Infidelidades

Lo peor es cuando te pasas años planeando algo y se tuerce en el último momento. Aunque dicen que cuando una puerta se cierra, otra se abre. Eso es lo que me sucedió a mí, se me abrió una puerta al pecado y la lujuria.

Mi mujer y yo llevábamos años en lista de espera para poder veranear en el camping de moda. Desde que supimos que estaba embarazada de nuestra segunda hija, decidimos que sería el sitio ideal para las niñas. Un año más, habíamos vuelto a perder la esperanza de conseguirlo, pero a finales de julio quedó una vacante para agosto y nos llamaron.

El problema era que yo ya había hecho mi mes de vacaciones. Teníamos que dar una respuesta inmediata. Discutí con mi mujer todas las posibilidades, la forma de hacer lo mejor para nuestras hijas. Después de darle muchas vueltas, parecía haber una única solución posible.

– Cristina, esto lo hacemos por las niñas.

– Ya lo sé, Ismael, pero no voy a poder lidiar yo sola con ellas.

– Dile a tu madre que te acompañe.

– Entonces sería como cargar con tres crías.

– Inténtalo por ellas, yo estaré allí los fines de semana.

– ¿Te podrás apañar bien tú solo?

– Claro, hago los mejores bocadillos del mundo.

– ¿Y quién me va a hacer a mí cositas?

– Pues espero que nadie.

– A mí solo me empotra mi macho. Sabes que tenemos que ir a por el niño.

En aquel momento estábamos en una etapa muy sexual. En el poco tiempo libre que nos dejaban las niñas, buscábamos con ahínco un nuevo embarazo. El sexo con mi mujer siempre me pareció increíble. Había mucho amor y mucha química entre nosotros, estaba convencido de que la semana se me haría muy larga sin disfrutar de sus encantos.

La noche antes que se fueran, echamos un polvo de despedida brutal. Le encantaba que la pusiera a cuatro patas y me la follara todo lo duro que pudiera. Antes de casarme había estado con unas cuantas mujeres, pero ninguna con tanto vicio ni tan habilidosa en la cama. Además de cabalgar como una auténtica amazona, me hacía unas manadas que me dejaban seco.

Después de aquella sesión de sexo, estuve a punto de mandar a la mierda el trabajo e ir detrás de ella, hasta el fin del mundo, con tal de seguir manteniendo sexo diario con ella. Pero las obligaciones mandaban y me iba a tocar estar unos días alejado de mi familia. En mi último día de vacaciones, llevé a mis tres chicas al camping y volví con la tristeza de separarme de ellas y de tener que volver a trabajar.

Yo era redactor jefe en un periódico de tirada nacional. Me había costado llegar hasta ese puesto que me permitió dejar de pasar horas en la calle al pie de la noticia y me dio una buena estabilidad económica. Me gustaba mi trabajo, pero había días que se hacía muy pesado y solo pensaba en volver a casa junto a mi mujer. Con la faena acumulada tras las vacaciones y sabiendo que nadie me esperaba, el primer día acabé haciendo alguna hora extra.

Cuando llegué a casa ya era de noche. A esa hora ya solía estar siempre en la cama, pero ese día ni siquiera había cenado. Fui a la cocina a prepararme uno de mis famosos bocadillos y, a través de la ventana que daba al patio interior, pude ver a la vecina nueva. Según mi mujer, la chica acababa de romper con su novio y había alquilado un piso en nuestro edificio. Nunca me había cruzado con ella, era la primera vez que la veía y me causó muy buena impresión.

El día siguiente fue más o menos igual. Me volví a encontrar a las tantas teniéndome que preparar algo rápido que llevarme a la boca. Miré hacia la ventana de nuevo y ahí estaba la vecina. Pero lo que vi fue mucho más interesante que el día anterior. Apagué la luz para camuflar mi presencia y me quedé mirándola. Estaba tumbada en su sofá y, aunque estaba lejos, pude ver que no llevaba más ropa que unas braguitas negras. Dos grandes tetas al aire buscaban el inexistente fresco de una noche sofocante. Con la imagen de esos dos melones, me fui a la cama, deseando que mi mujer hubiera estado ahí para recibir la erección que acababa de tener.

