relatos eroticos

Esta noche he tenido un extraño sueño…

Estaba completamente desnuda, corriendo en la noche, atravesando un bosque oscuro y nevado. Corría, corría como una loca, sintiendo cómo me ahogaba, cómo me faltaba el aire en el pecho, cómo me palpitaban las sienes y el corazón amenazaba con salirse por mi boca. Las plantas de mis pies se destrozaban, congeladas sobre la nieve, reventadas por los filos fríos de las rocas y por las ramas secas que se clavaban en ellas. También mi cuerpo empezó a sufrir múltiples cortes y heridas por todas partes, pechos, vientre, cara, brazos, nalgas, piernas, golpeado por ramas dura y heladas y atravesado por espinas sin compasión.
Traté de pensar, de recordar por qué corría, de comprender de qué estaba huyendo. Pero no era capaz, mi cabeza estaba tan nublada como aquel bosque denso y oscuro, donde la niebla espesa impedía entrar la luz de la brutal luna llena que iluminaba aquella noche al resto del mundo. A todos, menos a mí. Me dolían los pies, las piernas, las manos. Me dolía la cabeza y los ojos me lloraban. Me dolían los pezones, mortalmente hinchados y endurecidos por el intenso frío invernal. Sin embargo, esa dureza de mis pezones tenía algo libidinoso que resultaba extraño en medio de aquella situación de urgencia y temor. Los pezones, alargados y perfectamente erectos se erguían, brillando como si atraparan los únicos rayos de luz lunar que se atrevían a penetrar la densidad de la niebla y del lúgubre arbolado, tirando de unas hinchadas areolas que tiraban aún más de mis pechos también endurecidos por el frío, pero para nada fríos en sí… Al contrario, mis órganos sexuales y en ralidad todo mi cuerpo se encontraban espantosamente calientes. Los copos de nieve caían sobre mí ya derretidos por el calor que emanaba todo mi ser, y su agua fundida se mezclaba con mi propio sudor que envolvía toda mi piel en una capa resbalosa y lúbrica que ayudaba a mitigar algo el dolor de las laceraciones que recibía mi cuerpo en aquella alocada carrera. Aquella extraña sensación de lujuria me resultaba por completo incompatible con mi desesperada huida de no sabía que. Y, al mismo tiempo, me hacía comprender que precisamente por ello no tenia escapatoria posible. Mis largos y firmes pezones se comportaban como dos antenas que emitían alto y claro sus lujuriosas señales, a lo que se unía mi propio olor, el olor del sudor copioso de mi cuerpo atormentado pero también erotizado. Eso, y una fuerte peste a hembra en celo emanando de entre mis piernas, y que hasta para mí era fácilmente perceptible. Puede que no entendiera nada de mi situación ni mi destino, pero tenía claro que en aquella situación era una presa fácil para determinados cazadores por negra que fuera la noche.

Porque lo que sí sabía es que estaba siendo cazada.

Y, a pesar de mi desenfrenada carrera, pronto comencé a verlas. Sombras, enormemente rápidas y silenciosas a mi alrededor. Adelantándome por ambos lados, cruzándose por delante y por detrás de mí. Pero siempre sombras, unas más grandes, otras más pequeñas. Siempre veloces, cada vez más audaces, cada vez más cerca de mí. Aunque nunca llegaran a tocarme ni atacarme. Se limitaban a salir de las sombras, asustarme y volver a desaparecer en la niebla. Cuerpos negros y grises que pronto me acostumbré a oler y oír yo también. Algunos eran enormes. Pero aunque llegara a anticipar su presencia algunas veces, siempre eran infinitamente más rápidos que yo. Se interponían en mi camino, y veía sus colmillos refulgir y sus ojos brillando amenazantes en la noche negra como la boca del lobo. Entonces cambiaba de dirección, hasta que otro de aquellos seres volvía a salir de la nada frente a mí. Creo que comprendí demasiado tarde que, en realidad, me estaban guiando, conduciendo a donde ellos querían. Hacía ya demasiado rato que corría errática con el rumbo perdido, cambiando una y otra vez de dirección cada vez que aquellos seres querían que así lo hiciera. Al darme cuenta de aquello, fue como si de alguna manera se cayeran los velos de mi cara que me impedían ver y entender lo obvio. Negro como la boca del lobo… ¡Sería estúpida! ¿Habían estado realmente en silencio o es que el terror me había impedido escuchar antes los aullidos? Sólo cuando entendí que eran, de hecho, lobos, empecé a oír también sus largos y lastimeros gritos rasgando la noche. Lobos, pero no uno, sino una inmensa manada. Y yo era la caperucita del cuento, solo que había perdido mi capa y esta vez no tenía cerca ningún fuerte leñador dispuesto a blandir su hacha por mí.

Al entrar por fin en el amplio claro del bosque, me di cuenta también de que aquellos animales eran mucho más inteligentes que el torpe lobo feroz de las historias que me contaban cuando era niña… La manada me había conducido a aquel lugar, con un claro propósito, además. Sobre una alta roca, recortada contra una inmensa luna llena que se recortaba baja sobre las copas de los árboles, la oscura silueta de un inmenso ejemplar aullaba saludando mi llegada. Era enorme, sencillamente inmenso. No podía ser un lobo, no uno normal. Era uno de esos animales legendarios que aparecen en las historias antiguas de reinos olvidados. Podía ser fácilmente el doble o el triple de grande que el resto de la manada que empezaba a entrar también al claro detrás de mí, desde todos los puntos a mi alrededor. Me tenían rodeada por completo, y eran decenas: no tenía escapatoria posible.

Tampoco pensaba en escapar, por otro lado. La figura de aquel lobo enorme, erguido como un rey sobre la negra roca, me fascinaba de tal manera que para mí ya no existía nada más a mi alrededor. Desconectada de la amenazante realidad en la que me encontraba, fui avanzando como sumida en un hechizo hacia él. Su poder era tal que no podía resistirme ni mirar otra cosa que su cuerpo imponente. Pronto me vi en el centro del claro, exhausta y sollozante, rodeada de casi un centenar de lobos hambrientos…

De repente, el silencio era total, y el frío se hizo aún más intenso, arreciando la nevada y soplando un viento helado que comenzó a lanzar violentas cuchilladas contra mi cuerpo desnudo. Pero mi carne seguía emanado aún un calor capaz de fundir la nevada y detener el viento, con una energía que casi me hacía brillar con luz propia, tal era la fuerza con la que el sudor que perlaba mi piel reflejaba la luz lunar. Gruesas gotas saladas escurrían por mi cuello y entre mis tetas, resbalando por mis formas redondeadas hasta los pezones ardientes, donde se condensaban en contacto con el calor que irradiaban mis protuberancias. En medio de remolinos de viento y nieve, pude ver al Huargo levantar su cabeza, hinchar su colosal cuello y aullar a la misma luna que me iluminaba. La orden estaba dada.

No le vi llegar, pero sí que escuche al primero de los animales que saltó corriendo hacia mí para derribarme. Caí de lado, y aún pude incorporarme. Otro animal aún más fuerte y pesado volvió a derribarme. Tendida boca abajo, noté como una o dos de aquellas fieras hocicaban entre mis piernas y lamían mi ano con ásperas lenguas. Repté a gatas hacia delante, y me giré sin ser capaz de levantarme. Antes de poder siquiera pensarlo, otro de los lobos se lanzó sobre mi cara. Sentí su aliento en mi rostro, y el sudor de su cuerpo se mezcló con el mío mientras me hacía caer de espaldas. Pasó sobre mí veloz como el viento, pero ya tenía a otro metiendo su cara en mi coño, lamiendo y lanzando feroces dentelladas. Noté a otros de esos animales acercarse a mí, sus dientes afilados en mis piernas, y temí por primera vez ser devorada. Pateé con fuerza y logré espantar a los últimos en llegar, que salieron aullando, pero no al que hurgaba sádico entre mis muslos. Lloré al sentir que avanzaba sobre mí, casi arrastrándose, lamiendo y mordisqueando mi vientre, mi torso, mis pechos, mi cara. Se tumbó durante un instante sobre mí, aplastándome y dejándome sin respiración. Sus babas cayeron sobre mi rostro, mojándome los ojos, entrando en mi boca. Aquél lobo se estaba frotando contra mi cuerpo. Espantada, lloré, manoteé su cara, traté de moverme sin conseguirlo. Los aullidos a mi alrededor me recordaban que yo era la única víctima posible de aquel akelarre. De pronto, sin más, la bestia se levantó y avanzó sobre mi cuerpo. Pude sentir su pene húmedo y levemente endurecido que, fuera de sus protecciones, golpeaba mi cuerpo, mi coño, mis tetas, mi cara, hasta que el animal se alejó por fin de mi. Como si yo misma fuese una bestia, pude notar los efluvios a sexo caliente que emanaban de sus genitales y de su ano. El contacto conmigo le había puesto cachondo. Tan cachondo como yo misma estaba.

Encogí las piernas y aproveché para levantarme. ¿Quizás todavía estaba a tiempo de huir? Pero, antes de poder siquiera buscar una salida viable, me vi de nuevo en el suelo, cayendo hacia atrás con violencia y sintiendo como mis nalgas se destrozaban en el brutal golpe con un suelo áspero, de duras y afiladas piedras congeladas. Venciendo el dolor, me levanté de nuevo, y de nuevo fui inmediatamente abatida. Esta vez por dos de ellos. Uno me derribó saltando sobre mi torso. El otro se ocupó de que no volviera a levantarme, clavando con fuerza sus afilados dientes en mi muslo. Aquella vez fui yo la que aullé, cayendo de rodillas sobre el suelo. Noté cómo me desollaba las palmas de las manos, las rodillas, y las partes delanteras de las piernas. Pero no sentí ese dolor en absoluto, sino el mucho mayor de las dentelladas que empezaron a lloverme desde todos los lados. Allí, de rodillas, me convertí en una de ellos, a cuatro patas y aullando también, de dolor, de rabia.

De deseo. Porque seguía cachonda, excitada, inexplicablemente en celo… Y, por algún motivo, era capaz de comprender sus olores. Todos aquellos ejemplares que me rodeaban eran machos, y me buscaban como si yo fuera la única loba en leguas a la redonda. Pronto pude notarlo e mis propias carnes cuando uno de ellos me montó sin contemplaciones. Por algún motivo, quizás por su brutal excitación, aquella bestia equivocó su camino y me rompió el culo en lugar de penetrar mi vulva. Una pena, porque mi vulva se encontraba ya abierta y preparada para él, pero no así mi ano. Sin embargo fue precisamente mi estrechez lo que, junto con mi calor, provocó que el miembro del lobo se hinchara casi al momento en mi interior, como hacen los de los perros.

Aullé, aullé de dolor hasta que pude empezar a aullar de placer. Me había convertido yo también en una loba, en la única loba de la manada. Y debía ser sometida a toda la manada si ellos así lo querían. Podía comprender, además, que lo necesitaban; me necesitaban: no podía fallarles. Empalada en aquel miembro que se iba hinchando como un globo en mi recto con cada embestida furiosa y veloz que el lobo arremetía contra mí, sabía que no podía hacer nada más que aguantar o disfrutar, ya que no tenía la fuerza necesaria como para apartar a aquél animal excitado de mi, aún en el caso de que fuera capaz de aguantar el dolor de aquella polla que se estaba hinchando en mis entrañas, hasta alcanzar el tamaño de un brazo. Mientras me dejaba someter por el lobo que me había tomado, el resto se dedicaba a dar vueltas alrededor de nosotros, pasando muy cerca de mí para frotarse con mi cuerpo. Yo aprovechaba, instintivamente, para meter mi cabeza entre sus patas traseras, buscando el olor denso de almizcle en su ano y, más allá, tratar de lamer y meterme en mi boca la polla ardiente de aquellos ejemplares que estaban más excitados por mi presencia. Sin embargo, su incesante danza en torno a mi cuerpo y el estar siendo penetrada al tiempo por el culo por uno de los más grandes de ellos, me dificultaba enormemente conseguir mis objetivos, y a penas podía ir pasando desesperada de ano a ano, de pene a pene.

Pero el lobo que me había tomado era grande, y en su arrebato trató de montarme como si fuera una auténtica loba yo también. No fui capaz de soportar su peso, claro, y caímos los dos rodando sobre la nieve. Él se retorcía pegado a mí por sus genitales, aullando sin duda de dolor. Yo tenía otras cosas de las que ocuparme. Notaba cómo se rasgaba mi culo arrastrado por su miembro, mientras contemplaba horrorizada cómo otras de aquellas bestias se abalanzaban sobre mí al descubrir de nuevo mis tetas al descubierto y mi sexo abierto chorreando flujos calientes, que caían derritiendo la nieve del suelo. En medio de un barrizal noté como se iban turnando para morder mis tetas, tratando de mamar de mis pezones como ubres, mientras otros atacaban con sus afilados colmillos mi chocho después de haberlo lamido con ansiedad.

