relatos eroticos

Me case a los 19 años y en esa época puedo decir que era muy inexperta en muchas cosas. Durante mi matrimonio todo era mi familia y el trabajo. Ya saben de la casa al trabajo y de regreso. Como les había comentado en otro de mis relatos de cuerpo tengo afortunadamente bonita cara cabello largo y una altura que hace que sobresalga un poco, mis medidas no las sé exactamente y llegan a variar. Pero mi presencia no pasa desapercibida. Soy de tez clara y ojos grandes. Ah se me olvidaba y labios muy besables..

Con estas virtudes que para mí me ha permitido siempre tener admiradores de por lo regular mayores que yo y últimamente hombres jóvenes. Y más por el medio en que trabajo. Maestra de secundaria mi trato es con adolescentes y padres de familia. En el trabajo al ser de las más jóvenes muchas veces me toco sentir esa mirada que te persigue, era una sensación agradable saber que provocaba miradas y en las cuales creo me imaginaban sin ropa. Porque digo esto, por que en una ocasión una compañera me comentó como un grupo de profesores me seguían con la mirada por todo mi recorrido por donde iba caminando. En esa etapa de mi vida trabajaba en la misma escuela donde también trabajaba mi esposo y si él llegó a observar como varios de mis compañeros me miraban o hasta se acercaban a platicar conmigo. Yo en ese momento no le daba mucha importancia, ni si quiera pensaba mal de mis compañeros o de que quisieran algo conmigo.

Sin más rollo me separe por celos que él tenía hacía mi y eso lógico ocasionó un matrimonio con problemas y se acabó al tener 29 años. Es ahí donde empecé a dar rienda suelta a mis deseos y a probar más de lo que había probado en mi vida de casada. Era lógico que al saber que ya no era una mujer casada, se me acercaran con la intención de ver que lograban, a algunos seré honesta les he hecho caso a otros definitivamente no.

Al principio me daba miedo estar con alguien más que no fuera mi esposo y afortunadamente logré perder ese miedo y me llegue a encontrar en los brazos de amantes de todo tipo. Me gustaba mucho un compañero de matemáticas con el que compartíamos miradas coquetas, abrazos, palmaditas o ligeras caricias en la espalda, pero era solo eso. Me tuve que cambiar de escuela para llevar una vida más tranquila y sin el acoso de mi ex esposo.

Al ya no estar en la misma escuela, tuve una invitación del profe de matemática que tanto me gustaba fue un desayuno y yo me arregle lo mas sensual y sexy que pude, sabia que el deseaba algo más y realmente no sabía que pasaría. Llegué al lugar acordado y ya me staba esperando. Le dio mucho gusto verme nos saludamos y mis dimos un fuerte y cariñoso abrazo, todo transcurrió muy normal una charla de como estábamos, detalles de mi nueva escuela y fue ahí donde, le daré un nombre Alex, me dijo que me extrañaba, cabe mencionar que el es mucho mayor que yo aproximadamente 45 años, todo ese momento fue de risas y alegría por volvernos a ver hasta que me propuso algo

-Miram no te gustaría estar en un lugar más tranquilo, sin gente que nos mire.

No me imagine que algo así deseara el también y me sonroje

Y pregunte.. ¿Cómo a que lugar? No lo creerán pero yo era tan ingenua en esa época de mi vida que quizá mi respuesta sonó tonta.. Y la verdad Alex fue muy lindo conmigo y me trato con mucho cariño

-Hay un lugar aquí cerca donde podemos platicar mas a gusto, que te parece?

-Esta bien. Y nos dirígimos a un Hotel

Muy temerosa entre al lugar, llegamos a la habitación y yo no sabía cómo actuar, pero para él, un hombre de esa edad ya con experiencia y un segundo matrimonio, sabía lo que tenía que hacer conmigo. Comenzó a besarme y yo le correspondía en esos momentos las palabras sobraban y más para mí que llevaba varios meses sin hacer nada de lo que a continuación les daré detalles. Fue como si al cerrar la puerta de la habitación no existiera nadie más, solo dos seres llenos de deseo y pasión por un encuentro que jamás había imaginado, nos besamos, comenzó a desvestirme, poco a poco las prendas fueron cayendo hasta quedar completamente desnudos. Acarició mis pecho que anciaban ser tocados y succionados, es una parte de mi cuerpo donde siento gran placer y creo que es donde no puedo negarme a nada, me derretian todos esos besos.. Ese momento para mi era mágico después de creer que yo no era deseada por nadie, porque eso era lo que me decía mi ex.

Después Alex me tomó con sus brazos musculosos me cargo y ya con su pene erecto de tanto deseo, el de pie y al cargarme lo hizo de tal forma que quede en posición para ser penetrada a lo alto de su cintura, esta ha sido una posición que tiene dificultad y que no tan fácil la hace uno con cualquier hombre, pero Alex jugaba con mi cuerpo al tenerme sobre sus brazos y hacer todos los movimientos él subirme y bajarme sobre ese exquisito pene qué me estaba haciendo vibrar de sensaciones inigualables. Es una penetracion tan profunda que no pensaba en nada, solo quería disfrutar de esos placeres que si no se aprovechan, no podría contarles lo fascinante de tener sexo. A ese ritmo el placer iba aumentando y lo que yo sentí era algo que no puedo describir, prácticamente era como estar en el cielo, lo abrazaba y acariciaba su espalda, estaba en lo más sublime de la pasión. Así fuimos avanzando con más posiciones pero para mí esa fue la mejor donde Alex tenía todo el control, me sentí como una mujer bellísima capaz de lograr conquistar a él hombre que deseara.

Esa mañana los dos terminamos vencidos de tener los orgasmos más deliciosos al menos en mi eso fue lo que sucedió, las caricias, los besos el jugar con nuestros sexos como no lo había hecho yo antes, solo por el simple placer de hacerlo sin pensar en nada ni nadie, solo el deseo que ambos sentíamos, fue lo que invadió ese lugar, donde no había nadie que detuviera la llama de lo nuevo y el comienzo de un descubrimiento del placer sin ataduras.

Después de esa mañana ya nada volvió a ser lo mismo en mi, el recorrer caminos mágicos a una nueva aventura que daría a mi vida muchas enseñanzas de lo que no había tocado antes, ese placer al que solo te hacen llegar hombres experimentados, que tocan con su andar puertas que creíste no existían. Un mundo para mí desconocido que hoy disfruto al máximo en cada centímetro de mi cuerpo..

Próximamente habrá más aventuras que contar, espero les guste mis relatos y los llene de placer como a mi al momento de tener esos encuentros.

Mi vecina se aprovecha de la cuarentena

Era el mes de abril, en plena pandemia, mi vecina de arriba llevaba unos días sin salir de casa pues estaba en cuarentena.

Una hija suya había venido una semana antes y justo después le dijo que tenia el virus, así que tenia que guardar cuarentena. Los vecinos al enterarse la empezaron a tratar como si fuera un despojo, no querían saber nada de ella y solo hacían que hablarle mal, incluso algún vecino gamberro le había cortado la luz algunas veces y claro ella no podía salir a los contadores y tenia que llamar a la compañía para que se lo solucionaran, y quieras que no se quedaba sin luz un rato.

Yo soy un chico de 18 muy cortijo, o bonachón como queráis decirlo y un poco iluso pero de buen corazón mi familia muy pobre, pues hace ya años que mi padre desapareció dejándonos solos a mis dos hermanos y mi madre y nos tuvimos que ir a la calle, no nos quedo otra que ocupar un piso, que justo era el piso de debajo la mujer que estaba en cuarentena

Al tercer día subí y le pase a la señora de arriba un papel bajo la puerta en el que ponía que si necesitaba algo que podía llamarme, y le deje mi numero de teléfono.

No sabia si lo había leído, pues si me mandaba un whatssap no lo podría leer pues en cas no teníamos Internet, antes de el estado de alarma me llegaba a un bar que había una calle mas arriba y allí me conectaba a su wifi y así podía hablar con mis amigos y mirar las redes…

Al ida siguiente como desde hacia unos días nos trajeron de un comedor social algo para comer, pues como ya he dicho somos una familia muy pobre que casi ni para comer tenemos, baje a por ella la subí a casa y pensé en llevarle algo a la mujer.

Le subí un cartón le leche y un kilo de arroz, pensé que así tendría amenos para hacer un poco de arroz con leche…

Subí, pegue en la puerta me distancie un par de metros y espere a que abriera…

Abrió la puerta y directamente miro al suelo a la bolsa que le había dejado y acto seguido me miro ami.

En ese momento la volví a ver, en realidad a la mujer casi no la había visto nunca

Es una mujer morena de piel, no muy alta como de 1,60 no delgada pero para nada gorda y parecía tener buenas tetas, lo que si se le veía bien era unos ojos azules que tenia preciosos…

Vecina…. Eiii no ve vallas corriendo, que me has traído? Muchas gracias eee

Yo.. No es nada vecina, un poco de arroz y leche para que te hagas un postrecito o lo que quieras no es nada..

Vecina… Muchas gracias muchacho, no se como voy a pagarte esto que estas haciendo por mi

Sabia que mi vecina tenia internet en casa, así que vi una oportunidad buenísima para pedirle la clave…

Yo.. Hombre vecina, si no te importa y pudieras pasarme la clave del wifi, que no tengo saldo en el móvil para ponerle el Internet…..

Vecina Claro que si hombre faltaría mas, ya se por que no me habías contestado a los mensajes que te mande…..

Por cierto me llamo Raquel, no me llames vecina.

Me dio la contraseña la apunte en el móvil y sin mas que darle las gracias me despedí y me fui para mi casa, era todo un placer poder volver a tener Internet en casa, como hace mucho tiempo que no lo tenia…

Estuve todo el día whasapeando con mis amigos como loco, que bien volver a tener internet, pero llego la noche y decidí usar el Internet para otra cosa, quería ver un video porno para hacerme una paja sin tener que recordar videos antiguos

Me metí en una pagina porno pero al estar tan lejos el router de mi vecina me llegaba con poca potencia y no me dejaba ver videos, se iba cortando a cada momento y así no había manera.

Así que pensé en ir sigilosamente hasta el rellano del piso de arriba que allí pillaría el Internet mucho mejor

Me senté en el escalón y con el sonido prácticamente al mínimo me puse un video y empece a tocarme

Mi polla es normal de larga creo pero gorrita, nunca me la había depilado así que aunque no era muy abundante la tenia llena de pelo. Ya estaba bien excitado cuando me llego un mensaje al móvil, el cual ignore por que no estaba yo para contestar mensajes, pero a los segundos empezó a sonar el tono de llamada y cuando lo miro era mi vecina

Cogí el teléfono y con voz bajita conteste

Dime Raquel que quieres?

Raquel…. Pues que te des la vuelta para que pueda verte bien….

En ese momento me puse tan nervioso que solo pude hacer que medio colocarme el pantalón y ir corriendo hasta mi casa, una vez allí ya cuando me tranquilice un poco le escribí a mi vecina…

Lo siento vecina, es que a mi casa no llega el Internet muy bien y he subido ahí que quería ver un video, llevo ya mas de un mes sin hacer nada con ninguna amiga y estoy un poco pasado de vueltas…

Raquel…. SI Si un video, solo ver un video,,,, yo solo quería que te dieras la vuelta para verte y disfrutar yo también hombre que estabas disfrutando tu solo y yo también llevo mucho tiempo ya sin sentir un hombre.

En ese momento me quede cuajado, no sabia que decirle, estibe como un minuto con la conversación abierta pero sin decir nada.

De pronto ella dice…

Raquel… Toma anda, terminate lo que te dejaste a medias

Tarde en poder descargarla, pero era una foto de unas tetas, supongo que las suyas, eran unas tetas preciosas, no eran muy grandes pero estaban bien tiesas morenítas y con un pezón bien grande…

Yo… Son tuyas vecina?

