Era un sábado cualquiera, como casi todos los sábados iba a pasar el fin de semana donde mi amiga Lily, es mi mejor amiga y me encanta pasar el tiempo con ella.
Para ese entonces yo era virgen, al igual que mi amiga Lily. El sexo era algo que no tuviéramos en mente todavía y poco tocábamos el tema.
Ese día en especial, los padres de Lily iban a ir a una fiesta, y como ella es hija única, las dos íbamos a quedar solas en la casa.
Cuando los papas de Lily salieron, ella me contó que en la pieza de ellos había encontrado un video y lo había visto, ella no me dio muchos detalles de lo que vio, sólo me dijo que era un video porno y que quería que lo vieran juntas. Como todas las cosas nuevas, Lily se veía muy emocionada con esa idea y como somos tan buenas amigas, yo me deje contagiar de esa emoción porque quería saber como era tener sexo, me morí de las ganas porque a esa edad ya se empiezan a pensar en esas cosas y como iba a ser algo que iba a compartir con mi mejor amiga, sentí que iba a ser algo muy especial.
Entramos a la pieza de los papas y nos acostamos en su cama, una junto a la otra. Ya nos habíamos puesto la piyama y la película empezó.
El video estaba grabado en una playa, ese video se quedó grabado en mi memoria y aun después de tantos años, lo recuerdo con cada uno de sus detalles. Lo primero que apareció fueron dos mujeres en bikini besándose, mi sorpresa no la puedo describir con palabras, yo quedé en shock, y mi curiosidad creció al máximo, nunca se me había pasado por la cabeza ver a dos mujeres teniendo sexo, pero debo confesar que se veía muy llamativo. Ver la forma en que se tocaban, como recorrían sus cuerpos. Yo nunca había visto a una mujer desnuda, además mis senos son pequeños y ellas eran dos mujeres adultas, de senos grandes y grandes traseros.
Ninguna de las dos decía nada, estábamos absortas viendo el video, las dos mujeres ya estaban completamente desnudas y cuando una de ellas empezó a lamer el coño de la otra, vi por primera vez un coñito, lo recuerdo como si fuera ayer, el clítoris era grande, al igual que los labios de la vagina, a pesar de que yo soy una mujer, nunca me había puesto a reparar como se veía mi vagina, en ese momento me entro la curiosidad se saber como era la mía. Todo era impactante, la que estaba chupándole el coñito a la otra, movía rápido su lengua, lo hacía de arriba abajo y se metía en la boca todo el coño de la y lo succionaba con fuerza, recuerdo que sonaba cuando ella iba sacando el coño de su boca. Como ya dije, Lily y yo no decíamos ni una sola palabra, al menos yo ni pestañeaba, me parecía tan impactante lo que veía que ni siquiera pestañeaba, y mucho menos juzgaba la situación, era algo tan novedoso que no pensaba nada.
En fin, la una le chupaba el coño a la otra y luego cambiaron, recuerdo como gemían como arqueaban sus cuerpos, como le restregaban el coño a la otra con los movimientos de sus caderas, nunca voy a olvidar en la vida ese video.
Cuando ellas terminaron, apareció un hombre completamente desnudo, tenía la verga enorme y las dos mujeres comenzaron a chuparla y mientras lo hacían ellas se besaban. Yo que nunca había tenido sexo, empecé a sentir un pequeño hormigueo en mi coñito, nunca había sentido eso, y entre más veía ese video más curiosidad sentía, mi cabeza empezó a girar a mil revoluciones por minuto, empecé a pensar, que si todos los hombres tenían la verga de semejante tamaño eso de tener sexo iba a ser muy doloroso, me intrigaba mucho la forma en que gemían las dos mujeres, no paraban de hacer ese mismo ruido una y otra vez, se me pasó por la cabeza que lo hacían porque les dolía porque en vedad era una verga enorme, me llamaba mucho la atención de que la cabeza de esa verga era demasiado grande y veía con mucha atención todas esas venas que sobresalían a lo largo de la verga.
Lo único que cierto es que Lily y yo no dijimos nada, a pesar de que hablábamos como un par de cotorras, no hicimos ni el más mínimo comentario, lo que si recuerdo, y aun me excita, fue ver salir ese chorro de leche de esa verga y la forma en que caía en la cara de esas dos mujeres y el placer con que se lo tragaban cada una de ellas chupándoselo de la cara la una a la otra.
Lo cierto es que Lily saco el video, lo volvió a guardar y salimos de la pieza de los papas sin tocar el tema, nos sentamos a comer y ninguna de las dos tocamos el tema. Yo por mi parte no tenía ni la menor idea de que decir, aunque empecé a tener miles de dudas. Como era posible que dos mujeres tuvieran sexo, por qué gemían cuando les estaban chupando el coño otra mujer, no podía ser de dolor, entonces por que hacían ese ruido y sobretodo por qué lo hacían cuando las estaban penetrando.
Pensé en lo mucho que me había encantado ese hombre, era alto, corpulento, con unos tatuajes deliciosos, y también me encantó que las mujeres se dejaban dominar de él, ellas lo complacían en todo lo que él pedía, y aun ahora, gracias a ese video, mi mayor placer es que me dominen, cuando le doy gusto al que me domina, es cuando siento mayor placer.
Comimos casi en silencio, hablamos dos o tres cosas superficiales y como ya era muy tarde, porque una de las cosas que más recuerdo es que ese video era extremadamente largo y nos tomo casi una hora verlo por completo.
Yo propiamente estaba en shock, no me salían las palabras, en mi cabeza sólo habían miles de preguntas, recurrentemente las imágenes de ese video llegaban a mi cabeza y lo que más recuerdo, es que sentí ganas de tener sexo, porque lo que vi me dejó deslumbrada, se vio tan rico todo lo que veía, pero lo que nunca se me pasó por la cabeza fue hacer lo que esas dos mujeres se hicieron, porque a pesar de que lo disfrute viéndolo, sabía que eso no estaba bien visto.
Lavamos los platos, nos lavamos los dientes y nos fuimos a dormir. Lily y yo dormíamos en la misma cama, a pesar de la confianza que nos teníamos nunca nos habíamos visto desnudas la una a la otra.
Nos acostamos, nos dimos las buenas noches, y ahora que lo veo más detenidamente, ese video nos dejó sin palabras, nos dimos la espalda y a duras penas nos deseamos las buenas noches.
Yo no podía dormir, y yo sentía que Lily estaba en las mismas, pasamos como una hora intentando dormir, pero era imposible, así que me hice bocarriba, cuando menos lo pensé Lily se montó encima de mí y empezó a restregarme ese coño en mi estomago, no me dijo nada, solo sé que cada vez se restregaba con mayor fuerza hasta que bajó hasta mi cuello y lo empezó a besar. Yo no sabía que pensar, me dejé llevar de lo que Lily quería, fue la primera vez que me dominaron, yo no opuse resistencia pero debo confesar que no tenía ni la menor idea de qué hacer, me paralicé, Lily tomo las riendas y después de besarme el cuello metió sus manos por cuello de mi piyama y empezó a tocar mis senos, como la camisa se mi piyama era con cuello en ve, sacó uno de mis senos y lo empezó a lamer. Yo no sabía ni que pensar, era la primera vez que me tocaban, así estuvimos un buen rato, Lily me dominó por completo, hizo que me excitara, se sintió muy rico, ella no dejó de restregarme el coño en mi cuerpo, y ahora que lo pienso detenidamente, ella ya había visto ese video antes que yo, y seguro hizo que lo viéramos juntas, porque pensó que podía hacer conmigo lo mismo que vio en el video, lo cierto es que después de que ella chupó mis senos yo ya excitada le hice lo mismo, la bese en el cuello, chupé sus téticas, las tenía hinchadas, los pezones salían como un par de teteritos y era suaves.
No sé por qué nos demoramos tanto en darnos un beso, más fácil nos chupamos las tetas pero no se nos pasaba por la cabeza darnos un beso, hasta que ella tomo la iniciativa y puso sus labios sobre los míos, se sintió tan rico, sus labios son gruesos, en ese momento fue que me dejé llevar por completo, estaba disfrutando por completo eso de ser dominado, Lily hacía todo con tanta propiedad que dejé de pensar en qué era lo siguiente que tenía que hacer y dejé que Lily me enseñara que es lo que tenía que hacer.
Lily se bajo y puso sus pies sobre los míos y con mucha suavidad empezó a meter su mano por entre el pantalón de mi piyama y empezó a buscar mi coño, yo empecé a temblar de los nervios, al mismo tiempo ella tomo mi mano y la empezó a meter para que yo tocara su coño, la metió un poco, pero luego me soltó para que fuera yo quien la explorara.
Para ese momento yo ya estaba excitada, cuando tomé un poco de conciencia fue que comprendí que esa era la ocasión en que iba a perder mi virginidad e iba a quitarle la virginidad a Lily. Cuando menos lo pensé, fue que ella empezó a meter sus dedos dentro de mí, en ese momento fue que me di cuenta de lo mojada que estaba porque dos dedos de Lily empezaron a entrar suavemente en mi coñito, yo hice exactamente lo mismo que ella, dejé deslizar mis dedos hasta su coño y sentí todo ese jugo que se esparcía por su coño, estiré un poco más la mano y la empecé a penetrar igual que ella hacía conmigo, me excita mucho pensar que fue Lily la primera que me penetro, y también saber que fui yo la que tome su virginidad.
Para ese momento yo me encontrada entregada al placer, Lily con cada cosa que hacía me hacía sentir más placer, de cuando en cuando, con sus dedos dentro de mí, me besaba los senos, yo sentía como se estremecía cada vez que su lengua se deslizaba por mis pezones mientras ella no paraba de penetrarme, sentía sus dedos entrando y saliendo dentro de mí, y cuando los metía del todo presionaba mi punto G, por mi parte yo sentía como apretaba el coñito mientras yo hacía lo mismo que ella, no sé si era porque se venía con lo que yo le estaba haciendo, pero recuerdo que Lily estaba tan mojada que sin importar cuanto apretaba su coñito mis dedos entraban con mucha facilidad. Así estuvimos un largo rato quitándonos la virginidad la una a la otra.
Algo que me excitaba sobremanera era la propiedad con que Lily hacía las cosas, me agarraba la cabeza y la llevaba hasta sus pezones para que yo se los chupara, me daba besos largos, me enseño a sacar la lengua para que la metiera en su boca y me la chupara, parecía que ya tenía experiencia, quien sabe cuantas veces vio ese video y fantaseó en que me iba a hacer lo mismo.
Yo la empecé a empujar un poco, me dieron muchas ganas de agarrarla con fuerza, pero ella me miró de una forma que hasta ahora me excita y con esa mirada me lo dijo todo, inmediatamente yo comprendí que era la que llevaba el control de lo que estaba pasando, no puedo olvidar sus ojos, me miraron fijamente, no me quitó la mirada, fui yo quien bajó la vista, me era imposible sostenerle la mirada, era ella quien mandaba y yo me entregué a ella. Lo que si me dejó fue desnudarla, nos empezamos a desnudar la una a la otra, sus pezones estaban tan hinchados que presionaban la camisa hacia fuera, y aunque tenía las téticas pequeñas como las mías sus pezones eran grandes, como ya dije, parecían un par de chupones de lo hinchados que estaban.
Cuando estábamos desnudas yo me sorprendí mirando a Lily como nunca antes la había mirado, ella estaba sentada frente a mí y quedé hipnotizada mirando su coñito, por un momento pasó la idea por mi cabeza de que íbamos a hacer lo mismo que en el video, yo no sabía hasta donde iba a llegar Lily, ella tenía el control y yo estaba a la deriva esperando sus instrucciones, lo que no podía para era de mirarla, pensé en el video, lo rico que se veían los culos de las actrices porno y reparaba el culo de Lily, no lo tenía tan grande como ellas pero era duro y paradito, Lily y yo somos personas pequeñas. De téticas pequeñas, pero a diferencia de ella yo tengo el culo muy grande, las tetas de Lily son muchísimo más grandes que las mira pero ella tiene el culito pequeño a diferencia del mío, sin embargo debo confesar que ella es completamente blanca, su coñito l¡es rosadito, grande, tiene el clítoris enorme, yo en ese momento era muy inocente pero ahora logro comprender que el clítoris lo tenia duro, salía largamente de su coño, delicioso para hacerle una buena chupada.
Era mi primera vez teniendo sexo, yo era completamente inocente, sentía muchas dudas sobre que hacer, pero estaba tan excitada que empecé a recorrer el cuerpo de Lily, le di un beso largo con la firme intención de agarrarle el culito, era tan suave y firme, yo la apretaba fuerte contra mí, mis dos manos recorría suavemente sus nalgas con intervalos de fuerza que le hacía para apretarla más a mí, ella también me agarraba el culo, pero la sentía más concentrada en recorrer mi espalda con la yema de sus dedos, me pone muy arrecha pensar que vio tantas veces ese video que se volvió experta en hacer lo mismo que hacían ellas, es que tenía en todo la iniciativa.
