relatos eroticos

Perdón… es qué estaba pensando.

¿Por qué los hombres siempre preguntan si los sentimos?, la respuesta es más que obvia ¿no? «creo» (sea vaginal, anal u oral).

Si te meten algo cálido y duro, por muy suave y terciopelada que sea su piel… de ovarios que se siente (Ovarios, porque no tengo bolas para decir “de bolas” así que digo “de ovarios”).

Ya va… Verga ¡que dolor…! imaginen… ¿Cómo se siente el sexo anal la primera vez?

Si, lo sé, es algo capcioso y estúpido preguntarlo o sugerirlo. Macho que se respeta no se depila las bolas ni se mete nada dentro del culo.

Vamos, saben que es verdad ¿acaso no se mandan a anestesiar antes de chequearse la próstata?, ¿a qué le temen… no son macho, macho, men?

Si, de nuevo es capcioso y estúpido, le temen al dolor… o peor todavía… «je, je,je, je, je» le temen a que le guste la vaina de que le metan algo por el culo.

Pero si yo les dijera que todo hombre ha experimentado la sensación del sexo anal más de una vez en su vida. Conjuguemos juntos las siguientes palabras; cogido, recogido, sobrecogido.

Yo te cojo, él me coge, tú me coges, vosotros me cogéis

Cogido; debe ser el común denominador de (1) acto sexual

Yo te recojo, él me recoge, tú me recoges, vosotros me recogéis

Recogido; debería ser el acto sexual continuado (2) y (3), ya que (4) o (5) ni Superman.

Yo te sobrecojo, el me sobrecoge, tú me sobrecoges, vosotros me sobrecogéis

Sobrecogido; bueno… ¿este sería el resultado de la suma de los dos anteriores? una autentica puta ninfómana.

Perdón… ¡diablos…!

Si les dijera que en efecto han sentido algo aproximado, de la forma más natural que puedan imaginar y experimentado en más de una oportunidad, ¿Dirían que miento? Más allá todavía, Uds. mismo lo han expresado no solo mentalmente si no también verbalmente.

Bien… no les creo…

Llevo no menos de 10 minutos empujando un maldito mojón, que es tan grueso como una verga y seguramente tan largo como uno, que me ha puesto a gritar, que me ha provocado mareos y nauseas, que me tiene sudando frio, que lo he sentido entrar y salir milimetricamente entre dilataciones y contracciones anales. Estoy segura que Uds. tambien han estado estítico alguna vez, entonces…. Aaahh, vez, vez que sí es verdad. Y cuando sale, se siente la gloria y respiran profundamente diciendo…

¡Coño… me tenía cogido!

Esta noche he tenido un extraño sueño…

Estaba completamente desnuda, corriendo en la noche, atravesando un bosque oscuro y nevado. Corría, corría como una loca, sintiendo cómo me ahogaba, cómo me faltaba el aire en el pecho, cómo me palpitaban las sienes y el corazón amenazaba con salirse por mi boca. Las plantas de mis pies se destrozaban, congeladas sobre la nieve, reventadas por los filos fríos de las rocas y por las ramas secas que se clavaban en ellas. También mi cuerpo empezó a sufrir múltiples cortes y heridas por todas partes, pechos, vientre, cara, brazos, nalgas, piernas, golpeado por ramas dura y heladas y atravesado por espinas sin compasión.
Traté de pensar, de recordar por qué corría, de comprender de qué estaba huyendo. Pero no era capaz, mi cabeza estaba tan nublada como aquel bosque denso y oscuro, donde la niebla espesa impedía entrar la luz de la brutal luna llena que iluminaba aquella noche al resto del mundo. A todos, menos a mí. Me dolían los pies, las piernas, las manos. Me dolía la cabeza y los ojos me lloraban. Me dolían los pezones, mortalmente hinchados y endurecidos por el intenso frío invernal. Sin embargo, esa dureza de mis pezones tenía algo libidinoso que resultaba extraño en medio de aquella situación de urgencia y temor. Los pezones, alargados y perfectamente erectos se erguían, brillando como si atraparan los únicos rayos de luz lunar que se atrevían a penetrar la densidad de la niebla y del lúgubre arbolado, tirando de unas hinchadas areolas que tiraban aún más de mis pechos también endurecidos por el frío, pero para nada fríos en sí… Al contrario, mis órganos sexuales y en ralidad todo mi cuerpo se encontraban espantosamente calientes. Los copos de nieve caían sobre mí ya derretidos por el calor que emanaba todo mi ser, y su agua fundida se mezclaba con mi propio sudor que envolvía toda mi piel en una capa resbalosa y lúbrica que ayudaba a mitigar algo el dolor de las laceraciones que recibía mi cuerpo en aquella alocada carrera. Aquella extraña sensación de lujuria me resultaba por completo incompatible con mi desesperada huida de no sabía que. Y, al mismo tiempo, me hacía comprender que precisamente por ello no tenia escapatoria posible. Mis largos y firmes pezones se comportaban como dos antenas que emitían alto y claro sus lujuriosas señales, a lo que se unía mi propio olor, el olor del sudor copioso de mi cuerpo atormentado pero también erotizado. Eso, y una fuerte peste a hembra en celo emanando de entre mis piernas, y que hasta para mí era fácilmente perceptible. Puede que no entendiera nada de mi situación ni mi destino, pero tenía claro que en aquella situación era una presa fácil para determinados cazadores por negra que fuera la noche.

Porque lo que sí sabía es que estaba siendo cazada.

Y, a pesar de mi desenfrenada carrera, pronto comencé a verlas. Sombras, enormemente rápidas y silenciosas a mi alrededor. Adelantándome por ambos lados, cruzándose por delante y por detrás de mí. Pero siempre sombras, unas más grandes, otras más pequeñas. Siempre veloces, cada vez más audaces, cada vez más cerca de mí. Aunque nunca llegaran a tocarme ni atacarme. Se limitaban a salir de las sombras, asustarme y volver a desaparecer en la niebla. Cuerpos negros y grises que pronto me acostumbré a oler y oír yo también. Algunos eran enormes. Pero aunque llegara a anticipar su presencia algunas veces, siempre eran infinitamente más rápidos que yo. Se interponían en mi camino, y veía sus colmillos refulgir y sus ojos brillando amenazantes en la noche negra como la boca del lobo. Entonces cambiaba de dirección, hasta que otro de aquellos seres volvía a salir de la nada frente a mí. Creo que comprendí demasiado tarde que, en realidad, me estaban guiando, conduciendo a donde ellos querían. Hacía ya demasiado rato que corría errática con el rumbo perdido, cambiando una y otra vez de dirección cada vez que aquellos seres querían que así lo hiciera. Al darme cuenta de aquello, fue como si de alguna manera se cayeran los velos de mi cara que me impedían ver y entender lo obvio. Negro como la boca del lobo… ¡Sería estúpida! ¿Habían estado realmente en silencio o es que el terror me había impedido escuchar antes los aullidos? Sólo cuando entendí que eran, de hecho, lobos, empecé a oír también sus largos y lastimeros gritos rasgando la noche. Lobos, pero no uno, sino una inmensa manada. Y yo era la caperucita del cuento, solo que había perdido mi capa y esta vez no tenía cerca ningún fuerte leñador dispuesto a blandir su hacha por mí.

Al entrar por fin en el amplio claro del bosque, me di cuenta también de que aquellos animales eran mucho más inteligentes que el torpe lobo feroz de las historias que me contaban cuando era niña… La manada me había conducido a aquel lugar, con un claro propósito, además. Sobre una alta roca, recortada contra una inmensa luna llena que se recortaba baja sobre las copas de los árboles, la oscura silueta de un inmenso ejemplar aullaba saludando mi llegada. Era enorme, sencillamente inmenso. No podía ser un lobo, no uno normal. Era uno de esos animales legendarios que aparecen en las historias antiguas de reinos olvidados. Podía ser fácilmente el doble o el triple de grande que el resto de la manada que empezaba a entrar también al claro detrás de mí, desde todos los puntos a mi alrededor. Me tenían rodeada por completo, y eran decenas: no tenía escapatoria posible.

Tampoco pensaba en escapar, por otro lado. La figura de aquel lobo enorme, erguido como un rey sobre la negra roca, me fascinaba de tal manera que para mí ya no existía nada más a mi alrededor. Desconectada de la amenazante realidad en la que me encontraba, fui avanzando como sumida en un hechizo hacia él. Su poder era tal que no podía resistirme ni mirar otra cosa que su cuerpo imponente. Pronto me vi en el centro del claro, exhausta y sollozante, rodeada de casi un centenar de lobos hambrientos…

De repente, el silencio era total, y el frío se hizo aún más intenso, arreciando la nevada y soplando un viento helado que comenzó a lanzar violentas cuchilladas contra mi cuerpo desnudo. Pero mi carne seguía emanado aún un calor capaz de fundir la nevada y detener el viento, con una energía que casi me hacía brillar con luz propia, tal era la fuerza con la que el sudor que perlaba mi piel reflejaba la luz lunar. Gruesas gotas saladas escurrían por mi cuello y entre mis tetas, resbalando por mis formas redondeadas hasta los pezones ardientes, donde se condensaban en contacto con el calor que irradiaban mis protuberancias. En medio de remolinos de viento y nieve, pude ver al Huargo levantar su cabeza, hinchar su colosal cuello y aullar a la misma luna que me iluminaba. La orden estaba dada.

No le vi llegar, pero sí que escuche al primero de los animales que saltó corriendo hacia mí para derribarme. Caí de lado, y aún pude incorporarme. Otro animal aún más fuerte y pesado volvió a derribarme. Tendida boca abajo, noté como una o dos de aquellas fieras hocicaban entre mis piernas y lamían mi ano con ásperas lenguas. Repté a gatas hacia delante, y me giré sin ser capaz de levantarme. Antes de poder siquiera pensarlo, otro de los lobos se lanzó sobre mi cara. Sentí su aliento en mi rostro, y el sudor de su cuerpo se mezcló con el mío mientras me hacía caer de espaldas. Pasó sobre mí veloz como el viento, pero ya tenía a otro metiendo su cara en mi coño, lamiendo y lanzando feroces dentelladas. Noté a otros de esos animales acercarse a mí, sus dientes afilados en mis piernas, y temí por primera vez ser devorada. Pateé con fuerza y logré espantar a los últimos en llegar, que salieron aullando, pero no al que hurgaba sádico entre mis muslos. Lloré al sentir que avanzaba sobre mí, casi arrastrándose, lamiendo y mordisqueando mi vientre, mi torso, mis pechos, mi cara. Se tumbó durante un instante sobre mí, aplastándome y dejándome sin respiración. Sus babas cayeron sobre mi rostro, mojándome los ojos, entrando en mi boca. Aquél lobo se estaba frotando contra mi cuerpo. Espantada, lloré, manoteé su cara, traté de moverme sin conseguirlo. Los aullidos a mi alrededor me recordaban que yo era la única víctima posible de aquel akelarre. De pronto, sin más, la bestia se levantó y avanzó sobre mi cuerpo. Pude sentir su pene húmedo y levemente endurecido que, fuera de sus protecciones, golpeaba mi cuerpo, mi coño, mis tetas, mi cara, hasta que el animal se alejó por fin de mi. Como si yo misma fuese una bestia, pude notar los efluvios a sexo caliente que emanaban de sus genitales y de su ano. El contacto conmigo le había puesto cachondo. Tan cachondo como yo misma estaba.

Encogí las piernas y aproveché para levantarme. ¿Quizás todavía estaba a tiempo de huir? Pero, antes de poder siquiera buscar una salida viable, me vi de nuevo en el suelo, cayendo hacia atrás con violencia y sintiendo como mis nalgas se destrozaban en el brutal golpe con un suelo áspero, de duras y afiladas piedras congeladas. Venciendo el dolor, me levanté de nuevo, y de nuevo fui inmediatamente abatida. Esta vez por dos de ellos. Uno me derribó saltando sobre mi torso. El otro se ocupó de que no volviera a levantarme, clavando con fuerza sus afilados dientes en mi muslo. Aquella vez fui yo la que aullé, cayendo de rodillas sobre el suelo. Noté cómo me desollaba las palmas de las manos, las rodillas, y las partes delanteras de las piernas. Pero no sentí ese dolor en absoluto, sino el mucho mayor de las dentelladas que empezaron a lloverme desde todos los lados. Allí, de rodillas, me convertí en una de ellos, a cuatro patas y aullando también, de dolor, de rabia.

De deseo. Porque seguía cachonda, excitada, inexplicablemente en celo… Y, por algún motivo, era capaz de comprender sus olores. Todos aquellos ejemplares que me rodeaban eran machos, y me buscaban como si yo fuera la única loba en leguas a la redonda. Pronto pude notarlo e mis propias carnes cuando uno de ellos me montó sin contemplaciones. Por algún motivo, quizás por su brutal excitación, aquella bestia equivocó su camino y me rompió el culo en lugar de penetrar mi vulva. Una pena, porque mi vulva se encontraba ya abierta y preparada para él, pero no así mi ano. Sin embargo fue precisamente mi estrechez lo que, junto con mi calor, provocó que el miembro del lobo se hinchara casi al momento en mi interior, como hacen los de los perros.

