relatos eroticos

Hace pocos días quedé en la casa de una mujer diez años mayor que yo y que había conocido esa misma semana en las oficinas de mi trabajo porque nada más vernos se prendió una llama en nuestros ojos que nos hacía devorarnos e imaginarnos desnudos tan solamente mirándonos. Así que fui a su casa y cuando me abrió la puerta me recibió desnuda, con los duros pezones rosados de sus caídos aunque enormes senos apuntándome al pecho y con su carnosa vagina húmeda de labios colgantes gritándome sensualmente que quería todo de mí, y nada más cerrar la puerta se abalanzó sobre mi cuerpo y empezó a morderme suavemente el cuello a la vez que me bajaba el pantalón y la ropa interior. Yo la ayudé quitándome la camiseta mientras la agarraba bien fuerte de esas nalgas perfectas del culo más bonito que había visto en mi vida, y una vez que me tenía todo desnudo cayendo su saliva desde mi boca hasta mi ombligo y desde mis pezones hasta sus pies, me llevo a su cama y cogiéndome de la cabeza me puso contra su coño, por lo que yo, instintivamente abrí mi boca para comerme tan exquisito alimento. Después de lamer todo su orificio hasta quedar mi lengua atrapada dentro de él, la subccioné el clítoris pasándomelo por la boca como si fuera un cepillo de dientes hasta acabar con la boca llena de sus jugos vaginales. Se corrió de una manera tan bestial que me salpicó toda la cara, haciendo que quisiera no lavármela nunca más para dejármela siempre así. Y antes de tragarme todo lo que ella había expulsado de placer en mi boca, me pidió que la besara, quería que compartiera el sabor de su coño con ella, y así lo hice, la bese pasándonos su corrida de una boca a otra hasta tragarnos todo. Y cuando ya no quedaba más en nuestros labios, limpié su vagina con mis dedos y se los restregué en la boca hasta dejársela toda cubierta, y empecé a chuparla los labios como si fueran los de su vagina hasta dejárselos bien limpios. Acto seguido me tumbó boca arriba y empezó a comérmela, comenzó lamiéndome el pene desde los huevos hasta el glande, pasando su lengua de arriba abajo sin parar, luego detuvo la punta de su lengua en la rajita del glande y empezó a apretarla el círculos como si quisiera tenerla dentro de mi polla hasta que acabó metiéndosela toda en la boca. Hubo un momento en que se metió hasta los testículos, pero se escapaban de sus encías golpeándola la barbilla. Era increíble su capacidad de hacer su boca pequeña tan grande. Se pasaba el glande desde el paladar hasta su garganta mientras me apretaba bien fuerte el tronco con sus labios y me lo lamía con su lengua como si la faltarán bocas para comérmela. Estaba tan guapa con mi polla en su boca que puedo jurar que era la mujer más bonita sobre la Tierra. Y fue entonces cuando exploté de placer siendo ahora ella quien se llenaba la boca. Pero después de correrme ella seguía comiéndomela, y a pesar de sus atragantos no se la sacaba, prefería mi polla a respirar, mi placer a su vida, y he de confesar que fue el acto más romántico que en la historia de la humanidad haya habido. Y cuando ya se la sacó después de haberse tragado hasta la última gota de mi leche, la comí la boca con los últimos restos pegajosos que quedaban de mi polla y la declaré mi amor porque sabía que nunca nadie me iba a querer como me quiso ella esa tarde. Y así fue como empezó esta bonita relación.

 

Escrito por Javier López Cazalla

Elías y Pedro, el primero canario, de Gran Canaria y el segundo gaditano fueron compañeros de universidad, terminaron la carrera de Ingeniería informática año por año al tiempo que perfeccionaban el inglés, alemán y chino, vamos eran inseparables además de trabajar para la misma multinacional. Los dos eran dos rubios fornidos de casi metro noventa ambos, vamos que levantaban pasiones doquiera que iban.

Pedro era muy aficionado a la botánica, de hecho era su segunda opción para estudiar pero de momento lo tomaba como un aficionado avanzado. Ya le había comentado a su amigo inseparable Elías que quería visitar el Jardín Botánico Viera y Clavijo, comúnmente conocido como “Jardín Canario” por los habitantes de Gran Canaria, ésta era una de sus prioridades en la vida.

Corría el año 2019 cuando en una mañana muy gélida en Alemania, tomaba un café y pensaba profundamente Pedro en visitar Gran Canaria, así se lo comunicó éste a Elías. Elías se contentó mucho al oírlo ya que hacía casi tres años que no veía a su madre, tan sólo se comunicaba con ella mediante llamadas telefónicas o vídeo llamadas, éste levantó el teléfono a media tarde y le comunicó a su madre la visita con su grandísimo amigo.

Antonia la madre de Elías sabía de la existencia de Pedro pero ni lo conocía físicamente ni había cruzado palabra con él. Antonia vivía sola, su marido un empresario de éxito hacía varios años que había abandonado su residencia en Gran Canaria, viajaba por todo el mundo, el dinero sobraba pero el amor estaba vacío, de vez en cuando recibía una llamada de éste y poco más, ya hacía tres años que no pisaba o por lo menos Ella lo desconocía que pisara suelo insular. Lo cierto es que Ella no trabajaba, no le hacía falta, si practicaba muchísimo deporte y se cuidaba, para ser casi una cincuentona se mantenía como una niña de veinte y cinco años.

Una vez que sacaron los billetes para semana santa, Elías mandó una foto de Pedro a su madre y realizó una videollamada con los tres para que se conocieran algo. Evidentemente si juntamos los carnavales de Cádiz y los carnavales de Las Palmas de Gran Canaria, tenemos una diversión asegurada por tanto una conversación muy fluida y distendida. Pedro aprovechó para halagar a la madre de Elías, como no una mujer muy educada y muy hermosa que le iba a hacer de anfitriona a su hijo, su novia y él, hasta una poesía recitó, estaba muy claro que con el gaditano se le daba color y calor a la conversación, además como dijo Pedro: “ El Cádiz y la UD Las Palmas visten de amarillo” Las risas de los tres eran brutales, se desternillaban.

Aquella conversación se difuminó conforme pasaban los días y ciertamente Antonia se encontraba sola, no era capaz siquiera de mantener una relación carnal con otro hombre que no fuese su marido, era una mujer fiel y arraigada a sus principios o quizá enclavada en el pasado, ella no quería reconocer que quizá su marido no volviese ni siquiera de visita, en fin era su decisión.

Llegado el día Antonia fue con una furgoneta a buscar a los tres al Aeropuerto, al ver salir a su hijo por la puerta de llegada le dio un grandísimo abrazo, como no las lágrimas se manifestaron, normal tantos años sin verlo y además estar sola, cualquier ser humano habría reaccionado igual. Seguidamente besó a la novia de su hijo una preciosa Húngara que hablaba un perfecto español y por último saludó al gaditano que se comía con la vista a Antonia, era un conquistador, seductor, un galán. Ya en el primer abrazo con Pedro notó la dureza de su tranca, quizá lo alargó para prolongar en décimas de segundo aquella situación sorpresiva. Justo antes de subirse al coche levantó el teléfono y dijo al responder alguien al otro lado del teléfono: “ En veinte y cinco minutos, que esté todo preparado”

Antonia condujo hacia su casa, disponía de varias plazas de garaje y algunos apartamentos en aquel edificio. Al entrar, en su casa, ya por orden de Antonia había un gran mesa llena de aperitivos, como no había quesos semicurados de los altos de Gran Canaria, aceitunas procedentes del sureste de Gran Canaria, un buen jamón pata negra y como no para beber en la nevera vino blanco del Archipiélago Canario así como una botella de un ron añejo, todo esto era la antesala de una gran paella de mariscos que llegaría un rato después.

La conversación era muy agradable entre los cuatro, muchas anécdotas y andanzas de estos años contaba su hijo Elías , de cómo había conocido a su novia y el cable que le había echado Pedro para organizarle una pequeña fiesta y conquistarla. Siempre Pedro ponía el tono humorístico, al tiempo que se comía con la vista a Antonia, ésta vestía una corta falda vaquera y unas zapatillas de deporte. En aquella mesa estaban sentados frente por frente Elías con su novia y Antonella con Pedro, ya las miradas eran más penetrantes, más aún cuando Antonella abrió un poco más de la cuenta las piernas y Pedro pudo ver sus braguitas blancas.

Sonó el timbre, como era normal se levantó Antonella, la paella había llegado, una chica llegó a la cocina, le dejó allí, recibió el pago y una propina más que aceptable. Ésta pidió ayuda y como no, quién se levantó ante tal petición, el gaditano que era un galán se acercó mientras seguían conversando su amigo y su novia. Mientras preparaban los cubiertos y los platos se quedan Antonella y Pedro uno frente al otro y es Antonella la que levanta la mano acariciando con muchísima sensualidad a éste, moja su dedo con algo de saliva y se lo acerca a los labios de éste, su respuesta cerrar los ojos en señal de placer. Antonella miró a su entrepierna, vio como su pantalón vaquero se estiró, buena señal, empalmaba bien y parecía que tenía una buena tranca, no había tiempo para recrearse más. Antonella dudó de si acercaba la paella a la mesa o servía los platos con la ayuda del gentil caballero. El caso es que sirvieron los platos y a la vuelta recogieron los que estaban vacíos.

Al estar sentados los cuatro sobre la mesa, se percató Elías de que tenía pintura de labios en sus labios Pedro, por un momento sonrió y se hizo el loco. Comían gratamente más que hablaban como es normal, más aún cuando la paella estaba exquisita. Lo cierto es la confianza, el exceso de relajación o vete tú a saber si lo hizo con toda la intención del mundo Antonella coge un langostino y comienza a chuparlo con intensidad, como resultado un sonido un tanto sorpresivo, el caso es que los tres restantes se sorprendieron, Pedro para echar un capote a Antonella comenzó a reírse provocando la risa incluso de ésta, el broche de oro lo puso con un comentario su hijo Elías:

-¡ Mamá si todo lo hace con esa pasión¡ -exclamó Elías.

-Antonella se ruborizó pero reaccionó bien y dijo: “ Desde luego que va a pensar tu novia y Pedro de mi” -recalcó ésta.

-Estoy muy seguro que Pedro tiene todas las buenas intenciones para Ti-dijo Elías.

Lo cierto es que Antonella se dio cuenta de que Pedro tenía manchado sus labios de su pintura de labios, y que su hijo también se había percatado, bien pensó Ella: ” Quizá tenga suerte y nos dejen un par de horas para gozar del sexo después del almuerzo y del café.

Llegó el momento de preparar el café, Antonella como anfitriona se levantó y aprovechó para ir a su habitación a cambiarse de ropa interior ya que sus braguitas estaban muy mojadas ante tanto intercambio de miradas insinuantes por varias partes. Al ver que tardaba en exceso Pedro se levantó y vio como Antonella salía de su habitación colocándose su falda, sonrió al verla, ésta se lo devolvió con un beso volado, no quería mancharle nuevamente con pintura, aprovechó tal momento para limpiarle la pintura anterior. Por otro lado Elías advirtió a su novia de dejarlos solos justamente después del café.

Así fue, al terminar el café Elías y su novia Hanna dijeron que iban a sacar la ropa de las maletas, la iban a colocar para luego dar un paseo, y enseñarle un poco los alrededores a su novia, añadieron que en unas tres horas regresarían para buscar un lugar dónde cenar.

Según cerró la puerta Antonella, se acercó ésta a Pedro y le dijo:

-Estoy casada, hace casi cinco años que apenas veo a mi marido, ya no me acuerdo lo que es un hombre-remarcó Antonella.

Ante tal ataque de sinceridad, Pedro sabía cómo tratarla.

Pedro hizo sentarla y le abrió las piernas, le apartó el pelo y comenzó a dar suaves lengüetazos sobre sus orejas al tiempo que masajeabas sus pequeñas mamas, Antonella comenzaba a gemir tenuemente, lo cierto es que sentía vergüenza debido a sus principios religiosos. Pedro iba despacio, las manos las dirigió hacia su vulva, la masajeó suavemente, ya Antonella gemía con más frecuencia, los gemidos se sucedían con mayor intensidad y frecuencia, un tremendo orgasmo le sobrevino. A continuación Pedro la levantó, le ayudó a quitarse toda su ropa interior, de su sostén saltaron dos mamas pequeñas terminando en unos más que notables pezones, tenía unos hermosos pechos, más firmes que los de una niña de veinte años, eran increíblemente hermosos. Se sentó frente a él, sus brazos rodeaban los hombros de Pedro, mientras ésta cabalgaba con un ímpetu descontrolado, gemía muy suave pero parecía que iba acompasada con sus brincos, de buenas a primeras le pidió el relevo a éste, la penetraba de una manera muy salvaje, se hizo el silencio unos pocos segundos hasta que Antonella le dijo al oído: “Fóllame, fóllame, fóllame de manera más salvaje, nunca he sentido algo parecido” Dentro de mi coño hay fuego, fuegos artificiales, veo luces de colores, estoy en el paraíso-exclamaba ésta. Elías al oír sus palabras se entregó totalmente a la causa, ya se había corrido pero la polla la tenía muy dura, la chica hacía de afrodisíaco. Tenía los ojos cerrados pero sus oídos sentían los golpes de la nalgas, su polla estaba empapada de los elixires que aquella dama expulsaba. Por un momento le levantó las axilas y le comenzó a dar unos lengüetazos brutales, volvió a provocar otro orgasmos o varios seguidos, la chica era muy agradecida, que más puede pedir uno, la chica le estaba haciendo el amor. Pedro era cómplice total, estaba embaucado, anonadado y sorprendido de lo que le hacía sentir, jamás conoció a hembra que lo provocara con tal sensualidad. Todo aquello ya estaba dudando si era un sueño y luego se iba a caer de la cama-pensó Pedro. Era un realidad que estaba viviendo, Antonella no paraba de gemir, él le seguía dando pingazos, hacía lo imposible por agradarla porque mantuviese un estatus placentero el mayor tiempo posible. Por un momento Antonella enmudeció, pasaron varios largos segundos sin oírla, Elías se asustó, la levantó estaba inmóvil, la trató con dulzura, la sentó en el sillón y esperó unos segundos más, Ella no reaccionaba, Pedro pensaba en lo peor, pareciese que estaba inconsciente, abrió los ojos y le dijo:

-“ Acércate mi amor, gracias por haberme hecho sentir una mujer-aclaró Antonella-. En algún momento de mi vida, inocente de mí, me han hecho creer que no servía para satisfacer a un hombre, ya veo que tan sólo me hacía falta un hombre que me hiciera sentir como una mujer- le explicó Antonella.

-Eres simplemente increíble, eres perfecta-dijo Pedro.

A las casi dos horas y media Llegaron su hijo Elías acompañado de su novia Hanna, estaban preparados los cuatro para ir a cenar. El día siguiente casi por exigencia de Pedro fueron a visitar el Jardín Botánico Viera y Clavijo.

Cuatro semanas después de haber llegado a Alemania, regresó Pedro a casa de Antonella, aquí volvió a pasar cuatro días en compañía de su amada. La relación se hizo cada vez más estrecha, Antonella iba a Alemania a ver a su hijo y a disfrutar de su amante y éste le devolvía las visitas con frecuencia.

