Hetero: General

Conejita hambrienta salió corriendo Después de entregarme su virginidad anal cómo regalo de una última vez .
Cómo la vez anterior conejita hambrienta salió corriendo del cuarto de hotel dejándome un beso y su aroma de hembra y te mando un mensaje                      quedé solo y mas tarde ya en el comedor en casa con la familiai padre habló  mañana es sábado Fernando quiero que te encargues de subir y limpiar la azotea todo lo quiero ordenado y bien barrido a bajas la basura  si papá respondí. A y ustedes ayuden a su madre en todo lo que puedan le ordenó ais hermanas si papi

Cada quien tomó su habitación como era costumbre me recosté cerré mis ojos yr deleite con escenas sucedididas hacía a penas unas horas eni mente me veía besando las piernas y tobillos de conejita hambrienta y disfrutando cada penetración de su apretado culito hasta las nalgadas que la di en su hermoso tracero hasta que Sele pusieron rojas las nalgas  hoo que rico  poco a poco me ganó el sueño  hasta que pling pling eran dos mensajes

C H – hola guapo ya saliste del trabajo?

C H – papito lindo ya puedes contestar?

F I – hola hermosa ya estoy disponible para ti

C H – hola amor  que ases ?  Estás muy cansado?

F I – cansado para nada recuerda que soy fuego inagotable listo para ti  y tú cómo estás?

C H – yo bien muy contenta aún que todavía me duele el culito un poco sobre todo cuandoe siento de golpe pero todo bien jijijijiji  y como noe va a doler si calzas del nueve y medio

F I – perdón no te quise lastimar  y es que no lleve lubricante nunca imaginé que me regalarías algo así y nuevecito  te duele mucho?

C H – bueno al principiou dolió muchísimo hasta se me salieron las lágrimas pero después fue  un dolor placentero y delicioso es difícil explicar pero muy ricooo jajaja  con un experto cómo tú cómo no disfrutarlo

F I – en una palabra te gustó y no te arrepientes de haberme dado tu virginidad anal ?;; que hermosa eres      (si supiera que es mi primera experiencia sexual y ella esi primera mujer se va para atrás! Pensé parais adentros )

C H – arrepentirme ?  Nunca ni de la primera vez no de esta eres lo más hermoso que me a pasado en todai historia.  Que si te vuelvo a encontrar  con gusto te vuelvo a dar mi culito aún que lloré ye duela el culo un año  papito.    Eres lo máximo  ahí vienei esposó …..

El silencio acostumbrado  más tarde como en un internado siete en punto a cenar la voz fuerte y autoritaria de mamá     todos al comedor un rato de esparcimiento y alas 9 en punto cada uno a su habitación  me dormí y a la una de la madrugada pling era ella  hola amorcito ya te dormiste?

F I – hola preciosa no aún no esperaba tu memsaje

C H – y yo pensaba en tí conas hambre que nunca es que tú cosota me despertó un apetito voraz jajaja

F I – no quiero que nos imvolucremos  sentimentalmente no se si sea bueno volvernos a ver  lo siento pero no quiero que nos hagamos daño eres tan linda tan buena

C H- pero si no nos conocemos como vamos a enamorarnos  solo eres el chico de la máscara y yo la mujer enascarada  solo somos dos cuerpos calientes con muchas ganas de coger

F I – no se deberíamos pensarlo un poco  en los próximos mensajes vemos

C H – bien piénsalo parai no hay dudas quiero quee cojas cada vez que podamos mañana y el domingo no podré mandarte mensaje ya que estaré en una fiesta coni esposo  pero el lunes nos escribimos  bye

F I – ok. Disfruta tu fin de semana yo también estaré bien ocupado… Que duermas bonito bye

Y el silencio y a dormir   muy temprano me levanté ha hacer lo que me ordenó papá junte todos los cacharros y todo lo de plástico lo reduci a lo mínimo posible todo lo metálico lo puse a parte  después lo vendería ahora nesecito dinero el hotel cuesta  de pronto la voz de una feis hermanas feeer dice mamá que jeches tu ropa en la lavadoraaa  grite siiiiii ahorita seguí en mi labor minutos después baje a llevari mi ropa a la lavadora escuché voces en la cocina y pensé que ahí estaban todos  la lavadora está al final de un pasillo y fuí en silencio cuando vengan ya tendréi ropa lavada jejeje trate de no hacer ruido alguno cuando al final en la lavadora alguien metia ropa me quedé estático era mamá nunca la había visto con una bata corta tenia medio cuerpo dentro de la lavadora sus pies en punta sus pantorrillas sobresaliente mi mente fue más rápida que mí entendimiento conejita hambrienta las piernas las pantorrillas los tobillos los pies levanté la vista el hermoso tracero es ella! Es ella!  Salí loas silencioso posible corriendo a la azotea no puede ser conejita Hambrienta esi mamá nooooooo es posible ella tan enojona tan seria tan respetada no estoy equivocado no esi madre ella es incapaz de hacer algo así engañar a papá meterse a una página de encuentros sexuales mi ojos lloraban  que pecadoas brutal  y mi papa  lo respeto mucho

estaba en shock llorando de rabia e impotencia   no puede ser traté de tranquilizarme alo mejor estoy confundido  las mujeres de esa edad y blancas hay muchas en la colonia  y tienen el mismo aspecto físico de mamá cualquiera pudiera ser conejita Hambrienta  la imagen de mamá empinada el la lavadora las piernas y el culo de conejita eran idénticos  no puedo creerlo hay millones de mujeres y precisamente sería madre?    No y no ella jamás haría algo así  estaba a punto de enloquecer cuando Fernandoooo a almorzar no quería bajar pero acostumbrado a obedecer a mamá baje y ahora tu porque trae los ojos llorosos?  Me callo herrumbre de unos fierros viejos y como lastima la vista  mamae revisó no tienes nada ahora tenía su acostumbrado vestido largo hasta los pies  yme tranquilizó mucho estoy equivocado  más tarde fui a vender los fierros y por la calle ví a muchas vecinas con un parecido a conejita hambrienta  pero algunas con pies muy largos  pantorrillas más gruesas o mas delgadas  por ahí debe andar pero mamá no es

Aquella noche fué plagada de pesadillas  soñe que estaba sodomizando a conejita Hambrienta ella gemía como loca y pedía más duro en plena lucha sexual le afloje las agujetas de la máscara se la quite ella me miró por encima de su hombro y era mi madre e desperté bañado en sudor  más tardé volví a soñar la cogía piernas al hombro de pronto desapareció la máscara y era madre. Ya no pude dormir el resto de la noche todo está muy claro  casada con hijos 39 años blanca  todo tiene sentido    al día siguiente domingo  paso lo que no quería mi peores temores se hicieron realidad  mientras almorzamos ma se levantó de la mesa a traer sal. Regreso y se sentó muy rápido pego un salto y haay   que te paso ? Preguntó papá  me senté arriba de una cuchara       en mi mente recordé el mensaje de conejita hambrienta todavía me duele el culito sobre todo cuando me siento de prisa.

Estoy en un dilema que ago no quiero seguir en el pecado.     No tenemos la culpa pero estamos hasta el cuello en el incesto

Al mismo tiempo Aser el amor con esa hembra es algo muy especial y que me pone muy caliente  que hacer ? Ella no sabe pero yo si   se lo digo? Y como?  Capaz me mata a golpes     no quiero seguir pescando pero al mismo tiempo la deseó no se que hacer.  UD que aria ?

Continuara

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Segunda parte de mi relato con mí papá, después que ví que él se cogió a mi tía en su cuarto .

Mi nombre es Marisa, Está es la continuación de mi relato de cuando ví que mi papá sé coge a mi tía ( le llamo prima por la poca diferencia de edad entre ella y yo)

Después que ví como mi Papi sé estaba cogiendo a mi prima y se dió cuenta que yo lo veía, el me guiño un ojo y yo me fuí a mi cuarto antes de que ella me viera, un rato más tarde fue mi Papi y me dijo, té gustó lo que viste? Yo aún estaba muy caliente y con mi shorts a medía pierna y el con su vrga haciendo carpa en su boxer, sé tocaba para que yo lo viera

Yo le pregunté dónde está mi tía, él me dijo que se metió a bañar y tardaría un rato, se acercó a mi y me acaricio el pezón que estaba más cerca, yo me estremecí y lo deje hacer, a cada momento me calentaba más, toqué su pene y dió un briquito que me encantó para ésto él me empezó a bajar mí shorts junto con mi tanguita dejando mi vagina peloncita al descubierto y me empezó a acariciar y meter un dedo entre los labios vaginales yo yá estaba escurriendo.

Él me empezó a besar el cuello y bajando hacia mis senos besando los pezones y más tarde hacia mi vientre, llegó a mi ombligo y metió su lengua en el mismo mientras sus dedos acariba uno mí clítoris y la otra en mi ano y yo lo dejaba hacer mientras yo lo masturbaba, ya salía su líquido preseminal.

En un momento me acomodo para hacer el 69 que me encantó mientras el metía su lengua entre mis labios vaginales yo besaba su glande y saboreando su rico líquido preseminal poco a poco me metía más su pene en mi boca hasta la mitad, sin avisar sé vino en mi boca, mientras yo tenía un orgasmo en la suya.

Descansamos un momento mientras nos acariciábamos uno al otro, de pronto el me puso dé espaldas al colchón y se subió encima de mi, acomodando su pene a la entrada de mi orificio vaginal y me empezó a penetrar despacio, yo estaba en otro mundo me gustaba sentir como entraba en mi.

De pronto se detuvo para que mi vagina se acostumbra al invasor, me sentía llena, de pronto sé empezó a mover dentro y fuera, yo sentía delicioso el roce de el pene con las paredes de mi vagina, (nunca había sentido tan rico como ésa ocasión) dé repente sentí algo delicioso desde mi estómago y hasta mí vagina, me vine muy rico y mojé toda su verga, eso hizo que él se viniera con cuatro o cinco chorros dentro de mi.

Ésa fue mi primera, pero no la última vez que hicimos el amor con mi papa.

Después hicimos un trío con mi tía, pero eso es otra historia que contaré en otra ocasión. Cuéntame si te gusta mí relato mí correo es [email protected] o en mi perfil

    Era una filipina/americana, su papá norte americano y su mamá filipina..
    Corría en año 2013 cuando yo ya había comprado mi casa en una propiedad privada, bardas grandes con arboles en crecimiento y piscina en la parte de atrás, era lo que más me gusto de esa casa la piscina estaba rodeada de árboles que no dejaban que nadie de afuera pudiera ver, además de las grandes bardas.

    Yo visitaba diario a mi hermana ya que mi casa no la tenía toda amueblada ni nada solo mi recámara y la sala. Tenía 4 recámaras para invitados que solo tenían los colchones porque todavía no me decidía por cuales recámaras comprar.
    Mi sobrina  tenía 13 años pero era muy inteligente así que la adelantaron dos años en primaria y para primero de prepa ella apenas cumpliendo 13 y sus amigas ya tenían 15. He aquí donde entra su amiga que le llamaremos Cassie.
    Cassie era una muchachita hija de un gringo y una filipina ya se imaginarán la mezcla, su piel era tipo rosada oscura, como si estuviera requemada por el sol y tirándole a color rosa. A ella ya la había conocido desde que tenía 8 años pues seguido hacían pijama das cn mi sobrina en la casa de mi hermana.
    Mi sobrina es muy apegada a mi, asi que para la prepa mi pregunto si podía poner mi dirección para poder asistir a una preparatoria que estaba cercas de mi casa así que le dije que por supuesto.
    Para ese entonces ya estaba empezando mi negocio y también trabajaba. Así que había ocuasiones que mi sobrina me pedía que la recogiera de la escuela lo cual me era fácil ya q quedaba de camino de mi trabajo a la casa, ya más tarde pasaba mi hermana a recogerla.

    Mi sobrina me pidió permiso para invitar a sus amigas a la alberca, lo cual le dije que sin problema y para eso yo ya le había dado unas llaves para que ella se sintiera en casa.

    Se llegó el sábado llegue de trabajar como a eso de las 6 de la tarde como era verano todavía estaba el sol algo fuerte. Me metí a la casa y escuché mucho ruido en la parte de atrás. Me asome y vi que eran como siete muchachitas, jugaban en el agua y otras platicando.
    En ese momento no pensé nada morboso, vi mi barra que obvio todavía no tenía nada ni copas ni vino, pero estaba llena de comida, pizza, refresco, alitas, Sabritas.
    Me senté y desde ahí se podía ver la alberca pero más bien era más adentro de la casa. Me comí un pedazo de pizza y me puse a ver mi teléfono cuando escuché que abrieron la puerta de la cocina o sea la entrada de la parte de atrás y venía Cassie modelando un traje de baño de dos piezas. Era solo el top y un bikini azul de esos que se amarran de los costados. Ella no me vio sentado en la barra y se dirigió al baño.
    Se sentó en la taza sin cerrar la puerta y yo desde donde estaba podía ver su bikini en las rodillas, la verga se me puso durísima. Se escuchaba la orina como caía en el escusado, y enseguida entro otra amiga de ellas que conocía pero no recordaba su nombre! Esta otra venía en short y playera pequeña, lo único que destacaba era la forma en que se le marcaba la panochita chiquita en ese short. Se metió al baño donde estaba Cassie y platicaban de cosas sexosas. La amiguita de Cassie le decía “tienes la panochita bonita sin pelo, como le haces?” Cassie mi mamá me lleva con ella a la cera.

    Yo solo me imaginaba como la tendría de bonita y mi verga seguía reaccionando.
    Ensguida la pregunto la amiga “todavía eres virgen?” Cassie…eh no, solo lo he echo una vez pero no me gusto mucho! No sentí nada!

    La amiga: porque que paso?

    Cassie: es que fue hace dos años con un amigo de la clase de inglés, pero solo se me subió y sentí poquito pero se bajo muy rápido, y yo quería más y se volvió a subir pero igual solo me llenaba de esperma la vagina pero por fuera.

    La amiga: no tienes miedo de quedar embarazada?

    Cassie: antes no lo pensé pero en ese año mis padres decidieron ponerme en birth control y ahora que no tengo miedo ni novio tengo y mucho menos relaciones.
    Las dos rieron.

    Yo seguía durísimo con la plática, la amiga salió y no me vio solo salió y fue de nuevo a la alberca cn los demás, vi que Cassie se levanto subió su bikini y al salir ella si se dirigió a la barra donde yo estaba sentado y obvio me miro y solo sonrió diciendo “hola”

    Yo: hola! Se la están pasando bien?

    Cassie: si (pero con una mirada y sonrisa coqueta)

    Yo: a que bien pueden venir cuando quieran.

    Cassie: Gracias, le diré a N (mi sobrina) que nos invite frecuente.

    Yo: si esta bien. Cuando gusten.

    Cassie: oye y ya tienes rato aquí?

    Yo: si como 20 minutos, porque?

    Cassie: no escucho nada verdad.

    yo: nada como que? Que gritaban afuera en la alberca?

    Cassie: no ahorita que estaba en el baño.

    Yo: pues no mucho, no puse atención la verdad.

    Cassie: oh ya veo. (Dando una sonrisa más pícara)

    Yo: estaban hablando algo de mi sobrina o algo que no debería escuchar?

    Cassie: no, no es algo más privado.

    Yo: ah okay o te preocupes.
    Se salió dando la vuelta y ahí pude apreciar ese culo más de cerca que se le miraba redondo y ese bikini que solo le cubría la mitad de sus cachetes, eran una nalgas redondas y sabrosas, de frente solo se le marcaba bien el triángulo yo de su vagina, y sus pechos que no eran grandes pero si firmes y redondos (ya les platico en unos momentos.