Aullé, aullé de dolor hasta que pude empezar a aullar de placer. Me había convertido yo también en una loba, en la única loba de la manada. Y debía ser sometida a toda la manada si ellos así lo querían. Podía comprender, además, que lo necesitaban; me necesitaban: no podía fallarles. Empalada en aquel miembro que se iba hinchando como un globo en mi recto con cada embestida furiosa y veloz que el lobo arremetía contra mí, sabía que no podía hacer nada más que aguantar o disfrutar, ya que no tenía la fuerza necesaria como para apartar a aquél animal excitado de mi, aún en el caso de que fuera capaz de aguantar el dolor de aquella polla que se estaba hinchando en mis entrañas, hasta alcanzar el tamaño de un brazo. Mientras me dejaba someter por el lobo que me había tomado, el resto se dedicaba a dar vueltas alrededor de nosotros, pasando muy cerca de mí para frotarse con mi cuerpo. Yo aprovechaba, instintivamente, para meter mi cabeza entre sus patas traseras, buscando el olor denso de almizcle en su ano y, más allá, tratar de lamer y meterme en mi boca la polla ardiente de aquellos ejemplares que estaban más excitados por mi presencia. Sin embargo, su incesante danza en torno a mi cuerpo y el estar siendo penetrada al tiempo por el culo por uno de los más grandes de ellos, me dificultaba enormemente conseguir mis objetivos, y a penas podía ir pasando desesperada de ano a ano, de pene a pene.

Pero el lobo que me había tomado era grande, y en su arrebato trató de montarme como si fuera una auténtica loba yo también. No fui capaz de soportar su peso, claro, y caímos los dos rodando sobre la nieve. Él se retorcía pegado a mí por sus genitales, aullando sin duda de dolor. Yo tenía otras cosas de las que ocuparme. Notaba cómo se rasgaba mi culo arrastrado por su miembro, mientras contemplaba horrorizada cómo otras de aquellas bestias se abalanzaban sobre mí al descubrir de nuevo mis tetas al descubierto y mi sexo abierto chorreando flujos calientes, que caían derritiendo la nieve del suelo. En medio de un barrizal noté como se iban turnando para morder mis tetas, tratando de mamar de mis pezones como ubres, mientras otros atacaban con sus afilados colmillos mi chocho después de haberlo lamido con ansiedad.

Todo aquello duró una eternidad, envuelta en una nube furiosa de cuerpos animales que ladraban, aullaban, mordían y se atacaba a mi alrededor, tratando de hacer presa en mi cuerpo una y otra vez. Y así siguió, hasta que noté que la nube se deshacía y el lobo que me había montado se empezaba a relajar y su miembro se iba deshinchando en mi interior. Pensé que se había dado por vencido ante la imposibilidad de consumar el coito en aquella posición, aunque sabía que el resto sólo se había apartado esperando el momento en que él se retirara para que otro ocupara su puesto en una postura más ventajosa. Sólo la sangre caliente chorreando sobre mi cara me hizo ver que otro ejemplar mayor había acabado con aquél que había osado profanar mi cuerpo. La sangre, al abandonarle por la raja que aquellos enormes colmillos que brillaban ante mí le habían abierto en el cuello, había dejado de hinchar así su miembro, permitiendo entonces que la dura tranca saliera de mi culo. Me arrastré llorando y cubierta de sangre y barro de debajo del cuerpo inerte. El suelo era un lodazal de nieve y sangre, donde estaban mezclados mis propios olores y fluidos. Entonces pude ver lo que había ocurrido. El majestuoso Huargo se alzaba frente a mí. Naturalmente.

Los lobos son animales fuertemente jerárquicos. La manada había llevado la presa hasta su jefe, pero no podría disfrutar de ella hasta que éste no lo hubiera hecho y consintiera compartirla. Aquél que había sido incapaz de retener su deseo y se había lanzado a follarme, sin acertar si quiera a hacerlo debidamente tal era la ansiedad que le alimentaba, había firmado su sentencia de muerte. El Huargo me miraba, resollando.

Llevaba toda la noche, quizás toda la vida, esperando ese momento: de él era de quién huía y por fin me había dado caza. Abandoné toda esperanza de huir. Tampoco quería hacerlo. Yo misma estaba tan caliente que necesitaba ser poseída de una vez, aunque fuese lo último que hiciera en mi vida. A cuatro patas, me giré y le ofrecí mi trasero. Enseguida noté su enorme cabeza olisqueando violentamente entre mis nalgas, lamiendo con fuerza mi ano repleto del esperma que ya había vaciado en mí su compañero pese a no haber sido capaz de completar su cópula, esparciéndomelo por las nalgas y la vulva hinchada y peluda que mi nuevo amante lamía con deleite y con sorprendente delicadeza, en comparación con sus hermanos menores.

Sin embargo, el primer intento de montarme fue desastroso. Evidentemente, aquél animal era sumamente enorme como para que mi cuerpo fuera capaz de soportar su peso, así que me vine abajo nada más recibirle. Ni siquiera llegué a sentir su pene contra mi sexo. El lobo rugió enfurecido y sentí un brutal zarpazo en la espalda que me hizo rodar por el suelo. Temí que me hubiera partido en dos con su fuerza y su furia. Pero seguía viva, y podía moverme. Aquel animal, negro como el carbón, giró su inmensa cabeza hacia mí y me miró con sus ojos luminosos e inyectados de deseo. Me recosté sobre una piedra plana, caliente y seca, sabiendo que no podía hacer nada para huir. Pensé que era imposible, antinatural recibirle así, de frente, pero su mirada era implacable y revelaba tan hondo deseo por mi cuerpo que sentí su dominio absoluto sobre mí y entendí, sin lugar a dudas, que me quería precisamente así.

Sumisa, le abrí las piernas según se iba acercando a mí. Justo antes de alcanzarme, el lobo se irguió, aullando a la luna. Tenía, por fin, a su presa. Esta vez sí. Esta vez iba a ser suya. La figura colosal del lobo delante mío me hizo morir de terror por última vez aquella noche. Me meé, lo confieso. Fue tan sencillo como eso. Muerta de miedo, como una niña pequeña, no pude contener mi pavor y noté como el caliente líquido salía dorado y brillante de entre mis piernas, brotando a raudales como un manantial. Para mi sorpresa, vi cómo el inmenso Huargo se acercaba a beber de mi fuente. A lametones bebió mis pises. Comprendí que yo era una loba para él. Era su loba. Para aquél colosal jefe de tan diabólica manada, yo era no ya su igual, sino su dueña. Un inmenso placer recorrió mi cuerpo, y arqueé la cintura desplazando mi coño más al exterior para facilitarle el trabajo al Huargo. Mi sexo se iba calentando más y más, igual que mi cara que sentía arder sintiendo el recorrido de su lengua mezclándose con mi peluda vulva, enrojecida de la fuerza con la que me estaba lamiendo. Con mi mano derecha guié su hocico hacia mi clítoris, para después separar con dos dedos mis labios mayores, dejando todo el esplendor de mi coño a su lengua.

La fiera no tardó en intensificar sus lengüetazos que llegaban hasta lo más profundo de mi cuerpo, de manera que en un par de lamidas me hizo desvanecer en un intenso orgasmo. Tuve que aferrarme con la mano izquierda a la piedra sobre la que me tumbaba, mientras mis piernas se cerraban entorno a la cabeza del lobo para después estallar en un orgasmo bestial.

Supe entonces quién era, por fin entendí todo, mi huida, mi captura… Mi deseo. Pero no cerré las piernas, sino que las abrí todavía más, con el corazón acelerado… Mi lobo se había ganado su premio. Por fin había osado reclamar lo que era suyo. Su cuerpo no tardó en entender mi postura y, en seguida, tras un leve olfateo, comenzó a avanzar sobre el mío, mordiendo con saña mis pechos al hacerlo. Me vi envuelta en la más negra oscuridad. Solamente olía su denso sudor animal, me envolvió con su cuerpo caliente y sentía su miembro golpear ya fuerte, bamboleante, entre mis piernas, cuando su lengua enorme como una sábana alcanzó mi cara.

Las fauces descomunales se abrieron y engulleron toda mi cabeza de una vez. Estaba dentro de él, era irreal, pero supe que era su forma de besarme, así que abrí su boca. Su lengua chorreante de salivas y babas luchó por llenar mi propia boca y buscar mi propia lengua. Nos estábamos besando, nos estábamos morreando… y pude sentir su deseo endureciéndose entre mis piernas justo antes de que aquella bestia me cubriera. Su cabeza se retiró y se quedó justo frente a mi cara, cubriéndome de sus babas y del vapor fuerte de su respiración. Había tenido suficientes experiencias con perros como para saber que en aquella postura era prácticamente imposible que…

Y, sin embargo, pude notar la cabeza de su pene apuntando justo hacia mi vulva. Con delicadeza, agarré aquél duro y caliente vástago entre mis dos manos, y tiré de él hacia mí. Ahí es donde tiene que ir, mi amor, le dije besándole suavito en el hocico. La bestia empujó hacia delante y hacia arriba, y pronto me vi ensartada en un pene ardiente que iba creciendo por segundos al notar cómo mi vagina se iba cerrando poco a poco en torno suyo. Sé quién eres… le susurré mientras empezaba a hacerme el amor. Había decidido entregarme por fin al lobo como la perra que en realidad soy.

En cuanto notaste el calor de la cueva, diste una tremenda embestida que me hizo apoyar las dos manos en el suelo para poder aguantar… Dabas enormes sacudidas, y yo no paraba de gemir… tu pene se iba haciendo mayor, como les ocurre a los perros, tu bola se estaba empezando a hinchar en mi interior, yo apretaba las paredes de mi vagina con fuerza alrededor de tu sexo para retenerlo, para abrocharme a ti, a tu polla, y quedar por fin unidos tú y yo… diste tal embestida que me desplazaste hacia delante, a pesar de que intentaba abrazarme, pegarme a ti, pero tanto placer me tiene sin fuerzas. Noto cómo tu pene dentro de mí va hinchándose más y más, y su bola en mi interior crece y crece… ya no paro de gemir descontrolada, mientras me corro varias veces…

No puedo decir nada, solo gimo hasta que, de repente, paran las embestidas y ambos nos relajamos un poco. En ese momento puedo notar al fin cómo te vacías dentro de mí… mientras me pregunto cuánto tiempo voy a estar enganchada al miembro más enorme que jamás me haya penetrado, cuánto tardará en deshacerse tu bola, la erección de tu polla de lobo en mi interior.

Respiro a bocanadas entre gemido y gemido, pues sigo corriéndome una y otra vez mientras sigues dentro, y de pronto te noto empezar a tirar. Aterrada, te pido que pares, ¡no!, quieto, y consigo contenerte un instante, pero vuelvo a tener otro orgasmo sintiendo que tu pene está dentro y que me estás inundando con tu semen. Y, de nuevo tu empiezas a tirar y esta vez no basta el “quieto”… tiras lo bastante fuerte, moviéndome a mí también, así que me veo obligada a apretar un poco los músculos del coño para intentar expulsar tu tremenda verga y su bola.

El placer es incomensurable…

Suena un ruido sordo y húmedo, y me giro, quedando tumbada en el suelo con la cara pegada a tu verga. Me toco para ver como estoy, noto cómo recorre tu semen mis paredes buscando una salida así que, como puedo, porque estoy agotada, me pongo en cuclillas y vuelvo a apretar mi vagina… Sale una cantidad enorme de semen mientras me vuelvo a correr… con mi mano puesta, noto cómo poco a poco mi agujerito va recuperando su tamaño original, mientras te paseas a mi alrededor empujando tu polla aún medio hinchada contra mi cara. Sé lo que quieres, así que abro la boca para dejar que entres en mí, y te chupo la verga húmeda. Me asombro de lo parecido que es el sabor del semen del lobo al humano.

Mientras mamo de tu polla como una bebé de su madre, noto cómo nos van rodeando tus hermanos. Me huelen, me chupan. También a ti. Les veo lamer tu ano, complacidos. Ha llegado también su momento. Van a follarnos a los dos. No sé si saldré de esta, porque tengo claro que cuando ellos terminen tú volverás a empezar. Una y otra vez, hasta que agotes tu deseo, que es enorme. Hasta que caigas rendido, o tal vez hasta que te canses de mí. Que igual da.

Yo obedeceré, porque soy tuya, soy tu perra ahora, hasta que tú quieras que deje de serlo. O quizás, simplemente, porque quiero.

Porque, en el fondo, lo que ocurre es que simplemente eres tú el que siempre ha sido mío. Y que ahora quiero tomarte.
También sé que, si quiero, podré disfrutar de ti y de tus hermanos hasta quedar saciada, si es que eso es acaso posible… O enfrentaros a muerte si me aburro, si me siento molesta, si sencillamente se me antoja. Mi olor a sexo os ha vuelto locos.

Entiendo que ahora soy la reina de la manada.

Me despierto por fin, empapada en sudor y no sé qué cosas más.
Rodeada de blanco, en la oscuridad.
Creo que sigo en el bosque, tumbada en la nieve, pero me cuesta darme cuenta de que estoy en casa, tumbada en mi cama. Es pleno invierno, y duermo desnuda a pesar del frío. No sé dónde están mis mantas, han debido de caer al suelo… he tenido un sueño algo movido… las sábanas están empapadas, además… mi sudor…
Ni siquiera tengo mis braguitas, la única prenda que llevaba al acostarme. Esas braguitas nuevas, un tanguita transparente que mi mejor amiga, Nuria, me dio justo ayer como regalo de navidad… Unas bragas absurdas, que en nada son capaces de tapar mi poblado peluchito… Pero a Nurita le pone cachonda ver cómo el pelo de mi coño se transparenta en tan fina tela, la atraviesa y rebosa por los lados… y yo siempre hago todo lo que a ella le pone cachonda, porque sé que luego tengo premio

El caso es que mi nuevo tanga estaba hecho un amasijo, enrollado en la punta de mi pie izquierdo… Tenía el coño mojado, el vello púbico enredado y emplastado y las bragas literalmente empapadas, pegajosas, con costras de flujo ya resecas que hacían imposible desenredar aquella madeja. Estaba agotada, tremendamente cansada. En la cama había restos de sangre, también. Mía, al parecer. Tenía heridas, arañazos y marcas por todo el cuerpo. Respiré hondo. El aire enrarecido y cargado de la habitación después de una larga noche se notaba espeso y cargado de sexo. Con un fondo rancio, animal, que no era típicamente mío… al menos, no sólo mío. Quizás, después de todo, era verdad que habías estado aquí. Quizás no todo había sido un sueño.

