A sus siete años comenzamos la actividad sexual, y hasta el día de hoy que acaba de cumplir 12, seguimos divirtiéndonos uno con el otro.. Todo comenzó un domingo de verano a la siesta. Mi esposa y Carmencita mi hija se fueron al cementerio a visitar la tumba de la abuela. Ludmila no le gusta ir, le causa mucha tristeza. Por lo que se quedó en casa conmigo, hacía tanto calor que decidimos ir a dormir la siesta a la habitación con el aire acondicionado, ella estaba vestida con un liviano short y una remerita de algodón de permitía ya apreciar sus pezones agresivos para su edad. Era ya por entonces una divinura de niña, alta, bien formada, de redondas curvas, que se veían acondicionadas por la práctica de valet que la niña realiza. Sus piernas bien torneadas terminan en un par de nalgas bien redondas, firmes y altas. Ya se notaba que sería una escultural señorita. Pero hasta aquí nunca se me había pasado por la cabeza el involucrarme sexualmente con una niña y menos con mi nieta. Pero cuando tiene que pasar, pasa.
Nos acostamos y pusimos una película en la tele, en un canal de cable, recuerdo hoy luego de varios años el título de la película: «Amigos con privilegios». Son una chica y un muchacho, tienen sexo pero no son novios. Son amigos. Transcurría la película y de pronto una de las escenas donde tienen sexo bastante atrevido, Ludmila me pregunta como tenían sexo si no eran novios y no estaban casados. Me costó explicarle que se podía tener sexo sin mayor compromiso que el de cuidarse. Me parece que no quedó muy complacida con la respuesta. Pasado unos minutos mi nieta algo inquieta me pregunta si ella y yo podíamos tener sexo como esa pareja. Me dejó helado la pregunta, busqué en mi mente una respuesta acorde a su edad y sin compromiso, y le dije que sí, se podía pero que no era correcto ya que yo era su abuelo y ella era todavía una nena.
Y de una me soltó que su compañerita Joaquina, ya hacía varios meses que tenía sexo con su papá. Y que le gustaba mucho. Y como Ludmila no tiene papá, ella pensó que yo podía tener sexo con ella y así descubrir lo que tanto le gustaba a su amiga. Obviamente que mi cabeza daba vueltas a mil por hora. Y no contenta mi nieta con haberme contado el secreto de su amiga, se explicitó más, me cuenta que cuando la madre se va a trabajar, Joaquina le chupa el pito al papá hasta tomarse la lechita. Y que le gusta el sabor salado. Guauuuu!!!!
Toda una revelación. Y sin pensarlo mucho, si no no debería haberlo dicho, le pregunto a mi nieta si ella ha visto como es el pene de un hombre. Y me contó que otra amiguita llevó una revista al colegio donde había muchos hombres y muchachos desnudos y se les veía el pito. Les juro que no quise, pero toda esta charla me excitó e hizo que mi verga se pusiera dura. Lo cual al estar Ludmila casi subida a mis piernas notó algo duro bajo su pierna y estirando la mano tomó por arriba del short mi pija. Intrigada la toó y apretó calibrando el tamaño. Y me dice, abuelo, tu pito está duro y grande.
Yo ya algo lanzado y excitado por lo que la niña me había contado simplemente le ofrecí mostrárselo si ella quería verlo y tocarlo. Mi tripa tiene unos 19x5cms y en la base se ensancha casi hasta los 7cms. Ludmila levanta la carita hacia mí y con una pícara sonrisa me dice que si, que quiere verla. Me bajo el short y libero mi pija la que queda parada apuntando hacia mi vientre. Mi nieta abre grande los ojos, estira su manito y toma la pija por el tronco, apenas abarca su grosor, la cabeza está hinchada, roja. Ludmila se acerca y la olfatea, luego sin verguenza o rechazo alguno, simplemente abre la boca y se mete la cabeza, la cual lame y chupa por unos segundos, luego se saca la verga de la boca y me dice que le gusta el sabor. Yo estoy como loco, mi nieta me está chupando la verga, y lo que es peor, me gusta y no hago nada por detenerla. Al contrario, le digo que la tiene que chupar como cuando come un helado, solamente con los labios y la lengua, ella vuelve a poner boca a la obra, y sigue dándome una rica mamada. Para esto está en cuatro patas sobre mi entrepierna, por lo que su culito queda a mi disposición, por lo que simplemente meto la mano dentro de su short y comienzo a acariciar su culito, su oyito y deslizo mis dedos hacia su conchita, la que descubro algo babosa. Por lo que deduzco que mi nieta está algo caliente. Sus labios vaginales son gorditos, meto dos dedos en su conchita y ella gime abriendo un poco más las piernas, le está gustando lo que hace, descubro su pequeño clítoris y este está durito, excitado, lo acaricio suavemente y mi nieta gime, y cada vez se mete más la verga a la boca, ya tiene un buen pedazo. Para esto yo estoy a punto de acabar, le informo que pronto va a salir la lechita y que debe tragarla toda, sin sacar la pija de la boca, asiente con la cabeza y se esfuerza más, yo mojo mis dedos en sus jugos vaginales, y acometo su culito, al cual meto primero un dedo y luego el segundo, ella gime y se desespera, se traga media verga y en ese momento le lleno la boca de semen con potentes chorros, ella se traga todo, medio se atraganta con la pija en la garganta pero no la saca, para esto yo le tengo dos dedos completos metidos en su ano. Cuando se calma le saco los dedos del culo, vuelvo a acariciar su conchita, ella se deja hacer, la acomodo boca arriba en la cama con las piernas bien abiertas, me acomodo en medio de ellas y acometo su conchita con mi lengua y mis dedos, pronto la tengo totalmente excitada y a punto de tener un orgasmo, meto dos dedos en su culo y muerdo suavemente su clítoris y mi nieta obtiene su primer orgasmo, tiembla y suspira fuerte, queda medio desmayada por la intensidad del mismo. Nos calmamos y nos recostamos uno al lado del otro, Ludmila no termina de comprender lo que pasó, pero está contenta, y me pregunta: ahora abuelo somos amigos con beneficios? A lo que simplemente le contesto que lo que sucedió entre nosotros nadie nunca puede saberlo, ya que yo iría preso. A lo que mi nieta me contesta que nunca le contará a nadie, ni a su mejor amiga. Así nadie se enterará. Y me pregunta si lo vamos a volver a hacer. A lo que yo le contesté que de a poco iremos avanzando con el sexo. Y mi niña tomando la pija por el tronco, la pajea un poco y mirándome a los ojos me dice, abuelo tu pito es muy grande para mi conchita, peo me gustaría que me la metas como se la mete el papá de Joaquina. Le prometí que pronto pasaría. Sigue en parte II
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Ese jueves Sofia llegó a la hora señalada: cara lavada, calza multicolor y remera haciendo juego … estaba hermosa, sobre todo por las bolsitas que se habían formado en sus ojos producto de levantarse tan temprano. Cargamos la folletería y partimos hacia Esperanza donde nos esperarían un par de vendedores de la sucursal local para ayudarnos a armar el stand … teníamos por delante algo así como una hora y media de viaje.
” … querés que empiece el mate ? …. preguntó ” … dale … junto al bolso hay medialunas que compré camino a la oficina …”.
Sofía se sentó tipo “chinito” y se puso a preparar el mate. Su rodilla ocupaba más allá de su asiento, llegando casi hasta el mío: ” … querés que corra la pierna o no te molesta ? …” dijo mientras se acomodaba. ” … no, está bien, dejala ahí … no hay problema …” respondí.
Luego de unos minutos de viaje y ya habiendo dejado de tomar mate iniciamos una conversación que fue calentando el ambiente. ” … qué dijo Gabriel de tu trabajo de promotora ? le molestó ? quise saber. ” … no … en realidad Gabriel no sabe nada que yo trabajo este fin de semana … bueno, a decir verdad Gaby no sabe nada de mí desde hace casi dos meses … nosotros no andamos más de novio …” confesó ella. La miré sorprendido … ella rió. ” … qué mirás así ? soy una niña soltera ahora ! … casi una monja … imaginate … dos meses sin garchar !! …” y lanzó una carcajada que dejaba ver su dentadura perfecta. ” … perdón, no sabía …” atiné a decir e instintivamente puse mi mano sobre su rodilla en un acto de consuelo. ” … tampoco es el fin del mundo … algo me dice que este finde voy a tener una alegría …” agregó poniendo en alerta mi pija que había comenzado a tomar temperatura de a poco.
La imagen que me regalaba el sol entrando por el lado de su ventanilla era maravillosa: los rayos parecían dibujar el contorno de sus pechos y me permitía ver cómo se marcaban sus pezones … mi erección estaba a pleno.
Llagamos al predio y nos estaban esperando la gente de nuestra sucursal local. Durante la mañana armamos el stand y cerca de las 13 hs. fuimos a almorzar. A las 16 hs. se inauguraba la muestra.
Media hora antes de la apertura Sofia estaba cambiada: su pelo planchado, sus ojos pintados estilo gata, los labios color mora …el catsuit le quedaba de maravillas … sus pechos elevados y firmes, su cola un regalo del cielo, pero me llamó la atención que no se le marcaba la bombacha.
” … Sofi … te queda espectacular ! cómo hiciste para que no se te note la bombacha ? ” … fácil, no traigo ropa interior …” me dijo al oído riendo, y tomando una de mis manos la guió recorriendo su espalda hasta sus muslos … ” … viste que no tengo nada puesto ? y se marchó hacia donde comenzaba el movimiento de gente meneando su culo, con el catsuit metido entre sus nalgas.
