, , , ,

“Una Noche Caliente en el Garaje: Historia Real”

Esto pasó hace un par de años, en pleno verano. Mis tíos se habían ido de viaje y dejaron la casa a cargo de mi prima Carla, de 25 años, con un cuerpo increíble y una actitud rebelde. Yo tenía 22, estaba aburrido y ella me pidió que pasara a “ayudarla”. Spoiler: lo que quería era compañía.

Llegué cerca de las nueve de la noche. El calor era insoportable. Carla estaba en el garaje, con shorts ajustados y una camiseta sin sostén, sudando mientras movía cajas. Me puse a ayudarla, pero no podía dejar de mirarla. Ella lo notó, se rió y dijo: “¿Qué pasa, te gusta lo que ves?”. Me quedé mudo. Entonces, se acercó, me puso la mano en el pecho y me arrinconó contra la pared.

 El Momento en que Todo Explotó

“No te hagas el tonto”, susurró, y me besó con una intensidad salvaje. De ahí, todo se descontroló. Le quité la camiseta, ella me bajó el pantalón y en segundos estábamos en el suelo del garaje. Fue una noche caliente en todos los sentidos: pasión, sudor y gemidos sin control. Carla se movía encima de mí como si el mundo se fuera a acabar, y yo la seguí el ritmo hasta que los dos colapsamos, jadeando.

Un Secreto Bien Guardado

Cuando terminamos, ella se levantó, me miró y dijo: “Esto no se lo cuentas a nadie, ¿eh?”. Asentí sin decir palabra. Hasta hoy, es mi recuerdo más intenso de ese verano.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja un comentario