Sonreí. En el reloj de la mesilla, la hora y la fecha: madrugada del 5 de enero. Hay veces que los reyes magos se portan bien… Tiré el tanga al suelo. Estaba mejor desnuda. Además, iba a seguir manchando. Recogí las mantas del suelo y me tapé hasta la nariz. Y me dormí…

Recuerdo verme en la cama, como si volase hacia el techo, y luego aún más, subiendo y subiendo. Sobre mi cuerpo, unas sábanas y mantas, cubiertas por la piel de un enorme lobo negro recién cazado, que iba tiñendo con su sangre la blancura inmaculada de las telas que me cubrían y, después, mi propio cuerpo…

De nuevo, desnuda, tan sólo cubierta por esa piel de lobo. Recién cazado. De sus colmillos enormes, relucientes, aún goteando sangre y flujo que iban dejando un rastro sobre el suelo.

El rastro perfecto para que un buen cazador pudiera encontrarme de nuevo.

Mi cabeza está hecha un enredo, ya que la situación se está saliendo de control últimamente. Y es que desde hace ya algún tiempo he comenzado a ver a mi propia hermana de forma diferente, con ojos con los que un hermano no debería ver a su relativa más cercana. La lujuria se ha estado apoderando de mí, y todas esas normas sociales y morales han comenzado a importarme poco o nada.

Me llamo Alexander y esta es la historia de como mi hermana gemela Alejandra y yo nos aventuramos en un abismo de placer pecaminoso, conocerás íntimamente las fantasías y realidades de nuestros corazones, además de cómo nos condujeron por el peligroso camino de un amor prohibido.

A mediados de mi último año de escuela secundaria, por ese entonces y hasta ahora la ebanistería se había convertido en mi pasión. El arte de crear hermosas piezas de madera a partir de las complejas formas comprendidas únicamente en mi imaginación ha sido mi vocación desde que tengo memoria, a su vez, considero que es una forma de escape del mundo real y sobre todo de la vida escolar, ya que desde pequeño se había tornado en el teatro de burlas y acoso por parte de mis supuestos «compañeros».

En ese entonces no se me consideraba un hombre atractivo, por suerte yo tampoco lo hacía, y es que entre más rápido aceptes la realidad de tu aspecto, menor será el daño que podrán hacerte los comentarios despreciativos. Además de que con mayor premura podrás ir mejorando los aspectos con los que te puedas ir sintiendo más seguro, tal cual me sucedió a mí con el tiempo y con la gran ayuda de una mujer muy especial que pronto conocerán, pero primero debo avisar que comenzaremos algo lento. Tranquilos y no desesperen, pues las buenas historias siempre se hacen esperar.

Les comento un poco de mí: tengo ojos pequeños rodeados por grandes ojeras ennegrecidas, cabello negro un tanto desprolijo y en ocasiones opaco; falto de vida, mis orejas, aunque no son más grandes de la media, están orientadas muy hacia el frente por lo que dan la impresión de poseer gran tamaño, todas estas características junto con mi personalidad algo sombría y ensimismada, han hecho que las mujeres tomen cierta distancia de mí pensando que soy un «bicho raro», además, no ayuda en nada que constantemente tenga que compartir aula y hogar con un sujeto material de comparación tal como lo es mi hermana Alejandra.

Ella es una hermosa chica de sedoso cabello color azabache; largo y brillante que injustamente camufla sus orejas, ocultando nuestro único defecto en común. Su tez porcelánica de coloradas mejillas le profieren un aura saludable, los ojos arriba de estas son algo rasgados y brillantes, de un tono acaramelado que, en conjunto con unas largas pestañas delicadas, labios levemente voluminosos y una nariz pequeña y respingada hacen de ella la chica más hermosa de nuestro curso (y es que me atrevería a decir que del colegio en general).

A diferencia de lo que comúnmente se cree, mi hermana gemela y yo últimamente ya no somos tan unidos, o al menos no tanto como de pequeños, nuestra infancia fue similar a la estereotípica imagen que se suele tener de los gemelos: vestimentas a juego, actividades extracurriculares similares y una conexión especial que solo ambos parecíamos experimentar, pero nuestro distanciamiento dio inicio en cuanto me vi ampliamente superado por las capacidades de Alejandra; en lo académico, deportivo y social. Realmente al inicio no me importó, al haber nacido ella primero la considero mi hermana mayor y, por ende, la admiraba cuando era capaz de hacer algo que yo no, pero precisamente eso dio paso a que en mi familia se nos comparase y posteriormente en la escuela, al final era inevitable una conclusión donde yo fuera menospreciado, y fue así como decidí dar un paso atrás, permitiéndole brillar sola en el escenario de la vida.

De igual manera, siempre estuve y estaré en el foco de comparación, comentarios como:
«Una belleza como ella, ¿cómo puede ser gemela de un adefesio como él?»
O
«es increíble que sean hijos de la misma madre»

Eran el pan de cada día para alguien como yo, era aguantar las burlas por parte de las chicas junto con las vulgaridades que profesaban los chicos acerca de lo que le harían a mi hermana si la tuvieran desnuda frente a ellos, eran escenarios cotidianos que forjaron mi carácter reservado y solitario.

Lastimosamente, hay una similitud que ambos compartimos y la cual nos hace destacar para bien o para mal respectivamente, ambos medimos poco más de 1.80 cms, y en este país es un tamaño algo por encima de la media en hombres y demasiado en el caso de las mujeres.

Si me hubieran dado a elegir, habría preferido una estatura que me permitiera pasar desapercibido y no parecer escuálido; encorvado, mi hermana, por el contrario, hace gala de su porte, para ella es una cualidad que la hace mucho más apetecible y ella lo sabe a la perfección, siempre he pensado que ella es muy consciente de las miradas morbosas que atrae su figura y ha aprendido a jugar con el deseo de evocar fantasías en la mente de los hombres.

Con frecuencia usa medias veladas negras que le dan un aura de madurez, otras veces solo usa un par de calcetines cortos que permiten ver por completo la tersa piel de sus seductoras piernas y en ocasiones muy particulares cubre sensualmente esas largas extremidades con medias largas de algodón que recorren su piel hasta el ecuador de sus carnosos muslos, dejando siempre un espacio con respecto su falda de colegiala que permite ver la limitada franja de piel que pareciera estar meticulosamente medida para permitir la vista de un par de eróticos lunares en la parte posterior del muslo derecho, a escasos centímetros de la frontera que da inicio a su redondo y esponjoso culo; muchas chicas podían presumir de estar bastante desarrolladas para su edad, pero los atributos de mi hermana, diría yo, juegan en otra liga.

Sus anchas caderas y su delgada cintura hacen que su nalga se vea providencialmente más abultada y tonificada por encima de la falda, tanto así que, al caminar, el tiro de la prenda se levanta y bambolea de lado a lado jugando con la expectativa del espectador a que en alguno de esos vaivenes se debelen los tesoros resguardados bajo la delgada tela.

Más de uno ha recibido una fuerte bofetada como recompensa al tratar de indagar por mano propia que esconde la falda de mi hermana, no sé qué dirían al saber que, en casa, la misma mujer de sus más depravadas fantasías, se pasea por todas partes con unos pequeños shorts que abusivamente aprietan hacia arriba la zona baja de sus glúteos sin dejar casi nada a la imaginación.

El acelerado crecimiento de sus senos también ha capturado mi atención durante lo que va del año, ha tenido que cambiar al menos dos veces la talla de las camisas del uniforme escolar, pues con las anteriores, era muy común que perdiera botones gracias a la increíble presión que debían soportar para mantener recluidos sus redondos y descomunales pechos, sinceramente no podían verse más lascivas y a la vez elegantes en una mujer de su estatura y porte.

Y tras esa extensa presentación, me centraré en narrar los hechos que hicieron que empezara a verla más como una mujer que como mi propia hermana.

Todo comenzó hace algunos meses, un viernes tarde en la noche me encontraba ensamblando una librería en la que estaba trabajando por encargo de mi hermana. Mi afición con la ebanistería se transformó realmente en un trabajo de medio tiempo y gracias a la intervención de Alejandra, mis padres me habían permitido a regañadientes adaptar nuestro garaje para convertirlo en mi propio taller, en el cual se me podía ir el tiempo volando tal como me ocurrió esa noche, por suerte estuve inspirado y pude terminar el encargo de mi hermana antes de irme a dormir.

Cuando salí del taller bebí algo rápidamente y subí al segundo piso para avisarle a mi hermana que su biblioteca estaba lista, pero antes de llegar a su habitación miré mi celular y me sorprendió saber que pronto serían las 4:00 de la mañana, obviamente supuse que para entonces ella ya estaría dormida por lo que pensé mejor en comentárselo a la mañana.

Al querer pasar de largo una luz captó mi atención y me detuvo, se proyectaba por debajo de la puerta de su habitación indicándome que provenía de su interior.

-Estará despierta- pensé.

Me decidí a entrar, pero al tratar de girar la manija esta estaba asegurada, me pareció extraño, pues ya de por sí ella no acostumbraba a cerrar la puerta de su habitación, algo en mi interior me hizo sentir que sería un gran error golpear en forma de llamado, cuando por azares de la vida, fui testigo de uno de esos momentos efímeros que se desarrollan especialmente frente a tus ojos, los cuales, si eres muy lento en reaccionar, te dejarán atrás y jamás tendrás una oportunidad igual.

Escuché lo que a primera impresión me pareció un quejido, acerqué mi oreja a la puerta y comprendí que no eran quejidos, eran gemidos y para mi sorpresa, ¡eran gemidos de placer! Mi corazón comenzó a bombear como nunca.

No soy un gran deportista, por lo que no podría estar completamente seguro, pero la adrenalina poseía cada rincón de mi cuerpo. Hice un mayor esfuerzo en escuchar centrando todos mis sentidos para captar nuevamente ese glorioso:

«Ah… Sí… Ah… que rico»

Mi corazón estaba a mil, no me bastaba solo con escuchar, también quería ver, me urgía comprender que escena se estaba desarrollando dentro del cuarto de mi hermana.

Miles de pensamientos cruzaron por mi cabeza, mientras los gemidos y ahora los nuevos sonidos de chapoteos que se unían a la función, nublaban mi mente.

Tanteé la posibilidad de ir corriendo al taller y traer alguna herramienta para abrir un hoyo en la madera, pensé también en asomarme por la ventana de su habitación; idea inútil al considerar qué estaba en un segundo piso, pero justamente eso era lo que me estaba generando la excitación de escuchar los gemidos de mi gemela, oscurecían mi juicio; me veía atontado sintiendo como mi pene poco a poco se levantaba y se iba haciendo espacio dentro de mi pantalón.

Al bajar la mirada para sacar mi miembro, vi nuevamente la luz que pasaba por debajo de la puerta y un segundo de coherencia me bastó para comprender que el orificio podría ser lo suficientemente ancho para ver a través de él, y como si de un imán se tratase, mi cabeza se precipitó de inmediato hasta estar completamente pegada al suelo.

Allí la pude ver, una de las imágenes más exquisitas que quedaran guardadas en mi retina hasta mi último día, tan nítido como si la estuviera viendo de frente.

Mi hermana gemela sentada sobre su escritorio, aun con el uniforme y las medias puestas. Su cabello algo desarreglado, su falda levantada y una de sus manos dentro de lo que parecía ser su ropa interior, a primera vista no pude confirmarlo con certeza, ya que tenía la pierna recogida sobre la mesa impidiendo ver su pubis.

Alcé la mirada y vi su cara teñida de pasión, con la expresión del más absoluto placer, sus ojos no se quedaban quietos, a veces cerrados y a veces perdidos en el vacío de la habitación.

En definitiva, el suculento placer la tenía poseída por completo, no me tomó mucho imaginar dónde estaba su mano realmente, por suerte, un prolongado espasmo que le hizo recoger los dedos de los pies y estirar las piernas, me permitió esclarecer mis sospechas, su delicada mano exploraba con constantes incursiones el interior de su vagina por debajo de su ropa interior, la tela de la tanga aprisionaba su muñeca contra su pelvis como si la estuviera obligando a perforar su orificio una y otra vez con sus estilizados dedos.

Yo deseaba saber cuáles dedos estaba usando, en qué cantidad, con qué frecuencia intercalaba su uso y aun sabiendo que estaba mal, saqué mi verga y comencé a estimularla de arriba hacia abajo tratando de sincronizarme con el movimiento de la muñeca de mi hermana.

Una perforación de ella era una jalada mía, cada espasmo en su cuerpo era un escalofrío en el mío y cada «Ah… sí… ahí…» era un gruñido acallado en mi boca.