    Me metí a mi recámara. Me bañe y quería masturbarme pero estaba suene y suene mi teléfono así que apresure y conteste y se me pasaron las ganas. Se hizo tarde y salí a la sala, ya las chicas estaban en la sala, les pregunté si querían algo de cenar para ordenar. Mi sobrina me dijo que unas ya se iban y las otras me pifia permiso de hacer una pijamada en la casa.

    Les dije que si iban a dormir en el suelo por que solo había colchones y mi sobrina me dijo “no tío, queremos dormir afuera en el patios de atrás en las casas de campaña. Yo a bueno esta bien.

    Quienes se van a quedar y solo eran 3, mi sobrina, otra amiga de ella, y Cassie.

    Se fueron todas las demás y les ayude a poner la casa de campaña que era para 10 personas. Me pidieron que las llevará a la tienda a comprar snacks y agarraron malvaviscos y cosillas.
    Yo les encendí el fuego para sus bombones y me metí a mi estudio por que estudiaba en línea y aparte estaba aprendiendo a hacer payroll para el negocio de comida que estaba emprendiendo.

    Pasaron como dos horas ya casi eran las 12 de la noche, cuando sentí que alguien se acercaba al baño que estaba cercas de mi estudio, y ahí vi que era Cassie, obvio ella no me miraba por que mi estudio tenía una ventana grande con vidrio que no se ve del otro lado pero de mi lado si se ve completo. Vi que se metía al baño y solo llevaba un camisón grande. Cuando escuché que se lavaba las manos para salir yo también salí del estudio y nos encontramos.

    Cassie: todavía no te duermes?

    Yo: si ya me dormí.

    Cassie: ah te gustan los chistes?

    Yo: algo, (pero no dejaba de ver sus piernas gruesesitas debajo del camisón,

    Cassie: que esta haciendo?

    Yo: oh estoy aprendiendo a hacer cheques y mi escuela en línea. Mira pasa.

    Y la pase al estudio, me sentí enfrente de la computadora y le dije siéntate (en la silla de enfrente a mi escritorio).
    Yo: ya se durmieron las chicas?

    Cassie: ya hace rato, yo estaba usando el teléfono pero vine al baño.

    Cassie: oye te iba a preguntar hace rato lo que escuchaste es mentira okay!

    Yo: y según tu que escuché?

    Cassie: pues creo que si escuchaste la plática de mi amiga y la mía.

    Yo: pues si me dices que es te digo si es lo que escuché o no!

    Cassie: okay es que le estaba diciendo de la vez que tuve relaciones sexuales.

    Yo: ah de eso, si, si escuché eso, pero porque dices que no es verdad. Acaso es mentira o como es la cosa?

    Cassie bueno si es verdad pero no quería que tu creas que soy una freaky (como chamaquitas loquillas)

    Yo: no es normal aparte ya tienes 15 no?

    Cassie: si ya.

    Yo: si tienes novio es normal que tengas tus cosas con el, pero no creo que debas tener esta plática conmigo, sino con tus papas.

    Cassie: si ellos son mente abierta, incluso me pusieron el birth control para evitar embarazos.

    para esto mi verga estaba que reventaba la pijama de mi pants de algodón, no quería ni levantarme porque se notaba demasiado.

    Yo: TMI demasiada información jaja. Cassie ,tu me das confianza,

    Yo: pero aún así debes de cuidarte, ya ves que los chavos andan con una y otra, no solo te cuides de embarazo sino de una enfermedad.

    Cassie si lo se pero no tengo a nadie solo lo he echo una ves y fue hace dos años.

    uff eso me dio pie a soltarme de una.

    Yo: apoco y eso porque si era demasiado hermosa y tienes… bueno no se si deba pero tienes bonito cuerpo.

    Cassie: tu crees?
    Yo: claro mírate! Date una vuelta y vete en el espejo de la ventana.

    cassie se levanto, y el camisón le quedó levantado dejando ver su calzón cachetero que tenía puesto, se dio una vuelta y uff, me levante y le dije ves estás bella, se me quedó viendo en mi paquete y se puso roja dando una sonrisa perversa, diciendo a alguien también le gusto. Y no dejaba de ver mi verga erecta levantando la pijama a todo.

    Yo: disculpa no pienses mal de mi.

    Cassie: es normal (dando un sonrisa más cachonda y se me acerco) me pregunto que si la podía ver?

    Yo: la agarre de la mano y la dirigí a mi verga y me la apretó fuerte sentí que me venía de solo sentir su mano por encima del pijama.
    Le dije que fuera a ver si las chicas seguían durmiendo. Fue y se tardo como 10 minutos, regreso.
    Yo ya había movido el escritorio enfrente se la ventana para ver cuando venía una de ellas por si se despertaban.
    Cassie llegó y la bese fuertemente subiéndola agarrándola de las nalgas al escritorio. Abrí sus piernas y acomode mi verga contra su vagina aún con ropa los dos. Ella me puso sus manos en mis hombros y yo le agarraba su quijada para comerle la boca, la cual me dejaba de besar para soltar gemidos en mi boca, ya que mi verga estaba tallando su vagina. La acosté en el escritorio y por inercia abrió las piernas y ahí puede ver su calzón bien mojado ya que era del mismo color que mi pijama (gris) y tanto su parte como la mía se veían más oscuras por lo o mojado… agarre su calzón por los costados y dios mío lo que vi era simplemente hermoso….

    Esto lo dejo para la siguiente por que solo serán dos capítulos.

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    Siempre quise hacerlo con mi papá desde que lo ví serle infiel a mi mamá, mi tía siempre llegaba a la casa cuando mami salía, .
    Hola mi nombre  es María Isabel vivo en Aguascalientes en México tengo 18 años y vivo con mis papás, en la casa de mis abuelos maternos dónde vive también mí tía que es dos años mayor que yo.

    Mi papi es un hombre muy guapo, mide 1.87 mts. Moreno pelo negro entrecano, su pene mide 20 cm. De largo por 5 cm. De grueso con un glande como hongo 🍄

    Mí cuerpo es muy normal soy muy blanca pelo castaño, ojos verdes, boca grande con labios gruesos y carnosos, senos pequeños con aureola rosita y pezones grandes, cintura pequeña, piernas largas pero bien formadas, tengo un culito parado y redondo gracias a mi hobby de por el ballet y patinaje.

    Mi tía es muy parecida a mi sólo que su pelo es más obscuro y senos más grandes igual con aureola rosa y pezones grandes,  y una cola parada juega voleibol y es muy caliente

    Ella siempre entraba en la habitación de mi papi cuando mi mamá salía a trabajar, siempre vestida con su pijama que consta de una playera sin mangas y un mini shorcito que dejaba ver la mitad dé sus nalgas, siempre me preguntaba para que iba con mi papa hasta que un día llendo yo a el baño pasé por el cuarto de mis papás y la puerta estaba entreabierta, me asome y Vi a mi prima de rodillas entre las piernas de mi Papi y con su vrga en la boca sé la estaba chupando mientras papá le sobaba las tetas y pelliscaba su pezones.

    Yo me quedé viendo lo que pasaba y antes de darme cuenta ya tenía mí mano en mi entrepierna y estaba muy mojada cuando de pronto mí papi volteo hacia la puerta y me vió, no dijo nada, sólo levantó a mi prima y la puso en cuatro dé forma que yo pudiera ver cómo le metió el pene en su vagina y le empezó a dar muy duro la cojia yo me ponía más caliente por momentos, ya tenía un seno de fuera y me pelliscaba un pezón mientras la otra mano acariciaba mí vagina y metía primero un dedo luego otro seguía atenta a lo que pasaba al interior del cuarto, mí papi le daba duro a mi prima por su vagina y de pronto la saco y se la mando por el hoyo tracero la bombeó tres o cuatro veces y la inundó con su semen que le empezó a escurrir por las piernas a mí prima, él la sacó y se la ví.

    Me pareció enorme pero sé me antojo.

    Esté recuerdo sé está haciendo muy largo, haré una segunda parte donde contaré cómo mi papá me cogió a mi

    Esté es mi primer relato, espero que les guste, háganmelo saber con su calificación y comentarios

      Me llamo Juan Carlos, tengo 37 años, estoy divorciado desde hace dos años y vivo solo desde entonces en la casa en la que nací, heredada a la muerte de mis padres. Es un primer piso de un edificio de ocho plantas, lo que me proporciona el acceso a la terraza del patio comunitario. Esto tiene ventajas e inconvenientes. Entre las ventajas, que dispongo de espacio extra para mis trastos y para las macetas y plantas que mis padres cuidaron con mimo durante años. En contra, que tengo que recoger todas los objetos que se les caen a los vecinos. Así ha sido durante años y no es que me moleste, pues me limito a dejar las cosas recuperadas en una caja que la comunidad puso al efecto para que el propietario las recupere. En ocasiones me encuentro alguna tarjeta de agradecimiento en el buzón o, de forma excepcional, mi vecina de arriba me baja croquetas o un bizcocho para darme las gracias.
      Aunque nací en la casa y ahora llevo un par de años habitándola, la verdad es que apenas conozco a los vecinos, si exceptuamos a mi vecino de rellano, a la vecina de las croquetas, y a doña Carmen, que vive en el 4º B desde siempre. El resto me son desconocidos, y solo conozco de ellos las prendas que caen a mi terraza, por lo que deduzco que en uno de los pisos vive un hombre del que recogí un mono de trabajo en una ocasión y que en otro debe haber niños por unas sábanas de Disney, pero no conozco a ninguno en persona. Así que el día que apareció un tanga cogido de una pinza me sorprendí, pero me limité a dejarlo en el cajón y no pensé más en ello hasta que el día siguiente encontré una tarjeta en el buzón con un “gracias” escrito con mayúsculas y un corazoncito dibujado que me hizo sacar una sonrisa.
      Me picó la curiosidad y salí a la terraza a ver si podía observar algo de los pisos superiores, pero ninguna prenda colgaba de ningún tendedor y me quedé con las ganas de saber más.
      A los pocos días apareció un jersey femenino y, tras devolverlo al cajón, una nueva tarjeta con un “gracias, guapo” y el consiguiente corazón apareció en mi buzón.
      ¿”Gracias, guapo”? ¿Qué significaba eso? ¿Me conocía? Me asomé de nuevo pero no había nada que ver, así que me metí en casa hasta que escuché que algo caía a la terraza. En el suelo había un tanga de encaje negro con una nota manuscrita que decía “súbemelo al 4º B, guapo”. ¿Al 4º B? ¿Doña Carmen? Pero si es de la edad de mi abuela. Lo metí directamente en su buzón y me dispuse a olvidar que una anciana estaba intentando ligar conmigo.
      Al día siguiente, mientras regaba las macetas de la terraza cayó una prenda a mis pies. Alcé la vista pensando que el propietario de la misma estaría asomado pero no había nadie. Extrañado, recogí del suelo lo que pronto descubrí que era un conjunto de braga y sujetador de encaje negro sujeto por pinzas y con un papel entre las dos prendas. Me metí en la cocina y abrí las pinzas para descubrir una foto Polaroid de una chica a la que no se le veía el rostro vistiendo el conjunto que ahora estaba sobre la mesa. Al tomar las prendas para compararla con la foto noté que el tanga estaba húmedo en su interior: ¡me lo había tirado recién usado! Escrito detrás de la foto estaba de nuevo la frase “súbelo al 4º B, guapo”. Estaba alucinado con la insistencia de la vecina y volví a mirar la foto, fijándome en un tatuaje del brazo de la chica que me resultó muy familiar. Estaba seguro de que lo había visto antes, pero no podía recordar a quién pertenecía. Con toda seguridad, a doña Carmen, no, ja, ja, ja…
      Ahora, la invitación no podía ser más explícita, así que tomé las prendas y me dirigí al 4º B. Estaba nervioso e intrigado por saber quién me esperaba al otro lado de la puerta. Llamé al timbre y cerré los ojos a la espera de quien fuera que abriese. Oí pasos y retrocedí. Se abrió la puerta y escuché “hola, guapo”. Abrí los ojos y me llevé la sorpresa de mi vida: ante mí estaba Ángela, la dependienta de la frutería en la que hacía la compra semanal y a la que conocía desde niña.
      —¡Ángela! ¿Qué haces aquí? ¿Y doña Carmen?
      —Hola, guapo, repitió, y al oírla me vino a la mente que era el saludo que siempre cruzábamos en la tienda: ella decía “hola, guapo” y yo respondía “hola, princesa”. Así era desde que ella tenía 16 años y empezó a trabajar con su madre. Ahora rondaría los 24 y, a juzgar por la foto que me había mandado, estaba hecha un bombón.
      —Hola, princesa. Le devolví el saludo y la contemplé, sorprendido. —¿Y doña Carmen?, insistí.
      —En el pueblo, con mi madre.
      —¿Con tu madre? ¿Qué hace con tu madre?
      —Ja, ja, ja… Es que no lo sabes, ja, ja, ja… Doña Carmen es mi abuela, ja, ja, ja…
      Su risa era encantadora y la contemplé desde el quicio, embobado. Mi mente estaba bloqueada. No había imaginado que la niñita que correteaba por la frutería fuese la nieta de mi vecina. Nunca la había visto por el edificio ni a doña Carmen por la tienda, así que no asocié que pudieran ser familia.
      Ángela se quedó mirando las prendas que llevaba en la mano y, riéndose, me dijo:
      —Por fin te has decidido a devolverme mis cosas, ¿eh?
      Yo no reaccionaba aún, y estiró la mano para cogerme del brazo y hacerme entrar en el piso.
      El tatuaje… Cómo no había recordado el tatuaje, si incluso me había pedido consejo antes de hacérselo, representando un ave fénix renaciendo del fuego, homenajeando así su recuperación de un cáncer un par de años atrás.
      —¿Sorprendido?
      —Pues claro. Por todo: por que vivas aquí; por que seas la nieta de doña Carmen; por tu atrevimiento…
      —Ja, ja, ja… Pensé que con el primer mensaje te darías cuenta de quién era, pero ya vi que no, así que tuve que provocarte un poquito, ja, ja, ja…
      —¿Y por qué tenias que provocarme?
      —Ay, qué tonto eres… ¿Cuántos años hace que me conoces, que me ves en la tienda de mi madre? ¿20? Pues esos son los que llevo enamorada de ti.
      —Pero si eras una niña…
      —Bueno, a lo mejor exagero un poco, pero desde la primera vez que me dijiste “princesa” he pensado en ti como el hombre de mis sueños. No sabes cómo sufrí tu noviazgo y tu boda y que desaparecieses de mi vida. Por eso, cuando volviste tras el divorcio y la muerte de tus padres, sentí renacer las ganas de vivir y fuiste mi gran ilusión para superar la enfermedad. Tú me regalaste aquella peluca de payaso cuando se me cayó el pelo y me aconsejaste mi único tatuaje. Tatuaje que me hice pensando en ti, mira…
      Acercó su brazo a mí y observé un detalle que se me había pasado por alto las docenas de veces que se lo había visto: medio oculto entre las plumas llameantes se leía un nombre: Juan Carlos. No lo podía creer, Ángela estaba enamorada de mí y no me había dado cuenta en todos esos años. Estaba estupefacto.
      —¿Me perdonas el atrevimiento?, habló, clavando la mirada en el suelo.
      —Sí no hay nada que perdonar, Ángela. Es que me has pillado por sorpresa y no sé qué decir.
      —Pues no sé, podías decir que también estás enamorado de mí, ja, ja, ja… No, en serio, siempre te he amado y he tenido la esperanza de ser correspondida, y tenerte cerca todos los días me ha dado fuerzas para seguir adelante con la vida.
      —¿Sabes que te llevo más de diez años?
      —¿Y qué? Cuando tenía 16 años sí lo veía exagerado, pero ahora no soy una cría y no veo esa diferencia entre nosotros.
      Conforme hablaba, Ángela había tomado mi mano con las suyas y había acercado su rostro a escasos centímetros del mío. Cuando quise hablar, sus labios se posaron en los míos suavemente y un escalofrío recorrió mi espalda. Devolví la caricia a su boca y enseguida nos enzarzamos en un beso húmedo y sensual que acabó cuando Ángela me hizo levantar y, cogiéndome de la mano, me llevó al dormitorio. De pie continuamos los besos al tiempo que Ángela desabotonaba mi camisa y mis pantalones, que en escasos segundos estaban esparcidos por el suelo. Su mano acariciaba mi paquete sobre el bóxer que aún vestía haciendo crecer mi pene ya excitado. Sus ropas siguieron el camino de las mías y pude contemplar su espléndido cuerpo ceñido por un sujetador con un dibujo infantil y un minitanga que solo tapaba el monte de Venus y se introducía entre los cachetes de su primoroso culo. La aparté para contemplarla y aprovechó para dejar sus pechos al aire, acariciándose los pezones que mostraban ya su excitación. Dirigí mis manos a ellos y pude comprobar su dureza y la firmeza de sus senos veinteañeros mientras su mano extraía mi polla de su prisión e iniciaba una suave paja.
      De un ligero empujón me hizo tumbar en la cama y se situó encima de mi pecho, arrastrando su coño todavía protegido por el tanga por todo mi cuerpo. La humedad del mismo traspasaba la escasa tela y mojaba mi cuerpo. Valiéndome de mi mayor envergadura la levanté y coloqué su coño en mi boca, y, apartando la empapada tela, procedí a saborear los líquidos que emanaba de la joven vagina. Los gemidos de Ángela eran potentes y continuados, y no tardó en alcanzar su orgasmo, llenándome la boca de su fluido dulzón que ella misma probó directamente de mis labios.
      Permaneció tumbada unos momentos encima de mí mientras acariciaba mi excitada verga. Enseguida se deslizó y la tomó en su boca, masajeando el glande con su húmeda lengua al tiempo que su mano acariciaba mis huevos. Mi excitación era máxima y le pedí que parase para prolongar el juego amoroso. Aprovechó para despojarse del tanga y volvió a tumbarse encima de mí, frotando sus duros pezones contra mi pecho y haciéndolos llegar hasta mi boca, que los acogía alternativamente mordisqueándolos hasta hacerla gemir de placer.
      Con un rápido movimiento situó mi pene en la entrada de su vagina y la hizo deslizarse en su lubricado interior, dando inicio a un suave vaivén para dar tiempo a acoplar ambos órganos. Se erguía ante mí majestuosa. Sus ojos cerrados y la boca entreabierta denotaban el placer que experimentaba al ser atravesada por mi verga. Los gemidos y suspiros aumentaban al mismo ritmo que mis embestidas. Sus pechos se alzaban poderosos, excitados. Sin sacar mi polla de su interior echó su cuerpo atrás y la posición me permitió acariciar su hinchado clítoris, proporcionándole un nuevo orgasmo que regó mi pene con sus calientes y pegajosos fluidos. La visión extática de mi hermosa vecina me hizo acelerar el ritmo y me dispuse a correrme en su interior ante la imposibilidad de apartarla de encima de mí.
      —No te preocupes, córrete dentro, lléname de leche…, suspiraba Ángela.
      No aguanté más y unos poderosos chorros de semen inundaron el coño de la joven vecina enamorada. Al sentirlos dentro apretó los músculos de la vagina exprimiendo mi polla y extrayendo hasta la última gota. Luego se tumbó sobre mí y me besó.
      —Ha sido maravilloso. Durante años había soñado con este momento y nunca creí pudiera convertirse en realidad.
      Nos quedamos abrazados en la cama, esperando recuperarnos para un segundo asalto que sabíamos que se produciría. Y un tercero, y un cuarto…
      Ahora, Ángela se ha vuelto un poco descuidada y todos los días se le cae alguna prenda del tendedor, ja, ja, ja…
      FIN