El miércoles hubiera sido un día de trabajo igual que los dos anteriores si no fuera porque no me podía quitar de la cabeza las tetas de la vecina. Volví antes a casa, ansioso por asomarme a la ventana, pero no la vi aparecer hasta la hora habitual. Vi como cenba en el sofá y posteriormente se quitaba la camiseta y se estiraba para ver la televisión. Todo transcurría de la misma forma que la noche anterior, incluida mi excitación, hasta que se introdujo una mano en las braguitas. Se tumbó boca arriba y comenzó a masturbarse lentamente. Agazapado tras la pared, asomando únicamente los ojos por la ventana, no pude evitar sacarme la polla para pajearme a su ritmo. Con una mano entre sus piernas y la otra apretando uno de sus grandes senos, comenzó a gemir. Aunque ese sonido llegaba a mí de forma muy leve, fue suficiente para que descargara varios chorros de semen que pusieron la cocina perdida.

El cuarto día fue una mezcla de excitación y remordimientos. Aquello había sido lo más cerca que nunca había estado de engañar a mi mujer. Con esa carga de conciencia, aproveché la hora de la comida para llamar a Cristina.

– Cariño, ¿cómo va todo?

– Muy bien, mi amor, esto es genial.

– Me alegro mucho. Seguro que las niñas se lo están pasando en grande.

– Sí, pero te echamos de menos. Estamos deseando que llegue el sábado.

– Yo también. Tengo que volver al trabajo, muchos besos para las tres.

Realmente las echaba de menos, pero no pensaba en nada que no fuera volver a casa y tener la suerte de volver a disfrutar de un espectáculo como el de la noche anterior. Y así fue. La vecina estaba volviéndolo a dar todo en su sofá. En esta ocasión, incluso se quitó la ropa interior y, abierta de par en par, se masturbaba de forma frenética. Guiado por mis impulsos, sin pensármelo dos veces, me dirigí hacia su casa y llamé a la puerta. Cuando me abrió, la cubría únicamente una camiseta. No llevaba nada debajo, se le marcaban mucho los pezones.

– Buenas noches, soy Ismael, el vecino de enfrente.

– Buenas noches, yo soy Míriam. Conozco a tu mujer.

– Sí, lo sé, me ha hablado de ti, pero nunca nos habíamos cruzado.

– Pues no. ¿Sucede algo?

– Es que en mi habitación se escuchan unos golpes y me preguntaba si el ruido venía de tu casa.

– No lo creo, porque yo no he escuchado nada. Estaba en el salón, viendo una película.

– Será de otro vecino. Siento haberte molestado, si oyes algo o necesitas cualquier cosa, ya sabes donde estoy.

– Gracias, lo tendré en cuenta.

Fue un gran error por mi parte. Lo único que conseguí con esa mentira improvisada fue perderme un nuevo show erótico por su parte. El conocerla me puso todavía más cachondo. Además de tener un cuerpazo, era una joven muy atractiva y bastante agradable, pese haberla interrumpido en un momento así. Pero era mejor que comenzara a olvidarla, salvo que se me ocurriera un plan más elaborado.

Pasé el viernes entero pensando en cómo podía volver a establecer contacto con ella sin resultar demasiado descarado. Se me ocurrió algo que, como mínimo, la podría atraer a mi casa. Así que ese día no hice ni un minuto extra, me fui con la idea de poner mi plan en marcha de inmediato.

Había aprovechado mi mes de vacaciones para hacer bastante ejercicio, así que esperaba que mi buena forma me echara una mano. Cuando llegué a casa, fui directo a mi habitación y comencé a dar golpes en la pared desde la que supuestamente escuchaba los ruidos la noche anterior. Estuve golpeando hasta que llamaron a la puerta. Tenía que ser ella. Estaba sudando, así que me quité la camiseta para lucir bíceps, pectorales y unos incipientes abdominales.

– Hola, Ismael, he escuchado los ruidos que mencionaste anoche.

– Sí, yo también los oigo. Viene de mi cuarto.

– Pues son bastante molestos.

– ¿Quieres pasar para ver si entre los dos encontramos la causa?

– De acuerdo.

Míriam llevaba un top y unas mallas que le hacían un culo hipnótico. Me di cuenta de como se fijaba en mi musculatura, todo estaba saliendo a pedir de boca. Buscamos de donde podría provenir un sonido que, evidentemente, en ese momento no se escuchaba. Después de unos minutos, parecía decidida a volver a su casa.

– Míriam, ¿quieres tomar algo en lo que esperamos a ver si vuelve el ruido?

– No es necesario, no quiero molestar.

– No es molestia , mujer, somos vecinos y no sé nada de ti.

– Es que no hay mucho que saber. Tengo veintiséis años y soy aspirante a actriz.

– ¿En serio? Qué interesante.

– Debe de serlo solo para ti.

– ¿Por qué dices eso?

– Porque no me cogen en ningún casting. Y mi novio… bueno, mi ex no creía en mí.

– Supongo que os separaríais por eso.