Todo aquello duró una eternidad, envuelta en una nube furiosa de cuerpos animales que ladraban, aullaban, mordían y se atacaba a mi alrededor, tratando de hacer presa en mi cuerpo una y otra vez. Y así siguió, hasta que noté que la nube se deshacía y el lobo que me había montado se empezaba a relajar y su miembro se iba deshinchando en mi interior. Pensé que se había dado por vencido ante la imposibilidad de consumar el coito en aquella posición, aunque sabía que el resto sólo se había apartado esperando el momento en que él se retirara para que otro ocupara su puesto en una postura más ventajosa. Sólo la sangre caliente chorreando sobre mi cara me hizo ver que otro ejemplar mayor había acabado con aquél que había osado profanar mi cuerpo. La sangre, al abandonarle por la raja que aquellos enormes colmillos que brillaban ante mí le habían abierto en el cuello, había dejado de hinchar así su miembro, permitiendo entonces que la dura tranca saliera de mi culo. Me arrastré llorando y cubierta de sangre y barro de debajo del cuerpo inerte. El suelo era un lodazal de nieve y sangre, donde estaban mezclados mis propios olores y fluidos. Entonces pude ver lo que había ocurrido. El majestuoso Huargo se alzaba frente a mí. Naturalmente.

Los lobos son animales fuertemente jerárquicos. La manada había llevado la presa hasta su jefe, pero no podría disfrutar de ella hasta que éste no lo hubiera hecho y consintiera compartirla. Aquél que había sido incapaz de retener su deseo y se había lanzado a follarme, sin acertar si quiera a hacerlo debidamente tal era la ansiedad que le alimentaba, había firmado su sentencia de muerte. El Huargo me miraba, resollando.

Llevaba toda la noche, quizás toda la vida, esperando ese momento: de él era de quién huía y por fin me había dado caza. Abandoné toda esperanza de huir. Tampoco quería hacerlo. Yo misma estaba tan caliente que necesitaba ser poseída de una vez, aunque fuese lo último que hiciera en mi vida. A cuatro patas, me giré y le ofrecí mi trasero. Enseguida noté su enorme cabeza olisqueando violentamente entre mis nalgas, lamiendo con fuerza mi ano repleto del esperma que ya había vaciado en mí su compañero pese a no haber sido capaz de completar su cópula, esparciéndomelo por las nalgas y la vulva hinchada y peluda que mi nuevo amante lamía con deleite y con sorprendente delicadeza, en comparación con sus hermanos menores.

Sin embargo, el primer intento de montarme fue desastroso. Evidentemente, aquél animal era sumamente enorme como para que mi cuerpo fuera capaz de soportar su peso, así que me vine abajo nada más recibirle. Ni siquiera llegué a sentir su pene contra mi sexo. El lobo rugió enfurecido y sentí un brutal zarpazo en la espalda que me hizo rodar por el suelo. Temí que me hubiera partido en dos con su fuerza y su furia. Pero seguía viva, y podía moverme. Aquel animal, negro como el carbón, giró su inmensa cabeza hacia mí y me miró con sus ojos luminosos e inyectados de deseo. Me recosté sobre una piedra plana, caliente y seca, sabiendo que no podía hacer nada para huir. Pensé que era imposible, antinatural recibirle así, de frente, pero su mirada era implacable y revelaba tan hondo deseo por mi cuerpo que sentí su dominio absoluto sobre mí y entendí, sin lugar a dudas, que me quería precisamente así.

Sumisa, le abrí las piernas según se iba acercando a mí. Justo antes de alcanzarme, el lobo se irguió, aullando a la luna. Tenía, por fin, a su presa. Esta vez sí. Esta vez iba a ser suya. La figura colosal del lobo delante mío me hizo morir de terror por última vez aquella noche. Me meé, lo confieso. Fue tan sencillo como eso. Muerta de miedo, como una niña pequeña, no pude contener mi pavor y noté como el caliente líquido salía dorado y brillante de entre mis piernas, brotando a raudales como un manantial. Para mi sorpresa, vi cómo el inmenso Huargo se acercaba a beber de mi fuente. A lametones bebió mis pises. Comprendí que yo era una loba para él. Era su loba. Para aquél colosal jefe de tan diabólica manada, yo era no ya su igual, sino su dueña. Un inmenso placer recorrió mi cuerpo, y arqueé la cintura desplazando mi coño más al exterior para facilitarle el trabajo al Huargo. Mi sexo se iba calentando más y más, igual que mi cara que sentía arder sintiendo el recorrido de su lengua mezclándose con mi peluda vulva, enrojecida de la fuerza con la que me estaba lamiendo. Con mi mano derecha guié su hocico hacia mi clítoris, para después separar con dos dedos mis labios mayores, dejando todo el esplendor de mi coño a su lengua.

La fiera no tardó en intensificar sus lengüetazos que llegaban hasta lo más profundo de mi cuerpo, de manera que en un par de lamidas me hizo desvanecer en un intenso orgasmo. Tuve que aferrarme con la mano izquierda a la piedra sobre la que me tumbaba, mientras mis piernas se cerraban entorno a la cabeza del lobo para después estallar en un orgasmo bestial.

Supe entonces quién era, por fin entendí todo, mi huida, mi captura… Mi deseo. Pero no cerré las piernas, sino que las abrí todavía más, con el corazón acelerado… Mi lobo se había ganado su premio. Por fin había osado reclamar lo que era suyo. Su cuerpo no tardó en entender mi postura y, en seguida, tras un leve olfateo, comenzó a avanzar sobre el mío, mordiendo con saña mis pechos al hacerlo. Me vi envuelta en la más negra oscuridad. Solamente olía su denso sudor animal, me envolvió con su cuerpo caliente y sentía su miembro golpear ya fuerte, bamboleante, entre mis piernas, cuando su lengua enorme como una sábana alcanzó mi cara.

Las fauces descomunales se abrieron y engulleron toda mi cabeza de una vez. Estaba dentro de él, era irreal, pero supe que era su forma de besarme, así que abrí su boca. Su lengua chorreante de salivas y babas luchó por llenar mi propia boca y buscar mi propia lengua. Nos estábamos besando, nos estábamos morreando… y pude sentir su deseo endureciéndose entre mis piernas justo antes de que aquella bestia me cubriera. Su cabeza se retiró y se quedó justo frente a mi cara, cubriéndome de sus babas y del vapor fuerte de su respiración. Había tenido suficientes experiencias con perros como para saber que en aquella postura era prácticamente imposible que…

Y, sin embargo, pude notar la cabeza de su pene apuntando justo hacia mi vulva. Con delicadeza, agarré aquél duro y caliente vástago entre mis dos manos, y tiré de él hacia mí. Ahí es donde tiene que ir, mi amor, le dije besándole suavito en el hocico. La bestia empujó hacia delante y hacia arriba, y pronto me vi ensartada en un pene ardiente que iba creciendo por segundos al notar cómo mi vagina se iba cerrando poco a poco en torno suyo. Sé quién eres… le susurré mientras empezaba a hacerme el amor. Había decidido entregarme por fin al lobo como la perra que en realidad soy.

En cuanto notaste el calor de la cueva, diste una tremenda embestida que me hizo apoyar las dos manos en el suelo para poder aguantar… Dabas enormes sacudidas, y yo no paraba de gemir… tu pene se iba haciendo mayor, como les ocurre a los perros, tu bola se estaba empezando a hinchar en mi interior, yo apretaba las paredes de mi vagina con fuerza alrededor de tu sexo para retenerlo, para abrocharme a ti, a tu polla, y quedar por fin unidos tú y yo… diste tal embestida que me desplazaste hacia delante, a pesar de que intentaba abrazarme, pegarme a ti, pero tanto placer me tiene sin fuerzas. Noto cómo tu pene dentro de mí va hinchándose más y más, y su bola en mi interior crece y crece… ya no paro de gemir descontrolada, mientras me corro varias veces…

No puedo decir nada, solo gimo hasta que, de repente, paran las embestidas y ambos nos relajamos un poco. En ese momento puedo notar al fin cómo te vacías dentro de mí… mientras me pregunto cuánto tiempo voy a estar enganchada al miembro más enorme que jamás me haya penetrado, cuánto tardará en deshacerse tu bola, la erección de tu polla de lobo en mi interior.

Respiro a bocanadas entre gemido y gemido, pues sigo corriéndome una y otra vez mientras sigues dentro, y de pronto te noto empezar a tirar. Aterrada, te pido que pares, ¡no!, quieto, y consigo contenerte un instante, pero vuelvo a tener otro orgasmo sintiendo que tu pene está dentro y que me estás inundando con tu semen. Y, de nuevo tu empiezas a tirar y esta vez no basta el “quieto”… tiras lo bastante fuerte, moviéndome a mí también, así que me veo obligada a apretar un poco los músculos del coño para intentar expulsar tu tremenda verga y su bola.

El placer es incomensurable…

Suena un ruido sordo y húmedo, y me giro, quedando tumbada en el suelo con la cara pegada a tu verga. Me toco para ver como estoy, noto cómo recorre tu semen mis paredes buscando una salida así que, como puedo, porque estoy agotada, me pongo en cuclillas y vuelvo a apretar mi vagina… Sale una cantidad enorme de semen mientras me vuelvo a correr… con mi mano puesta, noto cómo poco a poco mi agujerito va recuperando su tamaño original, mientras te paseas a mi alrededor empujando tu polla aún medio hinchada contra mi cara. Sé lo que quieres, así que abro la boca para dejar que entres en mí, y te chupo la verga húmeda. Me asombro de lo parecido que es el sabor del semen del lobo al humano.

Mientras mamo de tu polla como una bebé de su madre, noto cómo nos van rodeando tus hermanos. Me huelen, me chupan. También a ti. Les veo lamer tu ano, complacidos. Ha llegado también su momento. Van a follarnos a los dos. No sé si saldré de esta, porque tengo claro que cuando ellos terminen tú volverás a empezar. Una y otra vez, hasta que agotes tu deseo, que es enorme. Hasta que caigas rendido, o tal vez hasta que te canses de mí. Que igual da.

Yo obedeceré, porque soy tuya, soy tu perra ahora, hasta que tú quieras que deje de serlo. O quizás, simplemente, porque quiero.

Porque, en el fondo, lo que ocurre es que simplemente eres tú el que siempre ha sido mío. Y que ahora quiero tomarte.
También sé que, si quiero, podré disfrutar de ti y de tus hermanos hasta quedar saciada, si es que eso es acaso posible… O enfrentaros a muerte si me aburro, si me siento molesta, si sencillamente se me antoja. Mi olor a sexo os ha vuelto locos.

Entiendo que ahora soy la reina de la manada.

Me despierto por fin, empapada en sudor y no sé qué cosas más.
Rodeada de blanco, en la oscuridad.
Creo que sigo en el bosque, tumbada en la nieve, pero me cuesta darme cuenta de que estoy en casa, tumbada en mi cama. Es pleno invierno, y duermo desnuda a pesar del frío. No sé dónde están mis mantas, han debido de caer al suelo… he tenido un sueño algo movido… las sábanas están empapadas, además… mi sudor…
Ni siquiera tengo mis braguitas, la única prenda que llevaba al acostarme. Esas braguitas nuevas, un tanguita transparente que mi mejor amiga, Nuria, me dio justo ayer como regalo de navidad… Unas bragas absurdas, que en nada son capaces de tapar mi poblado peluchito… Pero a Nurita le pone cachonda ver cómo el pelo de mi coño se transparenta en tan fina tela, la atraviesa y rebosa por los lados… y yo siempre hago todo lo que a ella le pone cachonda, porque sé que luego tengo premio

El caso es que mi nuevo tanga estaba hecho un amasijo, enrollado en la punta de mi pie izquierdo… Tenía el coño mojado, el vello púbico enredado y emplastado y las bragas literalmente empapadas, pegajosas, con costras de flujo ya resecas que hacían imposible desenredar aquella madeja. Estaba agotada, tremendamente cansada. En la cama había restos de sangre, también. Mía, al parecer. Tenía heridas, arañazos y marcas por todo el cuerpo. Respiré hondo. El aire enrarecido y cargado de la habitación después de una larga noche se notaba espeso y cargado de sexo. Con un fondo rancio, animal, que no era típicamente mío… al menos, no sólo mío. Quizás, después de todo, era verdad que habías estado aquí. Quizás no todo había sido un sueño.

Sonreí. En el reloj de la mesilla, la hora y la fecha: madrugada del 5 de enero. Hay veces que los reyes magos se portan bien… Tiré el tanga al suelo. Estaba mejor desnuda. Además, iba a seguir manchando. Recogí las mantas del suelo y me tapé hasta la nariz. Y me dormí…

Recuerdo verme en la cama, como si volase hacia el techo, y luego aún más, subiendo y subiendo. Sobre mi cuerpo, unas sábanas y mantas, cubiertas por la piel de un enorme lobo negro recién cazado, que iba tiñendo con su sangre la blancura inmaculada de las telas que me cubrían y, después, mi propio cuerpo…

De nuevo, desnuda, tan sólo cubierta por esa piel de lobo. Recién cazado. De sus colmillos enormes, relucientes, aún goteando sangre y flujo que iban dejando un rastro sobre el suelo.

El rastro perfecto para que un buen cazador pudiera encontrarme de nuevo.