A las 21 hs. exactas se cerró el predio, la tarde resultó aburrida ya que quienes recorrían la expo eran empresarios y autoridades locales, esa primera tarde eran entradas de protocolo, mañana sería nuestro primer día de trabajo en serio. Volvimos a nuestra ciudad luego de dejar a los otros dos vendedores cerca de sus casas. Sofia seguía con el catsuit puesto, la oscuridad de la ruta no me permitía ver mucho, pero mi imaginación volaba. Al llegar a su casa se despidió de mí con un suave pero prolongado besa en mi mejilla mientras con una mano me acariciaba la cara. ” … gracias por esta oportunidad de trabajo “tío” … algún día espero poder retribuirte lo que hiciste por mí …” dijo casi susurrando, cosa que lo único que hizo fue lograr que mi pija se pusiera dura al instante. ” … no mi amor !!! gracias a vos por haber aceptado, sino tendría que haber salido a buscar a alguien y no tenía tanto tiempo, además a vos te queda pintado el uniforme … mañana te paso a buscar, no te olvides …” Rió y bajó del auto. Caminó hacia su casa con pasos largos … sus caderas se movían maravillosamente haciendo que llevase una mano a mi pija y la acariciase … esa noche cojí con mi mujer a lo bestia, acabándole entre sus tetas pensando en la pendeja …
La mañana del viernes ya venía calurosa, pero mi sorpresa fue verla salir de su casa rumbo al auto: vestía minifalda de jean y una remera básica blanca que con el fresco de esa hora marcaba en forma violenta los pezones. Sofía subió, me besó – esta vez muy cerca de mis labios – y con esa carita de recién levantada preguntó si empezaba el mate.
al contestarle que sí, se acomodó como el día anterior, poniendo sus piernas como chinito, solo que esta vez la mini quedó casi a la altura de su cintura permitiéndome observar su blanca bombacha. ” … bueno … al menos esta vez puedo ver que traés bombacha !! … dije abriendo los ojos. Sofía rió y largó: ” … no te molesta que se vea un poquito no ?? … ” … para nada, me pone feliz …” dije y reímos los dos. ” … Ay, ay, ay .. con qué poco te hago feliz !! … voy a pensar entonces en ver cómo hago para darte un poco más de felicidad, después de todo debo ser agradecida con el que me consiguió el trabajo …” y me guiñó un ojo. Puse mi mano sobre su rodilla, acariciándola, mientras ella comenzaba a subir su remera dejando su panza libre. ” … voy a aprovechar a tomar sol, no creas que me estoy desnudando … al menos por ahora …” y soltó una carcajada mientras empezaba a cebar mate. Acomodé mi pija que obviamente se había puesto dura y observé que miró de reojo, casi sin disimulo … nos quedaba una hora de viaje y las fichas ya estaban sobre la mesa.
Llegamos … Sofia se cambió y comenzó a hacer su trabajo. Al mediodía fuimos al mismo comedor del día anterior. Luego de almorzar subimos al auto y fuimos en busca de un hotel para las noches de sábado y domingo. Esperanza no es una ciudad muy grande, es principalmente una ciudad de chicos universitarios, por lo que no había muchos hoteles. El único que conseguimos tenía una sola habitación doble por lo que tendríamos que compartirla … mi cabeza volaba a mil aunque faltasen 24 hs. para que se diera ese momento. Sofia no dijo nada, solo que sería la primera en bañarse, eso era lo único que “no negociaba”, a lo que accedí sin duda alguna, después de todo la tendría conmigo 48 horas. Terminaba la jornada y una vez que cerraron el predio nos dedicamos a acomodar las cosas… me senté sobre el escritorio con las piernas abiertas y entró Sofía con cara de cansada… llegó hasta donde yo estaba y acomodándose entre mis piernas me abrazó. ” … uf ! estoy muerta … me cansaron estos tacos …” Yo la rodeé por la cintura acariciando el nacimiento de su culo, pude comprobar que no había ropa interior … mi pija saltó endurecida, ella seguía ubicada ahí. Me acomodé mejor haciéndole sentir mi bulto… Sofi no dijo nada, sólo soltó mi cuello y quedó frente a mi. La abracé con ambos brazos por su cintura quedando cara a cara. ” … muy cansada ? .. pregunté Y haciendo pucheros con su boca asintió con su cabeza. Me volvió a abrazar y esta vez mi pija estaba a pleno en su raja … bajé del escritorio y dándole un beso en la frente le dije que nos marchásemos a casa, mañana sería otro duro día, tan duro como mi pija en ese momento. Nos despedimos de los vendedores – que miraban y no entendían nada – y abrazados nos fuimos al auto. En el viaje de regreso ella se quedó dormida sobre mi hombro, yo mientras tanto acaricié sus piernas todos los minutos que duró el viaje. La dejé en la puerta de su casa … se despidió con un pico, limpiando con sus dedos la pintura que había dejado en mis labios… los dos sabíamos que mañana no sería un día más.
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Llegó el viernes y tal como habíamos quedado pasé con mi coche a buscar a Sofía. Toqué bocina un par de veces y apareció ella, enfundada otra vez en esa maravillosa minifalda de jean y con una remerita tipo top color pastel que contrastaba magníficamente con el color bronceado de su piel. Subió de un salto y me regaló un rápido beso en los labios, ella intuía y se adelantaba a lo que los dos estábamos convencidos que iba a suceder.
Salimos a la ruta y comenzó a preparar el mate, luego de lo cual se sentó “chinito” juntando sus pies y abriendo las piernas como siempre lo hacía … la blancura de su bombacha, marcando el pliegue de su rajita, era perfecta: no habían pasado ni 5 minutos que había subido al auto y ya mi pija estaba como un garrote. Apostando a ganador posé mi mano derecha sobre el interior de sus muslos … ella suspiró. Mientras transcurría nuestra charla iba acariciando todo el largo de su pierna, hasta que nos detuvimos en una estación de servicio a completar agua para seguir el mate… cuando bajó, al darme la espalda, se levantó la pollera dejándome ver su culo y giró riendo … teníamos algunos moteles de camino pero detenerme nos haría llegar tarde al evento. Subió al auto y después de acomodar el termo se acercó a mi boca y la besó. ” … acordate que el baño no se negocia …” me dijo en voz baja y sensual. ” … estaba pensando en bañarnos juntos …” le dije y ella rió. Tomó mi mano y la llevó directo a su entrepierna … pude notar que estaba mojada. Tiró la cabeza hacia atrás y me pidió que apurásemos el viaje que no íbamos a llegar a horario.
La mañana transcurrió bastante movida, Sofía cada vez que podía y que nadie miraba, se acercaba y nos besábamos … yo aprovechaba a tocar todo su cuerpo que estaba pegado al uniforme de promoción. Al mediodía pasamos por un comedor y almorzamos algo rápido para ir después directo al hotel a dejar los bolsos. Entramos y Sofía se tiró en la cama, yo me puse a desempacar y ordenar papeles. Levanté la vista y la pendeja venía caminando descalza (algo que me calienta en demasía) con la parte superior del catsuit baja hasta la cintura… Allí se me presentaban esas tetas adolescentes, duras, en punta … con esos pezones apenas visibles de un rosado pálido… Cuando estuvo a mi lado la tomé de la cintura empujándola hacia mí…tomé un pecho con mi mano y lo acaricié … puse mi lengua sobre el pezón y haciendo círculos en él cada tanto lo mordía. Sofia revolvía mi cabello con sus manos … ” … a la noche tío … a la noche por favor … ahora no, ya es hora de irnos …” Para mis adentros la maldecía ” … para qué puta viene en bolas si me va a cortar el chorro así !!!???? ..” pensaba. Subí en uniforme acomodándoselo, la besé en la boca y sin demostrarle mi enojo, le dije que terminara de vestirse y nos íbamos. Demás está decir que no se me pasaron nunca las horas de espera, pero al final tuve mi recompensa.
Compramos unas hamburguesas, latas de cerveza y nos fuimos al hotel. En la habitación fuimos derecho a la ducha, a los besos … bajé por completo su uniforme y quedó expuesta frente a mí: era hermosa, una pintura … ella jugando a ser una nenita llevó un dedo a su boca y lo hacía subir y bajar por el labio inferior, mordiéndolo cada tanto. Yo, también desnudo, con mi pancita “cuarentona” y mi pija apuntando al techo disfrutaba de cada segundo, quien sabe si alguna otra vez se me daría estar con un manjar como Sofia. Entramos a la ducha y comenzó a pajearme mientras me besaba … levanté un poco una de sus piernas y girándola hacia la pared la penetré … el sonido de su gemido cuando mi verga entró e hizo tope lo llevo grabado en mis oídos. Apoyada con sus manos en la pared, empinaba el culito haciendo que mis movimientos no encontraran resistencia alguna, entrando y saliendo ritmicamente … ” … cogeme papi, cogeme …” susurraba entre gemidos La calentura no jugaba a mi favor por lo que en unos diez minutos ya estaba listo para descargar, afortunadamente ella había acabado enseguida también. ” … dónde querés la lechita Sofi ? … le pregunté ” … toda adentro … no desperdicies nada tío …” Ese “tío” me ponía la piel de gallina. La agarré fuerte de la cintura y aceleré mi embestida llenándola a los pocos segundos … quedamos fundidos un rato largo mientras el agua de la ducha nos empapaba. Nos secamos y desnudos como estábamos nos pusimos a comer las hamburguesas y tomar cerveza.
Con el aire acondicionado prendido a full me recosté, pudiendo desde esas posición verla en todo su esplendor. Vino caminando lentamente hacia mí y gateando desde el borde de la cama hasta mi pecho comenzó a pasarme la lengua por todo el cuerpo … estiré mis brazos agarrándome de los barrotes del respaldo de la cama y cerrando los ojos la dejé que trabajara … me dediqué a gozar. Sofí, luego de un largo rato de jugar con su lengua, me montó … puso sus brazos extendidos sobre mi pecho y comenzó a subir y bajar lentamente … Movía su cadera haciendo que mi pija quedase casi afuera por completo para bajar de golpe y ensartársela hasta los huevos, yo acompañaba ese movimiento con mis manos en su cintura. Después se dio vueltas (girando sin sacarse la pija de adentro) y me brindó el maravilloso paisaje de ver su culo a 40 centimetros de distancia. ” … quiero esa cola …” dije rasguñando su espalda con mis dedos. Giró su cabeza y mordiéndose el labio dijo: ” … nunca garché con alguien que fuese tan directo …? y reímos los dos. Se levantó despacio inclinándose hacia adelante y quedando en 4 patas… me acomodé y ella – antes – quiso pasarle la lengua para lubricar mi pija. Con su mano izquierda guió la punta de mi cabeza hacia su agujerito, la calzó y después me tomó del muslo, empujando despacio hasta hacerla desaparecer dentro suyo. Me puse sobre su espalda y la abracé rodeando su estómago… luego de un rato comenzó a mover ella su cadera hasta hacer que me vacíe en su culo. Esperé unos minutos y saqué mi pija de su escondite, produciendo un volcán de leche que salía por el dilatado agujero. Nos fuimos a dar otra ducha y dormimos hasta el otro día.