Me mudé a una nueva ciudad por trabajo. Solo conozco a mis compañeros, y algunos familiares con los que vivo. Quería conocer más personas, y por qué no, chicas con quién salir. Así entré a Tinder. Durante algunos días fui consiguiendo matches e iniciando conversaciones. Hasta que llegó Karina. En sus fotos se veía preciosa, rostro muy bello, un año menor que yo. Realmente quedé flechado, y esperaba que hubiera Match. Tras unas horas, ví su nombre aparecer en la lista. Decidido empecé la conversación, realmente se había vuelta amena y por facilidad de conversar le pedí su número. A los 2 días le llamé, y conversamos por una hora, realmente me caía muy bien. Quedamos encontrarnos en la plaza de la ciudad, ya que no conocía suficientes lugares, y le bromeé que ella sería mi guía.

Estaba un tanto nervioso al verla, realmente era preciosa, y ahora que la veía, tenía buen cuerpo sobre todo sus piernas tonificadas y algo gruesas. Traía una blusa manga larga off shoulder, por lo que veía sus delicados hombros y cuello. Sus labios carnosos me tentaban a besarla, pero no quise apresurar nada. La cita duró 5 horas, en las cuales no dejamos de conversar. Fue una cita maravillosas.

Tras eso, vinieron varias conversaciones por teléfono y chat igual de largas y amenas, algunas salidas (no tan frecuentes como quisiera), nos entendíamos muy bien, y pensar en su atractivo físico hizo que empezara a gustarme.

Estuvimos 5 meses sin vernos, tan solo por llamadas, y le pedí salir. Esperaba ese día con ansias. Cuando por fin nos vimos, me quedé embobado, y sus labios me llamaron aún más. Ella me dió un fuerte abrazo, el cual correspondí, y nos quedamos unos segundos más de lo normal abrazados. Tras separarnos, nos saludos con beso en la mejilla, aunque mis labios estuvieron muy cerca de la comisura de los suyos, debía controlar mis ansias, o hablarle de mis sentimientos. Caminamos y no se puso incómoda cuando le rodee el brazo y fuimos caminando así. Llegamos al parque en el que pasamos nuestra primera cita. Mientras conversábamos, nos mirábamos fijamente mucho más seguido, y no dejaba de repetirle que era hermosa, y acercándome a la comisura de sus labios lo cual ella disimulaba abrazándome. Tras 2 ocasiones en que sucedieron eso, decidí ya no comportarme así, a ella yo le caía bien y seguro que solo como amigos, lo cual me entristeció. Dejamos el parque para poder ir a alguna cafetería y seguimos caminando yo abrazándole, hasta que de la nada, ella se giró, clavó su mirada en mí por 2 segundos, miró mis labios y se acercó a besarme. Por fin mi anhelo se había cumplido, un beso tierno, mientras ella ponía sus brazos en mi cuello y yo dirigí mis manos a su espalda media. Nos besamos y al separarnos, ella dijo:

– ¿Desde cuándo querías besarme?

– Desde que te vi hoy.

– Entonces, ¿te gusto? – dijo, con un tono soñador, como adolescente preguntando si le gusta al alguien.

La contemplé y le aseguré: Claro que me gustas, me encantas. Y la abracé, sintiendo en olor de su cuello en el proceso, mientras posaba mis manos en sus caderas, que me tentaban también.

Ella sonrió, satisfecha y nos besamos nuevamente en medio de la vereda. La tomé de la mano y buscamos alguna cafetería. Tras ello, decidí acompañarle a su casa, fuimos en taxi y estuvimos abrazados y dándonos pequeños besos. En su puerta nos besamos más largo, y avancé a su cuello, ella solo rió diciendo que le daban cosquillas.

Estuvimos saliendo un mes así, hasta que le pedí que fuéramos novios, ella aceptó.

Su cuerpo seguía tentandome, y quería probarlo. Estaba ansioso a que llegara ese momento de hacerle el amor.

El día que sucedió, decidí tomar vino con ella, algo que le había prometido en nuestras citas. Sin embargo, tuvimos que ir a su departamento a poder tomar el vino allí. Sentados en el sofá mas grande de su sala, estábamos muy pegados e intercalando entre tomar vino y besarnos.

Los besos empezaron dulces y tiernos, pero gracias al vino se volvieron apasionados, Karina me mordía los labios y yo los de ella, besos maravillosos y excitantes. Además de sentir nuestras lenguas, lo que provocaba aún más. Ella soltaba leves gemidos y suspiros.

Ella vestía un pantalón de tela delgada que realzaba sus curvas, y una especie de camiseta larga, podía ver su brassier detrás, y sus senos firmes me llamaban. Yo vestía pantalón y camisa de botones. Mientras nos besabamos, intenté llegar al borde de su camiseta para subirla y sentir la piel de su cintura. Ella se dejó, y le dije con voz suave:

– Quiero sentirte – mientras me echaba en el mueble y atrayendola, la tuve encima se mí.

Sentía su cuerpo, sus piernas sobre mi erección, sus senos sobre mi pecho. Su cabello suelto me hacía cosquillas en el cuello, y ella empezó a besarme, tomando mi rostro con una mano, mientras que la otra bajaba por mi cuello hasta mi pecho, soltando un botón de mi camisa. En esa posición seguí subiendo su camiseta, y sentía la piel cálida de su cintura y espalda baja. Estaba disfrutando, cuando ella se levantó bruscamente, y un poco agitada me jaló para estar sentados como antes.

– ¿Realmente quieres estar conmigo? – soltó en un suspiro. Me enterneció la pregunta, así que respondí:

– Me gustas mucho, te quiero, y está relación es la mejor en la que he estado. Me atraes físicamente, y abrazarte o besarte no basta para calmar mi ansia, porque te deseo.

Ella me miraba fijamente, y me recibió el beso dulce que le di. Quiero hacer el amor contigo, quiero unirme a ti, agregué. Tras ello, ella asintió y aún sentados volvimos a los besos apasionados. Me rodeó nuevamente los brazos y acarició mi rostro. Ahora con más ansias levanté su camiseta y se la quité. Pause los besos para admirar su cuerpo, sus delicados hombros de un tono bronceado, y un brassier azul de encaje. Ella aprovechó ese momento para pasar sus manos por mi pecho y desabotonar mi camisa. Unos mordiscos más en nuestros labios, me terminé de quitar la camisa, para acariciar su espalda, y empezar a besar su cuello. Ella decía mi nombre entre gemidos y suspiros. En mi oído me invitó a su habitación. Me tomó de la mano y me llevó a ese cuarto. A medio pasillo la cargué, y me rodeó el cuerpo con las piernas. Me excitó sentir su piel en mi torso desnudo. Le besé en el cuello mientras avanzaba hacia su cuarto.

Ya adentro había una lámpara de mesa, que emitió una luz suave. La luz nos bañaba, y la admiré desvestida. Nos besamos, intercalando mordiscos y sentí sus manos en mi cintura, desabrochando mi pantalón. Su pantalón tenía una cinta, la cual solté y le quité suavemente. Ahora ambos en ropa interior nos echamos en la cama. Ambos agitados, sintiendo nuestra piel tibia. Quise continuar lo que teníamos en el sofá, así que me eche sobre la cama, y la acomodé encima mío. Entre los besos y gemidos, subí mis manos por su espalda, disfrutando su suave piel, para llegar al broche del brassier. Cuando lo solté, descubrí sus pechos. Quise disfrutarlos, por lo que la voltee en la cama. Besé su cuello, mordiendo suavemente, quería marcar su piel. Bajé por su clavícula, los gemidos me indicaban que estaba disfrutando, hasta que llegué a sus senos, y lamiendo sus pezones, succionandolos, estos quedaron erectos. Karina suspiraba y me pedía más. Le besé su vientre, su cintura, con leves lenguetazos, mientras mis manos le quitaban su ropa interior. Decidí tocar sus sensuales nalgas, durante el juego previo no lo había hecho y tenía ansias de ello. acaricié sus muslos, se los apreté. Realmente tenía buenas piernas. Con cada caricia, notaba que su cuerpo se tensaba. Volví a besar su abdomen. Me pidió que la esimulara. Mientras ella abría sus piernas, introduje 2 dedos en su interior. Mis caricias y juegos habían funcionado. Y ahora que le masajeaba, su respiración agitada y gemidos de placer me tentaban. Quería saborear su interior. Puse sus piernas sobre mis hombros, y mis manos acaraciaban su trasero. Quiero darte placer, le dije con voz lasciva. Sigue así, respondió ella. Mi lengua giraba en su interior y la velocidad hacia que se convulsionara, agitando las caderas. Sus gemidos, se convirtieron en gritos de placer, mientras me exigía más. Decidido a complacerle, cambié mi movimiento y pose una de mis manos sobre su pecho, para jugar con su pezón. La mezcla de placer y dolor le quitaban el aire. Escuché como sus manos se asían de las sábanas, conteniendo la reacción de su cuerpo, que se dejaba embriagar por el deseo carnal. Sentía su cuerpo tensandose, y soltó un grito de placer, afirmando que tuvo un orgasmo.

– Damián, fue increíble. Quiero darte el mismo placer.

Vi su rostro. Durante todo el tiempo de relación mostraba dulzura, pero ahora veía fuego en sus ojos. Me indicó que me sentara apoyado en la cabecera.

Me quitó el boxer, el cual escondía mi erección y solo atinó a decir, con voz sugestiva «sí que le gusto». Le indiqué dónde estaban los condones que llevé, y me lo puso. Se montó encima mío, aún sin penetración. Me besó el cuello, se apartó y con sus manos suaves me acariciaba el pecho y mi abdomen. Me relajaron esas caricias y suspiraba de alivio, hasta que bajó a mi abdomen, muy cerca de la cintura y me arañó suavemente. Sus caricias me excitaron más, así que la tomé de la espalda, y acerqué sus pechos a mi rostro para estimularlos, los succionaba, los mordisqueaba y sentía las manos de ella en mi cuello arañandome, mientras gemía. Entre suspiros me pidió que ya la penetrara, la cual esperaba también con ansias.

Ella se apartó, y tomó mis manos para que las pusiera sobre sus senos y vaya jugando con sus pezones. Con sus manos, hizo un camino de caricias desde mi cuello hasta mi cintura, y tomando mi pene, empezó a acariciar los testículos y acariciándolo a lo largo. Sus dedos jugaban con mi glande. Su estimulación me hizo soltar un gemido. Lo tomó y lo dirigió a su interior, y al introducirlo ella gimió. Yo estaba extasiado, y mientras jugaba con su pecho con una mano, dirigí otra mano a su cadera,.como para guiar sus movimientos. Ella empezó a montarme, con movimientos rítmicos, el cual sentía en todo el cuerpo. Yo cerraba los ojos dejándome llevar, mientras le apretaba ambos lados de la cintura y caderas con mis manos. Ella posaba sus manos en mi cabello, el cual empezó a jalar. Nuestros gemidos estaban en sincronía. Le pedí que se moviera más rápido, y también empecé a moverme para facilitarle. Ella me pidió darle nalgadas. Dirigí mis manos a sus nalgas, su redondez me excitó aún más, y al darle las nalgadas soltó un grito de placer. Esto aceleró aún más sus movimientos, sus muslos estaban tensos, sus pezones erectos, mientras mis manos apretaban su cintura. Ambos llegamos al climax, con fuertes gemidos. Ella se apoyó sobre mi pecho, satisfecha y cansada, y sentimos nuestro sudor.

Nos acomodamos para echarnos ambos en la cama. Admiré su rostro con los rezagos del placer que ambos nos dimos. Sus mejillas coloradas, su cabello alborotado. Nos reímos y nos abrazamos. Le afirmé mis sentimientos, porque notaba que era importante para ella. Tras lo cual ella me prestó algunas ropas grandes, para poder dormir con ella. Así pasamos nuestra primera noche juntos.

Esta es la historia de Adrián, un chico de 20 años, blanco, flaco, lindo, con un cuerpo un poco trabajado del gimnasio. Sale con su novia, amigos y amigas y terminan pasando cosas.

El día había iniciado normal me vestí deportivo para la ocasión una sudadera entallada al cuerpo, una campera negra y unos jeans también ajustados, aparte de llevar mi gorra que era algo que a mí me encantaba, fui a la casa de mi novia Ana y de allí nos fuimos a encontrarse con nuestros amigos en un bar para tomar algo. Ana es rubia, muy linda de cara, con un lindo pelo lacio y largo, físicamente delgada con grandes pechos y un culo redondo pero chico.

Llegamos al lugar nos encontramos con nuestros amigos y los más extraño fue encontrarme a Martu ,que le decíamos así de cariño pero su nombre es Martina, si bien Martu es buena amiga mía habiamos dejado de vernos un tiempo después de haber tenido sexo, antes de que conociera a Ana. Nos saludamos con un beso que fue algo incómodo y después fui saludando al resto de mis amigos y amigas, la presencia de Martu me inquietaba, me gustaba mucho, linda de cara, linda sonrisa, pelo negro hermoso, anatomía chica, su cuerpo era así pero a pesar de tener pechos pequeños tenía un culo demasiado redondo y me volvía loco a pesar de no ser una diosa como para mí lo era Ana. Martu sentía lo mismo por mi sino no se hubiera dado ese amorío.

Seguimos hablando, nos pusimos a beber, la verdad que la estábamos pasando muy bien, risas por un lado y contando anécdotas y chistes. Nos pusimos a bailar, la pasábamos muy bien, como casi siempre, me había puesto a bailar con Ana le tocaba su pequeño culo y yo cerraba los ojos claramente pensando en Martu, eso más la ebriedad hizo que me fuera a la barra a intentar despejarme, Ana se me acercó y quiso que vuelva pero le dije que me sentía mal y que me iba a ir al coche a descansar, ella se ofreció a acompañarme pero finalmente se quedó con los chicos yo salí y subí al auto al cerrar la puerta era Martu que se metió conmigo y me dijo

No tomaste tanto para estar de borrachera

-No lo estoy, es solo que no me siento bien

Es…por nosotros no? Demasiado pronto para volvernos a ver?

-No lo creo, aparte me caes super bien, te necesito. Aparte lo que pasó me gustó mucho

Yo no lo olvido pero bueno yo no tengo novio o novia por ahora…

-En ese momento me la puse a ver tenía también una campera negra, al igual que yo, además una sudadera del mismo color con dibujos blancos, sus pechos parecían más grandes, nos quedamos en silencio mirando hacia la ventana que tenía cada uno, sin cruzar mirada, ella se acariciaba el pelo con su mano, decidí romper el silencio…

La verdad es que me gustas- ella miraba concentrada en lo que decía- pero no podemos estar juntos pero igual me gustaría y creo tener un plan

También me gustas Adrián ya te dije actualmente no tengo a nadie en mi vida pero tampoco quiero una relación a escondidas y que sea todo secreto

La mire comprensivo y le dije- Yo tampoco mi idea es que seamos una pareja abierta que Ana lo sepa y si quiere participar que lo haga, te interesa? Es el único plan que se me ocurrió.

-No pudo evitar esbozar una sonrisa- Me parece bien, ojalá acepte, para mí sería como un premio doble asique encantada- dijo ya con señas de excitación refregando su mano y brazo por el apoyabrazos de la puerta.

No hice más que lanzarme sobre ella besarnos, tire su asiento hacia atrás, la levanté agarrandola del trasero y la lleve bien hacia atrás del coche, deje de besarla para sacarme la campera y la sudadera y ella me paro

No vamos a traer a Ana?