      hola, este es mi primer relato ya tenia ganas de contarlo. hire al punto

      yo tengo un vecino maduro como de unos 60 años o por ahi, es alto, con una panza grande y tiene cara de pervertido, el vive atras d emi casa, en la parte de atras de mi casa es como una terrasa o un patio y su casa queda atras, yo todos los dias salia a ver a mis mascotas a darles, agua, comida pero yo siempre salia con un shor corto y blusa o aveces con un camison que me cubre las nalgas y en calzones, (yo vivo sola) todos los dias salgo y este señor sale a regar sus plantas, hace poco que me mude y no habia n0otado la presencia de este señor hasta un dia que yo andaba en camison que solo cubria mis nalgas si yo me agachaba se veian mis calzones o aveces que no cargaba nada pero ni brazier.

      como todos los dias yo sali a ver a mis mascotas a verlos y en eso senti una mirada sobre mi, volteo y es mi vecino que me estaba viendo a mi me incomodo la situacion porque estaba en camison sin calzon ni brazier, me meti rapido a mi casa, todos los dias era lo mismo con este señor salia solo para espiarme aveces yo ni queria salir a ver a mis perros o espiaba a que el no estiera para alimentar y ver amis mascotas,

      un dia que estaba aburrida tenia ganas de tocarme y busque algo me tope con un video de maduros, vi como un viejo se cogia a su nieta la verdad es que me exito y me moje, al dia siguiente vi a mi vecino como de costumbre y me excitaba la idea de el me viera y me desnudara con la mirada, pensaba en como seria dehar que me cogiera, depsues de ese dia salia todas las mañanas a ver a mis perros en camison nada mas, no me ponia calzones ni brazier, hasta me inclinaba descaradamente para que el me viera un poco la vajina, me sentaba con las piernas crazadas frente a sus plantas o aveces que tenia short hacia como que cambiaba de posicion y me sentaba abierta para que el disfrutara y si, el solo observaba cuidadosamente, no paraba de verme, todos los dias era lo mismo hasta que un dia pense en un plan para que me cogiera, esa era mi fantasia.

      un dia me atrevi a hablarlo me puse un short corto y una blusa muy pegada sin brazier, lo salude y le pregunte si tenia un poco de azucar que me regalara, lo tipico, no? jaja.

      me dijo que si y me la dio, yo le di las gracias y que para agradecerle por el favor podia pasar a mi casa cualquer dia que quisiera para platicar y tomar una tasa de cafe y pasar el rato, me dijo que si ya veria cuando, cuando me dijo eso me desanime porque pense que aceptaria de inmediato.

      seguimos con la misma rutina, yo salia en las mañanas para mostrarle mi cuerpo y que el disfrutara y luego yo entraba para hacer la limpieza, esa mañana yo estaba con un short y y una blusa sin brazier, estaba haciendo la limpieza, acomodando y recogiendo todo, en eso escucho que alguien toca a mi puerta trasera, voy y veo que es mi vecino, yo le dije vecino que hace aqui me sorprendio, el dijo pues acepto la invitacion a tomar cafe y conversar un poco yo le dije ay que pena ya me encontro en fachas y haciendo limpieza, si gusta pase, el paso y dijo no te preocupes, no te interrumpo tu sigue y mientras conversamos un poco, aproveche que estaba haciendo la limpieza y me agache para segun levantar cosas y acomodar, me ponia en 4 para que el viera mi culo, yo tardaba en esa posicion finjiendo que hacia algo pero no, yo solo esperaba a que viera lo suficiente, me puse en muchas posiciones diferentes para que el apreciara mi culo y mis tetas, casi le ponia en culo en la cara, en una de esas fingi que me estaba callendo y cai sobre el, finji estar apenada y le dije ay muchas gracias por no dejarme caer y le di un besito cerca de los labias segun en agredecimiento, hablamos por un buen rato me vio toda, le dije que me daria un baño.

      me bañe en lo que el terminaba su tasa de cafe, sali en toalla jaja ya no me aguantaba mas queria que me hiciera suya sali con la excusa de que si me podia ayudar a ponerme crema en las piernas, nervioso dijo que si, que no era ningun problema y empezo, me puso en toda la pierna, recorria mi perna una y otra vez, babeando y jugando con mis muslos, en una de esas yo me recoste en el sillon y le dijo que me pusiera entre las piernas un poquito y con cuidado, el acepto, lo hizo lento y con fuerza, como masajeando no pude contenerme y sole un gemido, yo ya estaba anseiosa queria que me cogiera, en una de esas le dijo, vecino me puede ayudar? con vos timida e inocente, el me pregunte con que y yo le dije esque tengo comezon aqui, señalando mi vagina que estaba cubietta por la toalla jaja, me dijo, comezon? veamos como puedo ayudar jeje.

      me subio un poco la toalla y me dijo vamos a ver que tiene mientras me tocava con sus dedos grandes y gordos la vagina, y yo con voz inocerte le decia si ahi es, empezo a meter sus dedos en mi vagina y yo solo gemia, me preguntaba si estaba mejor yo le decia que si se sentia mejor que no parara, estaba muy excitada mis jugos vaginales salian de chorros, mi vecino decia ay disculpame ya te hice chorrear dejame limpiarte y en eso metio su cara entre mis piernas y comenzo a chupar, yo solo podia gemir, mi respiracion era agitada y muy fuerte, decia siii siiii, asi no pares, dame mas mientras metia su cara mas en mi vagina, comenzo a chupar y meter su legua en mu vagina, luego de eso de paro y me dijo, veamos si con esto te siente un poco mejor, me tomo con mucha fuerza y con furia me puso en 4 sobre el sillon, abrio mis piernas, me inclino un poco y me metio su pene en la vagina con mucha fuerza, uuuf estaba delicioso yo estaba como loca, gimiendo y jadeado pidiendo mas y mas , que no parara y que me lo hiciera mas fuerte, yo decia siii siii, no parees no pares, asi mas fuerte y si, me agarraba muy fuerte sentia sus bolas golpenadome tardamos asi y luego me avento sobre el sillon y se puso sobre mi, metio su pene en mi vagina de nuevo, yo ya no la sentia ya estaba inchada y me dolia por la friccion y estar sin parar ademas de lo fuerte y duro que me lo metia , estuvo dandome por unos 10 minutos mas se vino dentro de mi, me vio cansado apenas podia respitar tomo sus cosas me dio las gracias por el cafe y ahi me dejo tirada, sin fuerzas, y tratando de recuperar el aliento, me quede con las piernas abiertas y quede dormida, desperte y me bañe.

      al dia siguiente volvimos a lo mismo yo salia en camizon a ver a mis mascotas y el me observaba, dos semans despues el comenzo a frecuentarme mas y de la nada me cogia en cualquer parte de mi casa, en la cocina, sobre la mesa, la lavanderia y asi seguimos, me deja votada y satisfecha y se va…

      me encanta ese viejo pervertido, aqui termina mi relato gracias.

      tengo 22 años si alguien quiere chat hot hombre o mujer dejen sus correos. los amo

      Hola es un primer relato y considero que contarles cómo me converti en la puta de mi mejor amigo es el comienzo adecuado

      En ese entonces yo tenía 23 años siempre he sido de tetas grandes y de nalgas bonitas pero siempre se fijan más en mis tetas .

      En la universidad es común que compartas clase con chicos más grandes o más pequeños . Fue cuando lo conocí eso era más pequeño que yo pero mucho más alto con el tiempo nos volvimos muy buenos amigos y nuestra química era genial hablábamos todo el tiempo en la universidad o por WhatsApp.

      Un fin de semana hablando por WhatsApp la conversación se volvió íntima y entre otras preguntas me preguntó qué cuánto llevaba sin tener sexo primero dude en contestar pero estaba aburrida así que le dije la verdad que tenía mucho sin hacerlo.

      Me contestó qué cuando quisiera el podría ayudarme con eso hablamos un poco más y al final acordamos día y hora para ir a un motel.

      Este chico era exactamente como me gustan, alto, delgado y de piel blanca .

      En la universidad nos comportamos como si nada pero por WhatsApp y la plática siempre era muy intensa me decía todo lo que él me quería hacer .

      Por fin llegó el día y la hora acordada paso por mí a la universidad y fuimos directo al motel qué él había elegido, llegamos pago y fuimos directo a la habitación.

      El: Quítate la ropa quiero verte

      Yo lo hice la verdad estaba un poco nerviosa y excitada . Me quite la ropa solo quedándome en sostén y tanga.

      El: Uf que rica estas , date la vuelta preciosa

      Así lo hice me di media vuelta dejándole ver todas mis nalgas.

      El: Pero mira que rico culito me voy a comer

      Se acercó a mi , masajeó mis nalgas y me las separaba lo más posible

      El : estás tan rica

      Yo: Oye pero yo también quiero ver, quítate algo

      El: tranquila , todo a su tiempo, ahora haz lo que te diga , sube a la cama y ponte en 4 con tu hermoso culo hacia mi.

      Me ponía taaan cachonda toda esta situación así que obedecí de inmediato, me subí a la cama y me puse en 4 levantando muy bien el culo

      El: No te puedes imaginar que sexy te ves así

      Se acercó, se arrodilló, se sacó la camisa

      El: ábrete todo lo que puedes esas nalgas gordas.

      Puse mi cara directo en la cama y me abrí muy bien las nalgas , ya estaba muy húmeda

      Paso uno de sus dedos desde el inicio de mi vagina hasta el ano.

      No pude evitar gemir bajito, pego su cara a mi vagina y empezó a chupar, lamer , mordisquear como si su vida dependiera de ello, estaba en las nubes , metió uno de sus dedos en mi vagina y casi de inmediato metió el segundo

      El: Uf que rico, tu vagina se trago sola mis dedos , entrara otro?

      Yo: Siiii siiii , más

      El: Quieres otro dedo adentro?

      Yo: siiii , sigueeee chupando

      Volvió a hacer sus maravillas con la lengua y metió el tercer dedo

      El: Uff tienes una vagina muy tragona, que fácil te entran 3 dedos , eres toda una zorrita

      Yo: haáay siiii que rico, no pares

      El: Tú culito está muy solo tan necesita atención

      Yo: noo el culito no

      El: solo poquito, solo lo acariciare

      Y así lo hizo su lengua y tres dedos en mi vagina y con su mano libre acariciaba mi ano, estaba perdida entre el placer solo podía gemir como una cerda y pedir más

      El: Te gusta?

      Yo: Siiii me encanta, no pareeees aaaáah

      El: Te gusta que meta mis dedos y te acaricie el culo? Te gusta putita?

      Yo: Siii siii me gustaaaa

      Y me besó el ano , sentía su lengua tratar de entrar en ese agujerito y como metió su cuarto dedo en mi vagina en ese momento no pude más y tuve un fuerte orgasmo empapando toda su mano, sin darme tiempo de recuperación, se subio a la cama, sacó sus dedos de mi y me metió su polla en la vagina de una sola vez y hasta el fondo

      Yo: aaaaaaaaaaah

      El: Toma putita disfrútala, que tu vagina tragona puede con ella

      Y así fue tras el impacto inicial , mi vagina se adapto al tamaño y empecé a disfrutarlo está una polla deliciosa, grande , larga y gorda.

      Tomo mi cadena con ambas manos y empezó el mete y saca , me traladraba muy fuerte.