Nunca pense que fuera asi todo paso y luego me arrepenti. me llomo car pra mantener mi nopmbre en anonimato, tengo un perro de raza roswahile un poco adulta ya, bueno el caso es que me puse a ver porno zoofilico y vei como los perro follaban a las mujeres y gozaban de la penetracion de esos animales y para hacer esto un poco corto, en una oportunidad me quede sala en casa y yo a la verdad no soy fea soy un poco nalgona no tan grande y mido 166 y bueno como les decia me quede sola y en eso vi mi perro entra a casa y note su pene inchado osea su nudo un poco crecido y se me ocurrio la briyante idea de tocarlo y note que estaba bien dura.

eso me puso cachonda recordando los videa que habia visto.

me fui a mi cuarto y no dejaba de pensar en aquello y mas pensaba vi algunos videos mas y me dieron mas ganas y me quite la ropa y empece a tocarme y de rrepente sali a la sala sin nada osea totalmente desnuda y de inmediato como si fuera yo de mucha experiencia sin tenerla me puse en cuatro a jugar con el hasta que se le antojo montarme e intente agarrar su pene para dirijirlo pero el estaba un poco nervioso claro dejeme informarle que era un perro que jamas habia montado una perra la primera era yo, se monto sobremi yo en cuatro y logre dirijirlo pero cuando lo llevaba a mi vajina hice un estod en mi culito y el sin pensarlo empezo a bonbiar y me penetro.

fue algo rapido me lo clabo y culia llego y se salio.

no me gusto y me arrepenti sali de alli llena de su leche corri a bañarme y luego a pensar en lo que hice.

ok para finalizar esta primera parte unos dia despues me paso lo mismo me puse cachonda con muchas ganas y el aparecio de nuebo y me dije voy a darle otra oportunidad a ver que pasa de inmediato me fui al piso y mne quite todo quedando expuesta a sus deseos y el perro me monto despues de ganarme su confianza jugando como la ultima vez y lo diriji estavez fue mas facil pero igual lo deje en mi ano cuando me penetro note que culio con mas intensidad y me lo metio todo tanto que sentí su verga hasta adentro y como crecía nos qu8edamo pegados por unos segundo y el jalo y lo saco vi como su lecorria akl piso y el empeso a lamer mi culito, ya era su hembra su perra y se volvia a montar lo diriji y me volvio a cojer ufff que rrico fue esta vez a lo mejor diria esta vez no te vas a escapar lo senti todo a dentro y se quedo pegado un roto y me lo saco quiso volver a cogerme y le dije no esta bien por hoy puede llegara alguien lo acaricie y lo saque al patio.

fui al baño y estaba toda llena de su leche el entendio que yo era su hembra y sabe que cuando tengamos la oportunidad me puede coger las veces que quiera.

Hace semanas que no sé nada de Tal. Desde que el cornudo se había quedado sin trabajo, no la dejaba ni a sol ni a sombra.

Un día me la encontré por la calle.

¿Cómo estás? hace días que no sé de ti.

Si, lo siento. El cornudo ha encontrado trabajo fuera del país. Estará como dos o tres meses fuera, así que quiere estar las 24 horas conmigo. No me puedo escapar

¿Y cuando se larga?

En un par de semanas. Cuando lo haga te aviso y follamos todos los días.

Habrá que recuperar.

Por la acera viene un tipo, así que le doy dos besos y la dejo irse.

Joder, esta zorra me pone la polla dura solo de verla un rato, pienso mientras me la acomodo.

Al día siguiente le envío un mensaje.

Hoy estaré en la oficina un buen rato, escapate.

A ver si puedo, avisame cuando estes.

Termino mis cosas de casa y me dirijo a mi oficina. Cuando esto allí la mensajeo diciendo que ya estoy, que venga.

En 15 minutos estoy ahí.

En eso llega mi vecino de oficina, joder que putada, además es el propietario de la mía al que pago alquiler.H ablamos un poco, las cosas de siempre. Él entra en la suya y yo en la mía. Al poco llega algún conocido de este y se ponen a hablar en su cubículo, se oye la conversación.

Me pongo a mis cosas, pasan los minutos y de repente Tal está en la puerta mirándome, voy hacia ella, la beso, me besa, nuestras lenguas se cruzan y luchan. Cierro la puerta.

Que ganas de verte.

Y yo a ti, zorrita

Solo nos besamos, nos mordemos.

Está mi vecino, no vamos a poder follar. (con lo que grita, desde luego que no)

Pero nos comemos la boca y nuestras manos nos recorren mutuamente. Las deslizo debajo de su ropa, esas tetitas que tiene, el culo que me vuelve loco, por detrás voy jugando con su coño. Se moja rápidamente.

No quiero follarla, el vecino de trabajo , esta grita mucho, así que le meto un par de dedos, por delante, en su coño. Con mi mano libre le sujeto los dos brazos a su espalda, no la voy a dejar que me toque. Empieza a gemir, necesita correrse, le doy cada vez mas fuerte, mas rapido

Aaaaaaah.

Empieza a tensarse, se corre. Se corre con una facilidad pasmosa. Allí de pie corriendose, estirada intentando no caerse al suelo, aunque yo la sujeto por sus mano en la espalda, metiendo la lengua en su boca abierta buscando aire. Y sigo, sigo dándole fuerte al clítoris por fuera y por dentro.

Joder….me corro, me corro.

No la dejo gritar, le suelto las manos y me busca la polla me la saca y empieza a menearla fuerte imitando lo que le acababo de hacer.

Haz que me corra

Se arrodilla y comienza a mamarla, traga polla como si le fuera la vida en ello, babea, mojando el pantalón. La saliva le chorrea, chapoteo de mi polla en su boca, arcadas.

Mira hacia arriba. Aparta su boca para decirme:

Correte

Y se la vuelve a tragar enterita. Los golpes de mi pubis en su cara, ese ruido de tragona , las babas. Empiezo a correrme y mover la cadera mas fuerte para follarme esa boca de zorrón. Follandola. Y me corro en su boca, en su garganta. Tose expulsando semen que se derrama por su ropa, el resto se lo traga como una buena putita.

Me limpia la polla. Me aparto y me subo el pantalón, la ayudo a levantarse. Hace lo mismo. La acompaño hasta la puerta.

no puedo esperar a que el cornudo se marche, en unos días voy a verte y me follas.

El Perro de mi Vecino:

Estube más de cinco días encerrada en la pieza de la pensión. _ ¿ Depre? _ No lo sé.

No quería ver a nadie.

Me levantada tarde , tipo 11 AM., Tomaba unos mates y me volvía acostar.

A veces , me despertaba llorando , otras veces , riéndome.

Crei que me estaba volviendo loca. No sé que es la locura , pero sentí que algo en mi cabeza estaba fallando.

Desesperada y con mucho esfuerzo me propuse salir a caminar por el parque. Daba un par de vueltas y me volvía a encerrar.

Por la noche me masturbaba para bajar la tensión que sentía.

Buscaba objetos fálicos y me los clavaba por atrás y por el frente: desodorantes , mango de paraguas, tacos de zapatos , pepinos, zanahorias , etc, etc , etc.

Un día salí a la calle para buscar sexo, de cualquiera, sin pretensiones :

Me le ofrecí al encargado del edificio , al kiosquero , al chico del delibery, pero se asustaron al verme tan decidida.

Caminé por el borde de las vías del tren con la esperanza de ser violada . Nadie me daba banana. Nadie tenía el coraje.

Cansada de buscar el placer en otros, me fui a un sexshop y me compré un consolar del tamaño de un burro.

Era de color carne, flexible y muy realista.

Esa misma noche me prepare para la auto_satisfaccion : mezcle lubricantes con caramelos mentolados , para favorecer y aumentar el placer.

Cuando estaba a punto de complacerme , tocaron a la puerta. Era mi vecino que me pidió que cuide de su mascota, un hermoso macho de raza Basset ( batata): un perro de patas muy cortas , cazador y de cuerpo fuerte.

Mi vecino necesitaba viajar para cuidar de su madre y se iba a ausentar por tres días.

Mientras me explicaba las razones de su pedido , no podía dejar de mirar el miembro del animal , que estaba muy bien dotado.

Contenta , le respondí que no habría ningún problema y que se ocupará de su familiar.

Ni bien cerré la puerta , me desnude por completo y me puse a caminar en cuatro patas.

Iba a ser su perra por varios días y como tal me iba a comportar.

Comería y me acostaría en el suelo, junto a el.

Deje que me huela y me dejó que yo también pusiera mi nariz en sus testículos, se los lamí.

Cada vez que mi sexo se caldeaba , el Basset , me lo limpiaba , y cuando sacaba su punta , yo se lo besaba.

Me sentía su novia, su hembra, su perra , su todo.

Sabía que para el era muy importante, sería su única oportunidad de coito, no moriría virgen .

Hicimos el amor por la mañana, durante la siesta y por la noche.

Teníamos relaciones cuando el lo deseaba , Yo siempre abierta , lo dejaba montar.

En el acto permanecía acostada, no necesitaba arrodillarme.

Sabía meterla con calidad, rapidez, profundo.

Su carne era suave, fuerte.

Su semen se sentía caliente dentro de mis entrañas. Me hacía vibrar .

Me gustaba completar mi desayuno con un trago de sus espermas.

Estimulaba sus testículos con mi boca y lo dejaba desagotar en mi vagina.

Éramos felices , fuimos felices.

Así vivimos por tres hermosos días, hasta que llegó su dueño y se lo llevó.

«Y Godric tomó a Rowena y se entrelazaron en un único y primoroso acto de amor, sellando sus dos almas con la magia más poderosa del mundo».

¡¡Maldita sea, esto no me sirve de nada!! Hermione Granger cerró el pesado tomo de Historia de la Magia con frustración. ¡No me lo puedo creer! Había llegado el día que más temía: la biblioteca de Hogwarts la había fallado. Se había pasado horas consultando sin éxito los otrora informativos volúmenes, pues no había encontrado ni una sola mención a lo que andaba buscando. ¡Ni la referencia más vaga! Si la mayor fuente de sabiduría que conocía no era capaz de resolver sus preguntas, ¿dónde podría buscar? Todo su mundo se venía abajo.

Y todo por culpa de la petarda de Panty Patkinson, pensó con amargura El día anterior la cruel muchacha de la Casa Slytherin había hecho una broma humillándola delante de todo el Gran Comedor. Sus amigos corrieron a defenderla, pero el daño ya estaba hecho y su reputación manchada. Había sido durante el banquete de bienvenida de su sexto año*, en el que el Profesor Dumbledore les había anunciado una cosa maravillosa: el Torneo de los Tres Magos volvería a realizarse de nuevo. Habían pasado más de cien años desde el último así que iba a ser el acontecimiento del siglo. Hermione había comentado ilusionada que representantes de las escuelas mágicas de Beauxbutons y Durmstrang acudirían para enfrentarse a las terroríficas pruebas, a lo que Patty había comentado, con su venenosa voz: «No estés tan ilusionada que no te van ni a mirar. ¿Qué vas a hacer con los chicos de Durmstrang? ¿Leerles un libro?». Esa chica parecía haber nacido para escuchar conversaciones ajenas. El Gran Comedor porrumpió en una sonora carcajada, en la que estaban incluidos algunos de los alumnos de su propia casa, y Hermione abandonó corriendo el salón con la cara roja y lágrimas en los ojos.

Como no era la primera humillación en su vida, al día siguiente estaba con el ánimo resuelto, dispuesta a no volver a dejar que nadie la avergonzase. Se había saltado el desayuno ante la atónita mirada de sus amigos, yendo rauda a la biblioteca. «¡Es el primer día, Hermione, no tenemos deberes» había dicho Ron. No obstante, aunque no hubiera tenido la necesidad de buscar información, no habría tardado en acudir a ese sitio, su favorito dentro del castillo. El olor a cuero viejo, el suave rasgueo de las plumas sobre los pergaminos, el placer de recorrer sus polvorientas páginas, repletas de secretos… Todas esas cosadas, sumadas a la increíble cantidad de conocimiento que atesoraban, hacían que Hermione amase los libros, cosa que nunca nadie pareció entender. Y a pesar de todo, la habían fallado. No esperaba encontrar nada claro en la hora del desayuno, así que volvió por la tarde y el esfuerzo fue igual de inútil. La noche estaba ya entrada y la biblioteca estaba a punto de cerrar. Quizá… No, debía darse por vencida.

Abandonó la bilioteca abatida, conteniendo sin mucho éxito su frustración. Tendría que comerse la vergüenza y preguntarle a sus compañeras de habitación. Tenía que saber lo que era realmente el sexo, o mejor dicho, por qué todo el mundo parecía tan ansioso en torno a él. Conocía la mecánica, por supuesto, ya que lo había estudiado en su anterior colegio. El hombre fecunda a la mujer introduciéndole sus miembro viril. Lo que no entendía es qué había de especial en eso. Sabía que el acto en sí daba placer, ¿pero tanto? No podía creerlo. Necesitaba una confirmación, necesitaba pruebas.