Los dos días subsiguientes fueron de puro sexo … probó mi leche y adquirimos como costumbre que antes de dormirnos su culo sería quien recibiera la ración diaria.
Después del evento en Esperanza visité a Sofía en su casa al menos una vez a la semana por un año aproximadamente, fueron de mis días más felices … ella devolvía años a lo que decía mi documento, pero eran muchos años de diferencia y esto nos fue alejando. Sofia quedó en mis retinas y en mi mente como una hembra infernal con cara de nenita y la que nunca pidió ni exigió nada más que pasarla bien, sin complicaciones. A veces espero escuchar a mis espaldas esa voz diciéndome “hola tío …”.
En plena cuarentena conocí íntimamente a mi mamá.
Mi casa tenía un quincho en el fondo el cual se fue transformando con el tiempo en una habitación con baño y sala de estar, se usaba más que nada para las visitas y mientras fuí creciendo íbamos teniendo cada vez menos visitantes.
Con el tiempo ese lugar fue cerrado y abandonado entonces ya de adolescente decidí buscar y quedarme con la llave, alguno de los dos (mis viejos) la tendría, busque en toda la casa y no la encontré el único lugar que me quedaba era la cartera de mamá ya que hurgar en los bolsillos de mi viejo era más que imposible.
Así que decidido en tener esa llave comencé a espiar a mamá, la idea era esperar a que se bañe para revisar su cartera.
Tardé en tener éxito porque siempre se duchaba en la mañana temprano o tarde en la noche y siempre estaba la familia.
Un día que empecé a sentirme abatido provoqué un accidente, tropecé con ella a propósito y le ensucié la ropa.
…………………………………………………………
Su llavero tenía la llave original y la copia, obvio que me quedé con una.
Con el tiempo fui recuperando el lugar; yo no sabía que ella lo usaba de vez en cuando, cada vez que ordenaba el lugar podía darme cuenta de que no era el único que aprovechaba el sitio.
Dejé el lugar impecable, la habitación la ambienté a mi gusto como si fuera mi habitación era mi lugar para estar solo o para escuchar música, jugar o hacerme la paja.
A sabiendas de que alguien compartía el lugar puse un móvil en la puerta cosa de escuchar ruidos si alguien entra, también una camarita mirando a la cama y otra en el baño.
No fue una gran sorpresa averiguar que era mamá con quién compartía la casita y la cama.
Lo que sí fue una sorpresa es que ella usaba el lugar por lo mismo para estar sola, leer, mensajear, ver porno y masturbarse, no lo ví detenidamente era como violar su privacidad, pero si lo descargué en la compu, gran error fue ese ya que teniéndolo a mano tarde o temprano lo iba a curiosear.
El segundo día encontré en la encimera del baño su tanga empapada y hecha un bollo, así que desesperado descargué los vídeos del día, la curiosidad pudo más que el respeto a su privacidad.
Ella aparecía entrando al lugar, frente a la cama se desnudó a toda velocidad se dejó la tanga, se acostó y viendo porno en su celular se empezó a tocar las tetas en cuanto se le fue subiendo la temperatura se sacó la tanga se secó la concha y se la pasó por la cara antes de metérsela en la boca.
Se cogió con toda la mano, la tanga en la boca era para silenciarse, la toma era perfecta todo lo hacía frente a la cámara se metía los dedos y también su consolador.
Duró casi 20 minutos y regó toda la cama, se sacó la tanga y secó su transpiración y sus jugos hizo un bollo y lo dejó en el baño; yo salí corriendo a esa cama con su tanga en la mano, toqué y sí, estaba mojado aspiré su olor y restregue el rostro en los jugos de mamá e inicié una paja frenética acabando en el mismo lugar que ella.
Después de eso le dí play al primer video, en él mamá entra, recorre el lugar vé como todo está limpio y arreglado.
Continúa hacia la habitación recorre ambos lados de la cama presiona sus manos como comprobando que el colchón sea bueno, acomoda todas las almohadas en la cabecera se levanta la pollera sube una rodilla a la cama y se masturba de una vez.
Buscando su comodidad se sube a mi lecho masturbatorio con la espalda en las almohadas tocándose las tetas, con la calentura a tope manotea una almohada y la lleva a su entrepierna y se empieza a cojer a la almohada, a todo esto yo estaba mirando el vídeo con una mano que me pajeaba y la otra que acariciaba y mezclaba mi leche con sus jugos.
En eso veo que ella para lo que está haciendo y se centra en la cámara, “por Dios, me descubrió” pensé yo.
Se sonríe, se chupa los dedos, saca la almohada de su concha, busca acomodarse y para suerte mía quedó en una inmejorable posición.
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Carolina había cumplido 18 años y su natural belleza, sumada a la transformación de su cuerpo, ya alteraba las hormonas de todos los chicos. Esto no tendría nada de raro salvo que, como padre, me preocupaba la especial relación que mantenía con su hermano Pablo. Con tan solo 22 meses de diferencia, desde hacia un tiempo me producía celos observar sus cómplices miradas y las continuas sonrisas indiscretas. Incluso, para avivar mis pensamientos, mi esposa siempre me comentaba su inquietud por el hecho de que los dos estaban cada vez mas unidos y pasaban mucho tiempo encerrados en el cuarto. Debo confesar que, en muchas oportunidades, me imaginaba a mis hijos teniendo algún tipo de contacto sexual y eso me provocaba sentimientos encontrados. Por un lado, una mezcla de rabia e impotencia, y, por el otro, una excitación lujuriosa y continuas erecciones.
Con la finalidad de despejar las dudas, que ya casi no me permitían dormir, compre un mini grabador que se activaba por la voz y, mientras ellos estaban en el colegio, lo oculte en la habitación de mi hijo. Recuerdo que el siguiente día se me hizo eterno por la ansiedad de rescatarlo y escuchar su contenido. Cuando al fin lo pude tener en mis manos, corrí desesperado hasta el estudio y cerrando la puerta lo conecte.
Durante los primeros minutos oí a Pablo hablar por teléfono con algunos de sus amigos y escuche varios temas de su música preferida. A medida que pasaba el tiempo, tome conciencia de mi frustración pues, en el … … fondo de mi ser, quería confirmar mis sospechas.
Mis deseos no se hicieron esperar y, luego de interminables minutos, oí la siguiente conversación:
Entra y cierra con llave. Mira como ya la tengo de parada. Sacate la ropa y ven a la cama.
Pero en la cama no lo vamos a hacer, porque la mancharemos toda. ¿Queres ir al baño?
¿Esta loca?, Mira si mama nos ve entrar. Quedémonos aquí y nos acostamos en el piso.
Bueno, pero sin desvestirnos todo. Yo me levanto el uniforme y vos te bajas el pantalón.
Esta bien, pero abrí la blusa y saca las tetitas. Tócamela, vas a ver que dura la tengohoy.
Uy sí, esta inmensa. Pásame la toalla, porque seguro que te voy a sacar cualquier cantidad
Y por aquí también esta muy mojado. Abrí las piernas, así te toco bien y terminamos juntos
Bueno, pero solo por afuera y despacito. Avísame cuando te este por saltar, para tapártela
Luego las palabras cesaron y fueron remplazadas por gemidos, suspiros, chirridos de la cama y jadeos. Al cabo de un tiempo volví a escucharlos:
Ya siento que estoy por acabar, no me la sueltes hasta que yo te diga. Tómala es toda tuya
A mi también me viene, mete un poquito el dedo y siente como me baja. Te quiero mucho.
Yo te adoro y nunca voy a dejarte. Júrame que vamos a seguir haciéndolo todos los días.
Claro, serás el primero en entrar aquí adentro y aunque nos casemos te voy dejar meterla
Mira como se me puso otra vez. Creo que todavía tengo más. Házmela y sácame otro poco.
No, quédate con ganas y así mañana la tenes bien grande. Ahora vístete y anda a lavártela.
Esto habrá durado un total de 20 minutos y durante todo ese tiempo me masturbe como loco. Esa misma noche volví a tener unas espectaculares eyaculaciones en el culo de mi mujer, quien se admiro por el nuevo giro que tomaban nuestras relaciones.
Demás esta decirles que no solamente continué con las grabaciones, sino que llegué a instalar un cámara de filmación.
Si les parece que mi experiencia vale la pena de ser contada, y quieren saber como se fueron desarrollando los acontecimientos, les seguiré contando esta historia.
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Cierto día, año y mes de una localidad olvidada en el tiempo, pasaba yo mis días a la espera de mi novia, que había salido a vacacionar con sus padres. Habían pasado veinte días y aún faltaban diez para su regreso.
¿Qué si la extraño? Por supuesto, pero más extrañaba las sesiones de sexo, es una experta, tal experiencia me hizo un artista del arte de amar, hecho a su forma, fue una buena maestra, me enseño donde, como, cuando, de qué manera tocar, besar, lamer, chupar y poner.
Siempre me dice que, aunque no soy un efebo hay dos cosas que le encantan de mí, mi personalidad y mi gran miembro, el que aprendí a usar (gracias a ella) de manera deliciosa.