      El: Te gusta putita?

      Yo: Siii me encanta

      El: que te gusta?

      Yo: Tu polla , cómo me coges, aaaáah siii no pares, más, más fuerte más fuerte

      El: eres toda una putita, quieres más?

      Yo: siiii aaáah siiii

      El: Pues toma pinche puta

      Y empezó a empalarme salvajemente dándome nalgadas, yo estaba en el cielo, jamás había disfrutado tanto del sexo, nadie me había tratado así y lo estaba disfrutando tanto.

      El: así te gusta putita?

      Yo: siiiiii asiii siiigueeee

      El: quién eres?

      Yo: tu putaa

      El: mi putita, mi perrita, mi zorrita

      Yo : siii siiiii

      El : diloooo.

      Yo: soy tu putita papi, hay queee rico

      El: siii lo eres y siempre lo serás entendiste?

      Yo: aaaáh ssssi papi siempre tuya aaaaaa aaaa

      El: date la vuelta quiero chuparte las tetas q

      Me saque su polla me di la vuelta me saque el sostén y abrí las piernas para que mi macho me volviera a meter su polla , así lo hizo me volvió a meter la polla, me besó las tetas, mordió los pezones , me las sobaba

      El: que preciosas tetas tienes, gordas y perfectas

      Me besó el cuello y me dejó una marca en el , luego una marca en casa teta.

      El: solo mía

      Yo solo podía gemir y arañar su espalda

      El: me voy a venir , abre la boca que quiero que te los comas

      Así que me senté sobre mis talones y abrí la boca cerré los ojos y espera la corrida de mi macho, casi toda me cayó en la boca aunque también puso un poco en las tetas

      El: Así se ven mejor tus tetas con mi corrida en ellas, ahora putita limpiame la polla

      Ese día solo quedamos ahí, por qué teníamos que regresar a la universidad, pero solo fue nuestra primera vez

      Cielo Riveros seis albañiles me cogen duro
      Mi nombre es Cielo Riveros, tengo 28 años, mido 1.68 m. Soy de piel clara, tengo el cabello castaño claro, me gusta traerlo largo, me llega hasta la mitad de la espalda, soy delgada, tengo una cara bonita afilada y ojos color café claro me gusta maquillarme ligeramente, usar labiales rojos y arracadas grandes de plata. Considero que tengo bonita figura ya que me gusta hacer ejercicio solo para tonificar mis piernas y glúteos, mis senos medianos y redondos, mis pezones son rositas y como montañitas.

      Conservo una cintura definida y un culo muy bien formado, sobre todo cuando uso jeans, se me marcan muy bien mis nalgas levantaditas y al juntar mis piernas se me forma un huequito apretando mi zona intima, tengo piernas estilizadas que me gusta mostrar cuando uso minifaldas pues tengo la piel muy suave. Me gusta ser muy femenina, seductora y vestir provocativa, aunque siempre procurando mantener una buena imagen ante las personas que me conocen. Soy divorciada sin hijos y vivo sola en un departamento de interés social que rente hace poco por la zona industrial.
      Recientemente trabajo como auxiliar administrativa en una empresa de publicidad, y para llegar a mi trabajo debo tomar transporte público, ya que mi camioneta se averió. El microbús me deja a cuatro cuadras de mi trabajo, las primeras calles son un camino algo solitario pues casi no hay casas solo son terrenos, algunas construcciones abandonadas y hay una bodega de una empresa constructora, y necesariamente debo caminar frente a ese lugar para llegar a mi trabajo.
      Desde el primer día que tuve qué pasar por esa bodega pude ver que había seis albañiles todos ellos de entre 40 y 50 años, me llamó la atención que no usaban camisa solo vestían pantalón de mezclilla con cinturones de cuero y botas de trabajo desgastados, algunos traían paliacates en la frente para secar el sudor y sus cuerpos polveados con cemento pues iban cargando bultos para subirlos a un camión. Al verlos decidí cambiarme de banqueta y pasar lo más alejada de ahí para que no me fuera a ensuciar pues había polvo así que seguro pasé desapercibida para ellos.
      Mas tarde al salir de mi trabajo eran como las siete ya cayendo el sol, al pasar frente a la bodega pude ver que ya habían terminado de trabajar y estaban sentados en unos bultos de cemento ahí adentro y tomando cervezas, lo que me dio un poco de miedo pues esa calle está sola y es un tramo muy largo, en la banqueta de enfrente hay un terreno muy extenso sin ninguna construcción en toda la cuadra, y a los lados de la bodega solamente hay otras bodegas abandonadas con portones viejos y un terreno muy grande en la esquina y las primeras casas comienzan casi al final de la siguiente cuadra o sea que ahí nadie podría ayudarme ni oírme aunque gritara, así que caminé un poco más de prisa para evitar que me vieran pero de pronto escuché que me comenzaron a silbar a modo de piropo y yo solo camine ignorándolos y sin mirarlos, y ellos comenzaron a decirme cosas muy sucias.
      * ¡Que buena estás mamacita! ¡Que ganas de meterte la verga en tu culito! ¡No corras que no muerdo nomas te cojo chiquita! * y otras cosas que no alcance a escuchar.
      Típico que ven a una chica sola, desprotegida y le dicen vulgaridades, eso me puso muy nerviosa en ese momento el camino se me hizo eterno hasta que por fin salí de esa calle y di vuelta en la esquina para llegar a la parada del camión, lo abordé y llegué a casa.
      Esa noche no podía dormir por estar pensando que diario tendría que estar pasando por ese lugar y que estarían ellos, lo que me daba algo de miedo, pero al mismo tiempo recordando las cosas que me dijeron, me hicieron sentir deseada, que un grupo de hombres quisieran hacerme suya, eso que escuché sobre meterme la verga en mi culito, cada que recordaba eso sentía una sensación en mi parte íntima que me ponía húmeda, solo pensar que esos hombres cuando me vieron pasar se imaginaron penetrándome y disfrutando de mi cuerpo.
      Todos los días al bañarme toco mi cuerpo pensando en gustarle a alguien desde que me separé de mi pareja porque me fue infiel, y a decir verdad en mi trabajo y con mis amistades he conocido hombres que me pretenden, pero ellos no me causan atracción, a mí siempre me han gustado los hombres rudos. Así que se me ocurrió que en lugar de tener miedo y evitarlos, trataría de disfrutar de esas vulgaridades que me dirían y sentirme deseada por esos hombres fuertes y sucios, que me veían con tantas ganas de cogerme.
      Al día siguiente decidí ponerme una blusa negra de tirantes ajustada, unos jeans a la cadera que me quedaban muy entallados con rasgaduras que dejaban ver la suave piel de mis piernas, y que apretaban mi zona íntima marcando mi vagina y levantando mis nalgas, también me puse unos tacones negros. Así que yo sabía que si quería correr no podría, y tendría que caminar con seguridad. Les juro que mientras me vestía no dejaba de pensar en que esos hombres me verían pasar, prácticamente estaba arreglándome para ellos. Me maquillé como siempre y me puse perfume con aroma a frutas exóticas.
      Caminé rumbo a mi trabajo y cuando faltaban unos 30 metros para pasar por la bodega pude ver que uno de ellos me miró y les aviso a sus compañeros mientras cargaban unas cubetas con arena, así que me preparé para pasar por ahí, pero esta vez decidí pasar junto a ellos para confrontarlos e interrumpirlos en sus labores. Al llegar ahí se me quedaron viendo con una mirada lujuriosa directamente a mis senos pues estaba escotada y a mi entrepierna la miraron como si quisieran meter su lengua en mi parte íntima, de inmediato sentí como me temblaron las piernas y un vacío en el estómago de los nervios.
      * Adiós, señorita. * Me dijo uno de ellos. Lo que me hizo sentir un tanto aliviada pues hubo un poco de respeto.
      * Adiós, buenos días. * Le conteste amablemente.
      * Adiós, que le vaya muy bien. * Replicaron los demás.
      Continué caminando unos cuantos metros, cuando de pronto escuché:
      * Mamacita que ganas de comerte tu colita
      * Sí yo sí me la cogía.
      * Que ganas de enterrarle mi verga hasta el fondo. * Los escuche decir entre ellos de forma muy morbosa.
      Después de oír eso supe que definitivamente esos hombres querían cogerme y hacerme de todo y que cada que pasara seria lo mismo y me excitó muchísimo todo el día en la oficina no deje de pensar en eso y solo miraba el reloj esperando fuera mi hora de salida.
      Cuando salí de trabajar ya sabía que estarían tomado cerveza viendo a la calle así que decidí hacer algo que nunca había hecho, provocar a seis hombres a propósito, mostrándoles más de lo normal.
      Para ello antes de pasar por la bodega, me oculté detrás de un arbusto de esos que crecen en los terrenos por capricho de la naturaleza, para quitarme el brasier, me toqué los senos suavemente y pellizqué poquito mis pezones para excitarme, también me toqué el clítoris durante unos dos minutos pues necesitaba sentirme muy cachonda para lo que iba a hacer, por lo que mis pezones se pusieron duros y se marcaban en la blusa como dos montañitas, también jalé un poco hacia abajo mi blusa para mostrar más mis senos, justo antes de que se vieran mis pezones.
      Estando tan excitada y nerviosa caminé de forma muy femenina, y cuando iba a llegar a la entrada de la bodega, me sentí tan cachonda y ruborizada que estúpidamente en el último momento bajé uno de los tirantes del hombro para verme sexy lo que dejo ver ligeramente uno de mis pezones, de inmediato me arrepentí e iba a subirlo de nuevo pero entonces uno de los albañiles se asomó a la calle y se me quedo viendo, su cara reflejaba un morbo evidente pues no dejaba de verme los senos, ya no supe cómo reaccionar y deje el tirante abajo, vi que les hizo una señal con la mano para que salieran y en unos segundos ya los seis albañiles estaban afuera obstruyendo la banqueta y con sus cervezas en la mano listos para ver el espectáculo.
      * Hola señorita ¿Cómo está? * Me dijeron mientras se comían mis senos con su mirada, eso me hizo ponerme húmeda.

      * ¿Hace poco que pasa por aquí verdad?
      * Sí, recientemente comencé a trabajar cerca de aquí, por cierto, me llamo Cielo Riveros, pero para mis amigos soy Cielo Riveros.
      * Yo me llamo Carlos.
      * Yo Jorge.
      * Y yo Samael.
      No recuerdo los nombres de los otros tres albañiles, los saludé de beso en la mejilla y por el movimiento mi blusa se bajó más y mi pezón rosita quedo completamente descubierto, pude ver como uno de ellos Carlos el más grande de edad se tocó el pene sobre su pantalón como excitándose, eso me puso nerviosa.
      * Bueno, ya me voy, porque se pone oscuro y me da miedo.
      * No te preocupes, nosotros aquí te protegemos, a ver qué día nos aceptas una cerveza. * Me propusieron mirándome fijamente a mi pezón descubierto.
      * ¿En dónde nos la tomaríamos? * Les pregunté coqueteándoles.
      * Pues aquí si quieres, o tu dirás. * Me sugirió amablemente.
      * ¿Y su patrón no se enoja?
      * No porque el anda ahorita de vacaciones, y además él casi no viene, siempre estamos solamente nosotros, como esta es la bodega de la constructora él nada más nos habla por teléfono para preguntar cuanto material hay.
      Yo me excité mucho y me puse nerviosa, de inmediato paso por mi mente la posibilidad de estar ahí, yo sola, con esos hombres tomando una cerveza, me pareció excitante
      * Ah está bien. Entonces ¿Que les parece si mañana vengo a esta misma hora? * Les pregunté con mi voz dulce y cachonda.
      * ¡Sí! Entonces mañana aquí te esperamos Cielo Riveros.
      Yo me acomodé el cabello y subí el tirante de mi blusa, intentando hacer ver como que no fue apropósito y se había bajado solo, pero mis pezones estaban duros, excitados y yo toda nerviosa, creo que lo hice más evidente, así que me despedí de beso en la mejilla comenzando por Carlos, el que se atrevió a tocarse su verga frente a mí. Me retiré y seguí caminando muy femenina sintiendo mucha excitación en mi vagina, pues esos jeans se metían entre mi zona íntima de lo ajustados que estaban. Mientras me alejaba toqué sensualmente mis nalgas sobre mi pantalón y pude escuchar que los albañiles decían cosas sobre mí.
      * Se ve que ese culo quiere verga.
      * Al chile se ve que es bien puta.
      * No mames, sí viste como se le salió la teta
      * Sí güey nomas quería levantarnos la verga
      Estuve a punto de regresarme pues tenía tantas ganas de que me cogieran, pero yo quería que fuera algo especial, así que decidí esperarme.
      Al día siguiente en la mañana decidí no ir a trabajar, en lugar de eso fui directamente a la estética para que me depilaran, me puse uñas, entre al centro comercial y me compre un brasier y una tanguita negros muy eróticos marca Victorias. Quería que fuese un encuentro que marcaría mi vida pues serian seis hombres a los que invitaría a penetrarme y por el tipo de personas se veían fuertes y rudos que estarían ardiendo de lujuria por hacerme suya y lo harían todos al mismo tiempo. Yo sabía lo que me podía pasar y aun así quería hacerlo, estuve muy nerviosa todo el día.
      Cuando regresé del salón de belleza pasé por un centro comercial en donde hay una sexshop, tenía mucho tiempo sin entrar a una, le pedí a la chica que me atendió que me vendiera un enema para limpieza anal, un lubricante con anestésico y un plug anal con adorno de corazón brillante que estaba hermoso, me recordó al que tenía cuando más joven. Me fui a mi casa y me apliqué los lavados anales, quede muy limpia y eso me dio mucha más confianza para practicarlo, hice un calentamiento con el plug anal que me vendió para ir dilatando mi ano y que estuviera relajado, lo que me ayudaría a estar dilatada por si esos hombres querían hacerlo así no me fueran a lastimar, eso creía yo….
      Faltando unas horas me bañé con un shampoo y jabón aromáticos que dejó mi piel muy suave e hidratada, me puse una crema Victoria´s que olía frutal, me depile completamente, planche mi cabello, me maquillé usando labial rojo y me puse mis arracadas grandes de plata 925 que tanto me gustan, además me puse la tanguita y el brasier negros muy eróticos, un vestido negro muy ajustado que se adaptaba perfectamente a mi figura, tenía un escote abierto que permitía ver entre mis senos y mostrarlos según cuanto yo quisiera bajarlo o subirlo, era un vestido de tela muy corto y flexible como licra, por lo que podía bajarlo a la mitad de mis piernas o subirlo a tres dedos debajo de mis nalgas según yo quisiese, sin que se notara arrugas o que yo lo hubiera forzado por lo que era ideal para salir de casa como una dama y llegar a la bodega con el vestido más levantado como una puta con tacones negros altos de correas. Me puse perfume como si fuera al encuentro de mi vida. Moria de los nervios, sabía lo que podía pasar, pero no dejaba de excitarme, imaginaba cómo me lo harían, si me dolería, bueno mil cosas pasaron por mi cabeza…
      Llegando el atardecer, antes de salir de casa dilate mi ano con el plug anal, metiéndolo y sacándolo suavemente de mi ano pues era muy doloroso, sentía una punzada, pero después de rato solo era placer, cuando sentí que ya estaba lista lo deje dentro de mi ano y acomodé el vestido jalándolo un poco para que me llegara a media pierna, algo decente por así decirlo, aborde el microbús y todos los hombres me miraron con ganas de cogerme, el chofer no dejaba de voltear por el espejo, tomé asiento junto a un joven que no dejaba de verme las piernas de reojo, y yo sentía un poco de dolor pues traía el plug anal puesto y me lastimaba cada que el camión pasaba un tope, llegado el momento me baje del camión y me dirigí a la bodega caminando muy femenina y sintiendo como el plug anal entre mis nalgas me lastimaba un poquito a cada paso, podía sentir mi vagina caliente y lubricada durante todo ese largo camino que de nuevo estaba completamente solo, y como ya se me estaba haciendo costumbre antes de llegar levanté un poco el vestido para dejarlo a tres dedos por debajo de mis nalgas para mostrar mis hermosas piernas y dar una forma más sexy a mi trasero, me veía guapísima. En ese momento decidí no mostrar más mis senos pues eso lo quería dejar para cuando estuviéramos platicando.
      Ya estaba ocultándose el sol, y el alumbrado público en esa zona es muy tenue, cuando llegué a la entrada de la bodega ellos ya estaban tomando, apestaba a humo de cigarro y se les veía cubiertos de polvo de arena y cemento, ya relajados de jornada de trabajo y eso me gustó pues yo quería un encuentro con hombres rudos. Entonces Carlos el más grande, se acercó para recibirme y lo saludé de beso en la mejilla mientras sentí como me tomó la cintura con su mano derecha y me habló al oído.
      * Te ves guapísima Cielo Riveros.

