inés y que a mí no me molestaba así que a él tampoco y que además Pedro me había pedido que se lo contara. Para evitar que se ilusionara con migo, Estefi me dijo que era tarde para eso y que Pedro tendría que aprender a compartir, le dije que por eso no se preocupara y que si quería podíamos compartir juntos más de una cosa, Estefi me miró algo confundida y me preguntó a que me refería, le dije que si a ella le importaría hacer algo con migo y Pedro a la vez y le dije que podría llegar a pasarlo muy bien que Pedro sabía muy bien hacer según qué cosas y que ya lo habíamos hecho alguna vez con una chica los dos juntos. Se quedó un momento pensando y me dijo que si tenía que compartir con Pedro lo haría encantada.

Después de estar un rato más besuqueándonos decidimos salir del jacuzzi y mirar que hacían los peques pues llevaban un rato sin hacer nada de ruido.

Al salir y después de secarnos y colocarnos los bañadores entramos al salón intentando no hacer ruido y mirando a ver donde estaban los peques, los descubrimos detrás del sofá y Alex estaba encima de Amanda en posición de misionero mientras se besaban algo apasionados jajajaj

Estefi les iba a decir algo cuando le dije con señas que los dejara terminar tranquilamente y nos salimos al patio de nuevo, Estefi me dijo que tenia algo de hambre y le dije que esperara que iría a por algo de comer le pregunté si quería chips o algo dulce y me dijo que algo de chocolate mejor así que entre con cuidado de no molestar a Alex y Amanda y me fui a la cocina a buscar algo de bollería con chocolate.

Al salir no pude evitar que Alex y Amanda se dieran cuenta y escuché como Amanda le decía a Alex que parara pero este le dijo que se quedara tranquila que era yo y no les iba a decir nada. Así que siguió dandole amor un rato más.

Yo salí al patio y dejé en la mesa todo lo que había llevado pero me di cuenta que no había traído nada de beber y le dije que me esperara que iría a por algo de zumo le pregunté si había alguno en especial que prefiriera pero me dijo que cualquier que no fuera de piña.

Volví a entrar y justo cuando pasaba por la puerta de la cocina escuché como Amanda soltaba un fuerte gemido y como Alex le decia me corro me corro y al mirar veía como Alex se dejaba caer encima de Amanda desplomado por el esfuerzo jajajaj

Los dejé un momento así y mientras yo buscaba los zumos aparecieron por la puerta de la cocina Alex y Amanda con cara de estar bastante exhausto les dije que salieran al patio a merendar pero que se fueran antes al baño a ducharse y a vestirse y que no hicieran nada más por hoy jajaja.

Yo salí al patio a dejar los zumos y le dije a Estefi que le iba a llevar la ropa a los niños que los había mandado a la ducha, agarre la ropa de Amanda menos las braguitas pues aún estaban mojadas y me fui a la ducha a llevarles la ropa.

En la ducha estaban los dos enjabonándose el uno al otro, les dije que se dieran prisa y no se pusieran de calientes otra vez, pero no me quise quedar con las ganas de saber y le pregunté a Álex si se la había metido o solo se habían frotado.

Alex me dijo que solo le había un poquito pero que no le había dolido ni forzado a nada, Amanda me dijo que ella ya jugaba con un primo algo más mayor y que se la metía desde hacía poquito pero que Alex la tenía un poquito mas grande que su primo.

Le dije que estaba bien y cuando me iba a salir del baño Amanda me pidió que no le dijera nada a Estefi, le dije que Estefi ya lo sabía que los habíamos visto antes y que no la quiso regañar ni decirle nada pues nosotros también habíamos estado haciendo lo mismo, que si ella quería podía hacer con Alex siempre que ellos quisieran y que si guardáramos todos el secreto mejor para todos, ella me sonrío y me dijo que no diría nada a nadie. Los deje terminar de ducharse diciéndoles que la merienda estaba lista y que no tardarán.

Se dieron prisa en salir y terminamos merendando los 4 juntos.

Al rato Alex empezó a preguntar si Pedro y Vicente tardarían mucho más en bajar, y como era verdad que llevaban cerca de 3 horas en el cuarto y mis padres no tardarían en volver les dije que me esperaran en el patio y yo subía a ver si les quedaba mucho.