El sonido de la campanilla del timbre me saca de mis pensamientos, a paso firme llego la puerta para abrir, era mi prima Gina, a quien cariñosamente le digo Xena, como la amazona, princesa guerrera de la serie de televisión o cuando la quiero molestar la llamo “mi petiza culona”, pues tiene un culo de fábula, que no desentona con el resto de su cuerpo, solo le falta altura. Pero sus ojos esmeralda brillante y su palidez hacen contraste con el azabache de su cabellera, siempre va a ser mi hermosa prima.
Saludándonos la invito a pasar, preparo algo para tomar, mientras ella me contaba, que había estado hablando mucho con Vilma, (mi novia), lo que no es una novedad para mí, pues sé que tienen una espectacular relación. Conociéndome, sabía que estaría triste, así que vino a invitarme para salir mañana, por unos tragos o a bailar si era mi gusto.
Luego de insistir un rato acepte, total saldría con ella, ya saben lo que dicen de las localidades pequeñas, pueblo chico infierno grande.
Quise indagar de qué hablaban entre ellas, pero no soltó ni una palabra, dijo que solo eran cosas de chicas, pero muy interesantes. Cortándome el mambo, cambió radicalmente la conversación marcándome el itinerario de mañana, cena, tragos, baile, tragos y listo a dormir o lo que pinte, lo dijo con un guiño de ojo.
Aunque vivía cerca de casa, la invite a cenar, pedimos unas hamburguesas y lo hicimos cerveza mediante.
Pasadas las cero horas me dijo que se iba, no la invite a dormir en casa pues vivo en un mono ambiente y tengo una sola cama, así que me ofrecí a acompañarla hasta su casa, distante cinco cuadras de la mía, cosa que acepto gustosa. Salimos y fuimos hasta su casa, me tomo de la mano y así caminamos y hablamos de cosas sueltas, al llegar la despedí con un beso, que correspondió con un gran abrazo como nos solemos dar.
Ya de regreso acomode todo para dejar listo el día de mañana.
Al otro día, vino más o menos a la misma hora que ayer, en sus manos traía una pizza hawaiana, sabe lo que me gusta. Armamos la pequeña mesa con la pizza, dos vasos y una cerveza, cenamos y nos bebimos dos botellas más.
Promediando la media noche, salimos para el baile, el más grande de los dos que hay en la zona. Pasaban los temas y los tragos, nosotros parecíamos dos locos sueltos, creo en este punto si ponían una marcha militar también la bailábamos.
Nos sentamos a beber algo para paliar el calor, justo sonó un cuartetazo furioso, me agarro la mano y salto al lugar del baile, luego de dos cuartetos, llegaron los lentos (por acá aún se estilan), sus brazos de inmediato se cruzaron por detrás de mi cuello, abrace su cintura y comenzamos a balancearnos girando, acerco su enjuto cuerpo apretando sus duras tetas en mi pecho susurrándome al oído si me sentía cómodo en la salida con su prima, asentí, me dio un piquito, cosa que no me extraño, pues a veces lo hacía, aunque esta vez fue distinto, mi miembro reacciono de manera diferente, se comenzó a endurecer haciendo notar la falta de acción.
Cuando nos sentamos, ambos nos dijimos riendo que estábamos un poco mareados por el alcohol, así que decidimos ir a casa, en el camino me dijo que estaba muy cansada para llegar a la suya, si la invitaba a dormir. Después de pensarlo un rato accedí, después de todo ya habíamos dormido juntos en alguna oportunidad cuando me quedaba en casa de ella.
En casa, nos sentamos a dialogar de tiempos pasados, recordamos muchas cosas, juegos, familia, amigos entre otras, hasta que ella comenzó a monologar, recordando un suceso.
En la sala de casa había una mesa de madera, antigua, grande, en la que pusimos una sábana haciendo una choza, quien de chico no lo hizo, y comenzamos a jugar al doctor. Fue la primera vez que vimos ambos los genitales del sexo opuesto y tímidamente pudimos tocarlos.
Cuando término de contar su relato, disculpándome, fui al baño (la cerveza había hecho su efecto diurético).
Cuando regrese, me dijo que quería jugar un juego, sin más tomo un repasador y me cubrió los ojos, diciéndome que ahora mandaba ella, y el juego se llama ¿qué es?
Ya sin ver nada comenzó el juego, se alejó y regreso con algo en la mano, toma la mía y me la hace tocar, era algo frio, no podía apreciar por mi tacto que era, pero poco a poco fui dándole forma en mi cabeza, era un vaso redondeado en su base, luego fue una pelota de ping pong, luego una de tenis, un muñeco de Batman y varios artículos más que adiviné.
Grande fue mi sorpresa cuando me hizo tocar algo tibio, redondeado, a lo que mi cerebro reacciono de inmediato dándose cuenta de que se trata, era su pecho descubierto, me retiró lo que me cubría y ahí la veo, de pie solo en tanga, se abalanzó sobre mí, posando sus labios en los míos y a la vez sacándome la remera, nuestros pechos se encontraron, la tersura de su piel hizo que la mía se erice y mi verga se entumezca, al sentirla crecer en su abdomen, sus manos fueron en busca de ella, recorriendo toda su extensión sobre el pantalón, sin dejarla de acariciar ni obviar los testículos me empujo sobre la cama, ya se percibía el olor a sexo en el ambiente. Ya sentado, se ubicó con sus piernas abiertas en ambos lados de la mía y de rodillas, dejando su vagina a la altura de mi cara, podía apreciar el aroma de sus jugos invadir mi nariz.
Pudiendo observar de cerca la intimidad expuesta ante mis ojos, se bajó la tanga dejando ante mis ojos unos labios humedecidos y carnosos, decorados con unos prolijos vellos púbicos recortados en forma de corazón que demostraba, su cabellera, no era teñida.
Mi cerebro dejo de responder al buen criterio y en fracción de segundo me había zambullido a las mieles que se ofrecían ante mis ojos, haciendo una inmersión en su sexo, succionando esos carnosos labios, aprisionando contra mi lengua su duro clítoris, la humedad inicial crecía a cada pasada de mi curiosa lengua que exploraba la profundidad de esa concha tan hermosa como
Empujándome, me recostó en la cama, poniéndose de pie comenzó a quitarme la ropa que cubría mi parte baja, dejándome totalmente desnudo, su tanga también desapareció del todo con unos ágiles movimientos de piernas, sus ojos se abrieron al ver mi verga. Pidiendo que observe comenzó a hacer unos sensuales movimientos de cadera al ritmo de una música que no había olvidado de poner. Su mano hábil fue hacia su entrepierna y secuencialmente comenzó a meter un dedo, luego dos hasta llegar al tercero, cada vez que lo hacía llevaba su mano a la boca para probar sus propios jugos, parecía que no quería desaprovechar la humedad de sus propios fluidos.
Veníamos disfrutando de un encuentro sexual, creo que postergado por años, de dos personas que se deseaban y sin dudas, querían fusionar sus cuerpos en una cama.
Aun con el sabor vaginal en mi boca, deseaba más, arrojándola sobre la cama puse sus piernas sobre mis hombros volviendo a bucear en esa sabrosa breva, la que en pocos minutos me ofreció más de su delicioso néctar cuando tuvo el merecido orgasmo.
Poniéndonos cómodos sobre la cama, empiezo por jugar un poco con mi verga en la jugosa vagina, comenzaron unos tímidos gemidos que hicieron crecer mi excitación, sin poder aguantar más, aprovechando su lubricación y que mi miembro estaba empapado de ella, la introduje hasta el fondo, acrecentando sus gemidos, se sentí muy suave el interior y que bien que se mueve Xena, me estaba extasiando del placer, de tal manera que comenzamos a gemir al unísono, el ir y venir dentro de ella es fascinante.
Una vez que tuvimos nuestros merecidos orgasmos, reposamos agitados uno sobre el otro en la cama ahora inmóvil.
Luego de un largo rato mi primita comenzó a jugar con su boca en mi pene que se encontraba en reposo, con la habilidad y maestría que tiene en el arte del sexo oral, lo hizo cobrar vida nuevamente, ¡¡¡que mamada me estaba dando!!! Una de las mejores, sino era la mejor de mi vida, se la comía toda como si fuera un chupetín, llegando a tocar el fondo de su garganta, lamio los testículos y el ano, reconozco que fue la primera vez que gemí a viva voz con una mamada. Subió sobre mí para cabalgar toda la extensión del pene, estaba en un nuevo momento de sexo sin parangón, la veía arriba mío subiendo y bajando mientras mi verga dividía aún más esos labios que le permitían la comodidad de entrada a mi sexo. Se avecinaba un orgasmo fantástico, y así lo fue, ella acabo cuatro veces y una última en que lo hicimos a la vez, entre gritos y gemidos.
Prendimos un cigarrillo que fumamos entre los dos, sentados en la cama como chinitos, en donde me conto por que se había decidido a tener sexo conmigo. Vilma le había comentado de mi atributo y mi manera de coger, lo que le llamo la atención y la lleno de intriga, que quería probar y no iba a perderse el sexo conmigo, que siempre ella, aún sin las historias que le conto mi novia, había querido tener sexo conmigo y ahora comprobó que Vilma no mentía en nada, hasta hoy no había conocido semejante manera de gozar, que si bien ha tenido buen sexo, gozar como hoy nunca.
Luego de casi una hora y media de charla y confesiones mutuas volvió la carga con mi miembro, el que tímidamente se volvió a parar, fui en busca de un frasco con vaselina, no me iba a perder el culo de mi querida petiza culona.
No dijo nada, pero me miraba con ojos desorbitados como la posicionaba en cuatro y untaba su culo y mi verga palpitante, hasta que me dijo.
– Primo no es que nunca lo haya hecho, pero me asusta el tamaño de tu verga, creo me va a doler mucho, por favor te pido dos cosas, preparalo bien y que sea promesa, si duele lo dejamos para otra oportunidad en la que me pueda preparar mejor, si sabía que salía culo hoy me hubiera puesto un dilatador.
– Si mi hermosa Xena, prometido.