Hermione era la persona más inteligente del castillo, quitando a Dumbledore, pero tenía muchas asignaturas pendientes. Esta era una de ellas. Sabía, no obstante, que los demás alumnos no eran como ella. Harry y Ron se cuidaban de no hablar de estos temas en su presencia, cosa que generalmente agradecía. Ahora no tanto, pues ambos dos habían tenido novias y seguro que también relaciones. Podrían haber sido de ayuda. Las chicas de su curso la respetaban, pero no la incluían nunca en sus planes ni en sus conversaciones. La veían como una empollona y, peor aún, como la amiga de Harry Potter. Él era la persona más popular de la escuela y eso hacía la vida un poco difícil a sus amigos, que siempre quedaban opacados.

La única amiga de verdad que tenía era Ginny, pero ella era un curso inferior y tenía su propio grupo, su novio y sus cosas. No se sentía cómoda preguntándole algo tan privado. Además, ella era menor y preguntarle hubiera sido humillante. ¿No debería ser Ginny la que le preguntase a ella? Pero claro, las tornas habían cambiado y era la chica joven la que tenía la experiencia y la mayor, las preguntas. Más aún, ¿y si no fuera capaz de guardar su secreto? ¿Y si se enteraban Harry y Ron? O peor, ¿y si se enteraban el resto de alumnos? No podía correr ese riesgo. Intentaría preguntárselo discretamente a sus compañeras o quizá, inmiscuirse en sus conversaciones para aprender.

En eso estaba cuando llegó al baño de chicas del tercer piso. No había estado prestando atención a sus pasos, sumida como estaba en sus cavilaciones. No le vendría mal refrescarse un poco la cara, así que entró. Sonrió con nostalgia recordando el incidente del troll en su primer curso. Había sido entonces cuando su amistad con Harry y Ron se había cimentado. Estaba intentando desencresparse el pelo, especialmente enmarañado aquel día, cuando notó que algo la traspasaba. Un fantasma con un antiguo uniforme de tono verdusco se encontraba a su lado, ofreciéndole una sonrisa insufrible.

—¡Myrtle! ¡Te he dicho mil veces que no hagas eso! —gritó Hermione.

—¿Qué pasa? Pensé que no te vendría mal que alguien te atravesase de vez en cuando…

—¿Qué se supone que quiéres decir con eso?

—Nada, nada, no te asustes.

—¿Asustarme yo? ¡Aquí el susto eres tú, que para eso eres un fantasma!

—¡Niña idiota! ¡Cómo te atreves a decirme eso! ¡Habrase visto! ¡¡Me las vas a pagar!!

Hermione salió atropellada del baño y echó a correr a toda velocidad por el pasillo. Desde el principio su relación con Myrtle había sido mala y esta vez la había ofendido de verdad. Ella era muy susceptible con su condición de fantasma, aunque extrañamente adoraba hablar de su propia muerte. Iba a ser difícil darle esquinazo a una persona que podía atravesar paredes. Myrtle no era peligrosa, pero si muy pesada y no iba a dejarla en paz hasta que se disculpase, cosa que ella no quería hacer. Torció al siguiente pasillo y antes de que Myrtle la alcanzara, se echó a sí misma un hechizo desilusionador. No era tan efectivo como la capa de invisibilidad de Harry, pero la ocultaría lo suficiente como para que Myrtle la perdiera de vista. Pasó a su lado segundos después, refunfuñando ella sola:

—¿Asustar yo? ¡La que asusta es ella con esa cara de amargada!

Hermione enrojeció tanto que por un momento pensó que se rompería su hechizo. Una cosa es que se rieran los demás, ¿pero Myrtle? ¿Un fantasma que había muerto durante una pataleta de adolescente? La furia se agolpó en su rostro. Eso no lo iba a permitir. Volvería a la biblioteca y encontraría algún manual que contestase a sus preguntas. El mundo muggle estaba repleto de libros y películas sobre sexo, ella lo sabía por el tiempo que pasaba con sus padres en verano, así que en el mundo mágico no podía haber menos. No podía ser que hubiera tan poca información sobre el tema.

Lo conseguiría, dominaría esa asignatura. Y cuando lo hiciera, dejaría de ser Hermione la empollona, siempre encorvada por el peso de una mochila de libros. Se convertiría en el objeto de deseo de todo Hogwarts.

Volvió a la biblioteca, que tenía las luces apagadas. Forzó la entrada con su varita y abrió la puerta con cuidado en busca de la Señora Pince. Como la pillase la bibliotecaria estaría metida en un buen lío. Parecía que no había nadie así que se dirigió a los estantes. Con la varita fue iluminando los volúmenes. Muchos de ellos ya los había consultado alguna vez. No, estos no le servirían, en ninguno de ellos había encontrado la más mínima referencia. Hasta que se le ocurrió… ¡Claro! ¡la Sección Prohibida! No había contemplado la posibilidad porque esa tarde pensó que le costaría mucho menos encontrar lo que buscaba.

La Sección Prohibida era uno de los sitios más restringidos de Hogwarts, aunque su acceso se encontraba allí mismo, al lado de la biblioteca normal y separada por un cordón. De día la vigilaba la bibliotecaria y solo se podía entrar con el permiso expreso de un profesor. Claro está, allí no había nadie para impedírselo. Entro a ese pasillo y contemplo las decenas de manuscritos, aún más polvorientos que los demás que había consultado. Aquellos libros contenían magia oscura y por eso los alumnos tenían vetado su uso. Los volúmenes le daban mala espina, pero también eran una fuente de conocimiento que nunca había abordado, así que fue paseándose, sacando de cuando en cuando algún libro de su sitio. Uno de ellos se quedó adherido a su mano cuando lo cogió y tuvo que hacer un contrahechizo para librarse.

Sin saberlo, había elegido el libro que contestaría a todas sus preguntas. Leyó su título «El tercer ojo» y en seguida le llamó la atención la foto de su portada, un humano con alas de águila y lo que parecía… un pene monstruoso. Lo abrió con el pulso latiéndole a mil por hora y un rápido vistazo la confirmó que ese era el libro que había estado todo el día buscando. Lo cerró, dispuesta a investigarlo a fondo, no sin darse cuenta de que con el forcejeo del maleficio, una pequeña libretita negra se había caído del estante. La hojeó curiosa y encontró que sus páginas estaban en blanco. Bueno, me servirá para tomar notas, me he quedado sin pergamino. La Señora Pince se moriría si supiera que iba a utilizar uno de sus preciados libros para escribir en él.

Se sentó en una mesa y empezó a leerlo. No cabía duda de que era un poderoso manual de magia oscura. Pasó ante cientos de hechizos sexuales que iban desde aumentar la potencia sexual, el tamaño de los atributos, técnicas anticonceptivas… Pronto se dio cuenta de lo equivocada que estaba. De primeras, había un montón de información, lo que indicaba que el sexo no era un asunto menor como había pensado. Tomó nota de todo ello. A juzgar por lo que decía el libro, era uno de los motores de la sociedad y del ser humano.

También tuvo que reconocer el error de que había sobrestimado la cantidad de prácticas relacionadas con el tema. Ella había supuesto que se circunscribía a la penetración. No obstante, leyó sobre un montón de sexualidades diferentes. Había gente que se tranformaba total o parcialmente en ánimales para la cópula. Se sorprendió porque algunos consideraban el olor como un ingrediente de gran atractivo sexual. También encontró descripciones y dibujos de artilugios que por su forma ya se imaginaba como se utilizarían… Incluso había algo que nunca habría imaginado… Había todo una categoría para los brujos que disfrutaban de los fluidos… hasta de la orina. Todo eso la asqueaba un poco, pero como había hecho con la anterior, fue apuntando en su libreta lo más destacable.

Descubrió que había un denominador común en muchas de esas prácticas. Independientemente de si fuera un mago o una bruja la que los realizase, solía estar presente un componente de dominación sexual. Era una de las filias más repetidas y había toda una variopinta selección de embrujos para lograr que la bruja o mago se convirtiese en tu propio esclavo sexual. Hermione que era una firme defensora de los derechos de los elfos domésticos no se interesó por estas relaciones que consideraba amorales. No obstante, había un hechizo que destacaba entre los demás.

EMBRUJO DEL FLAGELLUM

Una poderosa magia antigua que servirá los más oscuros propósitos de los magos ambiciosos. Tan sencillo de utilizar como potente su efecto. Realízalo apuntando sobre una parte del cuerpo y cada vez que esta sea revelada, la persona que la vea se convertirá automáticamente en tu esclavo sexual. El efecto dura 24h y durante ese tiempo la persona hechizada obedecerá todas y cada una de tus órdenes. Al día siguiente no recordará absolutamente nada. Los efectos se pueden acumular y al cabo de una semana continua de sumisión, se convirtien en permantentes. Se aconseja utilizar una parte del cuerpo poco visible, pues la sobreutilización puede conllevar efectos secundarios.

Hermione leyó la descripción estupefacta, junto con la descripción del movimiento de varita que debía hacerse y las palabras que debían pronunciarse. ¿Y sí…? No, no podría. ¿Pero, qué haría entonces? Había descubierto que este mundo era mucho más amplio de lo que creía. Necesitaba practicar, la teoría sola no bastaba. Un esclavo le ayudaría a todo ello y además no recordaría nada… Los efectos no eran irreversibles… Sí, lo haría. ¿Por qué no?

Alzó su varita, memorizando las palabras e inició el complejo movimiento del hechizo. Pronunció «Flagellum esse» y apuntó a su rodilla, una parte de su anatomía que consideraba inocua, justo en el mismo momento en el que oyó el estridente sonido del bufido de un gato. ¡La señora Norris! pensó, mientras la varita se le escurría de sus manos y caía en su zapato. Se agachó a toda prisa, cogió la varita y volvió a realizar el maleficio. No podían pillarla, no con ese libro, así que tenía que hacerlo rápido. Recogió sus cosas, llevándose la libreta en la que había tomado notas, y devolvió el libro a su estante. Se hizo un encantamiento desilusionador para salir sin ser vista, por si acaso el conserje andaba merodeando por allí, y se dirigió a la Torre Gryffindor.

Una vez tumbada en la cama, se encontraba feliz y radiante, a pesar de que solo quedaban un par de horas para levantarse. Había conseguido averiguar lo que quería y ahora posiblemente sabía más del tema que sus propios compañeros. No solo eso, sino que habia realizado un maleficio que la ayudaría a practicar para dominar el tema. Y mejor aún, se había saltado las normas. Ella sola, sin ayuda de Harry y Ron. Se durmió con una sonrisa ilusionada y la cabeza llena de mil y una posibilidades.

A la mañana siguiente se reunió con sus compañeros en el Gran Comedor. Le preguntaron que dónde se había metido el día anterior y ella respondió que en la biblioteca, restándole importancia. Verdaderamente, tampoco era tan raro. Ron hizo un par de chistes sobre el tema, pero en seguida su tema de conversación volvió a lo que era la comidilla de todo el castillo: el Torneo de los Tres Magos. Harry y Ron discutieron sobre quiénes serían elegidos los campeones de Hogwarts. Ellos no podían participar puesto que solo los alumnos del último año podían hacerlo. Dumbledore les había asegurado que habría un complejo sistema de magia para evitar que los alumnos jóvenes pudieran saltarse el protocolo. Parecían muy emocionados, pero Hermione apenas les escuchaba.

La noche anterior no había contemplado que tenía que elegir a una persona para probar su hechizo. Le empezó a dar vueltas en la cabeza, considerando los posibles candidatos. Tenía que ser una persona de su confianza, por si acaso algo iba mal, pero no tanto porque no quería herir sus sentimientos, aunque el libro aseguraba que no recordarían nada al día siguiente. Harry y Ron quedaban descartados por ese motivo, porque eran demasiado importantes para ella.

Dejaron el Gran Comedor y se dirigieron a las mazmorras, la morada del odiado Profesor Snape. Este año impartiría las lecciones de Defensa contra las Artes Oscuras, para disgusto de todo el mundo menos de Snape y sus adláteres de Slytherin. La asignatura de Pociones la impartía un viejo profesor amigo de Dumbledore. Habían tenido clase con él el día anterior y todos coincidieron en que jamás se habían sentido tan agusto en las mazmorras. Hoy, sin embargo, era su primera clase con Snape y la calidez que habían sentido se esfumaría como un encantamiento desvanecedor.

Snape aprovechó la clase para dedicarse a su afición favorita: menospreciar a los Gryffindor, en especial a Neville y a Harry. Harry era obvio, su rivalidad venía de antiguo, mucho antes de que el niño que sobrevivió llegara a este colegio. Snape había sufrido malos tratos por parte de James, el padre de Harry, que había sido un joven inconsciente. Ese odio había traspasado las generaciones y en el aula era tan evidente que casi podía vislumbrarse en el ambiente. En cuanto a Neville, nadie sabía por qué lo martirizaba tanto el despreciable profesor. Sí, era un chico más bien inútil, pero tenía un gran corazón. Cuando no le presionaban, podía ser incluso un mago competetente. El problema del chico era la inseguridad y Snape se aprovechaba de ello.

