Mi primera vez alos 17 años
Tenía 17 años trabajaba en un ciber café mi jefe era un hombre de 30 años alto, atlético y muy caliente. Todas las tardes al salir del colegio me dirigía al trabajó y cuando llegaba hay estaba esperandome siempre me tomaba de la mano y me daba un beso en la mejilla con un suave mordisco yo una inesperta me ponia nerviosa, mis piernas temblaban y mi voz se quebraba…
Comenzaba el juego de la seducción un día era el mordisco en la mejilla, al otro día era un apretón de nalga, un suave rose en la pierna…
Una tarde entre al baño arreglarme un poco el cabello, había tenido entrenamiento de básquetbol en la escuela y llegué un poco desarreglada al trabajo, cuando estaba mirándome en el espejo de pronto apareció su reflejo estaba junto al mío, estaba de espaldas y me quedé paralizada en un segundo lo sentí junto a mi, pensé que tonta deje la puerta abierta y ahora que hago, pasaban mil cosas por mi cabeza, mientras comenzó acariciarme, a besar mi mejilla y su lengua comenzó a deslizarse en mi oreja sentí que todo se me estremecía, comencé a perderme en sus caricias, cuando de pronto bajo sus manos a mis nalgas las acarició, bajo lentamente a mis piernas subió mi falda a la cintura y bajo mis bragas yo estaba indecisa no sabía si quería hacerlo era mi primera vez yo nunca había pensado hacerlo ni me había imaginado si quiera como quería que fuera mi primera vez…
El solo me dijo confía en mí no te voy a lastimar dejame entrar y prometo cuidarte, su voz en mi odio, su respiración y su forma de tocarme me hechizaron…
Con mis bragas abajo comenzó a caricias mi vagina, suave muy lento y con la otra mano desabotonaba mi blusa, desabrochó mi sujetador y comenzó acariciar mis senos, era todo perfecto para una niña de 17 en manos de un hombre con experiencia…
Me puso de espaldas, mis nalgas rosaban con su miembro, me inclino, bajo su pantalón y puso su pene en mis nalgas, por dios lo sentí grande, tomo mi mano y me dijo tocalo… era grande, grueso y con sus venas sobresalientes y pensé y ahora que hago me puse nerviosa yo inesperta y él con tanta experiencia…
Me dijo tranquila no pasará nada que tú no quieras creo que ya era demasiado tarde para esas palabras mi bragas abajo, su miembro rosando mi vagina y chorreando solo estaba esperando el momento cuando de pronto me dijo confía en mí, la cabeza de su miembro intentaba entrar en mi vagina cerrada era grueso dolía un poco pero comenzó a masajear mi vagina y mi entre pierna mientras mordía mi espalda y cuidaba cada detalle para que fuera la mejor experiencia, sin más de pronto sentí un empujón suave y a la vez fuerte grite pero no fue de dolor, por primera vez sentí el placer de tener un pene dentro de mí, tomo mis caderas y comenzó con movimientos suaves y duros solo me miraba en el espejo, veía mi rostro sudado con una expresión que nunca había visto en mí y continuó hasta que tuve mi primer orgasmo, después el termino en mis nalgas se inclino en mí, medio un beso en la mejilla limpio su semen de mis nalgas me ayudo a vestirme me abrazo y solo me dijo gracias…
Estaba en shock le acaba de dar lo más preciado, mi virginidad a alguien que no era mi novio, que solo era mi jefe y ahora que sucederá me preguntaba me correrá del trabajo…
Pasaron las horas ya tenía que retirarme a mi casa y el me habló, -Karen puedes venir-,
-si claro- me tomo de la mano me llevo al baño y me dije en mi mente otra vez y parace que leyó mi mente, me dijo -no pienses que te tomaré quiero que veas algo-,
-está bien contesté-.
-Karen baja tu pantalón y tus bragas-,
-pero dijiste que no lo haríamos-,
-haz lo que te dije- respondió…
Hice lo que me pidió y cuando baje mis bragas note un poco de sangre,
-me dice vez eso, una señal de que dejaste de ser niña y ahora eres una mujer y gracias por dejarme ser el primero es un privilegio-.
-ahora arreglate ve a tu casa duchate y descansa, por qué a partir de mañana te haré mia si tú estás de acuerdo-. Me dio un beso en la frente y me abrazo…
Ahora tengo 36 años, vivo en un lugar rural donde a esta edad ya nadie te quiere para casarte, por qué ya eres algo vieja y solo te quieren para ser la puta de todos…
Pero… he hay lo malo, que yo no soy la puta de todos, solo de quién me gusta, yo elijo a quien comerme…
Y así fue como comencé y me introduje en el erotismo, en el sexo y el placer de disfrutar una buena cojida…
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