Después de explorar nuestros cuerpos ella me hizo acostar en la cama, se paró rápidamente y le echo seguro a la puerta, no fuera que los papas llegaran en nos encontraran follandonos la una a la otra, cuando me acostó entre en pánico, me di cuenta de que ella quería cumplir su fantasía de lamer mi coño como en el video y me pregunte si yo iba a hacerlo bien cuando me tocara mi turno, así que pensé en prestar atención de lo que ella me hiciera.
Se volvió a hacer encima de mí, pero esta ves se sentó sobre mi pierna y empezó a deslizarse encima de ella y estaba tan mojada que se podían ver los parches blancos de su jugo que quedaban pegados de mi pierna, yo podía sentir toda la presión que hacía, y como su clítoris es tan grade, lo podía revolcar encima de mí para darse placer. Lo que me queda de duda, es cuanto tiempo pasó para que ella tuviera el valor para buscarme y poderme follar, cuanto tiempo pasó fantaseando conmigo, a mí ni se me había pasado eso por la mente, y menos con una mujer, yo cuando me arreche tanto, miré a Lily con otros ojos, me deleité mirando su cuerpo, su piel suave, su culo firme, sus tetas hinchadas, su coño rosado y apretado, su lengua mojada, sus miradas penetrantes, sus manos recorriéndome con tanta propiedad, solo había algo que me inquietaba, por que ella no hacía los mismos ruidos de las mujeres del video, pensé que lo estaba haciendo todo mal, pero luego compren di que era porque tenía miedo de que los papás llegaran y la escucharan gimiendo, cuanto tuvo que contenerse para no gemir, y pienso que tan arrecha se debió sentir al cumplir su cometido conmigo, a mí lo que más me excitaba de ella era su cara, tenía los ojos grandes y azules, los labios gruesos y una estela de pecas que pasaban de un lado al otro de la cara por encima de la nariz, parecía un ángel lleno de inocencia porque su cara era tierna, pero eran solo apariencias porque cuando me follo esa inocencia desapareció de su rostro y se veía como toda una perra haciendo conmigo lo que le daba la gana.
Después de que le echo seguro a la puerta se metió entre mis piernas y con mucha fuerza me hizo abrir las piernas como nunca lo había echo en mi vida y podía sentir la fuerza que se quedó haciendo para que no fuera a cerrarlas, luego me miró firmemente a los ojos, esperando mi aprobación, yo se la di cerrando los ojos y tirando mi cabeza hacia atrás, y más me demoré en apoyar mi cabeza sobre la almohada que en sentir su lengua deslizándose sobre mi coñito, pude sentir que la puso desde la parte más baja de mi coño, casi rozando mi ano y subiéndola hasta mi clítoris, y ahí se quedó moviendo la lengua, seguramente saboreando todo el jugo que se quedó pegado en su lengua, yo ni me había imaginado que el coño se mojara de semejante manera, yo estaba empapada completamente y sé que cuando subió su lengua desde tan abajo pasó por donde yo estaba más mojada y pudo saborear mi jugo completamente, mientras yo pensaba todo eso, ella se concentro en mi clítoris no paraba de mover la lengua cada vez más fuerte que la anterior, se sentía tanto placer que fue inevitable empezar a gemir, me sentía en las nubes, empecé a arquearme de tanto placer, pero ella llevó una mano a mi boca y me hizo callar, me tocó morderme tanto los labios para no gemir que me quedaron doliendo horriblemente, pero la mejor parte llegó cuando empezó a chupar mi coño, se lo metía todo en la boca, y cuando lo tenía todo en la boca apretaba duro los cachetes y movía rápido la lengua haciendo que sintiera arcadas de placer, no despegó la boca de mi coño, se dedicó completamente en darme placer, no sé si se sentía cansada de tanto mover la lengua, pero lo cierto es que no dejó de moverla hasta que me hizo venir, yo con mi inocencia no sabía que era un orgasmo, lo cierto es que llegó un momento en que mi cuerpo se retorció con tanta fuerza que sentí que empecé a temblar sin poder controlar los espasmos que mi cuerpo producía, Lily como que supo que me iba a venir que dejó de hacerme fuerza para que no cerrara las piernas y me agarro duro del culo de forma que se movía con mis orgasmos y ni un solo momento quitó la boca de mi coño. Después de venirme, me toco agarrarla de la cabeza y separarla de mí porque no podía soportar que me tocaran más el clítoris de lo sensible que quedé. Fue tan duro quedarme callada, que yo creo que el sonido de mi respiración se podía sentir desde afuera y la verdad es que en ese momento me importaba muy poco si me oyeran o no, perdí por completo la vergüenza y sólo tenía cabeza para deleitarme en lo que Lily me hizo sentir, de tanto tiempo que llevábamos siendo amigas, nunca me imaginar que le iba a entregar mi virginidad y menos que iba a sentir mi primer orgasmo pegada de su boca, a veces pienso en eso y a mi mente llega la pregunta de cuanto de mi jugo se tragó mientras me bajaba, lo único que sé es que no quitó su boca de mi coño hasta que me hizo venir.
Yo ya me sentía lista para hacerle a ella lo mismo, pero ella no me dejó hacerlo, lo primero que hizo cuando logré quitarle la boca de mi coño, fue que me dio fue un beso, pude sentir inmediatamente el olor de mi jugo, y sentí ese sabor por primera vez, me puse un poco tímida cuando sentí el sabor de mi jugo, pero ella me agarro duro la cabeza mientras me besaba así que fue imposible saborear mi propio jugo.
Después de que me dio ese arrechante beso, se dejó acostar, yo sólo tenía cabeza para pensar en que quería que ella sintiera lo mismo que yo sentí, pero caí en la realidad cuando puse mi lengua encima de su coño y sentí ese sabor en mi lengua, ella me hizo sentir mi propio jugo, pero al contacto de mi lengua con su coño fue en donde sentí el verdadero sabor del jugo de un coñito arrecho, ella tenía parches blancos saliendo por su coño, sobretodo en los labios, eso me hizo sentir por primera vez como una perrita obediente, y comprendí que ella me había echo venir de primera porque sabía que después de hacerme venir yo iba a ser su perrita obediente y la iba a complacer en todo lo que ella me pidiera. Yo estaba tan arrecha que lo que hice con su jugo, fue esparcirlo por toda mi boca y empezar a tragarlo completamente, no sabría explicar lo que sentí al probar su jugo, el olor de su coño era muy fuerte, tenía muchos parches blancos y había un liquido que salía desde lo más bajito de su coño y le llegaba hasta el ano, yo quería chuparme todos los parches blancos pero mi timidez me impidió poner mi lengua en su culo, pero puse mi lengua en lo mas bajito de su coño y pasé mi lengua llevándome todo el jugo que pudiera.
Intente imitarla lo mejor que pude, era muy fácil jugar con su clítoris porque sobresalía mucho de su coño, estaba duro y era enorme, al ver su coño tan rosadito era imposible no sentir ganas de chuparlo, yo pasaba mi lengua por todo su coño, me lo metía en toda mi boca y cuando lo tenía adentro, chupaba duro y revolcaba mi lengua duro en todo su clítoris, era tan grande que era imposible no cruzarse con el cuando tenía su coño dentro de mi boca. No se cuanto de su jugo me tragué pero no paraba de salirle. Ella me agarraba la cabeza y se revolcaba duro en mi boca, subía y bajaba el coño, lo hacía en recorridos tan largos, que lo mejor que podía hacer era sacar lo más que pudiera mi lengua y dejar que ella la recorriera como le diera la gana, yo en vez de separarle las piernas, le agarre ese culito lo más duro que pude para mover mi boca a su ritmo, no se como hizo, pero no gimió ni una sola vez, pero a cambio de eso revolcó su coño como le dio la gana en mi boca, me sentí tan usada por ella que hasta el día de hoy nadie me ha hecho sentir así, fue delicioso ser su perrita obediente, concentrada completamente en hacerla gozar. Se revoco y se revolcó y se volvió a revolcar hasta que sentí que apretó todo el cuerpo en un arco y en vez de retorcerse como yo, los pies le temblaron tanto que no fue capaz de soportar su peso en el aire y cayo de un golpe sobre la cama mientras las piernas se le movían como si fueran de gelatina, fue el único momento en que dejó salir un quejido, pero fue muy sutil, me imagino que le salió sin poderlo reprimir de sentir su primer orgasmo, que rico que fue en mi boca al igual que el mío fue en la de ella. Apenas recobro la fuerza en sus piernas, se arrodillo en la cama y paso su lengua por toda mi caras chupándome todo el jugo que quedó pegado de mi boca.
Nos volvimos a poner las piyamas, ella quitó el seguro de la puerta por si los papás intentaban abrir la puerta, pasó su mano por debajo de mi cuello para que no me quedara la duda de que de ahí en adelante me quedara bien claro que yo para ella era su perrita obediente.
Gays
En mi primer día como bisexual con lo que pensaba era una pareja de lo más normal resulta que he encontrado a mi exnovia como dominadora de una situación en la que en su momento me estuvo introduciendo y en la que luego por morbo y porque todos tenemos un lado bisexual entre prácticamente a saco.
Sin darme cuenta al darle mi número de teléfono me descubrí ante la que había sido mi novia y ella aprovechó parte de la información que tenía sobre mí y fue moldeándome hasta hacerme primero bisexual de vocación y luego un perfecto sumiso al punto de convertirme en un travestido para sus juegos sexuales.
Me como un buen pollón al que le saco dos lechadas en pocos minutos soy follado por ambos en un trío en el que el macho también es penetrado por mi e ex he limpiado el coño de esta de sus flujos y la corrida de Andrés y cuando pienso que la noche es larga Mónica se va la ducha largándose de la casa.
Andrés me propone echar otro polvo en el que tengo a elegir entre mandarme preñada a casa con mi culo prieto para no dejar salir una gota de su leche o quedarme a pasar la noche las dos cosas me provocan un morbo y me decido por tener una sesión de sexo completamente gay.
Yo_ cómo es que Mónica se va pensé que vivís los dos juntos.
Andrés_ vive con su novio yo soy un folla amigo que disfruto de todo el sexo que puedo con ella el cornudo no tiene ni puta idea de lo zorra que es su novia.
Yo_ me imagino que como yo en su momento tendría muchos cuernos.
Andrés_ eso no te lo puedo decir no lo sé lo que sí sé es que ahora tú los complacerás a los dos porque ella quiere que tengamos una relación a tres. Y yo poder disfrutar de ti de la manera que yo quiera.
Yo_ ya pero yo no soy gay y estando a solas sería algo así no. Andrés_ qué diferencia hay entre ser bisexual o gay el estar a solas con un hombre además lo has elegido tú porque realmente está claro que no te importa.
Sus palabras las selló con un beso a la boca que yo correspondí sintiendo por aquel hombre algo que evidentemente no sabía cómo gestionar.
Nos pusimos a preparar algo para cenar entre besos caricias y más de lengüetazo la situación era muy caliente para los dos y yo me sentía más hembra que hombre agradeciendo cualquier muestra de cariño de aquel macho que se daban.
Su polla me parecía un monumento de placer con unas dimensiones considerables y a pesar que mi culo estaba algo dolorido estaba dispuesta a seguir sintiendo ese dominio ahora solas con aquel macho.
La cena fue sorprendentemente apasionada caliente erótica entre el cansancio y el alcohol bebido nos quedamos acurrucados el uno junto al otro durmiendo un rato como si de un matrimonio se tratase.
Llevaba un rato sintiendo las caricias en mi espalda y mis nalgas de Andrés y por la postura en la que estaba veía como su polla ya estaba algo morcillona así que no me hice de rogar.
Me agaché y comencé a pasar mi lengua por aquella verga humedeciendo la para luego meterme a sus grandes pelotas en mi boca me encontraba como poseída tenía ganas de verga de cualquier manera bien sea comiéndomela o follada.
Mis pensamientos eran completamente contradictorios había llegado a un extremo en el que estaba claro en mi vida ya no habría marcha atrás bisexual gay sumiso que más daba la terminología si en realidad lo que era un chupapollas en aquel momento y un mariquita travestido.
Andrés se revolvió en aquel sofá y poco a poco hicimos un 69 llegando él con su lengua hasta mi ano y estar hurgando durante un ratito en mi esfínter mis jadeos y el palpitar de aquella zona de mi cuerpo hacían que este jugase con un dedo dejándomelo todavía más lubricado luego me ofreció el suyo en el que no escatimé jugar con mi lengua era la segunda vez que se lo comía y desde luego no lo hacía mal ya que mi entrega era total sobre aquel macho.
Nos fuimos a la cama donde me tumbó boca abajo y empezó a jugar otra vez con su lengua en aquella zona para luego sentir como lubricaba mi ano y poniéndose un preservativo me la clavaba casi de tirón ya que fue sentir aquella gorda cabeza ejercer presión sobre mi esfínter y cuando esta pasó entró en su totalidad.
Sentí un pequeño dolor pero a su vez una satisfacción ya que las caricias sobre mis nalgas y mi espalda y sentir el peso de aquel macho sobre mí todavía me hacían más puta.
Enseguida empezó a bombear metiendo y sacando su verga cada vez con más ritmo mientras sentía como su peso me oprimía palabras de cariño insultos y caricias junto con alguna cachetada todo se mezclaba en aquellos momentos.