Harry aguantó con estoicismo las palabras en forma de dardos venenosos, acostumbrado a lidiar con una imagen que muchas veces le convertía en el blanco de las bromas y las críticas, pero Neville se derrumbó, no pudo aguantar la presión. Harry respondió en su ayuda, contestando de forma irrespetuosa al profesor. Él sonrío pues es lo que quería. La mayoría de las clases se resumían en un tira y afloja entre Snape y los alumnos; él los provocaba para que se rebelasen y así poder castigarlos. Eso mismo hizo y tanto Harry como Neville recibieron la tarea extra de hacer sendas redacciones. Snape en su acostumbrada equitatividad, había castigado a Harry y a Neville por igual, aunque este último realmente no había hecho nada.

El resto del día transcurrió con normalidad, con Harry criticando a Snape a cada rato y comentando lo injusto de su actitud. Generalmente Hermione le habría consolado, pero seguía pensativa, dilucidando quién podría ser la víctima de su maleficio. Desde luego, una cosa era realizarlo y otra llevarlo a cabo. Dudaba que pudiera hacerlo.

Ya de noche se encontraba en la sala común de Gryffindor, poniendo en limpio las notas que había tomado en las clases de ese día. Harry y Ron se habian marchado hace un rato y en la sala solo quedaba Neville, enfrascado en la redacción con la que lo habían castigado. En ese momento, bajo el titileo del crepitante fuego, vio resueltas todas sus preocupaciones. Neville, el pobre Neville. ¿Quién podía ajustarse a sus exigencias mejor que él? Era de su confianza y también muy tímido, así que lograría manipularle de alguna forma si algo salía mal. Con un remordimiento de conciencia, recogió su media, exhibiendo su rodilla izquierda, la fuente de los deseos según la descripción del hechizo.

—Neville, ¿sabes qué hora es? —preguntó dirigiéndose al joven y asegurándose de que viera su rodilla desnuda.

—Queda una hora para anochecer —dijo el chico.

Qué extraño, estaba segura de que el muchacho le había visto la rodilla pero no había reaccionado como esperaba. ¿Quizá hacia falta tiempo? Rebuscó entre su mochila para sacar la libreta en la que había apuntado sus notas. ¿Qué demonios? Estaba completamente vacía y eso que recordaba haber llenado varias páginas. Recorrió toda su extensión y no encontró ni la más pequeña mota de tinta. Ni siquiera tenía título ni estaba firmada. Estaba a punto de meterla en la mochila cuando vio como aparecían unas finas letras por arte de magia.

Enséñale tus pies.

¿Cómo? Esto debía de ser una broma. Una libreta… la estaba hablando. Y lo más extraño de todo, pedía que se descalzara. No sabía lo que estaba pasando. Quizá se había quedado dormida y estaba delirando en sueños.

Enséñale tus pies al chico.

Aquello era todavía más extraño. Quien quiera que controlase esa libreta, que tenía toda la pinta de ser un objeto de magia negra o por lo menos de mal gusto, estaba ahí, mirándoles, pues de otro modo era imposible que supiera lo que había intentado a hacer con Neville. ¿Pero quién o qué era?

El maleficio no ha salido como tú te crees.

Enséñale tus pies.

Vale, esto confirmaba sus sospechas. No recordaba que hubiera nadie en la biblioteca, ¿o sí? ¿Quién podía ser el que había descubierto sus secretos y estaba intentando engañarla con la libreta? La gata de Filch había aparecido justo antes de irse… Pero el conserje no podía ser, él era squib, jamás hubiera podido hechizar esa libreta. Con un escalofrío en la espalda Hermione pensó que tampoco iba a pasar nada por cumplir lo que se le pedía. ¿Qué podía salir mal? Si eso lo había hecho alguien para burlarse de ella, bueno, solo la verían descalza.

Siguiendo el impulso, se quitó un zapato. Apretó con energía su pie a través de la media para desentumecerlo. Los uniformes de Hogwarts tenían mucha clase, pero eran un engorro. Los alumnos solo se los quitaban para dormir y casi nunca utilizaban ropa muggle. Para Hermione eso suponía que se pasaba casi todo el día con capa, falda, medias y esos zapatos sofocantes. Que sus pies estuvieran todo el día encerrados hacían que le doliesen cuando se quitaba los zapatos, y también, para su vergüenza, que oliesen un poco. Se quitó la media de lana, haciéndola una bola, y alzó el pie, estirando los deditos. Tenía unos pies pequeños, muy blancos, pues nunca tomaba el sol. Uñas impecables y cierta pátina de sudor por haber estado todo el día encerrados. Para Hermione tener sus pies desnudos le causaba mucha libertad y disfrutaba todos los días del momento en el que se descalzaba para meterse en la cama.

—Neville, una hora has dicho, ¿no? —dijo Hermione, exhibiendo esta vez su pie.

—Sí, Hermio…

El chico se puso pálido antes de acabar la palabra. Sus labios formaron una o perfecta y sus ojos se desorbitaron tanto que parecían que iban a salirse de sus cuencas.

—Neville, levántate —dijo Hermione, probando su recién adquirido poder.

Neville inmediatamente se levantó. Sí, eso era, el hechizo había hecho efecto. Sin embargo, no se esperaba el resultado. Se había imaginado que el esclavo actuaría como uno de esos robots que había visto en la tele muggle, mas era más bien como un autómata, su cuerpo cumplía las órdenes pero el auténtico Neville seguía dentro, encerrado, como mero observador.

—Neville, ¿estás bien?

—De pronto estoy muy cachondo, Hermione —dijo con una voz atiplada y nerviosa.

—¿Por qué?

—Tus pies…

—¿Qué les pasa?

—Quiero besarlos.

—¿Cómo?

—Por favor, quiero besarlos —dijo con los ojos brillantes, pero sin moverse un ápice.

—Ven.

Neville se acercó titubeante, pero con sus ojos todavía centrados en su pie desnudo. Se arrodilló, poniéndose a su altura y posó sus labios en la parte superior, en un cálido beso. Por la forma en la que miraba y trataba sus pies parecía una madre contemplando a su hijo recién nacido. Neville empezó a besar su planta, sus deditos, su empiene… Colmó de besos toda la superficie de esa parte de anatomía que nunca pensó que fuera tan excitante. De hecho… Era algo raro para Hermione. Sentía en cierta manera el control que tenía sobre el muchacho, y eso la excitaba. Eso es lo que quería, ¿no? Que la deseasen como a las demás chicas. Pero también notaba placer… La experiencia trascendía más allá de lo psicológico y entraba en el terreno de lo físico.

Alzó la otra pierna que Neville descalzó obediente. La desvistió con cuidado dejando que poco a poco su media fuera revelando su blanca piel. Cuando liberó su pies, le dedicó las mismas atenciones, con la misma pasión inaudita en él. Puede que Neville fuera un chico torpe, pero ahí se estaba luciendo. Con las manos masajeaba su talón mientras que con los labios besaba cada centímetro de sus pies, cada poro de su piel.

Movida por el instinto, Hermione llevó su dedo pulgar a la boca del chico, haciendo presión para introducirlo. Neville obediente abrió la boca y dejó que el dedo lo llenara. Dios, aquello era aún mejor. Sentía la saliva en su pies, frío y calor a la vez, y cada roce de sus dientes hacía que diera un respingo de placer. Empezó a sentir un fuerte calor en su sexo y supo, aun sin verse, que estaba roja como un tomate. Acarició tímidamente su pubis, una zona que tenía completamente inexplorada, mientras el chico pasaba de chupar el dedo gordo a los demás deditos.

El cariño con el que lo hacía era el mismo que con los besos de antes. Más que cariño, devoción. Había un brillo especial en su mirada, una cara de satisfacción plena, y tenía los mofletes rojos, tan alterado o más que ella. Pronto fue más aventurado con sus intenciones, más intrépido con su lengua. De las suaves caricias pasó a lametones más pronunciados, que le provocaron un placer electrizante. Había una parte en concreto que alteraba todo su ser cada vez que la lengua del chaval la tocaba. Era la zona justo debajo de sus deditos y espasmos de placer la inundaban con cada caricia.

Justo cuando Neville estaba imprimiendo un ritmo salvaje a sus lametones, manchando de saliva tanto a su cara como a sus pies, Hermione los retiró, echándose para atrás. Apartó sus pies y Neville puso un mohín de tristeza. Ambos se miraron acalorados, sudando y con la cara completamente roja, aunque la de Neville estaba empapada.

—Neville, vete a tu cuarto… y olvida todo esto —dijo Hermione, con un hilillo de voz.

Neville se levantó y sin dirigir ni una palabra, fue hacia la puerta. Ni siquiera recogió sus cosas, que se habían quedado en una mesa cercana. Hermione se echó las manos a la cabeza, con el corazón todavía clavándose en su pecho con cada latido. ¿Qué acabo de hacer? Se dijo a sí misma. Quería experimentar que era el sexo, pero no estaba segura de que aquello fuese lo normal… ¿O sí? Se había sentido excitada de una forma que nunca había vivido antes. La sensación era como recibir diez Extraordinarios en sus TIMOs. No, mejor, mucho mejor. Había sentido un picor que todavía la llamaba a acariciarse el pubis… La plenitud que había notado ante la actitud servil de Neville. ¿Aquello tenía explicación?

Y lo más raro, ¿por qué los pies? ¿Qué tenían esa parte de su cuerpo que despertaba tanta devoción en Neville? No estaba segura de que aquello se deviera solo al hechizo; la mirada de Neville revelaba que aquello lo afectaba a niveles profundos de su ser. Y el hechizo, ¿cómo había hecho efecto? ¿Cómo se había vinculado su pie en vez de su rodilla, como había querido en un principio? Muchas preguntas se agolpaban en su ser y su parte analítica se antepuso a la pasional. Pregunta a pregunta, Hermione. Sí, no podría resolver todo de golpe, aquello era un puzzle que debía encajar pieza a pieza.

Había una pregunta, la más importante, que todavía no se había formulado. Abrió la libreta y con mano temblorosa escribió en el medio de una de sus páginas. No sabía si funcionaría, pero algo le decía que sí.

—¿Quién eres?

Soy Tom Riddle.

[*] Este relato se ubica en el universo de Harry Potter, pero eso no quiere decir que vaya a seguir al pie de la letra el canon. En este mundo el Torneo de los Tres Magos se produce en el sexto año, Lucius Malfoy nunca tuvo posesión del diario de Tom Riddle y Voldemort no resucitó en el Cementerio. Si buscáis historias que sigan fielmente las novelas originales, seguro que encontráis multitud de relatos en esta página.

Saludos.