      * ¡Gracias! ¡Que lindo! * Le conteste sonrojada.
      Fuimos a donde estaban sus amigos y me saludaron también de beso en la mejilla, mirándome de pies a cabeza casi babeando con una cara de lujuria que no podían con ella, me llovieron halagos sobre lo hermosa que me veía.
      * Que guapa te ves Cielo Riveros.
      * Sí te ves muy hermosa.
      * Sí te ves preciosa.
      * ¡Gracias chicos! ¡Que lindos! * Les dije ruborizada.
      * ¿Gustas una cerveza Cielo Riveros? * Me preguntó uno de ellos.
      * Sí, por favor.
      * Aquí tienes hermosa.
      * Me la podrías abrir por favor, es que no quiero se e vayan a romper la uña.
      * Ah, sí. * El albañil me abrió la lata de cerveza muy amablemente.
      * Aquí tienes Cielo Riveros.
      * ¡Gracias!
      Me acercaron una silla, mientras ellos estaban sentados enfrente sobre unos bultos de cemento, comenzamos a platicar sobre nuestros trabajos, la rutina hasta que habíamos bebido unas tres cervezas.
      * ¿Cómo ven, saco el tequila? * Dijo uno de ellos.
      * Sí güey tráetelo * Contestaron sus amigos.
      * ¿A ti te gusta el tequila Cielo Riveros?
      * ¡Sí, me encanta! * Yo sabía que lo que buscaban era alcoholizarme.
      Comenzaron a servir en vasos desechables y lo tomaron solo, así que decidí seguirles el juego y lo tomé igual, pude sentir rápido el efecto, me sentí muy cachonda y desinhibida, pues tenía el plug anal puesto y es como ser penetrada por el ano todo ese tiempo. Así que decidí tomar la iniciativa.
      * ¿Qué es lo que más les gusta de mí? porque el primer día que pasé escuche que me silbaron ¡Eehhh! y me dijeron cosas sobre mi cuerpo, traviesos. * Les dije con voz cachonda y traviesa.
      * Ah, pues es que tienes unos ojos muy bonitos. * Me dijo uno un poco avergonzado.
      * ¡Que lindo! Pero aparte de eso, ya díganme la verdad. ¿Qué más les gusta de mí? Díganmelo sin pena no me voy a enojar, al contrario, tengo curiosidad. * Les insistí muy desinhibida por el efecto del tequila.
      * Pues la verdad sí estás muy guapa Cielo Riveros, esperamos no haberte ofendido, pero si quieres que te digamos pues es que tienes unas tetas muy ricas. * Me dijo Jorge.
      * Tienes un culo bien sabroso, la verdad que estás bien buena. * Me dijo Samael.
      Al escuchar tales declaraciones, se me estremeció el abdomen, no podía creer que estaba frente a esos hombres escuchando halagos tan descarados sobre mis atributos femeninos y observé que uno de ellos Carlos, el más grande de edad tenía un tatuaje en el brazo y ahí fue cuando supe como comenzaríamos a coger. Yo tenía que dar el primer paso, pues como estábamos platicando en muy buen plan estaban siendo muy respetuosos.
      * Oye Carlos está muy bonito tu tatuaje ¿puedo verlo? * Le pregunté con curiosidad.
      * Sí, mira. * Me dijo gustoso de mostrarme su tatuaje mientras se levantaba de su lugar.
      * No, espera yo voy, me quiero sentar junto a ustedes, es que me siento muy alejada.
      Entonces yo me levanté de la silla y me fui a sentar justo en medio de todos ellos, sabía que me iba a ensuciar de polvo de cemento pero eso no me importó, así que lo hice, solo que los costales de cemento me quedaban un poco altos, así que di un saltito para caer de sentón sobre los costales, en ese instante olvidé que traía puesto el plug anal y pude sentir como al caer bruscamente me lastimó, pero me excitó mucho sentir eso junto a todos ellos, así que comencé a tocar el tatuaje de Carlos, acariciándolo con mis dedos y jugando en su brazo con mis uñas. Le di un besito en el brazo para mancharlo con mi labial rojo.
      * ¿En verdad les parezco bonita? * Les pregunté con voz tierna.
      * Sí, estás muy guapa.
      * Sí, eres muy hermosa Cielo Riveros. * Me decían mientras me miraban morbosamente.
      * ¿Les parece que tengo unos senos bonitos? * Les pregunté tocando y apretándome los senos.
      * Sí, tienes unos senos bien sabrosos * Respondieron con lujuria.
      * ¿Les gustaría verlos?
      * Sí hermosa, déjanos ver tus senos. * Me dijeron muy ansiosos.
      Fue cuando sentí nuevamente un dolor en el ano por causa del sentón que me di en el costal.
      * Bueno, pero antes ¿podría pasar a su baño?
      * Sí hermosa, esta atrás a la izquierda. * Me dijeron muy amablemente.
      Acto seguido me levanté y fui caminando muy femenina, sintiendo el plug lastimándome por dentro, mientras ellos me comían el culo con su mirada.

      Llegué al baño, el que por ende olía a orines, estaba muy sucio, pero yo tenía que orinar las tres cervezas que me había tomado, pensé en orinar sin tocar la tasa, ya saben de aguilita, pero estaba tan cachonda que preferí sentarme y tocar con mis nalgas la tasa sucia de orines, fue algo sucio que me éxito mucho, enseguida fue cuando retiré el plug anal de mi ano y lo limpié con papel y noté que tenía poquita sangre, lo que consideré normal pues me había estado lastimando poquito al caminar, saqué el lubricante anal con anestésico y me lo apliqué, también puse un poco de lubricante en mi vagina era de olor a sandía, estaba en mis días fértiles lubricando mucho y no había tomado anticonceptivos y menos comprado condones, estúpidamente no se me ocurrió. Mi vestido que ya estaba muy corto lo levanté más hasta la mitad de mis nalgas, me quité el brasier y lo puse en mi bolso, retoqué mis labios con labial rojo, me froté mis pezones y los pellizqué un poco para ponerlos duros y se me marcaron como montañitas. Una de las cosas que me gustan de mí son mis pezones rositas, pues me excité mucho sabiendo que mis senos serian lo primero que les mostraría. Desde ahí alcancé a escuchar comentarios entre ellos.
      * No mames güey está bien buena.
      * Hay que cogérnosla.
      * Pues dile tu güey.
      * No mames, si le digo se vaya a ir y le llama a la poli güey.
      * Yo se la quiero meter por el culo bien duro.
      Entonces confirmé que, sucedería lo que yo esperaba, me iban a coger entre todos ellos, pero yo tendría que dar el primer paso.
      Sali del baño y me voltearon a ver con mucho morbo, se veía la lujuria en sus caras, al ver mi vestido descubriendo la mitad de mis nalgas, fui a sentarme de nuevo junto a ellos, sintiendo como mis nalgas tocaron el sucio bulto de cemento, y les pregunté por mi tequila, me lo dieron y lo tomé de un solo trago, para tomar valor.
      * ¿En qué nos quedamos? ¡Ah, sí! Les iba a mostrar mis senos ¿verdad? * Les dije muy nerviosa, hacia un poco de frio y mis pezones estaban muy alargaditos y duros.
      * ¡Sí, a verlos!
      * Muéstranoslos * Ellos tenían sus caras rojas de lujuria.
      Estaba muy nerviosa y las manos me temblaban, sentía mariposas en el estómago, iba a bajar el vestido descubriéndome por completo los senos, me quedaría desnuda de los hombros hasta la cintura.
      * ¿Carlos, me ayudas por favor a bajar el zíper del vestido de la parte de la espalda? * Se voltearon a ver entre ellos con mucha morbosidad.
      * Vengan acérquense para que vean. * Les dije invitándolos a que me vieran desnuda.
      Entonces se levantaron y ya estando a mi alrededor comencé a bajar los tirantes del vestido. Lo fui deslizando muy lentamente hacia abajo y ellos se quedaron callados no podían ni hablar de lo que estaban viendo, y yo con mis senos firmes y los pezones duros y alargados por la tremenda excitación que me provocó el quedar expuesta ante aquellos albañiles rudos, seguí bajando el vestido sintiendo como mi piel se erizaba al ir quedando desnuda hasta la cintura. Yo permanecí con el vestido abajo, no tenía intenciones de cubrirme de nuevo, quería que ellos me siguieran disfrutando.
      * ¿Cuántos segundos aguantan tomando tequila directo de la botella? Yo puedo tomar hasta 15 segundos ¿Quién me lo quiere dar? * Les pregunté sintiéndome muy cachonda al ser observada por esos hombres morbosos.
      * Yo te lo doy mamacita. * Me dijo Carlos apresuradamente.
      Se puso atrás de mí y tomó la botella. En ese momento mi corazón comenzó a latir muy fuerte y me puse muy nerviosa por lo que iba a hacer, recogí mi cabello llevándolo hacia atrás para poder sujetarlo con una mano, al hacer eso me sentí muy excitada
      * Samael ¿podrías sujetar mi cabello por favor? * Le pedí con voz sensual.

      Entonces Samael se levantó y fue atrás de mí para sujetar mi cabello, en ese momento los otros cuatro hombres fueron a bajar la cortina de la bodega para quedar encerrados.
      Me dio un poco de miedo, sabía que estaba a su merced y harían conmigo lo que quisieran. La bodega se oscureció, y encendieron unas luces algo tenues.
      * Samael, Cuando yo te diga me vas a jalar del cabello hacia atrás para que mi boca quede hacia arriba y que Carlos me comience a dar tequila.
      * Y tú Carlos, me vas a dar tequila directo de la botella durante 15 segundos ¿Ok?
      Recordé que los otros cuatro albañiles, habían dicho que les gustaban mis senos y mi culito.
      * Y ustedes chicos quiero que me chupen los senos, me acaricien las piernas y me toquen la vagina ¿Les agrada la idea?
      * Sí mamacita, te chupamos lo que quieras.
      Entonces abrí mis piernas para ellos y le dije a Samael que estaba lista y el jaló de mi cabello, yo quedé con mi boca hacia arriba, con mis senos levantados como montañas y mis arracadas de plata luciendo hermosas y brillantes, mientras Carlos me daba ese chorro de tequila, de pronto sentí como los otros hombres me sujetaron y se lanzaron sobre mis senos. Comenzaron a lamerlos y succionarlos, mientras los otros me acariciaban las piernas y hacían a un lado mi tanguita negra para meter sus dedos en mi vagina fue algo tan delicioso y excitante estar rendida e indefensa, expuesta ante esos hombres. Me sentí tan vulnerable, hasta que terminaron los 15 segundos, cuando los albañiles me soltaron me puse de pie y me sentí muy ruborizada por el alcohol.
      Estaba muy cachonda con los senos descubiertos frente a esos hombres.
      * ¿Les gusta lo que ven? * Pregunté muy excitada.
      * Sí mamacita tienes unas tetas bien ricas
      Me sentí deseada por esos albañiles sucios, bajé mi vestido hasta quedar desnuda, solamente conservé mi tanguita y tacones negros. Mi vagina estaba hecha un rio, caminé sensualmente hacia ellos para acariciarles sus vergas por encima del pantalón, ellos comenzaron a acariciarme el culo, metían sus manos en mi entrepierna y me dedeaban la vagina, al mismo tiempo me lamian las tetas.
      * Quiero que me cojan entre todos, cójanme con todas sus fuerzas hasta cansarse, quiero ser su hermosa, hagan conmigo lo que quieran solo no me golpeen. * Les dije con voz dulce y cachonda.
      No terminé de decirles cuando fueron a la parte de atrás de la bodega y sacaron un colchón viejo y mugroso, y lo dejaron en el suelo a la mitad de la bodega y me cargaron para recostarme ahí, Samael me quito la tanguita de un tirón y me sentí tan vulnerable, tan excitada y desprotegida.
      Estaba completamente desnuda ante esos albañiles que olían a sudor, tequila y tabaco solo tenía puestos los tacones que por cierto me dejaron porque les gustaba como me veía. Se desabrocharon los cinturones, cuando vi eso sabía que era cuestión de segundos para que estuviera siendo penetrada por uno de esos albañiles. Se veía que tenían un morbo y lujuria tremenda, quedaron totalmente desnudos con sus vergas morenas erectas, tenían mucho vello púbico se veía que jamás se lo rasuraban, pues eran albañiles rudos. Samael se lanzó hacia mí y me abrió las piernas e introdujo su lengua en mi vagina depilada y comenzó a comérsela a lengüetadas, no paraba mientras los demás abrían mis piernas y las acariciaban, otros me comían los senos dejándome chupetones y mordisqueaban mis pezones duros, lo que me dolía y excitaba a la vez, de pronto Samael me arrodilló, me jaló del cabello y metió su verga en mi boca. Me atragantaba pues lo hacía hasta el fondo, mis labios rojos llegaban hasta la base de su verga sentía como me abría la garganta y así se turnaron para que les diera la mamada de su vida.
      * Ahora sí hermosa te voy a meter la verga bien duro. * Me dijo Samael, quien tenía la verga más grande.
      * Cójanme a su antojo, úsenme, solamente no me golpeen, cójanme con todas sus fuerzas, no le diré nada a nadie.
      Samael, me puso en cuatro y me empinó dejando mis senos y brazos sobre el colchón sucio, mi espalda quedo curveada hacia abajo y mis nalgas sobresalían empinadas como un corazón bien formadito, mi piel tan suave y perfumada, mi vagina y ano rosas, estaban siendo entregados a ese hombre, me sentí tremendamente excitada, en unos segundos tendría una verga gruesa y morena dentro de mí después de meses sin hacerlo. Samael se puso atrás de mí y colocó la punta de su verga en la entrada de mi vagina, con sus manos grandes y toscas me tomó con fuerza de la cintura y de un fuerte empujón, me penetró violentamente hasta el fondo, mi vagina no pudo poner resistencia estaba tan lubricada que entró completamente, me la metió muy fuerte y rápidamente, tal como yo lo quería, cada que me penetraba podía sentir un golpe dentro de mi vientre, así continuó cerca de veinte minutos, hasta que de pronto sentí que iba a tener un orgasmo me estaba viniendo.
      * ¡Aaahhhh! ¡Sí! ¡Aahh! ¡Que rico! ¡Sí! ¡Mmjjj! ¡Sigue así, no te detengas! ¡Ay, que rico! ¡Que rica verga! ¡Cógeme duro! ¡Más rápido! * Le dije gimiendo.