No sé cuánto permanecimos así, pero en lo personal no quería que terminase, de repente ella aumentó el ritmo, sus dedos entraron en un frenesí tan lascivo que no supe ni en qué momento se había quitado la tanga; desapareció por completo, sus piernas comenzaron a agitarse en el aire, era como si buscara un soporte donde apoyarlas, se entumecían en el aire contrayendo sus dedos para posteriormente relajarlos y dejar caer sus lisas pantorrillas.

Ese constante vaivén lanzaba gotas de sudor y me imagino qué otra clase de fluidos al rededor, podría jurar que una gota cayó en la comisura de mi boca, pues al lamerla, un erótico sabor salado invadió mi paladar e hizo aumentar descontroladamente mi apetito sexual.

La Lujuria solo incrementaba más y más al ver la otra mano de mi hermana acercarse tímidamente a su propio cuerpo. Mientras la derecha profería placer constantemente en su sexo, la izquierda comenzó su travesía arañando levemente su pierna izquierda por encima de su media larga, la transportó sobre el rosado y sudoroso muslo donde lo apretó con fuerza, dejando marcadas sus uñas en él.

Lentamente, trazó un camino con su índice desde la parte superior de su muslo alrededor de la circunferencia de éste hasta encontrarse sorpresivamente con su otra mano en medio del pubis, por primera vez la mirada de Alejandra se centró en un punto y fue en su empapado coño. Asumo que quería prestar especial atención a donde iba a tocar a continuación con su mano libre, mientras incansablemente sus dedos seguían penetrando una y otra vez a través de su orificio, la otra mano acarició y luego apretó su tembloroso clítoris.

Intercalo entre ambos movimientos en lo que parecía ser una piscina de fluidos sexuales que embadurnaban ambas manos y se salpicaba sobre la masa en forma de cristalinas gotas.

-cuanto desearía poder probarlas una vez más- pensé con dificultad en una mente demasiado turbada.

Dos de sus dedos trazaron un rápido movimiento horizontal sobre el clítoris de manera tan agresiva que la obligó a lanzar su cabeza hacia atrás, profiriendo un alarido para nada cuidadoso, se escuchó perfectamente y resonó por los pasillos de la casa, tal fue la sorpresa que ambos nos detuvimos abruptamente.

Nos quedamos inmóviles y acallamos nuestras mentes intentando sondar el ambiente previniendo que nuestros padres no se hayan despertado, sé que ella se paralizó con la adrenalina de pensar que tendría que dejar su autosatisfacción a medias. Por mi parte, mis nervios se centraban en el peligro de ser descubierto por ella, pues solo le bastaría con girar levemente su cabeza a la derecha para ver mis morbosos ojos espiando cuidadosamente su intimidad.

Transcurrieron unos segundos que parecieron eternos y ambos nos arriesgamos a reanudar nuestro placer concluyendo que nadie se había dado cuenta del sonoro gemido.

No sé si fue la emoción de ser descubierta o el afán de terminar rápido, pero Alejandra aumentó el ritmo de golpe, por lo que, cómo buen hermano, me dispuse a seguirla.

Vi como sus caderas se movían de atrás hacia adelante como si estuvieran rogando por un pene y sin quererlo las mías la imitaron urgidas de una vagina, solo las fantasías más inmorales cruzaban mi mente, ya que nunca había añorado tanto algo como el cuerpo de mi hermana.

Su cabello danzaba caóticamente en el aire, sus grandes y esponjosos senos se levantaban y parecían querer escapar de su cuerpo, su esférico culo se estremecía revolcando todo lo que estuviera sobre la mesa.

Continuó con el trayecto de su mano izquierda, agarrándose la cadera y jugando con ella como si la mano no fuese suya y si de algún hombre que asumo la estaba penetrando en su imaginación.

Lentamente, su mano recorrió el costado de su cuerpo y se encontró rodeando un gran obstáculo, el cual era su pronunciadísimo seno izquierdo, lo sobo lentamente hasta encontrar sorpresivamente un duro pezón que sobresalía de la forma ovalada de la teta; marcándose por debajo de la camisa blanca, ahora transparente por estar empapada de sudor.

Apretó el pezón con fuerza como si quisiera despojarse de él y lo retorció provocando toda clase de gemidos y jadeos sexuales, pareciese como si estuviera activando un interruptor que la hacía rogar por más.

El ritmo incrementó aún más, sus hombros se encogían y alzaban, mis manos ya estaban pegajosas, las suyas mucho más, con mi mano libre me agarré el pecho deseando que fuera ella quien lo hiciera.

Mi hermana no dejaba de retorcerse, sus caderas golpeaban con mayor fuerza haciendo que más dedos se introdujeran en el interior de su vagina mientras más fluidos se derramaran por todas partes.

Su mano izquierda culminó su epopeya agarrando fuertemente su seno y apretándolo hasta que su límite físico lo permitiera.

En mi mente solo resonaba el nombre de mi hermana:

«Alejandra, Alejandra… Alejandra»

y por un momento me pareció escuchar que de sus labios se pronunciaba un leve y casi imperceptible:

«Alex, Alex… Alex»

No pude discernir bien, mi mente estaba hecha un lío y únicamente podía concentrarme en su mano perforando sin clemencia su coño, la otra, estrujando agresivamente sus tetas sin distinción, su boca mordiéndose un labio hasta casi desgarrarlo y sus ojos de intenso placer.

De repente una corriente atravesó nuestros cuerpos, yo puse mi mano firmemente contra la puerta mientras eyaculaba, viendo a mi hermana con su vagina al aire, levantada y abierta, inundando el cuarto de constantes chorros con penetrante olor a sexo, antes de expulsar la última rociada se mordió la falange del dedo que prácticamente había explorado todo su cuerpo para acallar el estallido de placer.
Nuestras mentes permanecieron en blanco disfrutando de la corriente de éxtasis que arrasaba nuestra psique.

No sabría decir si a las mujeres le ocurre lo mismo que a nosotros, pero los hombres experimentamos una especie de depresión posterior a la masturbación en la cual recibí de un único impacto la totalidad de remordimiento moral de lo que había acabado de hacer, no solo había violado la intimidad de mi hermana, también la use como musa sexual.

Mi mirada se posó en el vacío, por suerte Alejandra se tomó el tiempo de gozar su orgasmo, de inmediato el terror me invadió al ver un poco de mis fluidos al otro lado del umbral, mezclándose con el collage de líquidos junto a los pies de mi hermana, no tendría el valor de explicarle absolutamente nada de lo ocurrido por lo que limpie rápidamente mis despojos del pasillo y corrí a encerrarme en mi habitación rogando porque Alejandra, ni nadie, se enterara nunca sobre lo que pasó.

Pero durante toda esa noche un solitario cuestionamiento rondó mi mente y me libro sin querer de cualquier otra preocupación.
– ¿dijo mi nombre?

Continuará…

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Eran las diez de la noche. Mi hermana entró a mi cuarto sin llamar.
Puedo dormir contigo esta noche?
Le hice un lado en la cama.
Espera voy a quitarme la ropa. Se bajó la minifalda quedando en tanga y se quitó la brlusa dejando sus pechos al descubierto.
Me puse rojo como un tomate,
que pasa nunca has visto uanos pechos?
Te parece que los tengo bonitos?Se acostó abrazandome por detras pegando sus pechos a mi espalda.
Mañana quiero que me acompañenes a la playa.

a la mañana siguiente llegamos a una cala desierta.
Se puso se pie frente a mi y empezó a quitarse la ropa. Se bajó la minifalda y se quitó la blusa, pero no paró se bajó el tanga y me mostro su coño depilado.
Que te parece estoy buena?
Anda desnudate tu también.
Ponte de pie. Se acercó a mi y mi¡e abrazó notantando toda su desnudez.
Luego extendió la toalla y se tumbó bacaarriba.
Me pones crema o te da corte?
Ne puse sobre ella dejando que mi pene rozara sus piernas y empezé a sobarla. No me corri de milagro.
anda tumbate que te voy a poner crema también

Asi paso la mañana y llego la noche

Mi hermana entró a mi habitacion y me dijo si podia dormir conmigo denuevo
Le hice un lado en la cama.

Se bajo la minifalda ek tanga y quedo totaslmente desnuda frente a mi
anda levantate y me abrazas
Me acerqué y la cogí por la caderas
Seguirá

h Salí, la verdad es que fui a ver a Isabel, llegué hasta la esquina, de donde le silvé, como a los 10 minutos , salió, éstaba preocupada, y me dijo…….AMOR HAY QUE TENER CUIDADO, MI MARIDO Y MI HIJO HAN LLEGADO AYER EN LA MAÑANA, AHORITA ESTAN DESCANSANDO, yo le dije….ISABEL, MI AMOR SOLO HE VENIDO A FELICITARTE POR LA NAVIDAD, ..Y OTRA COSITA MI AMOR….POR FAVOR REGALAME UNA PROPINITA, fue bastante amable me regaló 300 soles, nos despedimos, me fui a mi casa, yo tenía unos ahorros, de lo que me regalaba Isabel, y lo que había ganado por el campeonato, cuando llegué a mi casa, encontré a Mary, cambiadita, estaba hermosa, sañimos la llevé a una casa comercial de mi pueblo, le regalé un vestido, ropa inerior, bata de seda de dos piezas, un par de zapatos, yo solo me compré una camisa, regresamos a la casa nos cambiamos con la ropa nueva y la llevé a un restaurante campestre, la llevaba abrazada, como mi madre, al llegar había bastante gente, algunos nos saludaban, pasado algunos minutos se acercaron uno que otro amigo, a saludarme por Navidad y por el campeonato, y le decían a Mary…..SEÑORA USTED TIENE UN HIJO MUY BUENO…BUEN FUTBOLISTA…TITO CUIDA A TU MADRE ES BONITA, terminamos de almorzar retornamos a casa, estaba super contenta, nos cambiamos y nos recvostamos en la cama, comenzamos a besarnos y las caricias venían de lado y del otro, terminamos haciendo el amor, a eso de las 8 pm. desperté, tomamos un te, yo fui a su cuarto a sacar mi ropa e irme a mi cuarto, ella me dijo…..AMOR A DONDE VAS….AMOR DESDE AHORA TU ERES MI HOMBRE….ESTE TAMBIEN ES TU CUARTO Y TU DORMIRAS CONMIGO…..TU ME DIJISTE QUE NUNCA ME DEJARIAS…YO TE AMO MI VIDA…VIVIREMOS COMO PAREJA YO SOY TU MUJER MI AMOR, Fue a fines de enero me busco Isabel, era para despedirse, hicimos el amor le di por delante y por atras estaba feliz, me contó que se iva a Lima, su hijo estudiaba en una Unversidad, y su marido había comprado una casa para ellos, me dio la dirección, si es que llegaba a visitarla, me regaló 500 soles, en esos dias me busco el hijo del jefe del banco, se llamaba Ricardo, me dijo…TITO MI VIEJO QUIERE CONVERSAR CONTIGO, TE ESPERAMOS EN MI CASA A LAS 7 DE LA NOCHE…NO FALTES AMIGO, yo me pregunté para qué sería, fui a la hora pactada, toqué la puerta salió Ricardo, me dijo ….PASA AMIGO, SIENTATE LE PASO LA VOZ A MI VIEJO, a los minutos salió el Sr. Gustavo……HOLA TITO TODO BIEN….VOY A IR AL GRANO MUCHACHO, EL EQUIPO DE FUTBOL QUE TENEMOS ESTAMOS EN BUSCA DE JUGADORES, Y HEMOS PENSADO EN TI, TE VAMOS A VESTIR CAMISETA, SHORT, ZAPATOS BUZO COMPLETO, ADEMAS TE VAMOS A DAR COMO PROPINA MENSUAL DE 70 SOLES Y POR PARTIDO GANADO PROPINAS , QUE DICES TITO…CONTAMOS CONTIGO, yo me quedé pensando unos egundos y le dije …SR. GUSTAVO …ACEPTO, Y GRACIAS POR HABER PENSADO EN MI, esta noticia se la di a mi mujer, se puso contenta,… Ese año dormiá con mi mujer, teniamos sexo casi todos los dias, después cada dos dias, ella sabía como provocarme, no decuidé mis estudios tampoco el futbol, Terminé la secundaria, y campeonamos en futbol, llegó diciembre, cumplíamos un año de pareja, Mary preparó una reunión intima para los dos, recuerdo hicimos el amor como nunca, me pidió….AMOR QUIERO QUE ME HAGAS TU MUJER…QUIERO SER TU DE VERDAD MUJER…..DAME POR ATRAS MI AMOR…….QUIERO QUE ME ROMPAS EL CULO….POR FAVOR MI AMOR, ..Y ASI FUE, LE ROMPI EL CULO…ELLLA GRITABA DE DOLOR PERO ESE DOLOR ERA DE PLACER, ese hermoso culo por fin fue mío, Mis amigos estaban pensando en continuar estudios superiores, y me preguntaban a donde iba a ir yo, nos quedamos unos cuantos, mi amigo Ricardo se despidio de mi, yo me franquie con el, yo quería trabajar…..EL FUE BIEN DIRECTO…TITO APROVECHA LA OPORTUNIDAD PIDELE TRABAJO AMI VIEJO, YO SE QUE TE VA AYUDAR…APROVECHA AMIGO. como a los 5 días, fuia buscar al Sr. Gustavo, me resivió con bastante amabilidad., le dije Sr. Gustavo…….DISCULPE LA CONFIANZA…..LA VERDAD ES QUE QUIERO TRBAJAR…NOTENDRA UN PUESTO AQUI EN SU BANCO, el me dijo…..TITO NO ES MI BANCO…….NO TE PROMETO NADA…PERO VOY A HACER TODO LO POSIBLE PARA AYUDARTE…DEJAME CONVERSAR CON MI COMPADRE EL ES GERENTE DE PERSONAL DE LA CENTRAL..DEJAME TITO YO TE PASO LA VOZ, pasó uno, dos , tres días, como a los 10 días, me mando buscar el Sr. Gustavo, de inmediato me apersoné al banco, el Sr. Gustavo me esperaba, al verme, me hizo pasar asu oficina y me dijo….TITO TENGO BUENAS NOTICIAS….ESTAS CON SUERTE ME APROBARON DOS PUESTOS, UNO YA ES TUYO, EMÍEZAS A TRABAJAR A PARTIR DEL PRIMERO DE MARZO, SACA TUS DOCUMENTOS QUE TE VA A PEDIR LA ADMINISTRACION, CUALQUIER INQUIETUD ME PASAS LA VOZ, , salí me fui a mi cas le conté ami mujer sobre la noticia , lloró de alegría, esa noche hicimos el amor casi toda la noche, yo con solo ver su hermoso culo me ponía en fa, y ella se moría por mi verga, ese año me fue bien , con el equipo de futbol del banco, campeonamos y fuimos a la Copa Perú, …Un dfía Mary me esperaba en la noche que regresaba del banco, un poco preocupada, me cambié y cenamos, la vi basatnte callada, me preocupé y le dije….MI AMOR QUE TE PASA….HAY ALGO QUE QUIERAS DECIRME, SOY TODO OIDOS, MI AMOR TU SABES CUANTO TE AMO, ella sacó un papel, y me lo mostró, lo leí estaba embarazada..yo me puse contento….y le dije…MI AMOR …GRACIAS MI AMOR ES LA MEJOR NOTICIA QUE ME DAS, LA BESÉ…ELLA ME CORRESPONDIO, HICIMOS EL AMOR COMO MARIDO Y MUJER FUE ALGO MARAVILLOSO, pasó un mes de la noticia, Mary, una de esas noches de conversación me dijo….AMOR QUE BA A PASAR DE ACA 5 o 6 MESES YA MI BARRIGA SE NOTARA, NO PODRE OCULTARLO…QUE VA A PASAR, yo le dije …AMOR NO TE PREOCUPES..YA LO SOLUCIONAREMOS NO TE PREOCUPES TEN PACIENCIA., yo pensaba como solucionar el problema Mary tenía mucha razón, que iba decir la gente, su familia, amistades, en eso se me prendió el foquito, voy a conversar con el Sr, Gustavo le pedí una cita, me la dio …le dije…SR: GUSTAVO YO SIEMPRE CON PROBLEMAS….SR. GUSTAVO QUE POSIBILIDAD HABRIA DE SER TRASLADADO A OTRA CIUDAD…ACA EN MI PUEBLO HAY MUCHA ENVIDIA..USTED SABE, él me dijo…..TITO CUANTO TIEMPO ESTAS TRABANJO, le dije …1 AÑO Y DOS MESES, ..me dijo…TITO TE VOY A DECIR ALGO MUY PERSONAL..SEGURO TE HAN DICHO ALGO….YO ESTOY TRASLALDADO A LA CENTRAL A LIMA VOY COMO GERENTE DE PERSONAL, EN REEMPLAZO DE MI COMPADRE A EL LO PASAN A UN DIRECTORIO..YO ME VOY A FIN DE MES …PUEDES ESPERAR..HASTA QUE YO ESTE EN EL PUESTO….TEN PACIENCIA TITO, yo,le dije LO ESPERO SR. GUSTAVO , Al mes el Administrador ne llamó….TITO….HA LLEGADO UN DOCUMENTO DE LA CENTRAL, FIRMADO POR EL DON GUSTAVO..TE TRASLADAN A UNA NUEVA AGENCIA EN LA SIERRA, VAS CON EL CARGO DE ENCARGADO DE PERSONAL TIENES QUE ENTREGAR TU CARGO A TU COMPAÑERO LUIS, LOS PRIMEROS DIAS DEL SIGUIENTE MES TIENES QUE ESTAR EN TU PUESTO..TE FELICITO TITO, llegué a casa recontra contento, mi mujer se puso contentísima, vendimos todo , la cas, una chacra que tenía, y nos fuimos llegamos a un pueblo de la sierra donde se instalaba una agencia nueva del banco, Como a los 6 mese nació nuestro hijo, vivimos contenos, tenemos buenos vecinos y muy buenos compañeros de trabajo, ..LO MEJOR ES QUE VIVO FELIZ TENGO UNA MUJER ENCANTADORA Y UNA FAMILIA LINDA..A LA CUAL AMO MUCHO………………….FIN