h Salí, la verdad es que fui a ver a Isabel, llegué hasta la esquina, de donde le silvé, como a los 10 minutos , salió, éstaba preocupada, y me dijo…….AMOR HAY QUE TENER CUIDADO, MI MARIDO Y MI HIJO HAN LLEGADO AYER EN LA MAÑANA, AHORITA ESTAN DESCANSANDO, yo le dije….ISABEL, MI AMOR SOLO HE VENIDO A FELICITARTE POR LA NAVIDAD, ..Y OTRA COSITA MI AMOR….POR FAVOR REGALAME UNA PROPINITA, fue bastante amable me regaló 300 soles, nos despedimos, me fui a mi casa, yo tenía unos ahorros, de lo que me regalaba Isabel, y lo que había ganado por el campeonato, cuando llegué a mi casa, encontré a Mary, cambiadita, estaba hermosa, sañimos la llevé a una casa comercial de mi pueblo, le regalé un vestido, ropa inerior, bata de seda de dos piezas, un par de zapatos, yo solo me compré una camisa, regresamos a la casa nos cambiamos con la ropa nueva y la llevé a un restaurante campestre, la llevaba abrazada, como mi madre, al llegar había bastante gente, algunos nos saludaban, pasado algunos minutos se acercaron uno que otro amigo, a saludarme por Navidad y por el campeonato, y le decían a Mary…..SEÑORA USTED TIENE UN HIJO MUY BUENO…BUEN FUTBOLISTA…TITO CUIDA A TU MADRE ES BONITA, terminamos de almorzar retornamos a casa, estaba super contenta, nos cambiamos y nos recvostamos en la cama, comenzamos a besarnos y las caricias venían de lado y del otro, terminamos haciendo el amor, a eso de las 8 pm. desperté, tomamos un te, yo fui a su cuarto a sacar mi ropa e irme a mi cuarto, ella me dijo…..AMOR A DONDE VAS….AMOR DESDE AHORA TU ERES MI HOMBRE….ESTE TAMBIEN ES TU CUARTO Y TU DORMIRAS CONMIGO…..TU ME DIJISTE QUE NUNCA ME DEJARIAS…YO TE AMO MI VIDA…VIVIREMOS COMO PAREJA YO SOY TU MUJER MI AMOR, Fue a fines de enero me busco Isabel, era para despedirse, hicimos el amor le di por delante y por atras estaba feliz, me contó que se iva a Lima, su hijo estudiaba en una Unversidad, y su marido había comprado una casa para ellos, me dio la dirección, si es que llegaba a visitarla, me regaló 500 soles, en esos dias me busco el hijo del jefe del banco, se llamaba Ricardo, me dijo…TITO MI VIEJO QUIERE CONVERSAR CONTIGO, TE ESPERAMOS EN MI CASA A LAS 7 DE LA NOCHE…NO FALTES AMIGO, yo me pregunté para qué sería, fui a la hora pactada, toqué la puerta salió Ricardo, me dijo ….PASA AMIGO, SIENTATE LE PASO LA VOZ A MI VIEJO, a los minutos salió el Sr. Gustavo……HOLA TITO TODO BIEN….VOY A IR AL GRANO MUCHACHO, EL EQUIPO DE FUTBOL QUE TENEMOS ESTAMOS EN BUSCA DE JUGADORES, Y HEMOS PENSADO EN TI, TE VAMOS A VESTIR CAMISETA, SHORT, ZAPATOS BUZO COMPLETO, ADEMAS TE VAMOS A DAR COMO PROPINA MENSUAL DE 70 SOLES Y POR PARTIDO GANADO PROPINAS , QUE DICES TITO…CONTAMOS CONTIGO, yo me quedé pensando unos egundos y le dije …SR. GUSTAVO …ACEPTO, Y GRACIAS POR HABER PENSADO EN MI, esta noticia se la di a mi mujer, se puso contenta,… Ese año dormiá con mi mujer, teniamos sexo casi todos los dias, después cada dos dias, ella sabía como provocarme, no decuidé mis estudios tampoco el futbol, Terminé la secundaria, y campeonamos en futbol, llegó diciembre, cumplíamos un año de pareja, Mary preparó una reunión intima para los dos, recuerdo hicimos el amor como nunca, me pidió….AMOR QUIERO QUE ME HAGAS TU MUJER…QUIERO SER TU DE VERDAD MUJER…..DAME POR ATRAS MI AMOR…….QUIERO QUE ME ROMPAS EL CULO….POR FAVOR MI AMOR, ..Y ASI FUE, LE ROMPI EL CULO…ELLLA GRITABA DE DOLOR PERO ESE DOLOR ERA DE PLACER, ese hermoso culo por fin fue mío, Mis amigos estaban pensando en continuar estudios superiores, y me preguntaban a donde iba a ir yo, nos quedamos unos cuantos, mi amigo Ricardo se despidio de mi, yo me franquie con el, yo quería trabajar…..EL FUE BIEN DIRECTO…TITO APROVECHA LA OPORTUNIDAD PIDELE TRABAJO AMI VIEJO, YO SE QUE TE VA AYUDAR…APROVECHA AMIGO. como a los 5 días, fuia buscar al Sr. Gustavo, me resivió con bastante amabilidad., le dije Sr. Gustavo…….DISCULPE LA CONFIANZA…..LA VERDAD ES QUE QUIERO TRBAJAR…NOTENDRA UN PUESTO AQUI EN SU BANCO, el me dijo…..TITO NO ES MI BANCO…….NO TE PROMETO NADA…PERO VOY A HACER TODO LO POSIBLE PARA AYUDARTE…DEJAME CONVERSAR CON MI COMPADRE EL ES GERENTE DE PERSONAL DE LA CENTRAL..DEJAME TITO YO TE PASO LA VOZ, pasó uno, dos , tres días, como a los 10 días, me mando buscar el Sr. Gustavo, de inmediato me apersoné al banco, el Sr. Gustavo me esperaba, al verme, me hizo pasar asu oficina y me dijo….TITO TENGO BUENAS NOTICIAS….ESTAS CON SUERTE ME APROBARON DOS PUESTOS, UNO YA ES TUYO, EMÍEZAS A TRABAJAR A PARTIR DEL PRIMERO DE MARZO, SACA TUS DOCUMENTOS QUE TE VA A PEDIR LA ADMINISTRACION, CUALQUIER INQUIETUD ME PASAS LA VOZ, , salí me fui a mi cas le conté ami mujer sobre la noticia , lloró de alegría, esa noche hicimos el amor casi toda la noche, yo con solo ver su hermoso culo me ponía en fa, y ella se moría por mi verga, ese año me fue bien , con el equipo de futbol del banco, campeonamos y fuimos a la Copa Perú, …Un dfía Mary me esperaba en la noche que regresaba del banco, un poco preocupada, me cambié y cenamos, la vi basatnte callada, me preocupé y le dije….MI AMOR QUE TE PASA….HAY ALGO QUE QUIERAS DECIRME, SOY TODO OIDOS, MI AMOR TU SABES CUANTO TE AMO, ella sacó un papel, y me lo mostró, lo leí estaba embarazada..yo me puse contento….y le dije…MI AMOR …GRACIAS MI AMOR ES LA MEJOR NOTICIA QUE ME DAS, LA BESÉ…ELLA ME CORRESPONDIO, HICIMOS EL AMOR COMO MARIDO Y MUJER FUE ALGO MARAVILLOSO, pasó un mes de la noticia, Mary, una de esas noches de conversación me dijo….AMOR QUE BA A PASAR DE ACA 5 o 6 MESES YA MI BARRIGA SE NOTARA, NO PODRE OCULTARLO…QUE VA A PASAR, yo le dije …AMOR NO TE PREOCUPES..YA LO SOLUCIONAREMOS NO TE PREOCUPES TEN PACIENCIA., yo pensaba como solucionar el problema Mary tenía mucha razón, que iba decir la gente, su familia, amistades, en eso se me prendió el foquito, voy a conversar con el Sr, Gustavo le pedí una cita, me la dio …le dije…SR: GUSTAVO YO SIEMPRE CON PROBLEMAS….SR. GUSTAVO QUE POSIBILIDAD HABRIA DE SER TRASLADADO A OTRA CIUDAD…ACA EN MI PUEBLO HAY MUCHA ENVIDIA..USTED SABE, él me dijo…..TITO CUANTO TIEMPO ESTAS TRABANJO, le dije …1 AÑO Y DOS MESES, ..me dijo…TITO TE VOY A DECIR ALGO MUY PERSONAL..SEGURO TE HAN DICHO ALGO….YO ESTOY TRASLALDADO A LA CENTRAL A LIMA VOY COMO GERENTE DE PERSONAL, EN REEMPLAZO DE MI COMPADRE A EL LO PASAN A UN DIRECTORIO..YO ME VOY A FIN DE MES …PUEDES ESPERAR..HASTA QUE YO ESTE EN EL PUESTO….TEN PACIENCIA TITO, yo,le dije LO ESPERO SR. GUSTAVO , Al mes el Administrador ne llamó….TITO….HA LLEGADO UN DOCUMENTO DE LA CENTRAL, FIRMADO POR EL DON GUSTAVO..TE TRASLADAN A UNA NUEVA AGENCIA EN LA SIERRA, VAS CON EL CARGO DE ENCARGADO DE PERSONAL TIENES QUE ENTREGAR TU CARGO A TU COMPAÑERO LUIS, LOS PRIMEROS DIAS DEL SIGUIENTE MES TIENES QUE ESTAR EN TU PUESTO..TE FELICITO TITO, llegué a casa recontra contento, mi mujer se puso contentísima, vendimos todo , la cas, una chacra que tenía, y nos fuimos llegamos a un pueblo de la sierra donde se instalaba una agencia nueva del banco, Como a los 6 mese nació nuestro hijo, vivimos contenos, tenemos buenos vecinos y muy buenos compañeros de trabajo, ..LO MEJOR ES QUE VIVO FELIZ TENGO UNA MUJER ENCANTADORA Y UNA FAMILIA LINDA..A LA CUAL AMO MUCHO………………….FIN

Yo la tenía abrazada, ella puso su cabeza en mi pecho, con sus manos comenzó acariciar mi cara, y puso sus dedos en mi boca, yo estaba anonado, en ese momento con sus cálidas manos bajo mi cabeza hasta estar cerca a su cara , me miró fija a los ojos y me dio un beso en la boca, yo le correspondí, ella estaba callada, en eso me tomó de la mano y me dijo……. ROBERTO HIJO VEN……TOMA SIENTO… LLORABA….LA VERDAD ES QUE NO SE POR DONDE EMPEZAR…….TE VOY A PEDIR QUE ME COMPRENDAS Y SOBRE TODO PONGAS MUCHA ATENSIÓN A LO QUE VOY A DECIRTE, ..ella tomó mis manos y comenzó a besarlas, yo estaba totalmente absorto de la actitud de mi madre, ella continuó, ROBERTITO ..TU SABES CUANTO TE QUIERO, yo seguía callado, Y TE VOY A QUERER SIEMPRE…PASE LO QUE PASE……ESTA CONVERSACION YO LA QUERIA TENER DIAS ATRAS, ..PERO NO ME ATREVÍA, YO QUERIA VER EL MOMENTO APROPIADO. ..Y CREO QUE HOY ES EL DIA…….ella seguía besando mis manos,, ella se calló por unos segundos, tomó un vaso de cerveza, y dijo…….ROBERTO……CARIÑO……TU NO ERES MI HIJO, yo no comprendía lo que decía y le dije…..COMO MAMA….QUE ESTAS DICIENDO, ella acarició mi cara y me miró fijo a los ojos, de nuevo me dijo…….SI ASI COMO HAS ECUCHADO………NO ERES MI HIJO….TE VOY A DECIR LA VERDAD….YO TE ADOPTE CUANDO TU TENIAS SOLO 4 AÑOS, YO SALI A LA TIENDA DE LA ESQUINA A COMPRAR..AHI HABIA UNA SEÑORA CON UN BEBE, ESE ERAS TU CON TU MADRE. Y TE ESTABA DANDO EN ADOPCION, ME ROGO TANTO , QUE ME APENÓ, TU MADRE FUE SINCERA AL DECIR SEÑORITA LLEVESELO, EL LA VA A CUIDAR, MAS ADELANTE, POR FRAVOR …..PENSE UN MOMENTO, YO ESTABA CONPLETAMENTE SOLA, CREO QUE LO QUE ME DIJO, FUE MUY CIERTO, PARA ESO TU ESTABAS ABRAZADO AMI PIERNA,…..ACEPTE….Y LE DIJE A TU MAMA …QUE NO ME HAGA PROBLEMAS EN EL FUTURO…….ELLA ME DIJO QUE NUNCA ME HARIA NINGUN PROBLEMA…….TERMINAMOS LA CONVERSACION AGARRO SUS COSAS Y SE FUE, Y DESDE AHI YO TE CRIE COMO MI HIJO…HAS ESTADO SIEMPRE CONMIGO, TE HICE ESTUDIAR Y LO MEJOR QUE SIEMPRE ME HAS AYUDADO EN TODO, Y LOS DOS HEMOS SALIDO DE PROBLEMAS……Y AHORA QUE ME DICES DE LO QUE TE HE DICHO, yo escuchaba sin comprender lo que decía, y le dije……MAMA TE AGRADESCO TODO LO QUE HAS HECHO POR MI…….NO SE COMO PAGARTE,….POR FAVOR EXPLICAME ESO DE CUIDARTE , ella bajó su cabeza y frotando sus manos dijo……LA VERDAD ES QUE YO TE CRIE ..PARA MI…..SI COMO LO ESCUCHAS…..PARA MI…..PARA QUE SEAS MI HOMBRE, ME HAGAS RESPETAR, ME PROTEJAS……AHORA DEPENTE DE TI DECIDIR. pensé unos minutos, y me paré, le extendí mis manos ella las aceptó, también se paró, la abracé y le dije……..MAMA….MARY, GRACIAS POR TU FRANQUEZA, POR TU SINCERIDAD Y POR LO QUE HAS SUFRIDO POR MI….YO SIEMPRE TE HE AMADO, ERES LA MUJER DE MIS SUEÑOS, TU SABES LOS MOMENTOS QUE HEMOS PASADO,…. QUE EN CIERTAS OCACIONES ERAN INCOMODAS, TU NUNCA ME REPROCHASTE…..ESTOY CONTENTO,…sus manos agarraron mi cabeza a la puso cerca su cara, y medio un beso en la boca, yo le correspondí, con fiereza, La solté por unos segundos y puse música, le alcancé mi mano ella la agarró , se paró y nos pusimos a bailar, mis manos acariciaban su espalda, luego pasaron a sus hermosas nalgas, ella me besaba con lujuria y pasión en la boca, yo comencé a besar su cuello, y mi boca bajo a sus hermosas tetas, sus pezones estaban paraditos los chupaba con dulzura, en eso Mary metió su mano para agarrar mi verga que estaba dura, ella solo dijo……ROBERTO……QUE ES ESO……LLEVAME AL CUARTO…VAMOS MI AMOR, yo ,la cargué ella iba prendida de mi cuello y su cabeza estaba en mi pecho, llegamos a su cama la acosté con mucha delicadeza….. miraba y contemplaba su hermosa cuerpo, en eso me dijo……..PAPITO VEN…….NO TE QUEDES AHI PARADO……VEN A MIS BRAZOS MI AMOR, me eché junto a ella , la miraba y acariciaba su cabellera, ella me dio un beso apasionado, al mismo tiempo desabrochaba mi camisa, en eso me dijo…..AMOR SACATE EL PANTALON, me quedé solo con la trusa, , yo la besaba en la boca y le saqué su camisón y su calzoncito, yo tenía a esa mujer que me había quitado tantas noches mis sueños, completamente, desnuda solo para mi, yo estaba encima de ella besaba su boca como un salvaje, pase a mamar sus lindos y hermosas tetas grandes , abría mi boca para que entré toda su tetas en mi boca, ella jadeaba, y decía…….PAPACITO QUE RICO ME MAMAS, ME ESTAS PONIENDO MUY ARRECHA, luego baje a su zona íntima, comencé a mamar su vagina y a chupar su clítoris, ella se retorcía en la cama. y luego .dijo……ASI PAPACITO…MI AMOR…YA ESTOY CALIENTE…QUIERO TU VERGA….SI AMOR…QUIERO TU VERGA, en ese momento me saqué la trusa, y apareció mi pinga, ella la vio ‘y dijo……..OHHH MI AMOR……TREMENDA PINGA…..MI AMOR…..ESTA BIEN PARADA,.la agarró y se la acercó a la boca y comenzó a mamarla y me decía……ESTO SI ES UNA VERDADERA PINGA……YA ME LO HABIA DICHO ISABEL Y NOLE CREIA, …PERO AHORA QUE LA VEO ES UNA HERMOSA PINGA……AMORCITO CACHAME…QUIERO SER LA MUJER MAS FELIZ DE ESTA NOCHE…….QUIERO SER TU MUJER Y QUE SEAS MI MACHO . –MI UNICO HOMBRE. CACHAME MI VIDA, en eso le abrí las piernas, su conchita esta mojada, y le metí solo la puntita,….ella .decía……AMOR QUIERO TU VERGA EN MI CONCHITA…..METELA MI VIDA…LA QUIERO ADENTRO…..NO ME HAGAS SUFRIR,METELA…….PAPITO., en eso se la metí despacito Mary dio un grito……..AYYYY DESPACIOOOO…MI AMOR POR FAVOR…DESPACIO…ME DUELEEE……AMOR METELA YA TODA DENTRO DE MI CONCHITA……Y….YAAAA MI MAORRR…QUE RICOOO……TU PINGOTA ME GUSTA….NO PARES SIGUE…NO PARES MI AMOR….ASIIIIIII, , yo la voltee la puso en 4 patas , le metía mi verga, ella gritaba, después la senté encima mío, mi linda mujer gritaba de dolor y de placer hasta que ella……YAAA A MI AMORRR ….ME VENGOOOO MI VIDA….YAAAA SIGUEEEE MI AMORRRR…NO PARESSSS……TU RICA PINGA ME HACE FELIZZZZ……..PAPITO……SOYYYY TU MUJER…….SIGUEEE NO PARESSSS…YAAAA,..DAME TU LECHEEEE, en eso yo ya terminaba…….MARYYYY…MI AMORRRR ME VENGOOOOOO…TU CONCHITA ESTA BIEN RICA MI AMOR….YAAAA, terminamos mi leche lleno su vagina, esa noche lo hicimos 4 veces ,.ella me preguntó…….AMOR AHORA QUE VA HACER DE NOSOTROS……ME VAS A DEJAR, yo le dije….NO MI AMOR JAMAS TE DEJARÉ…AHORA ERES MI MUJER, ERES SOLO MIA, nos dormimos bien abrazados. Era Navidad, me levanté a las 9 de la mañana, mi mujer ya había preparado el desayuno, me duché y desayunamos como pareja, tenía puesto su bata transparente y no tenía nada, me provocó mi verga se puso riel, la garré y le di un rapidito, ella gritaba ….MI AMOR QUE RICOOOO…COMO ME ENCANTA TU PINGA MI AMOR…TE AMO MI VIDA, yo le di un beso largo en la boca, me correspondió, y le dije……AMOR CAMBIATE TE PONES PRECIOSA, yo vengo en un momento, no demoro mi amor , LE di un beso y le dije ….TE AMO MI AMOR…..salí…… CONTINUARA…… Parte 4