– En gran parte, sí.

– Pues déjame decirte que él se lo pierde. Eres una joven preciosa y salta a la vista tu talento.

– Te lo agradezco mucho, Ismael. A veces hace falta unas palabras de ánimo, aunque provengan de un desconocido sin camiseta.

– Querrás decir de un vecino sin camiseta.

– Tienes razón. Tú también eres muy atractivo, por cierto. Tu mujer tiene suerte.

– Mi mujer no está ahora aquí.

– ¿Dónde está?

– Se ha ido de vacaciones con las niñas y me ha dejado aquí solo.

– Parece que a ti tampoco te valoran mucho.

– Los dos merecemos más.

Llegados a ese punto, estaba convencido de que yo era mejor actor que ella. Inconscientemente, mi vecina no dejaba de mirarme el pecho, los brazos, los labios. Poco a poco, me iba acercando y ella se mostraba receptiva. Se produjo un silencio durante el cual nos miramos a los ojos, hasta que nos fundimos en un apasionado beso.

La levanté por los aires y la senté en la mesa. Rodeando mi cintura con sus piernas, nos comimos la boca mientras explorábamos nuestros cuerpos con las manos. Le quité el top liberando sus tetazas. Sus duros pezones se clavaron en mi pecho, hasta que los sujeté con fuerza y me los llevé a la boca. Hice circunferencias alrededor de ellos con mi lengua, lamiendo sus generosas areolas.

Me desnudó de cintura para abajo y yo hice lo mismo con ella. Nuestras lenguas volvieron a entrelazarse y sus piernas se volvieron a aferrar a mis caderas. La levanté de la mesa y la llevé en brazos hasta mi habitación. Notaba sus fluidos empapar mi pene tieso, que iba dando golpes contra sus nalgas.

Al llegar a mi cuarto, la tiré sobre mi cama. Antes de que pudiera abalanzarme sobre ella, se sentó en el borde y me agarró la polla. Un escalofrío me recorrió todo el cuerpo, justo antes de que se la metiera entera en la boca. Pese a su buen tamaño y grosor, mi vecina se la metía y se la sacaba sin pestañear. La apretaba entre sus carnosos labios y succionaba, provocando en mí descargas de placer que iban desde los testículos y recorrían todo el tronco hasta llegar a la punta.

La agarré del pelo para acompañar sus movimientos de cuello, mientras me la repasaba con la lengua de arriba a abajo, sin dejar de masturbarme. Probablemente era el morbo de lo prohibido, pero estaba gozando mucho más que con mi mujer, que ya era mucho decir.

Después de embadurnar por completo mi estaca con su saliva, se la metió entre las dos tetas y me masturbó con ellas, sin dejar de chuparme la punta. Aquello terminó con la poca resistencia que me quedaba y provocó que eyaculara en cantidades abundantes sobre su cara y sus tetas. Necesité tumbarme durante un buen rato para recuperarme de lo que acaba de suceder, pero ella no dejaba de besarme por todo el cuerpo.

– Míriam, lo haces mejor que mi mujer.

– Y te aseguro que no es lo único…

Continuará…

Hola morbos@s

Hola Vane

Hola Carlos como estas?

Bien gracias oye te puedo marcar?

Si claro

Pasaron los días prácticamente 1 semana o más y no me marco

Hola Vane

Hola Carlos

Que haces?

Nada en realidad estoy en la oficina, pero está tranquilo y tu?

Oh que bien, oye ando muy caliente manda pack no? Jaja

Jaja estas solo?

Si

Y porque andas caliente si coges diario eso déjamelo a mí que no tengo con quien desquitar las ganas

Jaja pues no se ya manda pack no?

Jajaja si tú me mandas algo para inspirarme lo pienso

*FOTO* – era su muuuuy erecto pene –

Órale de verdad estas caliente oye enserio tienes un muy buen pene

Jajaja si me di cuenta cuando viste que me desnudé esa vez que fuimos al motel los 4, tus ojos eran de sorpresa y dijiste “esa si es una verga” jaja

Jajja no mames enserio dije eso? Yo no tengo muchos recuerdos, tu si recuerdas todo?