Yo la tenía abrazada, ella puso su cabeza en mi pecho, con sus manos comenzó acariciar mi cara, y puso sus dedos en mi boca, yo estaba anonado, en ese momento con sus cálidas manos bajo mi cabeza hasta estar cerca a su cara , me miró fija a los ojos y me dio un beso en la boca, yo le correspondí, ella estaba callada, en eso me tomó de la mano y me dijo……. ROBERTO HIJO VEN……TOMA SIENTO… LLORABA….LA VERDAD ES QUE NO SE POR DONDE EMPEZAR…….TE VOY A PEDIR QUE ME COMPRENDAS Y SOBRE TODO PONGAS MUCHA ATENSIÓN A LO QUE VOY A DECIRTE, ..ella tomó mis manos y comenzó a besarlas, yo estaba totalmente absorto de la actitud de mi madre, ella continuó, ROBERTITO ..TU SABES CUANTO TE QUIERO, yo seguía callado, Y TE VOY A QUERER SIEMPRE…PASE LO QUE PASE……ESTA CONVERSACION YO LA QUERIA TENER DIAS ATRAS, ..PERO NO ME ATREVÍA, YO QUERIA VER EL MOMENTO APROPIADO. ..Y CREO QUE HOY ES EL DIA…….ella seguía besando mis manos,, ella se calló por unos segundos, tomó un vaso de cerveza, y dijo…….ROBERTO……CARIÑO……TU NO ERES MI HIJO, yo no comprendía lo que decía y le dije…..COMO MAMA….QUE ESTAS DICIENDO, ella acarició mi cara y me miró fijo a los ojos, de nuevo me dijo…….SI ASI COMO HAS ECUCHADO………NO ERES MI HIJO….TE VOY A DECIR LA VERDAD….YO TE ADOPTE CUANDO TU TENIAS SOLO 4 AÑOS, YO SALI A LA TIENDA DE LA ESQUINA A COMPRAR..AHI HABIA UNA SEÑORA CON UN BEBE, ESE ERAS TU CON TU MADRE. Y TE ESTABA DANDO EN ADOPCION, ME ROGO TANTO , QUE ME APENÓ, TU MADRE FUE SINCERA AL DECIR SEÑORITA LLEVESELO, EL LA VA A CUIDAR, MAS ADELANTE, POR FRAVOR …..PENSE UN MOMENTO, YO ESTABA CONPLETAMENTE SOLA, CREO QUE LO QUE ME DIJO, FUE MUY CIERTO, PARA ESO TU ESTABAS ABRAZADO AMI PIERNA,…..ACEPTE….Y LE DIJE A TU MAMA …QUE NO ME HAGA PROBLEMAS EN EL FUTURO…….ELLA ME DIJO QUE NUNCA ME HARIA NINGUN PROBLEMA…….TERMINAMOS LA CONVERSACION AGARRO SUS COSAS Y SE FUE, Y DESDE AHI YO TE CRIE COMO MI HIJO…HAS ESTADO SIEMPRE CONMIGO, TE HICE ESTUDIAR Y LO MEJOR QUE SIEMPRE ME HAS AYUDADO EN TODO, Y LOS DOS HEMOS SALIDO DE PROBLEMAS……Y AHORA QUE ME DICES DE LO QUE TE HE DICHO, yo escuchaba sin comprender lo que decía, y le dije……MAMA TE AGRADESCO TODO LO QUE HAS HECHO POR MI…….NO SE COMO PAGARTE,….POR FAVOR EXPLICAME ESO DE CUIDARTE , ella bajó su cabeza y frotando sus manos dijo……LA VERDAD ES QUE YO TE CRIE ..PARA MI…..SI COMO LO ESCUCHAS…..PARA MI…..PARA QUE SEAS MI HOMBRE, ME HAGAS RESPETAR, ME PROTEJAS……AHORA DEPENTE DE TI DECIDIR. pensé unos minutos, y me paré, le extendí mis manos ella las aceptó, también se paró, la abracé y le dije……..MAMA….MARY, GRACIAS POR TU FRANQUEZA, POR TU SINCERIDAD Y POR LO QUE HAS SUFRIDO POR MI….YO SIEMPRE TE HE AMADO, ERES LA MUJER DE MIS SUEÑOS, TU SABES LOS MOMENTOS QUE HEMOS PASADO,…. QUE EN CIERTAS OCACIONES ERAN INCOMODAS, TU NUNCA ME REPROCHASTE…..ESTOY CONTENTO,…sus manos agarraron mi cabeza a la puso cerca su cara, y medio un beso en la boca, yo le correspondí, con fiereza, La solté por unos segundos y puse música, le alcancé mi mano ella la agarró , se paró y nos pusimos a bailar, mis manos acariciaban su espalda, luego pasaron a sus hermosas nalgas, ella me besaba con lujuria y pasión en la boca, yo comencé a besar su cuello, y mi boca bajo a sus hermosas tetas, sus pezones estaban paraditos los chupaba con dulzura, en eso Mary metió su mano para agarrar mi verga que estaba dura, ella solo dijo……ROBERTO……QUE ES ESO……LLEVAME AL CUARTO…VAMOS MI AMOR, yo ,la cargué ella iba prendida de mi cuello y su cabeza estaba en mi pecho, llegamos a su cama la acosté con mucha delicadeza….. miraba y contemplaba su hermosa cuerpo, en eso me dijo……..PAPITO VEN…….NO TE QUEDES AHI PARADO……VEN A MIS BRAZOS MI AMOR, me eché junto a ella , la miraba y acariciaba su cabellera, ella me dio un beso apasionado, al mismo tiempo desabrochaba mi camisa, en eso me dijo…..AMOR SACATE EL PANTALON, me quedé solo con la trusa, , yo la besaba en la boca y le saqué su camisón y su calzoncito, yo tenía a esa mujer que me había quitado tantas noches mis sueños, completamente, desnuda solo para mi, yo estaba encima de ella besaba su boca como un salvaje, pase a mamar sus lindos y hermosas tetas grandes , abría mi boca para que entré toda su tetas en mi boca, ella jadeaba, y decía…….PAPACITO QUE RICO ME MAMAS, ME ESTAS PONIENDO MUY ARRECHA, luego baje a su zona íntima, comencé a mamar su vagina y a chupar su clítoris, ella se retorcía en la cama. y luego .dijo……ASI PAPACITO…MI AMOR…YA ESTOY CALIENTE…QUIERO TU VERGA….SI AMOR…QUIERO TU VERGA, en ese momento me saqué la trusa, y apareció mi pinga, ella la vio ‘y dijo……..OHHH MI AMOR……TREMENDA PINGA…..MI AMOR…..ESTA BIEN PARADA,.la agarró y se la acercó a la boca y comenzó a mamarla y me decía……ESTO SI ES UNA VERDADERA PINGA……YA ME LO HABIA DICHO ISABEL Y NOLE CREIA, …PERO AHORA QUE LA VEO ES UNA HERMOSA PINGA……AMORCITO CACHAME…QUIERO SER LA MUJER MAS FELIZ DE ESTA NOCHE…….QUIERO SER TU MUJER Y QUE SEAS MI MACHO . –MI UNICO HOMBRE. CACHAME MI VIDA, en eso le abrí las piernas, su conchita esta mojada, y le metí solo la puntita,….ella .decía……AMOR QUIERO TU VERGA EN MI CONCHITA…..METELA MI VIDA…LA QUIERO ADENTRO…..NO ME HAGAS SUFRIR,METELA…….PAPITO., en eso se la metí despacito Mary dio un grito……..AYYYY DESPACIOOOO…MI AMOR POR FAVOR…DESPACIO…ME DUELEEE……AMOR METELA YA TODA DENTRO DE MI CONCHITA……Y….YAAAA MI MAORRR…QUE RICOOO……TU PINGOTA ME GUSTA….NO PARES SIGUE…NO PARES MI AMOR….ASIIIIIII, , yo la voltee la puso en 4 patas , le metía mi verga, ella gritaba, después la senté encima mío, mi linda mujer gritaba de dolor y de placer hasta que ella……YAAA A MI AMORRR ….ME VENGOOOO MI VIDA….YAAAA SIGUEEEE MI AMORRRR…NO PARESSSS……TU RICA PINGA ME HACE FELIZZZZ……..PAPITO……SOYYYY TU MUJER…….SIGUEEE NO PARESSSS…YAAAA,..DAME TU LECHEEEE, en eso yo ya terminaba…….MARYYYY…MI AMORRRR ME VENGOOOOOO…TU CONCHITA ESTA BIEN RICA MI AMOR….YAAAA, terminamos mi leche lleno su vagina, esa noche lo hicimos 4 veces ,.ella me preguntó…….AMOR AHORA QUE VA HACER DE NOSOTROS……ME VAS A DEJAR, yo le dije….NO MI AMOR JAMAS TE DEJARÉ…AHORA ERES MI MUJER, ERES SOLO MIA, nos dormimos bien abrazados. Era Navidad, me levanté a las 9 de la mañana, mi mujer ya había preparado el desayuno, me duché y desayunamos como pareja, tenía puesto su bata transparente y no tenía nada, me provocó mi verga se puso riel, la garré y le di un rapidito, ella gritaba ….MI AMOR QUE RICOOOO…COMO ME ENCANTA TU PINGA MI AMOR…TE AMO MI VIDA, yo le di un beso largo en la boca, me correspondió, y le dije……AMOR CAMBIATE TE PONES PRECIOSA, yo vengo en un momento, no demoro mi amor , LE di un beso y le dije ….TE AMO MI AMOR…..salí…… CONTINUARA…… Parte 4