Todavía no- le dije con una cara pícara aprovechandome de una situación que no debería-

Ya con el torso desnudo seguí besandola y ella inicio a desnudarse también sacándose su campera, sudadera y sostén, que era verde oscuro, sus tetitas estaban hermosas pezones marrones oscuros con aureolas normales estuve chupando esas tetas con mis manos debajo de su trasero, ella no podía cerrar la boca era gemido tras gemido hacia el techo del coche como una súplica, era glorioso, sus manos estaban en mis hombros y lentamente empezaron a bajar como una caricia hasta que llegó a la mitad de mi espalda y empezó a hacer una presión para que bajara, yo fui bajando y saque mis manos de su trasero para sacarle el pantalón y las bragas hasta sus rodillas, inicie a chupar su vagina sus labios era chicos y estrechos seguí chupando, Martu seguía sin control sobre sus gemidos no podía parar, tanto que empezó a perder el control de su cuerpo recostandose poco a poco en el asiento trasero, cuando terminó de hacerlo fue mi señal para bajarme los pantalones y que ella volviera a ver mi polla, me miraba con deseo esperando, yo desesperado fui se la metí y empecé a follarla, mis embestidas obviamente fueron lentas pero empezaba a subir, mis manos no soltaban sus pechos y las suyas las refregaba por todo el coche sin parar de mirarme ni un segundo, seguimos así con la sensación de que el tiempo se había paralizado y con la felicidad de lo que estábamos haciendo, la seguí follando ya con más intensidad dejando sus pechos para juntas más fuerza e inercia desde su cintura, Martu dejo de mirarme inclinó su cara hacia atrás poniendo los ojos en blanco, el placer era indescriptible me termine acercando a su cuerpo nos acariciamos y nos besamos, yo terminé saliendo y acabando debajo de sus pechos, nos quedamos semidesnudos abrazados, sentados en la parte de atrás del coche, agitados, al recuperar el aliento nos pusimos a reír.

Que follón…esto fue muy divertido

-Asentí con la cabeza, nos quedamos en silencio un rato, seguía siendo de noche pero ya volverían los chicos y principalmente Ana, nos cambiamos, al rato vinieron y nos fuimos a casa hablando y riendo como lo habíamos hecho a lo largo de la noche.

Era su cumpleaños así que salimos de fiesta con él y su grupo de amigos. Bailamos y tomamos toda la noche. Mientras bailábamos nos besábamos y la situación se calentaba más y más. En la disco estaba todo oscuro así que él aprovechaba cada beso para subirme la falda y manosearme el culo. Me encantaba. Amaba bailar pegada a él y sentirle la verga paradisima y me encantaba saber que todo eso lo provocaba yo. Y el también me provocaba a mí.

Cuando terminó la fiesta sus amigos se fueron de after a otra fiesta. Nosotros hicimos nuestro propio after.

Subimos al auto y me propone ir a un telo, yo estaba excitadisima así que obviamente le dije que sí. Él también estaba muy caliente, se notaba de lejos.

Cuando llegamos nos registramos, pagamos y subimos a la habitación. No era muy grande pero tenía un jacuzzi y la mejor parte: había un espejo en el techo justo encima de la cama.

No terminé de entrar que me agarró y me acorraló contra la pared. Comenzó a besarme desesperadamente, agarrándome el culo como si fuera una pelota antiestres. No podía moverme y me encantaba, él sabía que me encantaba, y aprovechaba para manosearme toda.

Lo empuje suavemente y lo senté en la cama. Me senté sobre él, con mis piernas entrelazadas en sus caderas y lo bese tiernamente. Él aprovecho la posición para manosearme las tetas.

Nos besamos por un largo rato, cada vez estábamos más calientes. Me sacó la remera y yo hice lo mismo con él. Entonces comenzó a chuparme los pezones, al principio suavemente, después un poco más intenso, pero sin dolor, me los mordía suave y los succionaba. Me estaba volviendo loca. Necesitaba que me penetre en ese instante.

Apoyé mi mano sobre su pantalón a la altura de su pija y apreté suavemente, él gimió despacio. Así que me acomode para lograr bajarle el cierre y al fin pude sentir su verga por encima del boxer. Estaba enorme, quería agarrarla, metermela en la boca y comérmela como si fuera un helado. Se la saqué del boxer y lentamente comencé a hacerle una paja, él gemía despacio pero podía escucharlo.

-Estas listo para tu regalo? -Le pregunté, y el solo me miró y se mordió los labios, no le di tiempo para responder. Me metí esa veega gigante en la boca y comencé a darle la mamada de su vida. Estaba segura que le encantaba lo que estaba haciendo, gemía como loco. Yo pasaba mi lengua de arriba hacia abajo, me detenía en el frenillo y lo hacía cada vez más rápido, me metía su pija entera en la boca y la succionaba, mientras que con una mano le masajeaba los huevos. Después de un rato abandone sus testículos y comencé a meter mi dedo cada vez más abajo. Sabía que le encantaba eso, y escuchar sus gemidos me lo confirmaba. Con un dedo en la entrada de su ano, una mano agarrándole la verga y su verga metida entera en mi boca llegó al orgasmo y me trague todo su semen.

Me miró agotado y se mordió el labio inferior.

– Ahora viene la mejor parte del regalo -Me dijo

-Y cual es? -Le pregunte con cara de pícara

-Que me dejes hacerte todo lo que yo quiera

No me dió tiempo de contestar, me acostó en la cama y se puso encima mío. Comenzó a besarme intensamente y me tocaba una teta mientras lo hacía. Su mano comenzó a bajar lentamente y llegó a mi coño. Me levanto la pollera y comenzó a pasar su mano muy suave por encima de mi tanga, que está a empapada a esa altura. Pero con continúo, subió la mano, se levantó, sacó algo de su mochila y me agarró las dos manos, las junto y me las ató a la cama. Me tomo del cuello y me besó, después comenzó a bajar con su boca lento y me besó el cuello, mientras que su mano me recorría todo el cuerpo. Otra vez llegó a mi coño, subió la falda pero está vez tomo mi tanga y me lo arrancó de un tironazo.

Primero tocó mi vagina y se aseguró que esté bien mojada para él, después comenzó a hacerme masajes muy suave sobre mi clítoris, mientras continuaba besándome el cuello. Yo gemía despacio, me encantaba y me exitaba muchísimo que me tocara tan lento. De repente comenzó a aumentar el ritmo, me miraba a los ojos y lo hacía cada vez más y más rápido, me volvía loca de placer. Lo hacía en círculos, de arriba a abajo, de derecha a izquierda y aumentaba y bajaba el ritmo a su antojo. Yo genia sin parar. De repente se detuvo y comenzó a bajar sus dedos, buscando instroducirlos en mi vagina, pero a la vez comenzó a bajar su boca, llegando con sus labios a mi clítoris.

Comenzó a chuparme el coño como si su vida dependiera de ello, lo hacía tan rico, y mientras me chupeteaba el clítoris tenía dos de sus dedos adentro mío, me penetraba con ellos, los metía y sacaba, los movía de diferentes formas adentro mío. Estaba disfrutandolo muchísimo y él lo sabía. Gemía y gemía sin parar. Hasta que acabe dentro de su boca, y aún cuando ya había acabado siguió chupándome el clítoris para ver cómo me corría sin parar.

Aquella primera vez con Belén y Mario para mí fue fructífera y me dejó un buen sabor de boca como para repetir.
Y para la pareja todavía mucho mejor ya que tenían un chavalito de treinta años sacándome ella 27 y el 25 o sea que se puede decir que yo podía ser un yogurín para ellos.
A partir de entonces comenzó una relación como muy abierta y yo follaba muchos días con ella sin estar el marido para luego él según me decía ella comerse mi cremita.
Belén también me hizo experimentar el placer anal aunque a mí al principio no me hacía ninguna gracia jugando con al principio alguna zanahoria para luego introducir pequeños dildos que fue aumentando en tamaño todo era un juego para ambos al que fui acostumbrándome más que todo porque tenía garantizado varios polvos por semana.
Al tiempo compró un arnés para dárselo a la cintura con diferentes tamaños y formas de pene.
Aquellos juguetes siempre los utilizábamos cuando estábamos ella y yo solos y a mí me creaba otra confianza mientras que con Mario ya era como muy normal él que me comiese la polla hasta correrme en su boca en más de una ocasión.
A Belén también comencé a practicarle al igual que ella me lo hacía conmigo el beso negro y solía hacer doble penetración con su dildos y mi pene la confianza era total era como un matrimonio a tres bandas donde yo disfrutaba como un rey.
Aquella hembra era insaciable porque por lo que yo sabía no era el único amante los juegos eran varios siempre buscaba el placer y el morbo.
Vamos a un detalle que digamos cambió mucho aquella relación.
Estábamos Belén y yo solos en la casa habíamos tenido sexo antes de comer y después de una cabezada comenzamos de nuevo sí quemas en una ocasión había estado atado a la cama boca abajo para que ella me follase con su arnés y en otras ocasiones con los ojos vendados aquel día, ella empezó vendrándome los ojos para luego atarme de pies y manos a la cama con unas correas con velcro que era lo que usábamos habitualmente.
También solíamos grabar sesiones con una cámara de vídeo que luego solíamos visionar y borrar en aquella ocasión también puso la cámara grabar para luego visionarlos tres como hacíamos habitualmente.
Ya con mis ojos vendados y atado a aquella cama los juegos de aquella hembra comenzaron besos caricias su lengua recorriendo mi cuerpo o jugueteando mi boca era algo que me ponía cachondísimo y ella también de vez en cuando me la chupaba y incluso cabalgaba sobre ella.
También me dejó clavado un dildo con vibración clavado en mi ano era todo excitante y perverso en cierta medida me sentía poseído por aquella mujer.
En algunas ocasiones yo había hecho una mamada alguno de sus dildos y a ella aquello también encantaba aunque a mí me parecía un poco más de gay al igual que ser penetrado pero ella siempre me ponía el ejemplo de su marido diciendo que no era gay si no muy bisexual.
A lo que más de una ocasión añadía que a mí me gustaba mucho que me la mamase Mario y que en cierta medida el aceptarlo también significaba que era bisexual.
Evidentemente en aquellos tiempos con mi edad y en cierta medida inocencia no le da la mayor importancia al tema de si era gay bisexual o heterosexual.
Sobre la cama encima de mi pecho estaba mamando aquel dildo como tantas otras veces pero esta vez con los ojos cerrados a ella le encantaba darme indicaciones para hacer las mamadas a aquellos dildos. ..
Los dos estábamos hiperexcitados sudorosos calientes sus mamadas cada vez eran más intensas haciéndome casi llegar al orgasmo en más de una ocasión mientras que con su lengua jugueteaban mi boca y cosa que también le gustaba echaba su saliva todo indicaba que aquella sesión iba a ser de las fuertes.
Pero algo ocurrió en aquel momento. ……… en mi boca irrumpió algo mucho más cálido que un dildo de buen calibre intenté zafarme pero con ambas piernas me sujetaba la cabeza mientras unos movimientos hacía la función de follar mi boca
No cabía ninguna duda que me había penetrado una verga de verdad y cuando conseguí que me la sacase empecé a chillar.
Me quitaron la máscara y podía ver a Mario como tenía su verga completamente empalmada y por supuesto que era de buen tamaño a pesar de que él nunca estuvo desnudo delante mía.
Yo_ pero qué es lo que habéis hecho estáis locos a mí no me gustan las pollas no soy marica.
Estaba lloroso me sentía violado abusado y no encajaba la situación.
Ella con tono suave y conciliador.
Belén_ mira yo no digo que seas homosexual pero a las claras eres bisexual tienes que aceptarlo te has estado besando con mi marido compartiendo sus salidas te la ha chupado muchas veces y te has corrido incluso en tu boca y no te ha importado y ahora has dado otro pequeño paso has probado un pene de verdad después de haber probado tanto dildos en tu ano y boca ahora bien si quieres te suelto te vistas y te vas terminando nuestra relación.
O si no acepta lo que sin duda es y disfruta de otra variante sexual.
El hombre había soltado mis correas mientras ella había estado hablando y también me extrajo el consolador de mi ano sentado en la cama sintiendo como las lágrimas venían a mis ojos porque había sido traicionado abusado y no lograba encajado.
Ella me acariciaba podía ver como seguía con aquel dildo amarrado a su cintura moviéndose de uno para otro Mario a su vez conectó la grabación aquel rato a la televisión y pude ver como me chupaba tanto el hombre como la mujer la apoya como los dos compartieron mi boca y yo compartir la saliva de ambos y a su vez como él introdujo su polla en mi boca.
Algo que me dejó a mí mismo perplejo es como mi pene que hasta aquel momento estaba flácido empezó a dar pequeños saltitos después de haber visto aquellas imágenes en la televisión que cosa que a la mujer no se le escapó.
Belén_ tú mismo pero creo que tu cabeza dice una cosa y tu pene dice otra te has quitado ver lo que hemos grabado y me imagino que te has dado cuenta al igual que nosotros ahora bien eres libre de irte o comenzamos una nueva relación los tres.