Igual no recuerdo mucho, pero eso si no se me olvida y tampoco se me va a olvidar que coges muy rico

Jajaja no se vale mentir por convivir

Es real te mueves muy rico, si quieres repetimos jeje es broma, pero si quieres no es broma jaja

Jajja me la voy a creer jaja

Y como la chupas no inventes

Eso si te lo creo es mi especialidad jajja

Oye enserio hay que repetirlo apoco no quieres

No pues de querer si quiero, pero noooo ya dos veces jaja

Ah es cierto esa vez que nos fuimos con tu perrita verdad, ya Vane vamos

Esa vez fuimos porque estaban separados tu y Ely pero ya no, ni modo

Ándale Vane los 3 de regla

Estaríabien, pero noooo, mira para ayudarte con tu calentura porque si andas bien cachondillo jaja – le mande unas fotos de mis tetas

Asu que rico estar ahí pegado no mms están riquísimas ya Vane vamos a coger yo sé que tútambién quieres

Si ya te dije que sí quiero ganas no faltan, pero no puedo entiende

Se porque lo dices, pero no pasa nada

Jaja siempre te cachan estas bien wey y no quiero que esta vez sea conmigo

No, por eso quiero hacerlo contigo eres muy discreta

Ósea que nadie más te hace caso soy la últimaopción jaja mira que bien

No digas eso claro que no siempre te eh tenido ganas

De verdad? Desde cuando?

Desde la primera vez que te llevo Ely a la casa, te acuerdas? Ibas con una falda amarilla larga y una blusa blanca super escotada, se te veían unas tremendas tetas y un culazo que dije tarde o temprano lo tengo que ver sin ropa

Jajjawow si recuerdo, pero no lo note y mira que yo me doy cuenta cuando le gusto a alguien eres bueno para el póker entonces jajja

Si, pero dije no creo que me haga caso pues en ese entonces tenías novio

Jaja si de echo no te hubiera hecho caso en esos días

Ya Vane vamos solo una vez te lo pido y ya no vuelvo a molestar por favor solo dame chance una vez más y ya no te molesto

Ya te dije que no puedo

Bueno al menos dame un beso y ya con eso va

Mmm va un beso no se le niega a nadie jaja pero el pedo es donde porque no tengo tiempo más que en mi hora de comida y nos pueden ver

Pues en un motel y ya si pasa algo más pues ni modo

Jaja mira que abusado, no si entramos a un motel no me voy a detener soy débil jaja

Hay esta Vane vamos y si no quieres hacerlo está bien no hay problema, pero si quieres y yo sé que sí, pues lo hacemos solo una vez por favor

Tengo que pensarlo

Al día siguiente

Hola Vane entonces que, si vamos al motel?

Y dale con lo mismo, no pierdes la fe verdad jaja

No, contigo jamás

Nos pueden ver

Bueno, bueno ya no insisto, pero el beso si verdad

Mmm mejor no Carlos

Oye ya habías dicho que si, un beso no se le niega a nadie tú lo dijiste

Ok, ok si está bien solo 1 beso y ya –para mí los besos son más íntimos, he cogido sin besar porque solo es eso un palo y ya, en alguna ocasión hace tiempo no sé cómo, pero a mi llego el que las putas ósealas prosti no besan porque se enamoran, yo no es que me enamoré con un beso hace falta más que eso, sin embargo, es más íntimo y hay más conexión con la otra persona, sin embargo, esta vez dije porque no un beso nada mas

Se que Ely tiene a su amante y que a Carlos ya no lo quiere sin embargo siguen juntos así que eso me detenía mucho, pasaron másdías y seguimos texteando hasta ayer…

Vane mañana voy a rentar un cuarto y te voy a mandar la ubicación tu sabrás si llegas, no me voy a enojar si no vas, pero quiero tener la oportunidad de besarte solo eso

Hay Carlos no como crees

Ya está dicho descansa me sueñas porque yo voy a soñar con las tetazas que me mandaste

Ya no respondí hasta hoy que él escribió

Ya renté un cuarto, esta es la ubicación: ……..

Carlos como haces eso no inventes jaja

Solo dame esta oportunidad y ya no te vuelvo a molestar

Ya no respondí y se acercaba la hora de mi comida

Ey ya estoy aquí en el cuarto si vendrás?

No sabía que hacer digo ganas no me faltaban soy una mujer muy caliente y realmente si quería volver a coger con él y esta vez en una cama saber que tal coge, poder disfrutar de esa enorme verga y sin siquiera permitirme pensarlo más ya estaba ahí en la ubicación

Que habitación es?

Si vendrás? Es la 2

Acto seguido estaba entrando en la habitación, cuando me vio entrar no sabía ni que decir, yo entré, dejé mi bolso y voltee a verlo, él enseguida puso música y me dijo que quería escuchar, yo solo hice un gesto como diciendo que no me importaba, acto seguido después de poner equis cosa me acerque a él y nos besamos tan apasionadamente que enseguida empecé a humedecerme no separamos solo para quitarnos la ropa el me ayudo con el bra…

wow no las recordaba tan grandes que rico

Jaja es por la lactancia

Me das?