Raquel… Claro que si, de quien van a ser sino?

Yo.. Pues vaya tetas tienes…

Raquel…. Anda terminate la paja que te he cortado y gracias por todo lo que haces por mi…

Al día siguiente como es normal estaba impaciente por hablar con ella, pero no sabia como hacerlo, así que se me ocurrió preguntarle si necesitaba que le comprara algo

Yo…. vecina, necesitas algo? si quieres puedo ir a comprarte lo que necesites si me das el dinero.

Raquel… pues la verdad es que si, necesito unas pastillas de la farmacia y agua mineral, te voy a dejar dinero en la entrada de la puerta, lo voy a desinfectar antes no te preocupes y cuando puedas me lo traes.

Me sorprendió con que rapidez me contesto, parece que estaba esperando mi mensaje, aunque estando sola encerrada poco mas aria que mirar las redes sociales.

Rápidamente cogí mi mascarilla, subí por el dinero que me había dejado y cuando iba a marcharme caí en la cuenta de que no sabia que pastillas quería, así que le mande un mensaje y le pregunte

Yo… Raquel, que pastillas son las que necesitas?

Raquel… ahí que tonta por dios, son pastillas anticonceptivas, de marca Apri si puede ser.

Me quede cuajado, que vergüenza pedir eso en la farmacia, era la del barrio y yo como mucho había ido allí a pedir unas pastillas para la tos o sobres para el resfriado, pero haría de tripas corazón.

Me pase por las pastillas primero y después por el agua que pesaba mas, y como en 5 minutos estaba de vuelta, le coloque su pedido y su vuelta en el felpudo y llame a su puerta, abrió, cogió su pedido y me dijo

Raquel… Quedate con la vuelta Vecino, por cierto como te llamas?

Yo… No Raquel, no es nada no te preocupes, y me llamo Víctor

Raquel… Bueno pues muchas gracias, ya encontrare la manera de pagártelo guapo (mientras me guiñaba).

Entre el piropo, el guiño y como me miro de arriba abajo me puse tan nervioso que no fui capaz de decirle nada mas, solo me fui de allí a mi piso y me puse a ordenar mi cuarto…

Como a la media hora me escribió un mensaje

Raquel… Te has puesto antes nervioso vecino? no era mi intención,

Yo… Bueno no se, es que no sabia que decir, es que hacia mucho tiempo que no me llamaban guapo

Raquel… A ha sido por eso? pensé que había sido por el guiño jeje, no te pongas nervioso hombre eres guapo, y a una vieja como yo pues mas guapo le pareces..

Yo….No digas eso Raquel, vieja no, ademas por lo que vi el otro día te conservas muy muy bien…

En ese momento la conversacional se corto por unos segundos y cuando volvió a estar en linea me mando un video que tardaba un poco en cargar

Yo…Que es Raquel?

Raquel… Este es mi agradecimiento por lo de hoy Víctor, espero que te guste

A los segundos termino de descargarse el vedo y vi que eran sus tetas de nuevo, pero esta vez un video en el que se las tocaba magreaba y terminaba dándose un lame on en un pezón

Raquel… Has podido verlo ya? espero que te gusten las tetas de una vieja

Yo…Si si ya he podido verlo, menudas tetas tienes Raquel, me encantan, son preciosas y para nada estas vieja, yo te veo una mujer joven.

Raquel… Me alegro que te gusten y también que me veas joven, eso es por haberme traído hoy mi pedido y portarte tan bien conmigo Víctor, disfruta del video en privado si te apetece, tu me entiendes… aa y no vallas a mandárselo a nadie, eso es tuyo y mio solo ok?

Yo…Si si sin duda disfrutare con el, y tranquila esto no sale de mi móvil.

Ya pasadas unas horas, incluso después de haber cenado y todo me fui a mi cuarto decidido a masturbarme mirando el video de mi vecina, sin duda fue la mejor paja que me había echo en mi vida, y como llevaba tantísimo rato cachondo fue descomunal la cantidad de semen que eche.

Como a media noche me llego un mensaje

Raquel… Estas despierto?

Yo… Si vecina en la cama pero aun despierto

Raquel… Te ha servido el video para alegrarte la tarde?

Yo.. Si me ha servido Raquel, pero la tarde lo que he estado ha sido cachondo por que no se daba la oportunidad de poder hacerme una paja, lo que me has alegrado ha sido hace un ratito jeje

Raquel… Me alegro mucho, pero ya podías tu haberme mandado una foto o un video o algo que llevo mucho sin salir de casa y claro, no me alegra nadie, tu me entiendes….

En ese momento pensé que quizás seria una locura y que me arrepentida, pero cogí me ice una foto de mi polla flácida, por que prácticamente acababa de correrme y se la mande…

Yo.. Bueno vecina, ahí llevas una foto, ahora esta un poco triste, pero es por que hace muy poco rato que me corrí…

Raquel… Vaya, pues es preciosa, y para no estar muy contenta se ve bien gorda, que bonita se ve, que bonita es una polla joven…..

En ese momento dejamos la conversación, yo me quede dormido al rato, pero al día siguiente cuando me desperté tenia otro video de ella. En el video estaba masturbándose, tocando su chocho, acariciándolo y metiéndose los dedos, ya debía ser al final por que en unos segundos se escucho gemir y acto seguido empezó a expulsar liquido, se estaba corriendo claramente.

Después del video escribió un texto

Raquel… Mira lo que causaste con la foto de tu polla, llevaba mucho tiempo sin correrme de estas maneras, muchas gracias de nuevo

CONTINUARA

“Siempre queda un rinconcito silencioso, aun en las sinceras confesiones de mujer”

Bourget, Paul Escritor Francés (1852-1935)

El autor, Omar Bercane, agradece sinceramente a todos sus lectores el envío de comentarios sobre sus relatos, en fechas tan señaladas, al haber pasado el millón de lectores.

Doña Elisenda, desde hacía mucho tiempo que su yerno era el más caliente de los prostíbulos de la comarca, pero para no crear problemas con su querida hija se lo guardaba en secreto. A su yerno lo veía un par de veces al mes, cuando ella tenía guaria en el hospital donde trabajaba como enfermera. Este, ya tenía por costumbre ir a comer o a cenar a casa de su suegra, por orden su pareja para tenerlo controlado y que llevase una vida más ordenada cuando ella no estuviese. Pero la cabra siempre tira al monte y a este marido le gustaba hacer “escapadas” Bueno en este caso, ir a los clubs de damas pecadoras.. Aquel yerno no tenía nada en contra de sus pecados. A su abuelo, también le gusta levantar faldas, y no unas pocas. Este abuelo, ya desaparecido, durante su juventud,en la época de recogida de aceitunas, en los años de las grandes cosechas, se iba a buscar trabajadoras al norte de Castellón, ya que en aquellas zonas era mas fácil encontrarlas. Con su carro y su mulo, se tiraba toda una noche y gran parte del día de viaje. Como este se repetía desde hace muchos años, alli ya se le esperaba. La vuelta de aquel viaje,con el carro lleno de mujeres, y todas jóvenes, aquello era una fiesta. Colgado del carro, bajo el toldo que lo cubría, una bota de vino tinto de Gandesa con más grados que el alcohol de quemar. En ese carro no se paraba de cantar comer jamón y apretar la bota. Ya de madrugada, el alcohol comezaba a hacer su embriagador efecto y aquellas mujeres dormía como podían en ese reducido espacio, y eso lo aprovechaba el abuelo para meter su mano dentro de alguna enagua para tocar algo caliente. En aquel grupo, había una vuida de mediana edad que solia ir con asiduidad, que ya desde el primer viaje no llevaba ropa interior para que la mano del patrón no encontrase obstaculos. El traqueteo de aquel vehículo y las herraduras del mulo contra el empedrado suelo evitaban que se oyese algún supiro de placer mal contenido. Después el abuelo, como nadie lo podía ver, se pasaba los dedos por la nariz saboreando aquellos olores que le sabía a gloria.

Cuando ya aquel nieto, nuestro protagonista, llegó a la pubertad, su abuelo le fue contando con todo detalle aquellas calientes escapadas, que ponían al joven más caliente que un brasero. A aquellas calenturas, tanto se aficionó, que a escondidas, cuando tenía un poco de dinero se iba a tocar las figas de las señoritas que en aquella época se ubicaban en las casas de los barrios viejos de la ciudad. Allí conoció lo que le contó su abuelo. Su abuelo se lo contaba con la misma pasión, como si hubiese ocurrido el día anterior.

Si el maestro lo explicaba con pelos y señales, su alumno lo aprendió rápidamente. Aún no había cumplido 19 años, su gruesa tranca ya la manejaba como quería. Las pecadoras de aquellas casas se lo rifaban, algunas incluso no le cobraban. Este las hacía disfrutar como locas. Las hubo que le propusieron salir de ese negocio por estar con el. Hasta que conoció a la que sería su esposa.

Cuando ya llevaban varios años casados y cómo le pasa a muchos matrimonio la rutina les envolvió, y así fue como nuestro héroe volvió a sus antiguas aficiones. El día que podía volvía a recorrer aquellas casas de pecadoras por si había llegado alguna nueva. Fue entoncés cuando su mujer le invitóa a comer a casa de su madre cuando ella tuviese guardia en el hospital.

En una veces que comió en casa de su suegra se dio cuenta de lo sabrosa que era. También que esta no la miraba como a un yerno,más bien los ojos de aquella madura mujer denotaban deseo. Pero, por precaución, espero a que diese ella el primer paso, que no tardó en dar.

Fue en la víspera de las fiestas de Castellón, Las calles estaban repletas de gente venidos de lejanos lugares, todas con ganas de celebrar aquellas señaladas fiestas. Los cohetes y el olor a humo lo envolvían todo. Dentro de la casa de doña Elisenda se oía todo el jaleo de la calle.

-Si cierro las ventanas,yerno, aquí no podremos estar del calor- dijo Doña Elisenda.

-No las cierre que a mi no me molesta ni el ruido, ni el humo de los cohetes, querida suegra.

Mientras le daban caña a la paella de arroz, fue la senyora Elisenda quien dijo la tontería del día:

-Querido yerno-le dijo con una sonrisa traviesa- me pregunto porque teniendo la mujer que tienes, que es mi hija, recorres todos los prostibulos de la comarca. ¿Es que no tienes bastante?

A nuestro protagonista, se le atragantó el arroz, ante aquella pregunta inesperada. Pero rápido de reflejos respondió:

-Eso que dice usted, querida mia, es como salir a correr, como a mi no me gusta hacer deporte, salgo a reocorrer esos ambientes, que aunque no lo parezca, tiene su morbo.

-Osea que ahí solo haces de espectador-continuó la suegra.

-Pues si querida suegra,para mi el sexo es mucho más que meterla y sacarla. Y con esas señoritas yo no me atrevería a lamerles el chocho, donde poco antes habrán entrado toda clase de pollas. Verá como no es lo que se imagina.

Esta vez ella se lo quedo mirando, como si aquello fuese algo difícil de creer. Pero ella dio un paso más hacia delante.

-Vamos que todos tus deseos van hacia los chochos que solo trabajas tu, o mejor dicho, que sabes que no los utiliza nadie como el mio.

-Así es, querida suegra. Ha dado en el clavo.

Esta vez su suegra remató la faena con más maestría que diestro Manolete.

-Y con el mío… -¿Qué serías capaz de hacer?

-Con el suyo queria suegra haría maravillas. Con el tiempo que lleva viuda debe estar necesitada de una buena tranca.

-No sabes cuanto lo necesito, querido yerno. Lo que no sé es si te gustaré yo con estos kilos de más.