Hola gente .
Me llamo Tania , tengo 22 años .
Soy trigueña de piel clara , estatura media y mi cuerpo delgado y un tracero gordito y mis piernas muy bien tonificadas por el gym.
Vivo en casa con mis padres y mi hermano menor de 17 años . Mi relación con mis padres es la mejor , no tanto así con mi hermano, pues poco hablamos y aún que no andamos peleando , mis ocupaciones en la universidad y mi trabajo de medio tiempo me dan poco espacio para socializar con el .
El viernes al llegar a casa , mamá al colocar la mesa me comenta que estamos invitados al matrimonio de una tía , que sería el día domingo y no podríamos faltar , aún que no tenía planes aparte , este tipo de cosas me aburren , ya que la me siento algo incómoda , conocer gente nueva primos , tias etc .
Ya que mi madre es de poco pedirme favores ascendí a ir .
Llegó el día , no quise ir muy arreglada , por lo que no me gusta maquillarme mucho . Pero me coloque un vestido corto enterizo de color blanco y mi ropa interior una tanga brasilera del mismo color , sandalias y con mi cabello fresco .
Nos fuimos en el carro de papá , mi madre iba adelante de copiloto con mi padre y mi hermano Esteban y yo en la parte de atrás . Íbamos en el camino el cual duraría algo como una hora y media. Hablando de la tía y su compromiso . Todos participamos de la charla y la verdad fue un viaje muy ameno . Al llegar , notamos vastante personal y una fiesta muy elegante. Tomamos una mesa y de poco a poco fuimos saludando a la mayoría de la familia. Les puedo contar que en toda la fiesta solo fui unas dos veces al baño del resto , la pasé en la mesa con mi celular y conversando de todo un poco con mamá y papá .
Al ser ya tipo 2am . Decidimos tomar viaje a casa . Nos dirigimos al parqueadero, cuando en eso dos primas de mi madre , nos volvieron a saludar y le preguntaron a mamá si ya nos iríamos, a lo que mamá respondió que si , las dos damas ya se veían algo tomadas y le pidieron a mamá que si podíamos darles un aventón. A los que mamá al mirar a mi padre el no tuvo reparo en hacerlo . Pero nos enfrentaríamos un dilema , los puestos del vehículo eran 5 y éramos 4 y con las dos primas seríamos 6 . Mi padre al dar vuelta me miró y me dijo , hija tendrán que cargar a tu hermano, a lo que yo me negué rotundamente. Ya que aún que mi hermano no era gordo , no quería ir hora y media llevándolo sobre mi . Tenía sueño y con algunas copas me sentía algo mareada . De todas maneras , no quería ser descortés y le dije , papá y si el me lleva a mi ? Mi padre inmediatamente le miró y el asintió con la cabeza que si .
Procedimos a subirnos al vehículo, mi madre iba adelante con papá y las primas mi hermano y yo detrás. Al entrar mi hermano al vehículo, fue cuando me comencé a ver los contra del asunto . Mi vestido corto y el llevaba un pantalón clásico algo olgado.pero no quería armar lío y después de mi hermano, suspiré y me senté arriba de sus piernas. El vehículo tomo la marcha , el viaje ya llevaba algo así como media hora , cuando mi madre se arrecosto a la silla y serró los ojos , de igual manera las primas la cual iban muy tomadas , papá al ver esto apago las luces internas del vehículo, yo que no me podía dormir , , comencé ha charlar con papá ya que estaba de tras de el , cuando en eso , mi padre tubo que bajar un poco la velocidad, ya que esa parte de la vía estaba agrietada y el carro comenzó a dar pequeños saltos , saltos que se replicaron ya que también daba unos pequeños rebotes de mis nalgas sobre las piernas de mi hermano, sin pensar en nada malo , el pedazo de la via dañada era de unos 5 minutos , cuando de repente abro mis ojos , ho sorpresa en unos de esos pequeños rebotes sentí al muy duro en medio de las piernas de mi hermano, lentamente voltie mi rostro para mirar a mi hermano y su cara me decía que estaba dormido , yo sabía que esté momento incómodo no se iba a pasar así de facil , luego de pasar por la via mala , totalmente quedé sobre las piernas de mi hermano y pude confirmar que tenía una fuerte erección y para acabar de completar, de tanto movimiento el vestido se me había subido sin darme cuenta ya que estaba entretenida hablando con papá, era un momento muy incómodo y muy exitante a la vez , entre más pasaba el tiempo, más caliente sentia , tenía rato sin tener sexo y los tragos me estaban jugando una mala pasada , comencé a exitarme , comencé a imaginar ese palo , no importando que fuera mi hermano y es que el momento no podria ser mas caliente y atrevido . Cuando en eso deje de pensar en los riesgos y con el movimiento del vehículo me frotaba lentamente sobre ese falo , hablaba con papá y a la vez seguía de juguetona sobre las piernas de mi hermano, sentir la piel de mís nalgas tocar la ropa de mi hermano me prendía mucho, estaba como loca , el momento me invadió y quería más ,cuando de repente , siento que mi hermano separa un poco sus piernas, quedando yo completamente sentada encima de su verga erecta como un cañón , luego sus dos manos rodearon mi cintura y con los dedos de su mano derecha quedó tocando mi cosita por encima de mi tanga , hay supe que no estaba dormido y aún que me sorprendió , no aria nada por detener lo que estaba pasando , luego de un tiempo así, sin pronunciar palabras pero instintivamente, abrazando la silla donde papá iba conduciendo, me levanté un poco a lo que mi hermano entendió y sin pensarlo dos veces, de un solo jalón bajo su pantalón y su boxer ya que al sentarme mis nalgas descubiertas se posaron encima de la verga caliente y grande. La Vega de mi hermano quedó en medio de mis dos tapas, quería verla , chuparla oler la, pero en esos momentos solo podría dimensionarla , sentir el tamaño con mis nalgas imaginando la , no podía creerlo , mi conchita estaba mojada completamente . Cuando en eso levanté mi culo nuevamente y con una de mis manos eche a un lado mi tanga y sin pedir permiso tome la verga de mi hermano y la apunte buscando , el huequito de mi almegita, cuando la pose en la entrada la cual estaba completamente lubricada , empecé a dejarme caer lentamente y despacio. Que momento tan exitante, quería gritar , quería. Volverme loca , que verga tan rica , me dolía pero era un dolor placentero. Me deje caer por completo y cuando estuvo toda adentro me quedé hay quiere cita , era fascinante no lo podía creer, que mi hermano me pudiera exitar tanto . Me recompuse y empecé a subir y a bajar lentamente para no levantar sospechas, de mi cosita salían mucho fluido y la verga grande y caliente de mi hermano salía y entraba a gusto y con facilidad. Ya tenía las piernas cansada pero no tenía ni la más mínima intención de parar el mete y saca que yo misma llevaba a mi ritmo . Después de un rato mi las manos de mi hermano, apretaron mis senos a lo que comprendí que ya se vendría y cuando fue asi comencé a sentir como su palo se ponía más grande y mi reacción fue , tirarme encima quedando toda la verga dentro de mi chochito y dejando que la misma verga descaragara toda la leche dentro de mi . Mi hermano y yo tuvimos un hermoso orgasmo silencioso ya que podríamos haber sido descubiertos . Al terminar quedamos así hasta llegar a casa de mis primas , ellas se bajaron del vehículo y yo , lamentablemente me tuve que bajar sacando ya la verga flácida de mi hermano que todavía se encontraba dentro de mi ….. continuará