Claro

Se abalanzó a mis tetas y chupo como si no hubiera un mañana mmmriquísimo

Yo pude notar su erección pues estaba encima de él moviendo mi cadera de adelante para atrás, él seguía con boxers y no pude aguantar más me baje para poder ver su erección ahora sí con lujo de detalle, le baje los boxers un poco pero mejor se los quitó bien y yo también, él recostado con su vrga bien dura que puedo decir que le llegaba casi al ombligo y no la tenía ni tan delgada ni tan ancha para mí el tamaño perfecto, me subí a él con su verga entre mis manos y el culo bien parado, hice mi cabello a un lado para poder comerme semejante polla con mi lengua recorrí desde sus huevos hasta la punta de su pene varias veces, él sujeto mi cabello con una mano.

Te puedo grabar?

Nooooo

Con tu teléfono y después lo borras es que no te imaginas como te vez, eres realmente sexy por favor

No, calla y disfruta

Me metí su verga hasta el fondo de mi garganta lo más que pude, pensé que ya había perdido el toque, pero no jajaja la pude meter hasta el fondo solo podía escuchar como muy despacio decía “no mames que rico” y yo arremetía cada vez más rápido mojando bien su verga con mi saliva, pero no quería que acabara ahí así que me subí y puse su verga en la entrada de mi vagina, pero sabía que ese monstruo iba a doler así que lo hice lento poco a poco fui bajando para que entrara bien

ah no mames Vane estas muy apretada

O mejor dicho tú la tienes muy grande

No nono esto no lo había sentido que rica estas

Mientras nos comíamos la boca hasta que por fin lo pude tener dentro de mí, dolió un poco y es que no había cogido desde hace mucho no me habían penetrado.

Mmm que bien se sentía tenerlo dentro de mí, me levanté dejándole a la vista mis enormes tetas él enseguida las tomo y yo empecé a ir cada vez más rápido gimiendo de placer pues su miembro llegaba al punto exacto donde yo más rico podía sentir, no dejaba de moverme mi cuerpo estaba actuando por sí mismo ante tal satisfacción, era una delicia, mientras él con una mano estimulaba mi clítoris yo me hice para atrás apoyando en mis manos en sus piernas como si formara un arco y no dejaba de moverme ahí fue cuando tuve mi primer orgasmo no pude contener el grito de placer, me desplome sobre él y me beso pero siguió moviéndose cuando yo pude recobrar el aliento le dije “ven de a perrito”

Me puse de a perrito con las piernas abiertas, el culo bien parado, el rostro sobre las sábanas y las manos extendidas sujetando el borde del colchón, él me penetró muy lentamente y pude sentir cada centímetro de él dentro de mí fue algo delicioso me sentía llena.

Siguió embistiendo y yo gozando, mientras me embestía moje mis dedos con saliva y empecé a tocar mi clítorisél se dio cuenta

Si que rico me encanta que lo estes disfrutando

Aja… si… mmmm

Si quiero que te corras sii

Salió de mí y empezó a comerme la cuca yo me deje hacer pues lo hacía realmente bien, acerco su pene a mi cara y yo sin pensarlo lo volví a meter en mi boca mientras el me masturbaba yo lo chupaba tenía sabor a mí, a mis jugos a sexo, algo delicioso, me recosté boca arriba y ahora me penetro así mientras yo seguía tocando mi clítoris el subió mis piernas y logre sentirlo más dentro de mi cuando por fin pude correrme chorreando todo y el salió de mi para también echar su leche, su semen me llego hasta el cuello ambos gimiendo de placer al por fin liberar el deseo que tantohabíamos reprimido.

Había pasado Navidad, el estrés de las compras, la congestión vehicular en Bogotá, la lluvia constante y el estrés del trabajo debían ser reemplazados por una salida donde el clima permitiera colocarme un bikini, meterme en una piscina y tomar algunas cervezas. El problema de trabajar en una aerolínea es que los descuentos que tengo en tiquetes me dejan sujeta a cupo, igual que a mi esposo. Pues bien, todos en Bogotá pensaron lo mismo, lo vuelos estaban muy llenos, no nos fue posible viajar en los primeros vuelos y poco a poco nos íbamos quedando a los de más tarde. Al final solo uno podría viajar sobre las 3 pm y el otro debía esperar si en el de las 7 habría cupo.

Yo tome el vuelo de las 3, pues las reservas de hotel estaban a mi nombre y debía mostrar mi tarjeta de crédito con la que había pagado. Me despedí de mi esposo y abordé. A mi lado se sentó un chico de unos 21 años, quien se había dado cuenta de que había tenido que separarme de mi esposo.