-No se preocupe querida suegra que esos kilos de más teniéndolos en el trasero aún me gustan mas. Me encantan estos voluptuosos culos y más si la poseedora les da el ritmo necesario- El yerno lanzó una risotada al ver la cara que se le quedaba a la suegra después de esas frases desvergonzadas.

Cuando esta se recuperó y con el rostro serió soltó la segunda parida de aquel día:

-Veamos yerno, lo que aquí se diga y se hable debe quedar entre nosotros dos ¿Lo entiendes?

-Si querida suegra, los dos tenemos secretos que guardar ¿Era eso lo que me queria decir?

-Como eres buen entendedor, ahora nos vamos a la cama y me demuestras lo competente que eres.

Cuando Doña Elisenda dejó que su vestido cayese al suelo, al yerno se le quedaron los ojos como platos. Si los pechos eran como ánforas fenicias, su culo era como para pasarse toda la tarde acariciándolo y besándolo. Hermoso y robusto cual jaca arábe. El vello que enmarcaba su frondoso monte de venus era un poema. Aquel hermoso tunel de la vida esperaba ansioso a que le entrasen. La suegra al ver la tranca que tenía el yerno le dijo:

-Menuda tarde que me espera.

-Suegra que le parece si empiezo por el chocho, me gusta tanta frondosidad, esto parece un bosque.

-Anda dale por aquí que hace años que no entra nada.

Tan pronto como aquel yerno le metio la lengua, después de apartarle su vello, con ella le buscó el clítoris, Con la pràctica que tenía en aquella labor, con apenas unos segundos ya le estaba dando lengüetazos y la seugra ya no pudo contener los suspiros entrecortados.

-Cabrito! Follador chúpame ese coño cómetelo todo bandido que es tuyo.

Cuando ya ambos estaban lanzados el yerno metió el dedo por el ano con fuerza. Y ella comenzó a moverlo por el placer que sentía.

Llego el momento en el que Doña Elisenda, urgió a su jinete para que la montase. Con aquel mango en las entrañas se lanzó al galope, su jitene rugia como un león devorando a su presa. El orgasmo se convirtio en una ola de placer animal que dejó a ambos sin respiración. Ni el jinete bajó de su montura, ni esta se lo pidió, abrazándolo como si fuesen un único cuerpo.

Durante más de dos horas durmieron abrazados en esa misma posición.

Fue Doña Elisenda quien desperto primero, y tan gozosa que estaba comenzo a acariciar las nalgas de su jinete, No tardo este en volver a tener su priapo duro, y sin bajarse, se lo fue clavando lentamente hasta hasta llegar a un galope desenfrenado, disfrutando de cada embestida como bestias borrachas de lujuria.

Era ya de noche cuando despertaron, en la calle no se oía ningún ruido como si la gente hubiese desaparecido.

Doña Elisenda, le susurro a su yerno, en voz muy baja, como si alguien pudiera oirle que si quería cenar algo.

-Entre la paella de arroz y estos combates estoy desganao querida suegra.

-En ese caso, podríamos continuar para recuperar el tiempo perdido.

-Pues no es mala idea, pero no se si esto se me pondrà en posición de combate.

-Tu dejámelo a mi, verás como lo levanto.

Al acabar su palabras, metió en miembro flácido en la boca y en tan solo 3 minutos ya lo volvia a tener más erecto que el palo de una bandera.

Al yerno al que ya se la habían chupado centenares de señoras, se quedo sorprendido con las habilidades de su suegra. Tan pronto como estuvo apunto, arrodillándose en la cama y con su brazo extendido le mostró su lubricado ano.

-Vamos yerno que por este agujero hace años que no entra nada de nada.

No había terminado de hablar cuando é lle entró como un proyectil.

“Destrozamelo cabrito! Que este culo es tuyo!

Por la calle se volvió a oir el jolgorio de la gente disfrutando de las fiestas, en la casa ambos quedaron abrazados en el sueño de morfeo y a Elisenda se le quedó una sonrisa r

Hola, me llamo Kevin, actualmente tengo 19 años, pero la historia que les voy a contar sucedió hace 5 años. Mi mamá es una mujer muy bella, es acuerpada con pechos un poco grandes y un gran trasero que muchos adoran mirar cuando camina, tiene el cabello castaño y una mirada muy seductora.

Nunca conocí a mi progenitor, este dejo a mi mamá cuando se enteró del embarazo y mi mamá casi no habla de él. Bueno soy hijo único entonces, mi mamá ha tenido algunos novios, pero nunca nada muy serio, creo que es un poco de miedo a que ocurra lo mismo. En fin, la historia comienza en vacaciones decembrinas, mi mamá junto para irnos a la playa, un paquete en un buen hotel con piscina y muy cerca a la playa.

Llegamos en la mañana entonces dejamos todo en la habitación y nos fuimos a la playa, mi mamá se cambió en el baño, cuando salió me quede con la boca abierta, llevaba un traje de baño un poco pequeño de dos piezas color salmón, era tipo brasilera, nunca había visto a mi mamá de esa manera ya que siempre que íbamos a piscina usaba trajes de baño grandes de una pieza, esas piernas se veían tan bellas, grandes y su trasero tan provocativo. Fue por su salida de baño, cuando la quiso coger se cayó y al levantarla tuve una vista maravillosa, veía como ese culote se tragaba su traje de baño, tuve una erección que intentaba disimular, se la coloco y salimos.

Mi mamá atraía muchas miradas al pasar, podía ver como la morboseaban y no era para más, con ese traje de baño dejaba ver ese culote, nos metimos al agua y disfrutamos un poco de eso, intentaba no pensar en cómo se veía ni tener malos pensamientos.

Luego de un rato me dijo que estaba cansada y con hambre, así que fuimos a almorzar al hotel, de camino a veces me detenía un poco para ir detrás de ella y ver todo ese cuerpazo, almorzamos y fuimos a la habitación, ella se cambió para dormir un poco, se puso un short muy pequeño y ajustado con un top sin sostén. Nos acostamos juntos y ella se abrazaba, eso era normal pero no podía sacarme los malos pensamientos de mi cabeza, pude descansar un poco, pero al despertar… habían pasado un par de horas y desperté con una gran erección, quise levantarme para que ella no lo notara, pero al moverme su mano cayo en mi pene, se sentía tan cálida y me dio una sensación placentera, mi verga dio unas palpitaciones que al parecer ella sintió y abrió los ojos, en ese momento note que ella tenía una teta casi afuera y mi vista fue directo a ella, mi pene volvió a palpitar y ella aun no retiraba su mano, lo cual noto y vio la razón, quito su mano y se cubrió su pecho.

-Lo siento mamá.

~Creo que ya estás en esa edad. (risita)

Creo que noto que me ruborice demasiado.

~Creo que casi no hablamos sobre ciertas cosas, ¿tienes novia?

-No

~ ¿Pero has tenido? ¿Has tenido relaciones?

-No mamá, aun no lo he hecho.

~ ¿y te masturbas?

-Muy poco, de vez en cuando, (esto es verdad, casi no lo hacía, la conversación fue un poco abierta ya que con mi mamá hablaba sin tapujos)

~No es bueno que retengas mucho tiempo, deberías hacerlo cada que te de ganas.

En este momento mi pene no dejaba de palpitar.

~Parece que tienes ganas en este momento.

Dijo ella viendo mi verga palpitar, como estaba en pantalón corto se notaba muy bien.

~Has crecido mucho. Dijo ella mientras ponía su mano en mi pene.

~ ¿Por qué se te ha puesto tan dura?

-Es… es que…

~Dime

-Es que… es que eres muy bella mamá.

~Gracias mi cielo, pero sabes que no deberías tener esos pensamientos, ¿cierto?

-Si lo sé, pero…

~Te calentó verme en traje de baño?

-Si. No sé cómo dije eso.

~Note que me mirabas mucho más de lo usual, es lindo saber que aun atraigo miradas jeje.

-Claro mamá estas muy hermosa.

~Gracias mi bebé. Dijo esto dándole un ligero apretón a mi pene.

-ahhhh. No pude evitar dar un pequeño gemido.

~Se nota que estas muy caliente mi bebé, deberías poder desahogarte.

-Pero es por ti, en verdad te deseo mamá, te… te… te amo…

~Mi bebé, yo también te amo.

Se acercó a mi dándome un pequeño beso en mis labios. Me estremecí, la mire fijamente, mi pene palpito con más fuerza con su mano aun sobre él. Me acerca ahora yo a ella, con la respiración agitada y mi corazón a mil, le dio un beso que ella me respondió, sentía su lengua jugando con la mía, era una sensación tan agradable.

~Que rico besas mi bebé, se te ha puesto aún más dura, me estas provocando.

-siento que voy a explotar mamá.

Se Puso encima mío y me empezó a besar mientras frotaba su vulva en mi pene, sentía como subía y bajaba. Esta sensación era mil veces mejor que cualquier paja.

~Te gusta mi bebé?

-Si, si, me encanta mamá.

Se sacó sus senos que se movían de arriba abajo con el movimiento que hacía, se veían tan grandes, con sus pezones color caramelo, que estaban paraditos.

~Ven tócalos. Agarro mi mano y los puso sobre uno de sus pechos.

Se sentía tan suaves, y sus pezones tan duros jugué con ellos un rato hasta que dijo.

~Mi bebé, ¿quieres probar los pechos de mami?

No respondí, solo me incliné hacia delante y empecé a chuparlos, ella gemía con fuerza y se movía más rápido. Me saco mi camisa.

-Que rico mami, siento que me vengo.

~Déjalo salir todo, pero espera.

Agarro mi pene y lo saco de mi pantalón bajándolos un poco, se volvió a subir sobre él, sentía tan delicioso, mi pene apuntaba hacia mi ombligo y con mi mamá encima mío haciendo ese movimiento fue cuestión de un par de minutos.

-Ma… mamá me vengo, ahhhhh.

~Uyyy mi cielo cuanta leche has dejado salir, sí que estabas cargado.

Se paró paso un dedo por mi vientre lleno de mi leche, se dio la vuelta pude notar que se llevó el dedo a la boca y me dijo, ve y daté un baño, vamos a salir a dar un paseo por la playa.

-bueno mamá

Eso es todo por ahora.

Estaban en la sala de la casa Rebeca su amiga Patricia y tres amigos: Juan, Pedro y Michael. Comenzaron a copular como conejos. Se cambiaban las hembras. Al final terminaron dándoles por atrás en posición de perrito Pedro a Rebeca, Juan a Patricia y Michael por delante se alternaba con las dos hembras. Se corrieron todos, excepto Michael. En ese momento, se abrió la puerta y entró Susana. Los atrapó in fraganti y preguntó qué estaba pasando allí:

¿Pero y esto qué cosa es? ¿Qué están haciendo en mi casa?

Mamá, -respondió Rebeca- estamos pasando un buen rato solamente. No más que eso.

Pero esto es inadmisible. En mi casa, en mi sala, en mis muebles, MI HIJA.

Lo siento, mami, pero no pensé que podías llegar temprano.

Rebequita, -intervino Michael- no le des tantas explicaciones. Nosotros estábamos follando porque somos adultos. ¿Cuál es el problema?

Ah, ¿tú te crees muy crecidito? –preguntó molesta Susana.

Yo sí, -respondió Michael firmemente- y no se preocupe, que para usted queda una polla también. Como puede darse cuenta yo no alcancé a venirme. Por lo tanto, aún queda algo que sé que usted puede sacar bien.

Diciendo esto Michael se enfundó un preservativo y fue para donde estaba Susana, la cual estaba aún con el vestido puesto y el bolso todavía lo tenía en el hombro izquierdo. La arrastró hacia una pared, comenzó a subirle el vestido y le quitó las bragas.