      Él aceleró el ritmo y me penetró frenéticamente, pude sentir como eyaculaba disparándome chorros de semen caliente dentro de mí, a la vez que yo me estaba viniendo fue algo muy excitante sentir su semen dentro de mí junto con mis fluidos, mientras sentía mi piel sensible, los pezones durísimos, me temblaban las piernas y el abdomen se me contraía. Me sentí plena en ese momento, un hombre desconocido se había corrido en mi interior y me hizo sentir tan vulnerable, como es que yo estaba encerrada en una bodega para ser cogida por esos hombres, aun no lo podía creer, nadie que me conociera podía imaginar que estaba siendo una puta sumisa con esos albañiles.
      Continuaron cogiéndome todos en mi posición de cuatro, como bestias insaciables solo buscando su propia satisfacción, disfrutando de mi cuerpo a su antojo, atragantándome con sus vergas y apretándome los senos, sentía sus manos tocando todo mi cuerpo. Como ya estaba muy rendida y sentía semen escurriendo por mis piernas, mojé mis dedos con los fluidos y me los llevé a la boca para saborear su semen. Eso era algo que antes con mi pareja me daba asco, pero con ellos en ese momento de excitación, me gustó el sabor dulce del semen, volví a mojar mis dedos en mi vagina y metí un dedo en mi ano. Sentí que estaba muy caliente y era placentero lo que me hizo soltar algunos gemidos.
      * ¡Aaaahhhh! ¡Aahh! ¡Mmmjj! * Al verme tan excitada dedeándome el ano, me levantaron jalándome del cabello.
      Samael me llevo caminando hasta unos costales de cemento y los acomodo aproximadamente a un metro de altura.
      * Inclínate para metértela por el culo hermosa. * Cuando me dijo eso sentí que mi abdomen se estremeció, me sentí nerviosa al saber que todos ellos me penetrarían analmente.
      * ¡Sí! métemela por el culo muy fuerte, me encanta el sexo anal. * Le dije a tono de ruego.
      * ¿O sea que ya te la han metido por el culo hermosa? * Me preguntó con lujuria.
      * ¡Sí, me encanta! Me gusta que me duela. Quiero que me cojan muy fuerte entre todos. * Yo quería que esos hombres me cogieran sin piedad.
      * ¡Enserio! Pues te la voy a meter bien duro como te gusta.
      * Quiero que me cojan con todas sus fuerzas hasta saciarse y que se vengan dentro de mí culo. Y no me vayan a soltar, aunque llore.
      Yo sabía que estaba sola en esa bodega con esos albañiles y nadie me podría ayudar, y peor aún les acababa de dar indicaciones de que me penetraran cuanto ellos quisieran.
      * Pero antes de comenzar quiero tomar más tequila.
      Carlos fue por la botella y me dio tequila. Mi corazón comenzó a latir y mi estomago se me contraía y sentía un fuerte vacío, una sensación de mucho miedo y excitación.
      Estando yo de pie con mis tacones negros y altos de correas aun puestos, frente a los bultos de cemento, Samael quien tenía la verga más gruesa y larga de todos, me inclinó curveando mi espalda hacia abajo y reposando mis senos sobre la barricada de costales, que rosaban mis pezones. Abrió mis piernas dejando expuesto y abierto mi culo y coloco la punta de su verga en la entrada de mi ano que estaba muy lubricado, me tomó de la cintura muy fuerte y me jaló hacia atrás contra su verga al tiempo que el de un solo empujón me penetro analmente hasta el fondo, pude sentir la sensación de que una verga entrara por mi culo abriéndose paso en mi interior, sentí una fuerte punzada, un dolor desgarrador que nunca había sentido en mi vida, cuando su verga topó en mi interior sentí que me rompía, todo era dolor por dentro en ese momento y grité mucho quise zafarme pero ellos no me dejaban ya que me sujetaban de los brazos, Carlos que estaba enfrente de mi podía ver mi cara de dolor y mis lágrimas escurriendo el rímel, y lo que hizo fue masturbarse disfrutando de mi dolor mientras el tocaba mis senos y pellizcaba mis pezones para causarme más dolor. Comencé a arañar los bultos de cemento con mis uñas, y quería patalear, pero no podía porque ellos estaban siguiendo mis ordenes de no soltarme, me sujetaban las piernas. Samael siguió penetrándome analmente muy duro, cada que me la metía sentía como topaba hasta el fondo, empujándome contra los costales yo estaba llorando y gritando sin parar, mi llanto resonaba haciendo eco dentro de la bodega rogándoles que ya me soltaran, pero no lo hicieron en ese momento me arrepentí, deseaba no haberles pedido eso, mi corazón latía muy fuerte y sentía reventado el culo, me ardía y punzaba mucho. Hasta que perdí las fuerzas, sentía que me desmayaba, mis piernas estaban entumecidas no podía seguir de pie, estaba rendida con mis senos sobre la barricada de costales.
      Samael siguió ensartándome su verga sin piedad, lo hacía brutalmente como si yo no valiera nada, era un objeto de placer para él, con el que estaba satisfaciéndose como un animal. Samael era un hombre que aguantaba mucho con la verga erecta, después de media hora por fin escuché los jadeos de Samael y sentí como saco su verga ensangrentada para darme un último empujón hasta el fondo, Samael disparaba chorros de semen caliente dentro de mí, apretándome fuerte contra él durante unos diez segundos, lo que me lastimó mucho por dentro, pues el seguía moviéndose restregándome su verga y abriéndome las nalgas muy fuertemente como si quisiera llegar más adentro para destruirme. Me sentía violentada con la punta de su verga topando en mi interior.
      * Que buena estás mamacita, se siente bien rico venirme adentro de ti.
      * Sí, échamelos adentro amor.
      * Estas bien rica puta. * Él seguía restregándome su verga.
      * ¡Aaayyy! Me duele.
      El albañil estaba lastimándome y pellizcando mis pezones, me beso el cuello, en ese momento comencé a llorar entre dolor y de sentimiento femenino, sentía mucho calor en mi vientre y mi piel erizada y sensible pues ese hombre duro mucho penetrándome y me sentí muy violentada eso fue algo que estúpidamente me hizo sentir querida, ese hombre había gozado de mi culo, me había cogido con todas sus fuerzas desquitando sus ganas conmigo. En ese momento me sentí un poco aliviada, pensé que había terminado ese sufrimiento indescriptible, pues él era muy fuerte y con esa verga enorme me había destrozado el culo.
      Cuando Samael retiro su verga aun erecta, sentí como se escurrió entre mis piernas su semen, y yo estaba descansando un poco del dolor.
      * No mames güey le rompiste el culo.
      * Está escurriéndole sangre.
      * Le dejaste abierto el culo. * Decían ellos con mucho morbo.
      Literalmente yo podía sentir como mi ano estaba abierto, pues era algo que desde muy chica había experimentado y sentía como si tuviera mi ano muy relajado en ese momento, trataba de contraerlo, pero no podía hacer fuerza estaba tan adolorida que era mejor seguir relajando mi ano. Alcancé a ver la verga de Samael estaba manchada de mi sangre. Me sentí muy dañada, entre en llanto de nuevo y sentí miedo pues no me soltaban, escuchaba como se peleaban como perros por ver quien era el siguiente en romperme el culo.
      Tan solo después de unos segundos siguió Jorge.
      * No, ya no por favor, ya déjenme, me duele mucho, me están haciendo daño, se los ruego ya no. * Pero ellos no hicieron caso.
      * Esto es lo que querías ¿No? * Me dijeron recordándome lo que les pedí.
      Entonces entendí que no había nada que yo pudiera hacer y que me seguirían cogiendo por el culo así que intenté relajarme y entregarle mi culo sin resistirme, entonces él se puso atrás de mí y sin preguntarme solo coloco su verga en la entrada de mi ano, me tomó de la cintura y me jaló muy fuertemente contra él, me penetró hasta topar en mi interior, sacándome uno gritos desgarradores.
      * ¡Aaaaaahhhhh! ¡Aaaaayyyy! * Me quede afónica.
      Se me doblaron las piernas, sentí un fuerte ardor de nuevo en mi culo, inevitablemente rompí en llanto, Jorge también tenía la verga muy gorda, y me jalaba de las cintura para ensartarme con fuerza, solo escuchaba el sonido de nuestros cuerpos chocando, me sentía tan lastimada en ese momento sin poder hacer nada, las piernas me temblaban y se me doblaban, perdí la fuerza en todo mi cuerpo, Jorge me jalaba del cabello cada que me embestía era un sentimiento de vulnerabilidad, pero poco a poco fue pasando y sentí como mi ano estaba más relajado lubricado por mi sangre que escurría entre mis piernas, seguía doliendo cada impacto por dentro pero ya estaba comenzando a disfrutar, cada vez que me la metía sentía más cálido y quería lo volviera a meter, Jorge duró aproximadamente 15 minutos, hasta que comenzó a cogerme más duro y fuerte, sentía un ardor acompañado de placer, supe que Jorge estaba por eyacular dentro de mí lo que me causo mucha excitación de nuevo, pues lo escuchaba jadear del placer que sentía de estar por venirse, yo solamente me relajé y disfruté lo que estaba por pasar, después de unos segundos sentí un delicioso calor dentro de mi culo, eran los chorros de semen caliente que Jorge estaba eyaculando, él permaneció dentro de mi durante unos segundos y después retiró su verga de mi culo. En ese momento sentí como la sangre y el semen se escurrían por mis piernas.

      * No mames güey, se lo dejó bien abierto.
      * No se le cierra el culo.
      * Ya le dejo su culito bien abierto.
      Jorge volvió a meter su verga unas cuantas veces para que vieran como la podía meter y sacar ya que mi ano estaba muy dilatado y no se cerraba.
      Yo sabía que eso no había terminado, pues faltaban cuatro albañiles. Me seguían sujetando y rompiendo el culo hasta saciar sus ganas, podía ver como disfrutaban con morbosidad al verme el culo reventado y mi cara bañada en lágrimas pidiéndoles que se detuvieran. Cuando ya solo faltaban dos hombres, comencé a sentir que el dolor se estaba terminando y daba paso al placer, pues cada que sacaban su verga de mi culo, sentía un fuerte deseo de que me la ensartaran de nuevo.
      * Ya no es necesario que me sujeten, ya pueden soltarme. Lo estoy disfrutando.
      Yo ya estaba muy relajada y tomé más tequila para alcoholizarme, solo me incliné sobre los costales y empiné mi culo para que lo siguieran disfrutando, ya no dolía solo sentía el ir y venir de sus vergas y lo disfruté mucho, me sentí tan plena y cogida por esos albañiles.
      Después les pedí que me llevaran al colchón por que no podía mantener el equilibrio, y ya acostada con mi culo y piernas escurridos de sangre les pedí que continuaran y que me siguieran cogiendo que todo estaba bien.
      * ¿y si nos la cogemos por los dos lados al mismo tiempo? * Les preguntó uno de ellos a los demás.
      * Sí güeyes, hay que cogérnosla entre todos * Respondió uno de los albañiles.
      * Sí, cójanme a su antojo, quiero que me usen. * Les suplique desbordando de lujuria.
      Uno de los albañiles se acostó y me montó sobre el penetrándome por la vagina, yo no tenía fuerza en las piernas y mi cuerpo caía por su propio peso ensartándome por completo la verga de aquel hombre y Samael se puso atrás de mí y me inclino sobre el otro hombre. Samael me penetro por el culo de forma que comenzaron a cogerme entre los dos vaginal y analmente, tenía dos vergas entrando y saliendo de mí, fuerte y profundamente, me sentía destruida por dentro, cada que me penetraban me estaban matando de dolor y placer, los demás me mordían y lengüeteaban las tetas, me hacían chupetones por todo el cuerpo y me atragantaban con sus vergas. De pronto sentí como disparaban chorros de semen caliente dentro de mí, fue algo que me hizo sentir tan plena, me sentí suya y comencé a llorar de sentimiento femenino, mis piernas se entumecieron y mi abdomen se estremeció, sentí un fuerte orgasmo erizando mi piel y levantándome los pezones, me vine completamente y mis fluidos vaginales mojaron los cuerpos de esos albañiles sucios. Lloraba como escuincla entregándome a esos albañiles que se turnaron para disfrutarme durante horas.
      Cuando por fin se cansaron, me dejaron tirada en el colchón, yo estaba tan alcoholizada que todo me daba vueltas. No supe en qué momento me quedé dormida, pero desperté como a las 2:30 de la madrugada. Samael era el único que se había quedado pues le tocaba hacer guardia esa noche en la bodega. Me levanté y fui al baño para limpiarme la sangre del cuerpo con unas toallas húmedas que siempre traigo en mi bolsa. Me peiné y retoqué mi maquillaje tratando de ocultar todos los chupetones, desde las pantorrillas, las piernas, la entrepierna, los senos y hasta el cuello. Todos los albañiles me habían dejado esos recuerdos que llevaría conmigo durante días. Salí del baño y me acerqué a Samael que estaba sentado en una silla fumándose un cigarro, tomamos un poco de tequila directo de la botella le pedí que se bajara de nuevo el pantalón, el permaneció sentado mientras yo me agache para mamarle su deliciosa verga y ponérsela durísima. Cuando su verga gruesa estaba bien ensanchada me senté sobre el de frente ensartándome su verga deliciosamente, él me tomaba de las nalgas levándome de arriba para abajo mientras se comía mis senos durante un buen rato, cuando ya estaba a punto de eyacular se puso de pie y me arrodillé ante él para mamársela y tragarme hasta la última gota de su semen mientras él metía su verga hasta el fondo de mi garganta. Me puse el vestido y mi tanguita, lo abracé y me despedí…
      Cuando salí de la bodega, me sentía muy adolorida, excitada, cogida y sobre todo muy desinhibida por el alcohol, sentía que podía hacer lo que fuera, y como el alumbrado público era muy tenue, la calle sola y faltaba un tramo muy largo como de unos 10 minutos en esa zona industrial, quise hacer algo que me excitara, así que en plena calle me desnudé quedando solo en tacones, me coloqué el plug anal de nuevo para sentir la sensación morbosa de estar desnuda en una zona publica, expuesta a que si por alguna razón alguien pasara por ahí me podría ver, así que me bajé de la banqueta y camine a la mitad de la calle hasta la esquina sintiendo como el plug anal me lastimaba a cada paso que daba, yo seguía muy cachonda y alcoholizada, ya me habían cogido seis hombres vaginal y analmente, se las había mamado y disfrutaron cada parte de mi cuerpo, así que yo me sentía una mujer capaz de satisfacer no a uno sino a los hombres que fueran, pues yo me había minusvalorado porque mi pareja me dejo, pero la realidad es que soy una chica muy guapa y que cualquiera se excita con verme.