Sujetándome de mis caderas me incorporó para ponerme de a cuatro y en esta postura sus envites eran bastante mayores sintiendo como sus pelotas chocaban con fuerza contra las mías mi pene se encontraba completamente flácido por la situación ya que en aquel momento era más hembra que macho varias veces paró por miedo a correrse para luego por último colocarme boca arriba y follarme mientras me miraba la cara con mis piernas sobre su torso y jugando con mi pequeña polla.
En esta postura sentía como sacaba completamente su polla para volverla a introducirla todo muy suave mientras masturbaba mi polla y conseguía ponerla dura 10 minutos o algo así duró esta situación cuando anunciaba las contracciones de mi corrida sentía como aquella verga que ocupaba mi culo se hinchaba anunciando su eminente corrida que hizo sobre mi vientre donde mi polla ya había derramado la carga de leche.
Andrés me dio su verga a exprimir y la comí hasta no dejaron una sola gota este a su vez después surgió de mi vientre una pequeña cantidad de leche que dejó caer sobre mi boca tragándome aquella mezcla de leches mientras el resto los saboreó el para luego unirnos en un beso apasionado la boca sintiendo los sabores de nuestra leche y saliva.
Nos quedamos dormidos los dos yo con mi ropa de putita y él completamente desnudo acurrucados sobre aquella cama en la que había sentido una vez más el placer de ser la hembra de un macho alfa.
Lo he conseguido dormir mucho rato porque mi cuerpo se sentía extraño en varias ocasiones por la noche chupe su polla besé su boca y me comí aquel par de pelotas llegando con mi lengua a buscar su ano.
A la mañana siguiente nos duchamos juntos cansancio en mis piernas era evidente ya que la noche no había descansado como yo habría querido pero a puta no me ganaba ya nadie en la ducha volvió a darlo todo mientras que el macho comí su polla su culo con ansia con desesperación y allí mismo yo misma me metí aquella verga para que me follase de pie a pesar del reducido espacio disfruté como una loca hasta que cuando ya estaba a punto de correrse yo misma me la saqué y limpiándola bajo la ducha la introduje la boca hasta sacar aquella primera carga de leche matinal.
Tragué parte de aquella lechada y poniéndome de pie ofrecí mi boca a mi macho que no la rechazó y compartí durante unos minutos aquella saliva mezclada con leche para volver a tragar parte de aquello
El desayuno fue como había sido la cena anterior por no erótico como una orgía romana en la que todo valía y en la que por último mientras limpiaba aquellos platos sentí como me la clavó untada en mantequilla y de un solo golpe comencé a sentir sus pelotas golpear las mías hasta que sentí minutos después por primera vez su carga de leche llenar mi recto.
Andrés_ eres más puta que Mónica me vas a matar me vas a dejar completamente seco ya no puedo más esta lechada te la llevas a casa bonita y ya te llamaré cuando me recupere de este par de días porque sé que vendrás dispuesta a que te folle bien follada.
Sentí como aquella polla abandonaba mi reto mientras apretaba para que no saliese una sola gota después abracé a mi macho lo besé y me vestí poniéndome las bragas y el resto de la ropa de hombre.
Caminé con el culo bien Preto hasta mi coche pensando que en cualquier momento mi esfínter dejase escapar la carga de leche que llevaba dentro cuando monté en el coche lo hice con sumo cuidado y durante el trayecto a mi casa lo mismo mi cabeza me daba vueltas que había hecho me había convertido ya no solo en un bisexual al hacer un trío con la que fue mi novia sino que había estado toda la noche dando placer a un macho y me había entregado en dos ocasiones aquella misma mañana sin ningún reparo y gustándome lo que hacía como una buena puta.
Me iba con una sensación de culpabilidad pero a la vez con otra sensación que no sabía de escribir iba caliente con ganas no sabía de qué pero si de probar infinidad de pollas que me rompiesen el culo y me diesen el placer que una hembra se merece.
Llegué a mi casa vacía mi recto me duché y después me introduje el cono más grande que tenía dejándolo encajado allí me puse unas braguitas y me eché a dormir.
Aquella tarde la pasé introduciéndome todo lo que había por casa incluido un tubo de desodorante de buenas dimensiones estaba fuera de mí necesitaba sentir diferentes grosores tamaños mientras me dedicaba a chupar incluso los consoladores que tantas veces había introducido en mi culo.
Habría preferido que me habría folle a un macho pero no me atreví a llamar a Andrés esperaría su llamada.Chantaje bisexual tercera parte
Era invierno un día de esos que empieza a llover torrencialmente con frío y viento autobuses llenos y paradas de taxis vacías.
Se acercan los hombres de buen aspecto uno alrededor de los cuarenta y cinco y el otro alrededor de los cincuenta y cinco bien vestidos con un aspecto completamente heterosexual.
Oye comenzó el mayor de los dos no quiero molestarte pero no encontramos taxis y si nos acercas te pagamos lo que nos suele costar el taxi.
La verdad quedaban pena los dos mojados al igual que los estaba yo y sin pensarlo demasiado les dije que les acercaría.
No me suponía demasiado desvío y cuando llegamos insistieron en pagarme cosa que rechace el más joven de los dos comentó Jaime podía subir y que se tome algo o incluso cenar con nosotros.
Yo_ no no os molestéis no me importaba traeros.
Jaime_ pues sería un placer para nada una molestia como solemos decir nosotros el amor con amor se paga.
La verdad que no tenía ningún plan y todavía era temprano así que subí con aquellos dos tipos.
Una vez en la vivienda Jaime se fue a cambiar de ropa y como dijo primero a dársela a ducha caliente.
Diez minutos después salió en albornoz..
Jaime_ rubén ya te puedes pegar tú la ducha también si quieres.
Rubén_ anda que poco detallista eres lo normal es que pase primero nuestra invitado.
Yo_ no qué va no os preocupéis por mí cuando llegue a casa ya me pegaron una ducha caliente.
Jaime_ venga toma una toalla y este pijama mientras se te seca la ropa así estarás cómodo.
Así que me fui a la ducha y me puse a que pijama que era de raso y dejé el resto de mi ropa incluido mi diminuto slip.
En el salón vi una foto que enseguida me llamó la atención era Jaime y Rubén y sin ninguna duda era el día de lo que parecía su boda.
Jaime enseguida se dio cuenta de mirada a aquella foto y alguna otra que había por el salón.
Jaime_ lo siento tal vez te sientes incómodo somos pareja matrimonio gay.
Yo_ no tranquilo Jaime no pasa nada simplemente que no me di cuenta.
Jaime_ bueno que te apetece tomar algo caliente una cervecita un combinado.
En esto salió Rubén con un albornoz pero este muy por encima de la rodilla corto y según andaba dejaba entrever su pene.
Jaime_ Rubén nuestro invitado no se había percatado que éramos gay hasta que ha visto las fotos que tenemos.
Rubén_ ya sabe que si se encuentra incómodo nadie le va a retener.
Jaime_ quién sabe ja ja ja ja ja ja ja ja ja.
Yo_ bueno la verdad es que sigue diluviando y el pijama es muy agradable jajaja.
Rubén dio un apasionado beso en la boca Jaime.
Este le dio una palmada en el culo.
Jaime_ no te pases puedes molestar a nuestro invitado.
Yo_ nada no os preocupéis no me molesta para nada y además estáis en vuestra casa.
Jaime preparó unos combinados sentándose a la mía y Rubén haciéndolo enfrente nuestra.
Desde mi posición podría ver sus genitales ya que este tampoco hizo nada por ocultarlos abriéndose un poco de piernas y siendo tan corto su albornoz no dejaba nada a la imaginación.
Jaime inició una conversación que empezó prácticamente como una especie de interrogatorio sobre mí casi exclusivamente un monólogo de preguntas y respuestas por parte mía.
Hasta que su mano se puso sobre mí pierna cerca de mí ingle.
Jaime_ te sientes cómodo?. …….. …. Augusto?
Titubeé un momento sin darme cuenta que aquella mano me transmitía calor de que aquella mano acariciaba mi pierna fueron unos segundos en los que sentí con la corriente de calor me recorrí el cuerpo y más cuando Rubén había desabrochado su abornoz.
Yo_ sí sí no tengo problema……. no me siento incómodo.
Jaime_ te gustan los hombres? ??.
Yo_ soy bisexual 100% o sea que se puede decir que sí.
Jaime_ hay algo que no te guste.
Yo_ acepto todo.
La mano de Jaime ya acariciaba mientras pierna mientras su boca apresaba la mía fue un beso apasionado aquel maduro me estaba comiendo la boca y sostenía mi polla por encima de la tela.
Yo en aquel entonces tenía 38 años era bisexual pero nunca había estado con dos hombres gays y en aquel momento creo que tampoco me importaba demasiado.
.
Rubén se acercó a nosotros ya sin albornoz su lengua se mezclo con la mía en otro beso cargado de Julia mientras Jaime se liberaba de mi pantalón del pijama y dejaba caer su albornoz.
Rubén_ nosotros somos versátiles y tú.
Yo_ siempre he hecho de pasivo.
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Rubén acercó su verga a mi boca y comencé a chuparla como si fuese un helado pasado mi lengua desde sus huevos hasta la punta de aquel capullo para luego introducirmela completamente en la boca y comenzar la cerré una buena mamada.
Está polla era algo mayor que la mía sobre diecisiete centímetros y con un buen grosor.
La de Jaime todavía no lo había observado y estaba centrado en darle el mayor placer a la que tenía en mi boca, acercándose ahora su marido para ayudarme a comérmela.
Jaime se sitúa ser Rubén y pasaba su lengua por toda su raja mientras yo me comía sus huevos y su sabroso.
Jaime_ prueba el culo de Rubén.
Se giró y inclinó su cuerpo hacia delante abriendo sus piernas puede comprobar que aquel esfínter por donde Jaime ya había pasado la lengua se encontraba bien abierto.
En cuanto sintió mi lengua este se abrió como una rosa y mi lengua comenzó a hacer pequeñas penetraciones.
Jaime me tumbó sobre el Charlón y levantando mis piernas comenzó a hacerme una magistral comida de culo mientras yo continuaba comiéndome tanto el culo y los huevos de Rubén que colocaba sobre mi cara.
Jaime dilató un poco mi culo con algo de crema y sus dedos para dejar a Rubén que fuese el primero fue follar mi culo.
Sentir calor de aquella verga oprimiendo mi esfínter y enseguida un pequeño pinchazo cuando atravesó aquel umbral mientras me miraba fijamente a los ojos sentí el momento exacto en que clavó el resto de su polla.
Rubén_ joder en dos embestidas en la he clavado entera está zorrita estaba con ganas de polla.
Yo_ pues creo que hoy voy a salir saciada.
Jaime se subió al cherlón y me presento una verga que todavía se mantenía en reposo con el capullo oculto pero que sin duda tenía que ser de un tamaño bien considerado. .
Jaime_ bueno aquí tienes la mía es algo mayor que la de mi marido vete acostumbrando al otro tamaño porque esto te va a llenar entera.
Comencé dándole pequeños lamidas su polla sus huevos y a su ano cuando lo puso en mi boca Jaime disfrutaba de mi lengua mientras Ruben cada vez golpeaba con más fuerza.
A mí se me escapaban pequeños jadeos y suspiros mientras la pareja disfrutaba de mi cuerpo mi lengua y mi culo.
Rubén anunciaba su corrida inminente mientras yo ahora me dedicaba el alma a comerme aquella verga en mi boca no entraba cerca de los veinte centímetros y un grosor como dos pollas mías.
Sentí un gran vacío en mi culo cuando Rubén salió de él para comenzar a arreglarme con su leche mi cara y la verga de su marido hasta que la introdujo en mi boca para terminar dando los últimos lechazos y adentro de mi boca.
Terminé de limpiar la polla de Jaime con la ayuda de Rubén y este me puso de cuatro.
Rubén me ofrecía su culo mientras Jaime me sujetaba por las cadenas y guiaba su verga sin manos.
Mi culo palpitaba por tener aquella polla dentro a pesar de que sabía que me partiría en dos poco a poco empezó a hacer más presión y comenzó a tras pasar el umbral de mi esfínter.
Yo_ despacio Jaime despacio que es muy gorda pero no pares la quiero toda dentro.
Aquellas palabras debieron ser una invitación a forzar la situación y sentí como un buen golpe me introduzco unos cuantos centímetros para sacarla entera y volver a comenzar la maniobra.
Estaba completamente emputecida y yo misma esa válvulo para atrás para sentir aquello completamente dentro de mi culo.
Sus grandes pelotas ya golpeaban las mías con fuerza mientras me sujetaba de las caderas y me echaba hacia él mi lengua se perdía en el ano de Rubén y este de vez en cuando me ofrecía su verga que ya comenzaba a tener un buen tamaño.
De mi polla iba saliendo líquido preseminal en cada embestida de Jaime me hacía más mujer hasta que comenzó a jadear con mayor fuerza y la sacó girándome el cuerpo me pidió que se case la lengua y comenzó a correrse sobre ella, metiendo parte de la punta y sacándola pero todo apoyando sobre mi lengua, era un torrente continuo de leche como si estuviese orinando su sabor era muy agradable y no era demasiado espesa sino fluida.