¿Qué crees que haces, cabrón? –Preguntó Susana, tratando de apartar delante de sí al joven musculoso que tenía arrodillado delante, el cual en comparación con ella era inmenso.

La respuesta de él no fue con palabras, sino con hechos: se pegó bien a la vagina de ella y comenzó a lamerle el clítoris. Por un gesto incondicionado ella abrió las piernas, cosa que facilitó el trabajo de Michael. Después de 2 minutos de trabajo bucal ya Susana no ponía resistencia, sino que acariciaba la cabeza de Michael y resoplaba de placer. Más bien lo alentaba:

Sigue así, puto, sigue. Chupa bien esa conchita que es toda tuya, dale. Tómate mis jugos, cabrón. Essssso, mámame bien los labios mayores. Mmmmm, Assssssiiiii. Oye, ¿qué haces?

Michael metió las manos entre los muslos y por debajo de las nalgas puso las manos en la espalda de Susana. Con el mismo impulso la levantó y se puso de pie, poniéndole el clítoris de ella a la altura de su boca y comenzó a chupárselo en el aire. Susana no aguantó y se vino copiosamente. Michael se tomó todo lo que salió por la concha de Susana. Luego la colocó en el suelo y con la verga aún erecta empujó dentro de la vagina de Susana medio rabo de un solo golpe.

Ayyyyy, mierda, dame suave que eres muy grande.

Usted tiene que poder con toda señora, –dijo Michael-. Para eso la calenté lo suficiente.

Claro que puedo, papito, pero poco a poco. No de un golpe como me hiciste ahora mismo, aaaaayyy.

Deja de quejarte tanto, puta, que lo estás gozando.

Era cierto. El mete y saca que tenía Michael hacía que la vergota aquella entrara cada vez con más facilidad en la cuevita de Susana. Ella lo notó y no protestó más. Se limitó a abrirle las piernas a aquel jovenzuelo. Michael la follaba pegada a la pared. Susana, con el vestido más arriba de la cintura y el bolso aún en su hombro izquierdo, se dejaba acariciar los muslos mientras recibía aquel potente ariete. Aún mantenía el bolso en su hombro para, delante de aquellos jóvenes, dar la idea de ser una mujer decente, pero juzgando por todo lo que estaba sucediendo, eso era lo último que pensaban de ella.

Michael la levantó en peso y le cruzó las piernas por la cintura. Le puso las manos en las nalgas y la besó. Ella le respondió el beso con agrado y él comenzó a moverla arriba-abajo durante 5 minutos aproximadamente. Luego, la pegó a la pared y el que se movía era él. Susana se dio cuenta que el orgasmo estaba cerca y comenzó a jadear. Intentó esconder los jadeos con besos en los hombros de Michael, pero no pudo. El orgasmo fue chillón.

No seas escandalosa, puta. Nadie te está matando. –Dijo Michael.

Tú sí lo estás haciendo, bandido. Me estás matando de placer con el pingón ese que tienes. –Respondió Susana, aguantando aún las embestidas de Michael, que no cesaron a pesar de su orgasmo.

Por cierto, señora, usted no me ha dado su consentimiento para follarla. Yo le estoy dando verga, pero no sé si usted está de acuerdo.

No seas cínico. Sabes que lo estoy gozando. –Dijo Susana aún recuperando su aliento.

Michael se detuvo. “Pídeme que siga”, le dijo a Susana.

Susana se moría de vergüenza al tener que pedirle a Michael delante de los 4 jóvenes que se la follara con todas sus fuerzas. Michael lo supo y precisamente eso era lo que él quería.

Susana le golpeó la espalda suavemente, como un gesto de “sigue”, pero eso no era lo que Michael quería que ella hiciera. Él le apretó las nalgas queriendo decirle “acaba de decir lo que tienes que decir”. Ella se echó un poco para atrás, lo echó un poco para adelante a él, besó los labios lascivamente, lo abrazó y le volvió a golpear suavemente la espalda. Él le dijo:

Si no me dices lo que quiero escuchar, te la saco en este mismo momento y te quedarás con ganas de más polla, porque sé que necesitas más.

Por favor, no delante de ellos. Me da pena.

¿Te da pena, puta? ¿Después de todo lo que has hecho hasta ahora te da pena, puta barata?

No, por lo que más quieras, no me hagas rebajarme delante de ellos. Delante de ti me rebajo lo que quieras, pero no delante de ellos.

Bueno, puta, acabas de decidir por tu honor y no por tu vagina. Es tu problema. –Dijo Michael y comenzó a sacársela lentamente.

Susana sentía cómo aquella espada iba saliéndose de su funda donde tan bien acomodada estaba. Sintió que un frío recorría su ser. Se pegó a Michael y le dijo bajito al oído:

No, espera. Lo haré. –Y añadió en voz alta -: Michael, fóllame ya.

Yo no la escucho bien y ellos allá donde están no la escuchan como deben.

Susana dijo perfectamente audible: “Michael, acaba de meterme la verga esa que tanto quiero.”

“Así se habla, puta”, le dijo Michael y reanudó la follada que tanto deseaba Susana, la cual puso cara de felicidad con el ritmo que imponía Michael.

Al cabo de pocos minutos, Susana llegaba al orgasmo nuevamente: “Síiiii, así, sigue, no pares, no pares, cabrón, no te atrevas a parar, essssso, más profundo, mássssss, ayyy, ayyyyyyyy, ahhhhhhhhhh”. El orgasmo de Susana inundó la sala. Los presentes no podían creer que la señora casada, respetable y decente se rebajara a tanto con aquel pollón que la dejaba fuera de combate cada vez que se venía sin esfuerzo.

Michael le puso los pies en el suelo y la beso con pasión, como si se conocieran de toda la vida. Ella se dejaba hacer. Él le tomó la mano y la llevó al centro de la sala. Se sentó en la alfombra frente a los amigos, la hizo sentarse clavada encima de él y se acostó. Le dijo, entonces:

Cabálgame, puta.

Sí, mi macho. Yo te hago lo que me pidas. Mmmm, ¿así te gusta, papi? Me la estoy enterrando toda para ti, para envolverte con mi funda toda la carne en barra que tienes para darme, hijo de puta –decía Susana mientras cabalgaba a Michael.

Aquí la única puta que hay eres tú, zorra caliente. Te pasas el día pidiendo polla con esa manera de caminar, de hablar y de dirigirte a los hombres –le dijo Michael mientras le levantaba un poco más el vestido.

¡Qué rico lo haces, Mike! Pero, ¿por qué me pusiste de espalda a tus amigos? ¿eh, dime?

Para que vean cómo te entra mi verga.

Jajajaja, ya entiendo, puto. Quieres convertirme en tu puta, ¿verdad?

Quiero convertirte en mi puta no. Ya tú eres mi puta.

Esas palabras movieron a Susana por dentro al punto del orgasmo. Comenzó a saltar sobre la polla de Michael como una posesa. Toda la extensión de la verga de Michael era recorrida por la vagina de Susana. Ella puso sus manos sobre el pecho de él y aumentó el ritmo. Michael aprovechó el estado demente en el que estaba Susana, pues rápidamente ensalivó dos dedos y se los metió con decisión en el ano de la madura que lo follaba. Como ella estaba absorta en su orgasmo, apenas notó los dedos.

Ay, qué rico, papi. Ayyyyy, Mmmmm, ¡Qué vergón tan rico tienes, Mike! Asssssíiiiiiii, ayyyyyyy. Uffffff, ¡qué orgasmo!

Michael se sentó y le dijo, “Ven, puta, que ahora viene lo mejor”, y con los dedos metidos en el ano pegó los vientres y la dejó caer sobre su verga, de modo que cuando el ano comenzó a sentir la presión de la verga sacó los dedos. Susana abrió los ojos desorbitadamente:

No, papi, por ahí no. Hoy no, por favor, hoy no.

Jajaja, ¿crees que voy a hacerte caso? Anda, afloja el culito ese antes de que te presione y te duela.

Por favorrrrrrrrrrrrr, Mike.

Susana, ¿a las buenas o a las malas? Tú decides.

Susana viendo que Michael se la follaría de todos modos por atrás, no tuvo otra cosa que decir que:

Bueno, está bien. Echa bastante saliva.

Así me gusta. Buena chica.

Michael ensalivó bien el ano de Susana y su verga también. La penetración fue lenta, pero sin pausa. Ella se aferró al cuerpo de él mientras se dejaba sodomizar. No había nada más que hacer. Las nalgas de Susana finalmente chocaron con los huevos de Michael. Los presentes aplaudieron por la hazaña.

Pudo con toda. Para resistirse al principio, está bastante relajada -dijo Juan.

Es la mejor, -dijo Pedro.

Así se hace, Susana –dijo Patricia.

Mamita, aguanta todo lo que puedas –dijo Rebeca.

Michael comenzó a follar a Susana en esa posición. La clavada era total. No había otra posibilidad. La mujer estaba siendo sodomizada sin contemplaciones. Michael no aguantó más y quitó a Susana de encima. Se quitó el condón, se puso de pie y la obligó a tragarse toda su leche, que casi ahoga a Susana. Ella se puso de pie, se arregló el vestido, recogió la ropa interior y se fue a su habitación sin decir una palabra.

Los amigos se bañaron y Susana también. Estaba acostada en su cama cuando la hija le pidió permiso y le dijo que Michael quería hablar con ella. Susana le dijo que no, que no era necesario. La hija insistió y Susana aceptó. La hija salió y Michael entró. Le dijo:

Señora, yo quería pedirle disculpas por la manera en que la traté, pero es que fue lo que sentí en ese momento. Lo que pasó fue que estábamos calientes después de haber follado, todos eyacularon, excepto yo. Usted entró en ese momento y comprenderá que no me iba a quedar así. Yo sé que usted es una mujer decente, respetable y casada.

No te preocupes, muchacho. Lo hiciste bien. Gracias por el momento tan grato que me hiciste pasar.

Gracias a usted, señora.

Michael fue hasta la cama y la abrazó. Se acariciaron y ella le dijo:

Basta, no sea que terminemos follando de nuevo, jajajaja.

No es mala idea.

Ni se te ocurra, jajajaja.

Nos veremos otra ocasión, señora.

Todo empezó en una noche fria, estaba oscuro y me daba miedo caminar hasta casa o tomar algún autobús, salí de la casa de mi amiga con un vestido floral hasta los hombros después de toda una tarde haciendo tareas, mi cabello negro caía por mis hombros y llevava unos tacones negros que hacían eco en las calles desoladas, encontré una esquina en la que podía pedir la parada de un taxi

Tenía sueño y mis párpados se cerraban, vi un taxi a una cuadra de distancia y le pedí la parada, al subirme al asiento trasero en busca de protección y calor, me di cuenta del físico del taxista, un viejo gordo y un poco peludo, en sus cincuentas tal vez, me dio una rara miradadesde su asiento.

-¿A dónde la llevo señorita? -preguntó con voz amable.

Le di mi dirección, en eso veo unas botellas con agua, obviamente para los pasajeros, tomo una y le doy un sorbo, al cabo de unos minutos me quedé profundamente dormida.

En algún momento del trayecto me dormí, pero ahora estoy acostada, ¿Qué carajos?, veo hacia los lados y me doy cuenta de que estoy extendida en el asiento trasero, la puerta enfrente de mí se abre y veo al taxista mirándome con una mirada asquerosa.

Trato de pararme pero me duele la cabeza.

-A ver amor, cálmate y esto será placentero, trata de luchar y no quieres saber lo que te pasará.

Ante esas palabras me tenso por completo y me quedo acostada, el taxista abre mis piernas y se mete entre ellas, trato de cerrarlas pero mi fuerza es casi nula; solo estamos él y yo en completa oscuridad, nadie podría ayudarme siquiera.