Tuve que volver al principio de la acción para preparar el terreno, abrí sus nalgas y sabor a vaselina mediante comencé a jugar con mi lengua, intentando introducirla, ella colaboraba aflojándose lo más posible, mi lengua rodeaba y jugaba en ese esfínter, cuando la sentí cómoda, puse más vaselina allí y en mi mano, metiendo de a poco mi dedo medio, entrando y saliendo, la escuche gemir, saco el dedo para volver a introducir medio e índice, ya la note dar un respingo pero sus gemidos no desaparecían, la mano libre la lleve a su duro y caliente clítoris para estimularlo, mis dedos entraban y salían mientras los otros giraban en torno a su botón disparador de orgasmos, no tardando este en llegar.
Ya la tenía donde quería, puse más lubricante en ambas partes a hacer contacto apoyando la punta del pene, comencé a ejercer presión, había entrado la mitad de la cabeza cuando ya sus gemidos se tornaron en frases de dolor, no queriendo desaprovechar la oportunidad, di un pequeño golpe de cadera para que pasara la cabeza, pensando que tenía la batalla ganada, dio un grito de dolor que me asusto.
– Por favor primo, sacala que me duele mucho.
– Ya entro la cabecita, ahora es más fácil. No amor mío, si así me dolió la cabeza, el resto que es más grande me va a desgarrar, ya con esa porción nomas me arde y duele mucho, me lo prometiste.
– Si Gina, tenés razón.
Con tristeza se la saque suavemente, observando si la había lastimado, pero no se veía nada raro.
– Gracias primo, me da pena que no lo hayamos podido hacer, pero en serio me dolía.
– No hay problema, como vos dijiste, no va a faltar oportunidad.
– Obvio, como vos cumpliste la promesa yo la voy cumplir también. Este culo te lo vas a comer.
Se encargó de mi ahora sedienta verga, su boca hizo maravillas en ella, hasta que descargue todo el semen dentro y aunque es una falta de respeto hablar con la boca llena, me dijo.
– Mira bien que te voy a compensar.
Muy lentamente fue tragando todo el contenido, relamiéndose y sin dejar nada a la vista.
Nos acostamos dormir, al otro día nos despertamos sorprendidos de encontrarnos ambos desnudos en la cama, reaccionando enseguida, nos saludamos con un beso en la boca, nos levantamos a bañarnos y limpiar el desastre de fluidos que han quedado en nuestros cuerpos y en la cama.
Esta demás decir que Gina se quedó hasta que vino mi novia de viaje y nuestros encuentros se siguen dando en forma más que habitual, pues a Vilma no le permiten quedarse a dormir conmigo.
No paso mucho tiempo en que pudimos tener sexo anal, ¿le dolió? Si pero como había dicho uso dilatadores e hice un buen trabajo de dilatación pre coito no tanto como la primera vez, cuando le comenzaba a doler paraba, esperaba un ratito y cuando no dolía más continuaba, ahora ya lo hacemos en forma natural, yo feliz por que encontré a una persona que se adaptó a mi verga y cuando acabo, sacándola le queda un poco abierto dejándome observar el semen en su interior.
Debo agradecerle a Vilma que le haya contado a mi prima nuestras aventuras.
Me he enterado también que, en alguna oportunidad tuvieron sexo entre ellas, no es porque me lo ha contado, si no que viendo en su móvil pude observar algunas fotos donde estaban en la cama desnudas.
Acepto la responsabilidad de los contenidos que subo a esta pagina.
http://z3x.empresasperu.online/wp-content/uploads/sites/5/2024/08/z3x.fw_-2-300x161.png00z3xhttp://z3x.empresasperu.online/wp-content/uploads/sites/5/2024/08/z3x.fw_-2-300x161.pngz3x2024-08-25 00:20:292024-08-25 00:20:29Jugando con mi Prima
Tenía 17 años trabajaba en un ciber café mi jefe era un hombre de 30 años alto, atlético y muy caliente. Todas las tardes al salir del colegio me dirigía al trabajó y cuando llegaba hay estaba esperandome siempre me tomaba de la mano y me daba un beso en la mejilla con un suave mordisco yo una inesperta me ponia nerviosa, mis piernas temblaban y mi voz se quebraba…
Comenzaba el juego de la seducción un día era el mordisco en la mejilla, al otro día era un apretón de nalga, un suave rose en la pierna…
Una tarde entre al baño arreglarme un poco el cabello, había tenido entrenamiento de básquetbol en la escuela y llegué un poco desarreglada al trabajo, cuando estaba mirándome en el espejo de pronto apareció su reflejo estaba junto al mío, estaba de espaldas y me quedé paralizada en un segundo lo sentí junto a mi, pensé que tonta deje la puerta abierta y ahora que hago, pasaban mil cosas por mi cabeza, mientras comenzó acariciarme, a besar mi mejilla y su lengua comenzó a deslizarse en mi oreja sentí que todo se me estremecía, comencé a perderme en sus caricias, cuando de pronto bajo sus manos a mis nalgas las acarició, bajo lentamente a mis piernas subió mi falda a la cintura y bajo mis bragas yo estaba indecisa no sabía si quería hacerlo era mi primera vez yo nunca había pensado hacerlo ni me había imaginado si quiera como quería que fuera mi primera vez…
El solo me dijo confía en mí no te voy a lastimar dejame entrar y prometo cuidarte, su voz en mi odio, su respiración y su forma de tocarme me hechizaron…
Con mis bragas abajo comenzó a caricias mi vagina, suave muy lento y con la otra mano desabotonaba mi blusa, desabrochó mi sujetador y comenzó acariciar mis senos, era todo perfecto para una niña de 17 en manos de un hombre con experiencia…
Me puso de espaldas, mis nalgas rosaban con su miembro, me inclino, bajo su pantalón y puso su pene en mis nalgas, por dios lo sentí grande, tomo mi mano y me dijo tocalo… era grande, grueso y con sus venas sobresalientes y pensé y ahora que hago me puse nerviosa yo inesperta y él con tanta experiencia…
Me dijo tranquila no pasará nada que tú no quieras creo que ya era demasiado tarde para esas palabras mi bragas abajo, su miembro rosando mi vagina y chorreando solo estaba esperando el momento cuando de pronto me dijo confía en mí, la cabeza de su miembro intentaba entrar en mi vagina cerrada era grueso dolía un poco pero comenzó a masajear mi vagina y mi entre pierna mientras mordía mi espalda y cuidaba cada detalle para que fuera la mejor experiencia, sin más de pronto sentí un empujón suave y a la vez fuerte grite pero no fue de dolor, por primera vez sentí el placer de tener un pene dentro de mí, tomo mis caderas y comenzó con movimientos suaves y duros solo me miraba en el espejo, veía mi rostro sudado con una expresión que nunca había visto en mí y continuó hasta que tuve mi primer orgasmo, después el termino en mis nalgas se inclino en mí, medio un beso en la mejilla limpio su semen de mis nalgas me ayudo a vestirme me abrazo y solo me dijo gracias…
Estaba en shock le acaba de dar lo más preciado, mi virginidad a alguien que no era mi novio, que solo era mi jefe y ahora que sucederá me preguntaba me correrá del trabajo…
Pasaron las horas ya tenía que retirarme a mi casa y el me habló, -Karen puedes venir-,
-si claro- me tomo de la mano me llevo al baño y me dije en mi mente otra vez y parace que leyó mi mente, me dijo -no pienses que te tomaré quiero que veas algo-,
-está bien contesté-.
-Karen baja tu pantalón y tus bragas-,
-pero dijiste que no lo haríamos-,
-haz lo que te dije- respondió…
Hice lo que me pidió y cuando baje mis bragas note un poco de sangre,
-me dice vez eso, una señal de que dejaste de ser niña y ahora eres una mujer y gracias por dejarme ser el primero es un privilegio-.
-ahora arreglate ve a tu casa duchate y descansa, por qué a partir de mañana te haré mia si tú estás de acuerdo-. Me dio un beso en la frente y me abrazo…
Ahora tengo 36 años, vivo en un lugar rural donde a esta edad ya nadie te quiere para casarte, por qué ya eres algo vieja y solo te quieren para ser la puta de todos…
Pero… he hay lo malo, que yo no soy la puta de todos, solo de quién me gusta, yo elijo a quien comerme…
Y así fue como comencé y me introduje en el erotismo, en el sexo y el placer de disfrutar una buena cojida…
Acepto la responsabilidad de los contenidos que subo a esta pagina.
http://z3x.empresasperu.online/wp-content/uploads/sites/5/2024/08/z3x.fw_-2-300x161.png00z3xhttp://z3x.empresasperu.online/wp-content/uploads/sites/5/2024/08/z3x.fw_-2-300x161.pngz3x2024-08-25 00:20:282024-08-25 00:20:28Mi primera vez alos 17 años
Por temas de estudio me encontraba viviendo en Buenos Aires, quien diría que en esa hermosa ciudad perdería mi virginidad en diferentes sentidos.
En aquel entonces, tenía 19 años y estaba sola en ese país. Ya llevaba un par meses en la ciudad porteña, conocí muy buenos amigos y salí con algunos chicos en plan romántico sin llegar a algo sexual.
Al poco tiempo empecé a sentir que me faltaba tener las mismas experiencias que tenía la gente de mi edad. Eso incluía lo sexual. Por ende, perder mi virginidad. Creo que espere bastante porque quería que fuera “especial”.
Todas mis nuevas amigas usaban Tinder, así que bajé la app. Al poco rato tenía varios matches. Pero, solo uno de ellos llamó mi atención capaz porque no se la quiso dar de fuck boy o manyado.
Rodri: Hola, soy Rodrigo. Que bueno tenerte en mi ciudad. Visité Perú en una de mis vacaciones y me gustó. Creo nos vamos a llevar muy bien. Según la app, estamos muy cerca. ¿Queres ir por una birra o un trago?