Duró como un minuto su corrida o a mí por lo menos se me hizo muy larga luego me introduje aquella polla completamente la boca para terminar de vaciar.
Tanto Jaime como Rubén estaban satisfechos pero sus pollas seguían estando bien tiesas y después de un descanso en los que mi boca peso ambos hombres y comió sus vergas y culos volvieron al ataque.
Miradas fijas, corazones latientes, un momento de susto y deseo, sus manos recorrian mi cuerpo queriendo despojarme mi vestimenta. Asi entrelazados en un abrazo acosador, cerre mis ojos y respire profundo para tratar de acoplarme a este momento crucial de sentir el extasis en mi por la presencia de otro cuerpo similar al mio, que solamente queriar disfrutar de los deseos prohibidos.
De forma tierna, senti sus labios rozar con los mios, plasmando un beso seductor entre juego de lenguas candentes tratando de explorar la cabidad bucal de cada uno simuntaneamente; amorosamente pasamos asi un buen momento de morbo, manoseo y perversidad. Dentro de mi ser, no podia creer que mi cuerpo adopte formas equivocas y tome el rol de una perfecta mujer, si de una mujer queriendo ser amada y explorada mediante las artimañanas de la seducción. Creo que las hormonas se alborotararon y desperto en mi una parte femenina; hermosos momentos de intensa pasion, incluso llegando a sentir mariposas en mi estomago como si naciera por primera vez el amor.
Se noto mi ereccion, se dio cuenta y sonrio, se hacerco asia mi y con una voz varonil me dijo: » Amigo, no se que nos paso pero este tranquilo, se dio el momento y disfrutemos lo que estamos viviendo»(a esta frase le acompaño otro beso con mayor intensidad); hay comprendi que su fin era probar el dulce neptar de mi bisexualidad (hombre-mujer). Y ya, en el interior de aquel motel al cual ingrese tapado con una manta para ocultar mi identidad , en la parte posterior de su vehiculo, suavemente me recosto en aquella cama cubierta de sabanas blancas con aromas hipnotizantes, a la intensidad de las luces rojas tenuez y de los sonoros gemidos provinientes del televisor donde se proyectaba una pelicula porno referente a una chica siendo penetrada analmente; sus manos rapidamente alcanzaron su objetivo de tener mi cuerpo totalmente desnudo, solo me quedaba viendo y disfrutaba del momento.
Me encontraba muy exitado, producto de esto mi pene ya demasiado erecto empezo a emanar liquidos preseminales muy trasparente en la parte media de mi glande; de forma involuntaria mis manos recorrieron mi cuerpo acariciando cada centimetro de mi piel y parte de mi pene como de mis testiculos cual si fuese una masturbacion.
A esto, mi lengua recorria las comisuras de mis labios, mojandolos eroticamente en respueta de que doy paso libre a que mi amante improvisto desahogue sus intintos prohibidos en mi, mis caderas se movian de forma circular, es asi que senti mi primer orgasmo; lentamente se hacerco a mi oido, su agitado respirar se escuchaba «ahhh,ahhh», empeso por lamer mi cuello, causandome choques electricos de exitacion, bajo a la zona mas candente( mis tetillas) donde se dedico a lamer dulcemente como si fuesen unos hermosos senos femeninos, me saco un gemido placentero, luego continuo en su conquista llegando victorioso a mi vientre y caderas aprovechando todo terreno saciando su sed de besar y lamer.
Pense que terminaria su tarea con mi pene pero no fue asi; recupero su posicion y se desnudo rapidamente dejando sus prendas esparcidas por el suelo, era un hombre de corpulento, de altura mediana, muy velludo en su mayoria. Observe que su pene se encontraba al maximo, muy grande y grueso que terminaba en unos testiculos colgados, totalmente depilado( no pense en exitarme a lo maximo viendo el cuerpo de un hombre desnudo); se hacerco a mi y en un tono varonil me dijo:
«que lindo culo que tienes amigo, esta tarde seras mio y recordaras por siempre tu primera vez como mujer»
Me dio un poco de temor porque estaba conciente que acontinuacion seria penetrado analmente, mi primera vez y sabia que sería doloroso; con sus dos manos tomo mis piernas por los tobillos y las contrajo a la altura de mi pecho, quedando en una pose fetal donde tenia a su disponibilidad para faenar mi ano bien abierto. Apresuradamente senti su lengua recorrer la estructura de mi ano y parte del monte de venus; que exitacion, lo disfrutaba mucho sin taboo, mis gemidos fueron mas intensos aumentando la emision de fluidos seminales los cuales llegaron a mojar hasta mis testiculos. En estos momentos ya no me importaba nada, tan solo disfrutaba como toda una mujer llena de libido pidiendo a gritos ser pentrada por aquella verga descomulal.
No me resisti y timidamente le exprese lasivamente que quiero ser penetrado, aceptando dicha peticion como musica para sus oidos; me dejo libre un rato para descanzar de mi pose incomoda, luego de forma poseedora me ordeno que me pusiera en cuatro, a dicha orden solo obedeci. Seguidamente con su mano derecha tomo su pene erecto colocandole a la entrada de mi ano dilatado por su lengua juguetona y por introducion previa de sus dedos; empujo lentamente logrando ingresar parte de glande, senti un ardor inmenso, dolia pero a la vez gemia de exitacion.
En el segundo intento, empujo mas logrando meter todo su glande, me partio mi cabidad anal, grite y grite, queria escapar pero sus manos apretaron mas mi cintura contra su vientre; continuo con su tercera estocada, senti desmayarme, al sentir como entraba grande y tronco dentro de mi, gemi como una verdadera puta que pide placer. Pero el dolor se convirtio en placer y al querer repitir nuevamente la penetracion, tome valor y le dije
culeame de una vez , me haces daño
Saco su miembro lentamente como un fierro a pleno rojo y vivo, senti mi hoyo herido desparramando un liquido por mis nalgas, pudiendo verificar con mi mano que era sangre producto de perdida de mi virginidad analmente. Aprovechó que en el velador habia un lubricante(aceite de uso personal), abrio el recipiente vertiendo en mi su liquido viscoso el mismo que calmo el ardor; con la introducción de sus dedis abrio mi ano para que el liquido fluyese hacia el fondo y a la vez ayude a la penetracion; asi mismo se hunto en su pene y no penso dos veces, empujo violentamente sellando asi como poseedor de mi culo. Me retorcia de dolor acompañado de espasmos en mi vientre, piernas y gestos en mi boca de querer mas, me transforme en una mujer candente y creo que lo hice muy bien; por unos momentos mantuvo su pene bien incrustado, era un miembro muy grande que latia dentro de mi, asi comenzo a meterme y a sacarme de forma continua, yo solamente apoye mi cabeza y mordia las sabanas gozando de aquellos momentos, no podia creer que un hombre pueda goze de estas maneras prohibidas. Aumento su actividad , cerraba los ojos gozaba de sus envestidas, sentia como su pene crecia dentro de mi , estaba por venirse lo sabia y sin pensar senti como su semen exploto siendo depositado en mi, se sentia un liquido caliente, el gritaba mucho debio ser por los multiples orgasmos que tubo, sigui envistiendome hasta que su miembro se puso flacido y ya desahogado lo saco vencedor de esta batalla; quede satisfecho ya que termine tambien de forma placentera depositando mi semen en la sabana, senti como una mezcla de sudor, sangre y semen emanaba de mi ano desvirgado queriendo tomar la forma original. Que rica experiencia que hoy les cuento mis queridos lectores, situaciones prohibidas son mas vividas que las autorizadas por el pensamiento de la humanidas.
Era un día de agosto en el que el calor era insoportable, así que como por aquellos entonces contaba con vacaciones, Sonia y yo nos decidimos ir el fin de semana una de las casas rurales que nos ofertaron, entre todas ellas destacaba una que se presentaba como lugar de esparcimiento, en el que el precio era módico pero con la condición de prestar servicios en la casa. Después de verlo como una nueva forma de pasar las vacaciones como unos días en los que por lo menos no nos aburriríamos como ostras, como ya nos ocurrió otras veces nos decidimos a reservarla.
Cuando llegamos era mas bien entrada la noche, nos recibió el dueño de la casa, PABLO se llamaba, era un señor de unos 60 y pico de edad en el que desde mi punto de vista era o al menos había sido atractivo moreno de piel, y el pelo teñido por algunas canas, de trato cordial, en definitiva un tipo agradable. Nos enseño la casa y nos acompaño a las habitaciones, era una autentica maravilla ver como conservaba el toque antiguo y a la vez agradable y confortable de los mas modernos hospedajes. Después de ver todo nos decidimos a darnos una ducha, puesto que aunque la casa tenía muchas comodidades, no disponía de baño en las habitaciones, solo el cuarto de Fernando disponía de un jacuzzi precioso forrado en piedra natural.
Yo fui el primero en darme una ducha, en la que tarde lo que suele tardar unos 10 minutos, mi mujer esperaba a mi lado, y charlábamos , y comentábamos o mejor dicho me comentaba lo bien que le había caído nuestro anfitrión, me seque y la deje con los menesteres del aseo y me dirigí a mi habitáculo, al pasar por la puerta vi que estaba entreabierta y delante de mi estaba Pablo , que para mi sorpresa estaba oliendo la ropa intima de mi mujer, sonia, que se acababa de quitar.
.- pero oiga, dije ofendido y sin dar crédito a lo que estaba viendo, ¿que haces?
El se llevo un susto de muerte, pero una vez repuesto de la impresión, me dijo,
.- perdona, pero es que por aquí no pasa mucha gente y no se ofenda si le digo que al ver a su señora me excite mas de lo debido, le pido mil perdones.
.- vale pero eso no le da derecho a ir oliendo las braguitas de mi mujer.
Bajo la cabeza y se dirigió a la puerta en eso se volvió y me dijo:
.-Mire le propongo un trato que resultara provechoso para ambos, entre las condiciones que pongo para morar aquí es que los huéspedes deben de prestar servicios en la casa, le propone a su mujer que me asista durante estos días y permanecerán en mi casa no dos días como contrataron si no dos semanas, gastos pagados y puede que una buena compensación económica. ¿Le apetece?.
Yo estaba flipando con lo que estaba escuchando, en nuestras fantasías, siempre invitamos a un tercero que era el que se la terminaba y yo asumia un papel como sumiso..
. Mira pablo, a mí la idea si me apetece pero seria cuestión de comentárselo a Sonia por que ella también es participe en esta aventura. Y ¿a que servicios se supone que debemos de realizar?
No te preocupes, y pasando su mano por mi hombro dijo. Todo a su tiempo Juanjo, todo a su tiempo.
Me condujo al salón, donde una vez se vistió Sonia, cenamos y nos tomamos varias copas, era ya entrada la noche y tanto fer como yo pudimos comprobar como ella se desinhibía, lo que le dio pie a pablo para darle la propuesta , que después de meditar un rato (demasiado corto para mi gusto), accedió, él se levantó y volvió con unos uniformes,nos lo dió , el mío era el típico verde de mayordomo, sin embargo el de ella era negro , cortito hasta lo justo con cofia, y un mandil de blondas blanco que resaltaba aun mas si cabe el volumen de sus pechos.
El, en su papel de amo, nos hizo que le acompañáramos a su habitación, a mi m e ordeno que le abriera la cama y a ella que lo desvistiera, yo no podía dar crédito a lo que estaba viendo, aunque al principio lo vi. como un juego morboso, estaba llegando a limites insospechados, y el caso es que sonia participaba de muy buen grado, bajo los pantalones y bajo lentamente el slip, dejando al descubierto un » mandao» del copon, grueso y con una buena seta,ella le restregó su mejilla por la punta del pene, que enseguida dio señales de vida, se sentó en la cama y la invito a que se pusiera encima de el , le fue desabrochando de uno en uno los botones del uniforme dejando a la vista unos pecho que parecía que nunca los había visto, duros y erguidos, como los de una quinceañera y con sus manos grandes empezó a manosearlo.
En medio de los jadeos que flotaban en el ambiente, yo no sabia que hacer, me marchaba?, me quedaba?, afortunadamente opté por lo ultimo me coloqué detrás de ella y empecé a besarle las nalgas, primero eran besos tímidos, pero quizás debido a los efluvios que manaban sus dos sexos, el de Sonia y el de pablo, que estaban tan próximos solo separados por el minúsculo tanga que llevaba ella, se me desato la lujuria y aparte el hilillo del tanga y le empecé a lamer con esmero el orificio anal, estaba que se subía por las paredes y lo demostraba refregándose sobre el vergajo del amigo, este ultimo parecía que explotaba la elevo un poco mas dejando su culo en pompa, me apresure a comerle la almejita que por aquellos entonces estaba repleta de caldos, la concha aparecía totalmente abierta dibujando perfectamente el lugar donde se encontraba un clítoris hinchado y rojo de pasión, me amorre de nuevo a ella dándole un par de lengüetazas, no se lo que me paso si seria por que estaba embriagado que aprese el tronco de pablo y lo recorrí en su longitud de arriba abajo parándome en los huevos que por aquellos entones los tenia duros como piedras. Era mi primera vez pero no por ello me resulto desagradable, aunque si extraño. Se la cogi y la coloque a la entrada de la vagina de Sonia y de un golpe se la introdujo hasta la empuñadura, después empezó a bombearla con fuerza, con ganas, con rabia, de su boca salían insultos que encendían mas a mi mujer,
_ puta, zorra, venias en busca de rabo y mira por donde te ha tocado la lotería, ja,ja,ja, – y cosa por el estilo.- Mira el cabron como me la come, y ella mirando hacia atrás me guiñaba un ojo, aprovéchate maricon, me decía.