Acerca su cara a mi cuello y empieza a lamerme de arriba a abajo, centra su lengua en mi oreja y me dan escalofríos, siento que me da besos húmedos en el cuello y sin poder contenerlo empiezo a dar gemiditos.

-Ah – digo en voz baja cerrando los ojos y exponiendo más mi cuello.

Siento como un poco de humedad se va asentando en mi vagina. todo ese calor se va cuando me sube el vestido a mi cintura, y pone el escote dejando mis pechos hacia afuera.

-Estás perfecta cariño -se relame los labios – no sabes lo que te voy a hacer.

Mis nervios vuelven pero mi mente se nubla cuando siento su lengua agarrar mi pezón, dándole lametones lentos y luego rápidos, va dejando rastros de baba en mi pecho, se siente tan caliente, cambia a mi otro pecho y siento sus manos quitándome mi tanga negra, la tira al asiento de adelante, siento el frio en mi vagina, antes de sentir dos dedos rozarme el clítoris, involuntariamente muevo la cadera hacia arriba buscando contacto, mis piernas están al aire y mis tacones tocan el techo del taxi..

Escucho que suelta una risilla, se agacha hasta quedar a la altura de mi vagina, separa mis labios mayores y empieza a dar lametones en mi clítoris, suelto un quejido, absorbe mi clítoris y mi vagina empieza a humedecerse de mis fluidos y su baba, abre más mis labios y mete su lengua, fóllandome con ella de arriba abajo, de adentro hacia fuera.

-Ya te divertiste mucho – me dice -me toca a mi.

Se baja el pantalón junto con su boxer y veo su pene, esa cosa es ancha y a de medir unos quince centímetro, tiene una cabeza grande y húmeda por el líquido preseminal contenido, se recarga sobre mi, y siento su peso aplastarme, su gran panza me cubre toda, en un movimiento brusco me mete su pene y suelto un grito por la interrupción.

Empiezo a llorar por el dolor, mi vagina hace un esfuerzo enorme por retener su gran pene.

-Deja de llorar puta, ¿a dónde ibas vestida tan puta?, ¿ah? – sigo llorando y no contesto. -¡Dime hija de puta?- sigue dándome estocadas, el sonido de aplausos se escucha entre nuestros sexos mojados y excitados.

-A ningún lado, solo mi casa – para este punto estoy gimiendo como una puta, me averguenzo pero no puedo hacer nada más que disfrutar.

Se queda callado ante esa respuesta, pero sigue penetrándome la vagina, está sudando y no creo que esto termine pronto, sus embestidas se vuelven más rápidas y constantes, me siento vibrar y mis piernas están temblando, mi útero se comprime ante tal intrusión placentera.

-Anda, perra, córrete, sé que lo quieres – me dice mientras me penetra más rápido, siento lágrimas en mi ojos de tanto placer.

Sin poder resistirme más tengo un orgasmo prolongado, chorros de líquido salen de mi, mojándonos y mojando el asiento, esto lo emociona más, siento su pene hincharse y me dejo ir ante las sensaciones post orgasmo, mi vagina está más delicada que el inicio.

-Saca la lengua hija de puta – la saco como él dice y empieza a absorber mi lengua de arriba a abajo, esto me prende a mil y de mi garganta salen gemidos que son sofocados por nuestras lenguas mojadas.

Sus embestidas son vacilantes y más fuertes, antes de sentir chorros de semen caliente ir por mi cuello uterino, sale de mi y mis labios vaginales están hinchados y mojados por su semen.

El carro se queda en silencio por unos segundos antes de que se siente, y me ponga a horcadas de él, me agarra del cuello y me empieza a besar como si fuéramos novios, el sonido de bocas mojadas se escucha y su pene agarra dureza de nuevo.

-Móntame -me dice con voz gruesa. No me lo dice dos veces antes de que yo me meta ese gran pene, mis labios vaginales se abren y empiezo a moverme de arriba a abajo, su boca agarra de nuevo mi pecho y dos de sus dedos me acarician el clítoris. Estoy sudando pero no puedo parar, mi clítoris se hincha y la necesidad de correrme con el pene de este hombre es más grande.

Unas estocadas más para que los dos nos corramos, me pasa su brazos por mi espalda y mis pechos quedan pegados a su pecho peludo, me da besos en el cuello hasta que nuestras respiraciones se calman, su pene sigue dentro mio, dejó de estar duro, pero todavía lo siento dentro de mi. Nos empezamos a poner la ropa sin decir nada, cada movimiento que hago siento semen saliendo de mi vulva.

Arranca el carro y pone su mano en el interior de mis piernas, un largo trayecto después, cuando estoy a punto de bajarme me detiene y me dice.

-Si le dices a alguien sobre esto estás muerta.

Pasan unos segundos antes de que le de un beso de lengua y me despida con una sonrisa burlesca.

Mi hija, actriz porno

Gary estaba sentado en el sillón del escritorio… Últimamente, él y su esposa se habían distanciado sexualmente… A ella no le apetecía y él, por despecho, puso cada vez más excusas para no tener relaciones sexuales con ella.

Así las cosas, Gary se encontró necesitado de sexo y empezó a ver cada vez más y más porno.

Pero hoy, fue un día muy especial… Gary estaba navegando por un sitio porno cuando vio un video de una joven blanca a la que un hombre negro le follaba el culo… El título era ‘Chica enculada por un hombre de color’.

Se estaba acariciando su polla, pero al ver esto se la puso como una roca de dura y tiesa… Su máxima erección alcanzaba los 14 cm.

Continuó observando el video durante dos minutos y vio cómo el culo de la joven era abierto brutalmente… Luego, la cámara hizo una panorámica y él pudo ver la cara de la chica con toda claridad.

Por su expresión, parecía que la chica estaba sufriendo un dolor extremo, pero Gary siguió mirando con la boca abierta… Quedó sin saber cómo reaccionar… Frente a él estaba su hija Conny, de 19 años… A pesar de ser su hija quien estaba siendo brutalmente enculada, se sentía tremendamente cachondo… Así que siguió mirando y masturbándose.

Luego, después de ver el video unas cinco veces, empezó a tener una idea y elaboró un plan… Un plan para finalmente anotar en casi dos años… Apagó el porno y marcó el número de su hija.

Ella respondió a un feliz padre que quería saber de su hija.

– «¡Hola papi!»

Él respondió con una respuesta rápida y le dijo:

– «Hola, cariño… ¿Te gustaría venir a pasar una semana en casa?… Es mi invitación.»

La línea se quedó en silencio por unos instantes hasta que ella respondió con un sí entusiasta.

Conny volaría desde Las Vegas y en unas cinco horas, llegaría a casa.

Con eso en mente, Gary comenzó a hacer arreglos para que su esposa estuviera fuera de la ciudad en un ‘tratamiento especial de spa’, que le había pagado.

Con eso solucionado, fue a su garaje y buscó varias cuerdas… Las colocó debajo de su cama… Luego fue a la cocina mezclando pastillas para dormir con un poco de vodka fuerte… Con todo eso terminado, esperó la llegada de su hija.

Varias horas más tarde escuchó un golpe en la puerta, se acercó y la abrió sonriendo a Conny.

Ella le dio un fuerte y largo abrazo que le permitió tener una gran vista de su pequeño culo… Se sentaron y hablaron un rato… Él le ofreció una bebida que ella aceptó de inmediato… Gary cogió la botella de vodka que tenía preparada y le écho una gran cantidad sin diluir en un vaso… Le entregó el vaso y ella lo bebió rápidamente.

Después de aproximadamente una hora de beber, se sintió somnolienta y él la ayudó a acostarse… Le dio un beso de buenas noches y salió de la habitación.

Después de dos horas volvió y trató de despertarla… Ella seguía durmiendo la resaca de alcohol… Y así estaría durante varias horas más.

Su padre buscó las cuerda que tenía guardadas debajo de su cama y la ató… Le cortó la camisa que llevaba y la amordazó… Luego esperó hasta que ella despertara.

Pasado un tiempo largo, su hija lentamente despertó… Abrió, poco a poco sus ojos y, de repente, los abrió de golpe al darse cuenta que estaba atada… Trató de moverse para liberarse, pero fue inútil.

Su padre se paró sobre ella mirando sus pequeñas pero firmes tetas, perfectamente proporcionadas.

Ella lo miró y gritó, pero la mordaza impedía que no se escuchara lo que quería decir.

Él le sonrió diabólicamente y le dijo:

– «Serás mi perra, tal como lo eres en esos videos que circulan por internet… Te voy a tratar como la puta que eres.»

Sus ojos se abrieron al escuchar sus palabras… Su padre lo sabía todo.

Gary no perdió el tiempo mirándola… Él le arrancó los jeans y miró su suave ropa interior de color rosa… Ella gritó aún más.

Su padre se quitó los pantalones, le sonrió y se subió a su pecho… Los ojos de Conny se abrieron de nuevo cuando vio la enorme erección de la polla de su padre.

Superada la impresión, su padre le quitó la mordaza y empujó su polla hasta su garganta.

Conny no fue advertida y su padre le dio una serie de estocadas rápidas y viciosas, repetidamente, llegando hasta su garganta… Ella se la mamó, en contra suya, generando gran ruido, al tiempo que escupía saliva.

Antes de correrse, su padre se retiró rápidamente y se deslizó fuera de su cama.

Conny, sin la mordaza ahora, lo miró suplicante y le dijo:

– «Por favor, papá, por favor… Déjame ir.»

– «Cariño… Sólo estamos comenzando», le respondió sonriendo.

Le volvió a poner la mordaza y le arrancó las bragas rosas.

Él, las olió absorbiendo el aroma de su coño… Miró su coño y pronto metió su polla dentro de el… Conny no apretó su polla con sus músculos vaginales, pero se sintió increíblemente excitada al pensar que estaba siendo follada por su padre.

Gary, se detuvo durante un minuto disfrutando del placer de tener su polla dentro del coño de su hija… Luego la miró profundamente a los ojos y siguió martillando ese coño abierto que tenía por haber sido muy follada por pollas extremadamente grandes y gruesas, que la habían dejado con un gran agujero vaginal, imposible de cerrar,

A pesar de eso, cada vez que golpeaba con su polla el cuello uterino de su hija, escuchaba un fuerte y rápido grito de ella.

Y así siguió durante varios minutos antes de meter su polla por completo y comenzar a arrojar varios chorros de semen en el coño de su hija… Luego se retiró y vio cómo su semen salía de su coño.

La dejó descansar durante varias horas hasta que la encontró durmiendo de nuevo… Le desató su brazo derecho, dándole un intento de libertad… Fue y echó el cerrojo a las ventanas y luego recogió toda la ropa que llevaba Conny y salió de la habitación… Por último, instaló un cable trampa fuera de la puerta y se sentó en las sombras, esperando.

Conny se despertó de nuevo, lentamente… Sintió que su brazo derecho colgaba libre y comenzó a luchar para liberarse hasta que finalmente soltó su brazo izquierdo. Después de eso, fua fácil soltar las piernas.

Primero probó escapar por las ventanas, pero las encontró cerradas… Fue hasta la puerta y salió… Ella pensó que estaba libre hasta que tropezó con el cable.

En apenas unos segundos su padre estaba sobre ella… Al estar completamente desnuda, su padre le separó fácilmente las nalgas y le metió su polla en su culo, tomándose su tiempo… Todo ese tiempo, Conny estuvo gritando todo lo que su voz le permitía.

Los vecinos escucharon todo el alboroto y llamaron a la policía.

Con Conny en el suelo, su padre se acostó encima de ella…Sintió las apretadas paredes de su ano, separándose por el ancho pene de su padre que se iba deslizando hacia el interior de su recto y comenzaba a follársela… Ella seguía llorando y gritando.