      Cuando llegué a la esquina vi pasar un camión de carga, que sonó el claxon al verme, eso me excito mucho y me hizo descubrir mi lado exhibicionista. Volví a ponerme el vestido y mi tanguita y dejé el vestido muy corto mostrando ligeramente mis nalgas y bajé el escote dejando ver la mitad de mis pezones rosas, pues como ya era de madrugada no pasaban camiones y sabía que tendría que tomar un taxi, después de unos minutos abordé uno y me senté en el asiento trasero, el chofer se veía de unos 52 años y con un poco de canas, fornido pero no era gordo, tenía barba con canas y cumplía con mi perfil de hombre rudo, pues el taxi olía a gasolina, aceite de coche y grasa, así que le di instrucciones de llevarme a mi casa, el taxista no dejaba de verme las piernas, fui coqueteando con él en el trayecto, platicándole que había ido con unas amigas a tomar unos tragos y haciendo evidente que estaba ebria y podría hacerme cualquier cosa si él quisiera, ya que quería me siguieran cogiendo más hombres.
      Yo estaba muy excitada y quería provocarlo para que me cogiera así que muy discretamente bajé los tirantes del vestido y casi sin mover las manos jalaba un poquito de mi vestido simulando que me estaba acomodando en el asiento trasero, hasta que vi que mis pezones rosas ya eran visibles.
      * Disculpe, me quiero acostar tantito porque se me pasaron las copas y pues tengo mucho sueño y me siento mareada. * Le dije para hacerle evidente mi vulnerabilidad.
      * Sí, está bien. Acuéstate y yo te despierto cuando lleguemos. * El chofer volteó y pudo ver mis senos que estaban ya más descubiertos, con mis pezones rositas completamente de fuera.
      Así me quedé dormitando esperando que algo pasara, hasta que escuché que se estacionó y apagó el coche, abrió su puerta y se salió del vehículo, en ese momento de reojo pude ver que estábamos en una calle sin luz pues el alumbrado público estaba apagado y se veía como camino de terracería, de nuevo sentí miedo y mucha excitación al mismo tiempo pues ahora estaba a merced de otro hombre desconocido, y yo aun podía sentirme adolorida por la cogida que me habían dado.
      Entonces escuché que estaba hablando con alguien por teléfono, pero no logre entender lo que decía. Se aproximó a mi puerta y fingí estar dormida, de pronto sentí como se me acercó.
      * Levántate, ¿estás dormida?
      * ¡Yaaa! ¡Déjame dormir! ¡Mmm! * Le conteste fingiendo estar soñolienta.
      En ese momento fue cuando él comenzó tocar mis piernas pasando su mano ligeramente sobre mi piel, al parecer él pensaba que yo iba a reaccionar y a gritar o algo así, pero en lugar de eso guardé silencio y eso le dio a el más confianza, y acaricio mis piernas con más ganas y cada vez se acercaba más a mi entrepierna, y yo apenas podía evitar agitar mi respiración, él puso su mano en mi vagina, y al tocar la tanguita que traía, me la comenzó a quitar tratando de no ser muy brusco para no despertarme, yo sentía como me iba despojando de mi tanguita, y me sentí muy excitada comencé a lubricar pues otro hombre me estaba mirando desnuda y era cuestión de minutos para que me penetrara.
      Yo estaba recostada boca arriba en el asiento, cuando ya había retirado mi tanguita por completo, el hombre abrió mis piernas y pudo ver el plug anal, intentó retirármelo, pero me quejé un poquito, así que me lo dejo puesto y empezó a frotar mi clítoris y acariciaba mi culo muy rico, cuando de pronto se escuchó otro vehículo que se estaciono junto a nosotros, escuche que era otro hombre, seguramente al que le había hablado por teléfono, quien resultó ser otro taxista.
      * Oye y ¿quién es esa chica? * Le preguntó su amigo.
      * Pues es una pasajera, que anda muy alcoholizada. ¿Está bien buena verdad?
      * Sí, está bien buena ¿La conoces de algún lado?
      * No, la acabo de levantar en la calle, o sea que no hay problema, nadie sabe. * Le dijo mi chofer.
      * ¡Ah! Pues está muy buena la chica, ya se me puso dura la reata nada mas de verla. * Comento su amigo muy lujuriosamente.
      Yo me sentí muy cachonda al escuchar eso, ya sabía lo que me esperaba, así que el amigo se acercó hacia la puerta del otro lado y la abrió, comenzó a frotar mis senos sobre el vestido, y después con cuidado me bajo un poco el vestido hasta que mis senos quedaron expuestos totalmente, eso despertó esa sensación tan excitante en mi pues ahora un octavo hombre estaba desnudándome, sentí como se me acercó y comenzó a lamer mis senos, lo hacía muy rico, y succionaba mis pezones, de pronto mi chofer que estaba en la otra puerta abrió de nuevo mis piernas y me lamia la entrepierna lo que sentí delicioso, e introdujo sus dedos en mi vagina y fue inevitable en ese momento empecé a gemir y él se dio cuenta que yo lo estaba disfrutando y continúo haciéndolo, yo gemía con más fuerza me estaba poniendo muy cachonda hasta que llego el momento en que decidí abrir los ojos, yo seguía tan desinhibida por el alcohol que me sentía libre de hacer cualquier cosa, así que abrí mis ojos.
      * ¡Aaaahhhh! ¡Que ricooo! Esperen, mejor vamos afuera del coche. * Les propuse con voz cachonda.
      * Sí a ver bájate. * Me dijeron sorprendidos por mi disponibilidad.
      Ya estando fuera del vehículo, le pedí a su amigo que me bajara el zíper del vestido, y le pedí a mi chofer que me desnudara ya que me excitaba mucho la idea de que un hombre me despojara de mi vestido, entonces él se acercó y me bajo el vestido hasta el suelo dejándome desnuda por segunda vez en vía pública, ahora con mis pezones muy duros y levantados en un camino de terracería y al aire libre. A pesar del maquillaje los chupetones se notaban por todo mi cuerpo, camine con mis tacones y pude ver que estábamos en una zona despoblada y oscura solo se veían a lo lejos pasar vehículos en una carretera, deslicé mis manos sensualmente sobre la lámina del coche y pude sentir que el cofre estaba ardiendo de caliente, abrí mis piernas mostrándoles mi culo y me retire el plug anal soltando un gemido, al retirarlo sentí como escurrió un poco de sangre y lubricante de mi ano que ya estaba muy lastimado, yo seguía tan cachonda que abrí fuertemente mis nalgas y me senté sobre la lámina caliente del cofre para calentar mi ano, de inmediato sentí como mi ano se quemaba, el calor de la lámina entro por mi ano dilatado y me calentó el interior del culo, lo mismo pude sentir en mis labios vaginales, solté gemidos de placer y dolor.
      * ¡Aaayyyy! ¡Aaahhh! ¡Ahh! ¡Aauuu! ¡Ay! ¡Mmmm! ¡Sí! ¡Aahh!

      Soporté el dolor quizá por el alcohol y la tremenda excitación de tener mi cuerpo desnudo al aire libre, esa noche yo solo quería ser violentada. Permanecí sentada en el cofre caliente y me abrí de piernas, les pedí que me penetraran mientras abría mi vagina rosa para mostrárselas y no se hicieron esperar, mi chofer sería el primero, se desabrocharon los cinturones y se bajaron el pantalón, se puso enfrente de mí y le pedí me cogiera con todas sus fuerzas, y así lo hizo tenía una verga muy gruesa, pero yo ya estaba muy dilatada y todo era placer, sentí como me penetraba muy rápido y fuerte, hasta que iba a eyacular y le dije que me los quería comer, así que me bajé del cofre y se la mamé hasta que eyaculó y me tragué todo su semen, era tan dulce y blanco, me sentí feliz haciéndolo.
      Ahora había llegado el momento de que mi ano recibiera placer de nuevo.
      * ¿Te gustaría cogerme analmente? * Le pregunté muy excitada.
      * Sí, eso me gusta mucho. Por ahí se siente mas apretado. * Me respondió muy libidinosamente.
      Caminé hasta estar enfrente de la llanta delantera derecha y me incliné sobre el cofre para que mi culo quedara empinado, abrí mis piernas y puse mis senos sobre la lámina caliente del cofre, sentí como mis senos se quemaban con la lámina sensibilizando mis pezones, me dolía y me sentía herida de mis zonas erógenas, lo que sentí muy rico. Entonces le pedí me ensartara su verga en el culo de un empujón, este hombre tenía la verga gruesa y larga como mi querido Samael, el de la bodega, y tal como se lo pedí, me penetró muy profundo hasta sentí como se movió el coche, sentí nuevamente ese impacto dentro de mí, era la punta de su gruesa verga que se abría paso en mi interior, este hombre era más alto y pesado así que cada que me penetraba sentía como me empujaba y aplastaba contra la lámina del coche, así me penetró fuerte y profundo durante un buen rato.
      * Te lo voy a hacer lento para que sientas mi reata un buen rato.
      * ¡Sí! ¡Así! ¡Cógeme muy lento y rico!
      * ¿Te gusta arto la reata verdad?
      * ¡Sí! ¡Me encanta! ¡Se siente rico papi! * Yo estaba muy sensibilizada de mi zona íntima
      Estoy segura de que me cogió aproximadamente media hora por el ano, hasta que sentí ese chorro de semen caliente dentro de mi culo, le pedí que no me la sacara y se quedara dentro de mí un par de minutos, yo quería seguir sintiendo esa verga dentro de mí, hasta que perdió la erección y retiro su verga manchada de mi sangre.
      Justo cuando había terminado de cogerme el amigo de mi chofer, pensé que habíamos terminado pero mi chofer se aproximó y antes de que me despegara del cofre, me ensarto su verga y me cogió, muy fuerte también por el ano, podía sentir de nuevo esa sensación de estar muy dilatada pues cada que la sacaba y la metía, podía sentir que mi ano se quedaba abierto.
      * Se ve que vienes de coger ¿Verdad? * Me preguntó muy curioso.
      * Sí, acabo de estar con unos albañiles. * Le dije muy cachonda.
      * Ah, pues con razón ya vienes bien cogida, te entra bien sabroso. * Me hizo sentir muy excitada confesarle mi reciente encuentro.
      * Me cogieron entre todos ellos analmente y me gustó mucho.
      * Pues por eso estás manchada de sangre, se ve que eres bien puta.
      * Sí, me gusta mucho me cojan por atrás.
      * Ya tienes el culo bien lastimado, estas sangrando como perra en celo, puedo ver que se te queda bien abierto.
      * Sí, pero se siente rico, me gusta mucho. * Le confese.
      * ¿Te gustaría sentir algo más grueso? * Yo seguía tan cachonda y ebria que no ponía resistencia a nada. Mi ninfomanía me estaba llevando a superar mis límites.
      El amigo de mi chofer caminó a su vehículo, y abrió la cajuela, de donde saco un bate de beisbol, de aluminio. Me estremecí cuando lo vi, quería decir no, pero algo en mi quería ver si podía resistir algo así de grueso, así que le pedí me pasara mi bolso y me puse lubricante con anestésico en el ano, y le apliqué un poco de lubricante al bate de beisbol, me dispuse a poner mis senos sobre el cofre caliente de nuevo y abrí mis piernas dejando mi culo empinado, estaba muy nerviosa pues no era una verga lo que me iban a meter sino un bate de beisbol, cuando le puse lubricante traté de cerrar mi mano alrededor de él y vi que era muy grueso no tenía nada que ver con una verga, así que en esta ocasión sentí mucho temor.
      * Ayúdame a abrirle las nalgas para que le pueda entrar mejor. * Le dijo su amigo a mi chofer.
      Entonces el abrió mis nalgas y sentí la piel y mi ano estirarse y eso dolía un poco, pero me gusto así que le pedí que me las abriera con más fuerza me sentí tan cachonda ahora con el culo abierto totalmente esperando que me metieran ese bate.
      Mi chofer me estaba abriendo fuertemente las nalgas, yo me sentí muy vulnerable y excitada.
      * Ya amor, méteme el bate, solamente hazlo con cuidado, poco a poco. * Le dije al amigo de mi chofer.
      Como les comenté era un hombre más grande y pesado. Entonces puso el bate en mi ano y fue empujándolo con su peso poco a poco, sentí una punzada como la primera vez, ahí supe que me iba a volver a doler pues mi ano no estaba acostumbrado a ese grosor todavía, sentí como se iba abriendo mi ano, la punzada era fuerte otra vez volví a derramar lágrimas, pero no me resistí solamente relajé mi cuerpo pues quería tener eso dentro de mí, el hombre me comenzó a decir cosas lascivas.
      * Hay mamacita te voy romper el culo mi amor, prepárate te la voy a meter hasta donde te quepa.
      * Sí, ya métele el bate eso es lo que quiere.
      Al oír esas cosas me sentí de nuevo cachonda, quería darles un buen espectáculo a esos hombres pues podía notar el morbo con el que lo estaban haciendo.
      * Ábreme más las nalgas, ábreme mi culo más fuerte con tus manos. * Le suplique a mi chofer.
      Él las abrió más fuerte y sentí mi piel estirada y adolorida, yo quería sentir placer en todo mi cuerpo así que me toqué los senos, estimulé y pellizqué mis pezones, y al sentirme muy cachonda, con el plug anal que aun traía en mi mano me penetré la vagina para sentirme totalmente cogida, así que lo dejé puesto.
      * ¡Ya mi amor rómpeme el culo!
      Apenas le dije eso, sentí como empujo el bate con su peso, y mi ano se abrió tanto que pude sentir una fuerte punzada, un desgarro y ardor mayor a lo que antes había experimentado, sentí como el bate entro hasta el fondo y topo en mi interior, hasta el vehículo se movió en ese instante grité, y comencé a llorar teniendo el bate dentro, y el hombre dijo ya estás bien abierta mi amor era lo que me pediste, entonces sentí que me lo iba a sacar y le hice una señal con mis manos temblorosas, para que no lo moviera, porque no podía hablar del dolor. Me sentía una escuincla ahogada en su propio llanto.
      * Déjamelo adentro, no lo saques. * Le dijo llorando entrecortadamente.
      * ¿Te gusta mamacita?
      * Sí, me duelo mucho, pero sí me gusta. A ver, comienza a cogerme con el bate suavemente.
      Él comenzó a cogerme con el bate suavemente, lo hacía muy profundamente.
      * A ver sáquenmelo y díganme como se me ve el ano.