– Hola, como estas? – Lo volteé a mirar sin decir nada. – Disculpa, es que noté que tuviste que despedirte de tu pareja y me preguntaba el porqué, yo tuve que viajar solo, ya que mi madre no alcanzó a llegar al aeropuerto. – Seguí mirándolo sin decir nada mientras me preguntaba que rayos tenía que ver conmigo. – Es que ella no viaja seguido y no sabe que debe hacer para que la pasen al siguiente vuelo, ¿Podría tu esposo ayudarle? Ya que van a tener que hacer el mismo tramite.

T: Ah ok – respondí por fin. Le expliqué lo que debía hacer y antes de despegar el chico trato de darle las indicaciones a su madre, pero mientras le decía a ella noté que no le iba a ser tan fácil. Estábamos próximos a despegar y tendría que apagar el teléfono, así que le di el número de mi esposo para que ella lo llamara después de textearle para que no se le hiciera extraña la llamada.

M: Mucho gusto, Manuel, muchas gracias por tu ayuda – Se presentó y se preparó para el despegue -Tatiana – Le respondí. Pude notar que apretaba sus manos demasiado contra los apoya brazos de su silla. Parecía nervioso y miraba para todos lados cuando había algún ruido del avión.

T: ¿Es la primera vez que viajas en avión?

M: Si, ¿se nota?

T: Solo un poco. No te preocupes, trabajo en esta aerolínea, si algo malo pasa te lo diré – Y traté de calmarle los nervios durante todo el vuelo distrayéndolo mientras conversábamos.

Al llegar, su padre lo esperaba en el aeropuerto, se ofreció a llevarme a mi hotel, lo cual acepté. Al llegar al hotel, lo primero que hice fue ponerme mi bikini, salir a la piscina y comprarme algunos cocteles. Me recosté boca abajo en esas sillas playeras y solté la parte de atrás del bikini para broncearme. Pensé en recibir a mi esposo un poco ebria y poco a poco los cocteles comenzaron a acumularse en mi cabeza. Me levanté y me metí al agua para refrescarme y me iría a la habitación. La música sonaba con un alto volumen, pero no era música bailable, era música bastante sugestiva. Estuve allí unos minutos hasta que..

M: ¿T0atiana? – Voltee a mirar sorprendida de quien podía conocerme – Hola, soy Manuel.

T: Ah hola, ¿que haces acá? – Pregunte un poco desconfiada.

M: Quería agradecerles que ayudaron a mi madre y les traje esto – Sacó de su mochila una botella de whiskey

T: Oye muchas gracias, no era necesario – Miré el reloj y me di cuenta que faltaba poco para el vuelo de mi esposo, así que lo llame. Manuel aún estaba allí cuando escuchó que tampoco en ese vuelo podría viajar y que tendría que esperar al del día siguiente.

M: Oye lamento lo del viaje de tu esposo.

Estuvimos charlando un rato, pues ya que, ya no tenía a que subir a la habitación a arreglarme, para seguir sola prefería estar en la piscina. Además, la música era bastante erótica y estaba buscando con Shazam varias de ellas, yo tengo una playlist de ese tipo de música que reproduzco cuando estoy en plan romántico con mi esposo y estaba ampliando el repertorio. Música tipo “The Thrill is Gone – B.B. King, Tracy Chapman” y “Fall of the House of Death – Marilyn Manson” sumado a los cocteles me había puesto a volar la cabeza y comencé a fijarme de manera diferente en aquel chico, tenía un buen cuerpo, era moreno, cuerpo marcado y cada que salía de la piscina lograba ver sus nalgas cuando su pantaloneta mojada se pegaba a ellas, lo que pronto me hizo pensar en si su verga también se le podría ver. Traté de verla un par de veces, pero no lo lograba, lo que sí estaba consiguiendo era excitarme poco a poco. Cuando me di cuenta, estaba buscando alguna manera para acércame a él y debajo del agua pasar mi mano de manera disimulada para rozarlo, inevitablemente subiría a mi habitación a masturbarme, al menos eso fue lo que tenía en mente.

T: Es hora de irme – di un ultimo sorbo para desocupar mi copa mientras le decía adiós con la mano.

M: Sabes que eres muy bella, ¿No? – Me preguntó y me abrazó por la espalda.

Puso su pene entre mis nalgas, la poca tela me permitió sentirla totalmente, estaba dura y se acomodó fácilmente entre mis cachetes.

T: Gracias – Respondí asustada y traté de retirarme, pues no esperaba que hiciera eso.