Escuchó pasos, miró hacia arriba justo cuando la policía abrió la puerta de una patada y se apresuró a apartar a su padre de ella.

Un joven oficial agarró a Conny y la apartó poniéndole una toalla en la espalda para cubrir su desnudez.

Lo último que vio ella fue la imagen de su padre, esposado y siendo conducido hacia un coche de policía.

Hizo la maleta de nuevo y se fue al aeropuerto… Nunca más volvería… Una cosa es su trabajo como actriz porno, lo cual puede ser más o menos criticable, pero es lo que a ella le gusta… Y otra muy distinta, ser follada sin su consentimiento y encima que el violador sea su padre.

F I N

Omar pasó la tarde entera buscando el regalo perfecto para su novia, aquel día cumplían un año de novios y él quería que la cita que tendrían esa misma tarde fuera algo especial. Entró en una joyería a buscar algo hermoso y encontró un lindo collar de oro blanco con el dije de una flor en cuyo centro había una esmeralda. En cuanto lo vio, supo que era el indicado, así que sin pensarlo más, sacó su tarjeta de crédito y pocos minutos después salió de aquella tienda feliz, pues al fin tenía el regalo de su amada, Susana.

Habían quedado para la noche, la llevaría a cenar a un hermoso restaurante, después irían a bailar a un lugar que resultaba algo costoso, sin embargo, Omar quería complacer a su novia y ella tenía muchas ganas de visitar ese sitio. Un par de horas antes de su cita, mientras el salía de bañarse, su celular sonó y corrió entusiasmado a contestar, pensando que sería Susana, pues no había sabido nada de ella en todo el día. Cuando desbloqueó el celular, para su sorpresa, se dio cuenta de que se trataba de un mensaje proveniente de un número que él no conocía, pero vio que la vista previa incluía un video. La curiosidad pudo más que su precaución y abrió el mensaje, el cual solamente decía: que lo disfrutes.

En cuanto abrió el video sus ojos se abrieron mucho y sintió un fuerte dolor en la boca de su estómago, pues las imágenes que veía eran tan dolorosas como difíciles de creer. Susana se encontraba en medio de cuatro hombres, todos estaban sentados al rededor de una mesa mientras ella bailaba sobre el mueble, sensualmente, recorriendo su propio cuerpo con sus manos, tocándose las tetas mientras miraba a aquellos tipos sensualmente. Un sujeto salió desde atrás de la cámara y se acercó a ella. La jaló hacia él y ella solo se dejó llevar, con una enorme sonrisa en el rostro, el tipo puso sus manos en sus piernas y las fue subiendo hasta llegar a su nalgas, metiéndolas por debajo del vestido de Susana para luego bajar sus bragas. Ella se mostraba completamente cooperativa con aquel tipo que le quitó la ropa interior y la lanzó al rostro de otro sujeto, el cual se puso las bragas en la cara y las olió con morbo, mientras se aflojaba el cinturón, se desabrochaba el pantalón y sacaba su endurecido pene para después comenzarse a masturbar.

El tipo de pie que sujetaba a la chica, metió al cabeza debajo de su vestido y, aunque en el video no era visible lo que hacía, a Omar le resultó más que claro que le estaba practicando sexo oral a su novia, pues ella echó la cabeza para atrás, tomó al hombre de la nuca y lo apretó contra ella, comenzando a gemir intensamente poco después.

Los otros tipos comenzaron a desnudarse, uno de ellos se subió a la mesa y le quitó el vestido a Susana por encima de su cabeza, la tomó del cabello y la jaló hacia atrás para pegarse a sus labios en un apasionado beso. Omar no podía creer que aquello que estaba viendo en realidad hubiese pasado. Susana no necesitó ayuda de nadie para deshacerse de su sostén y dejar libres sus hermosos y enormes senos ante la mirada de aquellos tipos que estaban embobados viendo el espectáculo que la novia de Omar les ofrecía.

Tras algunos minutos los tres tipos que aun estaban sin entrar en acción, movieron todas las sillas y las apartaron, entonces Susana se recostó sobre la mesa, quedando con las piernas abiertas apuntando en dirección al tipo que le había estado comiendo la concha. Él miró a la cámara y sonrió mientras recorría los labios de Susana con su pene hasta encontrar su entrada y meter su miembro de un solo empujón. Ella gritó de placer y comenzó a gemir como loca mientras el hombre la penetraba con fuerza y violencia, haciendo que incluso en el video se escuchara el golpeteo de sus cuerpos al chocar. Otro tipo colocó el pene cerca de la boca de Susana y ella, sin decir nada, sin siquiera voltear a ver al hombre, engulló el miembro y empezó a succionarlo y recorrerlo con sus labios con desesperación.

El hombre que la penetraba aceleró su ritmo y comenzó a emitir gruñidos prolongados, señal inequívoca de que había eyaculado. Cuando salió del interior de Susana, otro más tomó su lugar. De aquella forma pasaron varios minutos en que hombre tras hombre penetraban a la chica y luego cambiaban de lugar, descansaban por un rato mientras otros la usaban y luego cuando recuperaban las fuerzas volvían a la carga. Uno de ellos quiso meterle el pene en el ano, pero Susana se negó, pues ella nunca lo había hecho por ahí, a Omar siempre le dijo que le daba mucho miedo, pues creía que sería muy doloroso. El tipo respetó su decisión y fornicó con ella por la vagina.

Omar no podía creer lo que acababa de ver, por un momento quiso creer que la habían drogado, que tal vez se encontraba en estado de ebriedad, sin embargo, cuando al final Susana se levantó, parecía estar completamente consciente de todo, desapareció del cuarto desnuda cargando sus cosas y uno de ellos se acercó a la cámara.

– Feliz aniversario, mientras tú trabajas y le pagas todas sus cosas, a nosotros nos busca para cogerla como tú no sabes hacerlo. Apuesto a que habías preparado todo un show para su primer año juntos, tal vez una cena, un regalo costoso – muchas carcajadas se escucharon y Omar notó que todos miraban a la cámara.

El hombre se retiró de la cámara tras unos minutos de estarse riendo, se sentó a tomar una cerveza y a ratos miraba de nuevo a la cámara y hacía señas obscenas. Los pasos de Susana se escucharon y poco después apareció, vestida con un vestido diferente, uno rojo muy entallado, con el pelo recogido en una coleta, maquillada impecablemente, usando tacones altos que hacían lucir sus piernas muy atractivas. Se despidió de todos con un beso en la boca y luego sacó un pequeño espejo, se miró los labios, corrigió un poco los desperfectos que provocaron los besos, les sonrió a todos y se fue. Nuevamente aquel tipo se puso frente a la cámara.

– Ahora va a su casa a dejar sus cosas y a esperarte, te va a hacer creer que estuvo arreglándose por horas, tal vez si la besas aún tenga el sabor del semen que se tragó hace un rato, pero en fin, que disfrutes tu aniversario.

El video terminó y él entendió que todo aquello había ocurrido ese mismo día. Omar sintió cómo su mundo se caía a pedazos, su corazón estaba deshecho y toda la felicidad que había sentido hacía tan solo unos minutos, se esfumó por completo. Se quedó ahí, sentado, mirando al vacío, sintiéndose engañado, solo, traicionado por la mujer que amaba. Pero minutos después miró el collar que había comprado, pensó en la reservación del restaurante y en todo lo que estaba dispuesto a gastar por complacerla. Luego pensó en cada ocasión en que había salido con ella, desde aquella vez que se conocieron en el bar y el le invitó varios tragos. Analizó a una gran velocidad cada evento, cita, reunión en la que había estado con ella, y fue en ese momento en que se dio cuenta de que ella solamente lo quería por lo que él le podía dar. Pensó detenidamente en cada ocasión en que él le había dicho que la amaba y entendió que ella realmente nunca le había respondido con aquellas palabras. Qué ciego había sido Omar.

Estaba decidido a no salir de casa aquella noche, ni siquiera le daría explicaciones a Susana, simple y sencillamente su relación había terminado, no quería saber nada de ella, pero justo cuando estaba a punto de desvestirse, su teléfono sonó nuevamente. Tomó su celular y vio que ahora el mensaje era justamente de Susana. Cuando lo abrió se encontró con una foto suya, vistiendo aquel vestido rojo, luciendo exactamente como la vio al final del video, luego leyó las palabras que le había mandado su novia: te espero amor, tengo muchas ganas de verte cielo, no tardes. Aquellas palabras fueron las que hicieron que Omar se decidiera hacer algo estúpido, llevado por el coraje que provocó en él, el cinismo de aquella mujer.

Terminó de arreglarse lo más rápido que pudo y salió de casa, subió a su coche y arrancó en dirección al hogar de Susana, quien vivía en una zona cercana a donde estaba el hogar de Omar. El plan había sido que el le tocaría el claxon y ella saldría de inmediato a buscarlo, pero Omar sabía que aquella tarde sus padres no se rescontraban en casa, pues ese fin de semana visitaban a familiares en otro estado, así que cuando llegó a casa de Susana se bajó del carro y tocó la puerta. Escuchó los pasos de la chica y de pronto la puerta se abrió, ella se sorprendió al verlo ahí parado y lo miró de pies a cabeza, ciertamente Omar era bastante atractivo, era un hombre alto y con una fortaleza ganada a base de horas en el gimnasio, su piel era clara y sus ojos de un enigmático verde oscuro. Aquella noche iba vestido con un elegante saco negro, una camisa azul que dejaba ver el espacio entre sus pectorales, pantalones negros y zapatos brillantes y elegantes. Susana sonrió al encontrarse son su mirada, y se acercó a él a besarlo, Omar la ignoró y pasó al interior de la casa, provocando un sentimiento de incertidumbre en ella.

– Tengo que pasar al baño, lo siento, no tardaré.

– Si cariño, adelante – ella creyó que la reacción de su novio al intentar darle un beso se debería solamente a su urgencia por ir a descargar, así que no le dio mayor importancia y decidió recoger su bolso y su chaqueta mientras Omar salía del baño, cuando lo hizo ella estaba de espaldas a él mirando su celular, Omar se acercó a ella con cuidado de que no lo escuchara y alcanzó a ver que se escribía con un hombre llamado Julio, no pudo leer mucho pero en un mensaje, el tipo le preguntaba si ya estaba con su “el idiota” de su novio y ella le decía que no le escribiera más por esa noche, que ella le escribiría en cuanto Omar la dejara.

La furia en el interior de Omar creció de golpe, no soportó que aquella mujer se burlara de él de esa forma tan humillante y no esperó un segundo más para llevar a cabo lo que quería hacer. Sacó de su sacó el collar que había comprado para ella, un objeto grueso que difícilmente se rompería. Ella se sobresaltó al ver las manos de Omar salir desde arriba de su cabeza sosteniendo aquel regalo pero sonrió al ver el collar, imaginando lo costoso que sería y colaboró con su novio para que se lo pusiera.

En cuanto el clic del seguro del collar se escuchó ella se dispuso a girar su cuerpo para besar a su novio, sin embargo, Omar no la dejo, se pegó a ella por detrás y comenzó a sobarle las tetas, y comenzó a dirigirla a la sala. A pesar de que aquel gesto le sorprendió a Susana, tras recibir aquel costoso regalo, dejó que Omar le hiciera lo que quisiera, sintió como aquel hombre le restregaba la verga entre las nalgas mientras ella las movía rítmicamente para hacer que el miembro se pusiera más duro y, cuando estuvo al punto de penetración, el hombre le levantó el vestido y le bajó las bragas con un rudeza completamente insólita en Omar, Susana lo notó pero no le dio importancia, por el contrario, se sintió orgullosa de poder provocar a ese nivel a un hombre.