      * Estas sangrando mamacita. * Me dijo mi chofer.
      * Se te ve bien abierto. Me dijo el amigo de mi chofer.
      * Ábranme las nalgas y comiencen a cogerme de nuevo con el bate, pero sacándolo por completo y metiéndolo a fondo varias veces.
      * Se ve que te gusta arto sentirte cogida. * Me dijo el chofer mientras metia el bate por mi ano.
      * ¡Aaayyy! ¡Aahhh! ¡Me duele mucho! ¡Aaahh! ¡Aaahh! ¡Sí! ¡Aaahh! * Yo me sentía muy lastimada y cogida, fue hermoso. Mi masoquismo estaba siendo satisfecho. Mi ninfomanía se avivaba.
      Me cogieron a si durante una media hora y yo quede sobre el cofre rendida y gozando de ser cogida analmente con ese bate tan grueso.
      Al sentir mi culo tan abierto y sensible, la excitación que sentía era desbordante, estaba tan alcoholizada, desinhibida, cachonda y llena de morbosidad por violentar mi cuerpo que le pedí al amigo de mi chofer que dejara el bate y me penetrara con su puño cerrado. El taxista se humedeció la mano con mis fluidos y cerró su puño para comenzar a empujarlo contra mi ano, sentía como mi esfínter anal trataba de abrirse para recibir ese puño, yo trate de relajarme, pero estaba muy nerviosa mis piernas temblaban y el abdomen se me contraía del miedo. Le pedí que lo hiciera con más fuerza y su puño comenzó a entrar en mi culo. Yo sentía como se me desgarraba el esfínter, era deliciosamente doloroso, mis gemidos se ahogaban con mi llanto.
      * ¡Aaayyy! ¡Aahhh! ¡Ah! ¡Mmm! ¡Ahh! ¡Sí! ¡Aaahh! ¡Aaaauuu! ¡Ahhh! ¡Ah!
      * ¿Así te gusta?
      * ¡Ya lo métemela por completo!
      Entonces el taxista empujo con fuerza, sentí como si me hubiera golpeado con el puño cerrado en mi culo, su puño entro completamente, sentí como mi culo estaba completamente roto, el reloj metálico que el hombre tenía en su muñeca, me raspo el ano, así que el taxista saco su puño y se quitó el reloj, arremangó su camisa y comenzó a meter su puño dentro de mi culo una y otra vez, era como si me estuviera golpeando, me sentí muy agredida, humillada y violentada, justo lo que quería, había excedido mi limite. Estaba sufriendo más de lo que podía soportar, empecé a llorar y vi como mis lagrimas caían sobre el cofre.
      * ¡Gracias amor! ¡Gracias! ¡Ya fue suficiente! * Él retiró su puño manchado de sangre.
      * Mira como sangraste. * Me dijo sorprendido y con una mirada muy morbosa.
      * Mete tus dedos en mi boca. * Le dije con voz dulce y cachonda.
      Entonces hice una de las cosas más perversas que he llegado a hacer. Le chupé cada uno de sus dedos, y continué lamiendo mi sangre anal por el resto de su mano, hasta dejarla completamente limpia.
      Unos minutos después ellos ya se habían recuperado, así que me arrodille y se las mamé hasta que se vinieron en mi boca, me trague todo su semen y les sonreí con mi cara toda escurrida de rímel por mis lágrimas. Nos despedimos de su amigo, me vestí y mi chofer me llevo hasta mi casa, no me cobró por el servicio, me pidió mi número de teléfono y nos despedimos. Bajé del taxi y caminé hasta entrar en mi casa totalmente cansada con las piernas escurridas de semen y sangre, quedé rendida de inmediato en mi cama y desperté hasta las 2:30 de la tarde.
      Al día siguiente amanecí muy adolorida, con mi cuerpo muy maltratado y chupeteado, el culo ya no me sangraba, pero ardía. Me sentí sexualmente plena, satisfecha, absurdamente querida y deseada por los hombres, disfruté de mi cuerpo entre las sábanas, pues aún sentía el placer del semen que esos 8 hombres habían eyaculado en mi interior…

      Hola soy yamak tengo 18 años
      Desde que perdi mí virginidad soy adicta al sexo me gusta tener sexo con hombres que sepan hecerlo bien por eso lo ago con hombres mayores que yo.
      Tengo un vecino que se llama Rodrigo tiene 30 pero es un hombre con un muy buen cuerpo y un buen paquete,lo sé porque se le nota en sus pantalones cada ves que va a correr en las mañanas. El me gusta mucho es decir quisiera que me folle duro y que me dea cómo a cajón que no cierra.
      Un día el estaba regando el jardín de abajo y como lo vi me puse una falda tan cortita que se me veía literal todo,también me puse una blusita casi transparente y no me puse nada abajo de la blusa, por lo cual se me veía todo. Me asegure de que no hubiera nadie más que el y yo ,entonces baje para fingir que hiba a regar también . Cuando me vio se quedó como congelado pero no me dijo nada asique comenzé a regar , el simplemente continuo haciendo lo que hacía,eso me molestó un poco pero luego solté la regadera a propósito haciéndola caer al suelo así que me agaché a recogerlo muy lentamente haciendo notar mí tanguita color rojo ,note que el se había sorojado mucho que parecía un tomate . Desde ese día siempre ago cosas como esas par que el se pusiera rojito de el calor que yo le provocaba.
      Una noche ya no soportabs seguir masturbándome sola imaginando que Rodrigo era el que me hacía todas esas cosas ,entonces fui a casa de Rodri y le dije que si podía ir a ayudarme a alzar unas cosas pesadas pero obvio era mentira, el un poco nervioso dijo que subiría en unos 5minutos tiempo el cual aproveché para cambiarme de ropa y ponerme un pijama roja de encaje transparente con un escote muy provocador ,entonces cuando el llego le dije que estaba en el cuarto cuando entro casi se le salen los ojos, me vio y trato de simular y me dijo dónde estaban las cajas ,yo solo le dije que estaban ahí cuando se dio la vuelta cerré la puerta con llave, fui detrás de él y lo abrase por detrás de la cintura, el se sorprendió y quiso separarse pero no lo deje en cambio lleve mi mano a su polla , la cual estaba ya dura lo cual me volvía loca, el se separó de mí al instante, fue entonces que lo empuje a la cama haciéndole caer de espaldas y yo me subí enzima de el, puse una de sus manos en mí cintura y la otra la puse en uno me mis pechos , el me dijo que lo que estaba haciendo estaba mal pero lo calle con un beso muy profundo empeze a mover mis caderas encima de su erección haciéndole soltar un gruñido de placer .
      – hace tiempo que quiero que me hagas tuya Rodri
      -pero esto no está bien tu aún eres una niña
      -claro que no , Rodri tu solo disfruta del momento, solo quiero que me folles y que te corras en mí boca bb
      – tu lo pediste luego no te quejes
      -claro que no
      Entonces me empujó a la cama ,se subió en mí enzima y comenzó a besarme como un loco, tocaba mis senos y los apretaba y con la otra mano rozaba mí vagina y metía y sacaba sus largos y grueso dedos haciéndome soltar unos gemidos . Me quito mí ropa y yo la de el ,chupaba mis senos, los mordisqueaba, luego empezó a chupar mí vagina, su lengua exploraba todo lugar , soltaba gemidos pidiendo más y arqueando mí espalda , de pronto se arrodilló y me dijo que chupe su polla hasta ese momento el no se había sacado los boxers y cuando vi su polla me sorprendió porque era muy grande y grueso pero de todos modos me metí su verga a mí boca y comenzé a succionar el daba estocadas en mí boca haciendo que casi me haogara hasta que se corrió en mí boca haciéndome tragar toda su leche
      Me dijo me masturbara para el , me empeze a manturbar en frente de el , el también lo hacía ,yo le dije que me folle porque ya no aguantaba más lo quería dentro de mí, entonces el me acostó en la cama y me metió su polla lentamente era muy grande pero se sentía muy bien ,comenzó a hacer estocadas muy fuertes tocando asi mí punto dulce haciendome gritar de placer y pidiendo que no parara, me follaba duro como yo siempre quise entraba y salía por mí el cuarto estaba lleno de gemidos por mí y por los gruñidos de placer de el ,los sonidos obscenos de nuestros cuerpos en cada embestida inundaban el cuarto, me vine y unas estocada más y el también se corrió dentro de mí lo cual hizo que gritara de placer .
      Desde entonces lo hacemos cada ves que nos vemos.

      SANDRA, COLOMBIANA VICIOSA

      Hace unos meses publiqué un primer relato donde explicaba como conocí a Sandra. Al final del relato expliqué que en los años venideros, cada vez que viajo a Bogotá por negocios o placer, siempre me reúno con Sandra para salir a tomar algo o cenar. Pero, como pueden imaginar nuestros reencuentros siempre acaban en una sesión de sexo duro. Esta es la historia de uno de esos reencuentros que empezó por salir a cenar un viernes, y acabó un lunes por la mañana.

      Llegué al aeropuerto de Bogotá un viernes de finales de junio. Aunque era un viaje de negocios, que empezaba el lunes, adelanté mi llegada para pasar el fin de semana con Sandra. Cogí un taxi y me dirigí al centro, donde ella me había reservado una habitación en una casa particular donde alquilan habitaciones, una especie de pensión con un comedor común. La habitación no estaba nada mal, cama de matrimonio enorme, y el servicio dentro de la habitación. Me di una ducha y justo cuando me acababa de vestir escuché la voz de la propietaria al otro lado de la puerta.

      -Tiene visita. –Dijo, escuetamente.

      Por supuesto, sabía quién era. Salí al pasillo y me dirigí al comedor. Allí estaba Sandrita. Vestía una minifalda ondulada, una camiseta de tirantes azul sin sujetador y zapatos de tacón, pero no muy exagerados. A medida que me aceraba a ella los dos nos sonreímos. Cuando estuve junto a ella la besé en los labios y la observé de arriba abajo, estaba supersexy, sus piernas, muy morenas, brillaban, y la faldita le hacía una cinturita estrecha.

      -¿Cómo ha ido el vuelo? –Preguntó.

      -Bien, bien. –Le contesté, cogiéndola de la mano, tirando de ella para que me siguiera.

      -Pero, ¿A dónde me llevas?

      -A la habitación, ya cenaremos luego. Solo de verte con esa faldita se me ha puesto la polla como una piedra. Estoy deseando ponerte a cuatro patitas y reventarte el culo cogiéndote por la cinturita.

      -Ufff, me encanta cuando te pones romántico. –Bromeó, justo cuando llegábamos a la puerta de la habitación.

      Nada más entrar la apoyé contra la puerta y la besé con verdadera lascivia. Subí su camiseta y empecé a chuparle sus juveniles tetas, succionado sus pezones, haciendo que gimiera de gusto.

      -Ufff, sí, sí, eso es, chúpame las tetas, estoy muy cachonda.

      Yo estaba enloquecido, casi fuera de mí. Rápidamente abrí mi cinturón y me bajé la cremallera y de un tirón también bajé mis pantalones y calzoncillos, haciendo que la polla quedara al aire, totalmente empalmada.

      -Anda zorrita, chúpamela como tú sabes.

      Con una sonrisa de oreja a oreja se puso de rodillas, me escupió en el capullo y empezó a chupármela.

      -¡Haaa! Eso es putita, sigue chupándomela. Así, así, succiona más fuerte. Eso es, traga, trágatela hasta el fondo.

      Ella, obediente, empezó a hacerme una garganta profunda que me estaba volviendo loco. Con la polla totalmente metida en la boca, sacó la lengua y me lamió los huevos. Entre arcadas y atragantándose, no paraba de emanar saliva, que me encharcaba la polla y resbalaba por su barbilla cayendo sobre sus tetas. Estaba claro que la niñata sabia chupar una polla, y sabía cómo nos gusta a los hombres que nos la chupen. En ese momento no pude evitar pensar en cuando la conocí, prostituyéndose por los bares y discotecas de la capital, y en la cantidad de turistas a los que les habría chupado la polla. Estuve disfrutando de su ensalivada mamada un buen rato. Decidí que, como estaba muy cachondo, iba a correrme en su boca y después ya la follaría. Coloqué mis dos manos sobre su cabeza y empecé a follarle la boca con furia, la visión de su saliva saliendo y el ruido de su garganta al atragantarse me puso tan cachondo que ya no pude más.

      -¡Ufff! Eso es preciosa, traga, trágatelo todo. –Le dije entre suspiros, con la polla totalmente clavada en su boca, mientras los chorros de mi semen inundaban su garganta- Eso es, buena putita, sigue, sigue chupando un poco más.

      Ella, sumisa como siempre, estuvo un par de minutos más chupándomela, tragando los restos de semen que quedaban sobre ella, dejándomela reluciente con su lengua y su saliva.

      -¡Dios! Cómo me gusta tu polla. Y menuda corrida te has pegado, no sabes lo cachonda que me pone cuando te corres en mi boca o mi cara. –Dijo, y a continuación se metió el glande en la boca, succionándolo con fuerza, saboreándolo, lo que hizo que tuviera una última descarga de placer.

      -Voy un momento al servicio, sigue empalmado que en cuanto salga quiero que me folles hasta reventar de gusto.

      -De eso puedes estar segura, estoy tan salido que creo que la tendré dura toda la noche.

      En apenas unos minutos regresó a la habitación, totalmente desnuda.

      -Me he dado una ducha, quiero estar recién duchadita para que me metas la lengua por todas partes.

      Sus palabras, y su apariencia de no haber roto nunca un plato, me pusieron más cachondo aún, si es que eso era posible.

      -Ven aquí zorrita, ponte a cuatro patas en la cama.

      Ella, obediente como siempre, así lo hizo. Me situé detrás de ella y empecé a lamerle el coño desde atrás, lamiéndoselo de arriba abajo y viceversa, subiendo hasta su culo, lamiéndoselo, metiéndole la lengua lo más profundo que podía.

      -¡Eso es cabrón! Lámeme el culo, ¡Joder que gusto! –Gritó, mientras yo no paraba de lamerte el ojete, metiéndole de vez en cuando dos dedos. Ella, con su mano derecha se masturbaba con furia. -¡Sí, sí, sí, joder, me voy a correr! –Estallando a continuación en un orgasmo antológico. –Ufff, que gusto me has dado, me dijo tumbada boca abajo, mientras yo me tumbaba a su lado.

      Sin mediar palabra empezó a besarme en el pecho, bajando rápidamente hasta la polla y empezó de nuevo a chupármela.

      -¡Joder! Estaría todo el día con la polla metida en tu boca ¡Ufff que bien la chupas!

      Pasados unos minutos decidí que ya era hora de disfrutar de su rasurado coño.

      -Ven, ponte a cuatro patitas, como estabas antes.

      Me coloqué detrás de ella, de pie, fuera de la cama, y le metí la polla en su húmedo coño, primero lentamente, pero en apenas un minuto fui subiendo el ritmo y la fuerza de mis embestidas.

      -¡Eso es cabrón! ¡Fóllame el coñito!

      -Toma rabo en tu coñito de putita!

      Pasados unos minutos Sandra exploto de nuevo en un ruidoso orgasmo.

      -¡Haaa, haaa ¡Si, joder, qué rico! –Gritó entre estertores, para a continuación quedarse con la cabeza ladeada sobre la cama resoplando.

      En ese momento decidí que había llegado el momento de disfrutar de su respingón culo.

      -Prepárate zorrita, sabes lo que voy a hacer ahora, ¿No?

      -Claro que sí, me vas a meter la polla por el culo, lo estoy deseando.

      Me cogí el rabo por la base y lentamente se lo fui metiendo en el culo. Poco a poco, como ya había hecho con su coño, fui subiendo el ritmo, y en un par de minutos le estaba dando con todas mis fuerzas.

      -¡Toma polla, por puta! –Le grité, sabiendo que ese tipo de comentarios la ponían cachonda a más no poder.

      -¡Eso es! ¡Rómpeme el culo! ¡Quiero que me hagas daño, joder!

      En apenas tres minutos noté que mi corrida era inminente, por un momento pensé en correrme dentro de su culo, pero me vino a la mente la visión de su trasero mulato con mi leche blanca haciendo contraste, resbalando hacia abajo, ese pensamiento hizo que ya no pudiera aguantar más.

      -¡Haaa! ¡Toma corrida zorra! –Grite, pajeandome la polla sobre su culo, mientras los chorros de semen caían sobre el. Apunte bien y el último chorro cayó justo en su glorioso agujero entrando en el.

      Como había imaginado un momento antes, la visión de su culo, allí, en pompa, con el semen chorreando, resbalando por el hasta caer, en parte, sobre las sabanas, fue una imagen que nunca olvidaré.

      -Ufff, me has dejado seco, que ganas tenía de meterte una buena follada. –Le dije, tumbándome a su lado. Ella con sus dedos fue recogiendo el semen de su culo, llevándoselo a la boca para saborearlo mientras no paraba de sonreír. –Joder, menuda viciosa estás hecha, como te gusta tragar lefa.

      -Ya sabes que me encanta.

      Dormimos un par de horas. Luego salí a la calle para comprar comida y regresé rápidamente a la habitación. Aquella sesión de sexo salvaje, que había empezado un viernes por la noche, se alargó hasta el lunes por la mañana, apenas media hora antes de mi reunión.