Hola gente .
Me llamo Tania , tengo 22 años .
Soy trigueña de piel clara , estatura media y mi cuerpo delgado y un tracero gordito y mis piernas muy bien tonificadas por el gym.
Vivo en casa con mis padres y mi hermano menor de 17 años . Mi relación con mis padres es la mejor , no tanto así con mi hermano, pues poco hablamos y aún que no andamos peleando , mis ocupaciones en la universidad y mi trabajo de medio tiempo me dan poco espacio para socializar con el .
El viernes al llegar a casa , mamá al colocar la mesa me comenta que estamos invitados al matrimonio de una tía , que sería el día domingo y no podríamos faltar , aún que no tenía planes aparte , este tipo de cosas me aburren , ya que la me siento algo incómoda , conocer gente nueva primos , tias etc .
Ya que mi madre es de poco pedirme favores ascendí a ir .
Llegó el día , no quise ir muy arreglada , por lo que no me gusta maquillarme mucho . Pero me coloque un vestido corto enterizo de color blanco y mi ropa interior una tanga brasilera del mismo color , sandalias y con mi cabello fresco .
Nos fuimos en el carro de papá , mi madre iba adelante de copiloto con mi padre y mi hermano Esteban y yo en la parte de atrás . Íbamos en el camino el cual duraría algo como una hora y media. Hablando de la tía y su compromiso . Todos participamos de la charla y la verdad fue un viaje muy ameno . Al llegar , notamos vastante personal y una fiesta muy elegante. Tomamos una mesa y de poco a poco fuimos saludando a la mayoría de la familia. Les puedo contar que en toda la fiesta solo fui unas dos veces al baño del resto , la pasé en la mesa con mi celular y conversando de todo un poco con mamá y papá .
Al ser ya tipo 2am . Decidimos tomar viaje a casa . Nos dirigimos al parqueadero, cuando en eso dos primas de mi madre , nos volvieron a saludar y le preguntaron a mamá si ya nos iríamos, a lo que mamá respondió que si , las dos damas ya se veían algo tomadas y le pidieron a mamá que si podíamos darles un aventón. A los que mamá al mirar a mi padre el no tuvo reparo en hacerlo . Pero nos enfrentaríamos un dilema , los puestos del vehículo eran 5 y éramos 4 y con las dos primas seríamos 6 . Mi padre al dar vuelta me miró y me dijo , hija tendrán que cargar a tu hermano, a lo que yo me negué rotundamente. Ya que aún que mi hermano no era gordo , no quería ir hora y media llevándolo sobre mi . Tenía sueño y con algunas copas me sentía algo mareada . De todas maneras , no quería ser descortés y le dije , papá y si el me lleva a mi ? Mi padre inmediatamente le miró y el asintió con la cabeza que si .
Procedimos a subirnos al vehículo, mi madre iba adelante con papá y las primas mi hermano y yo detrás. Al entrar mi hermano al vehículo, fue cuando me comencé a ver los contra del asunto . Mi vestido corto y el llevaba un pantalón clásico algo olgado.pero no quería armar lío y después de mi hermano, suspiré y me senté arriba de sus piernas. El vehículo tomo la marcha , el viaje ya llevaba algo así como media hora , cuando mi madre se arrecosto a la silla y serró los ojos , de igual manera las primas la cual iban muy tomadas , papá al ver esto apago las luces internas del vehículo, yo que no me podía dormir , , comencé ha charlar con papá ya que estaba de tras de el , cuando en eso , mi padre tubo que bajar un poco la velocidad, ya que esa parte de la vía estaba agrietada y el carro comenzó a dar pequeños saltos , saltos que se replicaron ya que también daba unos pequeños rebotes de mis nalgas sobre las piernas de mi hermano, sin pensar en nada malo , el pedazo de la via dañada era de unos 5 minutos , cuando de repente abro mis ojos , ho sorpresa en unos de esos pequeños rebotes sentí al muy duro en medio de las piernas de mi hermano, lentamente voltie mi rostro para mirar a mi hermano y su cara me decía que estaba dormido , yo sabía que esté momento incómodo no se iba a pasar así de facil , luego de pasar por la via mala , totalmente quedé sobre las piernas de mi hermano y pude confirmar que tenía una fuerte erección y para acabar de completar, de tanto movimiento el vestido se me había subido sin darme cuenta ya que estaba entretenida hablando con papá, era un momento muy incómodo y muy exitante a la vez , entre más pasaba el tiempo, más caliente sentia , tenía rato sin tener sexo y los tragos me estaban jugando una mala pasada , comencé a exitarme , comencé a imaginar ese palo , no importando que fuera mi hermano y es que el momento no podria ser mas caliente y atrevido . Cuando en eso deje de pensar en los riesgos y con el movimiento del vehículo me frotaba lentamente sobre ese falo , hablaba con papá y a la vez seguía de juguetona sobre las piernas de mi hermano, sentir la piel de mís nalgas tocar la ropa de mi hermano me prendía mucho, estaba como loca , el momento me invadió y quería más ,cuando de repente , siento que mi hermano separa un poco sus piernas, quedando yo completamente sentada encima de su verga erecta como un cañón , luego sus dos manos rodearon mi cintura y con los dedos de su mano derecha quedó tocando mi cosita por encima de mi tanga , hay supe que no estaba dormido y aún que me sorprendió , no aria nada por detener lo que estaba pasando , luego de un tiempo así, sin pronunciar palabras pero instintivamente, abrazando la silla donde papá iba conduciendo, me levanté un poco a lo que mi hermano entendió y sin pensarlo dos veces, de un solo jalón bajo su pantalón y su boxer ya que al sentarme mis nalgas descubiertas se posaron encima de la verga caliente y grande. La Vega de mi hermano quedó en medio de mis dos tapas, quería verla , chuparla oler la, pero en esos momentos solo podría dimensionarla , sentir el tamaño con mis nalgas imaginando la , no podía creerlo , mi conchita estaba mojada completamente . Cuando en eso levanté mi culo nuevamente y con una de mis manos eche a un lado mi tanga y sin pedir permiso tome la verga de mi hermano y la apunte buscando , el huequito de mi almegita, cuando la pose en la entrada la cual estaba completamente lubricada , empecé a dejarme caer lentamente y despacio. Que momento tan exitante, quería gritar , quería. Volverme loca , que verga tan rica , me dolía pero era un dolor placentero. Me deje caer por completo y cuando estuvo toda adentro me quedé hay quiere cita , era fascinante no lo podía creer, que mi hermano me pudiera exitar tanto . Me recompuse y empecé a subir y a bajar lentamente para no levantar sospechas, de mi cosita salían mucho fluido y la verga grande y caliente de mi hermano salía y entraba a gusto y con facilidad. Ya tenía las piernas cansada pero no tenía ni la más mínima intención de parar el mete y saca que yo misma llevaba a mi ritmo . Después de un rato mi las manos de mi hermano, apretaron mis senos a lo que comprendí que ya se vendría y cuando fue asi comencé a sentir como su palo se ponía más grande y mi reacción fue , tirarme encima quedando toda la verga dentro de mi chochito y dejando que la misma verga descaragara toda la leche dentro de mi . Mi hermano y yo tuvimos un hermoso orgasmo silencioso ya que podríamos haber sido descubiertos . Al terminar quedamos así hasta llegar a casa de mis primas , ellas se bajaron del vehículo y yo , lamentablemente me tuve que bajar sacando ya la verga flácida de mi hermano que todavía se encontraba dentro de mi ….. continuará

Al coger la nota , la abrí, tenía mucho temor, hasta que la abrí y leí decía…..ME FUI A LA CHACRA…VENGO EN LA TARDE, se me vino el alma al cuerpo, me puse a cocinar, en la tarde me fui a jugar futbol , regresé como a las 5 de la tarde, arreglé la casa, a eso de las 6 pm llegó, le ayudé a entrar algunas cosas que traía, se fue al baño a lavarse, salió y le ofrecí comida.. me dijo…..ESTA BIEN SIRVEME POR FAVOR, serví para los dos, cenamos sin mediar ninguna palabra, terminamos me fui a mi cuarto, así pasaron 3 días sin hablarnos, al cuarto día , yo estaba dispuesto a hablar, le dije……..MAMA PODEMOS HABLAR, ella me dijo……..HIJO NO HAY NADA DE QUE HABLAR,…..DEJA YA PASO….desde ahí todo fue como antes.. Terminé el tercer año. José nunca más apareció, al año siguiente yo estaba en cuarto de secundaria. Una noche me estaba arreglando para salir con mis amigos, en eso mi madre me dijo……..HIJO VAS A SALIR ? Yo respondí…….SI MAMA VOY A SALIR CON MIS AMIGOS, ella me pidió un favor……ESPERAME UN RATITO VOY A IR DONDE DON ANSELMO…VOY CONVERSAR CON SU ESPOSA, la esperé y salimos, la dejé en el bar de don Anselmo. ella me pidió……..HIJO ME RECOGES A LA HORA QUE REGRESES. yo le dije……..ESTA BIEN MAMA TE RECOJO ME ESPERAS .,. así fue y siempre la recogía a las 10 o a las 11 pm dos veces a la semana, una de esas noches que la recogí a mi madre, salió con una amiga, me la presentó se llamaba Isabel, era de la edad de mi madre, cabello corto, buen culo y tetas medianas, llegamos a mi casa , en eso Isabel habló con mi madre……MARIBEL, QUE TU HIJO ME ACOMPAÑE A MI CASA ES TARDE……POR FAVOR AMIGA, mi madre……..HIJO ACOMPAÑA A ISABEL, REGRESAS RAPIDO……me fui con Isabel, en eso ella me dijo…….ROBERTO ME PUEDES ABRAZAR PARA QUE NO NOS MOLESTEN Y PIENSEN QUE ERES MI PAREJA, yo me puse contento……..ESTA BIEN COMO TU DIGAS, Isabel me abrazó fuerte y se arrimaba a mi, eso me puso carretón, mi mano la puse en su nalga , no me dijo nada, seguía acariciando su hermoso culo, cuando llegamos a su casa me dijo……PASA NO HAY NADIE…NO TEMAS ESTOY SOLA…MI HIJO SE HA IDO A VER A SU PADRE A LAMINA, fue una buena noticia, pasé cerró la puerta con llave y comenzamos a besarnos, la desvestí ahí en la sala , le comencé a hacer la sopa, a mamar sus tetas que estaban duritas, en eso me dice……..TITO VAMOS A MI CAMA , la cargué en mis brazos hasta su dormitorio, ella me chupaba mi pinga, con mucha ansia, la voltee, para chuparle su hermoso culo, hasta que me dijo….TITO AMOR QUIERO TU RICA VERGOTA EN MI COÑO……LA QUIERO TODA ,….CACHAME MI AMOR, yo le metía la verga con fiereza, hicimos todas las poses, ella me pidió su pose preferida EL PERRITO, le di duro hasta que terminamos, descansamos y le di un segundo polvo, terminamos, me despedí y me regalo 50 soles, así estuvimos por meses, mi madre estaba saltona, pero no me decía nada, era el mes de octubre, era cumpleaños de mi madre, habían estado tomando desde las 2 de la tarde, llegué a las 6 pm, las encontré bien tomadas, mi madre estaba mas mareada, se le veía que había llorado, con la ayuda de Isabel la acostamos, y acompañé a Isabel a su casa, como siempre ella quería sexo, me comenzó a besar, la desvestí, comenzamos a cachar hasta que me dijo….AMORCITO QUIERO QUE DES POR EL CULO, le echaba saliva a su gran culo, cuando estuvo bien lubricado, le metí mi verga, Isabel grito……..AYYYY MI AMOR ME PARTES MI CULO…POR FAVOR HASLO DESPACIO…,ME DUELE…..SIGUE MI AMOR…ME HACES FELIZ SIGUE ASIIIII…ESTA RICA TU PINGOTA MI AMORRRR., terminamos, yo la veía callada nunca la vi así le pregunté….ISABEL QUE TE PASA…ESTAS MUY CALLADA….HAY ALGO QUE ME QUIERAS DECIR…QUE PASA MI AMOR, ella sin mirarme a los ojos me dijo…….AMORCITO ES MEJOR QUE TU MADRE TE LO DIGA…..CONVERSA CON ELLA…PERO CON PACIENCIA MI AMOR. al día siguiente me levanté, mi madre ya estaba en pie, me saludó con un beso y ya tenía el desayuno servido, nunca había pasado esto,, no sabía que decir, al día siguiente era sábado, regresé de jugar a eso de las 2 pm, en casa teníamos una poza mediana, ahí llenábamos agua para regar la huerta que teníamos, la encontré llena, mi madre salió de su cuarto, solo con la toalla que la cubría, muy amable me dijo…….HIJO NO QUIERES BAÑARTE, HE LLENADO LA POZA…….VEN HIJITO DE PASO ME AYUDAS A REFREGARME LA ESPALDA……VEN YA ENTRA, yo ni corto ni perezoso, acepté le dije……MAMA ME CAMBIO Y ENTRO..ESPERAME UN RATITO, cuando salí de mi cuarto mi madre ya estaba en la poza, yo entré, mi madre comenzó a jugar con el agua conmigo, yo la seguía, ella se echaba encima mío, para hacerme cosquillas, para esto mi pinga se armó, ella se dio cuenta y me dijo…….HIJITO VEN FROTAME LA ESPALDA, YO NO ALCANSO, para eso yo me había sacado el short, estaba en pelotas, al frotarla, mí verga se ponía mas dura, al acercarme rosaba mi verga en su espalda , ella solo dijo…….HIJO ALGO ME ESTA ROZANDO..QUE ES ?..le dije….MAMA ES MI RODILLA, me senté con mis piernas abiertas me acercaba a ella por atrás, para tratar de poner mi verga en su cosita, la agarraba por la cintura, ella se dejaba, llegué a tocar sus senos, me acerqué más por atrás hasta tocar con mi pene su nalgas, mi madre dijo……..HIJO TRANQUILO……NO SIGUAS…..CREO QUE YA TERMINAMOS DE BAÑARNOS… HAY QUE SALIR, ella salió cubierta con la toalla, yo me quedé con la leche en la punta de mi verga, esto se repitió tres veces, Yo estaba bastante intrigado por lo que dijo Isabel, Un día me armé de valor y le dije a mi madre…….MAMA QUIERO CONVERSAR CONTIGO… ES ALGO DELICADO… ..CREO QUE TU TAMBIEN QUIERES ESTA CONVERSACIÓN, ella solo dijo…….HIJO YA HABRA EL MOMENTO…POR AHORA DEJA ASI…NO TE PRECIPITES MI AMOR, me abrazó y dio un beso, esto puso en pie a mi verga. Llegó Navidad, tenía dos cosas que decirle a mi madre, una que pasé de año ya estaba en quinto de secundaria y otro era que campeonamos en el futbol, Al
llegar a casa mi madre tenía la mesa acomodada, había comida y cerveza, me dijo…..HIJO BAÑATE Y TE CAMBIAS PARA CENAR, hice lo que me dijo mi madre, cenamos brindamos con cerveza, en eso mi madre me dijo……..ESPERAME HIJO……AHORITA SALGO VOY A MI CUARTO, a los minutos salió de su cuarto, se había cambiado, tenía puesto el camisón transparente, estaba bien perfumada, no, llevaba sostén, un calzoncito de seda rosado que se le notaba todo. Le conté lo bueno que me había pasado, se puso contenta, corrió a mis brazos me abrazó y me dio un beso en la boca, lo tome como algo sin importancia, comenzamos a beber cerveza y a bailar, los tragos comenzaron a hacer efecto, mi verga estaba grande y dura, en eso ella me dijo……TITO HIJO ABRAZAME …..TENGO FRIO ABRAZAME…..yo me quedé sorprendido, me puse en fa y agarré a mi madre por la cintura….. …….CONTINUA Parte 3