Alex no quiso quedarse sin saber que estaba pasando y me acompañó al cuarto al llegar escuchamos risas desde detrás de la puerta así que picamos para evitar que nadie se incomodara y cuando nos dieron permiso de entrar nos encontramos a Vicente y a Pedro desnudos de pie y a las niñas igual pero en la cama les dije si les quedaba mucho desde la puerta si llegar a entrar y me dijeron que ya bajaban les dije que había merienda en la mesa del patio si querían comer algo y les dije que se ducharan y abrieran las ventanas porque olía demasiado a sexo en él cuarto. Los dejé allí y al rato más o menos 10 minutos bajaron a merendar.

Estaban en eso cuando aparecieron mis padres y los de Pedro y se sorprendieron un poco al ver a las cuatro niñas allí mi padre se rio un poco y en tono de broma dijo a ver si le quitáis a estos lo mariquita y mirándome a mí y a Vicente nos dijo me da igual de quien pero quiero nietos, aún no por eso, pero con estas niñas tan monas no me importaría que alguna fuera de la familia y se hecho a reír junto con el padre de Pedro.

Este también le dijo a Pedro a ver si tú también te pones las pilas que no me quiero quedar sin nietos. jajajaj la verdad que nos hizo gracia a todos y empezamos a reír si nuestros padres supieran.

Mi madre y la de Pedro les echaron la bronca a nuestros padres por decir eso pero seguro que se alegraron de ver que aún había posibilidades para nosotros dos jajajaja

Al final estuvimos un rato más en mi casa y después salimos al parque asta la hora de cenar que volveríamos a cenar en mi casa las dos familias, la madre de Pedro llamó a su hermana para decir que dejaran a Álex asta que nos fuéramos de vacaciones, ya que nos íbamos al mismo sitio y terminaron de convencer a mis padres a que se vinieran con nosotros. total en la casa había sitio de sobras para toda la familia y así ellos no se sentían tan mal al ir al refugio a pasar el resto de vacaciones y podíamos estar todos en familia.

Lo que a pasado después lo dejó para el próximo relato.

Como siempre asta la próxima amigos y como siempre pido si alguien tiene sugerencias estoy abierto a vuestros comentarios.

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Era una filipina/americana, su papá norte americano y su mamá filipina..
Corría en año 2013 cuando yo ya había comprado mi casa en una propiedad privada, bardas grandes con arboles en crecimiento y piscina en la parte de atrás, era lo que más me gusto de esa casa la piscina estaba rodeada de árboles que no dejaban que nadie de afuera pudiera ver, además de las grandes bardas.

Yo visitaba diario a mi hermana ya que mi casa no la tenía toda amueblada ni nada solo mi recámara y la sala. Tenía 4 recámaras para invitados que solo tenían los colchones porque todavía no me decidía por cuales recámaras comprar.
Mi sobrina  tenía 13 años pero era muy inteligente así que la adelantaron dos años en primaria y para primero de prepa ella apenas cumpliendo 13 y sus amigas ya tenían 15. He aquí donde entra su amiga que le llamaremos Cassie.
Cassie era una muchachita hija de un gringo y una filipina ya se imaginarán la mezcla, su piel era tipo rosada oscura, como si estuviera requemada por el sol y tirándole a color rosa. A ella ya la había conocido desde que tenía 8 años pues seguido hacían pijama das cn mi sobrina en la casa de mi hermana.
Mi sobrina es muy apegada a mi, asi que para la prepa mi pregunto si podía poner mi dirección para poder asistir a una preparatoria que estaba cercas de mi casa así que le dije que por supuesto.
Para ese entonces ya estaba empezando mi negocio y también trabajaba. Así que había ocuasiones que mi sobrina me pedía que la recogiera de la escuela lo cual me era fácil ya q quedaba de camino de mi trabajo a la casa, ya más tarde pasaba mi hermana a recogerla.

Mi sobrina me pidió permiso para invitar a sus amigas a la alberca, lo cual le dije que sin problema y para eso yo ya le había dado unas llaves para que ella se sintiera en casa.