Al coger la nota , la abrí, tenía mucho temor, hasta que la abrí y leí decía…..ME FUI A LA CHACRA…VENGO EN LA TARDE, se me vino el alma al cuerpo, me puse a cocinar, en la tarde me fui a jugar futbol , regresé como a las 5 de la tarde, arreglé la casa, a eso de las 6 pm llegó, le ayudé a entrar algunas cosas que traía, se fue al baño a lavarse, salió y le ofrecí comida.. me dijo…..ESTA BIEN SIRVEME POR FAVOR, serví para los dos, cenamos sin mediar ninguna palabra, terminamos me fui a mi cuarto, así pasaron 3 días sin hablarnos, al cuarto día , yo estaba dispuesto a hablar, le dije……..MAMA PODEMOS HABLAR, ella me dijo……..HIJO NO HAY NADA DE QUE HABLAR,…..DEJA YA PASO….desde ahí todo fue como antes.. Terminé el tercer año. José nunca más apareció, al año siguiente yo estaba en cuarto de secundaria. Una noche me estaba arreglando para salir con mis amigos, en eso mi madre me dijo……..HIJO VAS A SALIR ? Yo respondí…….SI MAMA VOY A SALIR CON MIS AMIGOS, ella me pidió un favor……ESPERAME UN RATITO VOY A IR DONDE DON ANSELMO…VOY CONVERSAR CON SU ESPOSA, la esperé y salimos, la dejé en el bar de don Anselmo. ella me pidió……..HIJO ME RECOGES A LA HORA QUE REGRESES. yo le dije……..ESTA BIEN MAMA TE RECOJO ME ESPERAS .,. así fue y siempre la recogía a las 10 o a las 11 pm dos veces a la semana, una de esas noches que la recogí a mi madre, salió con una amiga, me la presentó se llamaba Isabel, era de la edad de mi madre, cabello corto, buen culo y tetas medianas, llegamos a mi casa , en eso Isabel habló con mi madre……MARIBEL, QUE TU HIJO ME ACOMPAÑE A MI CASA ES TARDE……POR FAVOR AMIGA, mi madre……..HIJO ACOMPAÑA A ISABEL, REGRESAS RAPIDO……me fui con Isabel, en eso ella me dijo…….ROBERTO ME PUEDES ABRAZAR PARA QUE NO NOS MOLESTEN Y PIENSEN QUE ERES MI PAREJA, yo me puse contento……..ESTA BIEN COMO TU DIGAS, Isabel me abrazó fuerte y se arrimaba a mi, eso me puso carretón, mi mano la puse en su nalga , no me dijo nada, seguía acariciando su hermoso culo, cuando llegamos a su casa me dijo……PASA NO HAY NADIE…NO TEMAS ESTOY SOLA…MI HIJO SE HA IDO A VER A SU PADRE A LAMINA, fue una buena noticia, pasé cerró la puerta con llave y comenzamos a besarnos, la desvestí ahí en la sala , le comencé a hacer la sopa, a mamar sus tetas que estaban duritas, en eso me dice……..TITO VAMOS A MI CAMA , la cargué en mis brazos hasta su dormitorio, ella me chupaba mi pinga, con mucha ansia, la voltee, para chuparle su hermoso culo, hasta que me dijo….TITO AMOR QUIERO TU RICA VERGOTA EN MI COÑO……LA QUIERO TODA ,….CACHAME MI AMOR, yo le metía la verga con fiereza, hicimos todas las poses, ella me pidió su pose preferida EL PERRITO, le di duro hasta que terminamos, descansamos y le di un segundo polvo, terminamos, me despedí y me regalo 50 soles, así estuvimos por meses, mi madre estaba saltona, pero no me decía nada, era el mes de octubre, era cumpleaños de mi madre, habían estado tomando desde las 2 de la tarde, llegué a las 6 pm, las encontré bien tomadas, mi madre estaba mas mareada, se le veía que había llorado, con la ayuda de Isabel la acostamos, y acompañé a Isabel a su casa, como siempre ella quería sexo, me comenzó a besar, la desvestí, comenzamos a cachar hasta que me dijo….AMORCITO QUIERO QUE DES POR EL CULO, le echaba saliva a su gran culo, cuando estuvo bien lubricado, le metí mi verga, Isabel grito……..AYYYY MI AMOR ME PARTES MI CULO…POR FAVOR HASLO DESPACIO…,ME DUELE…..SIGUE MI AMOR…ME HACES FELIZ SIGUE ASIIIII…ESTA RICA TU PINGOTA MI AMORRRR., terminamos, yo la veía callada nunca la vi así le pregunté….ISABEL QUE TE PASA…ESTAS MUY CALLADA….HAY ALGO QUE ME QUIERAS DECIR…QUE PASA MI AMOR, ella sin mirarme a los ojos me dijo…….AMORCITO ES MEJOR QUE TU MADRE TE LO DIGA…..CONVERSA CON ELLA…PERO CON PACIENCIA MI AMOR. al día siguiente me levanté, mi madre ya estaba en pie, me saludó con un beso y ya tenía el desayuno servido, nunca había pasado esto,, no sabía que decir, al día siguiente era sábado, regresé de jugar a eso de las 2 pm, en casa teníamos una poza mediana, ahí llenábamos agua para regar la huerta que teníamos, la encontré llena, mi madre salió de su cuarto, solo con la toalla que la cubría, muy amable me dijo…….HIJO NO QUIERES BAÑARTE, HE LLENADO LA POZA…….VEN HIJITO DE PASO ME AYUDAS A REFREGARME LA ESPALDA……VEN YA ENTRA, yo ni corto ni perezoso, acepté le dije……MAMA ME CAMBIO Y ENTRO..ESPERAME UN RATITO, cuando salí de mi cuarto mi madre ya estaba en la poza, yo entré, mi madre comenzó a jugar con el agua conmigo, yo la seguía, ella se echaba encima mío, para hacerme cosquillas, para esto mi pinga se armó, ella se dio cuenta y me dijo…….HIJITO VEN FROTAME LA ESPALDA, YO NO ALCANSO, para eso yo me había sacado el short, estaba en pelotas, al frotarla, mí verga se ponía mas dura, al acercarme rosaba mi verga en su espalda , ella solo dijo…….HIJO ALGO ME ESTA ROZANDO..QUE ES ?..le dije….MAMA ES MI RODILLA, me senté con mis piernas abiertas me acercaba a ella por atrás, para tratar de poner mi verga en su cosita, la agarraba por la cintura, ella se dejaba, llegué a tocar sus senos, me acerqué más por atrás hasta tocar con mi pene su nalgas, mi madre dijo……..HIJO TRANQUILO……NO SIGUAS…..CREO QUE YA TERMINAMOS DE BAÑARNOS… HAY QUE SALIR, ella salió cubierta con la toalla, yo me quedé con la leche en la punta de mi verga, esto se repitió tres veces, Yo estaba bastante intrigado por lo que dijo Isabel, Un día me armé de valor y le dije a mi madre…….MAMA QUIERO CONVERSAR CONTIGO… ES ALGO DELICADO… ..CREO QUE TU TAMBIEN QUIERES ESTA CONVERSACIÓN, ella solo dijo…….HIJO YA HABRA EL MOMENTO…POR AHORA DEJA ASI…NO TE PRECIPITES MI AMOR, me abrazó y dio un beso, esto puso en pie a mi verga. Llegó Navidad, tenía dos cosas que decirle a mi madre, una que pasé de año ya estaba en quinto de secundaria y otro era que campeonamos en el futbol, Al
llegar a casa mi madre tenía la mesa acomodada, había comida y cerveza, me dijo…..HIJO BAÑATE Y TE CAMBIAS PARA CENAR, hice lo que me dijo mi madre, cenamos brindamos con cerveza, en eso mi madre me dijo……..ESPERAME HIJO……AHORITA SALGO VOY A MI CUARTO, a los minutos salió de su cuarto, se había cambiado, tenía puesto el camisón transparente, estaba bien perfumada, no, llevaba sostén, un calzoncito de seda rosado que se le notaba todo. Le conté lo bueno que me había pasado, se puso contenta, corrió a mis brazos me abrazó y me dio un beso en la boca, lo tome como algo sin importancia, comenzamos a beber cerveza y a bailar, los tragos comenzaron a hacer efecto, mi verga estaba grande y dura, en eso ella me dijo……TITO HIJO ABRAZAME …..TENGO FRIO ABRAZAME…..yo me quedé sorprendido, me puse en fa y agarré a mi madre por la cintura….. …….CONTINUA Parte 3

Me llamo Roberto y tengo 21 años, talla mediana , cuerpo atlético musculoso, soy deportista, vivo con mi madre Maribel de 34 años simpática, de exquisito cuerpo, senos y trasero bien formado, de cabello largo, vivimos solo los dos nos llevamos de maravilla. Esta historia comienza cuando tenía 17 años estudiaba el tercer año de secundaria, éramos un grupo de amigos, habíamos formado un equipo de futbol, éramos la sensación en nuestro pueblo, también nos fascinaba el sexo, frecuentábamos el chongo, ahí me conseguí una puta que se hizo mi amiga, me enseñó a cachar y me daba masajes con unas pomadas que le enviaban de la selva para agrandar mi pene. Resulta que una de esas noches retornaba de estar con mis amigos , a mi casa, en eso veo que las luces estaban apagadas, me preocupé, abrí la puerta despacio, entre solo vi las luces del pasadizo, cuando paso por el cuarto de mi madre escucho voces, era la voz de mi madre y la de un hombre, por curiosidad me acerco mas a su puerta y oigo la voz de mi madre ella decía……MI AMOR ASI …CACHAME MI AMOR … QUIERO TU PINGA EN MI CHUCHITA…METELA MI AMOR, el pata le respondía……ESTA BIEN MI VIDA MI PINGA ES TODA TUYA……YA ENTRO, TU CONCHA ESTA MOJADITA…MARI MI AMOR….TU CHUCHITA ESTA RICA, el catre rechinaba por los movimientos que hacían, en eso escucho la voz de mi madre……JOSE MI AMOR…ASI CACHAME MAS FUERTE…QUIERO MAS SIGUE ASI MI AMOR…SIGUE…SIGUE, en eso el pata le dice……MARI MI ,AMOR VOLTEATE PONTE EN CUATRO PARA METERLA MEJOR, …pero mi madre dice…..JOSE MI VIDA QUIERO CHUPAR TU PINGA UN RATITO, al ratito PAPITO AHORA SI METELA A MI CHUCHITA , en ese momento seguro estaban cambiando de pose, cuando escucho a mi madre gritar……YAAA MI AMOR HAYYY QUE RICO TU PINGA ME HACE FELIZ… METELA MAS ADENTRO…NO LA SAQUES …VOY A TERMINAR…DAME CON FUERZA NO LA SAQUES SIGUE SIGUE ASI CACHAME MI AMOR ASI ASIIIII ME VOY A VENIRRR, el pata estaba jadeante y decía…….MARI ESPERA UN POQUITO YO TAMBIEN VOY A TERMINAR….TE GUSTA ASI, TOMA TOMA, en eso grita mi vieja… AYYYY QUE RICOOO YAAAA SIGUE QUE RICOOOO, el pata..,..YAAAA TERMINEEEE QUE RICOOO MI AMORRR, yo antes que se den cuenta me salí de la casa y me fui a la esquina a esperar y ver quien era ese tal José, como a los 15 minutos salió y pasó por donde estaba escondido y me fijé bien ya sabía quien era. Todos los fines de semana la muchachada nos reuníamos en un bar conocido del pueblo, a eso de 11 de la noche nos retirábamos por que no teníamos plata para seguir la juerga, en eso escucho que me llaman,,…TITO ( me conocen por este apelativo) VEN NO TE VAYAS SEINTATE , yo volteo y veo que era José, de nuevo me llama ..VEN TITO SIENTATE, me acerqué me presento a sus amigos a algunos los conocía por el futbol, estuvimos tonando como 1 hora en eso José me dice….TITO TOMA DINERO Y COMPRAS UNA CAJA DE CERVEZA Y ME ESPERAS AFUERA, YO SALGO EN 5 MINUTOS, compre la cerveza y lo esperé afuera por casi 10 minutos y salió, tomamos un taxi, él le dio la dirección, llegamos era mi casa. José tocó la puerta y como a los 10 minutos salió mi madre, José la besó, ella solo dijo……JOSE PENSE QUE NO VENIAS YA ME ESTABA QUEDANDO DORMIDA, el pata dijo…..MARI MI AMOR MIRA AQUIEN HE TRAIDO…mi madre recién se fijó en mi….HIJO ROBERTITO DONDE HAS ESTADO …YA PASEN ESTA HACIENDO FRIO …entramos José la abrazó a mi madre, y le agarraba sus nalgas, yo veía todo por que estaba atrás con la cerveza. En la sala tomamos asiento, José junto con mi madre y yo frente a ellos, ahí, me di cuenta que mi madre llevaba un camisón de seda transparente, se le notaba sus senos hermosos y grandes y un calzoncito blanco, comenzamos a tomar, José le servía el vaso lleno de cerveza a mi madre, decía para que se iguale, a la media hora José pidió música para bailar, él comenzó a bailar, la besaba y le agarraba las nalgas a mi madre, a mi eso me puso arrecho, mi verga estaba durísima, tenía que pararme para acomodarla, José se dio cuenta y me dijo…TITO VEN BAILA CON TU MADRE…soltó a mi madre , tomó mi mano y me entregó la mano de mi madre, comencé a bailar, el perfume de mi madre me puso más carretón, una mano la tenía en su espalda, la acariciaba sintiendo su piel, a medida que más bailábamos y los tragos, yo tenía mi verga bien dura y ya botaba la babita, al rato ya las dos manos en su espalda, la apretaba más hacia mi pecho, sus tetas rozaban con mi piel, yo estaba solo con polo por la calor, al tenerla bien cerca le besaba el cuello, ella no me decía nada, eso me dio libertad a bajar mis manos a sus nalgas, las acariciaba suavemente, en eso metí mi rodilla entre sus muslos, mi verga rozaba con su pelvis, ella lo sentía por que se acomodaba y un poco que quería retirarse, con mis manos la apretaba más hacia mi, me estaba invadiendo la locura, al apretarla más paré un ratito como para acomodar mi verga cerca a su vagina, mi madre no dijo nada ella se acomodó con sutileza, la leche se me salía, en eso José se paró se acerco por detrás de mi madre agarró mis manos y las puso en el culo se mi vieja , eso no me gusto nadita., solté a mi madre y le dije a José…….QUE PASA JOSE.. A DONDE QUIERES LLEGAR….NO JOSE……MAMA YA ES TARDE CREO QUE ESTAMOS BORRACHOS ES HORA DE IR A DORMIR. me fui a mi cuarto, no escuché nada de bulla, me dormí, al día siguiente me levante a eso de las 10 , salí a la sala no había nadie, solo encontré una nota encima de la mesa que decía…………….CONTINUA parte 2