Él la empujó un poco haciendo que Susana se inclinara y recargara sus manos en el respaldo del sillón, ella se dejó guiar mientras sentía como su novio tomaba su pene y lo pasaba entre los labios de su vagina, pero luego dio un respingo cuando sintió el miembro de Omar rosando la entrada de su ano. Ella trató de girar su cabeza pero Omar presionó sus hombros para impedírselo y comenzó a empujar por el único orificio de Susana que continuaba virgen. La chica trató de protestar pero Omar la acalló tomándola del collar y asfixiándola un poco con él. Susana sintió tanto miedo por aquella acción que no dijo nada más, ni puso resistencia mientras Omar seguía empujando para meter su pene en el culo de Susana. Entre escuchar los gemidos de dolor y ver cómo Susana enterraba sus uñas en el sofá, Omar fue poco a poco metiendo su pene cada vez más profundo dentro de Susana hasta que consideró que una buena parte estaba adentro y comenzó a embestirla salvajemente.

– ¡Para por favor para, me haces mucho daño! – gritaba Susana desesperada pues el dolor que sentía era demasiado y Omar estaba completamente fuera de control. Pero al escucharla, aquel hombre jaló el collar para atraer a Susana y pegarla a su cuerpo, quien al sentir la asfixia puso sus manos al rededor del objeto tratando de aflojar la tensión que ejercía sobre su cuello.

– No escuché que le dijeras eso a los cinco cabrones que te estuvieron cogiendo en la mesa, puta de mierda.

En los ojos de Susana podía verse el Terror que experimentó tras escuchar aquellas palabras, mientras Omar incrementaba la fuerza de sus embestidas, momento en que Susana sintió que algo en su interior se rompía, causándole tanto dolor que comenzó a llorar sin control, tratando de gritar pero sin lograrlo dada la presión que el collar ejercía sobre su cuello. Omar dejó de jalar el collar, tomó a Susana por las caderas y le dio algunas embestidas brutales que le dolieron como nunca antes nada le había dolido a Susana, pero sus gritos no pudieron escapar de su garganta pues tras la presión ejercida por el collar no podía hacer otra cosa que toser, en un esfuerzo de su cuerpo por hacer que entrara aire en sus pulmones.

Omar eyaculó en el interior de Susana, haciendo que su semen ardiera como si fuera fuego al entrar en contacto con las heridas que el hombre le había provocado en su interior. Omar se separó de ella y Susana se quedó tirada sobre el sillón, llorando por el dolor que sentía, en ese momento Omar se miró el pene manchado de mierda y sangre, se acercó a Susana, le abrió la boca y la obligó a limpiarle el miembro, a pesar del dolor, al mirar los ojos de Omar, ella sintió un profundo miedo y no puso resistencia alguna, no dejó de mamar el pene hasta quedó completamente limpio.

Cuando él se apartó, Susana clavó su vista en el suelo, las lágrimas seguían corriendo por sus mejillas. Omar la observó, ahí tirada, destruida, sintiendo un inmenso dolor, por un momento se sintió culpable, pero luego recordó el video y respiró profundo, ella se lo merecía.

– Te hubiera dado todo lo que quisieras, solo pedía lealtad y un poco de cariño, pero si prefieres vivir como una puta el resto de tu vida, es tu decisión – Omar había terminado de arreglarse la ropa y se disponía a irse – por cierto, dile por favor a tu amigo que me encantó el video, debería venderlos en vez de regalarlos, tal vez haría un buen dinero con ellos, el collar te lo puedes quedar, tómalo como el pago por tus servicios de esta noche – aquellas fueron las últimas palabras que Susana escuchó de Omar, antes de dejarla atrás, haciéndola sentir completamente humillada.

Katerina había llegado al fin a casa de Lina. Tenían pensado estudiar para su próximo examen de griego. Se paró delante de la puerta y tocó, alisando a la vez la falda de su uniforme. Para sorpresa de Katerina, no fue su amiga la que abrió, sino Marcus, el padre de esta.

Era un hombre fuerte y alto, atractivo tal vez. Se había divorciado de su mujer hacía ya algunos años, y Lina vivía con él de vez en cuando. Lamentablemente, esta era una de esas veces.

—¿Quién eres tú?— dijo él, repasando el cuerpo de la chica de arriba a abajo

—Oh, hola. Soy Katerina. Estoy buscando a Lina, para estudiar

—Pues lamento decirte que Lina está de compras con su madre, así que no podréis estudiar porque no está

—Oh— Katerina suspiró cansada —Esta bien, muchas gracias igual.

Nuestra protagonista se giró dispuesta a abandonar el recinto, pero aquel hombre la llamó haciéndola girar.

—Si quieres puedes quedarte aquí a esperarla. No me vendrá mal un poco de compañía

La inocente de Katerina asintió. Total, ¿qué era lo peor que podía pasarle? No se dio cuenta de que ya estaba sentada en el sofá del cuarto de estar de la casa hasta que oyó la voz de Marcus

—¿Que quieres beber?

—Oh, un poco de agua estará bien. Gracias

Lo que nuestra pura Katerina no sabia era que Marcus era un depravado sexual. Siempre observaba los cuerpos de las mujeres imaginándose como las haría sus perras personales. Y ese era el caso. Así que Marcus echo unas cuantas pastillas que en seguida se disolvieron en el agua que nuestra protagonista bebió minutos después sin sospecha. Marcus sonrió abiertamente, sabiendo que en menos de unos minutos, la pelirroja sentada en frente de él empezaría a excitarse sin impedimento.

Tras unos pocos minutos de charla, Katerina empezó a sentir como su coño empezaba a mojarse. «¿Qué me pasa?”, se preguntó. Cerró sus piernas, apretándolas contra si.

—¿Que pasa, Katerina? ¿No te encuentras bien?

—Estoy bien, señor. No se preocupe por mi

—No pareces estar bien, ¿puedo hacer algo?

La chica, que empezaba a sentir que el sofá debajo de ella se empezaba a mojar, se sintió muy avergonzada. No comprendía por qué estaba así.

Marcus, por su parte, se sentó al lado de ella con una fingida preocupación. Él sabía perfectamente que en poco tiempo tendría a esta niña a su disposición.

—Vamos, nena, ¿que pasa?— Marcus empezó a acariciar su brazo, mientras ella suspiraba fuertemente

—N-nada. No m-me p-pasa nada— Ella, ni siquiera podía hablar. Estaba cansada y no podía relajarse. En el momento en el que se relajará, su coño estallaría. Además, tampoco podia levantarse: sentía que empezaría a soltar fluidos en cuanto eso ocurriera.

Katerina mordio su labio mirando hacia arriba, mientras Marcus sonreía. Este paso si gran mano hacia las piernas de la menor y empezó a acariciarla. Abrió sus piernas sin mucho esfuerzo y cuando tocó el tanga de esta, estaba empapado.

—Wow, nena, qué mojada estas. Creo que necesitas una ayudita

Katerina le miró pero no podía pensar con claridad. La droga actuó fuerte.

Marcus se las ingenio para romper ek tanga de esta con la mano y tirarlo hacia otro lado. Se posicionó entre las piernas de Katerina y las abrió aún más, dejándola totalmente expuesta y avergonzada ante él

—Mm, qué coñito tan apetecible. Digno de una puta como tú— rio mientras daba un golpe seco en la vagina de la joven, mientras ella chillaba.

—¿Q-que haces?

—Desde que te vi entrar por esa puerta supe que quería hacerte mia. Solo bastaron unas pastillas para tenerte así: mojada y abierta de piernas para mi. —metió tres dedos de golpe en el orificio de la fémina, haciendo que ella se arqueara abriendo más los ojos —Me gustas mucho, Katerina. Se que serás una buena perra y te podré dar mucho uso. Solo tienes que portarte bien, ¿de acuerdo?

Katerina ni siquiera le miraba, solo se dejaba violar por sus dedos mientras chillaba. Su coño pedia polla. Aunque ella no quisiera, lo necesitaba.

—Dime, ¿cuánto más necesitas para correrte? ¿acaso tres dedos no son suficientes y necesitas una mano entera?

Al decir eso, Marcus siguió penetrandola pero ahora con los cinco dedos de su mano, haciendo gritar desconsoladamente a Katerina. La dolía mucho pero estaba tan dilatada que su mano entraba a la perfección.

Con la otra mano, abrió su camisa y vio sus redondas y firmes tetas con esos rosados pezones puntiagudos. Marcus empezó a mordedlas y a chuparlas desesperadamente.

Katerina ya no podía ni llorar. Estaba sumida en el placer y la humillación. Tanto así que se corrió, manchando todo el sofá del cuarto de estar de su amiga.

—Eres una perra muy guarra, Katerina— Marcus la abofeteó mientras sacaba su mano de su coño y se la metía en la boca —Chupa nena, ¿a que sabes bien?

Cuando la pelirroja se vio obligada a saborear su propia corrida, no pudo contener las arcadas. Aun así, no dejó de chupar los dedos bien mojados del hombre.

Vio como Marcus se quitaba el pantalón y su bulto se hacía más notorio. Era una polla enorme. Se notaba aún con el bóxer puesto.

—Katerina, preciosa, te voy a enseñar tu nueva habitación por hoy, ¿vale?— sin dejarla hablar, la cogio en brazos pues ella no tenia fuerza para andar y la bajo al sótano de la casa.

Entro gracias a varias llaves que volvieron a cerrar la puerta cuando entraron. Ella se quedó perpleja cuando la luz se encendió.

Era una habitación de sumisión. Una tarima se encontraba en el centro y tenía una barra de striptease sobre ella. Justo en frente se encontraba un cómodo sofá. Había muchos espejos por toda la habitación. También, distintos potros en múltiples posiciones, una jaula e incluso unos comederos en el suelo. Era aterrorizador.

—¿A qué es bella? Esta sala es como mi despacho, Katerina. Espero que te guste, porque vamos a estar aquí horas hasta que a mi se me plazca. Deberás colaborar.

Él despacio la coloco en uno de los potros, dejando su vagina y ano a su vista. Se deshizo de todas las prendas de la chica. Colocó un collar en el cuello de Katerina: un collar de perro.

—A partir de hoy, serás mi perra. No querrás que nadie se entere de que te corriste asi en mi sofá. Todos los días cuando te llame vendrás, bajarás aquí y serás una buena mascota para tu amo.

Katerina, atada al potro, asintió débilmente. Estaba muy cansada, su coño palpitaba e incluso escocia y sus piernas temblaban.

Marcus se quito tambien toda su ropa y lleno los comederos que nuestra pelirroja había localizado antes. Por primera vez, Katerina vio su polla en todo su esplendor. Era enorme, la más grande que había visto jamas. Su vagina no aguantó más y volvió a correrse. Marcus se rio viéndola tan humillada y tan suya.

—Con que te gusta mi polla, ¿eh?— él la tocó bajo la mirada de Katerina —tu coño no puede más sin ella: la desea mas de lo que jamas has imaginado. No te preocupes, perrit, te daré lo que quieres.

Sin más dilación, introdujo toda su polla en el coño de la joven que chillo, virando los ojos. Sintió su interior colapsar mientras Marcus empezaba con sus fuertes embestidas. A la vez, sin darla descanso, metió dos dedos por su ano, que era virgen. Marcus rio ante los chillidos incesables de la chica q estaba debajo de él y siguió moviendo sus caderas para penetrarla con gusto.

—Te gusta, ¿eh? Eres una puta Katerina, eso es lo que eres.