Se llegó el sábado llegue de trabajar como a eso de las 6 de la tarde como era verano todavía estaba el sol algo fuerte. Me metí a la casa y escuché mucho ruido en la parte de atrás. Me asome y vi que eran como siete muchachitas, jugaban en el agua y otras platicando.
En ese momento no pensé nada morboso, vi mi barra que obvio todavía no tenía nada ni copas ni vino, pero estaba llena de comida, pizza, refresco, alitas, Sabritas.
Me senté y desde ahí se podía ver la alberca pero más bien era más adentro de la casa. Me comí un pedazo de pizza y me puse a ver mi teléfono cuando escuché que abrieron la puerta de la cocina o sea la entrada de la parte de atrás y venía Cassie modelando un traje de baño de dos piezas. Era solo el top y un bikini azul de esos que se amarran de los costados. Ella no me vio sentado en la barra y se dirigió al baño.
Se sentó en la taza sin cerrar la puerta y yo desde donde estaba podía ver su bikini en las rodillas, la verga se me puso durísima. Se escuchaba la orina como caía en el escusado, y enseguida entro otra amiga de ellas que conocía pero no recordaba su nombre! Esta otra venía en short y playera pequeña, lo único que destacaba era la forma en que se le marcaba la panochita chiquita en ese short. Se metió al baño donde estaba Cassie y platicaban de cosas sexosas. La amiguita de Cassie le decía “tienes la panochita bonita sin pelo, como le haces?” Cassie mi mamá me lleva con ella a la cera.

Yo solo me imaginaba como la tendría de bonita y mi verga seguía reaccionando.
Ensguida la pregunto la amiga “todavía eres virgen?” Cassie…eh no, solo lo he echo una vez pero no me gusto mucho! No sentí nada!

La amiga: porque que paso?

Cassie: es que fue hace dos años con un amigo de la clase de inglés, pero solo se me subió y sentí poquito pero se bajo muy rápido, y yo quería más y se volvió a subir pero igual solo me llenaba de esperma la vagina pero por fuera.

La amiga: no tienes miedo de quedar embarazada?

Cassie: antes no lo pensé pero en ese año mis padres decidieron ponerme en birth control y ahora que no tengo miedo ni novio tengo y mucho menos relaciones.
Las dos rieron.

Yo seguía durísimo con la plática, la amiga salió y no me vio solo salió y fue de nuevo a la alberca cn los demás, vi que Cassie se levanto subió su bikini y al salir ella si se dirigió a la barra donde yo estaba sentado y obvio me miro y solo sonrió diciendo “hola”

Yo: hola! Se la están pasando bien?

Cassie: si (pero con una mirada y sonrisa coqueta)

Yo: a que bien pueden venir cuando quieran.

Cassie: Gracias, le diré a N (mi sobrina) que nos invite frecuente.

Yo: si esta bien. Cuando gusten.

Cassie: oye y ya tienes rato aquí?

Yo: si como 20 minutos, porque?

Cassie: no escucho nada verdad.

yo: nada como que? Que gritaban afuera en la alberca?

Cassie: no ahorita que estaba en el baño.

Yo: pues no mucho, no puse atención la verdad.

Cassie: oh ya veo. (Dando una sonrisa más pícara)

Yo: estaban hablando algo de mi sobrina o algo que no debería escuchar?

Cassie: no, no es algo más privado.

Yo: ah okay o te preocupes.
Se salió dando la vuelta y ahí pude apreciar ese culo más de cerca que se le miraba redondo y ese bikini que solo le cubría la mitad de sus cachetes, eran una nalgas redondas y sabrosas, de frente solo se le marcaba bien el triángulo yo de su vagina, y sus pechos que no eran grandes pero si firmes y redondos (ya les platico en unos momentos.

Me metí a mi recámara. Me bañe y quería masturbarme pero estaba suene y suene mi teléfono así que apresure y conteste y se me pasaron las ganas. Se hizo tarde y salí a la sala, ya las chicas estaban en la sala, les pregunté si querían algo de cenar para ordenar. Mi sobrina me dijo que unas ya se iban y las otras me pifia permiso de hacer una pijamada en la casa.

Les dije que si iban a dormir en el suelo por que solo había colchones y mi sobrina me dijo “no tío, queremos dormir afuera en el patios de atrás en las casas de campaña. Yo a bueno esta bien.

Quienes se van a quedar y solo eran 3, mi sobrina, otra amiga de ella, y Cassie.

Se fueron todas las demás y les ayude a poner la casa de campaña que era para 10 personas. Me pidieron que las llevará a la tienda a comprar snacks y agarraron malvaviscos y cosillas.
Yo les encendí el fuego para sus bombones y me metí a mi estudio por que estudiaba en línea y aparte estaba aprendiendo a hacer payroll para el negocio de comida que estaba emprendiendo.