Entré a ver su perfil, su descripción eran emojis divertidos y de deportes. Sus fotos eran top, me convencieron, una mirada brutal y linda sonrisa. Se notaba a mil que era súper social, amante de los deportes extremos y sobre todo viajar.
Yo: Hola Rodrigo, tan divino. ¿Qué ciudades de Perú visitaste?
Rodrigo: Estuve en Lima, Ica e hice algo de surf en Zorritos.
Yo: ¡Que hablas, que chévere!. Bueno yo vivo en Lima y voy a estar una temporada aquí en Buenos Aires.
Rodrigo: Lima me gustó y de seguro vos también lo harás. No me respondiste lo de la birra, ¿Queres salir?.
Yo: Quiero decir que sí, pero me da un poco de miedo que seas un asesino serial o algo así.
Rodrigo: Jajaja, tranquila. Te prometo que no lo soy. Si aceptas, nos vemos, conversamos, tomamos algo y si no te gusto te regreso a casa en una sola pieza.
Yo: Dale, te acepto la salida. ¿Ubicas El Boticario Bar? ¿Nos vemos allá o me recoges?
Rodrigo: No usen esa palabra, luego te explico el por qué. Paso por vos a las 8 pm. Pásame tu número.
Yo: Listo, pues. Es este xxxxxxxxxxxxx.
Los nervios me invadían era la primera vez que saldría con alguien de Tinder. Era consciente de que en la app todos buscan tirar y en el fondo era lo que quería, perder mi virginidad.
Me puse la tanga de más divina que tenía, una de encaje negro, lazos y tiro alto. Decidí no usar brasier para agilizar las cosas, vestido corto de denim, botines negros y casaca de cuero.
Llegó súper puntual, llamó y me pidió que bajara a la puerta de mi edificio. Cuando salí, bajó de su camioneta y me saludó con un beso. El man era mucho más churro que en sus fotos, un papacito, literal. Alto, cabello negro y cejas pobladas, piel clara, no tan delgado, ojos café y dientes perfectos.
Definitivamente, quería que él me quitara la virginidad. Su mirada, su voz y su acento argentino, ufff lograron que se mojara mi tanga favorita en una.
Me ayudó a subir a su camioneta porque, por mi estatura, no podía sola. Partimos rumbo al bar y cuando llegamos estaba a full. Fuimos a un par más y lo mismo. Ahí le dije que mejor tomemos algo en un lugar más privado.
Tuvimos que volver de Palermo hasta Puerto Madero, en el camino me explicó por qué no debía usar la palabra recoger. Me contó que para los argentinos recoger es tirar o follar duro y que me harían bromas por esa palabra.
Me reí y le dije: Pero, yo sí quiero que lo hagas.
Estacionó la camioneta y empezó a besarme. Yo obvio, hice lo mismo. Un par de minutos después, volvió a conducir. Al poco rato ya estábamos en Puerto Madero, antes de ir a su casa pasamos a comprar un vino y algo para picar.
Volvimos a la camioneta, un par de besitos más. Condujo hasta su edificio, subimos por el ascensor hasta el piso dieciséis y entramos a su departamento.
Puso algo de música y empezamos a tomar el Malbec en la terraza que tenía una vista divina. Me preguntó si quería coger esa noche. Le dije que sí.
Me sujetó la mano y me llevó a su cama. Me quitó la casaca y luego el vestido, quedé solo con la tanga de encaje que había elegido especialmente para ese momento. Yo le quite la camisa y los pantalones, pude notar aún con el bóxer que su pene era grueso y largo. Sacó un condón y me pidió colocárselo.
Le respondí: No sé hacerlo.
Rodrigo: ¿Sos virgen?
Yo: Sí.
Rodrigo: Entonces, olvida el condón. Vení, haré esto primero.
Me hecho en la cama, abrió mis piernas y me empezó a comer la vagina. Su lengua se sentía tan bien. Jugó con mi clitoris, en muchos sentidos y direcciones. Yo estaba muy mojada. Sus labios y parte de su nariz estaban empapados de mis jugos.
De pronto, separó su rostro y subió a darme un beso. Ahí sentí que dos de sus dedos entraron en mí y empezaron a jugar con mi clitoris. La rapidez fue subiendo y mi excitación también. Empecé a gemir de placer.
Rodri volvió a bajar y continuó el trabajo de sus dedos con su juguetona lengua. Ahí fue cuando empecé a convulsionar y tuve mi primer orgasmo en su boca.
Luego de recupérame, me dijo: Te enseñaré a que la chupes como me gusta.
Agarró unas almohadas y las puso en el suelo.
Rodri: Vení, arrodíllate aquí.
Yo, toda obediente, lo hice.
Rodri: Ahora, agarrá mi pene y chúpalo como si fuera un helado. Empezá lento, con calma. Tenés toda la noche.
Yo con inexperiencia inicié colocando mi lengua en la base de su grueso pene y luego subí lentamente. Repetí tres veces y me di cuenta que me gustaba. Así que empecé a subir el ritmo y vi que él empezaba a disfrutar más.
Rodri: Muy bien, ahora mételo a tu boca lentamente sin usar los dientes.
Inicié a introducirme el pene de Rodri poco a poco. El me sujetó del cabello y guió el movimiento y ritmo por un rato. Hasta que pude continuar sola.
Rodri: Que rica boquita tenés. No pares, seguí chupándola.
Era la primera vez que en diecinueve años estaba chupando un pene y me encantaba.
Rodri: Mírame mientras lo chupas.
Subí la mirada y vi su cara de placer. Eso hizo que me dieran ganas de acelerar.
Rodri: Seguí beba, seguí. Lo estás haciendo bien. Yo estoy estrenando tu boquita. Y hoy vas a probar mi leche.
Yo seguía las indicaciones de Rodri, lo único que quería era hacerle sentir el mismo placer que él me dio con en ese rico oral.
Rodri: Ahhhhhh, que rico la estás chupando, aprendés rápido beba.
Vi como empezó a subir la mirada. Entonces, me sujetó del cabello, empujó bruscamente todo su pene dentro de mi boca, una y otra vez.
Rodri: Me vengo, Luna. Vas a recibir mi leche en tu boquita de virgen. Ah, ah, ahhhh.
Sentí como mi boca empezó a llenarse de un líquido espeso y caliente.
Rodri: Luna, trágatelo. Que no quede ni una gota. Ahora tu boquita es mía.
Yo me tragué todo lo que estaba en mi boca y limpié con mi lengua las últimas gotas que estaban en mis labios.
Rodri me pidió quedarme a dormir es noche. Dormimos de cucharita solo que con sus dedos dentro de mi vagina.
Bueno esa es la historia del primer oral que me hicieron y del primero que di. Sé que es un relato tranquilo, pero bueno así soy yo. Y esas son mis experiencias. Luego les comparto la segunda parte de este encuentro con Rodri. Pueden enviarme sus relatos.
http://z3x.empresasperu.online/wp-content/uploads/sites/5/2024/08/z3x.fw_-2-300x161.png00Borjashttp://z3x.empresasperu.online/wp-content/uploads/sites/5/2024/08/z3x.fw_-2-300x161.pngBorjas2024-08-02 00:29:562024-08-02 00:29:56La chupo por primera vez a los 19
Regreso mi marido de un seminario y curso de su empresa que duro un par de semanas fuera, avisándome que venía como un toro con ganas de cobijar bien, preguntándome como me había portado y si había sido una chica mala con alguno de los abuelos que el ya conocía.
Le hable del viejo artesano y de su impresionante miembro así como del encuentro casual con él y del posterior que no conté aquí y donde me llevo a un éxtasis con pérdida de conocimiento tras la ristra de orgasmos que me produjo.
Quedo impresionando por los detalles y más aún cuando ya había concertado con él una cita a la vuelta del seminario y poder hacer un trio al que el abuelo se uniría gustosamente pues la idea le motivaba y pensaba sería una fiesta difícil olvidar.
Esa noche mi pareja me follo como un semental desbocado y creo que actuó con ardor y fogosidad pensando en el día siguiente donde conocería al artesano y su herramienta de trabajo, si bien yo fui la agraciada esa noche provocándome dos orgasmos muy ricos y lubrificándome el sexo para el día siguiente, pues iba a necesitar buena lubrificación para recibir el armamento del artesano.
Llego el día D y el abuelo se presentó vestido con un pantalón de lino y una camisa de igual material, blanco ambos que el hacía parecer un galán de cine y más con la camisa medio abierta luciendo su pecho de macho ibérico que tanto me ponía.
Y no que decir del balanceo de su miembro en el pantalón mostrando que no llevaba nada debajo de los mismos pues resaltaba al caminar el bultaco que se movía a su antojo con los pasos.
Tras las presentación y una charla amistosa donde mi marido acepto el rol que ese día le correspondía , comenzó el viejo artesano a romper el hielo y alabar mi cuerpo y sexo diciéndole a mi marido que era un afortunado por tener una diosa en la cama y además permitir que otros también pudieran disfrutar, pasando sin contemplaciones a trabajar con su mano en mis muslos tras subirme la falta y comprobando que no llevaba bragas resoplo y mirando a mi marido le susurro… esta hembra tiene ganas de que dos machos como nosotros la montemos y le demos polla hasta reventar.
Me puso loca cuando sus rudos dedos ya hurgaban en mi sexo mojado acercando la boca y dándome un besazo con lengua que casi me deja sin aliento.
Mis manos se lanzaron como locas a soltar el pantalón y que mi marido pudiera ver la dotación de aquel abuelo artesano, metiendo la mano en el interior tras liberar unos botones para sacar semidormido su grueso miembro al exterior que mi marido miro sorprendido tras ver el grosor y tamaño del mismo.
Resoplo y dijo ¡Joder que pollon tienes amigo! con razón mi mujer está loca por él, si triplica la mía dijo entre risas y medio asustado… Tranquilo le dijo a mi marido veras como ella disfruta y con la tuya también, el juego de las dos la vamos hacer gozar como nunca, pasando el abuelo rápidamente a comerme los pechos tras quitarme la blusa y devorarme los pezones con maestría.