Mientras azotaba las nalgas de la chica sin piedad, ella solo podía pensar en que nunca jamas veria a su amiga Lina y que tampoco volvería a coger griego como asignatura. Si la hubieran dicho que esto terminaría así… Sus pensamientos se vieron interrumpidos por otra corrida más. Estaba exhausta, pero Marcus no paró hasta que él también se vacio debtro de ella. Ya ni siquiera le importaba el hecho de que estuviera ovulando y de que, con su mala suerte, seguro que la había dejado preñada.

Cuando esto terminó, Marcus la bajó del potro y, agarrándola del collar que llevaba al cuello, la dirigió hacia los cuencos llenos de comida de perro y-Vamos, come un poco puta, que tenemos que seguir.

—Venga zorrita. Come un poco que tenemos que seguir, ¿si?

Katerina, ya rendida, se puso a comer y a beber como si fuera un perro, totalmente humillada, mientras pensaba cuanto más tendría que hacer para que su tortura acabase.

Julen un chico de 19 años vive en las afueras de una ciudad de la costa, estudia informática en un curso de formación profesional, como la mayoría de jóvenes con su edad iba de fiesta, se emborrachaba, conocía chicos y chicas, su carácter acomplejado le hacía tener muchos problemas, un chico de origen árabe llamado Omar frecuentaba el mismo grupo de amigos, era 4 años mayor que él y su aspecto físico y musculado lo hacían totalmente opuesto a Julen, le sacaba un palmo de altura y cuando los veías a los dos juntos quedaba claro quién era el fuerte y el débil, el carácter de los dos también era un punto en contra de Julen, no tenían una buena relación, pero Omar supo enseguida que de todo el grupo Julen era el eslabón más débil y así comenzó Omar a acosar a Julen.
Primero fueron burlas y maltratos, después obligo a Julen a quitar dinero a su madre para asumir los gastos de las fiestas y la marihuana que consumían, cualquier cosa en la que estuvieran involucrados primero era Omar y luego Julen, si una chica le gustaba a Julen primero pasaba por Omar, otra cosa por el que fue objeto de muchas burlas fue por los atributos de uno y de otro, las chicas siempre hablaban de el pene de gran tamaño de Omar y por otro el pene ridículo y normalizado de Julen. En lo único que tenía alguna similitud es que a Julen su padre unos cuatro años atrás había sido el director de un centro dental y había huido a Sudamérica con una secretaría dejando una estafa millonaria, por su parte Omar era huérfano y vivía con una hermana.
Un día estaban en casa de Julen, que vivía en una urbanización apartada y llegó a casa su madre y los encontró jugando a la Play, rápidamente Omar fijo sus ojos en la madre de Julen y la escaneó con una mirada profunda y penetrante.
– Hola soy Omar – se presento levantándose y dirigiéndose a la madre de Julen sin que esta pudiese reaccionar, le dio dos besos y sus manos la acariciaron las caderas sin ningún pudor – soy el amigo de su hijo.
Laura, como se llama la madre de Julen se quedo sorprendida por la insólita presentación y también le dedico una mirada morbosa, después Laura los dejo solos.
– Joder no me habías dicho que tu mama es un todo un pibón – le exclamo Omar.
– No me dirás que también te gustan las mujeres maduras – le soltó Julen.
– Me gustan como tu mama – soltó sin ningún reparo Omar – bajitas, gorditas con unas buenas tetas y un buen culo, es un poco feúcha pero seguro que comiéndose una polla y follando tiene que ser mejor que una puta.
– Venga déjate de tonterías – le dijo Julen.
– Mira como tengo el rabo – dijo Omar levantándose y agarrándose aquel bulto erecto y burlándose de él.
Cuando se fue Omar, al pasar por la cocina vio a Laura y entro en la cocina y volvió a saludarla
– ¡Ya te vas! – exclamó Laura – ¿Quieres quedarte a cenar con nosotros?
– Otro día sí que me quedare – contestó Omar – Si quieres que me quede.
Omar le volvió a pasar las manos por la cintura, esta vez con más descaro y le dio dos besos, el primero en la mejilla, pero el segundo Omar no giro la cara y el beso fue a parar en los labios de Laura, fue un movimiento que paso inadvertido para Julen en tanto que perturbo a Laura que se sonrojo ante el descaro de aquel chico.
Julen lo acompaño hasta la puerta, Omar se giró y miro si Laura estaba mirando al ver que no era así.
– Tú crees que le va a caber todo este pollón en el chochito – le dijo Omar mientras se restregaba la mano por el pantalón y le dio una palmada en la cara a modo de despedida.
Aquella noche mientras cenaban Julen estaba absorto en lo que le había dicho Omar y solo fue interrumpido por las preguntas de su madre.
– Háblame de ese chico – le dijo Laura – estudia contigo.
– Si estudiamos juntos – le mintió Julen – pero en otro curso.
– Vaya cuerpazo que tiene – dijo Laura – ¿hace deporte?
– Hay mama déjame ya de tanta pregunta – le exclamó Julen enojado por cómo su madre alababa el físico y atractivo de Omar.
Su madre se giro y se puso a fregar los platos, mientras su hijo la observaba de espaldas, estaba tan preocupado por las palabras de su amigo como por las preguntas de su madre, eran las mismas que hacían las chicas que se querían acostar con Omar. Por un instante se quedo mirando fijamente a su madre, nunca la había imaginado como mujer y cómo le había dicho Omar no era muy atractiva, Laura tiene 39 años mide 1.60 y pesa algo más de 70 kilos, es un poco obesa, tiene el pelo castaño y le llega hasta el cuello, conserva un buen culo y unas buenas tetas y apetecible para los hombres.
Se despidieron con un beso, Julen se fue a dormir y su cabeza no paraba de darle vueltas a todo lo acontecido, su pene se puso erecto y tuvo que hacerse una paja, lo que no sabía es que su madre también se estaba masturbando.
Julen y Omar no se volvieron a ver hasta el fin de semana, salieron de fiesta con toda su gente, hicieron botellón y se fumaron unos petarditos antes de ir a la discoteca cuando volvieron a casa, se pararon en un parque a fumarse un petardito, tanto él como Omar ya iban un poco pasados.
– Tu madre ¿cómo esta?- preguntó maliciosamente Omar
– ¡Estas obsesionado con mi madre! – le dijo sonriente Julen – tenías razón, si no fuese mi madre tiene un buen polvo.
Los dos se echaron a reír el alcohol y los porritos hacían su efecto
– ¿No tiene nadie que la ponga a gusto? – le dijo Omar – vamos alguien que se la folle.
– El año pasado salió con uno – contestó Julen – pero no llegaron a nada, además mi madre desde que la dejo mi padre es una mujer de estar por casa, su trabajo, es una mojigata.
– Debe tener el chochito cerradito – observo Omar.
– Va deja de fantasear con mi madre – le dijo Julen – Te crees que es como las putitas del puticlub, que llegas y te la follas.
– Tú me vas a ayudar a follármela – le insinuó Omar mirándolo fijamente – Me vas a entregar a tu mama para que me la folle.
– No te pases conmigo – le dijo Julen – ya ésta bien el cachondeo.
Omar se levanto y agarró a Julen por el cuello y le levanto la mano amenazando con soltarle un guantazo.
– Te crees que estoy de cachondeo – le susurró Omar – quieres que le diga a tu madre lo gilipollas que es su hijo, que tengo que estar contigo para que no te inflen a ostias por ahí.
Julen se quedo agazapado y atemorizado, sabía que Omar era capaz de soltarle unos guantazos impunemente.
– Le digo a tu madre que no paras de fumar porros – le menciono Omar – y que le quitas el dinero para irte de marcha o que la mitad de los días no vas a clase.
Julen quedo indeciso por un lado su madre no se podía enterar de todo lo que él le amenazaba con contarle, por otro no quería llevarse ningún guantazo por lo que hizo un gesto afirmativo con la cabeza y acepto.
Omar lo soltó y se fueron, Julen llegó a su casa y abrió la puerta sin hacer ruido, paso por la habitación de su madre y la vio durmiendo plácidamente, se fue a su dormitorio y se estiró en la cama, la cabeza le daba vueltas, el alcohol le estaba pasando factura, antes de dormirse pensó en las palabras de Omar sobre su madre y hubo una frase que se le quedo grabada que su madre tendría el chocho cerrado, se quedo pensativo, si su madre llevaba tanto tiempo sin tener relaciones a lo mejor tenía razón, rápidamente se quedo dormido.
– Venga levántate ya que son las tres de la tarde – le grito su madre levantando las persianas.
– Mama déjame dormir – le contestó Julen resacoso.
– ¡Espabila! ya tengo la comida hecha y tu amigo ha venido a verte – le vociferó Laura – si no comemos él y yo.
– ¡Mi amigo! – Julen se levantó exaltado y se vistió rápidamente aunque el dolor de cabeza le impedía coordinar sus movimientos y casi se cae de la cama.
Julen llegó a la cocina exaltado y allí estaba Omar sentado frente a un plato, le saludo con el brazo y le dedico una sonrisa perversa.
– Tú amigo ha venido a verte y no había comido – le dijo Laura – así que se queda a comer con nosotros.
Julen hizo un gesto de aprobación, pero de golpe recordó todo lo acontecido la noche anterior, aquel cabrón venía a intentar follarse a su madre, la comida discurrió con normalidad, su madre y Omar hablaron amistosamente mientras Julen los contemplaba estupefacto.
– Come más hijo – le señaló Laura.
– No tengo mucha hambre – le contestó Julen.
– Es igual que su padre – le comentó Laura a Omar – cuando bebe ésta dos días que no sirve para nada.
– A usted le hace falta un hombre en esta casa – le expresó Omar mientras le dedicaba una mirada picara a Julen.
– ¡huy un hombre! – dijo sonriente Laura – donde encuentras eso.
Julen clavo su mirada en Omar, ese cabrón le estaba tirando los tejos a su madre delante de él y encima le obsequio con una mirada burlona. Acabaron la comida y Laura preparo café, Omar y Julen se fueron a su habitación.
– ¡Éstas loco! – le dijo Julen – que te has creído.
– Acuérdate lo que te dije ayer maricona – le dijo Omar mientras le levantaba la mano amenazante – quieres que le diga cómo eres.
Julen asintió con la cabeza y se sentó encima de la cama.
– Ahora quédate aquí y no te muevas – le dijo Omar – voy a ayudar a tu madre… ves preparando la Play.
Omar se dirigió a la cocina, Julen lo siguió y se quedo escuchando la conversación.
– Ya la ayudo con los platos – dijo Omar
– ¡Vaya! Que educado que eres – contestó Laura – anda yo fregó y tú los secas…. ¿qué más sabes hacer?
– Se hacer casi de todo – contestó Omar – pero hay algunas cosas que me salen mejor que otras.
– ¿Qué cosas te salen mejor? – preguntó con curiosidad Laura.
– Las mujeres – susurró Omar – a las mujeres las sé tratar como se merecen.
– ¡huau! – exclamó Laura – y a mi cómo me tienen que tratar.
– Una mujer cómo tú necesita un cuidado especial – le susurró – Tanto tiempo sin un hombre no puedes estar.
– ¿Y tú que sabes como estoy? – le susurró Laura
Julen ya había escuchado bastante, Omar estaba seduciendo a su madre y esta se dejaba llevar por él sin ningún impedimento y entró en la cocina haciendo ruido.
– estáis aquí – dijo Julen al entrar Ya tengo lista la Play.
– Sí ya estamos – dijo Laura sonrojada – me voy a casa de una amiga volveré tarde.
Julen observo la cara de su madre al pasar delante de él y nunca había visto aquella expresión, Omar se giró con una sonrisa burlona y con un buen bulto en su entrepierna, estaba empalmado el cabrón.
– Me parece que tu mama no es tan mojigata como tú te crees – le dijo humillándolo Omar que le tiro el trapo con el que estaba secando a la cara a Julen mientras se marchaba – va a ser una buena putita.