Pasaron como dos horas ya casi eran las 12 de la noche, cuando sentí que alguien se acercaba al baño que estaba cercas de mi estudio, y ahí vi que era Cassie, obvio ella no me miraba por que mi estudio tenía una ventana grande con vidrio que no se ve del otro lado pero de mi lado si se ve completo. Vi que se metía al baño y solo llevaba un camisón grande. Cuando escuché que se lavaba las manos para salir yo también salí del estudio y nos encontramos.

Cassie: todavía no te duermes?

Yo: si ya me dormí.

Cassie: ah te gustan los chistes?

Yo: algo, (pero no dejaba de ver sus piernas gruesesitas debajo del camisón,

Cassie: que esta haciendo?

Yo: oh estoy aprendiendo a hacer cheques y mi escuela en línea. Mira pasa.

Y la pase al estudio, me sentí enfrente de la computadora y le dije siéntate (en la silla de enfrente a mi escritorio).
Yo: ya se durmieron las chicas?

Cassie: ya hace rato, yo estaba usando el teléfono pero vine al baño.

Cassie: oye te iba a preguntar hace rato lo que escuchaste es mentira okay!

Yo: y según tu que escuché?

Cassie: pues creo que si escuchaste la plática de mi amiga y la mía.

Yo: pues si me dices que es te digo si es lo que escuché o no!

Cassie: okay es que le estaba diciendo de la vez que tuve relaciones sexuales.

Yo: ah de eso, si, si escuché eso, pero porque dices que no es verdad. Acaso es mentira o como es la cosa?

Cassie bueno si es verdad pero no quería que tu creas que soy una freaky (como chamaquitas loquillas)

Yo: no es normal aparte ya tienes 15 no?

Cassie: si ya.

Yo: si tienes novio es normal que tengas tus cosas con el, pero no creo que debas tener esta plática conmigo, sino con tus papas.

Cassie: si ellos son mente abierta, incluso me pusieron el birth control para evitar embarazos.

para esto mi verga estaba que reventaba la pijama de mi pants de algodón, no quería ni levantarme porque se notaba demasiado.

Yo: TMI demasiada información jaja. Cassie ,tu me das confianza,

Yo: pero aún así debes de cuidarte, ya ves que los chavos andan con una y otra, no solo te cuides de embarazo sino de una enfermedad.

Cassie si lo se pero no tengo a nadie solo lo he echo una ves y fue hace dos años.

uff eso me dio pie a soltarme de una.

Yo: apoco y eso porque si era demasiado hermosa y tienes… bueno no se si deba pero tienes bonito cuerpo.

Cassie: tu crees?
Yo: claro mírate! Date una vuelta y vete en el espejo de la ventana.

cassie se levanto, y el camisón le quedó levantado dejando ver su calzón cachetero que tenía puesto, se dio una vuelta y uff, me levante y le dije ves estás bella, se me quedó viendo en mi paquete y se puso roja dando una sonrisa perversa, diciendo a alguien también le gusto. Y no dejaba de ver mi verga erecta levantando la pijama a todo.

Yo: disculpa no pienses mal de mi.

Cassie: es normal (dando un sonrisa más cachonda y se me acerco) me pregunto que si la podía ver?

Yo: la agarre de la mano y la dirigí a mi verga y me la apretó fuerte sentí que me venía de solo sentir su mano por encima del pijama.
Le dije que fuera a ver si las chicas seguían durmiendo. Fue y se tardo como 10 minutos, regreso.
Yo ya había movido el escritorio enfrente se la ventana para ver cuando venía una de ellas por si se despertaban.
Cassie llegó y la bese fuertemente subiéndola agarrándola de las nalgas al escritorio. Abrí sus piernas y acomode mi verga contra su vagina aún con ropa los dos. Ella me puso sus manos en mis hombros y yo le agarraba su quijada para comerle la boca, la cual me dejaba de besar para soltar gemidos en mi boca, ya que mi verga estaba tallando su vagina. La acosté en el escritorio y por inercia abrió las piernas y ahí puede ver su calzón bien mojado ya que era del mismo color que mi pijama (gris) y tanto su parte como la mía se veían más oscuras por lo o mojado… agarre su calzón por los costados y dios mío lo que vi era simplemente hermoso….