La barba de varios días sin afeitar hacia su roce aún más excitante sobre ellos mientras con maestría dejo caer sus pantalones y tras ellos su camisa quedando completamente desnudo ante la atónita mirada de mi marido que lo miraba con asombro, pero en el fondo excitado pues su miembro que ya lo lucia fuera , estaba duro como una piedra.
Ambos desnudos se lanzaron a agasajarme con besos y caricias coincidiendo sobre mis senos que comían con pasión a la vez que la mano del artesano jugaba con sus gruesos dedos en mi sexo y posteriormente en mi culito que también perforo con ellos.
Llevaba el abuelo la voz cantante y el dominio de la situación y mi marido actuaba como su ayudante pues aun miraba de reojo su enorme miembro que ya iba cogiendo forma asustándolo aún más si cabe pues no esperaba ver semejante tamaño de grosor y longitud y más cuando el artesano lo agarro y lo descapullo ofreciéndome su cabezón para que se lo comiera.
Miro el viejo a mi marido y le dijo con señas que acercara la suya también a mi boca para que yo alternara la comida de sus miembros , y aunque dudo pues parece no quería ponerla al lado de la del abuelo pues ciertamente parecía gigantesca al lado de la de mi marido , rompiendo el hielo el viejo y agarrándole la polla con su mano me la acerco a la boca y me dijo, mmmmm que dura la tiene tu esposo , cómesela que vea yo también como le comes su dura polla.
Esto hizo que mi marido entrara ya en calor y perdiera el miedo a la comparación restregándome su polla por mis labios mientras el viejo agarraba la suya y la frotaba por mi frente quedando sus huevos a la altura de mi boca que ahora recibía la cabeza de la de mi esposo.
Agarre los huevos del artesano con pasión, diciéndome el entre risas que tuviese cuidado que los tenia sensibles y llenos, poniendo el ahora su mano en el trasero de mi marido para empujarle y que me follara la boca.
Se dejó guiar y suavemente mi iba penetrando la boca mientras el viejo ahora se agacho y comenzó a comerme el coño con una sabiduría y pasión que me hizo explorar rápidamente en mi primer orgasmo que quedo mitigado de gritos con la polla de mi esposo entrando y saliendo a buen ritmo de mi boca
Introdujo el viejo ahora un dedo en mi culito mientras la lengua seguía trabajando en mi mojado coño que supuraba jugos con el sabio trabajo de ese miembro.
Paro mi esposo de follarme la boca pues no quería correrse ya, agarrándome ahora el viejo artesano para ponerme sobre su cuerpo que se había medio tumbado y poder frotar mi mojado sexo sombres su pollon y huevos mientras pellizcaba mis pezones con su cara de pícaro viéndome lo ardiente que estaba.
Restregué mi coño sobre su duro miembro mientras respiraba excitada y cardiaca ante la mirada de mi esposo que ahora pajeaba un poco su dura polla cerca de mi boca, agachándose ante mi sorpresa y agarrando con la mano el miembro del abuelo lo guio y froto contra la vulva mojada de mi sexo, restregándolo y frotándolo hasta hacerme gritar de placer y pedir lo metiera.
Lo guio y poniendo su cabezón en la puerta me dijo siéntate ahora, dejándome caer sobre él y sintiendo como aquel enorme pollon me penetraba abriendo mi coño al máximo y dándome un placer indescriptible, si bien mi marido no soltó su mano de su base pues sentía al cabalgar sobre el cómo lo sujetaba, y creo que pensando que si aquello entraba entero me destrozaba toda.
Cabalgue y mi segundo orgasmo no tardó en llegar y casi pierdo la conciencia por la intensidad el mismo, alargando el abuelo su mano para que mi marido soltara su miembro y lo dejara entrar entero a la vez que le indico con los dedos que la penetrara por atrás, atrayéndome ahora el abuelo hacia su pecho quedando mi culito libre para ser penetrado también.
Acerco mi marido su duro pene en mi agujero estrecho y tras un leve empujón me penetro y comenzó a bombear lentamente, sintiéndome ahora taladrada por ambos agujeros y gimiendo como una posesa mientras las polla del viejo artesano entraba hasta el fondo de mis entrañas y provocando una ristra de orgasmos difícilmente controlables y aunque cortos pero de una intensidad que me dejo asustada, haciendo que mi marido me montara ahora desbocado por atrás contagiado por el arte de follar del abuelo.
Me comía el abuelo el cuello a besos y animaba a mi marido a forzar el ritmo y llenarme el culo de leche, cosa que no tardo en cumplir pues tras unos golpes fuertes comenzó a gritar como un poseso y a soltar leche en mi sufrido culito que lleno gratamente.
Bien hecho le dijo el abuelo y cambiando su voz ahora más ronca dijo, ahora voy yo.
La saco mi marido rápidamente al escuchar al abuelo y este agarrándome por las caderas me subía y bajaba sobre su grueso y largo miembro ante la atenta mirada de mi esposo que miraba sus enormes huevos aplastándose con mi culito al bajar y subir, agachándose como queriendo ver en primer plano como entraba y salía aquel coloso de mi coño que tras varias acometidas comenzó a soltar ráfagas de espesa leche que sentí inundarme a la vez que me contagiaba de su placer provocándome otro orgasmos justo cuando el acababa de descargar.
Quede fundida y sin resuello para poder moverme, mirando al abuelo con mi mirada perdida y sin apenas aliento para poder agradecer el placer que me habían dado.
El viejo artesano también quedo algo aturdido, pues su descarga fue colosal y solo ver su cara, esta reflejaba relajación y una sonrisa placentera, mientras mi marido andaba aún recuperándose del subidón que había tenido.
Me la saco el abuelo y mi marido miro atónito aun lo gruesa que la tenía y más aún brillante por los jugos de mi coño impregnados en su lechada.
Le dijo al artesano que era un semental con aquel rabo enorme y que además lo trabajaba bien, el viejo rio y dijo que yo era la responsable del resurgir de su polla que la hacía endurecerse como de joven.
No sé cómo saque fuerzas pero me agache a su entrepierna y agarrando el miembro semirrígido lo bese y lo mordisquee cariñosamente, pasando a chuparlo y devorar su cabeza mientras agarraba aquellas colgantes y gordas pelotas peludas que me ponían loca.
Ves le dijo a mi esposo, me pone loco tu mujer con la pasión y maestría que tiene , alargando su mano y metiéndome dos dedos en mi coño comenzó a pajearlo suavemente , escuchándose los chasquidos de los dedos mezclados con su semen y mis jugos que rebosaban mi sexo.
Mi esposo se excito rápidamente y creo que ni él se lo creía, pues se posiciono de lado y levantándome una pierna me penetro junto a uno de los dedos del abuelo que jugaba con mi puntito mágico mientras la polla de mi marido entraba y salida rozando su dedo .
Fueron unos minutos gloriosos que me hicieron nuevamente explotar volviéndose a correr mi marido pero esta vez en mi coñito, dejando su leche que se mezclara con la del abuelo que antes había depositado.
Yo ahora como loca pajeaba el tronco de la polla del abuelo con una mano mientras sobaba y chupaba su cabezón, notando como se iba endureciendo y contrayendo los huevos con los impulsos de mi mano sobre el tronco.
Cambie de mano pues se me agotaba está frotando el enorme tronco venoso que ahora volvía a tener una dureza digna para volver a penetrarme.
Pensé me volvería a follar pero el viejo me sujeto la cabeza con su gruesa mano y me dijo trágate toda la leche que te repongas y tu marido vea que golosa eres, y tras varios minutos degustando el miembro del viejo, este comenzó a vomitar leche nuevamente llenándome la boca de su rica y espesa nata que rebosaba por la comisura de mis labios tras sacar media cabeza de mi boca y poder recuperar aliento, pues me tenía medio ahogada.
Solté su miembro y este medio inerte cayo a plomo sobre su barriga, descolgándose sus pelotas entre sus fuertes y peludas piernas en señal de que aquel día ya habían dado todo.
Como pude me levante y fui a asearme todos mis agujeros pues no quedo uno sin usar y llenar de leche mientras ellos hablaban y tomaban un café que preparo mi esposo.
Fueron pasando después ellos uno a uno a la ducha y tras vestirse el viejo dijo que tenía que irse pues su mujer no quería sospechara y más tras verlo salir vestido así, dándome un azote cariñoso en el trasero y emplazando el próximo encuentro cuando nosotros quisiéramos.
Mi marido le dijo que en dos días lo quería de vuela si podía que había sido un día espléndido.
http://z3x.empresasperu.online/wp-content/uploads/sites/5/2024/08/z3x.fw_-2-300x161.png00Borjashttp://z3x.empresasperu.online/wp-content/uploads/sites/5/2024/08/z3x.fw_-2-300x161.pngBorjas2024-08-02 00:29:562024-08-02 00:29:56El abuelo con la verga dura
Mi hermana de 18 años, ya tramito su credencial para poder trabajar en las tiendas llamadas oxxos, ella siempre a sido seria y muy responsable, nunca le había conocido algun novio, incluso hasta llegué a pensar que le gustaban las mujeres pero he descubierto que no es así, después de que mis ojos la vieran de manera sospechosa con un señor de su trabajo me e atrevido a chismosear su diario, y waoooo, me e quedado con la boca abierta, se los voy a contar todo si así ustedes lo prefieren, esto que estoy escribiendo es lo que está sucediendo en estos momentos.