Me llamo Roberto y tengo 21 años, talla mediana , cuerpo atlético musculoso, soy deportista, vivo con mi madre Maribel de 34 años simpática, de exquisito cuerpo, senos y trasero bien formado, de cabello largo, vivimos solo los dos nos llevamos de maravilla. Esta historia comienza cuando tenía 17 años estudiaba el tercer año de secundaria, éramos un grupo de amigos, habíamos formado un equipo de futbol, éramos la sensación en nuestro pueblo, también nos fascinaba el sexo, frecuentábamos el chongo, ahí me conseguí una puta que se hizo mi amiga, me enseñó a cachar y me daba masajes con unas pomadas que le enviaban de la selva para agrandar mi pene. Resulta que una de esas noches retornaba de estar con mis amigos , a mi casa, en eso veo que las luces estaban apagadas, me preocupé, abrí la puerta despacio, entre solo vi las luces del pasadizo, cuando paso por el cuarto de mi madre escucho voces, era la voz de mi madre y la de un hombre, por curiosidad me acerco mas a su puerta y oigo la voz de mi madre ella decía……MI AMOR ASI …CACHAME MI AMOR … QUIERO TU PINGA EN MI CHUCHITA…METELA MI AMOR, el pata le respondía……ESTA BIEN MI VIDA MI PINGA ES TODA TUYA……YA ENTRO, TU CONCHA ESTA MOJADITA…MARI MI AMOR….TU CHUCHITA ESTA RICA, el catre rechinaba por los movimientos que hacían, en eso escucho la voz de mi madre……JOSE MI AMOR…ASI CACHAME MAS FUERTE…QUIERO MAS SIGUE ASI MI AMOR…SIGUE…SIGUE, en eso el pata le dice……MARI MI ,AMOR VOLTEATE PONTE EN CUATRO PARA METERLA MEJOR, …pero mi madre dice…..JOSE MI VIDA QUIERO CHUPAR TU PINGA UN RATITO, al ratito PAPITO AHORA SI METELA A MI CHUCHITA , en ese momento seguro estaban cambiando de pose, cuando escucho a mi madre gritar……YAAA MI AMOR HAYYY QUE RICO TU PINGA ME HACE FELIZ… METELA MAS ADENTRO…NO LA SAQUES …VOY A TERMINAR…DAME CON FUERZA NO LA SAQUES SIGUE SIGUE ASI CACHAME MI AMOR ASI ASIIIII ME VOY A VENIRRR, el pata estaba jadeante y decía…….MARI ESPERA UN POQUITO YO TAMBIEN VOY A TERMINAR….TE GUSTA ASI, TOMA TOMA, en eso grita mi vieja… AYYYY QUE RICOOO YAAAA SIGUE QUE RICOOOO, el pata..,..YAAAA TERMINEEEE QUE RICOOO MI AMORRR, yo antes que se den cuenta me salí de la casa y me fui a la esquina a esperar y ver quien era ese tal José, como a los 15 minutos salió y pasó por donde estaba escondido y me fijé bien ya sabía quien era. Todos los fines de semana la muchachada nos reuníamos en un bar conocido del pueblo, a eso de 11 de la noche nos retirábamos por que no teníamos plata para seguir la juerga, en eso escucho que me llaman,,…TITO ( me conocen por este apelativo) VEN NO TE VAYAS SEINTATE , yo volteo y veo que era José, de nuevo me llama ..VEN TITO SIENTATE, me acerqué me presento a sus amigos a algunos los conocía por el futbol, estuvimos tonando como 1 hora en eso José me dice….TITO TOMA DINERO Y COMPRAS UNA CAJA DE CERVEZA Y ME ESPERAS AFUERA, YO SALGO EN 5 MINUTOS, compre la cerveza y lo esperé afuera por casi 10 minutos y salió, tomamos un taxi, él le dio la dirección, llegamos era mi casa. José tocó la puerta y como a los 10 minutos salió mi madre, José la besó, ella solo dijo……JOSE PENSE QUE NO VENIAS YA ME ESTABA QUEDANDO DORMIDA, el pata dijo…..MARI MI AMOR MIRA AQUIEN HE TRAIDO…mi madre recién se fijó en mi….HIJO ROBERTITO DONDE HAS ESTADO …YA PASEN ESTA HACIENDO FRIO …entramos José la abrazó a mi madre, y le agarraba sus nalgas, yo veía todo por que estaba atrás con la cerveza. En la sala tomamos asiento, José junto con mi madre y yo frente a ellos, ahí, me di cuenta que mi madre llevaba un camisón de seda transparente, se le notaba sus senos hermosos y grandes y un calzoncito blanco, comenzamos a tomar, José le servía el vaso lleno de cerveza a mi madre, decía para que se iguale, a la media hora José pidió música para bailar, él comenzó a bailar, la besaba y le agarraba las nalgas a mi madre, a mi eso me puso arrecho, mi verga estaba durísima, tenía que pararme para acomodarla, José se dio cuenta y me dijo…TITO VEN BAILA CON TU MADRE…soltó a mi madre , tomó mi mano y me entregó la mano de mi madre, comencé a bailar, el perfume de mi madre me puso más carretón, una mano la tenía en su espalda, la acariciaba sintiendo su piel, a medida que más bailábamos y los tragos, yo tenía mi verga bien dura y ya botaba la babita, al rato ya las dos manos en su espalda, la apretaba más hacia mi pecho, sus tetas rozaban con mi piel, yo estaba solo con polo por la calor, al tenerla bien cerca le besaba el cuello, ella no me decía nada, eso me dio libertad a bajar mis manos a sus nalgas, las acariciaba suavemente, en eso metí mi rodilla entre sus muslos, mi verga rozaba con su pelvis, ella lo sentía por que se acomodaba y un poco que quería retirarse, con mis manos la apretaba más hacia mi, me estaba invadiendo la locura, al apretarla más paré un ratito como para acomodar mi verga cerca a su vagina, mi madre no dijo nada ella se acomodó con sutileza, la leche se me salía, en eso José se paró se acerco por detrás de mi madre agarró mis manos y las puso en el culo se mi vieja , eso no me gusto nadita., solté a mi madre y le dije a José…….QUE PASA JOSE.. A DONDE QUIERES LLEGAR….NO JOSE……MAMA YA ES TARDE CREO QUE ESTAMOS BORRACHOS ES HORA DE IR A DORMIR. me fui a mi cuarto, no escuché nada de bulla, me dormí, al día siguiente me levante a eso de las 10 , salí a la sala no había nadie, solo encontré una nota encima de la mesa que decía…………….CONTINUA parte 2

Esa tarde Víctor me propuso ir a dar una vuelta por el shopping de moda; con el propósito de comprar ropa para ambos; en especial algo de lencería erótica para usar por las noches en la cama…Luego de un buen recorrido y varias compras interesantes, tomamos algo en el patio de comidas y decidimos regresar a casa. Ya en el estacionamiento, el auto se negó a arrancar.Víctor insistió, pero después de muchos intentos, se convenció que no arrancaría sin que antes lo viera un mecánico.Mi esposo dijo que no importaba; le pediría a su mecánico que viniera a buscarlo y llevárselo a su taller.Caminamos un par de cuadras hasta una avenida; pero estuvimos un buen rato esperando que pasara un taxi. Finalmente apareció un colectivo que nos dejaría a media cuadra de casa…Subimos para apretujarnos entre la gente. Víctor avanzó y yo lo seguí, hasta quedar de pie en el medio del colectivo.A medida que avanzaba el viaje, cada vez subía más gente, apretándonos todos en el fondo. Mi marido se fue moviendo hacia la parte trasera del pasillo, pero yo permanecí en el medio y nos separamos un par de metros.Algunos hombres que pugnaban por ir hacia atrás, aprovechaban para apoyarme sus vergas contra mi culo Al principio me sentí enfadada e incómoda, pero tanta vergas rozando mis nalgas hizo que yo comenzara a excitarme un poco y a disfrutar de la situación.De pronto me encontré rodeada por hombres. A Víctor apenas podía verlo, cada vez más lejos. Un morocho enorme quedó de pie detrás de mí y pronto …

… pude sentir que me apoyaba su vergota bien duro contra mis nalgas . Yo llevaba un vestido liviano y por eso podía sentir la dureza de su vergota presionando contra mi cuerpo.Lo peor de todo fue cuando comencé a sentir que sus movimientos apuntaban a rozar mi panocha de arriba abajo; sin coincidir con el vaivén natural del colectivo. El muy caradura me estaba franeleando con su vergota endurecida, aprovechando que nadie se podía mover demasiado…El morocho me respiraba en la nuca y el efecto de ese roce contra mi panocha cada vez me ponía más caliente. Comencé a sentir cierta humedad en mi concha…Podía sentir su vergota aumentando de tamaño con cada roce.En una curva se inclinó sobre mí y noté que una de sus manos afirmaba mi cintura y la otra me levantaba el ruedo del vestido. Enseguida sentí un pellizco en mi nalga y un dedo grueso se coló desde atrás dentro de mi ardiente y humedecida concha.Ese morocho comenzó a dedearme la concha; provocándome leves gemidos; que nadie notaba a pesar de estar todos tan apretujados…Traté de girar mi cabeza para mirarlo y el turro me sostuvo la mirada, mientras su dedo seguía enterrado en mi panocha …Lejos de reprocharle algo, llevé mis caderas hacia atrás apoyando mi culo contra su vergota él sacó su dedo y me abrazó desde atrás, llevando mi culo contra su vergota bien endurecido.Me lamió el lóbulo de mi oreja y me susurró al oído:“Qué lindo culo el tuyo, rubia…”Temblé cuando me dijo eso, pensando que me iba a abrir el culo con su vergota después de haberme insinuado …

tan abiertamente a él…Me quedé callada y busqué con la mirada a Víctor, que seguía lejos. Al morocho lo dejé hacer conmigo lo que quisiera, pero me sentí sorprendida cuando él me tomó mi mano y la llevó hacia atrás. Su gruesa vergota susurró otra vez:“Quiero que me agarres mi vergota rubia…”Yo no opuse resistencia y sentí el contacto de su vergota en mi mano. La apreté todo lo que pude y comencé a masturbarlo, sintiéndolo muy grueso entre mis dedos, ya que mi mano no lograba envolver toda su vergota mientras tanto, él apoyó sus dos manos en mis tetas y comenzó a masajearlas por encima del vestido. Logró hacerme doler los pezones de tanto apretar. De pronto sentí que apretaba su vergota contra mi culo y me llenaba la tanga de semen caliente…La dejó unos instantes apoyada ahí y luego comenzó a limpiarla contra mi tanga. Se sacó hasta la última gota, manchando todo mi culo . En ese momento miré por una ventanilla y verifiqué que faltaban dos calles para bajarme. Me fui abriendo paso entre la gente hasta llegar a la puerta, donde ya me esperaba Víctor.Al bajarnos del colectivo, noté que ese morocho que me había manoseado, dedeado la concha y acabado sobre mi tanga, también descendía.Pero lo peor de todo, fue cuando escuché que llamaba a mi esposo por su nombre. Es decir, se conocían…Víctor no pareció muy contento de encontrarlo a este hombre…Se saludaron y este tipo, llamado Alfonso, comentó que se había mudado al barrio recientemente y entonces vivía a una cuadra de nosotros…El muy …