Yo había perdido toda la vergüenza y sus insultos me resultaron placenteros, me agache y me dirigí hacia el coño de Sonia y el barrote de carne que entraba y salía y al final dos bolas que parecían de petanca saque la lengua y fui chupando lo que me dejaban , poya, huevos coño, me daba todo igual me gustaba y estaba a 100, de repente ella acelero el ritmo de su cabalgada moviendo sinuosamente sus caderas aprovechando cada cm que tenia en su interior, en poco tiempo el saco la tranca al grito de «me corro, jodeeeer» y empezó a escupir semen que algunos goterones se alojaron en el ano de Sonia descargando todo lo que contenía sus bolas, el blanco liquido bajaba recorriéndole el Pireo y goteaba en mi boca intentando que no se desperdiciara ni una gota, me dedique a hacerle una limpieza de bajos, cuando no quedo ni una gota en su piel se bajó y presionó mi cabeza acercándola a esa verga semi flacida y la engullí sin miramientos , saboreando los restos de flujos que aún tenía , volví a lamer sus huevos colgones para después dejarse caer boca arriba en la cama exhausto, no olvidemos que ya tenía una edad. Sonia se puso a mi lado y nos besamos como posesos . Yo sabía que eso no terminaba aquí. Nos acurrucamos los tres y pasamos nuestra primera noche,
Al día siguiente me desperté pronto, los deje a los dos en la cama desnudos abrazados, ella joven y prieta y el con el notable paso de los años no había echo mucha mella en él, me dio envidia y sobre todo al ver su verga dormida y aun así era mas grande que la mia erecta.
Me duché para eliminar cualquier restos de semen y me dispuse a preparar el desayuno de los tres, estaba exprimiendo unas naranjas cuando senti a pablo que se había levantado.
— que haces?
– preparando el desayuno para tenerlo servido antes que os despertéis.
– eres una cajita de sorpresa, jajaja – dijo de buen humor. Disfrutastes anoche?
– mmm si, me lo pasé mejor que cuando fantaseabamos en nuestra cama.
– ah, así que os pone esto, me alegro.
– si, pero solo es , bueno era una fantasía, es nuestra primera vez.
– muy bien seguro que se me ocurre algo más para matar esa curiosidad, jejeje- y dándome una palmada en el culo, se sentó a desayunar.
– a los pocos minutos llego Sonia, también en bolas y con una cara de felicidad, relajada, se acercó a Pablo y le plantó un beso sensual con el buenos días correspondiente, luego se acercó a mi y me dio un pico, para a continuación sentarse a desayunar también , entablando una conversación y risas y caricias entre ambos, yo no sabía que hacer, tampoco se habían ofrecido a que me sentara con ellos, me ignoraban , así que opté por volver a la zona de la cocina mientras observaba e imaginaba en mi mente que pasaría ahora.
Cuando terminaron, me dijo puso que recibiría la mesa, lo hice sin recortar, en silencio, con los miradas baja, pero sentía como me observaban divertidos, m vez hube limpiado. Me llamo Pablo.
– Juanjo, he estado hablando con tu mujer y me ha dado una idea, mmmmm, ven acuéstate sobre la mesa,- y eso hice con nerviosismo y excitado por la curiosidad por ver qué había tramado Sonia.
Me acosté sobre las mesa y sus dos manazas tiraron de mis hombros hasta dejar mi cabeza fuera de ella, cerré los ojos y sentí los huevos sobre mis labios.
– vamos Juanita, que me ha dicho tu mujer que te gusta que te llame al, m ha sabes que debes hacerme, instintivamente saqué mi lengua y los ensalibe , desde mi posición por apreciar el aroma que emanaban , dio un paso atrás para poner su verga gruesa y venosa sobre mi boca, para que en milésimas de segundos se activará mi nivel Max de zorreria y la fui tragando todo lo que pude, notando sus palpitaciones, me dio la vuelta y me puso boca abajo,aprisionando mi verga con el peso de mi cuerpo, se colocó detrás ,me cogió los brazos y los sujeto a mí espalda, Sonia se puso frente a mi, y mirándome me dijo:
– sabes? Te va a follar ese culito tragón, era lo que querías verdad?
Asentí con la cabeza
– quiero oirtelo decir, zorra, dijo Pablo.
Tragué saliva
-si, don Pablo, quiero que me folle.
Cogió un poco de mantequilla y me embadurno el ano, metiendo su dedo y esparciendo la mantequilla en mi interior, y apuntó su fresón a mi entrada y empujó un poco causándome un dolor indescriptible, di un grito pero enseguida Sonia me beso ahogando los siguientes alaridos.
– ummmmm que apretadísimo estas,,, se nota que nadie entró ahí , jaja, – fue lentamente entrando, abriéndome a la mitad, dejando que mi recto se adaptara al invasor, para después y lentamente sacarla para volver a meterla, cuando vio que el orificio ya no presentaba tanta resistencia, aceleró el ritmo, hasta que el dolor se convirtió en placer, n
– ahhhh , que rico- decía yo entre gemidos.
– sabía que te gustaría, amorcito.
– si, Sonia, me gusta sentirme así
– dominado?
– aaaaah si, si.
– que buena puta nos ha salido Juanita, verdad Sonia? – el me soltó los brazos y clavo sus dedos en mi cadera para iniciar un mete/saca frenético, que en poco tiempo cesó, para escupir en mi interior,inundando mis entrañas de leche espesa y caliente, sentía sus temblores en las paredes de mi ya dilatado culo, y la retiró con un sonido plofff ( como una botella descorchandose), dejando tras de si un hilo de semen que se escapaba.
– que bien,te has portado como una auténtica perra en celo, dijo Sonia mirándome con una sonrisa de satisfacción.
– gracias, tu también querías verme así, verdad?
– sabes? Aun tengo ganas de echar un polvo, pero está vez, contigo Sonia.
Pero de dónde puede este hombre sacar esa vitalidad a sus años?, pensaba mientras me empujaba de la mesa, y sin decir nada ella se subió ocupando mi lugar, se colocó frente a Sonia y se puso sus piernas en los hombros…
– tu ahí quieto, toma sus manos y ni se te ocurra tocarte que te veo, m jajaja, m te corres cuando yo te de permiso.
Le agarre la mano suavemente, y conforme le iba penetrando, la iba llenando de aquella carne apetecible ella me iba apretandola,
– oh si, por fin me siento llena. Que gusto.
– zorra, te gusta ver como me la follo?
– si don Pablo, conmigo no disfrutaría tanto.
– mmmmmm me ponéis a cien.
Y empiezo a follar la duro, los dos inundaban el salón con sus gemidos, cada vez más rápido y ella arqueando su espalda, para conseguir una penetración mas profunda, hasta que se unieron en un único orgasmo, el de Pablo lo supe por su cara de placer, el de Sonia por que por poco me destroza la mano.
– por dios, ha sido el mejor orgasmo de mi vida, gracias Pablo, – el se acercó sobre ella y se estuvieron besando con pasión,, y sacando la verga de su cueva.
– jajaja, gracias a ti, y tú Juanita, ya puedes empezar a desayunar, te he dejado tu desayuno en su interior, disfruta. Y tomate tu tiempo.
Me coloqué de rodillas frente al coño de Sonia y abriendo con ambas manos bucee buscando mi golosina, introduje mi lengua todo lo que pude, para arrastrar el mas minúsculo resto de semen, tragando a la vez que Sonia tuvo otro orgasmo. Y otro más, Cuando ya estuvo limpia. Pablo me aparto.
– deja, deja, que me la vas a deshidratar, y os quiero al cien por cien para esta noche, que verás que bien lo pasamos todos, jajaja, anda recoge esto, que me voy con MI Sonia a ducharnos, esperanos aquí.
Y me dispuse a limpiar todo el salón de la sesión amorosa que lo había sacudido esa mañana….. Mientras mi mente se martilleaba con sus últimas palabras.
» Todos». Que todos ???
Continuará en breve,,, se agradecen aportes y comentarios,,, [email protected],,, graciaaaaaas
Mi nombre es Juan Jesús, tengo 30 años y soy actor profesional en mi país, Perú. Mido metro 75, peso 76 kilos y estoy aquí, en este camerino, vestido solo con una bata y aún en shock. Me miro sin verme al espejo: luzco realmente asustado.
Hoy me tocó grabar una escena de cama, y no cualquier escena de cama. Tenía que representar un coito gay. Hace tres semanas que estoy filmando en Piura un mediometraje sobre las relaciones de poder dentro de una banda de delincuentes, y en medio de ella, surge una relación homoerótica entre dos de sus integrantes. A uno de ellos lo interpreto yo. Al otro lo interpreta Óscar, un chico recién egresado, unos 23 años, metro 72 o por ahí, quizás 73 o 74 kilos de peso. Hermoso cuerpo, y, en particular, un hermoso, redondo y lampiño culo.
La secuencia que debíamos grabar ese día comenzaba en una ducha decadente dentro de un baño con paredes de concreto sin mayor enlucido. Luego de eso, teníamos que salir, caminar a la cama, tumbarnos en ella, hacer el amor hasta llegar al clímax y… corte.
Tres horas antes, cuando recién salíamos de maquillaje, pude notar que Oscar estaba tenso. el director coordinaba algunas cosas con los escenógrafos, el luminito y los camarógrafos.
En el plató acondicionado en lo que fue una antigua fábrica en la Zona Industrial se montaron los dos sets, el de la ducha y el del dormitorio. Una semana antes, el director nos dijo que prefería grabarlo cronológicamente para que la tensión sexual entre ambos personajes sea más coherente, de tal manera que para el espectador el nivel de credibilidad sea alto.
El guion decía claramente que debíamos estar completamente desnudos durante toda la secuencia luego de una previa en la que ambos habíamos tenido una pequeña discusión. Esa secuencia aún no se ha grabado. la duda era que el guion decía que nuestros personajes «hacen el amor apasionadamente».
«¿Qué tan… apasionadamente?», preguntó Oscar en aquella reunión previa.
«Lo más que puedan», dijo el director con cierta autosuficiencia. «Necesito que esas dos escenas sean lo más realistas que puedan».
«¿Qué pose ahremos?», acoté. «el guion no especifica».
el director se lo pensó unos segundos…
«Dice apasionadamente, así que estoy pensando en una pose intermedia, algo que combine un misionero y un piernas al hombro».
Oscar y yo nos miramos. Era evidente que no lo teníamos claro. Volteamos a mirar al director:
«Todo tengo que indicarles yo», refunfuñó.
Nos acomodó sobre el sofá que estaba en su oficina. Oscar iba a ser el pasivo. Lo acostó boca arriba, luego hizo que elevara sus gruesas piernas, y entonces me pidió que me tumbara sobre ellas haciendo encajar mis genitales en medio de sus nalgas.
«Muévete como si lo follaras», pidió el director.
Lo hice, y fue algo incómodo considerando la estrechez del mueble.
«Ahora, bésalo en la boca con pasión».
Aproximé mi rostro a Oscar. Obviamente, eso no sería un besito de enlazar labios; había que abrir la boca. Oscar me corresppondió.
«Perfecto», sonrió el director sin ocultar su satisfacción. «¡Así quiero esa escena!»
Como ambos estábamos vestidos, y yo estaba incómodo, no tuve respuesta sexual alguna. Noté que Oscar también hizo un par de quejidos pero de incomodidad. Se lo consulté tras ese ensayo improvisado.
«El pantalón me estaba aplastando las bolas», me confesó.
Yo reí un poco.
«¿Pero no hay problema con la pose?», inquirí.
«No, Juan Je, para nada».
Di el tema por cerrado y seguí filmando hasta que esta mañana tocó hacer la escena de marras.
Por respeto a mi compañero, me duché a conciencia sobándome meticulosamente mi pene flácido de unos 8 o 9 centímetros, mis grandes bolas y en medio de mi culo imperceptiblemente velludo. Como para no generar mayores disgustos, el mismo desodorante en barra, que usé para perfumarme las axilas, me lo pasé por mi vello púbico, mi miembro, mis pelotas, mi perineo y en medio de mis nalgas. Me puse la bata y salí al plató para estar listo al momento que me llamaran. Ahí fue cuando y donde hallé a Oscar tenso. Me le acerqué.
«Todo va a salir excelente», le animé en voz baja mientras le palmeaba su redondo hombro.
«¿Eres consciente que si no le damos la carga justa de pasión, la escena se va a la mierda?»
Reflexioné un poco.
«¿Qué harían nuestros personajes en esa situación?», traté de razonar.