Les dije que tenía que aclarar mis ideas y que me iba para casa algo que todavía me sorprendió más fue que Mario me dió aquella cinta para que me la llevase y la viese en mi intimidad al principio la rechacé pero luego por la insistencia de la pareja me la llevé.
La escondí lo mejor que pude y durante varios días ni siquiera imaginé en verla pero algo pasaba por mi cabeza cada vez que tenía una erección y me la tenía que machacar a mi cabeza venía los buenos polvos y las buenas corridas que había tenido con ellos y empecé a visionar aquella cinta dándome cuenta de que en cuanto la ponía mi polla reaccionaba gustando lo que veía en aquellas imágenes.
A los quince días toque el timbre a la hora de comer y subí a la casa donde ella automáticamente besó mi boca y me dijo si me quedaba a comer como lo más normal del mundo mientras él me hablaba como si tal cosa preguntándome qué tal el trabajo y demás en ningún momento salió ningún tema mientras comíamos hasta que yo comencé a sincerarme.
Yo_ a ver os he echado de menos más de lo que yo pensaba y al principio no quise ver la cinta pero luego sí que las veces que la vi me excitó como si estaría viendo cualquier película porno tal vez tengas o tengáis razón en que yo sea bisexual y lo tenga que aceptar.
Después de aquello me duché y comencé a practicar sexo con ella mientras Mario se colocó completamente pelotas al lado nuestra fue ella la que cogió primero su verga y se la metió en la boca hasta que me la ofreció a mí y yo acepté aquella situación haciendo una mamada a dos bocas aquel pollón que era más grande que el mío y qué sinceramente empezaba a gustarme.
Después de correrme dentro de aquel coño ella limpió mi verga y como era habitual Mario hizo una limpieza de bajos.
Belén_ ven bésame has disfrutado cariño.
Yo_ sí claro diferente.
Mientras besaba aquella mujer Mario terminaba de limpiar mi crema.
Belén_ sube aquí a darnos de probar esos sabores.
Yo estaba inmóvil y Mario comenzó a restregar sus labios mojados con el olor y sabor de la concha de su mujer por mis labios y poco a poco su lengua se abrió camino entre ellos al punto de que fue morreo en toda regla que encima me gustó y me citó ya que mi verga comenzaba a dar saltos en el aire.
El beso a tres duró unos minutos mientras yo mismo sentía una especie de alivio o relajo.
La mujer y yo comenzamos a hacerle una mamada a Mario a dos bocas y cuando ya estaba bien caliente se la folló mientras yo seguía borreándome con la pareja y ofreciéndoles polla ambos cuando este se corrió en las entrañas de ella no dudó un segundo en limpiar todo aquello pero entonces ella me dijo que lo justo sería que yo limpiase su verga.
No tengo ni idea porque lo hice pero por supuesto que se la limpié y continué durante un buen rato hasta que la tuvo otra vez dura como el mármol y ella me dijo que la podía probar en mi culo ya que ya habían entrado dildos tamaño de su verga.
En aquel momento rehusé la invitación pero una hora más tarde fui follado por ambos a cuatro patas para luego boca arriba sentir las pollas de los dos al punto de que cuando estaba en esa posición y me la estaba meneando y follándome ella me corrí sobre mi vientre y Mario recogió todo mi esperma para depositarlo en mi boca y culminarlo con un buen morreo.
Cuando Mario se corrió lo hizo sobre mi verga y después de limpiar todo aquello pude sentir en un beso parte del sabor de su leche.
Aquel día me fui a casar habiendo probado mi propia leche y parte de la de aquel hombre mamado polla y habiendo sido bien enculado sin contar que había disfrutado morreando aquel hombre.
Los días y las semanas transcurrían con aquella relación ahora mucho más abierta y la que se ninguna duda yo era auténticamente bisexual
Cuando llegaba a casa de ellos el recibimiento por parte de los dos era con besos en la boca y el sexo era indistinto tanto uno como con el otro aunque sí que mi rol era completamente pasivo con el hombre.
Una tarde después de que él se marchase Belén me propuso dar un paso más aquellas alturas yo estaba más que dispuesto y lo único que hice fue decirle que adelante.
En una de las habitaciones había un conjunto una falda pisada tipo colegiala una camisa lencería todo de color blanco y unas medias o calcetas hasta la rodilla de color negro una peluca y unas sandalias.
Yo me quedé perplejo viendo aquello.
Yo_ esto es para que me lo ponga.
Belén_ me encantaría que te lo pusieses y experimentar.
Me parecía algo extraño incluso fuera de lo que habríamos hecho hasta ahora era como ser mariquita pero como hasta aquel momento cada vez que había experimentado algo me había ido gustando no rechacé la imitación y me vestí con todo aquello dándome cuenta que el contacto de mi polla con aquellas braguitas se me puso bien dura y ya una vez completamente vestido me bautizó como Cris terminó por maquillarme y la verdad que estaba impresionante.
Mira vamos a hacer una cosa quiero que Mario te estrena como Chris y tú te comportes como una buena hembra.
Bueno a estas alturas que iba a poder decir yo sí ya había practicado sexo con aquel hombre.
Mario tocó el timbre desde abajo y contesté yo cuando subió hasta el piso la abrí la puerta y él me miró de arriba abajo quedándose asombrado y diciendo que linda estaba mientras a su vez pegaba mi boca la suya y le daba un buen morreo él mientras tanto me sobaba todo aquello mientras Belén filmaba todo yo estaba salida como una hembra y desabroché la camisa y empecé a modificar aquellos pezones de aquel hombre tal y como me había pedido Belén mi comportamiento estaba siendo el de una mujer desabroché el pantalón y cuando saqué su verga no dudé un momento en chuparsela y los centena en el sofá haciéndole un mamadón de su vida me avisó varias veces que se iba a correr parando yo para luego colocar un condón y durante un buen rato follar mi culo así hasta que conseguí que se corriese y aquella polla saliese de mi culo todo flácida mientras seguía morreándome con aquel hombre.
Después de quitar el condón no se me ocurrió otra cosa que empezar a mamar aquella polla a pesar de que limpié los restos de su leche con mi mano todavía sabía la leche y continué mamandola hasta que después de un par de avisos de que se iba a correr dejé que lo hiciese dentro de mi boca tragándome hasta la última gota y luego compartiendo mi boca con con él todo aquello grabado al detalla de aquella corrida en mi boca y la que hay mamador y aquel polvazo que me había echado la cinta me la entregó para que me la llevase y una vez en mi casa la vi bastantes veces hasta que se la volví a dar a ellos para que tuviesen recuerdo de mi estreno como mujer.

Os contaré esta historia tal y como comenzó para luego ir aclarando el porqué de las cosas. Treinta años recién cumplidos el sexo me volvía loco a pesar de estar casado mi mujer era más bien de un polvo semanal aunque no así al principio.
Por aquella época no existía Internet pero sí había revistas en las que venían relatos y posibilidad de contactos.
Puse varios contactos y contesté alguno todo aquello por aquel entonces era más lento ya que era correo ordinario como dirección puse la de mi madre para que en casa no llegasen aquellas cartas.
Me dedicaba a reparto por la provincia y tenía la verdad bastante flexibilidad por las tardes uno de los contactos que contesté era algo así.
Buscamos chicos no mayores de treinta y cinco con poca o nada de experiencia en tríos y de mente abierta.
Por aquel entonces lo de mente abierta tampoco es que lo entendiese pero como me gustaba el sexo contesté aquel anuncio como a otros tantos.
Tampoco existían móviles por lo que era bastante complicado así que la cita se produzco en una cafetería después de un carteo de varias semanas.
Yo fui informado tal y como estaba después de terminar de trabajar y me encontré a una mujer muy elegante pero realmente sobre 55 a 60 al igual que su marido también bien vestido ella iba muy coqueta y con un buen bronceado y desde luego llamaba la atención tenía sus muslos al aire por su corto vestido y podía ver un buen pedazo de carne al igual que su escote que casi enseñaba sus tetas de un tamaño más que aceptable desde luego mayores que las que tenía en casa.
Al principio de la conversación y presentarnos ella se llamaba Belén y el Mario ella medía alrededor del metro 70 y él algunos centímetros más de cuerpos bien para su altura aunque ella tenía alguna carne más.
Belén_ bueno qué te parecemos nosotros.
Yo_ bien me parece bien una mujer madura muy apetecible y tu marido también parece agradable.
Belén_ qué opinas tú Mario te parece que puede encajar en lo que buscamos.
Mario_ bueno en principio parece que sí está bien el chico alto delgado y seguramente lo podamos enseñar.
Bueno no sé si me podían enseñar o no la cuestión es que a mí me agradaba ella y a ellos les agradaba yo así que quedamos para volver a vernos en su casa dándome la dirección y pidiéndome una tarde completa.
Cuando llegué a la casa ella estaba con un vestido que no dejaba nada la imaginación su suculentas tetas bien subidas para arriba y por debajo se podía apreciar el inicio de su culo él se encontraba con un diminuto slip que marcaba un buen paquete.
Belén_ bueno pequeño desnúdate vamos a ver que tenemos por ahí.
En el acto me quité la ropa estaba recién duchado y mi verga estaba en buena forma.
Belén_ bueno no está mal esto está para arreglar, tienes algún problema en depilarte completamente.
Yo_ bueno no sé la verdad que no lo he hecho nunca y en casa mi mujer no sé qué opinaría.
Mario_ pues seguramente si te come la polla le encantará que estés bien depilado a ti no te gusta que ella esté depilada pues lo mismo a ellas dile que lo has leído por ahí oh que te ha dado por ese lado.
Yo_ pues nada vamos al asunto.
Me dirigí al cuarto de baño donde entraron los dos una vez metido en la bañera y mojándome mi zona genital Belén me untó crema de afeitar y para mi sorpresa fue Mario el que comenzó a afeitarme yo estaba nervioso ya que la situación era un tanto extraña para mí aquella primera vez y más cuando comenzó a moverme primero mis genitales y luego mi polla para ir aceptando era la primera vez que un hombre me la tocaba y aquella sensación me producía algo así como vergüenza Belén enseguida se dio cuenta que me puse rojo como un tomate mientras Mario continuaba con su tarea.
Belén_ eres tímido por naturaleza si eres de mente abierta tendrás que darte cuenta que somos un matrimonio y si vas a acostarte conmigo mi marido estará presente y eso te tendrás que acostumbrar.
Mucho más embarazoso fue cuando Belén dijo que quería mi culo también bien depilado me quedé de piedra y sentí como ella untaba la crema de afeitar en la raja de mi culo y mis nalgas Mario impasible afeitó toda aquella zona sintiendo como pasaba una y otra vez tocando mi esfínter y pensando que me podía cortar.
Después de aclararme mi aspecto era diferente me sentía más desnudo todavía y me agradaba la sensación de no ver bello público ni y mis genitales ni en todo mi culo a pesar de que yo era muy poco velludo.

Los tres los fuimos para el cuarto y ella se quitó aquel vestido de golpe mostrando aquel espectacular cuerpo de una mujer más quemadura ella me preguntó qué le parecía y evidentemente yo le contesté que estaba espectacular.
Me dijo que tenía cincuenta y siete años y su marido dos menos su coño era muy abierto no como los que había visto hasta entonces de chicas más jóvenes sus pechos a pesar de la edad estaba claro que estaban operados y bien tiesos.
Belén_ ven a comerte el coño de la viejita.
Me abalancé enseguida a comer aquel coño que estaba hipermojado y jugoso sus grandes labios y su clítoris enorme eran un manjar no tardó mucho en regalarme un orgasmo con una buena cantidad de flujo mientras mi polla ya rezumaba sus primeras gotitas.
Primero me la follé en posición misionero y por indicaciones de ella él dirigió mi polla hasta que el coño.
Todo aquello para mí era nuevo extraño que un hombre me tocase mi masculinidad pero a su vez me iba a follar a su mujer y me había comido su exquisito coño ya
De vez en cuando mi sensación era extraña cuando sentía las manos de aquel hombre tocar mi polla para introducirla en el coño de su mujer pero era supuestamente el precio que tenía que pagar por aquello.
Cuando me corrí ella limpió mi polla dejándomela otra vez dura y reluciente mientras Mario se comió el coño de su mujer algo que en aquel momento me dejó perplejo y a su vez me dio un poco de asco ella se dio cuenta y me lo dijo claramente.
Belén_ nosotros tenemos nuestros vicios y a mí me gusta follar y a él le gusta satisfacer tanto mis gustos como los suyos espero que te vayas acostumbrando.
Yo no contesté nada pero tal y como tenía la polla ella se puso a cuatro patas y empezó a follarmela mientras el marido se colocó en posición 69 chupando el coño de ella y algo que en seguida me dejó más perplejo sentía su lengua en mis pelotas y en parte de mi polla entrando y saliendo del coño de ella.
Mario_ me gusta tu polla y tus pelotas bien depiladas me dejas metermela a la boca entera.
Belén_ no seas tonto eso ni se pregunta le va a gustar que se la comas.
Pues estaba todo dicho ella había decidido y yo me dejé hacer sentí como enguía mi polla y empezaba a hacerme una mamada que me dejó al borde de correrme avisándole de ello se la sacó de la boca y la introdujo en el coño de su mujer después de un rato volví a correrme en aquel coño y pasó exactamente lo mismo que antes ella comió mi polla para limpiarla y él limpió el coño de su mujer.
Después de aquello durante un buen rato me estuve comiendo su boca sus pechos y por último cuando más cachondo estaba me dijo que le comiese el coño que su marido ya se lo había limpiado no sé por qué lo hice pero tan cachondo que estaba se lo comí y le hice chorrear de gusto consiguiendo varios orgasmos así terminó mi primera experiencia con una pareja.

De cómo un grupo de universitarios selecciona cuidadosamente a un séquito de putitas para que satisfagan todos sus deseos sexuales y entiendan su lugar en el mundo en función de cumplirlos…

Gabriel y yo hemos sido buenos amigos durante toda la preparatoria, compartimos muchos planes e intereses lo que nos llevó a dejar nuestro país de origen para cursar la universidad en Estocolmo. Somos unidos de tiempo atrás y sin duda uno de nuestros principales intereses comunes son las mujeres y para ser más precisos coger con ellas.

Con el tiempo hemos platicado de nuestros gustos y fantasías con mujeres. Por un tiempo incluso compartimos a una por una temporada, se llamaba Tania y era toda una zorra. Ya contaré de ella otra ocasión, pero viene al cuento porque en buena medida es responsable de que hayamos dejado gustos más tranquilos y tradicionales por cosas más hardcore, no solo por que se dejaba hacer lo que fuera, sino porque lo buscaba, a veces más que nosotros mismos.Pero la historia es otra, Tania quedó en el pasado y en el futuro estaba Estocolmo.

Durante el viaje platicábamos de lo bien que la pasaríamos entre lindas suecas, seguro daríamos con varias de moral relajada y los cuerpos espectaculares parecían más abundantes que en casa, quizá sea algo común encontrar más apetitoso lo que para uno es exótico. El tema fue avanzando y las fantasías se convirtieron en objetivos y planes. Íbamos a un país nuevo, ajeno por completo y eso era también una pizarra blanca para trazar exactamente de qué manera queríamos pasar esos años y definitivamente el panorama estaba repleto de depravación, uso y abuso de mujeres. No solo queriamos mucho sexo, queríamos llevarlo al límite, queríamos hacernos de un séquito de putas dispuestas a lo que fuera, cuando, donde y como fuera, queriamos que el pasado pareciera insignificate.

Nos dispusimos a comenzar esta tarea identificando buenas candidatas, apenas estaban empezando las clases y en la Universidad había belleza abundante, pero no era el ambiente propicio para encontrar lo que buscábamos. En nuestros planes no había tiempo de ligar conocer a alguien, ven si le gusta lo que a nosotros, etc. No, se requería un mecanismo más eficiente para pasar el ganado local por un control de calidad que dejará al descubierto los especímenes prime. Y en nuestra experiencia, si quieres encontrar zorras tienes que ponerlas en el ambiente donde se les permite y se les festeja serlo. Así fue que decidimos comenzar a invertir una fuerte cantidad de tiempo y dinero (que no nos falta) en organizar una fiesta épica.

No se trataba de una reunión, no serviría tampoco una fiestecita con unas decenas de invitados de primer año. No, no, nada de eso, una señora fiesta. Una fiesta con mucho de todo, mucha gente, mucho alcohol, muchas horas, muchos detalles cuidados para cocinar el ambiente adecuado.

Conseguimos rentar una casona prácticamente abandonada que estaba a las afueras de la ciudad pero no muy lejos de la universidad. Era perfecta para la ocasión. Nos la rentaron los encargados de su vigilancia, que hasta fungieron de seguridad durante la fiesta. Ni siquiera avisaron a los dueños que hacía años que no aparecían por ahí, mejor para ellos y mejor para nosotros. Era muy grande con espacios abiertos pero también muchas habitaciones, muebles viejos que a nadie le importan ya, pero montaban el escenario perfecto para todo tipo de candentes encuentros. Con la iluminación adecuada y un DJ de primer nivel y mucho trabajo de preparación la fiesta en verdad prometía ser todo un éxito.

Nos las ingeniamos para montar una red inalámbrica, instalar cámaras ocultas en los lugares pertinentes, y nos aseguramos de dejar los espacios preparados para que se sintieran bastante acogedores, con guiños que conectaran con un ambiente salvaje y sin límites.

En varios de los cuartos se pusieron pantallas y en toda la casa se escuchaba la música perfectamente, en algunos lados más fuerte y en otros más bajo, pero eso ayuda a generar diversidad de ambientes. La fiesta quedó surtida con cantidades absurdas de alcohol y buena botana. Para invitar a desinhibirse y aprovechar la noche se distribuyen un montón de condones repartidos por todos lados y a modo de decoración pero con la posibilidad de tomar y usarse se usaron máscaras y antifaces de diversos estilos.

Todo siguió el curso esperado, la invitación masiva surgió efecto y acudieron bastantes personas, muchas. El requisito de entrada era una cuota de recuperación (más bien baja por lo que se ofrecía) y mostrar una identificación, misma que sin saberlo los invitados quedaba grabada en una de las cámaras.

La fiesta empezó normal, gente platicando, bailando y haciendo tonterías. Al avanzar la noche paulatinamente la cosa se fue poniendo más intensa, alguna pelea sin trascendencia, las tonterías típicas de gente pasada de copas y los coqueteos subiendo progresivamente de tono.