… caradura, mirando mi cuerpo de pies a cabeza, le dijo a Víctor que no nos había presentado. Mi marido con cierto enfado y tratando de no perder la cortesía nos presentó formalmente.El tal Alfonso se acercó y me besó en la mejilla, ahora aparentando ser un caballero muy educado…Le respondí fingiendo una sonrisa amable, notando que mi esposo seguía estando incómodo por este encuentro casual.El tipo le propuso a Víctor hacer un brindis por el reencuentro, ya que en su casa tenía bebidas; pero mi marido le dijo en tono cortante que él podía recordar lo que había sucedido en el pasado y no tenía interés en tratar nada nunca más con ese hombre…El grandulón se quedó mirando a mi marido con cara de pocos amigos, mientras Víctor me tomaba de la mano para alejarnos.El tipo se puso a caminar detrás de nosotros. Como estaba segura de que estaría mirando mi culo, comencé a mover mis caderas como una puta. Justo al llegar a nuestra casa, Alfonso nos saludó y cruzó la calle, entrando a su casa en la vereda de enfrente…Una vez dentro, le pregunté a Víctor el por qué de tanta mala onda.Él me explicó que su hermana había abandonado a su marido por culpa de ese tipo. Se había ido con él y el hijo de puta había terminado prostituyéndola por pocos pesos…La echó a los pocos meses y ella regresó con su marido.No quise incomodar más a Víctor con esos malos recuerdos. Esa noche en la cama le dejé hacerme todo lo que él quisiera para que pudiera relajarse un poco…Al día siguiente, al salir para ir al …

gimnasio, encontré que el nuevo vecino estaba en la puerta de mi casa conversando con una vecina. No pude evitar pasar a su lado y él me saludó.“Cómo te va, rubia… todo bien…?” Preguntó, desnudándome con la mirada. Lo miré con desprecio y sin responder seguí mi camino; lamentando haberme puesto mis calzas tan apretadas. El tipo seguramente estaría mirando mi culo, observando que la tela se me pegaba a las nalgas, marcándome bien la panocha Un par de horas más tarde regresé, encontrándolo otra vez en la calle. Intenté pasar sin mirarlo, pero entonces exclamó:“Ahora sos indiferente, pero ayer te gustó pajearme…”Me planté y le dije que era un hijo de puta y que sabía lo que había hecho con la hermana de Víctor…El tipo se rió a carcajadas y me dijo que ya le había roto el culo a la hermana putona de Víctor y ahora se lo iba a romper también a la putona de la esposa, o sea, yo…Ante semejante ofensa, respiré profundo y le dije que no se metiera conmigo y que dejara tranquilo a mi esposo.Volvió a reírse y me dijo que ya hablaríamos…Continué viaje mascullando mi bronca, sintiendo sus ojos posados en mi culo…Al día siguiente por la tarde, fui a hacer algunas compras, vestida con una breve minifalda negra. Me vestí así para provocar a Alfonso, si nos cruzábamos…Al regresar con mis compras hechas, lo encontré fumando en la puerta de su casa. Me miró de arriba abajo y me dijo:“Qué buenas piernas, rubia…”Me hice la desentendida y seguí caminando, aunque ahora balanceando mis caderas de …

… forma felina…De repente sentí que me tomaba del brazo, diciendo que pasara a su casa; quería mostrarme algo…Le dije que me dejara en paz, sino quería tener problemas con mi esposo.Pero Alfonso insistió, arrastrándome al interior de su casa.“Te muestro algo y si te gusta, te lo regalo…” Me dijo.Me hizo sentar en un cómodo sofá de terciopelo rojoEntonces de repente, abrió su bragueta y sacó su vergota bien grande y bien gruesa totalmente erecta…“Si te gusta, putita… es toda tuya…” dijo sonriendo.Me levanté de un salto, preguntándole si se había vuelto loco.“Yo sé que te gusta mi vergota … o me equivoco, Anita…?”Me dijo, sacudiéndola de arriba abajo; alardeando de su tamaño.Intenté irme, pero me agarró de la cintura y apoyó su tremenda vergota contra mi estómago, mientras sus manos manoseaban mi culo por debajo de la minifalda.“Basta, no seas tan hijo de puta…” Le supliqué…Pero él pudo presentir mi duda y continuó manoseándome el culo.Pronto uno de sus dedos se coló por mi tanga dentro de mi panocha y, naturalmente la encontró bastante humedecida…“Pedazo de puta, te estás negando, pero tu panocha no miente”.Dejé escapar un leve suspiro, sintiendo su dedo en mi panocha .“Quiero cogerte, Anita… estoy muy caliente con vos, perrita”Su mirada cargada de lascivia terminó con mi escasa resistencia y entonces lo dejé hacer conmigo lo que se le antojara en gana.Me hizo girar en el aire y terminé de espaldas a él. Sentí su vergota endurecida metiéndose por debajo de mi breve falda y el tipo comenzó a frotarla contra mi …

diminuta tanga, que apenas cubría mi estrecha entrada trasera.Me desabrochó la blusa y me acarició las tetas, haciendo erizar mis pezones en apenas segundos.Comencé a calentarme de tal manera que me puse a frotar mi culo contra su enorme vergota de una manera desesperada…“Puta calienta pijas… yo te voy a enseñar…”Me dijo, mientras me empujaba contra el sofá rojo. Me ordenó ponerme de rodillas allí. Le obedecí sin dudar y él con un violento manotazo me arrancó de un tirón la tanga.Apoyó su vergota contra mis labios vaginales para penetrarme, pero cuando estaba a punto de hacerlo, sonó mi celular. Atendí, ya que era Víctor, diciendo que llegaba en diez minutos.Me despedí de mi adorado esposo diciéndole que lo amaba, mientras sentía que Alfonso estaba decidido a penetrarme apoyando su vergota a la entrada de mi vagina.De repente me asustó el tamaño de esa cabeza tan gruesa intentando abrirme en dos y me rehusé, diciéndole que debía irme a casa.Alfonso se rió, replicando:“Solamente la puntita, nena… y te dejo ir…”Con eso se hundió en mi concha hasta las bolas, con un rápido empujón, arrancándome un tremendo alarido de dolor. Enseguida me la sacó y guardó esa gigantesca vergota en sus pantalones.Le prometí que regresaría al día siguiente.Apenas entré a casa un minuto antes de que lo llegara Víctor.Esa noche mi maridito me garchó con todas las ganas y se asombró de encontrarme tan caliente y húmeda…Al otro día decidí no dejarme coger por ese tipo. La idea de entregarle mi cuerpo me …

… calentaba mucho, pero no podía hacerlo, pensando que mi esposo lo odiaba tanto.No me parecía justo para él; ni para mí tampoco…Fui a decírselo, pero Alfonso no quiso escucharme.Me arrastró dentro de su casa y cerró la puerta. Allí mismo en el living me aplastó con su cuerpo contra una pared.Me hizo girar para frotar su vergota dura contra mi culo . Yo llevaba puesta una calza deportiva roja y una musculosa de lycra negra.Alfonso sacó mis tetas de la musculosa y me susurró al oído:“Ahora te voy a coger como a una puta regalada; quieras o no…”Sus palabras me pusieron más caliente que nunca.“No, no puedo…” Le dije mientras sus manos callosas recorrían mi cuerpo, amasando mis tetas y endureciendo mis pezones…“Vas a poder, putita… vamos a la cama…”Me cargó sobre su hombro y me llevó a su cama. Allí me puse de rodillas y acepté esa vergota enorme que me ofrecía. Comencé a lamerla y a chuparla con desesperación, mientras Alfonso jadeaba y me tomaba por los cabellos, marcándome el ritmo de la mamada.Cuando esa vergota estuvo lista, me empujó sobre la cama y me quitó la calza roja. Abrí mis piernas esperándolo, mientras él se desnudaba…Pero entonces subió a la cama y me dijo sonriendo:“Date vuelta, putita… voy a empezar por ese lindo culo tuyo…”Lejos de oponerme, me puse boca abajo deseando ser sodomizada brutalmente por la gruesa vergota de ese hijo de puta; a pesar de saber que semejante tamaño me iba a dejar el culo ardiendo…Alfonso se acomodó detrás de mis nalgas y apoyó su vergota en la

entrada de mi culo Me lubricó mojando con saliva uno de sus dedos y metiéndolo varias veces bien profundo en mi estrecho culo apenas consiguió abrirme un poco, sentí su vergota imponente y desafiante apoyándose sobre esa apretada entrada…“Estás lista, putita?” Me preguntó…Le supliqué que lo hiciera bien despacio y él se rió a carcajadas…“Te voy a partir el culo como lo merece una puta regalada…”Dijo y sin piedad ni lástima metió de un sólo empujón toda su vergota en mi culo Sentí que me faltaba el aire de tanto dolor y ahogando un grito le supliqué casi llorando que no fuera tan bruto.Sin hacerme caso, él comenzó a saltar sobre mis nalgas, penetrando mi culo salvajemente como nada le importara.Cuanto más me quejaba, más violento se ponía él, como gozando ante mis suplicas, mientras seguía taladrándome el culo a lo bruto.“Te gusta mi vergota en tu culo, Anita? Me preguntaba cada vez que su enorme vergota tocaba fondo dentro de mi ya no tan estrecho culo parecía que la cama se iba a desarmar debido a sus frenéticos movimientos. Alfonso intensificó sus embestidas a tal punto que tuve que morder la almohada para no aullar como una perra…Me ardía el culo de tanta verga entrando y saliendo sin parar…De pronto me advirtió que estaba listo para acabar y quería hacerlo en mi panocha . Me dio vuelta boca arriba y levantó mis piernas hasta sus hombros, metiendo la gruesa punta de esa vergota dentro de la humedad de mi concha.Yo estaba tan caliente que, al primer …

… movimiento de ese pedazo de vergota dentro de mí cuerpo, sentí venir la llegada de un intenso orgasmo y ya emputecida a más no poder le pedí que me cogiera con todo; sin tener piedad y sin que le importara mis alaridos y aullidos…Alfonso entonces me taladró con su vergota hasta que me llenó de semen en lo más profundo de mi concha, ya saciada de tanta calentura…Se desplomó sobre mi cuerpo diciendo:“Qué tremenda puta… te voy a coger cada vez que quiera…”Mientras yo volvía a vestirme, me dijo seriamente:“Quiero que le confieses a tu marido que me entregaste el culo…”Sorprendida ante semejante disparate le pregunté si se había vuelto loco de remate. Me respondió que, si yo no lo hacía, se lo diría él personalmente a Víctor…Enfadada le respondí que se fuera al carajo; ya que mi maridito no le creería una sola palabra… y menos a él…Pero entonces sonriendo, me mostró su celular…Una foto mostraba mi espalda con mis dos lunares en el hombro derecho bien visibles e identificables, mientras una enorme vergota estaba metida hasta la mitad dentro de mi estrecho culo…“Vas a decirle a tu maridito que ahora sos mi putita y que te gusta que yo te rompa el culo… entendiste…?”Antes de que yo pudiera responderle, me arrastró por los cabellos hasta la puerta de entrada y me dio una sonora palmada en mi culo mientras me empujaba hacia afuera de su casa…Una vez en mi casa, fui directamente al baño. Quería darme una buena ducha que me quitara del cuerpo el olor a sudor que me había dejado Alfonso y el semen …

que había enterrado en mi culo mientras sentía su leche pegajosa todavía deslizándose entre mis muslos; me puse a pensar en mi esposo. Víctor no se merecía que yo lo engañara con un hijo de puta perverso como Alfonso; pero mi cuerpo pedía a gritos que yo me dejara coger por ese energúmeno.Decidí contarle todo a Víctor esa misma noche; era preferible antes de que se enterara por terceros…Después de cenar Víctor se puso cariñoso; con ganas de coger.Me llevó en andas a la cama y me quitó la ropa. Hizo lo mismo él y pronto lo sentí deslizarse dentro de mi hambrienta concha…Acabó pronto, aunque yo me quedé con las ganas de tener mi propio orgasmo.De repente Víctor se salió de mi vagina y me dio vuelta boca abajo.Mi culo todavía estaba doliéndome por la brutal cogida que me había pegado nuestro flamante vecino. Pero lo peor de todo, era que yo lo sentía todavía muy dilatado y pensé que mi maridito también iba a notarlo…Víctor mojó su dedo con un gel lubricante y me lo metió suavemente, pasando con facilidad mi esfínter anal.Entonces sonrió con cierta ironía, diciéndome:“Quién habrá estado esta tarde aquí adentro de este hoyito?”.“Lo único que espero es que no haya sido la basura de Alfonso en mi mente pensé si supieras que Alfonso me metió toda su rica vergota por mi culo y mi panocha y que yo misma me entregue a él y desde ese día yo me convertí en la puta de Alfonso. Y asta la fecha mi marido no seda cuenta de que su mujer es la puta de otro.