«Dejarse llevar, creo», respondió Oscar tras segundos de duda.
«Creo lo mismo; entonces, deja que fluyan y listo».
Por fin, Oscar sonrió, me dio un abrazo fuerte y lo sentí más relajado. Yo también sonreí.
Nos llamaron a nuestras marcas.
Para no ser tan extenso, la escena de la ducha salió a la perfección. Desnudos, abrazados, besándonos a boca abierta bajo ese chorro irregular de agua fría, el roce de nuestras pieles se veía alucinante mientras la cámara giraba en una pequeña curva tras mis espaldas. La consigna era que se viera mi culo firme y redondo, pero que por nada del mundo Oscar o yo reveláramos nuestros genitales.
La escena en el guion técnico solo duraba 20 segundos; pero estuvimos allí como por 10 minutos para que la cámara tomara los planos generales y algunos de detalle, como la mano de Oscar estrujándome una de las nalgas. Cortamos.
«¿No se sequen!», nos ordenó el director.
Yo me sentía incómodo: mi entrepierna y toda la raja de mi culo estaban húmedos y temía que eso se rozara.
Rápidamente,todo el equipo –camarógrafo y su asistente, luminito y su asistente, sonidista y su asistente, asistente del director, maquilladora, escenógrafo y tres montadores de escenografía– se movió un par de metros hasta el otro set. Ósccar y yo nos fuimos a nuestra marca, una puerta que simulaba ser el baño, pero que realmente nos colocaba solos detrás del decorado.
«Parece que lo hicimos bien», me comentó en voz baja.
«Sin considerar que casi me quedo sin una nalga luego del estrujón que le diste, creo que sí».
Volví a reírme despacio. Oscar igual.
«Ya, hombre», volví a animarlo. «Más bien ponte en tu marca».
Mi compañero y yo nos pusimos frente a frente y esperamos el 5, 4… ¡acción!
Al escucharlo, nos abrazamos y comenzamos a besarnos en la boca sin que nuestras lenguas se tocaran. Abrí la puerta y conté mentalmente los dos pasos que debía dar antes de llegar a la cama. La siguiente parte de la coreografía era que Oscar se tumbara lentamente, desafiando la ley de la gravedad, y que yo hiciera como que lo empujara hacia el colchón. Nos salió perfecto.
Nos acomodamos en medio de la cama, yo encima suyo, y seguimos con la sesión de besos y caricias procurando tener siempre en mente que debía interpretarse de la manera más realista que pudiéramos.
Obviamente, sentí cómo nuestros penes flácidos estaban chancados uno contra el otro. nunca usamos prendas de modestia porque las consideramos innecesarias.
Por sugerencia del director, no cortamos sino que hicimos toda la coreografía en modo fluido.
Levanté las piernas a Oscar, acomodé mis genitales entre sus nalgas y me tumbé encima para comenzarlo a besar en esos labios gruesos a la vez que iniciaba mi baile pélvico recordando que nuestros genitales jamás debían verse en cuadro, así que pegué mi bulto lo más que pude a su culo.
Entonces, sucedió.
Fue imposible ignorar cómo mi pene estaba pegado a su ano. Pude sentirlo perfectamente. Traté de sacarlo de mi mente pero no pude. Fue cuando… comenzó a a ponérseme dura.
Me pusse nervioso. ¡Perfecto!, me dije. Todo lo que tenía que hacer era usar esa sensación para generar alguna imagen tensa en mi cerebro de tal modo que mi erección decayera.
Fue inútil. Mis 9 pacíficos centímetros blandos y flacos se convirtieron en gordos 17 centímetros y medio. Medidos con regla flexible, por si acaso. Y no solo creció. Comencé a lubricarle en medio de las nalgas.
Por más que trataba de enfocarme en la incomodidad, era imposible. Al menos, mis besos seguían siendo trucados, aunque no sé si fue mi impresión o los abrazos de Oscar me presionaban más los lados de mi espalda.
En ese momento, solo rogaba a lo que fuera que el grito de corte llegara rápido: temía eyacular en medio del culo de Oscar.
Quizás, el cielo llegó a escucharme.
«¡Clímax!», gritó el director.
Moví mi culo y cadera más rápido, levanté la cara hacia el techo, simulé dar una gran preñada al fondo de ese recto. Ambos nos relajamos.
«¡Corte!, al fin gritó el director.
De inmediato, llegó el asistente y un compañero de montaje a darnos las batas. Con la mía, solo atiné a cubrirme la erección, y me senté en un filo de la cama dándole la espalda a todo el mundo. Ni siquiera miré los ojos de los compañeros que nos trajeron las batas, por vergüenza. Me puse la prenda como pude, me levanté, puse mis manos en los bolsillos para disimular mi erección y me fui cual rayo a mi camerino. Ahora yo estaba tenso.
«Excelente, Juan Jesús», llegó a decirme el director, a la vez que me guiñaba un ojo.
No quise saber nada más. Me refugié en ese espacio y me senté frente a mi espejo iluminado con la tira de bombillas eléctricas. Y aquí sigo.
Mi pene, obviamente, ya no está erecto.
Tocan la puerta.
«Adelante», digo.
Es Oscar. aún viste su bata. Su sonrisa es compasiva.
«Perdóname, no debió pasar», es lo primero que le digo.
Oscar se ríe.
«¿Por qué no vas a ver cómo quedó la escena?»
«En serio, te juro que no quería que pase».
«¿Que pase qué?», sonríe Oscar.
«¿No lo sentiste?»
Oscar sonríe otra vez.
«Fue imposible no sentirla, en especial cuando sentí mi culo húmedo, y créeme que la mía también comenzó a pararse».
«¿Por qué no mandaste corte?», cuestiono.
Oscar suspira, como si se tratara de un actor ya consumado:
«Se iba a romper toda la continuidad, se iba a ver sin fluidez, no sería realista… incluso, con menos gente delante nuestro, hasta te habría pedido que me la metas».
Me sorprendo:
«¿Qué dices?»
Oscar pone seguro a la puerta, se queda ahí, se desata la bata y queda desnudo frente a mis ojos. Recién puedo ver su pene bajo su vello púbico recortado… está poniéndose más grueso y más largo a cada segundo. El mío igual.
Se me acerca, me desata la bata,me la quita, toma mi pene y lo masajea con cuidado hasta terminarlo de poner duro. Lo junta al suyo ya duro, se me aproxima más, abrazándome. Me besa en la boca. Le correspondo. Esta vez nuestras lenguas sí se rozan.
De inmediato, comienza a mover su cadera contra la mía. Se excita más. Yo lo imito.
Rozamos nuestros penes erectos porcinco o seis minutos más. Suelto un potente chorro de esperma que se derrama entre su vientre y el mío. Jadeo de alivio.
«¿Tienes papel higiénico?», me pregunta.
«Primer cajón de la izquierda», le indico aún jadeando.
Me limpia todo el semen. Al terminar, me da otro beso en la boca.
«Ponte la bata y regresemos donde los demás: el director quiere que revises la escena».
Oscar rescata su bata, se la pone. Me mira sonriendo.
«¿Qué esperas, Juan Jesús? No tenemos todo el día».
Yo sigo desconcertado.
Yo, Luis José Arismendi Bello confieso que le partí el culo a mi amigo hetero estando borracho. No me arrepiento y lo repetiría.
Son las 2 de la tarde y no te acuerdas mucho de anoche, quedas viendo el techo, aprovechando de la comodidad de la cama, disfrutando de ese instante de paz hasta que llega a tu mente que te has portado mal y empiezas a arrepentirte aunque tienes la verga parada.
-Maldita sea el ron-Pensé mientras tapaba mi cara como si eso fuera a cambiar algo.
Mi compañero está al lado, ambos estamos desnudos y mientras más pienso mas recuerdo la locura de anoche. Empiezo a percibir el olor a saliva, a sexo y a macho como una bomba que exploto frente a mí.
Mi compañero se mueve y queda dándome su culo, ese al que muchas veces había tocado en broma, pero nunca de esa forma como lo es besarlo, tocarlo y otras cosas mejores.
-Si te agarran preso mano, en la cárcel van a hacer fiesta con ese culito-Recordé una de las tantas veces que nos reuníamos y empezamos a echarle vaina a Pablo.
Mi guevo esta duro, una gran carpa se acaba de hacer en las sabanas y mi mente empieza a dar vueltas.
Estuvimos hasta las 2 o 3 de la mañana en la piscina, y es que de semana santa no tenía nada, éramos un grupo de 20 personas en una casa de playa. Era jueves y este era nuestro tercer día de desmadre y como si 30 cajas de frías (cervezas) no hubiesen sido suficientes para seguir la jornada aparecieron unas hermosas botellas de cacique 1800.
Los orientales siempre hemos tenido fama de bebedores y de verdad que a veces abusamos, ya muchos no habían podido con su cuerpo comenzando la noche y otros que ya estaban de seguro metiéndola en caliente en algunas de las habitaciones. Lo que si es que estábamos alrededor de 10 sobrevivientes en el agua. Unas 4 chicas y 6 panas, jugando cultura chupistica.
El juego consistía en hacer un círculo, elegíamos un tema en especifico y cada quien iba diciendo sin tartamudear, dudar o lo que sea una palabra que no estuviese repetida.
Media hora jugando y ya habíamos acabado con dos botellas, siempre había unos más afectados que otros y dos de mis altos panas no podían seguir, habían perdidos muchas veces y seguidas por que lo que tuvimos que remolcarlos a sus habitaciones.
-Cultura chupistica de djs-Dije-Tiesto.
-David Guetta- Respondió Laura.
-Benny Benassi-Dijo Martin.
-Ruben Rocca-Apenas se le entendió a la flaca que ya estaba en sus límites etílicos.
-Nina kravitz- Respondió Pablo.
-Martin Garrix-Gritó Pepe que estaba bastante ronco.
-Ehhmm Armin… van… -Se quedó pegado el tocayo Luis.
-Trago, trago, trago-Se escucharon de todos los borrachos entre salpiques de agua y otros que trataban de hundirlo.
Y así sucedía una y otra vez, hasta que llegamos al punto que nos fastidiamos y nos empezó a pegar el frio de la madrugada sumado a que todos estábamos borrachos.
Habíamos quedados 5 del grupo dispersos, picando algo y bebiendo agua. Martin se había quedado dormido sentado en una silla y aprovechando que ya estábamos demasiados dañados, subió un grupo a llevarlo a la habitación.
Yo estaba sentado en el borde la piscina con un cigarro en la mano, esperando que se me pasara un poco la borrachera ya que me sentía demasiado, como decimos por estos lares, algo borrao. Pablo que estaba acostado en la grama, es mi mejor amigo y compañero de cuarto y por lo que veía estaba peor que yo.
-Mallldito ¿estas vivo?, no te vayas a dormir ahí-Le eche agua de la piscina-Mira que ya todos se fueron a dormir.
-Estoy bien, deja la ladilla-Rió Pablo.
Espere un rato y me levante, Pablo no se podía levantar. Tuve que apoyarme de una pared para poder controlar mi borrachera y la de él, como pude lo levanté y me dirigí a mi habitación entre tropiezos y escalones que no veía.
Era una casa de tres pisos, nuestra habitación estaba en el primero y cuando llegamos tenía el seguro puesto.
-Coño abran la puerta vale-Toque la puerta, casi que le di una patada pero nadie respondió.
Deje a Pablo que se reía como un demente de mi y no podía ni sostenerse solo. Fui a buscar otra habitación pero ya estaban ocupadas, pude ver a Laura totalmente desnuda al lado de chichi, al parecer el acto había quedado incompleto ellos dos estaban hasta la madre de alcohol.
No les negaré que se me levanto el alma cuando la vi pero si me encargaba de tener algo con Laura se que lo iba a lamentar, con todo y mi borrachera me negué cosa que me pareció un avance de mi mismo, en otros tiempos no hubiese quedado viva.
Subí al segundo piso y esos malditos borrachos por la comodidad no se fueron a sus habitaciones, todos estaban en las habitaciones de otros. Me toco subir otras escaleras con Pablo.
-No le vayas a decir esto mañana a nadie, estoy demasiado borracho-Reía.
En las ultimas escaleras tropezamos y caímos los dos al suelo, la risa de Pablo me tenia irritado provocaba meterle un coñazo. Nos levantamos como pudimos hasta que llegamos a la habitación, lance a Pablo en la cama.
Entre la borrachera, me quite mi short y me lance a la única cama que había en la habitación, caí al lado de Pablo.
-Que no me vomite este pajuo-Le rogué a dios mientras miraba la cara de mi compañero-En ti confió.
Quede viendo el techo, no podía dormirme. El sonido de las olas del mar que entraban por la ventana me estorbaba además que mi compañero se movía mucho y la habitación era algo calurosa.
Espere otro rato dándole chance a Pablo que se durmiera y como no podía dormir, hice lo que siempre hago cuando no puedo hacerlo. Baje mi ropa interior y empecé a darle un poco de alegría al muñeco a nombre de las tetas redonditas de Laura y esa boquita de mamadora.