Conforme se hacía tarde se fueron algunos para los que las cosas se iban poniendo más intensas de lo que les es cómodo y se fueron quedando los que estaban más prendidos, intoxicados, cachondos o al menos curiosos. Para cuando ya era tarde había aún bastantes invitados dispuestos a sacarle el máximo provecho a la noche, lo que fuera que eso significara para cada uno, y como es costumbre en fiestas de jóvenes, otros más estaban dispuestos a ceder en sus límites personales por quedar bien y encajar.

A cierta hora, se fue intercalando en los videos de las pantallas contenidos cachondos, que poco a poco, iban dando paso a videos porno de lo más guarro que hay con todo tipo de kinks. Nos tardamos bastante en escoger los videos, ya teníamos una buena colección después de años de ver porno y guardar los mejores, lo más entretenido fue combinarlos con otras cosas y dosificarlos gradualmente para ir generando calentura en el ambiente sin saltar de la nada al hardcore, al final lo que queríamos era que los ánimos se fueron calentando de a poco.

Por momentos, en ciertos lugares y de forma cada vez más generalizada el ambiente se tornaba orgiástico y los asistentes dejaron salir sus fantasías a pasear, se dejaron llevar y se permitieron muchas cosas. En general, el ambiente siempre fue más de fiesta que de orgia, aun en los momentos más intensos, siempre había mucha más gente bailando, hablando, comiendo y hasta dormida que los que estaban en un tono más sexual, pero era mucha gente, y la verdad entre un lugar y otro y a lo largo de todas las horas que duró, perdimos la cuenta de cuántas parejas hicieron algo más que un toqueteo. Algunos fueron más obvios, otros más discretos, pero de que la temperatura sube, no hay duda. A lo largo de la noche se vieron todo tipo de situaciones y comportamientos que pudimos revisar a detalle los días después en los videos y otros de primera mano. Quizá al poner lo más llamativo junto parece que todo fue depravación, no es el caso. Para muchos fue una fiesta más, muchos no se enteraron de nada , para otros fue una locura. Habrá quien perdió ahí su virginidad y quien siendo ya muy activo sexualmente no pudo pasar de un apretón de nalgas, todo depende de la perspectiva de cada uno. Pero al final, esto era pescar con red, con una gran red, y a nosotros solo nos interesaba una cosa, estamos a la caza de mujeres que cumplieran tres requisitos: belleza, lujuria y un toque especial que podía ser mostrar sometimiento o aun mejor falta total de respeto por ellas mismas. Al final la pesca fue buena, quizá muy buena. No se si es fue el lugar, no se si es que muchos viven como nosotros lejos de casa, en dormitorios o cosas de estudiantes, no lo se pero nos encontramos con más de lo que pensamos lograr en una sola noche. Al final ni siquiera pusimos atención en muchas que a priori hubiéramos considerado excelentes objetivos, niñas muy guapas que se calentaron más rápido que una cena instantánea y dieron las nalgas sin trámite, por ejemplo, pero nuestra selección fue de otro nivel.

No voy a detallar todo lo que vimos, ni siquiera todo lo que nos llamó la atención, me concentraré en los favoritos, y sobre todo, los casos que a futuro dieron frutos.

Una morrita muy rica que ya me había llamado la atención por ser muy atractiva terminó metida en un cachondeo notable. Rubia, alta, delgada pero de buenas curvas; llevaba unos jeans super pegados y una ombliguera blanca que dejaba ver un pequeño tatuaje en la espalda baja, apenas arriba del pantalón. Despedida una energía sexual muy potente, llamaba la atención, lo sabía y lo aprovecha sin pudor alguno.

Estuvo bailando muy sexy con un grupo de acompañantes, provocando a unos y a otros sin enfocarse en nadie en particular, incluso con otras niñas. En algún momento al bailar se puso de espaldas a su pareja en turno y él no pudo resistir la tentación de acomodar una buena nalgada a ese culo perfecto embutido en esos pantalones apretados. Una niña más tímida que estaba junto se sonrojo y soltó una buena risa, pero ella lejos de molestarse o cortarse demostró su total aprobación, apoyó las manos en un mueble cercano ligeramente agachada, arqueo la espalda con sus largas piernas bien estiradas y ligeramente abiertas parando bien las nalgas, como ofreciendolas. Giro un poco la cabeza y les guiño un ojo mientras se mordía un poco el labio. Parecía que era justo lo que llevaba un rato buscando y no perdió la oportunidad de hacerlo crecer. El tipo que la había nalgueado no podía dejar pasar la notable oferta y le dio otra bien dada, y aunque fue bien recibida, por supuesto no fue suficiente. Ella mantuvo su pose en la espera de más, volteo brevemente a ver a los ojos a varios de los que estaban cerca con gesto casi cínico. El afortunado original aprovecho ahora para darle una más suave, pero dejar su mano ahí y dar un buen apretón, como cargando un poco el glúteo mientras se lo saboreaba. Como ella seguía invitado a otros con la mirada, en un instante ya se turnaban tres para nalguearla. Entonces ella se movió un poco y tomó de la mano a la otra niña, la jalo coqueta y retomó su postura. Tímidamente recibió una sobada de la invitada algo cohibida, que no se podía creer que estuviera participando de esto, pero ya se estaba poniendo calentita.

Cuando todo parecía ya bastante subido de tono, nuestra protagonista sorprendió a todos llevando la situación mucho más lejos. En un gesto rápido y decidido, tomó su pantalón de ambos lados y lo bajó hasta un poco más arriba de las rodillas; la ropa interior no fue a la fiesta, y abriendo las piernas hasta donde el pantalón lo permitía regreso a su postura, que ahora dejaba también a la vista unos hermosos labios vaginales completamente depilados, rosas y turgentes y un pequeño piercing en su clítoris. Todos los cercanos estaban entre impactados y ardiendo por dentro con esta mujer despampanante y cachonda con las hormonas y las feromonas a flor de piel, los tenía a todos salivando y, ahora con más ganas, continuaron las nalgadas y los manoseos, incluidos algunos manotazos en la vulva y alguno que otro dedo explorador.

Ella ya se había divertido poniendo a todos a girar, pero su calentura también crecía sin control y ya no pudo aguantarse las ganas de llevarse a la otra niña al sillón más cercano para darle toda la pasión que traía adentro. Se comieron mutuamente la boca, los senos y todo lo demás, desde adelante hasta atrás y de lo más expuesto a lo más profundo. Siempre con la guía de nuestra protagonista, pero su acompañante, aunque se mostraba más inexperta y tímida no pudo más que dejarse hacer y corresponder lo mejor que pudo. Como aderezo, algún suertudo de alrededor tenía acceso ocasional a meter mano a una u otra y sacar fotos y hasta selfies. Si bien aquí no se veía sumisión, no se puede ignorar a una mujer con esa vibra, esa figura y esa disposición de expresar su sexualidad sin límites. Teníamos claramente un objetivo fijado.

En otro momento y lugar, un grupo de amigos platicaba cerca de uno de los botaneros, mientras comían y bebían, tranquilamente uno de ellos tenía enfrente a una zorrita de rodillas, comiéndole la verga y con los pechos de fuera. Nadie, incluido el afortunado, parecía prestarle atención alguna, hasta que él mismo se terminó su cerveza, entonces le da un par de toques en la mejilla con la mano para llamar su atención y la manda por más para él y otro amigo. Ella se para se guarda los pechos y va por su encargo obedientemente. Al regresar con las dos cervezas en mano, el otro amigo, antes de tomar la suya, le saca de nuevo los pechos, les da una buena sobada que termina en un jalón de pezones y un manazo, luego toma su cerveza y le da un beso en la boca en señal de agradecimiento condescendiente. Ella entrega la otra cerveza y regresa a su labor original mientras los demás continúan entre plática y risas. Después de un rato y sin mucho alboroto, el afortunado la toma de la cabeza y le mete el miembro hasta el fondo de un golpe, se la deja ahí alrededor de unos 30 segundos y luego saca y mete todo un par de veces mientras termina dentro de su boca, luego le da un respiro, sacude su verga en la frente de ella dejando un par de gotas de semen, se la mete de nuevo para que se la deje bien limpia y tomándola del pelo le pone la boca en sus testículos. Ella los lamió por lo menos otros diez minutos hasta que algunos de los amigos se despidieron, la plática se terminó y ellos se fueron a bailar un rato. Justo lo que estábamos buscando, una putita sumisa, lista para ser usada.

En otra habitación entra una pareja que llegaron y estuvieron juntos toda la noche, no había nadie más, inician una escena de sexo más bien romántica hasta que alguien abre la puerta. Ella se molesta y comienza a gritarles que cierren mientras se cubre, pero él le da una bofetada completamente inesperada, invita a pasar a los dos que estaban por la puerta, se quita de encima de ella y les indica que están invitados a reemplazarlo. Ella está pasmada y no protesta; uno de ellos se anima, se baja los pantalones y empieza a cogersela, luego el compañero original les dice algo a todos y ella se ponen cuatro y mientras se la sigue cogiendo el recién llegado, él empieza a cogersela por la boca y el tercero saca su móvil y empieza a sacar fotos y video. Se toman turnos hasta terminar los tres hombres; los dos que llegaron después se despiden y se van. Ella empieza a protestar de nuevo, le grita y manotea molesta, él se para, le da un solo grito y ella se calma, luego él empieza a hablarle y ella lo escucha con la mirada al piso. Con cara tímida y sumisa le da un beso y se abrazan. Quizá no estaba tan lista, quizá no estaba acostumbrada, pero estaba clara la obediencia, sabía quién mandaba y aunque protestaba al final se cogió a los tres bien cogidos y terminó más de una vez. Cuando hay material, se nota.

Dos amigas de apariencia tímida llegaron juntas a la fiesta y anduvieron pasando de un lugar a otro sin interactuar con nadie más. Al principio no parecían ser de nuestro interés, ninguna de las dos. Si estaban de buen ver, pero no estaban vestidas de forma atractiva, tampoco socializaron y ni bailaron, solo platicaban entre ellas, y daban la impresión más bien de ser aburridas. Pero al avanzar la noche, conforme la fiesta se puso más sexual y empezaba a haber parejas más activas, salió a relucir algo interesante. De pronto por donde estaban ellas, había otros dos bailando muy pegados. Él le metía mano cada que podía, luego se apartaron por un pasillo y se fueron a fajar un un rincón un poco apartado y con poca luz. Ellas comentaban y se reían como un para de bobas, y cuando se apartaron los otros, una de ellas se acomodo para poder tener mejor vista, la otra se cortó un poco y se veía incómoda pero se aguanto y seguían platicando, seguramente algo al respecto. Los otros seguían en lo suyo, no es que estuvieran dando gran show, más bien buscaban ser discretos si es posible llamar así a coger en público, pero considerando el contexto y que más de una pareja tuvo total desparpajo al hacerlo a la vista y hasta turnarse en amigos, podría decirse eso de estos dos, al final estaban apartados, en su mayoría vestidos y no hacían nada extravagante que ya era más que lo que se podemos decir de otros tantos en cuanto a discreción se refiere. Para cuando ya era evidente que estaban en pleno coito, las amigas empezaron a discutir, y a pesar de la más animada e interesada de las dos, la otra se fue de la fiesta. La que quedó dejó en paz a la pareja, la mirada a los ojos de la chica fue suficiente para asustarla, y ahora sola y sin show se fue a buscar algo que tomar.

No pasó mucho para que entendiera que esta fiesta no era como las que ella frecuentaba. Por su aspecto inocente y tímido y la edad que se aparentaba, se notaba que todo el ambiente era nuevo para ella. Probablemente recién ingresada a la universidad y tal vez venía de un entorno mucho más tranquilo, tal vez algo pueblerino, yo que sé.

De repente se detuvo en un pasillo, cerca de una puerta y pegaba la oreja cuando nadie la veía, algún sonido del interior le hacía morderse los labios y lucía nerviosa. Luego pasaron unos tres amigos que deben haber entendido lo que pasaba y en tono burlón hicieron algunos gestos obscenos a la chica que de nuevo se asustó y se fue de ese lugar.

De ahí en adelante esta pequeña zorrita se dedicó el resto de la fiesta a buscar por un lado y por otro donde podía ver discretamente algo de acción. Al estar revisando los videos nos divertimos encontrándonos en una y otra escena. Era como jugar al libro aquel de donde está Wally, pero en versión video, y en más o canciones que las que no, si alguien cogió a la vista, nuestra Wanda anduvo por ahí, escondidita, tímida, como quien no quiere la cosa, como quien ve para otro lado.

Fue hasta tierno notar que en todo el tiempo, su mano derecha no salió nunca del bolsillo de su pantalón deportivo. Como les dije, no estaba muy arreglada para la ocasión, pero los pants holgados cumplieron otro propósito, o al menos eso parecía creer ella. Le deban acceso “encubierto” a sobarse la entrepierna.

Estuvieron literalmente horas tocándose. De una escena en vivo a otra, o hasta con algún video, el sutil movimiento de su mano no paró nunca. Se mordía el labio y apretaba las piernas mientras sus dedos seguían siendo los fieles compañeros del o que seguramente era una rajita empapada. Al final, ya tarde, cuando no pudo más se metió a un baño, se encerró ahí un rato y terminó con el trabajo. Pero no estaba sola y esto nos lleva a la siguiente historia.

Borrachos y borrachas hubo bastantes, muchos fajaron, muchos cogieron, unos en pareja otros en grupo, unos una vez y otros varias, pero hubo una en particular que fue todo un evento no apto para sensibles. Este pobre despojo de muchacha llegó sola, y no había pasado una hora cuando ya estaba bien borracha. Bailaba, copa en mano, con quien se dejara y a la primera oportunidad le restregaba las nalgas a quien se le pusiera cerca. No tenía una personalidad muy magnética, pero guapa si estaba. Traía una falda corta y le lucían muy bien las piernas, su pelo destacaba porque, a diferencia de la mayoría de la fauna nativa, tenía el pelo oscuro y rizado. Beso a muchos y le estuvieron metiendo mano todos los que quisieron.

Se perdió un rato, suponíamos que estaría por ahí cogiendo con alguien, era inevitable para como iba la cosa, pero ya más tarde nos enteramos de más y pudimos acomodar una cámara en el lugar de los hechos para grabar lo que pasaba.

Esta criatura, ya después de haber pasado por más de uno terminó tirada en un baño. Cansada de bailar y coger, y borracha como estuvo toda la noche, se quedó dormida en el piso con los calzones en un tobillo, la falda en el torso y la blusa en el cuello, despeinada, con el rimel corrido y la entrepierna chorreada de semen y sus propios fluidos.

Luego de un rato se empezó a correr la voz. La zorra que se habían estado agarrando estaba en estado lamentable y a merced de todos. Poco a poco pasó de ser un bulto en el baño a ser toda una atracción de esa sección de la fiesta. Algo le sucede a la gente que cuando se pierden los límites de una situación, se vuelve contagioso y en el espíritu de manada se pierde la noción de la responsabilidad personal.

Primero subieron algunos a sacarle fotos como si de conseguir un souvenir se tratara. Luego pasaron a los manoseos, subían a tocarla, le metían los dedos en el coño, tomaban los restos de semen y se los metían a la boca. Un tipo de coleta de caballo se puso creativo, se quitó la liga del pelo y le metió uno de los pechos en ella. También empezaron a rayarle primero la cara y luego por todas partes con un plumón indeleble. Patética como estaba, todo iba a ponerse mucho peor, o mucho mejor, según se vea.