Esto lo dejo para la siguiente por que solo serán dos capítulos.

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Historia de 2 hermanos locos por el sexo.

Todo comenzó hace 2 años cuando mi hermana menor me pidió que fuera su entrenador en el gimnasio, ella es una joven linda, con un cuerpo que cualquier hombre desearía tener en su cama tiene unas nalgas bien paraditas y unos pechos grandes, labios carnosos y una hermosa cara.
Acepte ser su entrenador cada que que la veía entrenar me volvía loco su culito como se contoneaba por el gimnasio,
Así que puse mi plan en marcha para cogérmela, ella era muy ingenua y hacia caso a todo lo que le decía le propuse jugar un juego
Que era chuparnos las orejas por turnos y el primero que sintiera cosquillas perdía para mi buena suerte acepto así que le dije que lo haríamos cuando mis padres no estuvieran y así paso.
Al día siguiente salieron mis padres entonces le mande un mensaje que viniera a mi habitación y llego, ella empezó chupandome la oreja, sentía que cada vez mi verga se ponía más dura iba a reventar el pantalón, cuando fue mi turno le dije que se volteara y me puse en posición de cucharita detrás de ella y empecé a succionar su oreja cada vez lo hacía con más intensidad, ella se estaba exitando ya que me estaba arrimando cada vez más sus nalgas contra mi verga, en eso dijo que ya no quería jugar pero yo estaba tan exitado que no me detuve y seguí, empeze a besarle el cuello y acariciarle las tetas ella al principio se negaba pero al rato ya estaba empezando a gemir, le fui quitando la ropa hasta que quedarnos totalmente desnudos, ella se volteo y me dio un beso apasionado y dijo que siempre había soñado con este momento, la agarre de la cabeza y la puse a mamarme la verga, era un poco torpe ya que era virgen pero fue agarrandole el gusto, la agarre de los pelos y le metía la verga hasta el fondo mis huevos chocaban en su barbilla, la acosté en la cama y le abrí las piernas, le chupe la vagina cuando ya estaba bien lubricada de una le metí la verga poco a poco ella gritaba al principio pero después solo se oían sus gemidos en la habitacion y mis huevos chocando con su culo, después la puse de perrito y estuve cojiendomela un buen rato hasta que sentía que me iba a venir y la puse de rodillas y la hice que se tragara todo mi semen, ella se levantó y se fue bañar.
Desde ese día cada vez paso por ella a la escuela y saliendo nos vamos al hotel inclusive hasta dentro del auto nos ponemos a cojer como locos, mis padres me preguntan porque mi hermana todos los días regresa tan feliz de la escuela sin imaginarse que tenia a su hijita querida bien ensartartada en mi verga.

    Dicen que los recuerdos de la niñez son como sueños pero lo que no dicen es que son sueños vívidos..

    Memorias de mi niñez

    Tocando mi primer panocha

     

    Mis primeros años de masturbación cunado tenía alrededor de 12 ó 13 años fueron los mejores porque era algo nuevo y delicioso para mí.

    Recuerdo que había mirado una película porno en casa de un primo, cuyo padre era comerciante con acceso a ciertas amenidades que no tenía cualquiera.

    Este primo invitó a tres amigos de su edad 16 a 18 y habíamos tres chamacos calientes de 11 a 14.

    Recuerdo que la película se llamaba Romeo contra Julieta y tenía un guión dramático romántico. Pero lo interesante es que yo nunca había visto una película porno, solamente había visto imágenes eróticas en historietas para adultos que mi hermana me había enseñado.

    Haré un paréntesis en la narración. Mis padres vendían historietas (lectura barata) y revistas usadas. Mi hermana era un año mayor pero me llevaba dos años de ventaja en la escuela y por tanto aprendió a leer antes que yo.

    Ella practicaba su lectura y me leía revistas o cuentos «aprobados» por mis padres. Pero cuando ellos no la podían supervisar por estar ocupados, ella les enseñaba una portada y detrás escondía los cuentos para adultos y me pedía que no dijera nada.

     

    Recuerdo que una de las historietas hablaba de una chica que tenía un tigre y ese tigre se convertía en un hombre y, aunque lo demás no lo recuerdo, supongo que después de besarla, abrazarla y acariciarla, el hombre le daba una cogida bestial a la protagonista de la historieta.