M: Deberías invitarme a arriba – Dijo mientras me sostenía con fuerza, evitando que su bulto se separara de mi cola. – Mira lo que lograste.

T: ¿Lo que logré? – Como pude giré para quedar frente a frente y lo miré con cara de desagrado.

M: ¿Qué crees, que con esa forma de provocarme se iba a quedar pequeña? – preguntó asegurándose que yo supiera que se había dado cuenta de todo.

T: Lo siento, mi intención no era….. – traté de disculparme apenadamente pero me cerró la boca con un beso, puso uno de sus brazos alrededor de mi cintura y me apretó, con lo que nuevamente sentí su verga dura sobre la parte baja de mi vientre.

No pude resistir la escena, no se trataba solo del chico, la excitación que tenía, que no era poca, se había disparado aún más por estar siendo besada en una piscina, con un abrazo alrededor de mi cintura de manera dominante y mientras sonaba de fondo “Cold Pizza – Gregory David”, perdí el control de mi cuerpo y ahora no solo le correspondía el beso, sino que movía mi pelvis al ritmo de esta canción, lo que evidentemente Manuel pudo notar, dejo de aprisionarme para posar su mano en mi cadera, sabía que ya no me iba a escapar.

Sin decir más, lo tomé de la mano y lo saque del agua, como pude tomé las cosas en la otra mano y lo llevé al ascensor, habían 2 niños y su madre allí, lo que hizo que sin hablarnos nos dirigiéramos con Manuel miradas entre sus labios y sus ojos, podía ver en ellos la morbosidad con la que disimuladamente recorría mi cuerpo, iba por mis caderas y de repente se mordía el labio con los colmillos y levantaba su mirada hasta mis ojos, con los que sin preguntarle, sabía que estaba imaginando todo lo que me haría y eso me ponía muy caliente.

Al entrar a la habitación, me puso contra la pared, dejando mi espalda y nalgas (a las que todavía le escurrían algunas gotas de agua), se apoyó sobre mí, haciéndome sentir nuevamente su dura verga entre mis nalgas, sus dos manos pasaron por debajo de mis brazos y me agarro las tetas.

T: Quítate esto – Le pedí mientras mis manos buscaban el cordón que evitaba que le bajara la pantaloneta, hizo caso y la dejo caer hasta el suelo. Luego soltó las tiras de la parte de debajo de mi bikini que se amarran de los costados, lo arrancó e hizo lo mismo con la parte de arriba. Me empiné un poco para que pusiera su pene entre mis piernas y comencé a moverme. No lograba metérmelo, pero su miembro rozaba con mi clítoris, se deslizaba tan suavemente que imagine que estaba empapado en mis fluidos, lo que me encantaba. Tenía una de sus manos en mi cadera y la otra en mis tetas, me besaba la oreja y me mordía el cuello, eso me excitaba demasiado, me sentía como en las novelas de vampiros y en ocasiones deseaba que me enterrará sus colmillos también.

Pasaron unos minutos así, a pesar de que me estaba haciendo sentir delicioso yo quería que me la metiera toda y como él no tomaba la iniciativa (tal vez porque estaba disfrutando como estábamos o porque no se le ocurría), pues lo hice yo, llevé una mano hasta su verga y la acomodé apuntando a la entrada de mi vagina, esperando que de una sola estocada me la clavara, pero él se retiró, me llevó de la mano a la cama.

T: Espera, tengo ganas de algo – Aproveché la pausa – Ok Google, reproduce “You Don’t Love Me – Dawn Penn”- le ordené a mi celular después de encender un parlante BT.

Manuel me acomodó en la cama en 4. Se hizo detrás mío y comenzó a rozarme de nuevo con su pene.

T: O me la metes o te largas – Le rogué prácticamente para que me hiciera suya. Así lo hizo, apunto con su arma a la entrada de mi vagina y con lo húmeda que estaba entró hasta el final. Por fin me sentí llena, comencé a moverme al ritmo de la canción, y él me siguió. Le hacía falta ayuda para iniciar, verme en 4, con su verga dentro mío era la motivación que necesitaba. Comenzó a moverse frenéticamente, bruscamente, sus testículos golpeaban con fuerza contra mi. Puse mi mano hacia adelante para evitar caer sobre la cama. Me agarró de las caderas para aumentar su fuerza de entrada.