Ya a estas alturas ya no estaba dormida, se fue despertando y solo los veía y se dejaba hacer. Al principio no le daba ni la fuerza ni la cabeza para hacer nada más, pero lo sorprendente es que entre más despertaba más cooperaba. Para sus visitantes se convirtió en un juguete perverso, primero su estado y después su actitud los motivó a hacerle cosas cada vez más extremas. Los juegos con su cuerpo se volvieron más agresivos y más humillantes, empezaron a ver cuantos dedos le podían meter, primero en la vagina pero no tardaron en empezar con el culo. Hubo una foto con 5 dedos metidos en su ano, pero uno de cada quien y todos sonriendo a la cámara, menos ella que tenía cara de dolor pero se dejaba sin protesta. Le metieron diferentes objetos que se encontraron por la casa y les gustaba dárselos a chupar después de haberlos metido por el culo. Mientras unos la jalaban para un lado y otro, y la agarraban por las tetas que apretaban y zarandeaba, o la jalaban desde sus agujeros como bola de boliche y otros se estuvieron masturbando y le terminaban encima. Sus rizos ya eran una colección de mecos y le dieron otros tantos a comer.

Dos curiosas que escucharon lo que estaba pasando y que le traían mala onda porque más temprano les anduvo frotando las tetas y las nalgas a los a los amigos con los que querían ligar aparecieron en escena. Comenzaron con burlas y luego insultos. Recuperaron el plumón y se pusieron a escribirle PUTA por todas partes, remarcando mucho uno en la frente. Luego se dieron vuelo con las bofetadas, primero a turnos y luego las dos a la vez sin darle descanso mientras le gritaban: guarra de mierda; zorra asquerosa; eres una basura; maldita puta sucia y patética; eres un jodido juguete desechable. Ella no pudo más y rompió en llanto, tantas cachetadas una tras otra más los gritos a los que no les faltaba razón, la abrumaron, y lloró profunda y desconsoladamente. El llanto fue catártico, liberó toda la emoción atorada desde hacía tiempo. Ellas le lanzaron varios salivazos a la cara, un par en la boca que le hicieron abrir y sacaron unas fotos llorando con la cara roja como una brasa y hecha una desgracia, luego se fueron.

Los demás se cortaron un poco con el llanto, pero cuando salieron las otras dos, la zorra no hizo más que, hincada como estaba, secarse las lágrimas, bajar la cabeza un poco, pero subir la mirada, como un cachorrito. No se fue, ni se cubrió, ni articuló palabra, y quedó claro que el sobresalto había pasado y no tenía intención de terminar con la situación, si acaso, había terminado de asumirla y de hacerse una con lo que pasaba.

Unos se fueron, pero llegaron otros. Afuera solo se decía que había una zorra sin límites que se dejaba hacer de todo, y no faltaba quien quisiera aprovechar tan singular situación. Algunos que llegaron con tragos la hicieron tomarse tres cervezas al hilo y de nuevo agarró vuelo la borrachera que ya se había pasado. La vista de la cerveza que le tiraban encima y le hacían tomar llevó a otras ideas, y la metieron en la tina. Se pasó el resto de la fiesta siendo un mingitorio más del baño, trago litros de meados. Cuando ella misma tuvo ganas y quiso usar el wc, la obligaron a voltearse y echarlos en su propia cara. Así pasó el resto de la noche.La orinaban, luego le daban verga por la garganta, le terminaban en la cara, le terminaban en la garganta, los orines que le soltaban en la garganta. Uno que otro manoseo, una que otra bofetada o azote en las tetas, pero la verdad ya no cualquiera se atrevía a tocarla más allá de meterle el rabo en la boca, estaba hecha un asco.

Al final se volvió a quedar dormida, agotada. Le pusieron tapón a la tina y le siguieron meando encima, al escusado ya ni quien se le acercara, solo nuestra tímida amiga de antes, que se enteró de esto ya al final. Entró, cerró, y se bajó los pantalones, se sentó en el escusado con las piernas bien abiertas y por fin pudo sentir sus dedos directamente en su clítoris. Debe haber estado hinchada de tanta sobada, pero con la mirada clavada en la chica de la tina, se frotó frenéticamente por un minuto más y al fin lanzó un grito tremendo que de inmediato la conectó con la vergüenza. Con la cara sonrojada se salió del baño y se fue de la fiesta.

Ya tarde, quedando pocas personas, una parejita comenzó a llamar la atención de los que andaban aún cerca con un juego que empezó de manera espontánea e inocente y se puso muy caliente. Una morrita tomó uno de los de los antifaces que andaban por ahí disponibles y se lo coloco. El antifaz no era muy explícito en su figura y tenía solo un par de tonos de un mismo color, pero tenía orejas y nariz que sugerían un perrito/a. Ella, siendo coqueta, le guiño un ojo a su acompañante, sonrió con la boca ligeramente abierta dejando ver un poco la punta de la lengua como interpretando un jadeo, sus manos juntas y dobladas hacia abajo como dos patitas y la colita parada y contoneándose.

Ella era pequeña de estatura, rubia, de cara dulce, tendiendo a redonda y con una nariz ancha pero más bien bonita en conjunto y de figura bastante antojable por sus curvas, y que su faldita tableada y blusa de tirantes presumía muy bien.
Su gesto coqueto fue bien recibido y cayó como chispa en pólvora. El compañero llevaba horas de múltiples antojos y no había logrado concretar gran cosa, pero su paciencia rindió frutos y esto empezaba a pintar muy sexy. Le siguió el juego y le dio algo que probablemente ella ni esperaba ni sabía que quería pero tuvo muy buen resultado. Lo primero que hizo con ella fue decirle algo que le le saco una sonrisa, probablemente algún elogio o algo pícaro y acto seguido comenzó a acariciarla suavemente en la parte posterior de la cabeza, entre caricia y palmadita, como haces con una mascota. Ella respondió favorablemente, intensificó el jadeo y se le acercó hasta ponerse muy pegadita con él. El juego había comenzado, los dos estaban a bordo y faltaba ver hasta donde llegarían.

Estuvieron así un rato, muy juntos, entre caricias y gestos, pero relativamente tranquilos, platicaban con otros amigos mientras él tomaba su trago y comían algo de lo que aún quedaba de botana, con la peculiaridad de que a ella la botana se la daban en la boca, como quien le da un premio a su perrita y ella agradecía con algún gesto, lo que causaba reacciones y comentarios de los demás. En algún momento a petición de alguien ella ladró y levantó risas y aplausos y se volvió algo común en adelante y así se fue metiendo en su papel.
Todo se aceleró más cuando ladrando le indico a su amigo/amo que quería algo de tomar al ladrar con la vista fija en el vaso que él tenía, y haciendo una indicación con la mano/pata como rascando. Su llamado fue atendido rápidamente, pero la bebida no se la dió en un vaso, en cambio, vació un bowl que solía tener algo de botana, y luego de sacudirlo le preparó ahí su bebida y la puso sobre el piso. Ella apretó un poco el entrecejo y con cara de duda pero divertida con el juego y curiosa de qué más pasaría se puso en cuatro y comenzó a beber.
Por suerte estaban en un área de jardín que tenía algo de pasto, lo que aligeró la incomodidad en sus rodillas. Una vez que se puso en cuatro, ya no había marcha atrás, para los demás fue dejarla de ver como alguien más del grupo haciéndose la chistosa, y fue un poco como perderle el respeto y tener permisos que antes no se hubieran dado. Para ella fue descubrir que someterse le movía cosas, que le daba curiosidad y morbo, para nosotros fue el signo inequívoco de un objetivo claramente alineado con lo que buscábamos, un espécimen perfecto para la colección.

Ahí estaba ella en cuatro patas tomando de su plato, o tratando, que no era fácil. La posición y la falda corta eran extremadamentes sexis, apenas un ligero movimiento hacia adelante lograba dejar ver su ropa interior justo en la entrepierna y está a su vez se plegaba sobre los labios baginales regordetes dejando adivinar su forma y todo esto enmarcado en dos gloriosos muslos, que aunque no muy largos, si estaban muy bien torneados y remataban en un suculento culito respingón. En resumen un manjar de belleza y sumisión adolecente.

Con la temperatura de la situación en aumento y el respeto por la criatura, tanto de su amigo, como de los cercanos y el suyo propio en franco declive la cosa se puso sexual muy rápido. Antes de que la bebida pudiera empezar a aliviar su sed, ya le había acariciado el culo y la concha su amigo y otro más. Otros dos se dieron a la misión de conseguirle correa y lo consiguieron rápidamente adaptando una cuerda que marcaba un área como limitada ya que estaba el jardín algo encharcado en esa parte. Ella se dejó poner la correa y se dejó tocar, sonreía coqueta y contoneaba el culo, pero por dentro había una buena dosis de ansiedad y desconcierto. Esto no era lo que ella había pensado o buscado y nunca había participado en nada similar, sin embargo estaba cachondísima, y el alcohol también hizo su parte para ayudarla a dejarse ir cada vez más y terminar dominada por su propia lujuria. Una decisión llevó a otra, permitir algo abrió la puerta de lo siguiente y en cada pequeña lucha por parar o seguir iva perdiendo voluntad y agencia.

Terminó lo que pudo de la bebida con muchos trabajos entre lo difícil que es beber con la lengua y los jaloneos para colocarle la correa al cuello, entonces intentó levantarse, pero la mano decidida de quien tomaba la correa fue contundente al detenerla. Emitió un pequeño chillido fruto de la molestia que el jalón le generó en el cuello, junto las cejas con carita de perrita regañada, pero no dijo palabra y aceptó la indicación. A tres pasos de ella alguien la llamó chiflando y con una palmada en el muslo, ella lo volteo a ver dudosa, pero de inmediato su amigo del principio que ahora tenía la correa en mano como orgulloso dueño la llevó hacia él y le dijo: “sientate”, “buena chica, dale la patita”. Ella fue recompensada con aplausos y palmaditas en la cabeza a lo que respondió jadeando y sacando la lengua como con una sonrisa. Luego la siguió paseando en cuatro por el jardín y conforme se acercaban a alguien algunos de daban una palmadita en la espalda o le rascaban bajo el cuello siguiendo el juego de la perrita, pero a ojos de otros ella, más que perrita, era una putita busucona, cachonda y sabrosa que había que aprovechar y preferían darle una apretada de chichis o manosearle el coño. Otro más creativo se divirtió lanzándole comida al piso como si fueran premios, ella rápidamente los buscaba y los comía, le soltaron la correa y se los fue lanzado más lejos, ella corría por ellos y regresaba a pedir más ladrando. Que gozada verla así.

Luego como es inevitable en toda fiesta, al estar tomando, llegaron las ganas de orinar. Ella ingenuamente intentó pedir que la dejaran ir al baño con señas, así como cuando consiguió su bebida, pero el baño no es lugar para perritas. Más tardó ella en darse a entender que él en visualizar lo que tenía que pasar. Se hizo el tonto un rato haciendola sufrir mientras se aguantaba y finalmente le dijo: “¿Necesitas hacer pipi?” Ella se alivió por un momento, pero de inmediato vino la siguiente instrucción, “Vamos, que esperas” mientras le señalaba el pasto. Se veía inquieta y no sabía muy bien qué hacer pero la ganas ya eran insoportables, su correa la detenían firmemente y al final solo pudo acomodarse un poco y soltar. El, por si no tuviera ya bastante atención y humillación aviso a la gente lo que pasaba y subió su falda corta para que todos la vieran ahí en posición de rana, como orinan las perritas hembras, orinando en el jardín. El liquido amarillo primero imprgno su calzón y despues cayo al jardin formando un buen chorro. Lo último que salió con menos fuerza terminó de empapar la prenda. Su rostro estaba rojo como brasa ardiente y su vergüenza era sublime, pero aún tenía espacio para crecer. Él la reprendió con voz fuerte y le dijo “Mira lo que hiciste, perra sucia. Por eso las perras no usan calzones” y procedió a quitarles sus zapatos, y sus calzones empapados que tomó con la punta de los dedos y cara de disgusto. Los lanzó al piso cerca de su cara, la jalo de la correa y le puso la cara junto a los calzones sucios, con la otra mano le presionó la cara en ellos y le dijo de nuevo “ves lo que haz hecho, sucia.” Alguien aprovechó unos papeles que tenía a la mano, los enrollo y se los dió, él sonrió, la hizo levantar bien el culo y le dio cuatro o cinco azotes en las nalgas ahora desnudas con EL CHURRO de papel y le dijo con fuerza “Queta ahí”. Cerca estaba una hielera grande que ya casi no tenía hielo, pero tenía bastante agua helada, tomo agua en el cuenco que había usado para darle de tomar,y regreso con ella. Le subio bien la balda que ahora le cubría del ombligo para arriba, le hecho la mitad del agua helada por el culo, lo que le puso todo la piel de gallina y le saco un gemido quejumbroso y luego continuo echandole agua con la mano alternando con frotar sus partes para limpiarlas. Fue un espectáculo hermoso verla ahí en el pasto en cuatro patas, con las rodillas separadas mientras la enjugaba y la frotaban, abriendo bien sus nalgas y su conchita para limpiarla bien, pero también para exponerla bien.

“Ahora si, ya estás limpia de nuevo, te toca tu premio.” Se puso de rodillas, se sacó la tranca y la ensartó. Uno más, siguió el ejemplo y le dio de mamar. Mientras se la cogían cada cual por su lado chocaran las palmas y animaban a los espectadores a aplaudir y vitorear. El que le daba por la boca, a veces la zacapa para que lo lamiera desde los huevos hasta la punta y se ponía muy cachondo cuando le pedía que ladrara y ella obedecía, luego de nuevo hasta el fondo.

Atrás mete y saca sin reparos, nalgadas enérgicas y una buena estrujada de nagas. En algún momento, le empezó a sobar el ano con la punta de un pulgar, y a veces lo metia un poco. Un espectador dijo, “a esa perra le falta una colita”, y se hizo con un pedazo más de la cuerda que habían usado de correa, la cuerda era más o menos gruesa. Le ató un nudo en un extremo del tamaño de una pelota de golf y se acercó a colocarla. El amigo que se la estaba dando, sin detenerse, le abrió las nalgas con las dos manos, el de la cuerda se escupió en una mano, y le empezó a sobar el culo dilatando con un par de dedos.

Del lado de enfrente, viendo lo que se venía, no pudo más con la excitación, le encajo el falo hasta el fondo de la garganta y exploto dentro sin dejar de presionar la cabeza hacia su vientre. Ella, a medio ahogarse, hizo tal aspaviento tratando de tomar aire que terminó escurriendo semen por la nariz y con los ojos llenos de lágrimas. En un instante estaba la garganta libre, y con el aire fresco llegó también una oleada súbita de conciencia. Se vio a sí misma con su antifaz de perrita, semidesnuda, en cuatro patas, cogiendo a la mitad del jardín de una fiesta en el que hacia uno minutos habia descargado la vejiga frente a todos, a uno metro frente a ella sus calzones amarillos y empapados, con la cara pringada de semen de un extraño que había pedido ladrando, y mientras tono esto le llegaba de golpe a la mente entrava y salia de su vagina la verga que se habia estado saboreando toda la noche y alguien más le aflojaba el culo con los dedos. En ese momento siento la presión de la cuerda anudada en la entrada posterior, no fue un tacto, ni amable, ni agradable. La textura era algo rasposa, la lubricación era pobre y la dilatación insuficiente. La presión se intensificó junto con su dolor, un profundo gemido angustioso fue al mismo tiempo la motivación para que lo empujaran con más fuerza y el nudo cruzará la parte del dolorido esfínter y quedará alojado en el recto. Entonces todo vino junto, bulla y comentarios humillantes, el dolor en su ano que cedía sutilmente el paso a una sensación de ligero alivio combinada con la penetración vaginal, ahora más vigorosa,y sobre todo apretada por el mismo nudo que la presiona hacia abajo estimulando más su punto g, sus gemidos en aumento, el ritmo en aumento, su amigo la tomó por la cola, la jalo un poco haciendo de nuevo presión en su esfínter y al tiempo que le daba una nalgada que le ardió hasta el alma y le grita “correrte perra”. Fue una explosión hermosa, se chorreo toda en una eyaculación femenina de antología y no creo que ni ella supiera si tuvo un orgasmo o diez.