Cerré los ojos y empecé a imaginarla como metía mi verga entre sus tetas y me hacia una paja lenta, luego que se montaba encima de mi y empezaba a cabalgarme como toda una puta. Escupí la palma de mi mano y le di mejor ritmo al asunto.
-¿estás también excitado?-Sentí que susurraban a mi oído.
Yo casi que salto de la cama, pensé que Pablo dormía. Me tape enseguida con una sabana mientras veía que Pablo sacaba su verga por la cremallera del shore y empezaba a hacerse una paja.
-Estamos en confianza, somos panas-La cara de Pablo denotaba que estaba algo perdido pero excitado a la vez.
-Dale pero que quede entre nosotros-Respondí luego de unos cuantos segundos, dándole chance a que la sangre que llenaba mi pene pensara por mí, agarre su mano y la puse en mi verga de más de 20 centímetros. No es que yo tenga muchos límites.
-Esto no Luis, esto es de maricos-Dijo Pablo nervioso- Los muchachos nos pueden ver.
– Dale marico. La puerta tiene seguro y si no hacemos ruido nadie se entera además todo el mundo está borracho-Volví a apretar su mano en mi verga que más dura no podía estar.
Pero… es que yo… -Dudo por un par de minutos-A mí me gustan las mujeres-Dijo mientras su mano seguía apretando mi herramienta.
-Pajeame vale, la tienes toda para ti. Estamos entre panas-Le susurre en el oído.
Comenzó una paja torpe pero luego de unos minutos en la oscuridad, Pablo se quito de mi lado y se sentó en la cama permitiéndole hacer una mejor paja. Yo estaba excitado, no era Laura pero era una mano que me estaba haciendo perder la cabeza.
-Desnúdate y ponte aquí Pablo-Le dije mientras me quitaba la ropa y me acomodaba. Sentados en la cama, frente a frente y con nuestras piernas entrelazadas Pablo me hacia una paja mientras yo se la hacía a él.
Su verga era más chica que la mía y la sensación de tocar la verga de otra persona te crea cierto morbo. Estábamos sudados y Pablo se notaba igual de ido aunque excitado.
Quise aprovecharme más de la situación y aceleré su paja, me escupí dos dedos y con la mano libre fui jugando con sus bolas y perineo, paseándome una y otra vez siempre agregando más saliva hasta que baje lo suficiente para sentir su culo cerradito.
-Eso no vale, no soy marico-Dijo Pablo sin apartarse ni parar la paja.
-Tranquilo vale, esto es para que la paja sea más sabrosa-Le dije acariciando la puerta de su culito en forma de circulo-Esto no lo sabrá nadie.
El cerraba sus ojos, algunas gotas de sudor caían de su frente y su respiración agitada se podía sentir más.
-Ufff eso no vale-Había metido un primer dedo en su culo mientras seguía con su paja.
Yo en ese momento no pensé mucho como amigo, sino como un carajo con ganas de pasarla bien a costilla del alcohol y de un culito ajeno. Le di un beso, mi primero con un hombre, luego le bese el cuello y detrás de su oreja mientras metía un segundo dedo.
-¿quieres que te la mame?-Le dije a Pablo aumentando la paja que le estaba haciendo-Respóndeme.
-Si, házmela ya casi no puedo más-Me dijo desesperado.
-Primero házmela a mí y después termino contigo-Lo empuje y acomodándonos en la cama, poniendo mi mano en su cuello, dirigí su cabeza a mi verga.
Cuando iba a decir algo, le metí medio guevo en la boca. El protestó pero después de unos segundos se rindió y empezó a tragarse más o menos la mitad que es lo que se podía meter en la boca. Ya lo tenía más que dominado.
Yo con los ojos cerrados disfrutaba de una mamada, no sé cuánto tiempo estuvo así pero cuando agarro practica, lo hacía casi mejor que mi novia, yo casi estaba que botaba la leche pero esto no me bastaba.
Aprovechando que él estaba como poseído y con los ojos cerrados, me coloque debajo de él y empecé a meterle los dedos mientras le hacia una paja lenta en una posición bastante incómoda pero efectiva.
Llego un momento en que mi amigo abandono mi verga y solo gemía muy bajo pero igual lo hacía. No nos importo nuestros amigos en las otras habitaciones, ya íbamos por lo que íbamos y sin barreras. Siempre había sospechado que mi amigo gustaba de mi.
En la oscuridad estábamos los dos sudados y sintiendo el calor de cada uno, dos supuestos heterosexuales probando el maricoteo a tres tablas.
Me levante de la cama y aunque todo estaba en oscuridad con la poca luz que había note que Pablo me veía a la cara, vi sus ojos y leí esa intensidad de su mirada que solo decía una sola palabra, cógeme.
En 4 patas quedando sus rodilla a orillas de la cama, tome de su cintura y lo lleve un poco más atrás para que quedara mas a mi disposición. Aquel hombre de metro ochenta y que no tenía pero ni una gota de grasa en su cuerpo estaba a mi disposición, unas nalgas duritas y bien formadas se presentaban a mí y yo sí que quería disfrutarlas.
Escupí mi mano, lleve mi saliva a mi verga repitiendo dos veces esta acción y luego lo mismo con esa cueva sin explorar que esperaba por mí. Empuje su espalda hacia abajo, e hice que abriera un poco las piernas aprovechando que Pablo estaba haciendo lo que yo le decía. Sentía sus vellos acariciando mi glande antes de meterla y presioné, no entro fácilmente tuve que intentarlo 3 veces más.
-¡Aaaahhhh! me duele-Pablo intento zafarse-No joda, sácala.
-No seas jeva, solo es la cabecita-Le dije.
-Sácala, me duele de pana, suéltame-Trataba de despegarse y lo agarre por la espalda y sin querer el mismo se la termino de clavar-Noooooo, me duele coño de tu madre, sácala.
Yo lo empuje hacia delante quedando su cuerpo acostado en la cama y el mío sobre él con mis brazos cruzados en su pecho no queriendo soltarlo.
-Suuushh-Le decía al oído mientras mi verga se acomodaba en ese caliente y apretado culo-Relájate mi pana, si sigues así va a seguir doliéndote pajuo.
Forcejeo unas cuantas veces más hasta que no pudo conmigo, estuvimos un rato sin movernos, caían las gotas de sudor y yo jugaba con su cuello.
Fue el mismo quien empezó a echarse hacia atrás para meterse mi verga, cuando lentamente se movía en círculos. Al inicio pensaba que quería escaparse pero cuando sentí unos leves gemidos no pude más que empezar a darle lo que quería, sabía que le dolía y le gustaba a la vez.
Saque mi verga y la volví a meter lentamente haciéndole desfallecer, le quite el control con cada metida de verga que le daba. Lo torturé metiéndole la verga lentamente hasta que nuestra excitación pudo más y se activo el sexo animal.
Volviendo en 4 patas lo agarre por la nalgas y empecé a partirle el culo como dios manda. El no dejaba de morder la almohada para disimular los gemidos los mismos que yo escuchaba perfectamente.
Al día siguiente no podría caminar de la cogida que le estaba metiendo, un macho deportista como lo era Pablo, que estaba recibiendo verga de mí, su mejor amigo.
Cuando note que quería echar la leche, le agarre las manos en la espalda y apoyándome seguí penetrándolo. Su culo ya estaba abierto, ninguna de mis novia se había portado tan puta como él, primera vez que probaba un culo y eso me tenia loco.
Cambiamos de posición, me coloque sus musculosas piernas en los hombros, cuando se la metí empezó a gemir muy duro y empecé a taparle la boca con una de mis manos.
Pablo era más susceptible a esta posición y con cada metida, desfallecía. No encontraba qué hacer con tanto placer y supongo que dolor.
-Dame más Luis-Gemía.
Aprovechando que estaba totalmente excitado y descolocado, le empecé a dar más rápido metiendo toda mi verga sin contemplación. Si me iba a portar mal debía hacerlo por lo más alto. El repiqueteo de nuestras pieles inundaba la habitación junto con los sonidos que salían de la boca de mi amigo.
En la misma posición, agarre sus piernas por detrás de las rodillas y las empuje lo mas que podía a su pecho, quedando a mi total disposición todo su agujero para ahora darle duro, Pablo no aguantaba tanto lo que me llevo a seguir jugando con él.
Colocaba mi glande en toda su entrada y la metía muy despacio, iba y venía.
-¿quieres más?-Le decía a Pablo, el me respondía con leves gestos en su cara como esperando que la metiera hasta el fondo pero no lo complací.
Metía mi glande y hacia círculos en su apretado culo dejándolo picado. Ya este no era mi mejor amigo sino una putita, una perra a mi disposición. Su culo envolviéndome el glande y hasta apretándomelo era de los mayores placeres de mi vida.
Cuando meti gran parte de mi verga, echo la cabeza hacia atrás abriendo su boca y soltando todo el aire de sus pulmones. Esa imagen aunque en la oscuridad nunca se me borrara de mi mente.
Volví con el mete y saca, haciéndolo gemir de nuevo. Metía toda mi verga en ese culo, el mejor puto sexo de mi vida y sin planificar.
Acelere mis movimientos, ese culo apretado era una nueva sensación para mí y aunque encontraba resistencia esto me daba el mayor placer que ni mis novias habían podido darme. Desde ese momento comprendí que una de mis metas en la vida era disfrutar las variantes del sexo, sin tabúes y sin tantas limitaciones.
Mi verga salía y entraba tan rápido de ese culo recién desvirgado y la cara de mi amigo solo decía una cosa cógeme duro. Su verga seguía igual de dura que al inicio, empecé a masturbarla con una de mis manos y sentí como su presemen la había bañado.
-Que rica perrita, estas toda mojadita-Le dije a Pablo.
Sentía sus venas en mis manos y la dureza que tenia, estar masturbando a alguien tan cercano y cogiéndolo a la vez, me puso tan malo que sin querer, empecé a botar toda mi leche en ese culo mientras sentía que casi me desmayaba encima de él.
Con cada descarga sentía que desfallecía. Segundos después brotaba de la verga de Pablo una gran cantidad de leche que le baño sus abdominales y el pecho. Caímos en ese trance con cada contracción y nuestras respiraciones hacían eco junto a las olas del mar.
Me olvide del mundo mientras el orgasmo todavía hacia efecto en mi y poco a poco fui recuperando la cordura.
-Ay maldito, con cuidado-Dijo Pablo cuando casi desmayado había sacado mi verga de su culo.
Yo quede encima de mi amigo, bañándonos en su leche y nuestro sudor. Nuestras respiraciones estaban agitadas y nos dimos un beso corto pero más por cordialidad que por otra cosa.
Y ahora estaba yo, en esta cama a las 2 de la tarde de nuevo excitado y con un culo a mi lado. No sabía cuando nos acomodamos para dormir pero tenía ese recuerdo vivo con Pablo.
Vi ese culo de gimnasio saludándome. Con cuidado acaricie su nalga izquierda y luego metí un dedo en su culo dilatado, sacándolo algo mojado supongo que de mi leche.
Pablo se volteo a verme y también tenía una erección, hicimos contacto visual y de una fuimos de nuevo a probar nuevas cosas.
Así empezaron los juegos con mi mejor amigo Pablo.
Como siempre comenta y valora, tengo otras publicaciones pero ando full con el trabajo.
Gracias por el buen recibimiento de mi relato sobre Las aventuras de Danielito, pronto vendran más.
Besos en la espalda.
Todos conocemos la adrenalina y la vibra cuando el nivel de alcohol ya paso el límite, ya no se puede parar porque llevas rato deseando ser libre y ha llegado el momento de remplazar esa opresión y limitación constante de la vida por unas alas falsas.
Vamos a perdernos entre música, entre gente, entre los segundos que no somos conscientes, quítate la verdadera mascara y deja fluir tu verdadero ser interior. Hoy quiero ser un animal con sed de muchas cosas, hoy yo decido ser insaciable.
No pienses que estoy mal, siempre he sido así y con los años entre las sombras, ya no puedo esperar más. No quiero pensar en mi mujer, ni en mi padre y mucho menos en mi trabajo, quiero sexo y nadie me lo va a poder quitar.
Tu sabes que al tener la experiencia de tu vida, quedas con esa sensación de querer sentir más porque nunca es suficiente de algo bueno o eso creía.
CAPITULO 4:
QUE SIGA LA FIESTA
La calle estaba a reventar, me aleje un poco y vi a un par de infantes de marina custodiando la calle para que no pasaran los carros a donde ocurría el desfile y le pique un ojo al que me pareció más serio, primero me quedo viendo con cara de molestia y después soltó una sonrisa. Bingo.
Caminé con movimientos femeninos, quería llamar su atención. Él le dio un codazo a su compañero quien veía a otro lado, los dos me veían sintiéndome deseado y un poco burlado.
Fui a un vendedor y compre tres bebidas además de algo para picar, les lleve a los infantes y me vieron como su salvación porque llevaban rato sin probar nada según me contaron unos minutos después. Uno no tenía acento oriental pero eran simpáticos y se veían como me gustan los machos.
Estaban algo nerviosos y les dije si querían probar culo, fui directo. Lo pensaron y no me dieron una respuesta, pero los veía ansiosos y ganados a la vez, les deje un papel con mi número diciéndole que les ofrecía comodidad, discreción, dinero y un buen desahogo. Rieron.