T: Ooohh, que rico, eso es lo que quiero, aahhhh, siii. – gemía yo ante el placer que esa joven verga me estaba dando. Me estaba llevando al éxtasis, estaba fascinada, la falta de experiencia la compensaba este chico con energía. Yo apretaba las sábanas, ponía mi frente contra ellas, después de un par de corrientazos la levantaba, lo que Manuel aprovechaba para agarrarme del pelo. Poco a poco llegue a primer orgasmo, esto era el cielo. El chico seguía su frenético movimiento, empezaba a agitar la respiración, lo volteé a mirar y tenía los ojos cerrados, su verga se empezó a hinchar, y cuando sentí esto me detuve, me di la vuelta y me acosté mirando hacia arriba. Le abrí las piernas y le hice con mi dedo índice la señal de que se acercara.

Se acostó sobre mí, me besaba el abdomen y pasaba sus manos por mis piernas. Subió con sus labios a mis tetas y se dedico a lamerme muy bien los pezones. Hacia tiempo para relajarse un poco, ya que estaba por terminar, pero no puedes dejar que se enfríe la situación, pensé yo, así que le tomé una mano y la llevé a mi vagina. El entendió y comenzó a masturbarme con 2 dedos sin dejar de chupar mis tetas, cuando los tuvo bastante mojados los metió, mientras tanto yo le pasaba mi mano por su pene, suavemente, sin la intención de hacerlo eyacular, me gusta sentir un buen pedazo de carne en mi mano. Me comenzó a llevar nuevamente hacia el orgasmo, los corrientazos que hacían estremecer mi cuerpo se volvían más seguidos, por lo que le pedí que me la metiera de nuevo.

Nuevamente hizo caso, se ubicó entre mis piernas, la cama era muy baja como para que él lo hiciera de pie, así que se acostó sobre mí, una de sus manos me tomaba de una de mis tetas, con la otra se apoyaba en la cama, así que nuevamente lleve mi mano a su verga y la puse en la mi entrada. Me la clavo de un solo empujón y se dejó caer sobre mí, cerré mis ojos y me dedique a disfrutar, recuerdo muy bien que en ese preciso momento sonaba “What Love You Can – Kingdom Come” por lo que sumado al típico misionero en el que estábamos fue un momento muy muy sensual. Mis sentidos estaban suprasensibles, escuchaba todo, sentía todo, cada centímetro de ese pene lo disfrutaba en su camino hasta el fin y de regreso, el aire de cada respiro que salía de su boca rozaba mis orejas, sentía entre mis manos como sus nalgas se apretaban y endurecían cada vez que me entraba su verga.

T: Si te detienes te mato – se me ocurrió decirle al oído mientras mi orgasmo comenzaba a desarrollarse. Movía mis caderas cada vez más rápido, hasta que llegó el momento, inicio ese corrientazo del orgasmo, dejé de escuchar y de sentir cualquier cosa que no fuera esa sensación, Manuel no se detenía, había entendido con el movimiento de mi pelvis que me tenía a punto. No paraba tampoco la sensación aquella, se intensificaba cada vez más, ooooohhh por Dios, que rico, aaahhh, creo que le solté las nalgas y me aferre a las sabanas de nuevo, como si me fuera a caer, siguió el orgasmo, hace mucho no sentía un orgasmo tan largo e intenso como aquel, puse mis manos en la espalda de aquel chico, y mis dientes en uno de sus bíceps le marque la espalda y su brazo en la intensidad del orgasmo que estaba teniendo. Cuando acabó aquella sensación y comencé a relajarme fue el turno de Manuel, quien comenzó a venirse. Sentí que su esperma inundaba mi interior mientras me apretaba fuertemente una de las tetas, su otra mano estaba entre mi pelo y mordía mi cuello.

Al finalizar, solo se dejo caer rendido sobre mí, puso su cara sobre mi pecho y su respiración agitada recorrían mis pezones. Duramos algunos minutos totalmente inmóviles, sentí como su verga comenzaba a perder tamaño aún dentro de mí, como su semen dejaba su textura espesa y salía de mi hasta caer en la cama. Se escuchaba “Tennessee Whiskey – Chris Stapleton” en el fondo de la habitación.

Nos levantamos, me vestí y le pedí que se fuera.

M: Ya que tu esposo no llega esta noche, yo te haré divertida la noche – Me dijo suponiendo que tenía algún tipo de derecho. Solo le abrí la puerta y esperé que saliera.

Tomé un baño mientras sonreía recordando como tenía que guiarlo. Revise mi celular y tenía algunas llamadas perdidas de mi esposo y una nota de voz que decía que finalmente si había podido viajar. Para el momento en que lo leí su vuelo estaría por mitad de camino, así que tuve tiempo de organizar todo, maquillarme y arreglarme con ropa interior de encaje que tenía lista solo para él, al final, había recibido una dosis de energía que usaría con alguien que sabe coger muy bien.