Se dejó caer a un costado y por un momento parecía muerta, la muerte chiquita le dicen.

Pasados los orgasmos, se bajó la calentura, el “amigo” ya enfrió, no supo qué hacer con lo que había pasado y simplemente se fue y con él algunos más. La chica se cubrió un poco con su falda pero aun no tenia fuerza para pararse, entonces vino el tiempo de la primera cosecha.

Lo que con las otras chicas sería un proceso largo, con ella se dió de inmediato. A diferencia de las otras escenas que vimos más bien en los videos, una buena parte de esta la vi en persona. Si la hubiera mandado a hacer no la habría querido diferente. En cuanto me enteré de que alguien jugaba a la perrita y el amo sabía que era oro y que tenía que acercarme. Tengo debilidad por las sumisas en general, pero siempre quise una perrita.

En el momento en el que su compañero se fue ella cambió por completo de mood, todo era una pesadilla, en un segundo lo que había sido un juego cachondo que se había descontrolado ya era un infierno. Estaba agotada y vulnerable, con una borrachera que se convertía en cruda, y sobre todo en cruda moral. ¿Qué clase de puta era? ¿A quién se le ocurre hacer algo así? Entre su situación actual y la retirada de sus amigos el golpe a la autoestima fue duro y mis palabras llegaron a ella como patadas a un hombre caído. “Mírate nada más, perra asquerosa. Otra vez toda mugrosa. ¿Eres una perra o una puerca? No te puedes quedar ahí tirada como una callejera, levántate vamos a limpiarte”. Las palabras apenas iban cobrando sentido cuando una cubeta de agua completamente helada le caía encima de su cuerpo sucio de diversos fluidos corporales propios y ajenos y algo de lodo del jardín en manos y rodillas, luego otra media cubeta, esta vez acompañada de los golpes de algunos pequeños hielos que quedaban flotando en la hielera. Empapada de pies a cabeza, desconcertada y asustada, estalló en llanto desconsolado, mientras temblaba por una mezcla de frío, debilidad y miedo. Entonces procedí a quitarle lo que le quedaba de ropa, que no era mucha, su falda tableada hecha rollo en la cintura y su blusa, pero no le retiré la cola ni la correa. No parecía de acuerdo, pero en un par de tirones quedó en pelotas y vimos por primera vez sin estorbos su cuerpo desnudo. Era una escultura. Menudita de tamaño pero de formas exquisitas y en especial, sus pezones duros y su piel erizada por el frío intenso, lucía hermosa. Tome lo que quedaba de agua fría y como le habían hecho más temprano termine de asearla, esta vez con más énfasis en su cara y sus genitales que era lo más sucio. Había algo especialmente humillante en el aseo de su cara, mientras le lanzaba agua y la frotaba sin cuidado e incluso le metía los dedos a la boca para revisar y limpiar. Luego ya lambada, levante su ropa del piso, la tire en la cubeta, tome a la perrita en brazos como a un cachorro que rescatas en la calle y me la lleve.

Me dirigí a un cuarto que habíamos reservado para guardar nuestras cosas. No tenía muebles, solo una mesa grande y su piso estaba alfombrado. La criatura sollozaba y temblaba de frío. No sabía qué esperar, pero de entrada un poco de privacidad y la temperatura más templada del interior se deben haber sentido confortables. La coloqué en el piso y se encogió adoptando posición fetal. La alfombra estaba polvorienta pero era de buena calidad y se sentía suave al tacto y bastante mullida. Le dije que esperara ahí, probablemente no habría hecho otra cosa de todas maneras, regresar desnuda y mojada al frío de afuera a encontrarse con quien sabe quien no parecía la mejor opción, y no se veía en condiciones físicas ni emocionales para buscar soluciones a su situación de manera muy activa. En unos minutos regresa con tres mantas viejas que tomé de la casa, las tenían cubriendo muebles grandes para evitar que se empolvaran mucho. Les di una sacudida luego se una para secarla, primero con una buena frotada por todo el cuerpo y luego la use para su pelo. La más grande la acomode en el piso, formando una especie de nido, con la tercera la envolví a ella cuidando de cubrirla bien para que recuperara calor y la puse sobre la camita que había preparado.

En la última media hora había pasado de una exploción de morbo y excitación descomunal, con un clímax demasiado intenso a una situación de cansancio, frío, vulnerabilidad y soledad abrumadora. Pasó de ser una niña coqueta, a cachonda descontrolada, a una perrita en celo, a algo parecido a una callejera abandonada y desamparada. La montaña rusa de emociones y el cansancio físico no le dejaron mucho espacio para pensar o hacer nada. Solo quería, más a nivel instintivo que racional,estar calentita, cubierta y a salvo. En la medida que empezó a sentirse así fue relajando un poco el cuerpo cubierto por la manta que sostenía firmemente con las dos manos. Yo me senté junto a ella y le acaricie la mejilla y el pelo por un rato hasta que la venció el sueño y salí a ocuparme junto con Gabriel de los últimos asuntos de la fiesta que ya terminaba.

Así terminaba la noche, o la fiesta porque ya la noche era madrugada hace rato. Ese día se cumplió el objetivo original, se revelaron varias zorritas con madera para lo que queríamos. Al revisar los vídeos logramos detectar a estas seis, que por lo pronto podemos distinguir como, la cachonda, la sirvienta, la prestada, la tímida, el despojo y la perra. Las seis atractivas, cada una en su estilo, las seis lujuriosas y las seis dispuestas.

Como plus, teníamos al menos otra docena de grabaciones comprometedoras, que además de entretenidas, seguro serían útiles en el futuro.

De todas teníamos grabadas también sus identificaciones, con nombre completo, algunas dirección y otras su escuela. Unas eran de la misma universidad pero no todas y algunas tenían identificaciones de otros lados, pero al final logramos encontrar a las 6 importantes, y armar una lista de las otras, algunas de las cuales que nos fuimos encontrando con el tiempo.

Ya les contaré poco a poco como se fue integrando el grupo, tanto de los amigos que se unieron a Gabriel y a mi, como de la carne, los jugetes sexuales de dos patas y tres agujeros que nos conseguimos y lo bien que la pasamos esos años inolvidables.

Por ahora y para empezar, teníamos a dos de ellas aquí en la casona. El despojo y la perrita estaban a la mano y listas para empezar. Venía un fin de semana muy interesante, serían nuestros primeros días con ellas y hay mucho que contar tan solo de ese fin de semana, pero será en la siguiente entrega.

Si eres mujer y disfrutaste el relato, deja un comentario. Dime quien de las seis es la que te pone más y quien la más parecida hasta ahora.

PRIMERA PARTE

Después de mi primera polla en mi boca y aquel par de corridas en ella mi sabor de boca era tanto menos como desagradable y tenía ganas de echar aquello que estaba en mi estómago me dolía algo el culo y aquel macho seguía teniendo su polla morcillona.
Me atreví a preguntar tímidamente como había llegado a aquella situación con Andrés y Mónica siendo todo una casualidad o simplemente como dijo mi ex el destino siguió la conversación por ahí y ya no fue tan casualidad cuando mandé mi número de teléfono por el correo ella se dio cuenta de que era mi número y mirando las fotos que yo le mandaba concluyó que me gustaba más que a un tonto el morbo y el sometimiento.
Mónica_ bueno mariquita quiero saber si has disfrutado de tu primera polla en la boca y de esas cargas de leche de los besos con un macho quiero que seas sincera.
Cuando tienes un mar de líos en tu cabeza es difícil contestar rápidamente y eso me pasaba a mí que si me había gustado. ……..
Yo_ verás durante el tiempo que hemos estado mandando correos y guasas ha sido una experiencia increíble empecé a utilizar asiduamente mis juguetes fantaseando todavía más usando todo tipo de lencería y agrandando mi deseo por travestirme cualquier excusa era buena para meterme algo por el culo y disfrutarlo hoy imagino que he culminado una fantasía un deseo y alguna cosa más me he visto humillado y no sabía qué hacer pero tampoco tenía gran escapatoria habéis abusado de mí aprovechando el conocimiento que había acumulado en nuestra relación y agrandado por el del tiempo que me ha sido dominando hasta llegar a este día besar un hombre comer su culo chupar su polla y sentir en pocos minutos dos corridas en mi boca y tragármelas más tener que comer y compartir mi propia corrida creo que el resultado final es complaciente soy lo que tú querías ser un mariquita cornudo.
Andrés aprovechó el momento para empezar a besar mi boca dándole yo la mía durante unos minutos fue algo apasionado.
Mónica_ quieres que te folle Andrés ?
Yo_ es una pregunta retórica?
Mónica_ es una pregunta para la que la contestes con un sí o con un no.
El tono de Mónica ya lo conocía era su propia personalidad dominante y desafiante estando atado creo que no tenía demasiada situación de escape pero a la vez había llegado a un punto que para mí era sin retorno tenía una mujer que había sacado de mí mi lado bisexual y a la vez estaba descubriendo que me gustaba sentir el dominio de ella y no me desagrababa del todo la sensación de cariño que me proporcionaba Andrés.
Yo_ sí quiero que Andrés sea el primer hombre que me penetre analmente y quiero ser vuestro sin ninguna duda he traspasado ciertos límites.
Mónica_ me alegro que te entregues a nosotros tendrás también alguna recompensa.
Evidentemente yo me imaginaba que la recompensa sería disfrutar del cuerpo de Mónica de alguna manera y eso también me gustaba Andrés me quitó mis correas y como agradecimiento bese su boca apasionadamente en señal de entrega para luego buscar su verga y comenzar a chuparla durante un buen rato casi al punto de correrse me mandó parar mientras por parte de la pareja podía oír insultos constantemente.
Andrés_ joder putita qué rápido aprendes no hace falta ni enseñarte que eres más guarra de lo que yo pensaba.

Después de aquello tomamos un trago a mí me vino bien para enjuagar mi boca con sabor a polla y semen también comenzó una ronda de besos a tres lenguas en los que los más apasionados eran con Andrés tanto Mónica como yo era como si veneramos aquel macho.
Mónica_ ahora necesito que me folles a mí y me deis placer los dos.
Como dos hienas atacan a una presa los dos nos dirigimos hacia aquel cuerpo de pecado indistintamente comíamos su coño su culo sus tetas todo su cuerpo mezclado nuestras salivas y nuestras lenguas en un apasionado festín esta recibió varios orgasmos antes de que en primer plano hubiese como aquel vergón comenzase a abrir y ensanchar su coño era increíble ver como sabría paso y cuando la tuvo todo clavada abrí los glúteos de mi macho y comencé a pasar mi lengua por toda aquella raja jugando donde ya antes lo había hecho con su esfínter que sin ninguna duda tampoco era virgen.
Mónica iba con el segundo orgasmo con aquella polla dentro y Andrés la cambio de postura colocando la de a cuatro yo me deslice con mi cabeza bajo aquel cuerpo y comencé a recoger todo el flujo de aquel coño que tantas veces me había comido y que ahora mismo casi la certeza alguna vez lleno de leche de otro macho.
En aquella posición podía pasar mi lengua por el tronco de aquel vergón chupar aquellos grandes huevos y comerme el chichi de Mónica todo un premio en aquel momento.
Durante cinco minutos más estuvo invistiendo aquel coño hasta que ya no aguantaba más.
Andrés_ me corro mis putitas me corro no aguanto más.
Yo no sabía dónde iba ir aquella toda carga de leche pero sí me imaginaba que en cualquier sitio terminaría comiéndomela.
Mónica_ sí sí espera dale dale dale yo también me corro yo también me corro los dos a la vez joder joder sí sí sí.
Vi como se hinchaban sus pelotas y como comenzaba a salir una gran cantidad de líquido blanco que fui recogiendo con mi boca sin perder una sola gota estuvo como dos minutos entrando y saliendo lentamente de ella ya cada invite podía recoger mi premio.
Cuando por fin la sacó entera empezó a salir una masa de líquido viscoso tanto el flujo de Mónica que siempre lo había tenido bastante espeso mezclado con aquella carga de esperma pasaba la lengua por todo el entorno de su vagina abriéndolo para que cayese mi boca y con mis ojos podía ver como brillaba la polla a escasos centímetros de mí así que no lo pensé dos veces y estiré mi cuello para limpiar y recoger las últimas gotas de leche que contenían aquel pollón.
Andrés también pasó la lengua por aquel coño que acababa de follar y yo casi había dejado limpio en aquel momento me sentía más puta que hombre y satisfecha con mi trabajo realizado.
Increíblemente me sentía como mujer cómoda en aquel papel y deseaba ser todavía más anhelaba aquel pollón dentro de mi culo aunque sabía que me dolería.
En el descanso primero Andrés y luego yo fuimos al baño yo volví a vaciar mi intestino porque sabía lo que me esperaba y después ya en el sofá Mónica tenía un buen consolador atado a su cintura.
Estuvimos dando otro trago y hablando creando un ambiente de confianza entre los tres aunque en aquel momento yo ya les pertenecían cuerpo y alma aquello no estaba nada mal besos caricias chupadas por aquí por allá era un trío perfecto en el que en pocos minutos imaginaba sería yo la víctima follada por los dos.
Andrés como el macho alfa en aquella situación es el que recibía más atención siendo yo la puta casi olvidada la boya de este se hinchaba por momentos pero Andrés necesitaba algo más de tiempo así que nuestros juegos continuaban calentando aquella sesión.
Fue Mónica la que poniéndome boca arriba y levantando mis piernas lubricó mi ano y comenzó a penetrarme mientras Andrés se colocó de cuclillas y me ofreció su ano para comérmelo sentía como mi lengua traspasaba los pliegues de su esfínter y como jadeaba mientras yo recibía los envites de Mónica.
Andrés_ vamos a la cama creo que estoy preparado para follarme a la putita.
Mónica abandonó mi culo quitando el preservativo que cubría aquel consolador y nos fuimos los tres para la habitación podía ver aquellas dos pollas de tamaño parecido como se meneaban en el aire siendo algo muy excitante.
Andrés me colocó de medio lado y cogiendo una de mis piernas se puso tras de mí haciendo la cucharita Mónica fue la encargada de dirigida operación y lubricar algo más mi ano sentí como comenzaba a traspasar mi esfínter con algo de dolor pero poco a poco aquel dolor fue convirtiéndose en algo parecido al placer más bien por sentirme follada y mujer y da la satisfacción a Mónica.
Lo hizo con muchas oidad y tardó unos cinco minutos en meterme a aquel vergajo completamente dejándolo para unos segundos en mi ano me di cuenta de que ahora era Mónica la que de rodillas empezaba a penetrar a Andrés y éste a su vez comenzó a mover su falo en mi coñito trasero así que el placer de Andrés era doble penetrándome y siendo penetrado comenzó un mete saca que a todos nos satisfacía.
Mónica nos insultaba a los dos Abi como una puta y Andrés como un maricón mientras Andrés igualmente me trataba como una puta.
Después de unos minutos Andrés se puso boca arriba poniendo bello encima me la clavé de un solo golpe y comencé a levantarme apoyándome en su pecho follándome lo más bestia posible sintiendo como llegaba aquella polla hasta mi misma próstata.
Andrés_ putita no te muevas tan rápido que me corro enseguida y quiero que dure esta follada.
Andrés volvió a cambiarme de postura y me tumbó boca abajo abriendo mis piernas y mis nalgas volvió a metermela de un solo golpe haciéndome algo de daño pero en esta postura tenía un control total sobre él mi así estuvo varios minutos dándome lo más fuerte que pudo.
Me cambió de postura colocándome de a cuatro mientras Mónica se lo follaba a él este volvía a follarme a mí hasta que ya Andrés anunciaba su eminente corrida.
Andrés_me corro mi putita me corro me voy a vaciar sí sí joder joder.
Mónica_ quiero ver cómo se come toda tu corrida quiero que se lo eches a la entrada de su boca saca la lengua zorra y siente el torrente de leche.
Andrés sacó su polla de mi culo y retiró el condón sentándome yo sobre la cama empecé a sentir aquella las convulsiones de este mientras se terminaba de menear la polla sobre mi cara para acto seguido sacando yo la lengua empezar a recibir aquel esperma no era ni tanta cantidad ni tan espeso pero igualmente era un buen chorreo.
Terminé metiéndome la polla en la boca hasta que conseguí dejarla bien seca para luego tanto Mónica como Andrés recoger alguna de las salpicaduras y compartirla en sus bocas.
Mi culo estaba dolorido cuando sacó su polla sentí un gran vacío y a su vez un alivio.
Mónica_ bueno solo te falta otra buena follada por ese culito irte preñada para casa.
No había entendido la frase de mi ex en un principio pero luego me di cuenta de su significado Andrés me follaría sin condón corriéndose dentro de mi culo y tendría que llevar bien Preto mi culo hasta mi casa.
Andrés_ ha disfrutado la putita de la casa ahora ya eres mía y follar este culo siempre que quiera.
Yo_ sí lo he disfrutado como una buena zorrita ya soy toda tuya te pertenezco os pertenezco.
Mis palabras fueron más para satisfacer a la pareja ya que en cierta medida había sentido más dolor que placer pero lo que más había disfrutado fue el morbo de toda aquella situación vestida como mujer y poseída como tal creo que era algo que mi interior anhelaba.
Estuvimos merendando un poco reponiendo fuerzas los tres y se fue avanzando la tarde.
Mónica_ bueno yo me tengo que ir te dejo con el mariquita ya me contarás.
Sus palabras me dejaron perplejo se tenía que ir no le entendía.
Mónica se dio una buena ducha y se preparó saliendo de aquella vivienda como una señora.
Andrés_ tu Mónica es bastante más puta de lo que tú crees, pero ese es otro tema ahora la putita de la casa evidentemente eres tú.
Comenzamos una sesión de besos y sexo oral sesenta y nueve es hasta que Andrés decidió follarme de nuevo.
Andrés_ quieres que te mande para casa preñada o quieres pasar la noche como mi hembra.
Sus palabras me calentaban no sabía que elegir y que agradaría más a mi macho.
Yo_ lo que quiera mi macho estoy para complacerte. …………