“Chaito guapos”
Seguí caminando y entre al carnaval de nuevo, mi cuerpo tembló cuando vi a varios conocidos, entre ellos a mi compadre. Me acerque a él y no le hable, solo le baile un poco al lado de su esposa y familia. No me reconoció pero mi erección no era normal.
De lejos pude visualizar a mi hermano pero seguí de largo. Me uní a un grupo grande y baile un buen rato pero no conseguía más experiencias fuertes, hasta que subí más y más por la calle, odiaba los tacones, me dolían bastante los pies pero caminé hasta el inicio del carnaval y baje de nuevo al paso del desfile.
Esta vez empecé a restregarme y hacer gestos a quienes parecían unos malandros, el grupo era variado, habían dos como de menos de 30 años, otro de 40 y otros casi de mi edad, los catalogue como albañiles porque se veían curtidos por el trabajo, a diferencia del trío de amigos anteriores que se veían más estilizados o arreglados.
Uno de ellos, era de piel muy oscura lo que me produjo mayor interés, no quería despreciar la oportunidad y puse mis nalgas en su paquete, a nuestro alrededor reían pero no se daban cuenta que yo aproveche de meter mi mano y manosearle el paquete.
La erección no se hizo esperar y me brindó un trago, seguí moviéndome e hice lo mismo con el segundo. Vi cuando se hacían señas y me tomaron del brazo. Ya era muy tarde en la noche y el desenfreno era mayor.
Terminé en el asiento de atrás de un vehículo Conquistador, a una cuadra de la fiesta donde pasaba todavía mucha gente y pensé en ese momento que nos iríamos a otro lugar cuando me di cuenta que solo uno de ellos se metió al carro quedando solo conmigo. Era el cuarentón.
“Mama puta mama”
Con sus pantalones por la rodilla, aprovechando la oscuridad que daba las puertas cerradas y los vidrios ahumados, me puse a mamar una herramienta bien peluda como de 16 centímetros, ideal para meterme hasta las bolas.
No lo decepcioné y empecé a mamarle algo incomodo pero la excitación lo podía todo, no se cuánto tiempo estuve así pero los 5 pasaron por mi boca, a veces entraban algunos a ver como lo hacía. Esperaban su turno afuera disimulando mientras la gente pasaba.
Mi negro no fue el mejor pero me gustaba, era muy bestia y debía abrir la boca muy grande porque lo tenia grueso. Como buen campeón, me lo trague todo y sentí su leche a la brevedad, fue el que menos duro creo que la situación lo había dominado.
Lo más morboso fue cuando supe que padre e hijo se habían montado a la vez en el vehículo. El mayor no estaba interesado en mi boca sino en mi culo así que su hijo quedo como dueño de mi boca, los dos tenían miembros similares, por encima del estándar y muy venudas.
-“Quiero culo, tengo tiempo que no me como uno”-Desesperado agarró mis nalgas.
-“Tiene buena boca papá”-Dijo el hijo-“Mama mejor que Gladys”.
-“Esta puerta ya esta abierta”-Sentia sus dedos en mi interior. El menor me dio un par de cachetadas.
Baje bien los pantalones del padre, quedaron a la altura de sus tobillos y sin prestarle atención al muchacho, me monte encima de quien reclamaba mi culo. Fue incomodo y sentí cuando se rompió un poco el disfraz cuando lo cabalgaba.
No sé como haría con los dolores de cintura después, yo era feliz brincando en esa verga mientras veía que se masturbaba el hijo a mi lado.
Cuando me di cuenta, un empujón demasiado brusco y estaba sentado encima del más joven, el padre me daba nalgadas. Había cierta complicidad que me volvía loco, entre ellos discutían para sentir mi culo.
-“No me la vayas a dañar”-Dijo el mayor mientras su hijo gozaba.
-“Es que esta muy sabrosa esta puta”-Dijo entrecortado.
Al final tratamos de que yo se la mamara a uno mientras otro me cogía pero era demasiado incomodo y termine mamando a uno por uno hasta que me trague la leche de ambos.
No me sentí saciado pero la situación fue muy buena, cuando salí ellos elogiaron mis artes mamatorias y terminé por irme. Estaba cansado y era bastante tarde, ya había cumplido mi cometido.
Mientras caminaba por las calles sentí ganas de mear, uno el hombre tiene la ventaja para hacerlo y me llamo la atención uno de esos urinarios improvisados y sonará muy fuerte pero les metí el ojo a varios hombres aunque al inicio fui en busca de otros sitios sin éxito.
“Uno más, solo uno más”- Me dije a mi mismo ya algo cansado.
La suerte me acompañaba esa noche. Llegue a un sitio bastante apartado y sin luz, saque mi verga y solté un chorro del líquido amarillo. Como había observado se hacían grupos de hombres y empecé a desviar mi vista hacia otros miembros.
En minutos, de manera insólita ya que los que estaban cercano a mi me rechazaron, un hombre a 10 metros a mi derecha me hizo seña, según me dijo, pero yo no lo había visto hasta que estuvo a mi lado.
-“Vente”-Dijo el flaco de piel quemada. Olia a cigarro y ron.
No sabía a donde me llevaba pero no debí caminar mucho, a pocos metros del urinario había una pared con un gran agujero. Nos metimos los dos y me resulto algo incomodo porque había mucha yerba, no pudimos profundizar a lo que parecía una casa abandonada y apenas si nos cubríamos de las miradas de los que iban a orinar.
En segundos ya estaba mamando, arrodillado, con pequeñas plantas pegándose de mí pero la boca totalmente llena. Era brusco pero así me gustaba, me ahogaba y me daba leves cachetadas. Así como el culo, la garganta también estaba dilatada.
Podía aun escuchar los chorros de meados cercano a nosotros pero estaba centrado en mamar, era larga esa verga y mis arcadas no podían faltar pero cosas como estas quería vivir.
Siempre me había parecido un desperdicio que se masturbaran frente a mi cara, prefería sacarle la leche con mi boca pero él no me dejaba.
Desesperado y resoplando, con movimientos frenéticos de sube y baja, aquel hombre quería echarme la leche en la cara, pues yo abrí la boca.
“¿Quién pensaría que iba a encontrar una mamona como tu aquí?”
Sentí los regueros de leche cayendo por toda la máscara y boca, su grito fue bastante fuerte pero yo estaba concentrado en dejarle todo limpio cuando dos sujetos mas entraron por el agujero en la pared. El salió disparado del lugar.
“No, no…”-Dije.
Quise levantarme para huir pero uno se coloco en todo el medio de la salida y el otro frente a mi, ambos rieron y pude observar sus cortas erecciones bajo la poca luz.
No dijeron nada, yo sabía lo que tenía que hacer y volví a probar el sabor del meado y a macho. No me costaba tragarlos porque eran muy cortos ambos aunque algo robustos pero nada fuera de este mundo. Acabaron sin pena ni gloria y evite tragar sus leches. Las escupí con asco.
Cuando de repente, me quitaron la máscara y empecé a luchar con ellos para quitárselas pero entre risas y mi falta también de coordinación no podía quitársela.
“Que no te de pena de mostrar tu cara, puta es puta”-Rieron ambos.
El que más corto lo tenía, lanzo la máscara hacia la profundidad de esa jungla dentro de donde estábamos y se largaron.
Un rayo de luz, me permitió divisar a donde estaba y luchando contra la yerba y ramas de árboles pude obtener lo que quería lo que no sabía era que habían entrado un grupo de hombres más.
Eran 3, no tenían buena pinta pero sabía que no podía hacer mas nada. Me arrodille frente a ellos, ya no había mucho ruido en aquella zona y con más confianza empecé a chuparles por obligación.
-“Les dije que no íbamos a pasar este día sin probar nada”-Dijo con voz ronca el más bajo del grupo.
-“¿y quién iba a pensar que seria así? Que favor nos han hecho esos dos pillos”.
Mi sorpresa fue cuando el de la voz ronca, tenía el chorizo más largo de la noche y eso me devolvió el morbo, lo que causo malestar en sus otros compañeros que estaban armados de algo más normal.
Mame y mame como quería, quería tragármelo todo y me costaba pero lo pude hacer. El gemía mucho y me agarraba de la cabeza para que no sacara nada.
Yo masturbaba a sus compañeros los que se cansaron de ser echados a un lado, aprovecharon de ir a mi culo y darme nalgadas.
“¿Qué más se le puede pedir a la vida Juancho?”-Dijo un barbado con pinta de árabe.
Me palparon y sentí su emoción cuando me tocaron el culo.
“¡Que rico tiene el chochito! Nos lo dejaron abierto y todo”-Aprovecho de meter su herramienta hasta el fondo.
Sentí como me taladraba sin compasión pero yo ya estaba demasiado dilatado y para excitarlos mas empecé a gemir como mujer. Tenía a un hombre adelante, otro atrás y a otro que me le mamaba de vez en cuando o en su mayoría masturbaba.
Sentía como me cogía con fuerza, lo hacía bien pero debo admitir que el culo ya me ardía, de igual forma seguí hasta que en varios empujones boto toda su leche. Enseguida sentí como otra verga me penetraba y ya me sentía acostumbrado por completo a tragar por ambas puertas.
Echaba mi culo hacia atrás y él se quedaba estático, me disfrutaban porque sus gemidos los delataban y quien tenia en el culo me pidió que no me moviera más porque no quería acabar tan pronto.
Me levanto una pierna y entro mucho más adentro, lo disfrutaba muchísimo, no pensé que ellos me darían uno de los mejores polvos. Tocaban mi pecho como si tuviera tetas y les gustaba palpar cada centímetro de mi cuerpo.
Estaban demasiado salidos y estuvimos un buen rato hasta que oí gemir a quien estaba detrás de mí, me sentía triunfador.
Ahora el de la gran verga quería culo, sus otros compañeros fumaban delante de nosotros. Nos veían con curiosidad.
“Aguanta, aguanta, lento”-Le rogué.
“Que buenas nalgas tienes”-Me pego una manotada.
No tenía mucha paciencia y el burro ese, me la metió muy rápido aunque no de sopetón. Me sentía muy lleno, demasiado para mi gusto.
“Aguanta por fa..vor ¡Ay!”-le volví a rogar-”Así lento, lento”.
Me hizo caso y pude acostumbrarme pero cuando empezó a moverse más rápido, no había cuerpo que lo aguantara.
“Así gime como la perra que eres”-Gritaba quien identifique como Cheche.
Todos celebraban pero yo solo cerraba mis ojos aguantando aquel torpedo de carne, sentía que me llegaba a lo mas profundo, tocaba mis paredes y me daban ganas de orinar.
Puse mi manos apoyadas de la pared y él me agarro por la cintura, fue monstruosa las embestidas que me daba el desgraciado. Yo lo estaba disfrutando, pero tenía tiempo que no probaba algo así, me sentía relajado.
Cuando vi que estaba muy excitado y los gemidos lo delataban, lo empuje bruscamente contra la pared y me clave sus veintitantos de nuevo. Empecé yo a menearme y el vibraba.
“Ni siquiera tu esposa te hará esto”-Le dije.
Le puse poder a mis movimientos y nuestros espectadores estaban haciéndose la paja de nuevo, le di como nunca le había dado a alguien, sentía como ya mi culo se había adaptado. Me sentí pleno en placer y me masturbaba de vez en cuando.
“Hija de puta”-Grito el vergón. Yo no pare mis movimientos.
El me empujo y casi caigo de boca pero sus amigos me sujetaron muertos de la risa, ambos acababan también y aproveche para masturbarme.
Arrodilladlo le saque el preservativo lleno de leche y lo lance a un lado. Lamí todos sus centímetros dejándolo todo muy limpio y luego me fui con sus amigos quienes habían echado la leche al piso.
Les pedí que me metieran los dedos mientras me hacia una paja, ellos rieron y me manosearon mientras uno metía tres dedos. No pude aguantar más y solté varios chorros potentes de leche a la yerba.
Me sentía demasiado cansado y descanse un momento viéndolo, ellos fumaban y aprovecharon para darme cachetadas con sus vergas ya dormidas. Prendieron otros cigarros, me ofrecieron uno pero lo rechace.
Al terminar de fumar, se arreglaron y me ayudaron a salir del agujero en la pared. Yo estaba destruido.
Me agradecieron por el rato y se disculparon por haberme abordado de esa forma, me pareció gracioso todo.
Me acompañaron varias cuadras y supe que eran de una parte de la ciudad llamada Macarapana. Anotaron mi número y seguí mi camino, ellos se desviaron a seguir la fiesta.
No aguantaba mis pies con las sandalias, así que me las quite. Sentía mi culo húmedo y mi cuerpo maltrecho pero feliz.
Llegue al estacionamiento finalmente porque me pareció eterno y me recibió una persona diferente, se veía malhumorada así que no hubo tema, todo muy mecánico.
Salí en mi carro rumbo al motel con el culo ardido y una sonrisa de campeonato.
Gracias por leer el relato, espero que la tercera y última parte les guste mucho más.
Orgasmos anales para todos.