    La portada mostraba una chica con bata traslucida para dormir y sus tetas, cuya forma en aquel tiempo no me gustaba, se mostraban puntiagudas y paraditas como cuando van creciendo.

    En ese momento yo tenía aproximadamente 7 y mi hermana 8 y recuerdo que en una ocasión nos dejaron solos en casa de mi abuela materna porque no había nadie para cuidarnos; todas mis tías habían salido  a trabajar o estudiar y mi abuela casi nunca estaba allí porque era comerciante de feria en feria.

    Recuerdo que mi hermana me incitó a que nos metiéramos al cuarto de una tía. Estuvimos mirando entre sus cosas y de repente yo le dije que ya nos fuéramos porque podría venir alguien, pero ella se quedó en la cama y me dijo «ven» mientras me extendía su mano. Aún la recuerdo vistiendo un vestido blanco esponjado con vuelo circular que le llegaba por debajo de la rodilla.

    Al acercarme, ella se sonrió y de la manera en que se encontraba sentada sobre sus pantorrillas sobre la cama de mi tía ogra pude ver sus piernas abiertas para mantener su equilibrio y entonces conforme me fui acercando, ella elevó todo su cuerpo para quedar hincada y me tomó la mano llevándola hasta su entrepierna.

    Obviamente yo no sabía qué hacer ni mucho menos sabía de qué se trataba. Ella se sonrió y se levanto el vestido con las dos manos intentando mirar entre sus piernas su calzón verde como el color de las peras inmaduras. Se bajó el vestido y sacó una pierna debajo de ella para después reacomodar la otra tirándose sobre la cama de espaldas para quitarse su pantaleta.

    Volvió a asumir la posición original y mirándome desde las alturas volvió a extender su mano pidiéndome la mía y yo caminé para acercarme y nuevamente ella la llevó a su entrepierna y movió mi mano para frotar su vagina con mi mano.

    Así se frotó por un momento; no sé cuánto tiempo porque yo no sabía qué hacer o cómo actuar o qué pensar pero ella cerró sus ojos y siguió frotándose con mi mano moviendo mi mano y sus caderas para una buena fricción.

    Yo la recuerdo cerrando los ojos mientras se frotaba y movía como si estuviera gozando con lujuria de adulta. Obviamente yo estaba aterrado porque pudiera llegar alguna de nuestras tías en ese momento y nos diera la paliza de nuestras vidas y encima nos acusara con nuestros padres. Claro que las tías no eran santas pero ante la gente se comportaban como santurronas.

    Ahora, en este momento quisiera encontrar una morrita tan precoz como mi hermana y no les cuento cómo la gozaría. Imagínense oler su cuquita y lamer su coño hasta que tenga orgasmos inexistentes.

    Yo escuchaba a mis tíos hablar con lujuria de las morritas del barrio y cómo se les antojaban sus chichitas cuando apenas les estaban creciendo. Eso me hace pensar que mi hermana era objeto de deseo entre mis tíos. Obviamente, nunca nadie lo diría. Pero ella era la consentida de uno de esos tíos y dormíamos en el mismo  cuarto en casa de mi abuela. Esa tío era tan mujeriego y cachondo que yo pienso que sí se la jaló más de una vez a salud de sus sobrinas y si no lo hizo entonces fue por pendejo 😀

     

    Regresando a la historia principal, no sé si fue antes o después que uno de esos amigos me había enseñado cómo debía jalarme la verga para masturbarme y llegar al clímax y eyacular explosivamente como sólo se puede hacer durante la adolescencia (años después influye mucho quién o qué lo inspire a uno para poder explotar de la misma manera).

     

    Entonces, a partir de esa época comencé a jalarme la verga como si no hubiera mañana. Y comencé a experimentar con mi sexualidad. Dejaré el relato hasta aquí y espero les sirva o haya servido este relato para una buena paja, chaqueta, dedeada, jalada o como le llamen donde estén leyendo esto.

     

    Aprovecho, aquí leí un relato de Perú hace tiempo; hablaba de incesto en una aldea afectada por un sismo. No sé si sea verdad pero estaría bien que alguien de Perú me dijera qué tan común es el incesto en Perú. En México es más común de lo que parece. Saludos. Comenten.

    PS       Me mojé con el sólo recuerdo.