Hola mi nombre es Ximena, y mi hermana se llama Karla, ella por alguna extraña razón que desconozco decidió meterse a trabajar, dinero que yo sepa no nos hace falta ya que mi papá tiene suficiente dinero, se podría decir que somos algo ricos, pero en fin, mi hermana a decidido entrar a trabajar y aunque a mis papis no les gusto mucho la idea han decidido apoyar a mi hermana en su decisión, ella es delgada con muy linda carita, las cuatro somos blanquitas de piel, ella por obvias razones tiene más tetitas que yo, como el tamaño de una naranja cada una de sus tetas, su culo está mediano pero muy duró ya que practicamos todas deportes, pero en fin, mi hermana inicio a trabajar a finales de junio y ayer sábado 9 de Julio me llevo mi mamá a su trabajo para dejarle una comida, antes de llegar a la puerta a un lado hay una ventana enorme que se puede ver hacia adentro pero está llena de muchas cajas azules, verdes y amarillas, me pegue a la ventana para tratar de ver si veía si estaba mi hermana y entre todas las cajas justo en un pequeño espacio pude ver a Karla parada con un papel y contando artículos que estaban en un anaquel, pero justo cuando estaba por ir a la puerta vi como un hombre se paró a su lado y le puso su mano izquierda en su espalda sobándole con cariño pero muy grande fue mi sorpresa cuando esa mano resbala justo encima de su pompa derecha, yo estaba segura que mi hermana le daría una cachetada pero no paso nada de eso, mi hermana se dejaba tocar por esa mano como ella quisiera, le apretaba su culito, se lo acariciaba e incluso le dio un par de nalgadas y Karen aún así no se lo impedía pero mi asombro creció más cuando esa mismaano se metió dentro de su mayon negro bien pegado yse perdió entre sus nalgas, y vi con mucho más sorpresa como mi hermana se abrió de piernas para que la mano traviesa pudiera jugar como ella quisiera estaba tan concentrada cuando escuché el claxon de mamá al mismo tiempo que me gritaba que me apurara, entonces si la vuelta y entre al OXXO y pude ver cómo se acercaba un señor ya muy grande y me hablaba.
Sr: Hola princesa hermosa, buenas tardes muñequita en qué te puedo ayudar.
Yo: hola buenas tardes, vengo a dejarle está comida a mi hermana Karen.
Sr: a ok mi cielo permíteme un momento.
El señor se fue tras una puerta y tras unos minutos salió lamiendo sus dedos y diciendo.
Sr: mmm que delicioso viscochito me estoy comiendo, a hola nena ya viene enseguida tu hermana.
Yo: si gracias señor.
Sr: no al contrario gracias a ti mamita.
Después de unos minutos mi hermana salió y le entrege su comida y le pregunté.
Yo: oye hermana hay más personas ahorita trabajando contigo?
Karen: no tontita, solo estoy yo y don Memo, apúrate tarada que mamá te está esperando.
Yo: si Mensa, un gracias aunque sea no tonta?
Karen: que te apures tarada.
Cuando salí y pase por las cajas pude ver como el señor llevaba de la mano a mi hermana a la parte trasera de la tienda, y pensé que tenía que saber más de lo que estaba pasando pero no sabía cómo y de camino a casa se me ocurrió en revisar su diario y sorpresa ahí tiene escrito todito y wao no sabía que mi hermana fuera así, en fin haber si el relato es de su agrado.
http://z3x.empresasperu.online/wp-content/uploads/sites/5/2024/08/z3x.fw_-2-300x161.png00Borjashttp://z3x.empresasperu.online/wp-content/uploads/sites/5/2024/08/z3x.fw_-2-300x161.pngBorjas2024-08-02 00:29:562024-08-02 00:29:56Me sorprende mi hermana ¡Es una puta!
-Y ya está. Con esto, y lo que te he enseñado estos días, estoy seguro, de que triunfarás.
-Pero…, no sé si quiero que me vean, soy demasiado vergonzosa.
-Cariño – respondió Luis, besándole la cabeza -. Lo harás de lujo, estoy seguro. Y ahora, ¿qué te parece si cenamos? Podríamos repasar algunas cosas, mientras.
Se dirigieron al salón, dónde Luis, había colocado un par de platos, con todo tipo de manjares, y dos velas, adornandolo todo. Paola, se asombró. No se acostumbraba a la amabilidad de su novio; y eso, que apenas llevaban un par de meses juntos.
-Luis. Es increíble. Todo tiene una pinta exquisita.
Su novio sonrió, satisfecho. Le encantaban sus elogios.
-Es poco, para lo que te mereces.
Cenaron, repasando algunas cosas para el stream de después; cómo qué postura era la mejor, si tenía que mirar mucho rato a la cámara, o la forma de saludar a sus fieles.
-Esto es importante. Tienes que inventar un saludo inicial, para usarlo en todas las retransmisiones.
-Mmm – Paola, colocó su dedo en la barbilla, pensativamente -. Podría decir: «Hola, coquitos».
-No está mal…
Mientras cenaba, no podía evitar sentir leves retortijones en el estómago por la emoción. Al ser la primera vez, quería que saliese todo a la perfección, por lo que apenas probó bocado. Hecho del que Luis se dio cuenta, pero decidió no darle importancia.
-No pienses en ello…
Por toda respuesta, Paola sonrió. La hora de la verdad, se acercaba.
Eran las once y media de la noche, cuándo Luis, encendía el ordenador, y se introducía en la web, mientras Paola, se lavaba los dientes, y elegía un atuendo acorde para la ocasión.
-¿Qué te parece este?
Casi se le cae la barbilla al suelo. Paola, en el dintel de la puerta, le enseñaba un vestido de lentejuelas, que dejaba un pequeño escote a la vista. Estaba cañón.
-Está… Muy bien… – dijo, mientras, con disimulo, se tocaba la entrepierna. No sabía si los que viesen a su novia, con esa guisa, harían lo mismo en sus casas. A decir verdad, le excitó un poco, pensar en ello.
-Pues decidido…
En realidad, lo que dijo fue: «Puegs decidiglo», no es fácil entender a alguien, mientras se lava los dientes.
-No sé si esto va a ser buena idea…
-¿Decías algo, amor?
-¡No! Bueno, que… Creo que hemos tenido una buena idea…
-Eso espero.
-Bien… Esto ya está – dijo Luis -. Si te parece, estaré aquí abajo. Cualquier duda, te la haré saber desde aquí. Pero, procura no mirar demasiado en mi dirección.
Paola asintió, mientras presionaba el botón de «Live».
-Aún no se ha conectado nadie.
-Ten paciencia. Iran viniendo poco a poco. En el momento en el que veas a una persona, comienza con el saludo inicial.
Luis, dirigió la mirada hacia la entrepierna de su novia. Un pequeño tanga, de hilo rojo, le recordó lo afortunado que era, por tener semejantes vistas.
-¡Ya hay una! «Hola coquitos, bienvenidos a esta…»
Mientras parloteaba con sus nuevos seguidores, Luis, se martirizaba debajo de la mesa. No podía moverse, ya que, de hacerlo, quien quiera que estuviese en el directo, podría verle; y saldrían en todos los medios nacionales. En un momento dado, Paola, se cruzó de piernas, dejando ver su precioso tanga. Con lentitud, Luis, le tocó los muslos, para que se detuviese en esa posición.
-Vamos a jugar a todo tipo de jue… gos… Cómo Fort… nite… O…. Fifa…
No podía creer lo que su novio estaba haciendo. Y, lo peor, es que no le disgustaba en absoluto. Intentó centrarse en sus espectadores, que iban llegando a cuenta gotas. Luis estaba torturándola de un modo aterrador; al sentir sus manos en los muslos, y por pura intuición, abrió las piernas.
-Sí, «Señor disgusto». Habrá también juegos de plata… Ay… forma…
Se reclinó un poco, acercándose al borde de la silla. Con disimulo, observó cómo sus pezones, parecían crecer un poco. Cayó en la cuenta. No se había puesto sujetador. Aquello, iba a ser un desastre.
-Si… Os parece… Comenzaremos con el juego del que todo el mundo… Habla… Voy a instalarlo.
Aprovechó la ocasión, apagó el sonido y se agachó. Luis, sonriendo, le preguntó, qué tal.
-Si sigues así… Me corro en pleno directo…
-Pues parecías estar disfrutandolo…
Le observó mordiéndose el labio. Una sonrisa bastó, para que Luis, captase el mensaje. Paola, volvió a la acción.
-Ya estoy de vuelta. Está a puntito de instalarse.
Comenzó a charlar con sus seguidores. Aliviada, porque Luis, se había detenido. Supuso, que esperaría a que terminase, para abandonar su posición, pero, nada más lejos de la realidad. Al inciarse el juego, su novio, volvió a la carga.
El juego de moda, era de fútbol. Paola, intentó concentrarse, para al menos, ganar una partida on line, pero le fue imposible.
-¡Joder! ¡Metelo! ¡Mira que eres malo!
Luis, era consciente, de que se refería a algo relacionado con el juego; pero aprovechó la ocasión. Apartó el tannga, y se lamió un par de dedos, que, despacio, comenzó a introducir en el coño de su novia. El brinco de Paola, por poco acaba con su plan, debido al ataque de risa, que estuvo a punto de tener. Afortunadamente, se contuvo.
-Aho… Ahora… Ahhh….
Deseaba poder ver su cara de placer, frente a la cámara. Esperaba que lo estuviese grabando para la posteridad. Despacio, aproximó su boca a la miel de Paola. Olía a sexo, y estaba tan mojado, que no pudo resistirse. Apoyó la punta de su lengua, captando su sabor.
-Co… rre por la ban… da…
Poco a poco, su lengua, aceleró. Le daba igual, lo que ocurriese después. Los muslos de Paola, temblaron de placer.
-¡Me corro! ¡Me corro!
Y vaya si lo hizo. Y no sólo para él.
-Mierda, mierda, mierda… – dijo Paola, cortando la transmisión.
-¿Qué tal tu primera partida como streamer, cariño?
No se lo diría en aquél momento. Pero, de ahí en adelante, sólo sería capaz de stremear, con Luis, bajo la mesa, haciéndole un buen sexo oral.
http://z3x.empresasperu.online/wp-content/uploads/sites/5/2024/08/z3x.fw_-2-300x161.png00Borjashttp://z3x.empresasperu.online/wp-content/uploads/sites/5/2024/08/z3x.fw_-2-300x161.pngBorjas2024-08-02 00:29:552024-08-02 00:29:55No es fácil la vida de streamer
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