Tuve una relación bastante turbulenta con una chica que sacó a relucir todos mis virtudes y defectos en el sexo con ella no era más que un juguete sexual para su placer.
Le encantaba dominarme y humillarme en la cama y ponerme en evidencia siempre que podía fuera de ella.
Nuestra relación por decir alguna manera era abierta o lo que es lo mismo ella podía follar con quien quisiera.
Aunque ella quería que entrásemos en el mundo swinger y que mi papel fuese de cornudo maricón siempre que teníamos sexo era el rol que le gustase que tomase.
Nuestra relación se terminó por diferentes motivos y más concretamente por no aceptar ciertas cosas por mi parte ella lo llevo peor que yo ya que fui yo el que tomó de la decisión de dejarla durante un par de meses nos vimos alguna vez siendo ella la que me buscaba y quería que la cosa se iniciase otra vez.
Había pasado algo más de un año y mi vida sexual no era precisamente una maravilla aunque de vez en cuando mojaba empecé a ver porno bisexual cornudos incluso gay y también me compré un par de dildos como los que usaba con mi novia y poco a poco me acostumbré a usarlos siendo alguna vez un recurso diferente.
Y una página de contactos empecé a buscar sexo hetero tríos con parejas y llegué el caso a colocar un anuncio como bisexual curioso alguna foto mía de mis juguetes y una práctica a la que me había acostumbrado mi novia a usar ropa interior femenina.
Las proposiciones como bisexual incluso con lencería no me faltaron pero todas eran de hombres y no lo tenía tan claro lo de estar a solas con un hombre.
Hasta que contacte con una pareja ella treinta y cinco años mi edad y el cincuenta.
Me comentaban que aunque no estaban casados eran una pareja estable y que les había gustado algunas fotos y querían que por mediación del whatsapp nos fuésemos conociendo.
Después de un par de correos electrónicos les di mi número de teléfono y comenzamos a tener conversaciones por las noches.
Nos mandábamos alguna foto que otra tanto ellos de los dos como yo con ciertas peticiones por parte de ellos en braguitas con aún consolador en la boca con aún consolador en el culo y yo también recibí escenas muy explícitas.
Sus requerimientos eran más bien simples querían alguien que se transformase en un travesti crossover y que le gustase hacerse oral a los dos y por descontado dejarse penetrar.
Tanto con mi exnovia y yo en solitario la había cogido gusto al ser penetrado.
A pesar de las múltiples conversaciones y demás tenía muchísimas dudas sobre cómo llegaría a asumir mi bisexualidad y si tendría valor para meterme una polla en la boca ser enculado o como me decían ellos dame un morreo con el macho.
Les conté la relación turbulenta que tuve con mi ex y como había llegado hasta aquí ellos me tranquilizaban constantemente y me decían que lo disfrutaríamos a pesar de todas mis dudas.
Teníamos una cita para el siguiente sábado y la semana era clave para ultimar detalles y sobre todo para saber si llegaría hasta el final.
El viernes por la noche tomamos o más bien tomaron un plan o guión al qué ceñirnos el cual yo acepté a pesar de seguir teniendo mis pequeñas dudas.
Llegaría a la casa de ellos después de comer sobre las 4 de la tarde dejándome la puerta abierta instrucciones para irme al baño y travestirme completamente lencería un minivestido con tirantes peluca y algo de tacón, como siempre he ido depilado eso ya lo tenía asumido también me pedían que me hiciese una buena lavativa cosa que también solía hacerlo cuando jugaba con mis consoladores.
Después de vestirme saldría al salón donde ella comenzaría a jugar conmigo estando yo a cuatro patas.
Enseguida sentí a la mujer susurrarme y tranquilizarme mientras su lengua recorría la raja de mi culo y al lado mío se sentaba al hombre con un pijama corto.
Tanto el hombre como la mujer intentaban tranquilizarme mientras algún dedo se deslizaba por mi ano.
Andrés casi decía llamarse el hombre daba instrucciones a su pareja Fátima.
Andrés_ qué tal lo llevas quieres aventurarte a más cosas te atreves a que tratemos a la cama ya abusemos de tu cuerpo.
Todo esto mientras en mi culo ya había entrado un pequeño dildo que me empezaba a dar satisfacción en aquella zona.
Creo que había perdido el miedo o la vergüenza o todo estaba siendo enculado por un pequeño dildo que desde luego ni de lejos era lo que acostumbraba a meterme yo mismo o mi ex novia.
Yo_ vale vamos a la cama.
Tanto el hombre como la mujer llevaban un antifaz que les cubría gran parte de la cara no me fijé en ella por qué se quedó a mi espalda dándome pequeños empujones mientras me susurraba que lo iba a pasar cojonudamente.
Me tumbé boca arriba a la cama y a la altura de mis muñecas me ataron con unos velcros mientras mis pies quedaron libres.
El hombre empezó a sobarme por todo mi cuerpo para mi sorpresa mi pene adquirió sus dimensiones correspondientes mientras sentía sus manos acariciar mis braguitas mi pecho incluso habían sacado mi pene por un costado y ambos lo tocaban.
Andrés me seguía hablando para tranquilizarme mientras ahora ella levantaba mis piernas y volví a meter en mi ano aquel consolador.
Andrés_ qué tal te ves putita con tu culito invadido.
Yo_ bien es mucho más pequeño que los que he me han penetrado.
Andrés_ tú tranquila pequeña zorrita vas a salir bien servida ahora es el momento en que tú decides si estás dispuesta a convertirte en mi hembra.
Tenía mis dudas pero a su vez estaba ya suficientemente caliente mi polla mojaba mis braguitas y mi culo pedía algo más gordo aunque tener una polla de carne en mi boca me parecía demasiado fuerte.
Yo_ ya estoy aquí ahora mismo soy tuya.
Automáticamente de mi culo salió aquel pequeño dildo y enseguida sentí la presión de algo más grueso que invadió aquella zona era un cono que quedó metido en mis entrañas mientras ahora la mujer se sentaba en una pequeña butaca a un costado de la cama sin que yo pudiese fijar demasiado la vista en ella.
Andrés_ bueno mi putita ahora serás mía
Empezó por comerme la polla que estaba bien tiesa mientras me iba remangando el vestido sentía como su lengua recorría mi ombligo y mi torso poco a poco llegó a mi cuello orejas sintiendo su lengua y sus labios besar aquellas zonas tiernamente yo estaba súper excitado mejor dicho es citada como una perra por mi cabeza pasaba mil cosas desde el no haber aprovechado antes todo esto con mi exnovia y si sería capaz de continuar.
Aquellos pensamientos no duraron mucho cuando Andrés poco a poco comenzó a besar la comisura de mis labios y mordisquear estos poco a poco sin darme cuenta mi boca se relajó y se entre abrió dejando pasar su gruesa lengua a mi boca y la mía busca la suya fueron varios minutos de intercambio de lenguas mientras sentía una gran excitación.
Andrés_ ves cariño como te gusta estás siendo mía poco a poco hoy terminarás siendo follada como una hembra.
Yo_ si lo que tú quieras haz de mí una mujer.
El calentón que llevaba me hizo decir una sarta de tonterías Andrés se quitó su máscara y continuó besándome me parecía un hombre atractivo para su edad se quitó el pijama de la parte de arriba y podía ver un cuerpo bastante definido era un tío poco más o menos como yo de altura pero evidentemente mucho más fibrado se sentó rozando su entrepierna por mi cara con el pijama a un puesto y yo haciendo alarde de y puterío comencé a atrapar aquella verga con mis dientes poco a poco fui notando la dureza de aquel miembro mientras Andrés me decía si la quería en mi boca.
Este comenzó a quitarse el pijama de pie ante la cama su verga pendía hacia abajo era gruesa y como mínimo en aquel estado medía diecisiete centímetros unas grandes pelotas adornaban todo aquello la zona completamente depilada y yo a pesar de haber mordisqueado aquella verga a través del pijama no tenía tan claro si aquello sería capaz de chupar y mucho menos de que entrase en mi culo.
Pero Andrés y la zorra de su novia lo tenían más que claro yo iba a ser la puta de ambos y eso es lo que les importaba a ellos.
Andrés_ estás preparada para este Chupa Chups.
Yo_ uff estoy muy excitada pero a la vez confundida.
Andrés se puso en posición sesenta y nueve y comenzó a chupar mi polla mientras movía el cono en mi ano y sorprendentemente empezó a deslizar su culo por mi cara ofreciéndome su profunda raja.
Fátima_ ya que no quieres polla comienza a comerle el culo a Andrés que eso seguro que te gustará más.
La voz me solo muy familiar y a su vez todavía me quedé más confundido él dejó de chuparme la polla y se sentó prácticamente mi cara.
Andrés_ mi culo está tan limpio como el tuyo y quiero sentir tu lengua en mi esfínter ya sé que no es la primera vez que te has comido un culo.
No podía protestar ni contestar sobre aquella frase cierto era hasta cierto punto y mi lengua comenzó a hurgar en aquel esfínter traspasando el umbral con facilidad y jugueteando en aquella zona mientras Andrés removía su culo en mi cara.
Claro que me había comido algún culo y durante mucho tiempo el de mi ex novia y alguna más. Pero siempre el de hembras y nunca el de un macho.
Aquella voz que me había dado aquella orden me era familiar pero no la ubicaba en aquel momento.
Fátima levantó mis piernas para dejar a la vista mis nalgas de las que sacó aquel cono y acto seguido sin prácticamente ningún miramiento me incrustó un buen pollazo con un consolador ha estado a su cintura y de buen calibre ya que di un buen alarido.
Yo__ joder qué dolor tenías que haber hecho más despacio.
Fátima_ maricón cállate y traga polla que es a lo que has venido.
Aquella voz ya no me era tan familiar sino más bien muy conocida en aquel momento antes de que pudiese decir nada las pelotas de Andrés pasaron por mis labios mientras este me decía que me las comiese enteras sin esperar un segundo mi boca se abrió para que aquellas grandes pelotas entrasen en ella y mi lengua comenzase a chuparlas.
Fátima_ te dije que era una puta en potencia y que no había más que dirigirla al buen camino. Maricón cornudo sumiso bisexual que más puedes querer cariño.
Andrés_ no le destroces demasiado el culo que la tengo que follar yo también.
Andrés dirigió su verga hacia mi boca desde un costado de la cama empecé a chupar aquella polla de grandes dimensiones no la podía ver bien pero llenaba mi boca por completo y no llegaba a introducirme la entera la boca empecé a mamarla como si aquello lo habría hecho toda la vida como bien recordaba haber mamado tantas veces aquellos consoladores que mi ex me ofrecía.
No era Fátima si no Mónica aquella guarrilla que me había viciado en este mundillo y la que me estaba dando de lo lindo analmente.
Mónica_ que te la mame hasta que te corras en su boca y que se lo tragué todo porque sino le voy a meter el puño por el culo esta zorra saldrá de aquí siendo más puta que yo.
Andrés_ ya sabes cuál es tu trabajo de hoy convertirte en hembra para disfrute de los dos a estas alturas ya sabes quién te está sodomizando.
Con aquello en mi boca no podía contestar y seguí mamando como si en ello vivía la vida ya que conociendo a Mónica su plan saldría como ella quería.
No es el tiempo que estuve tragando aquella verga pero cuando sentí que se empezaba a hinchar me asusté tremendamente aquello se iba a correr en mi boca y no tenía escapatoria sentí como aquel torrente empezaba a llenar mi boca y si no tragaba podía atragantarme comencé deslizando pequeñas cantidades mezcladas con mi saliva hasta que un par de minutos después mi boca había tragado todo aquel regalo viscoso después Andrés comenzó a follar mi boca con su polla todavía bien tiesa mientras me pedía que apretase con mis labios cinco minutos después volví a sentir como su polla se hinchaba y otra cantidad de leche comenzaba a recorrer mi garganta hasta sacar la última gota después su boca rebuscando la mía durante varios minutos en un apasionado beso.
Mónica había estado masturbando mi verga y me había corrido sobre mi vientre y ella misma con sus dedos fue dándomelo en mi boca y compartiéndolo con Andrés.
Mónica_ no te creas que todo está terminado lo que no quisiste ser antes como mi novio ahora serás como mi ex.
Me perteneces completamente.